Nueva York, 05 de septiembre de 2001.
 

Gracias a un nuevo y potente telescopio de rayos X, se ha encontrado evidencia casi irrefutable de la existencia de un descomunal agujero negro en el centro de nuestra galaxia, según un grupo de astrónomos. Los científicos coinciden generalmente en que casi todas las galaxias giran en torno a un agujero negro. Ya se había calculado que el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, contenía algo muy denso y masivo, y la mayoría de los expertos creía que se trataba de un agujero negro.

Los hoyos negros son cuerpos celestes extremadamente densos. Su gravedad es tan poderosa que ni siquiera la luz puede escapar de ella, por lo que son invisibles para los telescopios convencionales.

 

Para estudiarlos, los astrónomos observan las estrellas y gases que se arremolinan alrededor del centro de un hoyo negro, antes de caer en su núcleo invisible como agua por desagüe. Antes de caer allí, la materia se amontona como troncos estancados en un río. Allí se calienta y genera rayos X.

En el nuevo estudio, dirigido por Frederick Baganoff del Massachusetts Institute of Technology, MIT, los científicos usaron el telescopio de rayos X Chandra de la NASA, para observar el brillo de los rayos X producido donde suponen que se encuentra el borde del hoyo negro. La clara imagen de tal brillo recién obtenida por los científicos es la primera en su tipo.

El brillo aumentó y menguó durante un periodo de 10 minutos, el tiempo que tomó a la luz el viaje por unos 150 millones de kilómetros, alrededor del borde del hoyo negro. Eso significa que el objeto, presuntamente un hoyo negro, es bastante pequeño si se consideran las dimensiones de otros objetos en el espacio. La masa que contiene dentro de su área es unos 2.6 millones de veces mayor a la del sol. El supuesto hoyo negro está situado a unos 24 mil años luz de la Tierra.

 

Los científicos también detectaron enormes lóbulos de gas supercaliente, que en la fotografía aparecen como burbujas rojas. Es probable que los lóbulos sean restos de enormes explosiones ocurridas cerca del agujero negro en los últimos 10.000 años.

Los agujeros negros son monstruosos succionadores de materia en el espacio, que atraen cualquier cosa de manera tan fuerte que nada, incluso la luz, puede escapar de la succión. Por esa razón, nadie ha visto jamás un agujero negro, pero los astrónomos saben de su existencia al observar lo que sucede a su alrededor.

 

Richard Mushotzky, astrónomo del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, en Greenbelt, Maryland, dijo que los nuevos descubrimientos impulsan las evidencias previas sobre la existencia de un hoyo negro en el centro de la Vía Láctea. El estudio será publicado en la edición del jueves de la revista Nature.

 

El poderoso telescopio Chandra, que utiliza cuatro espejos cilíndricos, fue lanzado a órbita hace dos años. Los rayos X son absorbidos por la atmósfera y no pueden ser detectados por telescopios en la Tierra. Los científicos creen que existen miles de millones de hoyos negros en el universo, incluidos muchos que son miles de veces más masivos y luminosos que el objeto detectado en el centro de la Vía Láctea.