Prefacio

«¡Oh hombres!, no fue la mezcla de sangre y respiración el comienzo y la sustancia de vuestras almas, aunque vuestro cuerpo terrenal esté formado de esas cosas. Vuestra alma procede de otro lugar.»
EMPEDOCLES

Desde los días más tempranos del registro de la historia de la Tierra, existe una emoción dulce y amarga al mismo tiempo que surge dentro de nosotros cuando elevamos la mirada a la inmensidad del cielo nocturno. Algunos de nosotros anhelan que llegue el día en el que la raza humana pueda viajar más allá de la estrellas.

 

¿Es esto realmente una esperanza futura o es un recuerdo de nuestro pasado?


La conciencia humana aún retiene misterios sin explorar.

 

¿Qué es lo que nos mueve a espolear la evolución hasta sus límites?

 

¿Qué nos lleva a crear discordia entre las razas que habitan nuestro planeta?

 

Tal vez estemos escenificando un drama cósmico y hemos perdido temporalmente el guión. Sabemos que lo que hace un país o una raza de esta Tierra afecta a todos. Esta idea también se puede llevar más allá, se puede llevar hasta el universo. Puede que lo que estemos haciendo ahí afecte a innumerables civilizaciones que viven en otros planetas.

 

¿Es posible que estemos tan ligados los unos a los otros?


La información presentada en este libro es una recopilación de años de interiorización, deducciones razonadas y canalizaciones. Para ello, se han utilizado referencias meticulosamente cruzadas de varias canalizaciones (sobretodo el material proporcionado por la coautora Lyssa Royal), al igual que la investigación de trabajos autorizados de antroposofía y metafísica.

 

El lector puede considerar esas ideas literalmente o simbólicamente, ya que la historia es la misma. No hay una reclamación de que esto sea la indiscutible verdad con respecto a la aparición de nuestra Familia Galáctica en esta realidad. Si a usted le parece bien, utilice las ideas aquí propuestas como un catalizador para su propio crecimiento. En el caso contrario, tal vez, este material le pueda llevar un paso adelante hacia su propia evolución personal.


Una de las ideas más importantes para acelerar el potencial humano es permitirse que todas las verdades sean la manifestación de la Verdad Única, sea ésta la que sea. Gracias a este permiso emerge la unificación. Aunque no sea más que esto, deje que este libro sea divertido e interesante de leer y que estimule su imaginación, ¡Está claro que no hace falla que crea en lo que proponemos, pero sí hacen falta sus ganas de explorar!


Este es un libro de introducción. Se ha oreado un extenso glosario al final de la obra para aclarar términos poco familiares que se han utilizado. Cada capítulo representa una faceta de un complejo tapiz y cómo ese tapiz afecta a la Tierra. A lo largo de muchos debates, esta información ha obtenido un formato que presentará al lector una selección de caracteres. Esta selección no es completa. Existen innumerables miembros diferentes y dramas que se están escenificando en todo el universo. Los caracteres presentados aquí parecen haber surgido como los más importantes con respecto al drama humano en esta llena.


A lo largo de todo este material se utilizan ciertas presunciones que son el fundamento para el resto de la información. Una de ellas es el concepto de la reencarnación y la naturaleza infinita de la conciencia. No es necesario comulgar con ese concepto para poder entender este material pero sí permitirá al lector una visión más amplia del cuadro más grande.


Otra suposición presentada es la idea que cada ser tiene una conciencia superior. Se supone que, independientemente del nivel de existencia que ha elegido cualquier ser para un tiempo determinado de vida, retiene una conciencia (consciente o inconscientemente) de su conexión con el Todo y de su identidad divina. Ese concepto nos conecta con la idea de que nosotros somos únicamente los que controlamos nuestros destinos. Es decir, la evolución está en nuestras manos.


A lo largo de todo este libro también se mantiene la presunción que el «Todo», o la conciencia colectiva integrada de nuestra Familia Galáctica, ha existido siempre. Para el propósito de poder presentar esta información hacen falta unos parámetros. Dichos parámetros harán referencia alegóricamente al «comienzo» de la historia corno infusión dimensional, y cuando se habla del «final» hablaremos de integración.


En muchos casos se han utilizado etiquetas para describir lugares o gente (como por ejemplo, Sirios, o Sirianos). Por regla general estas etiquetas son variables y denominan más bien un reino o una conciencia vibracional y no tanto una idea fija. En el caso de Lira, por ejemplo, se reconoce perfectamente que las estrellas de las que se habla, se hayan convertido una y otra vez en agujeros negros y agujeros blancos. Por ello se habla más bien de ideas que de puntos concretos en el espacio y en el tiempo.

 

Esas ideas tienen un peso específico; eso, además, es bastante obvio ya que se habla de ello en nuestras leyendas que dan importancia a otros sistemas estelares. Las leyendas de la tribu de los Dogon, los textos de Sumeria, y los escritos antiguos de Egipto, lodos ellos hablan de contactos con seres de otros sistemas estelares. Esas leyendas, se supone, que proceden de algún lugar. Aunque su lenguaje y estilo de expresión contemporáneo eran ligeramente diferentes, la solidez de su contenido está fuera de todo argumento.


La información sobre el pasado de nuestra raza, puede enriquecer nuestras vidas aquí en la Tierra.

 

Si realmente nos transformamos, será gracias a la conciencia que tengamos con respecto a nuestro mundo, pero no se trata de utilizar esa conciencia para escapar de nuestras responsabilidades como ciudadanos de la Tierra y miembros de la Familia Galáctica.

 

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1 - La infusión dimensional

«Con sus llaves celestiales, sus acordes del aire, sus inquietantes fuegos, la gran lira eólica de Samian, elevándose a través de las barras dobladas siete veces, desde la Tierra hasta las estrellas fijas.»
Longfellow sobre Lira en

Occultation of Orion

Toda conciencia y toda energía estaban, en su día, fusionadas en un Todo integrado. Ese Todo era consciente de algunos aspectos suyos, pero de manera diferente de una conciencia individualizada. En el actual estado de evolución de la Tierra, el sí mismo es reconocido primero, después la sociedad y por fin el Todo, Todo Lo Que Es, o Dios. Aún se hace una separación. Esa separación de la Fuente es una ilusión. Esa ilusión es una herramienta que aporta al Todo todas las lecciones necesarias y reta su necesidad para experimentar cosas para reintegrarlo luego en la Fuente.


Antes de esta fragmentación de la Fuente, el Todo existía en otra octava de la realidad dimensional. Desde ese lugar de unificación, el Todo lo Que Es pensó qué pasaría si se separaba y se olvidaba temporalmente de la existencia integrada. La fuerza de semejante pensamiento a un nivel tan masivo, comenzó a crear la fragmentación. La ilusión creada debido a la fragmentación iba a ser el olvido en el que la conciencia tendría que crear (de su propia naturaleza divina) un recuerdo para volver a unificarse.


Lo que se ha denominado «la creación» en realidad es esta fragmentación, o si se quiere, la infusión dimensional. La curiosidad inicial del Todo con respecto a la existencia fragmentada creó esa misma realidad. Hizo falta un cambio de perspectiva, de focalización o de frecuencia. Como parte del Todo, los aspectos de la Familia Galáctica fueron parcialmente responsables a la hora de diseñar la heliografía que debía guiar su desarrollo.

 

Por ello, decir que «somos Dios» tiene, de hecho, un significado real.


La heliografía que fue diseñada contenía muchas ideas diferentes. Al principio, contuvo la noción de que la polaridad y la fragmentación eran la norma. El código de la heliografía contenía la opción del «Libre Albedrío» de cada uno de los fragmentos o almas. El reto consistía en recordar que cada conciencia lo poseía. Cuanto más se ejerce el Libre Albedrío, más memoria divina se evoca. Enfrentado con la realidad polarizada, el Libre Albedrío es liberador. Cuando un alma olvida que posee el Libre Albedrío, las lecciones se vuelven más arduas pero al mismo tiempo tienen una mayor recompensa.


Otra idea que está presente en la heliografía elegida, es que los fragmentos del Todo son completamente responsables de sus acciones, aun en estado de amnesia. Siendo conscientes o no, cada acción generaría una respuesta por parte del universo. Algunos han denominado esto karma; no obstante, es mucho más que un «ojo por ojo». En lugar de castigo por una conducta negativa, existe siempre la opción de ampliar la conciencia de uno.

 

Por ello, la sabiduría borra, de algún modo, el karma.


Aunque pueden parecer reglas de algún tipo de juego cruel del cosmos, el resultado ya está decidido. Teniendo esto en cuenta, no es necesariamente el destino lo que cuenta, sino más bien el viaje en sí. Lo que cuenta es cómo se juega este juego.


Otro aspecto de la heliografía consensuada fue el código etérico generado en el conjunto del tapiz universal. Este código permitiría que las formas humanoides bípedas y basadas en el carbono sirviesen como vehículos normales y naturales para la encarnación de conciencias humanas dentro de la estructuras planetarias. Este código existe a un nivel meta-atómico que la ciencia acaba de empezar a ser capaz de medir. La simbología de la polaridad se manifiesta en forma de un cuerpo humano. El ser humano terrestre es simétrico, tiene dos brazos, dos piernas, dos ojos, dos orejas, etcétera. El cuerpo se convierte en un conjunto completo gracias al torso y la cabeza.


También se decidió que durante el desarrollo evolutivo de las formas humanoides (dentro de la Familia Galáctica) las polaridades femenina y masculina se manifestarían en cuerpos diferentes pero complementarios. Esto debía servir de recordatorio para poder crear, ya que las polaridades siempre deben unirse y ser integradas. Esa noción se entiende mejor cuando se tiene en cuenta que el individuo tiene la tendencia a sentirse «Uno» cuando él/ella se unen en el amor.


¿Cuál fue el verdadero proceso de la infusión dimensional?

 

Dentro del tejido del tiempo/espacio de la constelación de Lira existe algo que se podría denominar agujero blanco.1 Se puede comparar este agujero blanco con un prisma. Al pasar un rayo a través de un prisma, se obtiene un espectro de luz fragmentada en siete frecuencias de colores visibles. Cuando una parte del Todo pasó por el Prisma de Lira (el agujero blanco), la conciencia fue fragmentada en siete frecuencias vibratorias que representan la conciencia colectiva de la Familia Galáctica de la Tierra.

 

1 Un foco de luz y energía muy intenso. En este caso, un lugar de nacimiento.

 

Cada fragmento obtuvo conciencia de todas esas frecuencias o densidades diferentes. Anteriormente se experimentaban las frecuencias como algo integrado en el Todo (como luz blanca). Guando esa parte del Todo pasó por el prisma, se manifestó en siete frecuencias conscientes. También la conciencia se fragmentó, y los fragmentos se «apartaron» el uno del otro tal como se sugiere simbólicamente en la teoría del «Big Bang». De este modo surgió la ilusión de que cada fragmento estaba muy, muy sólo.

El Todo comprendió que el propósito de esta experiencia era aprender a reintegrarse a partir de un punto de la separación. Pero ¿cómo? Como almas individuales o en grupos, los fragmentos investigaron el universo que se acababa de crear. La infusión dimensional no sólo creó una fragmentación de la conciencia, sino también creó estrellas, planetas, gases y moléculas que configuran la realidad física. No obstante, la realidad física representa solamente algunas pocas frecuencias energéticas que surgieron debido a la fragmentación.


Tal como descubrió la ciencia, la materia es vibración energética densificada que se mueve a un ritmo específico. Cada aspecto del universo está hecho de energía. Según la tecnología terrestre aún no se ha descubierto cómo medir ciertas partes de la realidad. Si la tecnología tuviera semejante habilidad se podría distinguir un número infinito de portales hacia el tiempo, el espacio y la dimensión. De momento, se explorarán los siete niveles de frecuencias de la Familia Galáctica de la Tierra que se fragmentaron al pasar por el Prisma de Lira.

 

De ahora en adelante, el término «densidad» será utilizado para hacer referencia a estos siete niveles de frecuencias:2

 

2 Véase el glosario de términos para la diferencia entre «densidad» y «dimensión».

 

  1. densidad 1:

    Conciencia en forma de punto; materia física. Este nivel de frecuencia es el más básico. Aporta la materia y la energía para la creación de átomos y moléculas. Todas las formas básicas de minerales y agua, por ejemplo, funcionan de acuerdo con las frecuencias de la primera densidad. También los humanos contienen estas frecuencias básicas. Ellas configuran los códigos genéticos básicos.

  2. densidad 2:

    Conciencia en forma de línea; materia biológica; desarrollo de identidad de grupo o especie. La conciencia expresada por la vibración de la segunda densidad no posee conciencia de sí mismo (o ego). Aquí existen la mayoría de las especies del reino vegetal y animal; no obstante, su emplazamiento dentro de una densidad u otra depende de muchos factores adicionales, incluidos la presencia o ausencia de ego.

  3. densidad 3:

    Conciencia volumétrica; ego; pérdida de la identidad de grupo, desarrollo de la identidad individual habilidad de recordar el pasado y percibir el futuro, reteniendo la conciencia presente. En esta densidad surgen los seres humanos. Es una vibración que crea la ilusión de separación y, por ello, supone un reto para el despertar. El ser humano está pasando actualmente por un periodo de transición hacia la realidad de la cuarta dimensión, que es la causante de los muchos cambios rápidos que está experimentando la raza humana. Ésta es la frecuencia que expresa la máxima separación del Todo.

     

    Desde aquí se aprenden la mayoría de las lecciones con respecto a la integración. Es el nivel más intenso de todos ellos en la cultivación del crecimiento del sí mismo. Los cetáceos (delfines y ballenas) existen actualmente simultáneamente en la tercera y cuarta densidad y están saliendo de la tercera junto con la humanidad.

     

    La conciencia de los primates también existe en la tercera densidad. La evolución de los primates es cada vez más evidente cuando uno observa las diferentes características que van desplegando y de las cuales se pensó que eran inherentes sólo a los seres humanos (como la adquisición del lenguaje o la conducta patológica).

  4. densidad 4:

    Dominio de la conciencia volumétrica; conciencia superior, reintegración de la identidad de grupo sin pérdida de la identidad del ego; conforme aumenta la vibración, la percepción del pasado, presente y futuro se vuelve más fluida junto con la habilidad de relacionarse con las realidades multidimensionales y las multidensidades; cada vez es más difícil mantener una conciencia orientada negativamente. En la Tierra se están solapando actualmente las realidades de la cuarta y de la tercera densidad.

     

    En el caso de la humanidad, esto podría sor la razón por la cual los deseos de unidad, paz y amor universal son cada vez más presentes. Estos deseos son diametralmente opuestos a la ilusión de separación que caracteriza a la tercera densidad. El ritmo vibratorio se acelera y, por ello, puede que uno se encuentre cara a cara con temas personales de manera más rápida y también más intensa.

     

    Es fácil entender cómo esto está sucediendo, ya que miles de individuos en la Tierra se someten a algún tipo de terapia, se suman a programas para desengancharse de ciertas sustancias y están emprendiendo actuaciones para la mejora del planeta.

     

    Ésta es la frecuencia de la responsabilidad. Es la frecuencia que permite recordar el código del Libre Albedrío; la última frecuencia con la cual se utiliza un cuerpo físico para expresar la conciencia. Es por ello que muchas civilizaciones eligen pasar mucho tiempo en esta densidad.

  5. densidad 5:

    Conciencia experimental del «yo» en forma de identidad de grupo; no está ligada al tiempo lineal. En esta densidad la conciencia sensitiva comienza a recobrar su herencia. Esta es la densidad de la sabiduría. Los que van despiertan y reconocen la sabiduría inherente, con frecuencia quieren compartirla con aquellos que todavía están afianzados en densidades inferiores.

     

    Muchos seres que vibran en la quinta dimensión eligen convertirse en guías para los demás. El ser que vibra en la quinta dimensión, se funde con su familia de conciencias («alma superior» o «yo superior», si se prefiere) y comienza a recordar. Ésta es la primera densidad en la que se experimenta una orientación no física.

     

    (Nota: No existe una distinción tajante en la transición de la quinta a la sexta y de la sexta a la séptima densidad. Debido a que estas densidades no son físicas se produce mucha fusión durante las transiciones.)

  6. densidad 6:

    La conciencia como dimensión en si misma. Con frecuencia, esta densidad ha sido llamada «Conciencia Cristica», ya que existe un nivel de frecuencia igual a la de Cristo o de Buda. A partir de esta frecuencia, se produce una rememorización total, y uno empieza a asumir la responsabilidad del Todo en lugar del sí mismo. El proceso de perfeccionamiento del sí mismo y del Todo se convierte en la misma cosa.

  7. densidad 7:

    Contienda de la experiencia multidimensional; identidad de matriz de grupo; (conjunto de memoria social). Esta es la densidad de unión total o integración. Los que vibran en esta frecuencia se fusionan y se convierten en un todo dentro de la conciencia colectiva. Ellos magnetizan a aquellos que están en otras frecuencias y proporcionan la corriente necesaria para un Huir natural hacia la integración. Una vez que los seres de la séptima densidad lleguen a la masa crítica, pasarán por el Prisma de Lira (desde nuestro punto de vista se tratará entonces de una experiencia de salida a través de un agujero negro) y llegarán a la siguiente octava donde les espera una nueva aventura.

Es importante tener en cuenta que como partes del Todo que se fragmentaron al atravesar el Prisma de Lira, cada conciencia retuvo el recuerdo de todos los niveles de densidad.

 

No obstante, parte del olvido perduró. Desde niveles más centrales de densidad (como pueden ser la tercera y cuarta, pueden darse ausencias de recuerdo con respecto a la coexistencia de otros niveles. Conforme tiene lugar la integración, uno se va dando cuenta de estos otros aspectos.

El microcosmo siempre refleja al macrocosmo. Esto se puede apreciar claramente viendo la «coincidencia» de cómo la estructura atómica refleja la estructura del sistema solar. Ocurre lo mismo con la fragmentación de las partes del Todo en seres individuales o grupos del alma. El hecho de encarnarse en un cuerpo físico se puede comparar con un minipasaje por el Prisma de Lira.


El proceso de fragmentación del alma cuando se encama en un cuerpo físico puede ser comparado, de alguna manera, con las teorías de Freud cuando habla del id, del ego o del superego. Como feto, el alma demuestra una conciencia de primera densidad. En ese punto uno se percibe a sí mismo como algo intrínsecamente conectado con el entorno. Físicamente, uno es una masa de códigos de ADN con el potencial de convenirse en un ser humano consciente.

 

Debido a que Freud no tomó en cuenta el desarrollo prenatal, a ese nivel no existe ninguna correlación. Si él hubiera creado una etiqueta para describir la relación del feto con su entorno, se hubiera servido de una descripción de la primera densidad.


Cuando el niño está en la fase entre su nacimiento y los dos primeros años de vida comienza a demostrar una conciencia correspondiente a la segunda densidad. El niño empieza a percibir una separación entre él y el entorno, y sus deseos se orientan hacia el exterior. Todavía conserva un cierto egocentrismo, que hace que este nivel se corresponda con el nivel del id. Lo que distingue la orientación de un niño de la segunda densidad a la tercera densidad es la falta de determinadas habilidades para diferenciar entre sí mismo y el entorno.


A partir del segundo año de vida, aproximadamente, la conciencia de la tercera densidad se convierte en el principal marco ya demostrado. Es la fase del desarrollo del ego y la toma de conciencia por parte del niño de ser un individuo separado. Son años cruciales en el desarrollo; se puede apreciar claramente que si ese desarrollo se interrumpe (debido a abusos) la personalidad se puede fragmentar y crear tal vez una disfunción en un futuro. Muchos individuos retienen esta orientación del ego correspondiente a la tercera densidad a lo largo de toda su vida.


El desarrollo del super-ego, o conciencia superior, es una característica típica de la cuarta densidad. Los humanos tienen la opción de desarrollar ellos mismos este aspecto, es una reintegración de la fragmentación de la personalidad que ocurre a lo largo del proceso del nacimiento, pero también es una integración a nivel espiritual.

 

A medida que la raza humana se establece más sólidamente dentro de la conciencia de la cuarta densidad se supone que ese proceso de fragmentación de la personalidad se notará cada vez menos, y quizá los niños comiencen a mostrar mucho antes características de la cuarta densidad en su desarrollo, y las retengan a lo largo de toda su vida.


Durante la infancia uno tiene que aprender a adaptarse e integrarse en un marco factible. Si esto no se logra (cuando hay abusos durante la infancia), empezarán a mostrarse con frecuencia disfunciones psicológicas al alcanzar la edad adulta. Patologías como la personalidad múltiple (Trastorno de Identidad Disociativo) pueden surgir debido a que el proceso natural de integración de la tercera densidad no tuvo lugar durante la infancia. Algunas civilizaciones extraterrestres han aprendido a detectar y transmutar las semillas de las disfunciones patológicas durante la infancia y por lo tanto no tienen incidentes de patologías adultas.


Si se llega a entender que no importa hasta qué punto un individuo se puede fragmentar (ya sea a nivel del alma o de la personalidad) y que el regreso a casa siempre será debido a la integración, esa persona no perderá nunca de vista su meta.

 

En este caso, realmente podemos volver a casa.

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2 - La creación de la Familia Galáctica

«Yo soy Ra, con quien comentó el tiempo. Yo soy el centro de la rueda, una estrella que cubre el mar infinito. Yo no soy la cosecha; yo soy la semilla. Yo no soy la lira; yo soy la canción. Yo no moriré.»
El Libro egipcio de los muertos

Traducción de Ellis

Al pasar a través del Prisma de Lira, el primer fragmento creó un grupo de seres que se pueden llamar «Fundadores».3 Fundadores representan la conciencia colectiva de lo que eventualmente iba a ser la humanidad. Ellos tienen la capacidad de dirigir incluso en un nivel tan alto como es la cuarta dimensión, pero su estado natural es el estado no físico.

 

Al separarse de la parte del Todo que pasó por el Prisma de Lira, siguen reteniendo una memoria, similar a un sueño, de la idea de la integración y del propósito de la fragmentación. Ellos son los que supervisan la evolución de la humanidad. Asumen el rol del arquetipo Padre, pero con la polaridad masculina y femenina equilibrada.

 

3 Otros términos como observadores (the Watchers), los eternos, los reflectores y los que siembran han sido utilizados por otros y son igualmente apropiados.


Los Fundadores se dieron cuenta de la heliografía elegida cuando se separaron del Todo. Sabían que los «hijos» son portadores de los códigos de los «padres» en esa heliografía. Debido a que ellos juegan el rol de padres es su responsabilidad guiar el crecimiento de la nueva conciencia que se acababa de crear. Al asumirlo, se convirtieron en la heliografía, comenzaron a comprenderla y vivirla, sabiendo que esto iba a proporcionar códigos para futuros fragmentos.


Los Fundadores empezaron a comprender el patrón energético natural de la realidad polarizada que se acababa de crear. Se dieron cuenta claramente de que la conciencia colectiva recientemente fragmentada interactúa con determinadas realidades (es decir, densidades) dentro de un marco de tres aspectos principales:

  1. un punto de positividad pura

  2. un punto de negatividad pura

  3. el punto de integración de ambos

Toda interacción ocurre dentro de esa línea que conecta cada punto. con muy pocos aspectos de conciencia dentro de cada punto de pureza. Darse cuenta de ello, les inspiró a entender un paradigma de realidad polarizada. Eso era algo nuevo en su mundo y amplió su comprensión.

 

El paradigma, tal como surgió para ellos, se muestra abajo en forma de diagrama en dos dimensiones.

 

 

Conforme estudiaron el paradigma, comprendieron la mecánica de cómo las conciencias fragmentadas iban a fundirse nuevamente al volver a pasar por el Prisma de Lira. El modelo lineal arriba mencionado puede cambiarse para crear una relación dentro del patrón de un triángulo.

 

He aquí una ilustración:

 

 

Este triángulo representa las probabilidades del proceso de integración. Las civilizaciones se mueven naturalmente y al azar (de acuerdo con las leyes del caos) dentro del patrón de ese triángulo hasta llegar a un equilibrio energético.


Si una civilización o conciencia elige la integración (la disposición de crecer desde ambas polaridades), naturalmente se movería en la dirección hacia el punto de integración, empujada por ambas polaridades. Esto se puede entender como una manera de permitir la integración. Por otro lado, si una civilización o un individuo niegan la integración, el patrón se expande para acomodar su negación de las polaridades opuestas. En este lugar no se describirá el patrón expandido.


Cuando los Fundadores creyeron que estaban listos para ello, crearon una nueva fragmentación. Al igual que cuando la parte del Todo tenía curiosidad y creó ese reino a partir de sus pensamientos, los Fundadores imitaron a sus «padres» utilizando energía del pensamiento para crear una fragmentación de sí mismos. Esa fragmentación sucedió a lo largo y a lo ancho; conciencias individualizadas surgieron de la toma de conciencia del grupo de Fundadores y comenzaron a explorar el universo. Gracias a esa fragmentación, cada ser que existe dentro de la Familia Galáctica aquí presentada es parte de los Fundadores.

Existe un número infinito de fragmentos y viajes de exploración. Algunos de estos fragmentos se convirtieron en civilizaciones que han tomado parte activa del desarrollo de la Tierra. Algunos de los que tienen un punto de referencia en la realidad conocida de la Tierra serán investigados más a fondo en los próximos capítulos.


Cuando los Fundadores se fragmentaron, algunos permitieron que se densificara su energía lo suficiente para poder entrar en la realidad física. Los Fundadores ya habían elegido planetas que podían sostener vida humana. Suavemente guiaron a esos fragmentos hacia una existencia física en la tercera o cuarta densidad. Al cabo de un tiempo, los fragmentos se acostumbraban a una existencia física y la ayuda (que todavía estaba presente, aunque en menor medida) de los Fundadores cada vez era menos necesaria.


La primera zona elegida para ser colonizada eventualmente después de la fragmentación de los Fundadores se encontraba en la vecindad de la constelación de Lira. La mayoría de los miembros de la Familia Galáctica que tienen una conexión genética con la Tierra tiene sus raíces en el sistema de Lira. Es aquí donde tuvo lugar el primer intento de integración.

 

Los Fundadores creyeron que iba a ser fácil y previsible; pero, en lugar de ello, las formas humanoides se extendieron hasta crear el tejido de un tapiz muy complejo. Los hilos del tapiz se enredaron de tal manera que se perdieron sus orígenes en una maraña de colores en el diseño del cortinaje.


A continuación se describen, desde la perspectiva de la Tierra, los principales caracteres implícitos en ese tapiz.

  1. Lira. La principal zona del «nacimiento» de la raza humanoide. Todas las razas humanoides que forman parte de la Familia Galáctica tienen raíces genéticas conectadas con Lira.

  2. Vega. Es una estrella dentro de la constelación de Lira. Siendo descendientes de Lira, los seres de Vega dieron a luz a una raza de seres que manifestaron, tanto en sus creencias como en sus actuaciones, la polaridad opuesta de Lira. Hubo frecuentes conflictos entre las razas de Lira y las de Vega.

  3. El planeta Ápex. Es un planeta perteneciente al sistema de Lira y fue el lugar donde hubo el primer intento de crear una sociedad integrada.

  4. Sirio. Un grupo de tres estrellas, conocido en la mitología de la Tierra como «el Can», Sirio fue una de las primeras zonas colonizada por seres procedentes del grupo de estrellas de Lira. Representó la energía del patrón triangular y perpetuó el impulso hacia la integración. Existe una gran variedad de diferentes tipos de conciencias que encaman en este sistema.

  5. Orión. Es el principal «frente de batalla» para el reto de la integración de la polaridad. Orión fue sembrado desde Sirio, al igual que Lira y Vega. Existe una conexión directa con la Tierra, tal como se verá en otros capítulos.

  6. Las Pléyades. Fueron colonizadas por descendientes de Lira. Este grupo es la conexión genética principal de la Tierra con fuentes extraterrestres,

  7. Arcturus. Es un arquetipo o futuro «sí mismo» ideal de la Tierra. Arcturus ayuda a sanar las conciencias personales y planetarias. Su vibración, perteneciente básicamente a la sexta densidad, ha sido atribuida al reino angelical.

  8. Zeta Retículi. Esta civilización está íntimamente conectada con la Tierra. Los Retículi son el principal grupo que lleva a cabo las abducciones (o dicho más correctamente, las «detenciones temporales», ya que ese grupo siempre devuelve a los abducidos). Se hablará más detenidamente de este grupo en los próximos capítulos.

Aunque algunas de estas civilizaciones se solapan en el tiempo y pueden parecer no lineales, más abajo se hace una traducción lineal de la progresión de varias culturas comprándolas entre sí.

 

 


 

 

Debate

Cuando uno se recupera del susto inicial que supone la noción de que los extra terrestres tuvieron algo que ver con la herencia de la Tierra, todo ello parece realmente una explicación muy lógica.

 

¿Por qué debería creer la raza humana egoístamente que ella es la única responsable del pasado genético de la Tierra? En la Tierra, razas han «descubierto» a nuevas razas y han comenzado a integrarlas.

 

Tal vez, y antes de que esto ocurriese, esas razas sencillamente nunca supieron que las otras existían. Ese modelo de pensamiento puede ser plausible tanto para el universo como para el planeta Tierra.

 

¿Cuántos más dibujos de antiguos cohetes con sus correspondientes pilotos se tienen que descubrir para que el ser humano rompa con sus miedos respecto del descubrimiento del pasado de la Tierra?


La pregunta más obvia es: ¿Si los extraterrestres están allí fuera, porqué no se dan a conocer?

 

Se puede encontrar una respuesta en esa forma en que la humanidad se acerca a los estudios antropológicos con respecto a la Tierra. Los científicos no van caminando directamente hacia una cultura «primitiva» enarbolando sus cámaras y su equipamiento.

 

Ese tipo de modificación cultural, a veces, les lleva décadas. A sus ojos, puede que la humanidad ya les parezca lo suficientemente «civilizada». No obstante, una raza que ha logrado viajar por el espacio, incluso ha logrado una unidad global, puede considerar que la humanidad es muy primitiva. Tal vez estén esperando, escondiéndose entre los arbustos, permitiendo que tan sólo unos pocos humanos les vean hasta que se dé la señal a toda la sociedad de que ellos no suponen ninguna amenaza.


¿Qué pasaría si la señal de que ellos están aquí no se diera nunca? ¿Qué pasa si la humanidad sigue ignorando la evidencia, esperando que todo esto desaparezca?

 

A muchos extraterrestres les parece que éste seria el caso. Todos los métodos no amenazantes parecen no haber logrado nada hasta el momento. El plan básico del juego de las últimas décadas parece mucho más intenso en lo que se refiere a su potencial para despenar a la humanidad. Algunos de los que visitan la Tierra están utilizando ahora el miedo.

 

A veces, la sociedad se apresura en validar la negatividad, en lugar de reconocer la parte positiva que supone que el marco propio de la humanidad pueda ser utilizado para asimilar la realidad de la Tierra negada anteriormente. El miedo hace que uno despierte, desafortunadamente, de forma bastante brusca. Puede que esto explique la cada vez más frecuente observación de experiencias de abducción utilizadas como método para despertar a la humanidad, para que ésta se dé cuenta de una realidad más amplia.


A estas alturas del desarrollo de la humanidad, aún no se ha formulado un modelo natural de evolución de un planeta. Parece obvio que una civilización no estará preparada para alcanzar el cosmos y doblar las dimensiones del tiempo/espacio si antes no es capaz de resolver sus conflictos a nivel planetario. La expansión de conciencia que necesita semejante salto puede que dependa de un Todo unificado.

 

Si el Todo no está integrado y equilibrado, los intentos pueden ser en vano. Puede que la humanidad esté experimentando ahora mismo esa limitación. Conviene tener en cuenta los diversos lanzamientos fallidos al espacio y los recortes económicos para los programas espaciales. Puede que la Tierra aún no esté preparada. I-a humanidad pretende alcanzar las estrellas, pero con frecuencia ni siquiera es capaz de alcanzar la mano de su vecino.


La conexión extraterrestre es importante, pero lo que es todavía más importante es el desarrollo de una perspectiva global. La expansión tendrá lugar gracias a la acción, el reclamo de la propia humanidad de asumir la responsabilidad que tiene para con la Tierra. Los extra terrestres no intervendrán para limpiar los escombros dejados atrás por los seres humanos.

 

La Tierra está entrando en la fase adulta y ha sido sacudida de su nido. Seria bueno para la humanidad olvidarse de su victimismo, asumir su divino derecho natal y crear el Cielo aquí en la Tierra. Lo único que pueden hacer los extraterrestres es recordar a la humanidad su ilimitado potencial. La comunicación con ellos (y nuestra toma de conciencia de la herencia de la Tierra) puede compararse a la famosa zanahoria colgada delante de la nariz.

 

Si la raza humana quiere esta zanahoria, quizá primero tenga que hacer lo necesario para obtenerla: unificar e integrar.

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3 - El útero de Lira

«Cuando yo fui», dijo él, «comenzó el comienzo. Yo me he convertido en el comienzo. Yo me veo a mi mismo, dividido. Yo soy dos y cuatro y ocho. Yo soy el universo en su diversidad. Yo soy mi transformación. Este es mi encuentro. Aquí mis mi mismos se convierten en uno solo.»
El libro egipcio de los muertos

Traducción de Ellis

Desde el punto de vista de una realidad que puede ser percibida por seres físicos, el cuerpo de los Fundadores tiene dos brazos, dos piernas, una cabeza y un torso. Tienen grandes ojos inquisidores que representan simbólicamente su deseo de adquirir conocimiento y reflejan también las viejas memorias que contienen.

 

Seres físicos los percibirían como insectos, muy altos y con largas y elegantes piernas. Los humanos de la tercera densidad pueden verles si entran en una versión acelerada de la cuarta densidad. Las interactuaciones con ellos normalmente suceden en un estado alterado de conciencia. Desde esta perspectiva parecen etéreos y como salidos de un sueño.4

 

4. En la simbología de los sueños, los Fundadores se pueden convenir en figuras que parecen grandes insectos similares a las mantis. zancos para caminar, incluso, saltamontes.


Una vez fragmentada su conciencia más allá, los Fundadores comenzaron a convertir la energía en materia. Esto creó un prototipo de raza física según el cual la mayoría de las conciencias humanoides se encarnarían. A niveles meta-atómicos, existen códigos de organización que crean un cuerpo humanoide consistente y basado en el carbono como vehículo para la representación física de la concienciad.5

 

Los Fundadores utilizaron esos códigos, que se dan de forma natural para crear versiones de sí mismos, tanto en un estado físico como en un estado no físico. Esa forma refleja simbólicamente los aspectos del universo polarizado en el cual había entrado. De nuevo podemos decir que los «padres» crean a los «hijos» según su propia imagen.

 

5. Esta idea es reflejada en el trabajo de Rupert Sheldrake que trata de las resonancias módicas, que indican la existencia de campos energéticos que organizan a toda forma. lisos campos pueden transferir características a aspectos «no relacionados» de la misma especie y que no necesariamente tienen que existir en una proximidad física.


Los Fundadores son los abuelos energéticos de la raza humana. Su deseo fue manifestar diferentes aspectos dimensionales de ellos mismos. Eso originó formas básicas de vida, que, a su vez, facilitarían el proceso de crear diversidad dentro de una nueva realidad que acababa de nacer Ellos son ambas cosas, son la Fuente y son el prototipo.


Conforme surgieron con esta forma de luz debido a la densificación de energía, se dieron cuenta de que toda vida evolucionará para volver a convertirse en los Fundadores y, posteriormente, en la Fuente. La conciencia se fragmentará y se dispersará, a veces más allá de lo reconocible, pero siempre evolucionará de tal forma para volver a ser la Fuente, tanto física como mental, emocional y espiritual mente.


De modo que los Fundadores acometieron el siguiente paso del proceso de fragmentación. Su primer acto consistía en comenzar a elaborar los planes necesarios para esparcir vida por todo el sistema de Lira. Supieron que a lo largo del tiempo, las formas de vida gravitarían de forma natural, convirtiéndose en civilizaciones planetarias debido a la ley de atracción.


Dentro del grupo de estrellas se eligieron planetas para que acogiesen estas nuevas razas. A medida que estos planetas comenzaron a desarrollar de forma natural vida primaria, los Fundadores implantaron en aquellos primates en vía de desarrollo energía de plasma6 a niveles meta-atómicos dentro de su estructura de ADN. Esto pasaba a lo largo de muchas generaciones hasta que los primates/humanoides poseyeron la genética necesaria para sostener una vibración tan alta como la de la conciencia de la tercera densidad. Con pequeñas alteraciones, el proceso de encarnación iba a comenzar pronto en varios cuerpos planetarios.


Los Fundadores se fragmentaron aún más para liberar la conciencia necesaria para encarnar en esos planetas. Durante esa fragmentación, cada conciencia fue trasladada a un planeta específico en el cual la vibración era más compatible con el fragmento individual.


Como ya se ha expresado en capítulos anteriores, el patrón base de la conciencia que se fragmentó a través del Prisma de Lira se puede considerar como una tríada, es decir una polaridad, su opuesto y el punto de integración. Los Fundadores observaron cómo surgió este flujo natural de la energía de la base de las especies en vías de desarrollo. Esos diferentes grupos planetarios fueron, al principio, homogéneos; todavía no manifestaron claramente ningún aspecto especial del patrón.


Conforme el tiempo pasaba y la interacción entre los individuos y grupos aumentaba, muchos grupos se polarizaron en su orientación negativa o positiva.7 Algunos de ellos empezaron a mostrar diferentes grados de integración. Era un escenario esperado por los Fundadores. No obstante, esta fase comenzó a tener vida propia. Cuando el proceso creció exponencialmente los Fundadores comenzaron a ver los infinitos reflejos del Todo y algo que, hasta cierto punto, les inquietó.


6. Energía altamente condensada que se manifiesta como luz.

7. Esas orientaciones negativas/positivas no suponen un inicio. Es la representación de polos, siendo éstos igualen pero de signo opuesto.

Mientras esos grupos evolucionaron, logrando viajar por el espacio, se expusieron al desarrollo de otros grupos planetarios de la zona. Las culturas comenzaron a mezclarse y a crecer. Nacieron nuevas filosofías. Durante una época, las razas liranas desarrollaron rápidamente una tecnología avanzada, una filosofía de expansión y un fuerte desarrollo social debido a la interacción entre esas culturas planetarias. Fue entonces cuando se podían apreciar claramente las dinámicas de los patrones.


La polaridad comenzó a solidificarse generando su propia polarización, que a su vez continuó polarizando exponencialmente. Las polaridades negativas se astillaron y manifestaron sus propios polos negativos/positivos. Los polos positivos hicieron lo mismo. Lo femenino expresó su parte masculina y lo masculino su parte femenina. Las polaridades estallaron, como si fuesen un virus, en las civilizaciones anteriormente florecientes.


El sencillo juego de espejos que habían creado los Fundadores se hizo añicos y dio lugar a un número infinito de fragmentos. Habían perdido el contacto directo con muchas «ventanas» genéticas (seres físicos) que ellos mismos habían creado. Esos seres físicos habían adquirido vida propia, aunque los programas originales seguían siendo un factor soterrado que influenciaba su desarrollo.

 

El primer grupo en desarrollarse específicamente como especie no lirana fue la civilización de Vega.8 Esta creó una filosofía altamente distintiva y también una orientación espiritual diferente y, además, comenzó a aislarse de las razas liranas. Inicialmente fue una civilización de orientación negativa, expresándose como polo negativo de Lira, ya que había adoptado una filosofía de servirse a sí misma (contracción). La propia Lira puede ser considerada como el polo positivo, puesto que todas las demás civilizaciones «nacieron» de ella (expansión).

8. Vega es la estrella alfa (la más brillante) de la constelación de Lira.

Pasado el tiempo, la fricción entre la gente de raza lirana y la civilización de Vega aumentó. Ningún grupo estaba progresando en su camino de integración. Ambos albergaron dentro de sí el conflicto de la polaridad. Ningún grupo estaba en lo correcto o en lo equivocado; todos representaban las mismas ideas, sólo que las veían desde perspectivas diferentes. Sencillamente no fueron capaces de interpretar cómo equilibrar sus energías. La polaridad seguía creciendo exponencialmente mientras rivalizaban con sus civilizaciones y con ellos mismos.


Una tercera civilización comenzó a surgir de las razas de Lira. Debido a que ese planeta era el ápice de un triángulo simbólico de integración (representando ambas polaridades, la negativa y la positiva), ese planeta podría denominarse «Apex» en esa fase de desarrollo. Más tarde, todo esto se convertirá en una pieza mucho más compleja dentro del puzzle galáctico,


El planeta Apex comenzó su civilización atrayendo características de las polaridades tanto de Lira como de Vega. Genéticamente, fueron una mezcla. En sus razas, la diversidad fue aún mayor que en nuestra Tierra actual. Hubo gente de piel oscura y clara, pacifistas y conquistadores, artistas, músicos y soldados. Incluso, en comparación con nuestra raza terrestre, ellos no coexistieron para nada pacíficamente. En el seno de esa cultura empezaron a darse separaciones hasta que el planeta entero estuvo envuelto en la fricción de las polaridades. No se veía solución alguna. El futuro de ese planeta Apex parecía no albergar ninguna posibilidad de esperanza - eventualmente permitieron que la polución y las armas casi destruyeran su mundo.


Cuando se fuerzan las polaridades opuestas- no se integran sino que causan una fusión. Esa fusión se manifestó en el planeta Apex como una guerra nuclear Un pequeño grupo de habitantes se salvaron bajo tierra, pero los demás murieron debido a su propia incapacidad de integración. Lo que sucedió a nivel planetario es bastante interesante. Desde un punto de observación en el espacio, parecía que el propio planeta se estaba autodestruyendo.

 

Desde el punto de vista de los supervivientes que se habían escondido bajo tierra, ellos se sintieron muy vivos. Como resultado de las explosiones nucleares su planeta fue catapultado eventualmente a otra dimensión.


Después del cataclismo, la radiación se mantuvo bastante alta en su mundo, obligando a los supervivientes a seguir viviendo bajo tierra. Cuando se recuperaron de su trauma emocional, llegó el momento de recoger las piezas rotas de sus vidas. Su desarrollo y su increíble transformación serán descritas en futuros capítulos, ya que juegan una parte importante no sólo en la transformación del planeta Tierra, sino en la de toda la Familia Galáctica, inclusive los Fundadores.

Entretanto, las razas de Lira y Vega siguieron su desarrollo. Grupos de liranos desearon desaparecer ante la fricción con Vega, de modo que buscaron otras áreas para colonizarlas. También grupos de habitantes de Vega escaparon de los conflictos de su planeta y fundaron unas cuantas civilizaciones, incluidas la civilización de Altaír y la de Centauri (de la ultima no se hablará en este libro).

 

De modo que desaparecieron las líneas claras de una filosofía determinada y de una historia genética. La humanidad fue rápidamente esparcida, llevando consigo las semillas de experiencia y polaridad. La meta siempre estuvo presente, aunque muy enterrada, en las almas de cada ser, y esa meta les empujaba suavemente hacia delante.

 

La meta era y sigue siendo la integración.


Queda claro que los comienzos de la entrada en la polaridad no fueron nada fáciles para los Fundadores. Ellos habían creado una ecuación que esperaban que diese unos resultados según sus cálculos. Al igual que sucede con la nueva ciencia del caos, el movimiento de energía entre esas tres civilizaciones, (Lira, Vega y Apex) se volvió impredecible para los Fundadores, y toda la Familia Galáctica no pudo hacer otra cosa que quedarse quieta y observar, sabiendo que aun dentro del caos existe un orden, un orden divino.


Estas tempranas lecciones han sido impresas en la memoria etérea de la humanidad para servir de recordatorio de todo lo que ha sido y todo lo que puede ser en el futuro. La humanidad jamás está sola en su lucha. Los Fundadores aún están esperando silenciosamente. No sólo existen «ahí fuera» sino también dentro del alma de la humanidad como arquetipo más básico.

 

El ciclo de la vida y existencia es meramente un círculo; el principio y el final son lo mismo. Cuando la humanidad siente la llamada de la evolución, lo que siente es el susurro de los Fundadores a través de la expansión del tiempo y de la dimensión. Ellos son una parte de la humanidad que se habla a sí misma.

 

Tal vez haya llegado el momento de escuchar.

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4 - El factor sirio

«Radiante como el astro que aparece a la hora de la recolecta, brillando entre el cúmulo de estrellas en lo más oscuro de la noche, la estrella a la que los hombres llaman el Can de Orión. La más luminosa, pero interpretada como una señal malévola, trayendo mucha fiebre para el hombre imposibilitado...»
La Ilíada


«Él viene vestido exquisitamente, en muchos colores,. .>
M. MARTIN, 1907

El reino de Sirio fue el primero en ser explorado por las conciencias curiosas que habían pasado por el Prisma de Lira y se habían separado de los Fundadores. Sirio representa un símbolo muy importante para toda la Familia Galáctica, el símbolo de la tríada. Aunque aún no ha sido confirmado científicamente por la mayoría de los astrónomos, Sirio es un grupo trinario de estrellas.9

 

Ese grupo representa simbólicamente el patrón - dos polaridades en la base del triángulo, uniendo o integrando esas polaridades en el ápice. De ese modo, se refleja el fundamento básico del deseo de la Familia Galáctica, fundirse nuevamente gracias a la unión de las polaridades.


9. Algunos astrónomos como Van Der Bos y Finsen del Union Observatory especularon ya en 1920 que Sirio verdaderamente era un grupo trinario de estrellas. También lo hizo más recientemente, D. Lauterborn. No obstante aún no ha aportado ningún dato apto para confirmar dicha especulación.

Después del comienzo, muchas conciencias que eligieron quedarse en un estado no físico se sintieron atraídas hacía el reino de Sirio. Fue aquí donde realizaron el trabajo de base, tanto físico corno no físico, para el papel vital que Sirio iba a jugar en el drama que se estaba desplegando. Ellos se convirtieron en los primeros ingenieros genéticos y etéricos que siguieron los pasos de los Fundadores.


Anticipándose a lo que iba a suceder, estos Sirios no físicos comenzaron a crear (mediante la transmutación de energía en materia) un mundo de tercera densidad que eventualmente seria capaz de albergar vida física. También crearon otros dominios con una vibración enfocada para las conciencias que iban a elegir existir ahí en estados no físicos. Debido a esto, gracias a su habilidad de crear feudos adecuados para todas las manifestaciones de conciencias, se les conoce como los Ancianos de Sirio.


Durante los conflictos entre los liranos y los habitantes de Vega representantes de ambas polaridades moraron en los campos de Sirio con el deseo de lograr una integración allí. Los Ancianos de Sirio se prepararon para una fuerte afluencia, tanto de energía positiva como negativa. Tenían bastante claro qué tipo de situaciones iban a presentarse.


Los habitantes de Vega que eligieron vivir en los dominios sirios decidieron encarnarse físicamente en un marco de realidad de la tercera densidad. Culturalmente estaban muy anclados en la polaridad masculina y su filosofía era dominante, lo cual en la cuarta densidad era cada vez más difícil de sostener Ellos sentían que tenían que dominar a su entorno y controlar la evolución. Según ellos, eso les permitiría obtener una maestría sobre su terreno y desde ese punto de vista, su evolución progresaría a ritmo acelerado.


Debido a ese deseo, los habitantes de Vega comenzaron sus planes para colonizar un planeta que órbita uno de los soles de Sirio. Si querían mantener su filosofía dominante, la polarización natural inherente a ésta, sólo podía perpetuarse en una existencia de la tercera densidad. Iban a estar estrechamente ligados a lo físico, creando un velo de ilusión y de olvido más denso aun que el que existe actualmente en la Tierra.

 

Estaban tan seguros de sus propias habilidades (y tan poco conscientes de la trampa de la separación existente en la tercera densidad) que comenzaron a acelerar apresuradamente el proceso evolutivo de la especie parecida a los primates que se desarrollaba en el mundo que ellos habían elegido. En el momento que el ADN de la especie indígena era compatible con sus deseos, ellos empezaron a encarnarse.


Casi inmediatamente, estos nuevos sirios perdieron su memoria con respecto de la conexión con Vega. El velo era demasiado tupido. Sus deseos de crear el olvido fueron tan fuertes que no recordaron nada de sus orígenes. Ellos no estaban interesados en perseguir actividades creativas, sólo querían mantener su estructura de autoridad. Cuando su afán se tradujo en una realidad física, éste creó una cultura aguijoneada por el deseo de dominar, sobre los otros y sobre todo el universo que les rodeaba.


Cuando el planeta negativo Sirio estaba en pleno desarrollo, un grupo de Lira decidió aventurarse al sistema de Sirio. Estos seres eligieron quedarse en ámbitos no físicos. Su orientación estaba polarizada hacia la idea del servicio a los demás. Estaban particularmente interesados en la sanación física de aquellos que sufrían. La combinación de sirios negativos (que negaron su sí mismo espiritual) y los sirios positivos, no físicos, de origen lirano (que entendieron que era su deber sanar a los que sufrían) creó una dinámica de tensión que resonó en todo el sistema Sirio e incluso más allá.

 

Así comenzó la saga.

 

Los positivos comenzaron a bombardear a los negativos a niveles inconscientes y subconscientes con energía amorosa y sanadora. Debido a que los negativos estaban tan estrechamente dirigidos, esto les creó un malestar psicológico. Cuanto más se resistían los negativos, más energía sanadora mandaban los positivos. La fricción que se produjo debido a esta interacción fue muy incómoda para todas las conciencias arraigadas dentro del sistema de Sirio.

 

Finalmente intervinieron los Ancianos de Sirio.

Se decidió trasladar de nuevo el conflicto a otro lugar. Esta vez se iba a intentar lograr la integración desde una perspectiva un poco menos polarizada. Los Ancianos buscaron un hogar para este conflicto. No les llevó mucho tiempo descubrir las propiedades electromagnéticas del entorno llamado Orión. Es así como empezó el mito de cómo Sirio, el astro Can, muestra el camino al Cazador - Orión.


Una vez eliminado el conflicto inicial del sistema de Sirio, la civilización física se quedó. Ellos se habían alejado tanto del espíritu, incluso hasta la muerte, después de la cual ocurría una reencarnación inmediata en el sistema, alejándoles de cualquier forma de existencia no física. Por ello, la mayoría de la sociedad negativa ni siquiera se percató de la existencia de un conflicto y, por tanto, no se dio cuenta de su acercamiento al sistema de Orión. Su sociedad seguía envuelta en la bruma del olvido. Aquellos que desearon una integración de los opuestos negativo/positivo, se iban ahora desde Lira/Vega a Orión en lugar de ir a Sirio. Algunas veces, poco frecuentes, un alma del mundo negativo de Sirio despertaba y avanzaba hacia la arena de Orión.


Desde la perspectiva positiva (no física) de Sirio, ahora se estaba en condiciones de influenciar directamente a los negativos que sufrían. Hubo muchos que alegremente se aventuraron a visitar Orión para llevar a cabo esa tarea. Otros prefirieron quedarse en el dominio de Sirio, concentrando sus habilidades sanadoras en otros objetivos. Otros seres positivos de Lira se unieron a la lucha de Orión.

 

Así nació la Historia Galáctica.


Debido al deseo de los sirios positivos de facilitar una sanación física (su deseo de servir a lo físico en lugar de elegir una encamación) se aliaron con las energías de Arcturus. Arcturus está encaminado hacia la idea de la sanación emocional. Juntos forman la matriz Sirio/Arcturus. Esa matriz ha ido encontrando su camino hacia casi cada planeta físico dentro de la Familia Galáctica en forma de energía holística, que representa la sanación del cuerpo, de la mente y del espíritu.

El planeta Tierra ha conocido la matriz Sirio/Arcturus de muchas maneras. Es una energía arquetípica que utiliza un individuo o una sociedad para muchos propósitos. Esta energía arquetípica es maleable y puede ser plasmada en cualquier definición. Sea cual sea la forma, siempre estará al servicio de lo físico. La matriz Sirio/Arcturus recuerda a los fragmentos su conexión con el Todo y sus habilidades naturales de autosanación.


Aunque sólo se trata de un pequeño porcentaje, un grupo de sirios positivos decidió también encarnarse en lo físico. No obstante ellos rechazaron la forma humanoide por otra más representativa de su propia naturaleza. Esa forma es la forma de los cetáceos. Delfines y ballenas representan una traducción de la energía Siria a un mundo físico y polarizado. En la simbología arquetípica, el agua representa el subconsciente. Los cetáceos están ahí, silenciosamente - en los océanos de la Tierra y en el mar del subconsciente de la humanidad.

 

Ellos permanecen ahí para recordamos el potencial que tiene la humanidad para la integración. De todas las energías que son parte de la Familia Galáctica inmediata, la energía de Sirio es la más utilizada en la Tierra.

 

La palabra Sirio significa «el que brilla» o «el que calienta», también llamada «Estrella Can» y «Estrella del Nilo». Tal vez porque sea la estrella más brillante y la segunda estrella más cercana visible desde la Tierra (su distancia es de 8,7 años luz), muchas culturas antiguas, pero sobre todo la egipcia, reconocieron la importancia de la energía de Sirio.


A veces, la conciencia de Sirio puede elegir densificar su frecuencia para que ésta sea visible para los humanos de la tercera densidad. Durante muchas dinastías egipcias era bastante común recibir una visita de un sirio bajo el disfraz de uno de sus dioses (como por ejemplo Isis, Osiris y Anubis). Estas «costumbres» facilitaban a los egipcios honrar su presencia y, a menudo, estas visitas evocaban memorias de tiempos muy antiguos, cuando los «dioses» caminaban abiertamente sobre la Tierra.

 

Esos sirios proporcionaron a los egipcios (al igual que a muchas otras culturas terrestres) información muy avanzada sobre astronomía y medicina. Incluso hoy en día, los estudiosos de este tema se preguntan por el origen de esta información.


Al otro lado del globo, la cultura maya tuvo su propia relación con Sirio.

 

Avanzadas prácticas médicas e información astronómica galáctica les fue impartida. Aun hoy en día los investigadores modernos no han sido capaces de descifrar dicha información. Su relación con Sirio era mucho más personal. Aquellos mayas fueron, por decirlo de alguna manera, turistas procedentes de los dominios de Sirio (encarnados aquí en la Tierra) que querían experimentar lo físico desde un sitio más ventajoso.

 

Su relación con los sirios fue tan íntima que, de hecho, estos últimos compartieron con ellos la tecnología de la transmutación - convertir materia en energía/conciencia pura. Cuando hubieron aprendido sus lecciones, la raza maya desapareció (se transmutó), dejando detrás de sí una senda para que los humanos les pudieran seguir.


Esos sirios dejaron muchas cápsulas de tiempo y puzzles detrás de sí para las futuras generaciones. Uno de estos puzzles es el cráneo de cristal.


El cráneo de cristal podría representar la naturaleza infinita del hombre y de la conciencia. Reparando en sus profundidades, uno puede divisar el pasado y el futuro. Los humanos aún no han aprendido a traducir los datos y emociones que se disparan cuando uno observa fijamente su esfera. Puede que algún día los códigos contenidos dentro de ese cráneo originen chispas de memoria en la humanidad, tal como fue, probablemente, la intención de los sirios. Ellos son el principal grupo que, disfrazado de muchas formas, ha dejado pistas sobre el pasado de la Tierra.


Es importante darse cuenta de que uno no debe referirse a los sirios como un grupo de extraterrestres, más bien se les debe entender como un grupo de conciencias expresándose a sí mismas tanto físicamente como en lo no físico. Ellos han sido una fuerza inspiradora para las civilizaciones en desarrollo en la Tierra.

 

Tal como veremos más adelante, ellos son los caracteres principales en la creación de la especie humana de la Tierra.


Volviendo ahora al planeta negativo de Sirio, la Tierra tiene una traducción análoga de aquella filosofía. La práctica que se denomina «magia negra» o «arte negro» tiene sus raíces en la filosofía de los sirios negativos. En la cultura egipcia, la organizada devoción de las fuerzas negativas tuvo lugar en los templos de Set, donde existían también sacerdotes específicos dedicados a esas artes negras.

 

Esta filosofía rechaza la idea de una nueva inserción en el tejido universal. Aquellos que practican esta filosofía se consideran únicos, separados de los demás y egocéntricos. La ilusión que han creado es la no aceptación de la responsabilidad de sus actos. Con frecuencia, les cuesta muchas lecciones y, a veces, muchas vidas para reconocer que sus actos y sus creencias crean la propia realidad de la cual intentan escapar.


Otra manifestación de la influencia de Sirio aquí en la Tierra, aunque desde una perspectiva ligeramente negativa, son los Illuminati. Los Illuminati son un grupo de extraterrestres físicos y no físicos encaminados negativamente (incluso hay algunos que están orientados positivamente) que vinieron a la Tierra como seres físicos durante la infusión de las dimensiones.10


Estos seres sintieron en un momento dado que no recibían el reconocimiento (o el poder) que pensaban merecer.11 Muchas de estas tempranas conciencias, procedentes de fuera del planeta, que interactuaron con la humanidad habían permitido que sus energías y sus «historias» evolucionasen hasta convertirse en arquetipos, ayudando así a la Tierra.


10. El grupo los Illuminati no sólo se compone de sirios. Otros colectivos, tales como los habitantes de Orión, forman parte de la estructura del grupo de los Illuminati.
11. Estos seres representan únicamente un pequeño porcentaje de la conciencia de Sirio. Desde los Comienzos de la Tierra, el planeta ha desarrollado unas relaciones fuertes y positiva con los seres de Sirio, siendo éstos uno de los soportes mas importantes de la humanidad.

Su identidad es el control. Si no pueden controlar a otros, se sienten como si no existiesen... y les aterroriza la no existencia. Por este motivo han intentado interferir en el desarrollo de la Tierra desde el principio. Al igual que insectos molestos, son un estorbo, pero raramente causan problemas serios. Sólo se encontrarán individuos que no tienen ningún sentido de su propio poder en aquellas estructuras de poder de la Tierra que se basan en el miedo o la impotencia. Ellos no tienen ninguna influencia si uno no se lo permite. Al final, todo se resume en reconocer el propio poder.


La última representación concerniente a manifestaciones contemporáneas de la energía de Sirio tiene que ver con la aparición de extraterrestres tal como se explica en la literatura sobre ovnis. En la mayoría de los casos, las experiencias extra terrestres severamente negativas como la mutilación de ganado y los «Hombres de Negro», están conectadas con el grupo negativo de Sirio (y Orión) y, en realidad, generan más miedo que daños.

 

Hay momentos que los sirios físicos (y los de Orión) pueden traspasar las capas de protección del sistema solar intentando provocar el caos.

 

¿Cuál es su motivación?


Al explorar antiguos textos sumerios que hacen referencia a la historia antigua y a la naturaleza de los conflictos entre los dioses, uno percibe claramente que la Tierra (en conjunto o en parte) estaba involucrada en las disputas territoriales con diversos grupos en diferentes épocas. Con frecuencia se ha planteado la pregunta de por qué los sirios estaban tan implicados en el desarrollo de la Tierra.

 

Si realmente es cierto que Sirio es un grupo trinario de estrellas (tal como sugiere la tradición astronómica de los Dogon) ¿es posible que Sol (el sol de la Tierra) sea o fuese en algún momento la tercera estrella?

 

Si fuera cierto, la Tierra podría haber sido parte de la disputa territorial entre los sirios desde el mismísimo comienzo. Esto explicaría por qué los sirios negativos consideran que es su derecho hacer lo que les plazca en la Tierra y por qué levantan un dedo acusador a otros extraterrestres que interfieren erróneamente en los asuntos internos de Sirio, creando, de este modo, muchas peleas históricas. Actualmente, el Sol sólo está unos 8,7 años luz del sistema Sirio y ha sido considerado por los astrónomos parte de nuestra familia estelar local.


Muchos de los antiguos sirios eran bastante hábiles en el manejo de la ingeniería genética. Durante la infusión de la Tierra, los sirios físicos implantaron un código de ADN oculto en los primeros humanos. Cuando los seres de la Tierra, como raza, llegan a una determinada frecuencia vibratoria, este código se dispara.

 

Ese código ayudará a aquellos que viven en la Tierra a recordar el pasado galáctico de la humanidad. Los sirios negativos contemporáneos han evitado estoicamente pasar a la cuarta densidad debido al miedo de la no existencia. Temen que si la Tierra logra esta transición, ellos también tendrán que pasar y dejarán de existir.

 

Creen que si mantienen a la sociedad encerrada en el miedo, la Tierra no será capaz de conseguir este cambio. Como un todo, no pueden determinar el destino de la humanidad, ya que los habitantes terrestres tienen más poder de lo que sospechan los sirios negativos. No obstante, continuarán en esta tesitura. No conocen otra manera.


No importa si se trata de extraterrestres físicos o energías arquetípicas, la identidad de los sirios está entrelazada con la de la humanidad. Esta es rica en conocimiento y también en retos.

 

Uno siempre debe recordar que Sirio es una tríada, y no hay que olvidar lo que esto representa - la integración de las polaridades - y ése es el destino de la Tierra.

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