por Andre Evans
2 Agosto 2012
del Sitio Web NaturalSociety

traducción de Adela Kaufmann
Versión original

Con la revelación abierta del Programa 2045, un proceso de avance científico destinado a conducir en última instancia a la "inmortalidad" a través de un cuerpo y una mente artificial, una imagen sorprendentemente clara de lo que alguna vez se pensó como una fantasía de ciencia ficción se está formando en realidad en una forma profunda.

La iniciativa social estratégica2045 es una muestra explícita de un plan para lo que se promociona como la inmortalidad humana - disponible por primera vez para la élite rica del mundo.

También llamado el "Proyecto Avatar," este esfuerzo pone un rostro a los intentos subyacentes de los transhumanistas de utilizar la genética, la robótica, la inteligencia artificial y la nanotecnología para crear un grado de tecnología avanzada de "humanos" con capacidad y vida útil mucho más allá de la del hombre común .

Trans-humanismo (o H+), un movimiento creciente que alega afirmaciones y ambiciones que en última instancia tratan de rebajar la posición del hombre natural, y reemplazarlo con una contraparte total superior "H+".

Una opinión ampliamente sostenida por muchos científicos seculares, estos individuos también serán fundamentales para dar a luz a lo que ellos consideran como en una progresión inevitable en la evolución de la humanidad.

El Proyecto 2045 tiene como objetivo fundamental crear un 'avatar' holográfico, así como los cuerpos artificiales que un ser humano puede hacer que su conciencia sea transferida a uno de ellos cuando su cuerpo mortal falla. En caso de que esta tecnología funcione, entonces en teoría, esto significaría que una persona puede vivir para siempre y "elegir" su tiempo de morir.

Aunque parece atractivo en teoría, hay serias implicaciones y problemas con esto en conjunto.

Siendo defensores de la salud natural y la creencia de que el cuerpo humano tiene su propio intrincado diseño, un intento de convertirse en un avatar sintético potencialmente podría borrar todos los aspectos de la humanidad que definen nuestro carácter y ser.

Esta tecnología en su realización también trataría de profundizar en los reinos de la realidad donde ningún científico ha sido capaz de captar dentro de un punto de vista natural y humano de comprensión. Los físicos teóricos han comenzado a admitir que nuestro universo es una sombra de una realidad más amplia, y que el hombre natural apenas puede entenderlo con sus propios recursos.

Nos guste o no, este universo es mucho más complejo que lo que hemos observado.

A pesar de ello, hay parámetros en su lugar que definen la experiencia de un ser humano, incluyendo tres dimensiones, sentidos, emociones, libre albedrío, conciencia, moral, responsabilidad y finalmente la muerte.

Un intento de renunciar a todos estos aspectos de la humanidad, independientemente de cualquiera de los supuestos beneficios es algo tan alucinante y lleno de arrogancia, incluso que se presta para un guión de ciencia ficción, y sin embargo hay personas que intentan hacer de esto una realidad.

Este proyecto en particular está siendo promovido como una organización no lucrativa, y pidiendo la ayuda financiera de muchas elites de alto perfil, dándoles acceso premium a la tecnología en su realización. Dando una supuesta inmortalidad a estas malévolas figuras para que continúen su dominio a lo largo de toda la "eternidad" es literalmente el manual de un genio del mal.

Sea o no que esta tecnología (y otras similares) tenga éxito, su concepto y sus implicaciones han sido una amenaza de larga data para la humanidad, y sería reemplazado con algo que puede ser demasiado absurdo y destructivo, e incluso infernal para considerar una realidad

Y sin embargo, las raíces de la búsqueda de la divinidad fueron establecidas mucho antes de que hoy, día en un libro escrito hace miles de años:

"Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis. Dios sabe muy bien que el día que comáis de él, vuestros ojos serán abiertos, y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal."
Genesis 3:4-5