por Justin Gardner
17 Agosto 2015
del Sitio Web
TheFreeThoughtProject
traducción de El Robot Pescador
20 Agosto 2015
del Sitio Web
ElRobotPescador
Versión original en ingles
En los últimos años el asunto de la alteración del clima mediante
prácticas de geoingeniería, se ha convertido en un tema
controvertido y repleto de malentendidos.
Las teorías sobre los "chemtrails"
se han convertido en fuente de burlas y discusiones, al ser
consideradas "una teoría de la conspiración sin fundamento".
Sin embargo, las prácticas de geoingeniería son algo real y está
siendo considerado y discutido en el mundo científico, como
instrumento para luchar contra el supuesto calentamiento global.
Muchos científicos creen que a través de la pulverización en aerosol
de ciertas sustancias en la estratosfera o la troposfera, es posible
reflejar más luz solar de vuelta al espacio, lo que ayudaría a
enfriar el planeta.
Ya hablamos de ello en el artículo:
Geoingeniería - Científicos Piden Rociar la
Atmósfera con Productos Químicos por "El Bien del Planeta".
Pero mientras la teoría y la versión oficial nos cuenta que la
comunidad científica aún está discutiendo estos aspectos, parece que
los gobiernos y otros intereses económicos ya están actuando, de
forma corrupta y extremadamente inconsciente y las pruebas
científicas de ello empiezan a aparecer.
UN ESTUDIO
ALARMANTE
Un alarmante estudio (Evidence
of Coal-Fly-Ash Toxic Chemical Geoengineering) publicado
este mes en la revista "International Journal of Environmental
Research and Public Health", sugiere que se están realizando
prácticas de geoingeniería con el objetivo de reflejar la luz solar
y enfriar el planeta y que aviones cisterna están difundiendo en la
atmósfera un subproducto tóxico derivado de la combustión del
carbón.
"El esparcimiento intencionado y
cada vez más frecuente de químicos en la troposfera ha pasado
desapercibido en la literatura científica durante años.
El autor, J. Marvin Herndon, presenta evidencias de que
las cenizas aéreas de combustión del carbón son la partícula más
probablemente utilizada para ser pulverizada en forma de aerosol
por los aviones cisterna dedicados a las prácticas de
geoingeniería y modificación del clima y describe algunas de las
consecuencias que pueden tener estas prácticas de geoingeniaería
sobre la salud pública.
El análisis de laboratorio de los datos presentados en el
artículo demuestran que las consecuencias sobre la salud pública
son profundas, incluyendo la exposición a una variedad de
metales pesados tóxicos, elementos radiactivos y aluminio que
provoca efectos neurológicos después de ser inhalado o
introducido en el cuerpo por medio de la inducción
transdérmica".
¿Por qué estarían utilizando precisamente estas cenizas aéreas de
carbón?
La respuesta podría estar en el hecho de que las empresas de carbón
disponen de reservas gigantescas de este producto de desecho
y ejercen una enorme influencia sobre los gobiernos.
Las cenizas de carbón volantes consisten en partículas del tamaño de
la micra y la sub-micra, ideales para ser pulverizadas en forma de
aerosol y altamente eficaces en el bloqueo de la luz solar.
Es uno de los cuatro grandes productos de desecho que las empresas
del carbón se ven obligadas a gestionar, en lugar de verterlas en la
atmósfera o en los cursos de agua como habían hecho con anterioridad
durante décadas.
De hecho, las cenizas de carbón aéreas son el segundo mayor flujo de
residuos industriales en los EE.UU.
Las empresas del carbón han intentado activamente promover el uso de
esta gran cantidad de residuos para otros fines, como la creación
de,
-
aditivos para el cemento
Portland
-
complementos para los suelos
agrícolas
-
elementos para derretir ríos
congelados
-
base para construir carreteras,
...entre muchas otras aplicaciones.
De hecho han buscado cualquier función
posible para estos deshechos que permitiera deshacerse de ellos sin
tener que tratarlas y ganar dinero en el proceso, en lugar de los
gastos que conllevan su gestión en la actualidad.
Ahora, a la luz de las pruebas presentadas
en este estudio, parece muy posible
que hayan encontrado un cómplice dispuesto a colaborar en su
negocio: los gobiernos.
El autor del estudio pide más estudios adicionales para confirmar
este hallazgo sorprendente.
Estas cenizas de carbón aérea tóxicas plantearán peligros
importantes para la salud de los seres humanos y el medio ambiente.
Contienen toxinas lixiviables y son descritas como un tóxico aún más
radiactivo que los residuos nucleares.
"Estas partículas ultra-finas de
cenizas volantes de carbón en forma de aerosol no permanecen en
las altitudes en las que operan los aviones cisterna: se mezclan
con la gente y contaminan el aire que respiramos en la
superficie.
Los aerosoles troposféricos formados con cenizas volantes de
carbón, potencialmente pueden poner en peligro a los humanos a
través de dos rutas principales:
-
la ingestión de agua de
lluvia contaminada con las cenizas, directamente o
después de la concentración por evaporación
-
la ingesta de partículas por
inhalación o por contacto con los ojos o la piel"
El arsénico y el aluminio que contienen son las amenazas principales
para la salud humana y el medio ambiente.
Además de la toxicidad de las cenizas de carbón aéreas, está la
cuestión general de la ingeniería climática a través de la
pulverización de aerosoles.
Muchos científicos ya han advertido que utilizar estas técnicas
puede provocar cambios profundos en los patrones de precipitación,
lo que alteraría gravemente los ecosistemas y privaría a las
poblaciones humanas de agua potable.
Según el autor, las cenizas de carbón aéreas podrían exacerbar esta
situación.
"Además de impedir que se formen las
gotas de agua y que se precipiten sobre la tierra, las cenizas
volantes de carbón, se hidratan con extrema facilidad, atrapando
así aún más la humedad adicional necesaria para provocar la
precipitación de la lluvia.
Eso puede causar sequías en algunas zonas, inundaciones en
otras, pérdida de cosechas, mortandad de bosques y impactos
ecológicos adversos, especialmente en relación con la
contaminación química del aluminio contenido en estas cenizas
volantes de carbón.
Las consecuencias en última instancia, pueden tener efectos
devastadores sobre los hábitats y reducir la producción de
alimentos para los humanos".
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