por José Antonio Campoy y L.J.
Discovery Dsalud
NÚMERO 53 (SEPTIEMBRE / 2003)
del Sitio Web
Dsalud
El agua es un elemento tan extraordinario que a pesar de que se la
contamine y someta a diferentes tratamientos conserva al menos un 4%
de la estructura residual de su fase cristalina. Y ese resto, aunque
mínimo, permite reactivar la vida que hay en ella.
Al menos eso es
lo que asegura el investigador alemán Peter Gross, creador de un
aparato de uso doméstico con el que - afirma - se puede convertir el
agua corriente desestructurada y desenergetizada en agua viva,
estructurada, de gran valor biológico y notables cualidades
terapéuticas. Gross tuvo la deferencia de venir hasta nuestra
redacción para explicárnoslo en detalle.
Este es el resumen de la
conversación que durante varias horas mantuvimos con él.
La publicación en los tres anteriores números de la revista (50,
51
y
52) de sendos reportajes sobre las cualidades y propiedades
terapéuticas del agua llevaron a muchos lectores a ponerse en
contacto con nosotros para saber cómo podían obtener agua viva con
propiedades terapéuticas.
Y si bien la información del último número
es suficientemente explícita al respecto porque el investigador
japonés Masaru Emoto ha demostrado científicamente - no hay más que
ver sus miles de espectaculares microfotografías - cómo actuar sobre
el agua de numerosas maneras no es menos cierto que existe un
singular y novedoso sistema que permite sin intervención nuestra
tener en casa agua magnética tanto para el consumo diario como para
el aseo personal.
Un avance importante - tal vez trascendente - porque
las propiedades terapéuticas del agua magnética son muy notables
como ya explicamos en el segundo reportaje mencionado recogiendo la
información que sobre ella publicaron en su día tanto el doctor en
Física y Química Felicísimo Ramos - ver su obra
El agua magnetizada -
como el médico francés Louis Donet. Dada su importancia publicamos
de nuevo en un recuadro en qué dolencias o enfermedades es útil el
agua magnética.
¿Y qué utensilio es ese que permite magnetizar - que no imantar - el
agua corriente?
Pues hablamos del Activador GIE, un aparato
inventado por el ingeniero alemán Peter Gross que en realidad no
sólo magnetiza el agua sino que además logra revitalizar su
estructura cristalina natural convirtiendo el agua corriente de
grifo, desestructurada y energéticamente muerta, en agua potable
viva, estructurada y de alto valor biológico con notables cualidades
terapéuticas.
Y, encima, con un sabor mucho mejor que la del agua
muerta de la que se obtuvo.
¿QUÉ ES EL "ACTIVADOR GIE"?
El
Activador GIE es un sistema de reestructuración, revitalización
energética y magnetización del agua que se fabricó por primera vez
en 1996 siendo - que sepamos - el único de tales características en el
mundo.
Su inventor es un científico alemán llamado Peter Gross a
quien tuvimos oportunidad de conocer hace unas semanas cuando,
aprovechando una visita de trabajo a España, tuvo la gentileza de
acercarse hasta nuestra redacción con su mujer - y estrecha
colaboradora - Mona y su amiga y representante en España Marion
Kuprat.
Y así, a lo largo de varias horas de distendida charla,
supimos cómo se le ocurrió la idea de fabricar un aparato tan
singular.
-Afirma usted que el Activador GIE que ha creado reestructura y
revitaliza el agua desestructurada y muerta. ¿Cómo es eso posible
técnicamente?
-Es sencillo: el agua corriente normal tiene una radiación de
biofotones relativamente baja y, por tanto, de escasa calidad
biológica. Y la tecnología incorporada en el Activador GIE consigue,
entre otras cosas de las que hablaremos, que al pasar el agua por su
interior el ángulo vinculante del hidrógeno - recordemos que el agua
es H20 - se "abra" de 104,5º a 109,5º.
Ello permite que se formen
nuevas moléculas de agua que en grupos de ocho se asocian luego para
formar nuevas estructuras cristalinas estables. Es decir, el agua
tratada con el aparato tiene parámetros físicos diferentes a los del
agua corriente.
Se transforma en un agua de mucha mayor calidad
biológica.
-Dice que el agua corriente tiene una radiación de biofotones
relativamente baja y que por ello es de escasa calidad biológica...
¿Puede aclararnos este punto?
-Verá, está científicamente demostrado en laboratorio que todos los
alimentos, incluido el agua y los demás líquidos, almacenan luz.
Bueno, información a través de biofotones. Y que es precisamente el
contenido de luz de nuestra comida y bebida, junto con su orden
interno, lo que determina su valor biológico vital.
Pues bien, con
el sistema que he creado el agua es expuesta a frecuencias naturales
que, entre otras cosas, hace que se llene de luz armónicamente
estructurada. Por eso al agua GIE es un alimento estructurado del
más alto orden.
-Eso nos recuerda los trabajos sobre los quantum de luz del físico
austriaco y Nobel de Física en 1933 Erwin Schrödinger. Llegó a
afirmar que "los humanos somos seres vivos que tenemos que comer
orden".
-Efectivamente. Conozco y comparto plenamente esa afirmación. Es
simple: el orden es fundamental para la vida. Y la gente debería
saber que cuando come y bebe absorbe las estructuras de orden - o de
desorden - almacenadas en el alimento o bebida en cuestión. Es decir,
esa información - ordenada o caótica - pasa en forma de frecuencias a
nuestras células.
Dicho de otra forma: la información existente en
la comida y la bebida que ingerimos pasa a nosotros. Y recibir una
información positiva o negativa termina determinando nuestro estado
de salud mental, emocional y física. A fin de cuentas, todo está
interrelacionado.
Consecuentemente, no es lo mismo comerse un tomate
biológico madurado lentamente al sol que uno de invernadero y
tratado con pesticidas tras ser arrancado aún sin madurar de la
planta.
La diferencia es mucha e importante porque esos dos tomates
no van a transmitir la misma información, ni tiene el primero la
estructura ordenada del segundo.
-Así lo indican en efecto los trabajos de Schrödinger quien daba
mucha importancia al orden de las estructuras de aquello que
ingerimos. Claro que no hace falta remontarse a 1933 porque, de
hecho, hace apenas dos meses publicábamos en nuestras páginas las
imágenes obtenidas por
Masaru Emoto al fotografiar los cristales
congelados de moléculas de agua expuestas a distintas energías,
positivas o negativas. Y es curioso observar las formas que
adquieren las estructuras de esos cristales según la energía
recibida sea de un tipo o de otro.
-Tiene razón, no hay nada más gráfico y clarificador que las más de
10.000 fotografías de Masaru Emoto. Esas imágenes han demostrado sin
lugar a dudas que cuando se destruye la estructura interna del agua
se destruye la geometría de ese elemento.
Y donde no existe
geometría no existe energía.
A fin de cuentas, según la Biofísica la
energía no es otra cosa que información; o, si lo prefiere, un
patrón de frecuencias electromagnéticas. Por tanto, el agua pura no
contaminada ni manipulada presenta una estructura cristalina y
geométricamente regular que puede transmitir energía, es decir,
información beneficiosa para quien la bebe.
-En suma, lo que hace el Activador GIE es devolver al agua corriente
su estructura ordenada y cristalina...
-Eso es. Mire, en realidad el aparato activa hasta quince mecanismos
diferentes que se ponen en marcha con la simple presión del agua al
pasar por él cada vez que se abre el grifo. Mecanismos que
revitalizan el agua mediante turbulencias, magnetización,
oxigenación, energetización y otros procesos (el lector puede ver en
el recuadro adjunto todo lo que hace el Activador GIE desde un punto
de vista técnico).
-Lo que no terminamos de entender es cómo se puede revitalizar un
agua presuntamente "muerta".
-Es que el agua es un elemento tan extraordinario que, aún en las
peores condiciones, conserva al menos un 4% de la estructura
residual de la fase cristalina. Y a partir de ese pequeño resto de
agua viva se puede "reactivar" el resto hasta devolverla su
estructura vital y beneficiarnos de la vida que sigue quedando en
ella.
UN AGUA CURATIVA
-Conocemos ya las numerosas propiedades terapéuticas del agua
magnética (vea el lector el recuadro que publicamos al respecto),
pero, ¿ha constatado si el agua tratada con su Activador GIE posee,
además de esas, otras propiedades añadidas?
-Ciertamente. Está demostrado que las personas que utilizan
únicamente agua GIE, tanto para beber y cocinar como para el aseo
personal, terminan expulsando a través de la orina las toxinas que
durante años habían acumulado en su cuerpo causando distintas
molestias e, incluso, dolencias graves.
Y no sólo eso: también hace
que las sustancias nocivas que tomamos con nuestra dieta diaria no
se sigan acumulando y sean directamente expulsadas por los
mecanismos de que dispone el cuerpo para ello.
-Quiere decir que incluso previene la aparición de muchas de las
llamadas enfermedades...
-Sí. Y de ahí que mis colaboradores y yo no nos cansemos de hablar
de sus bondades. A las pruebas me remito. Está fehacientemente
constatado en laboratorio que si se consume diariamente este agua y
se utiliza también para el aseo personal la sangre forma en 6 u 8
semanas una cantidad considerablemente superior de glóbulos rojos,
portadores de oxígeno.
Eso significa, a corto plazo, tener un 20%
más de oxígeno en la sangre. Y sin perder fluidez sanguínea porque
el agua tratada con el Activador GIE es más fluida que la que sale
del grifo o la que compramos embotellada. Supongo que no hace falta
que explique la importancia que tiene este hecho.
Baste recordar que
su simple ingesta permitiría prevenir - e, incluso, tratar - cualquier
enfermedad que se caracterice por falta de oxigenación de los
tejidos. Como puede ser, por citar sólo una, el Mal de Alzheimer.
-Desde luego resulta sorprendente que usando simplemente este agua
tan especial se puedan prevenir y tratar tantas enfermedades...
-Bueno, hablamos de un agua viva, magnetizada y reactivada que la
convierte efectivamente en un elemento terapéutico de extraordinario
valor biológico para el organismo. Aunque añadiré que lo que
realmente la convierte en un agua "especial" es un fenómeno curioso
que no se ha observado en ningún otro agua.
-¿A qué se refiere?
-A que el agua que se obtiene con el Activador GIE... ¡se adapta a
las necesidades de cada ser de forma individual! Y se lo explico: el
agua GIE transmite a las células de cada persona únicamente las
frecuencias que ésta necesita en ese momento, que, evidentemente,
son distintas de las que puede necesitar en otra ocasión o de las
que precisa otra persona completamente distinta.
-Es decir, que además es un agua "inteligente y selectiva".
-Bueno, podría decirse así. Verá, como ya dije, todo alimento o
bebida que ingerimos posee un orden estructural y una información
que nos transmite por biorresonancia. Pues bien, si esas frecuencias
sintonizan - resuenan - con las nuestras, lo ingerido es fácil y
rápidamente asimilado por el organismo.
En cambio, lo que no
sintoniza en lugar de generar resonancia provoca disonancia. Y las
consecuencias son, entre otras, los residuos y toxinas no asimilados
que deja ese alimento en el organismo. Algo que ocurre siempre
cuando los alimentos están "muertos".
Sin embargo, el agua tratada
con el Activador GIE siempre resuena positivamente. Y aporta la "información"
que en ese momento el cuerpo precisa. Información que puede ser
distinta hoy a dentro de un mes y que suele ser además diferente en
cada persona.
UN APARATO AL ALCANCE DE POCOS
Llegados a este punto debemos decir que los Activadores GIE los
fabrica de manera prácticamente artesanal una empresa alemana creada
por el propio Peter Gross que se llama
Aqua Ligro y que actualmente
tiene representantes en varios países, incluida España.
El problema
es que se trata de un aparato no muy grande pero sí muy sofisticado
en su interior que está fabricado con material caro y se monta de
forma completamente manual e individual por lo que se tarda todo un
día en fabricar una sola unidad.
Como consecuencia, resulta que se
están fabricando actualmente sólo unas 80 unidades al mes.
Tal es la
producción que hoy se hace para todo el mundo.
-Pues teniendo en cuenta el escaso nivel de producción de su empresa
se convierte en un auténtico privilegio disponer de uno de sus
aparatos...
-Sí, pero no estamos en condiciones de fabricar más por el momento.
Tenga en cuenta que mi mujer y yo no montamos la empresa para ganar
dinero sino para impedir que este descubrimiento se pierda, que
quede en el olvido. De ahí que buena parte de mi tiempo lo esté
dedicando ahora a dar conferencias y seminarios.
-Luego el precio será también "exclusivo".
-Supongo que eso depende de la valoración que cada uno haga de sus
propiedades. El aparato se vende al público en unos 2.500 euros y le
aseguro que no da más que para cubrir los costos del material y los
sueldos. Insisto en que fabricamos sólo 80 al mes. La ventaja es que
una vez instalado no requiere revisiones ni mantenimiento.
Basta
colocarlo tras el contador del agua en casa o en la oficina. Además,
puede instalarse de forma que lo usen hasta cuatro viviendas a la
vez con lo que se reduce el costo por familia notablemente. Por otra
parte, le aseguro que a las pocas semanas de tenerlo instalado en
casa todo el mundo da por bien invertido el dinero.
-Pues, honestamente, confiamos en que se anime usted a aumentar la
producción. Un invento como el suyo no puede estar sólo al alcance
de unos cuantos privilegiados. Permítanos agradecerle sinceramente,
por último, que se haya desplazado hasta nuestra redacción y nos
haya permitido compartir sus conocimientos.
-Les aseguro que para mi mujer y para mí también ha sido un placer
charlar con ustedes.
Nota: el lector interesado en complementar la información ofrecida
en este reportaje puede hacerlo en
www.agua-viva.info
Cómo actúa el Activador GIE
El aparato inventado por el ingeniero alemán Peter Gross activa el
agua ¡en menos de medio segundo!
Ese es el tiempo que tarda en
entrar en su interior, someterse a los mecanismos de activación y
volver a salir. Sin electricidad ni motores. Con energía natural. Y
al no haber partes móviles, sin desgaste mecánico. No requiere pues
mantenimiento ni comporta gastos de ningún tipo. Su colocación,
además, es muy sencilla.
En cuanto a lo que el aparato hace en ese
reducido tiempo es lo siguiente:
-
Bifurca en su interior la corriente de agua en dos conductos.
-
Produce turbulencia mediante rotación del agua en una tubería
helicoidal.
-
Produce turbulencia mediante el ajuste de polaridad norte de las
moléculas de agua con repentino cambio de sentido merced a un imán.
-
Produce turbulencia por el ajuste de polaridad sur de las moléculas
de agua con repentino cambio de sentido mediante la utilización de
un imán.
-
Produce la ionización magnética permanente del agua.
-
Provoca un cambio magnético permanente de la estructura de la cal
haciendo el agua más blanda.
-
Produce turbulencia mediante 17 zonas alternantes de presión y
absorción a un ritmo de milésimas de segundo lo que causa la
destrucción física de bacterias.
-
Produce turbulencia al generar campos altamente magnéticos con
diferentes vectores de línea de campo e imposición de los mismos
entre y en los tubos conductores del agua debido al transporte de
iones libres gracias al flujo del agua en el momento de su toma. Sin
recurrir en ningún momento a la electricidad.
-
Transmite al agua hasta 10.000 frecuencias naturales distintas.
-
Transmite al agua varias frecuencias naturales inmateriales como
las propias del crepúsculo matutino y vespertino, la luz plena de
mediodía o la luna llena.
-
Aísla contra los efectos del "smog" eléctrico.
-
Enriquece el agua con oxígeno (entre un 5 y un 8%) sin suministro
de oxígeno
-
Produce una recarga quíntuple de argón con un sistema por capas.
-
Energetiza altamente el agua al emplearse exclusivamente materiales
de construcción de orientación axial.
En suma, mediante estas acciones lo que logra el
Activador GIE es
eliminar bacterias indeseables y "borrar" del agua toda frecuencia
indeseable.
Asimismo, crea un potente remolino electromagnético que
cambia varias veces su sentido de giro - en milisegundos - para luego
someter el agua a una intensa turbulencia mecánica y a una casi
simultánea magnetización del agua que, una vez limpia, estructurada
y oxigenada es energetizada con miles de informaciones naturales.
El
resultado final es, según Peter Gross, un agua de altísima calidad
biológica.
Eficacia terapéutica del agua magnética
Para llevar a cabo sus dos misiones fundamentales, es decir,
transportar elementos nutritivos y drenar los desechos orgánicos, el
agua necesita disolver las sustancias y luego arrastrarlas.
Pues
bien, según el doctor Felicísimo Ramos - autor de El agua magnetizada - cada una de esas misiones se mejora si el agua es
magnética ya que ésta es diurética, ligera, más fácilmente
asimilable, mineralizada y no tiene el inconveniente de formar
microcristales nefastos para el organismo.
Además actúa como drenante general del organismo y como regulador de todos los
sistemas del cuerpo: circulatorio, nervioso, locomotor, digestivo,
respiratorio, excretor, reproductor y endocrino.
Asimismo, entre las distintas funciones que realiza el agua
magnética en nuestro organismo cabe destacar las siguientes:
-
Energetiza el organismo y ayuda a conservar el buen estado de salud.
-
Disminuye la viscosidad de la sangre y favorece la circulación
sanguínea.
-
Favorece la función pancreática. Gracias a ello los diabéticos
pueden muchas veces disminuir su medicación.
-
Colabora eficazmente en el proceso digestivo evitando los
trastornos causados por el insuficiente poder solvente del agua
común. Al disolver mejor las sales de los alimentos se asimilan
mejor los nutrientes y se evitan el estreñimiento y la diarrea.
-
Aumenta la solubilidad de las sales. Por eso, suministrándola
regularmente a quienes tienen piedras en el riñón y en la vesícula
consigue - en un elevado porcentaje - eliminar cálculos renales y
biliares y se reduce la posibilidad de producir más.
-
Facilita la expulsión de los molestos gases que provocan la
hinchazón del vientre.
-
Limpia los poros de la piel en profundidad por lo que ésta queda
húmeda y suave más tiempo evitando que se reseque.
Es muy útil en el lavado de heridas, el dolor de ojos, el
tratamiento de los eczemas, las úlceras en las mucosas y la limpieza
bucal en casos de halitosis.
Además, su acción bactericida se pone
de manifiesto en la cicatrización de pequeñas heridas y arañazos
cutáneos. Y eso no es todo. A las propiedades descritas por el
doctor en Física y Química Felicísimo Ramos hay que añadir los
efectos terapéuticos contrastados por el médico francés Louis Donet.
Son estos:
-
Favorece la normalización de los índices de colesterol y de urea.
-
Regula la presión arterial, actúa sobre el tono y la elasticidad de
los pulmones y el estómago, y tiene un efecto beneficioso sobre las
variaciones en el sistema hormonal.
-
Aumenta los movimientos peristálticos del intestino y sus efectos
terapéuticos son notables en problemas digestivos como náuseas,
vómitos, hinchazón de vientre, flatulencia, estreñimiento, etc.
-
Ayuda a eliminar la celulitis, fluidifica la sangre, mejora la
circulación y conserva la elasticidad de los vasos sanguíneos. Así,
previene la trombosis y la tensión sanguínea elevada.
-
Contribuye a que la región vesicular se vuelva blanda e indolora.
En las heces se detecta la evacuación de pequeños cálculos biliares
y en 2 o 3 meses desaparecen en su mayor parte los cálculos úricos.
-
Aumenta la tasa urinaria y se disuelven más rápidamente los
cálculos renales.
-
Suaviza la piel, ablanda y elimina las durezas y mejora las
dermatosis. Además, las uñas y cabellos mejoran de aspecto y de
brillo.
LA MEMORIA DEL AGUA
Es importante entender que
el agua tiene "memoria".
Es decir, posee
la capacidad de almacenar en su estructura reticular, en forma de
frecuencias electromagnéticas, la información de las sustancias de
todo tipo con las que entra en contacto:
En el agua se
puede hasta registrar la luz, el sonido, las emociones o los
pensamientos. Y esa información, que se transmite a través de
frecuencias, no se "borra" fácilmente.
Hoy se pueden extraer del agua muchas de las sustancias nocivas
materiales mediante algunos de los métodos conocidos - destilación,
filtración, etc. - pero con ellos no se eliminan las miles de
frecuencias grabadas en ella que luego ejercen su efecto en los
sistemas biológicos.
Es decir, la información de las sustancias con
las que ha estado en contacto permanecen en el agua. Y se transmiten
a nosotros, en mayor o menor medida, cuando la ingerimos. Y otro
tanto ocurre con todos los alimentos que se echan al agua o los
lavamos con ella.
La Homeopatía o las Flores de Bach, por ejemplo,
funcionan precisamente porque el agua almacena la información de las
sustancias que se diluyen en ella.
Por eso la cantidad de producto
no tiene tanta importancia. Y esa información que se almacena en la
estructura del agua es traspasable a los sistemas biológicos - humanos,
animales y plantas - como si las sustancias materiales aún estuviesen
en ella.
En todo caso, debemos saber que el porcentaje de sustancias nocivas
que incorporamos con el agua "potable" que bebemos es relativamente
bajo en comparación con las sustancias nocivas que consumimos con
nuestra comida y que no somos capaces de expulsar. Porque, ¿a dónde
cree que terminan yendo a parar los productos agroquímicos que se
echan a los alimentos?
Según Peter Gross, comiendo un solo plato de
lechuga de cultivo convencional podemos ingerir más nitrato que
bebiendo agua durante un mes entero. No olvidemos que somos los
últimos en la cadena alimenticia y que, en consecuencia, absorbemos
las sustancias nocivas de todos los productos que han contaminado a
vegetales y animales.
Cada vez son más los científicos que piensan que la aparición de
numerosas enfermedades nuevas se debe primordialmente a dos hechos:
la cada vez mayor sobrecarga del organismo con elementos tóxicos
artificiales y su incapacidad para expulsar esas toxinas de forma
natural porque el agua ha perdido su efecto purificador. Y piénsese
que el cuerpo humano consiste en un 70-75% de agua.
Por otra parte, a veces tanto nuestras aguas potables como las
minerales embotelladas están químicamente limpias... pero
generalmente "muertas". No contribuyen ya a la eliminación de las
sustancias nocivas de nuestro cuerpo. Eso sólo lo logra el agua
viva, el agua de manantial pura y limpia que se obtiene directamente.
Esa sí desintoxica el tejido conjuntivo y, expulsa las toxinas del
metabolismo ayudando en los procesos metabólicos y la digestión. El
problema es que con la lluvia ácida encontrar hoy agua realmente
pura es un imposible.
De ahí la enorme importancia del Activador de
agua GIE.
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