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20 Noviembre 2014 del Sitio Web Leafly
traducción de
Adela Kaufmann
El sistema endocannabinoide (SEC) es una compleja red de señalización dentro del cuerpo humano que utiliza compuestos especializados conocidos como cannabinoides para controlar varios procesos corporales mediante la interacción con diferentes receptores y enzimas reguladoras.
El cannabidiol (CDB) se refiere a menudo como un "fitocannabinoide."
Los fitocannabinoides son derivados de plantas que contienen un número de diversos compuestos químicos que pueden afectar el apetito, el metabolismo, la sensación de dolor, la inflamación, la termorregulación, la visión, el estado de ánimo, y la memoria.
Es importante señalar que los fitocannabinoides son cualquier producto de origen vegetal capaz de cualquiera de lo siguiente:
El CDB es el segundo compuesto más prominente encontrado en la planta Cannabis sativa L., mientras que el THC es el primero.
Sus defensores afirman que, a diferencia del THC, el CBD puede ser legalmente adquirido y utilizado en los Estados Unidos cuando se derivan de cáñamo agrícola.
No es psicoactivo y algunos creen que tienen una gama mucho más amplia de aplicaciones médicas, incluyendo los efectos beneficiosos sobre la neurodegeneración, enfermedades autoinmunes, el corazón y la salud del hígado.
Algunos entusiastas creen que la existencia de receptores cannabinoides en el cuerpo humano significa que la planta de cannabis está destinada al consumo terapéutico y recreativo.
Sin embargo, esto es simplemente una "coincidencia química" por el que los cannabinoides vegetales imitan la nuestra.
Hay numerosos ejemplos de compuestos botánicos que tienen alguna similitud química con otras hormonas. Algunos de estos compuestos se denominan "fitoestrógenos", porque a pesar de que se encuentran en las plantas, pueden interactuar con los receptores de hormonas en los seres humanos.
Los científicos están entusiasmados de explorar el potencial de modular los sistemas fisiológicos en los individuos sanos.
La capacidad del CDB para interactuar con múltiples sistemas de órganos, en combinación con su perfil de notable seguridad y muy baja toxicidad, podría significar un futuro brillante para esta super-estrella botánica de 5,000 años de antigüedad.
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