por Prof. James F. Tracy
14 Diciembre 14 2012
del Sitio Web
GlobalResearch
traducción de El Robot Pescador
12 Junio 2015
del Sitio Web
ElRobotPescador
Versión original en ingles
En una conferencia realizada el pasado 10 de diciembre de 2014,
organizada por
GlobalSkywatch.com, el investigador
científico ambiental independiente, Clifford Carnicom,
compartió públicamente sus observaciones sobre gran cantidad de
datos recopilados, relativos a los experimentos de geoingeniería que
se están produciendo por todo el mundo.
Según los estudios de Carnicom, los materiales esparcidos en las
operaciones de geoingeniería estratosférica con aerosoles, contienen
una combinación de,
Las investigaciones de Carnicom
comenzaron en 1999, cuando empezó a notar una sucesión de cambios
evidentes en los cielos.
Desde entonces, Carnicom ha llevado a cabo numerosos y meticulosos
estudios de investigación en los que analiza el contenido de estos
aerosoles utilizados en las prácticas de geoingeniería, que se
pueden consultar en su Web
carnicominstitute.org.
Las implicaciones de sus observaciones, llevan a la conclusión de
que prácticamente todos los organismos vivos que respiran son
participantes involuntarios en un experimento biológico masivo de
propósito desconocido.
Sus conclusiones son tan contundentes y terroríficas, que muchas
personas se niegan ni tan siquiera a considerar provisionalmente sus
investigaciones e hipótesis.
La manifestación más conocida de la influencia de este tipo de
elementos nano-biológicos, es la
enfermedad de Morgellons, una
enfermedad especialmente inusual y preocupante, marcada por lesiones
dérmicas dolorosas, a través de las cuales salen estas nano-fibras.
Tammy, una participante en la conferencia, afirmó que sufría de
Morgellons y preguntó si la población en general también era
susceptible de sufrir la extraña dolencia.
"Quiero ser lo más preciso posible
si voy a hacer una declaración pública", declaró Carnicom.
"La forma diplomática de decir esto
es que las evidencias indican que, toda la población en general,
está sujeta a los mismos síntomas que Tammy está experimentando"
¿Cómo se puede determinar si alguien está sujeto a estos síntomas
extraños y está afectado por estas extrañas nanofibras?
En 2008 Carnicom presentó una técnica sencilla desarrollada por el
médico naturópata Gwen Scott, para detectar la presencia de
nano-fibras en los cuerpos. La técnica se basaba en aplicar un
enjuague bucal, que consistía de dos cucharadas de vino tinto seco y
una cucharadita de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), aplicados
vigorosamente durante cinco minutos.
Dicho enjuague produjo grumos
observables de filamentos fibrosos compuestos por una red formada de
filamentos de tamaño microscópico, estructuras parecidas a la
Chlamydia y una "forma híbrida" en catorce sujetos analizados,
procedentes de diversos orígenes geográficos en los EE.UU.
Según Carnicom, tales organismos,
"ahora se han descubierto
repetidamente a través de todos los principales sistemas y
funciones del cuerpo, incluyendo la piel, la sangre, el pelo, la
saliva, los dientes, el aparato digestivo, el oído y las
muestras de orina".
EL CONFLICTO
DE INTERESES DEL GOBIERNO DE EE.UU.
Poco después de que Carnicom comenzara su investigación a finales de
la década de 1990, las principales entidades gubernamentales y
corporativas con lazos probables con este programa hicieron
numerosas y repetidas visitas a la página Web del investigador.
Su interés sugiere que las investigaciones de Carnicom suponían una
amenaza si eran liberadas públicamente.
Las direcciones IP utilizadas para examinar el sitio, incluían,
-
oficinas del Secretario de
Defensa y de la Sede de la Fuerza Aérea
-
más de una docena de bases de la
Fuerza Aérea de Estados Unidos
-
varios laboratorios de
investigación con sede en Estados Unidos
-
la Agencia de Protección
Ambiental (EPA)
-
las oficinas corporativas de
Lockheed, Boeing, Merck Pharmaceuticals, Arco Chemical,
Kaiser Permanente y la Clínica Mayo.
Oficinas de la EPA, Washington DC
Sin embargo, la
EPA y
los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC),
han desdeñado totalmente sus conclusiones y peticiones para hacer
cumplir activamente las leyes destinadas a proteger el medio
ambiente y la salud pública.
Estas agencias tampoco fueron capaces de presentar evidencias
comparativas refutando los hallazgos de Carnicom.
Por ejemplo, cuando Carnicom envió muestras a la EPA de
contaminantes fibrosos para que fueran analizados hace varios años,
la agencia respondió: "No es nuestra política identificar los
materiales solicitados".
Siguiendo la misma línea, a principios de 2012, el CDC anunció los
resultados de su investigación sobre Morgellons declarando que no
podía identificar el origen de las fibras y concluyendo que las
personas que sufren de forma demostrable la condición, estaban
"delirando".
Según el escritor ambiental Randy Ananda, se trató de una
manipulación científica que buscaba encubrir los experimentos en
curso del Departamento de Defensa.
EL GOBIERNO DE
EE.UU. Y LA EXPERIMENTACIÓN EN HUMANOS
El gobierno de Estados Unidos y los militares han demostrado durante
mucho tiempo su voluntad de violar los Código de Nuremberg, mediante
el uso de agentes nerviosos, biológicos y radiológicos en sujetos
desprevenidos.
La fluoración de los suministros públicos de agua y las pruebas
nucleares son sólo algunos ejemplos dramáticos e irrefutables.
La voluntad premeditada de realizar experimentos amplios al
respecto, se manifiesta en el patrocinio por parte del gobierno de
EE.UU. de más de 700 científicos nazis bajo la
Operación
Paperclip.
Los frutos de sus investigaciones
incluyen el patógeno sigiloso y nocivo que debilita el micoplasma,
derivado de la bacteria de la brucelosis.
Además, la capacidad del ejército de Estados Unidos para administrar
sustancias letales en la población civil está bien documentada (algo
que podríamos extender a otros gobiernos del mundo y de la historia,
sin distinciones).
Existen numerosos casos históricos del gobierno de
Estados Unidos utilizando a los ciudadanos
como conejillos de indias.
Por ejemplo, en 1994, tras solicitudes bajo la Ley de Libertad de
Información, obligaron al ejército estadounidense a divulgar cómo a
mediados de la década de 1950 se rociaron cientos de libras de
sulfuro de cadmio y de zinc en un distrito densamente poblado y
predominantemente negro de la ciudad de Saint Louis.
"Me pregunto si se metió en nuestros
cuerpos", dijo la ex residente Lisa Martino-Taylor, que perdió a
cuatro hermanos y hermanas por cáncer temprano.
El ejército afirmó que sólo dispersó la
sustancia desde lo alto de los edificios. Sin embargo, una residente
de St. Louis, Mary Helen Brindell, declaró:
"Recuerdo un día de verano, jugando
con otros niños en la calle, cuando un escuadrón de aviones
verdes del Ejército voló cerca del suelo y dejó caer una
sustancia en polvo.
Entré en casa, me lavé la cara y los
brazos, y luego volví a la calle a jugar. Tras varios años,
Brindell ha sufrido cuatro tipos de cáncer: de mama, de
tiroides, de piel y de útero. Me siento traicionada", dijo
Brindell, que es de raza blanca.
"Acusamos a los demás durante el
Holocausto, y nuestro propio país hace algo como esto?"
Con estos ejemplos en mente la pregunta
ya no es,
"¿Podría el gobierno de EE.UU.
realizar un experimento que pudiera ser dañino o fatal para su
propia población?",
...sino que la pregunta que debemos
hacernos es:
"¿Qué medidas de control, seguridad
y rendición de cuentas existen para impedir que el gobierno de
EE.UU. utilice a su propia población como animales de
laboratorio involuntarios? "
"NUESTRO MUNDO
HA SIDO TRANSFORMADO"
En un documento de 2011, Carnicom demuestra cómo las muestras de
filamentos probablemente procedentes de fumigaciones aéreas, son
idénticos a los encontrados en las víctimas de Morgellons.
"Este hecho representa, en mi
opinión, el peor crimen de la historia de la humanidad".
De hecho, estas observaciones sugieren
cómo los horrores indecibles de Dacchau y Auschwitz no son cosas de
un pasado histórico distante.
"Nuestra biología se está viendo
afectada negativamente por esta intrusión en nuestras vidas.
Quizás lo veremos en quince o en cincuenta años, pero lo
acabaremos viendo".
Mucha gente calificará todo lo relativo
a
la geoingeniería o los chemtrails y
sus dolencias derivadas como
Morgellons como "teorías de la
conspiración sin fundamento científico".
Ciertamente, se hace difícil esclarecer la veracidad de todas estas
conclusiones sin los conocimientos ni los recursos científicos
adecuados.
No obstante, nadie puede discutir que los gobiernos y
particularmente el gobierno de EE.UU., han realizado todo tipo de
experimentos nocivos contra su propia población y poblaciones de
otros países.
Y si esto es historia documentada, entonces,
¿cómo puede haber gente que niegue
de forma concluyente la posibilidad de que ahora estén haciendo
lo mismo con nosotros a través de técnicas de geoingeniería?
Viendo los antecedentes,
-
¿Qué es más lógico pensar?
-
¿Que siguen haciéndolo una y
otra vez o que ahora, por alguna razón misteriosa, esotérica
y milagrosa, han dejado de hacerlo?
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