CAPÍTULO DOS - El portal a un mundo diferente
 

Ahora me gustaría que dejaras este libro, llenaras un vaso con agua y lo colocaras en una mesa frente a ti. (Si no te es posible hacer esto, imagina que lo haces.)


¿Qué ves en el vaso?


Puedes ver la habitación, la ventana y percibir el sentimiento total que te rodea, todo registrado por el agua.


Es algo tan común que rara vez nos detenemos a pensar en ella. Aunque la bebemos, nos lavamos y cocinamos con ella cada día, poca gente dedica tiempo a pensar en el agua. Y quizá no haya nada más misterioso que ella.

Una de las cosas más misteriosas sobre el agua es que el hielo flota en ella. Cuando otras sustancias pasan del estado líquido al sólido, aumenta la densidad de moléculas y átomos del sólido, y la sustancia se vuelve relativamente más pesada. Sin embargo, las partículas de agua se alinean de una manera muy regulada, con espacios grandes entre ellas. Cuando el hielo vuelve a convertirse en agua, las partículas se vuelven cientos de miles de veces más activas, dichos espacios se llenan; ello hace que la forma líquida del agua sea más densa y pesada que la sólida.


El agua alcanza su mayor peso a 4° centígrados (39° Fahrenheit), temperatura a la cual las partículas activas del agua llenan los espacios vacíos de la estructura molecular. Conforme la temperatura se eleva, las partículas se vuelven aún más activas, que entonces reduce la densidad.


Por esta razón, no importa cuan baja sea la temperatura sobre un lago (u otro cuerpo similar), la temperatura del fondo permanece estable a 4° centígrados. Como resultado, las criaturas del lago sobreviven a largos inviernos bajo el hielo.


Si el agua se comportara como otras sustancias y el hielo se hundiera, ¿qué ocurriría? Por un lado, quizá nosotros no estaríamos aquí. Cada vez que la temperatura descendiera, el fondo de lagos y océanos se convertiría en hielo sólido, y todas las criaturas morirían

Debido a que el hielo flota, incluso cuando la superficie del agua se cubre de hielo, el medio ambiente debajo permite que la vida continúe.


El agua también posee la capacidad única de disolver otras sustancias y transportarlas. Piensa en cuánta materia puede disolverse en el agua, y en cuan difícil es regresar el agua a su estado puro original. En las plantas de semiconductores y fábricas de productos químicos, se emplean purificadores especiales de agua extremadamente pura, porque tan pronto se vierte en recipientes de plástico (o casi de cualquier otro material), las impurezas comienzan a disolverse en ella. Conservar el agua 100 por ciento pura es en extremo difícil. No te sorprenderá saber que incluso el agua de grifo o de río, que se ve perfectamente clara, contiene una gran cantidad de impurezas y minerales.


Esta capacidad del agua para disolver sustancias crea una especie de sopa de vida que provee a los océanos de nutrientes necesarios para la vida. Esta sopa fue el lugar de nacimiento de todas las criaturas vivientes de la Tierra.


De hecho, el agua es la fuerza que crea y da vida. Sin el agua, las partículas no se mezclarían ni circularían. El agua creó el caos en la Tierra y también dio origen al orden, de lo cual resultó un planeta rebosante de vida.


La creencia de que donde hay agua, hay vida, es muy antigua. En Japón, a los lugares donde el agua brotaba se les consideraba sagrados y con altos niveles de energía, en sitios ideales para erigir santuarios. A otros también se les consideraba sagrados debido al camino de energía que emitían y de manera casi inevitable, se encontraban sobre agua subterránea.


El agua es, a la vez, madre y energía de la vida. Esto es posible gracias a características únicas.


Mi investigación sobre los misterios del agua me hace pensar que no es algo de este mundo.


¿Por qué crees que haya tanta agua en la Tierra? La mayoría de las explicaciones dicen que cuando este planeta se formó, hace más o menos 4,600 millones de años, el agua se evaporó y formó lluvia que cayó sobre la tierra, lo que originó los océanos.


Pero todo esto comenzó con el nacimiento del Sol. Se juntaron masas de gas que rotaron y formaron una pelota roja. El polvo y los gases restantes se mezclaron, formando la Tierra y los demás planetas del sistema solar. En ese momento, la Tierra aún era una bola de magma ardiente que contenía hidrógeno A medida que se enfriaba el magma, el hidrógeno se evaporó y formó la atmósfera.


No todos los estudiosos concuerdan con esta teoría. Algunos ofrecen explicaciones radicalmente distintas Un experto es Louis Frank de la Universidad de Iowa ha propuesto que el agua llegó a este planeta como' masas de hielo provenientes del espacio exterior.

El profesor Frank comenzó sus investigaciones debido a la confusión que le produjeron ciertas fotografías satelitales que mostraban puntos negros; llegó a la conclusión de que tales puntos eran pequeños cometas cayendo en la Tierra.


Estos mini-cometas son en realidad bolas de agua y hielo que pesan cien toneladas o más, y entran en la atmósfera de la Tierra a un ritmo de 20 por minuto (o 10 millones al año). La teoría dice que estas pelotas de hielo bombardearon la tierra hace 40,000 millones de años, creando mares y océanos, y que este fenómeno continúa en la actualidad.


Conforme la gravedad de la Tierra atrae dichos cometas de hielo hacia la atmósfera, el calor del Sol los evapora y transforma en gas. Mientras ellos se precipitan 55 kilómetros desde el espacio exterior, las partículas de gas se mezclan con el aire en la atmósfera, se disipan y caen a al tierra como lluvia o nieve.
 

Hace pocos años, los medios dieron gran difusión a un anuncio de la NASA y de la Universidad de Hawai que acreditaba la teoría del doctor Frank. Sin embargo, muchos científicos se rehúsan a aceptar esta nueva manera de ver el mundo.


Si este enfoque ganara credibilidad, sería necesario volver a escribir muchos libros contenidos en bibliotecas de todo el mundo. Esto tendría un impacto en casi todas las teorías científicas relacionadas con la vida en este planeta, como la del origen del hombre y la de la evolución de Darwin.


De manera universal, se acepta que no puede haber vida sin agua, y si aceptamos que, esa fuente de toda vida proviene del espacio exterior, entonces la lógica nos lleva a concluir que la vida, incluso la humana, es ajena a este planeta.


Pero si aceptamos que el agua es extraterrestre, entonces quizá podremos entender mejor las características inusuales del agua.

  • ¿Por qué flota el hielo?

  • ¿Por qué el agua tiene tal poder de disolución?

  • ¿Por qué una toalla absorbe agua, lo cual parece desafiar las leyes de la gravedad?

Si el agua no pertenece a nuestro mundo, tal vez éste y otros misterios resulten menos difíciles de entender.


Quizá la idea de que el agua proviene del espacio exterior parezca un tanto artificiosa y extravagante. Pero, ¿acaso no estimula tu imaginación? Después de que el agua ha concluido su larga travesía a través del cosmos, comienza la siguiente fase de su viaje: recorrer todo nuestro planeta.


Las masas de hielo llegan a la Tierra, se convierten en nubes y, al final, caen en forma de agua o nieve. Entonces, el agua riega montañas, se filtra en el suelo —con lo cual se vuelve rica en minerales— y luego vuelve a la superficie. Desde ríos y océanos, el sol evapora el agua y la regresa a la atmósfera para formar nuevamente nubes.

Esta agua, y los minerales que acarrea durante su ciclo, hacen posible la vida. El dióxido de carbono de la atmósfera se funde en los océanos y posibilita la fotosíntesis, creando un sistema ecológico de equilibrio perfecto.


En los océanos surgió la primera partícula de vida, hace unos 3,800 millones de años. Esa partícula evolucionó y se convirtió en alga capaz de fotosíntesis, lo cual produjo la primera provisión de oxígeno. Al interactuar con los rayos ultravioleta del Sol este oxígeno cubrió la Tierra con un velo protector llamado capa de ozono.


Entonces, hace unos 400 millones de años, la vida dio su primer paso fuera del agua y se liberó de las profundidades del océano con la ayuda del oxígeno y de la capa de ozono.


Se cree que nuestros antepasados humanoides aparecieron en África hace sólo veinte millones de años. Si vemos los 4 600 millones de años de la Tierra como si se tratara de uno solo, el ser humano nacería a las 8:00 PM. del último día; todo gracias al oxígeno y la capa de ozono.


Y la fuerza que creó la vida y le permitió evolucionar fue, por supuesto, el agua, que tiene la capacidad única de disolver los nutrientes necesarios y llevarlos de las montañas y ríos a los océanos.


Quizá ahora nos preguntemos si esta gran novela de la vida es sólo un accidente. Cuando pensamos en la trama que comenzó en época tan remota que abruma nuestra imaginación (el nacimiento de la vida en este planeta, lo cual condujo a la creación de un sistema perfecto que hizo posible la evolución), sentirnos que, de alguna manera, hubo una gran intención involucrada.


Kazuo Murakami, profesor emérito de la Universidad de Tsukuba, recibió atención mundial por interpretar el código del ADN óxido llamado renina. Su opinión al respecto es que, mientras más entiendes el ADN, más forzado estás a admitir que algo intervino en el registro de tanta información tan detallada y elaborada en espacios tan pequeños.

 

Las palabras que él emplea para describir esta existencia es: algo grandioso.


El gran drama del agua y la vida no puede explicarse sin la existencia de ese algo grandioso. Aún ahora la historia sigue en desarrollo, de acuerdo con el escenario dispuesto por las grandes intenciones del cosmos.


¿Qué información trajo consigo el agua antigua cuando dejó el espacio exterior y cayó en la Tierra? Podemos suponer que el programa requerido para el desarrollo de la vida. Espero que con esto tengas una imagen más clara de lo que es la vida.


El agua que cae del cielo tarda veintenas, a veces centenares de años en filtrarse por el suelo y convertirse en agua subterránea. Joan S. Davis, de la Universidad Tecnológica de Zurich, ha realizado investigaciones con agua de río alrededor de 30 años, en Suiza, y se refiere a ella como agua sabia. En contraste, al agua recién caída la llama agua juvenil.


En el proceso de caer en la Tierra, filtrarse en el suelo y volver a brotar, el agua obtiene información de varios minerales y se vuelve sabia.


Luego de 30 años como profesora, Joan se jubiló y ahora realiza sus propias investigaciones. Durante un simposio en Suiza, tuve el honor de dar una conferencia junto a ella. El centro de sus investigaciones es el procesamiento del agua. El sistema actual para suministrar agua por medio de largos tubos ocasiona que no resulte demasiado sana para el cuerpo. Cuando el agua se expone a una presión alta y fluye en línea recta a través de tubos, sus partículas se separan y dejan escapar los minerales.


Por ello, Joan ha enfocado su atención en maneras simples para suministrar agua saludable a una gran cantidad de personas, incluidos los pobres. Una de sus sugerencias es usar cristales: cuando se introducen pequeños cristales de hielo en el agua, ésta retiene sus minerales y produce cosechas más sanas. Joan también ha hecho investigaciones para mejorar la calidad del agua mediante imanes, y ha diseñado grifos para darle un movimiento circular.

 

Ella desea saber cómo introducir el movimiento natural en el suministro del agua.

Respecto de sus investigaciones, Joan dice:

He escuchado a mucha gente interesada en tus investigaciones con cristales de hielo. Creo que le proporcionarán algunos consejos importantes. Uno de ellos es respetar más el agua. Otro es hacerse consciente de que el agua responde incluso a energía sutil. También deseo que científicos y autoridades sepan que en la actualidad casi no se brinda protección al agua.

 

Yo siento que mis investigaciones pueden utilizarse en los campos de la salud y el cuidado médico. No hay mucho interés en la importancia de las características físicas del agua. Por ejemplo, se dice que el agua mineral es buena para la salud, pero poca gente sabe que los minerales de esta agua pueden provocar endurecimiento de las arterias.

 

Además, el agua mineral carbonatada tiene una alta acidez, y esto la hace nociva para el cuerpo. En cualquier caso, necesitamos evitar el agua embotellada y sustituirla por agua que fluya de manera natural. El agua quiere ser libre.

Joan también reveló lo siguiente:

Lo importante es que recuperemos nuestro deseo de tratar el agua con respeto. Nuestra cultura moderna nos ha hecho perder la actitud de respeto por el agua. En la antigua Grecia, la gente en verdad respetaba el agua, y muchos mitos griegos se basan en protegerla. Pero entonces apareció la ciencia y rechazó estos mitos porque no eran científicos.

 

El agua perdió su misticismo y pasó a ser sólo otra sustancia que la tecnología podía limpiar cuando lo requiriera. A veces decimos: "El agua purificada no es pura". El agua procesada en plantas de tratamiento no es la que forma hermosos cristales. Lo que el agua necesita no es purificación, sino respeto.

Estas sabias palabras son el resultado de muchos años dedicados a observar el agua. El hecho de que, debido a su respeto por el agua, una científica de su talla expresara interés en mis investigaciones sobre cristales, fue algo extremadamente alentador.


Por último, Joan me dio el siguiente consejo:

Si eres capaz de establecer los fundamentos físicos de tus teorías sobre los cristales de hielo, podrás anunciarlas al mundo desde aquí como muy convincentes, pues Suiza es muy reconocida internacionalmente por sus investigaciones sobre el agua.

Esto fue algo muy estimulante para mí en un momento en el que planeaba fundar un centro en Suiza para promover mis investigaciones sobre el agua.

El agua registra información que distribuye mientras circula por la Tierra. Esta agua enviada desde el universo está llena de información acerca de la vida, y una manera de descifrar es por medio de la observación de cristales de hielo.


Cuando miro los diversos y hermosos cristales que forma el agua, me parecen i a materialización de la vida ante mis propios ojos. Los cristales creados cuando se muestran al agua palabras positivas son simplemente bellos. La respuesta del agua a las palabras amor y gratitudes de grandeza. Estas palabras positivas dan espíritu al agua, y ella los materializa para revelar la vida en toda su plenitud.


También tengo la impresión de que observar los cristales de agua es un acto creador de vida. Esto se debe a que, cuando miramos los cristales, el agua cambia su apariencia cada instante. Tu mirada posee una energía especial propia, y si bien una mirada bienintencionada proporciona valor, una mirada maligna lo arrebata.


Una familia suscrita a nuestra revista realizó un experimento interesante. Pusieron arroz en dos frascos de vidrio, y todos los días durante un mes dijeron "gracias" a un frasco y "tonto" al otro. Anotaron cómo cambiaba el arroz durante todo ese periodo. Incluso los niños, al regresar a casa de la escuela, decían estas palabras a los frascos con arroz.

Al cumplirse el mes, el arroz al que se dijo "gracias" comenzó a fermentarse y adquirió un olor suave, como de malta, mientras el expuesto a la palabra "tonto" se pudrió y ennegreció.


Escribí sobre este experimento en el primer libro que publiqué, y como resultado, cientos de familias en Japón realizaron Ja misma prueba. Todas obtuvieron los mismos resultados. Una de esas familias introdujo una variación; del experimento: al igual que las demás, dijeron "gracias" al primer frasco con arroz y "tonto" al segundo, pero prepararon un tercer frasco al cual no dijeron nada.


Y, ¿qué crees que sucedió?

 

El arroz ignorado se pudrió incluso antes que el arroz al que se dijo "tonto". Cuando otras familias realizaron el mismo experimento, los resultados fueron los mismos. Esto parece demostrar que ser ridiculizado no es tan dañino como ser ignorado.


Brindar atención positiva o negativa a algo es una manera de dar energía. La forma de conducta más nociva es negar la atención.


Creo que este experimento tiene el potencial de una lección muy importante. Debemos esforzarnos por poner atención a nuestros hijos y hablar con ellos. Debemos empezar a decir palabras de amor y bondad desde el mismo momento de la concepción.


Tratar a tus plantas domésticas con amabilidadmirarlas con amor, expresarles tu reconocimiento con palabras— las ayudará a conservarse sanas y vivas. Esto también ocurre con las mascotas, e incluso con los insectos.


Espero que por medio de este libro haya cada vez más personas que aprendan a tener un verdadero respeto y aprecio por el agua. En respuesta, producirá cristales más bellos y, de este modo, participaremos en la creación de un pequeño pero hermoso mundo.


No me cabe duda de que Dios en verdad disfruta su obra y quiere darnos la misma capacidad que él tiene: la de crear. Entonces, nos verá con ojos de amor mientras empleamos nuestro libre albedrío para decidir el uso que daremos a esta capacidad.


El alma del agua trajo a esta Tierra la memoria de la vida. A partir de esta memoria, la vida surgió, el hombre apareció y, al final, nacimos tú y yo. Ahora volvemos a mirar el agua para darle vida.

 

Tu conciencia, atención y buena voluntad, además de la sonrisa que te produce el amor, dan una nueva vida al agua, y de esta manera construimos un universo nuevo y glorioso.

 

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