-   Según un Estudio   -
por Daniel Meza
Octubre 19, 2016

del Sitio Web N+1

 







Por tener sexo con los Neandertal,

nuestros ancestros se contagiaron de papiloma.


 

Los humanos modernos portamos el virus del papiloma humano (VPH) porque nuestros ancestros tuvieron relaciones sexuales con los Neandertales y Denisovanos, alrededor de 100.000 años atrás, según un trabajo publicado en la revista Molecular Biology and Evolution (Transmission Between Archaic and Modern Human Ancestors During the Evolution of the Oncogenic Human Papillomavirus 16) .

 

El documento sugiere que estas relaciones sexuales ocurrieron luego de que nuestros antecesores (Homo sapiens) emigraran de África y se expandieran por Eurasia.

 

Los investigadores del Centro Nacional de Investigación Científica, en Francia, y el Instituto de Oncología de España, se interesaron particularmente por la cepa cancerígena del VPH, llamada VPH16.

 

Se estima que esta última afecta a un 4% de estadounidenses, y se sabe que puede incrementar el riesgo de cáncer cervical o cáncer de cuello uterino - de hecho, junto con la cepa VPH18, son las causantes de un 70% de enfermedades de cáncer.

 

 

Distribución geográfica y densidad

de las principales variantes del virus VPH16

 

 

El estudio observó 118 secuencias de VPH16 de 5 diferentes subtipos de virus para ver cómo evolucionaron.

 

Luego usaron un algoritmo computarizado para analizar las estructuras de los virus, y finalizaron con una línea de tiempo genética, mostrando cómo el virus cambió con los años.

 

Los hallazgos arrojaron que el VPH16 tiene aproximadamente 500.000 años de antigüedad y se habría originado entre las poblaciones de Neandertales y Denisovanos, las cuales más tarde contagiaron el virus a los primeros humanos modernos.

"El VPH16 se bifurcó al encontrarse ambas estirpes", indicó el equipo a Laboratory Equipment.

Los investigadores sugieren que los humanos antiguos tuvieron sus propias cepas de VPH - que actualmente pueden ser halladas en el África subsahariana.

 

 

Escultura de tamaño natural de una hembra neandertal

en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.

 

 

Pero el VPH16, específicamente, surgió luego de que los humanos modernos dejaran la región hace entre alrededor de 60.000 a 120.000 años, se expandieran por Eurasia, y se aparearan con los Neandertales y los Denisovanos que ya estaban allí.

 

La hipótesis encuentra mayor sustento en el hecho de que las poblaciones del África subsahariana están casi libres del VPH16, mientras que muchas otras poblaciones del mundo luchan contra este virus.

"Los virus oncogénicos son muy antiguos; la historia de los humanos es también la historia de los virus que cargamos o heredamos", indicó Ignacio González Bravo, del Centro Nacional de Investigación Científica.

 

"Nuestro trabajo sugiere que los humanos arcaicos traspasaron algunos virus oncogénicos a los humanos modernos", agregó.

La mayoría de infecciones del virus del papiloma humano no causan síntomas y se resuelven espontáneamente.

 

En algunos casos éstas persisten y resultan en verrugas o lesiones precancerígenas. Estas lesiones incrementan el riesgo de cáncer en el cuello uterino, la vulva, la vagina, el pene, el ano, la boca o la garganta.

 

Casi todos los cuadros de cáncer de cuello uterino se deben al VPH de dos tipos:

  • el VPH16

  • el VPH18

Asimismo, un 95% de casos de cáncer anal están relacionados con el VPH, en su mayoría por el VPH16.

 

De igual modo, un 70% de los casos de cáncer de garganta, paladar, lengua o amígdalas tienen que ver con el referido tipo de virus. La susceptibilidad al cáncer puede estar influida por el grado de ascendencia arcaica en nuestros genomas, sostienen los investigadores.

 

El encuentro entre los hombres de Neandertal y los homo sapiens humanos modernos fue recientemente tratado en un reciente estudio (Palaeoproteomic Evidence Identifies Archaic Hominins Associated with the Châtelperronian at the Grotte du Renne) publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, que reveló que la especie extinta fue capaz de hacer joyas o piezas ornamentales que portaban en sus cuerpos - habilidad que habría aprendido de los humanos modernos.