por Frances H. Arnold
06 Enero 2020

del Sitio Web DW

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Toda persona miente,

incluso varias veces al día.

 

Aunque esto suena poco moral,

parece ser una antigua herencia 'natural'.

 

Incluso los animales engañan para su beneficio.

 

Pero no hay que condenar todas las mentiras.

Algunas facilitan la convivencia...

 

Todo ser humano miente entre dos y 80 veces al día.

 

Esto puede parecer mucho, pero no todas las mentiras son iguales. Las mentiras piadosas son cortesías.

 

Estas mentiras sociales son el lubricante para una convivencia armoniosa.

 

Sin embargo, las llamadas 'mentiras negras' se pronuncian para actuar de manera fraudulenta o por interés propio.

 

Los científicos han descubierto que cuanto más miente alguien, menos reacciona el cerebro.

 

Se produce un efecto de embotamiento. Incluso los animales son capaces de engañar.

 

Los científicos de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena están realizando pruebas con una especie que se parece más a los humanos de lo que quisiéramos:

los cerdos.

La mentira es aparentemente una antigua herencia 'natural'.

 

Esta habilidad se desarrolla en la infancia. A partir de los cinco años, los niños entienden cómo funcionan el engaño.

 

Esto no es malo, porque si un niño puede mentir, eso significa que su cerebro está 'bien' desarrollado...

 

Los científicos han buscado durante mucho tiempo el método para desenmascarar a los mentirosos.

 

El lenguaje corporal envía señales. Investigadores de Granada descubrieron que al mentir la temperatura de la cara y las manos cambia.

 

Por lo tanto, la mentira incluso puede medirse de manera confiable con una cámara termográfica.

 

Lo mismo no puede afirmarse del polígrafo clásico. Estas mediciones de pulso, frecuencia cardíaca, respiración y conductancia de la piel son inexactas.

 

Pero ahora, un científico de Würzburg logra resultados sorprendentemente precisos con la ayuda de un detector de mentiras.

 

Su secreto:

la técnica correcta de preguntar...