del Sitio Web LiveScience
traducción de
Adela Kaufmann
Niños mexicanos son presuntas víctimas de prácticas de deformación de los cráneos y mutilación de dientes
A pesar de que la deformación craneal y la mutilación dental eran rasgos comunes entre las poblaciones prehispánicas de Mesoamérica y el oeste de México, los científicos no habían visto anteriormente en Sonora o en el suroeste de Estados Unidos.
Cráneos humanos deliberadamente deformados en extraños formas como de alienígenas han sido descubiertos en un cementerio de 1,000 años de antigüedad en México, dicen los investigadores.
La práctica de deformación de los cráneos de los niños a medida que crecían era común en América Central, y estos hallazgos sugieren que la tradición se extendió más al norte de lo que se pensaba, añadieron los científicos.
El cementerio fue descubierto por los residentes del pequeño pueblo mexicano de Onavas en 1999, cuando estábamos construyendo un canal de riego. Es el primer cementerio prehispánico encontrado en el norteño estado mexicano de Sonora.
El sitio, conocido como El Cementerio, contenía los restos de 25 entierros humanos. Trece de ellos tenían cráneos deformados, que eran alargados y puntiagudos en la parte trasera, y cinco tenían dientes mutilados.
La mutilación dental implica la afilada o rechinada de los dientes en formas extrañas, mientras que la deformación craneal consiste en distorsionar el crecimiento normal del cráneo de un niño mediante la aplicación de la fuerza - por ejemplo, mediante el uso de paños para enlazar tablas de madera contra sus cabezas.
De los 25 entierros, 17 eran de niños de entre 5 meses y 16 años de edad. Cristina García / INAH
De los 25 entierros, 17 eran niños de entre 5 meses y 16 años de edad.
El elevado número de niños vistos en el sitio podría sugerir que los mató una inepta deformación craneal, debido a una fuerza excesiva contra el cráneo. Los niños no tenían signos de enfermedad que causara su muerte.
A pesar de que la deformación craneal y la mutilación dental eran características comunes entre las poblaciones prehispánicas de Mesoamérica y el oeste de México, los científicos no habían visto esa práctica en Sonora o en el suroeste de Estados Unidos, que comparten una cultura prehispánica en común.
Los investigadores sugieren que la gente de El Cementerio había sido influenciada por inmigrantes recientes procedentes del sur.
Un número de esqueletos también se encontraron con aretes, narigueras, pulseras, colgantes y collares hechos de conchas y caracoles del golfo de California.
Una persona fue enterrada con un caparazón de tortuga en el pecho. Permanece incierto el por qué algunas de estas personas fueron enterradas con los ornamentos y otras no, y - otro misterio - ¿por qué sólo uno de los 25 esqueletos era femenino.
Durante la siguiente temporada de campo, los investigadores pretenden determinar el tamaño total del cementerio y esperan encontrar más tumbas para tener una idea más clara de la costumbres funerarias de la sociedad.
García y sus colegas completaron su análisis de los restos óseos en noviembre.
Planean presentar su investigación, ya sea a la revista estadounidense de antigüedades o a la revista Antigüedades Latinoamericanas.
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