por Fabiana Frayssinet
30 Diciembre 2015
del Sitio Web
IPSNoticias
Versión en ingles
En Uruguay,
hay 22.414 personas desplazadas
por las inundaciones
que afectan a los países del Mercosur.
Crédito: Sistema
Nacional de Emergencias (Sinae).
BUENOS AIRES, (IPS)
Las inundaciones que afectan a cuatro
países sudamericanos dejaron en evidencia la necesidad de combatir
de manera integrada las causas y los efectos del cambio climático.
Más allá de planes conjuntos de emergencia, el recalentamiento
planetario los enfrenta a problemas comunes como la deforestación y
el manejo de sus cuencas hidrográficas compartidas, entre otros.
Ya hay unos 180.000 evacuados desde que se intensificaron las
lluvias este fin de año, y las anegaciones provocadas por las
crecientes de los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay, no respetan
fronteras entre las naciones
del Mercosur (Mercado Común del
Sur) y las integra en la catástrofe ambiental.
En,
-
las provincias del litoral
argentino
-
las ciudades del norte de
Uruguay
-
las ciudades del sur de Brasil
-
las zonas ribereñas cercanas a
la capital de Paraguay,
...las escenas de calles anegadas,
equipos socorristas, albergues para desalojados, se repiten.
"Es difícil no vincular la gravedad
de las inundaciones a las modificaciones que tienen que ver con
el cambio climático", señaló Jorge Taiana, vicepresidente del
Parlasur, un órgano parlamentario del Mercosur, al que
adhirieron también Venezuela y Bolivia.
"Se requiere una respuesta conjunta bastante importante en
relación a las dos grandes estrategias para enfrentar el cambio
climático, que es la mitigación y la adaptación a sus efectos, y
en esto me parece que es imprescindible que haya respuestas
conjuntas de la región", subrayó el diputado argentino por el
opositor 'Frente para la Victoria', al ser consultado por IPS.
"Hay una indiferencia a la problemática ambiental en el Mercosur.
Tanto es así que hace pocos días hubo una cumbre del Mercosur y
este tema que era una tragedia anunciada no se trató", dijo a
IPS el presidente de la 'Asociación Argentina de Abogados
Ambientalistas', Enrique Viale.
Numerosos expertos señalan que las
copiosas lluvias se deben a "El
Niño", un fenómeno (natural) meteorológico producido por
cambios en la temperatura en la parte central y oriental del océano
Pacífico tropical.
La Organización Meteorológica Mundial, del sistema de Naciones
Unidas, había anticipado que sus efectos serían de los más
virulentos desde 1950.
Inclusive el 24 de diciembre, su Asamblea General, llamó a los
estados miembro a elaborar estrategias nacionales y regionales para
afrontar sus impactos socioeconómicos y ambientales, sugiriendo
instrumentar sistemas de alerta temprana y medidas de prevención,
mitigación y reparación de daños.
"El fenómeno de El Niño es una
realidad que estaba anunciada, pero no es la única causa",
cuestionó Viale.
"Los cuatro países son los
mayores productores de soja (transgénica)
del mundo, junto a Estados Unidos. No es casual que
el mapa de la deforestación por la soja coincide con el de las
inundaciones", enfatizó.
Un informe de la Organización de
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO),
ubica a,
-
Brasil
-
Paraguay
-
Argentina,
...entre los diez países que más
deforestaron en los últimos 25 años.
Entre 1990 y 2015, Argentina perdió más
de 7,6 millones de hectáreas.
En la selva Misionera o Paranaense, atravesada por los ríos Uruguay,
Paraná e Iguazú, sólo queda 7 por ciento de la superficie boscosa
original, mientras que en Paraguay y Brasil ha sido prácticamente
destruida.
"Los bosques y selvas, además de
concentrar biodiversidad considerable, juegan un papel
fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las
fuentes y caudales de agua y la conservación de los suelos",
reza un comunicado la organización ambientalista Greenpeace.
"Son nuestra esponja natural y paraguas protector. Cuando
perdemos bosques nos volvemos más vulnerables ante las intensas
lluvias y corremos serios riesgos de inundaciones", añade.
"Esto sumado a la siembra directa, que es el método utilizado
para sembrar la soja transgénica, ha convertido a los campos en
verdaderos desiertos verdes sin ninguna capacidad de absorción",
agregó Viale.
La soja (completamente
transgénica) que se expandió
desde 1990 es considerada clave para estas economías y uno de sus
principales productos de exportación.
Pero junto a la supuesta bonanza de la soja, se extendieron tierras
de cultivo que sustituyeron otros tradicionales, a la vez que
expulsaron la ganadería a zonas como selvas y bosques.
"La expansión de la frontera
agrícola, particularmente profundizada por la expansión de la
monocultura de la soja modificada genéticamente, la enorme
deforestación de la selva Paranaense, así como la construcción
de represas en una escala gigantesca por parte de Brasil sobre
los ríos Paraná, Iguazú y Uruguay - con muchas más en
construcción y proyectadas - ha generado una profundización
enorme de la crisis ambiental en todo el cono sur", explicó el
especialista Jorge Daneri.
Ante lo que considera un "ecocidio"
regional, el ambientalista de la organización argentina "M'Biguá,
Ciudadanía y Justicia Ambiental", propone entre otras
medidas una articulación efectiva de los Comités de Cuencas de los
ríos Paraná, Uruguay y Paraguay.
"No existe ni un comité de cuenca
con las tres provincias argentinas y el Estado Nacional, y solo
existe la CARU (Comisión Administradora del Río Uruguay) con
Uruguay, pero sin Brasil", puntualizó.
"Esto es grave, por la total falta de articulación. Para
nosotros el Comité de Cuenca es la figura fundamental a
concretar. Esta probado que el Mercosur no ha sabido cumplir una
función seria de articulación de políticas activas y
sustentables para los territorios", consideró.
Jorge Daneri consideró urgente la
necesidad de,
"un nuevo ordenamiento ambiental de
los territorios, para volver a establecer los corredores
biológicos, un sistema de recuperación de todas las riberas
desde la forestación con especies nativas, y una recomposición
del bosque nativo".
Asimismo, propuso reconformar los planes
de ordenamiento territorial en cada provincia, en conjunto con el
Estado nacional y, a escala regional, realizar evaluaciones
ambientales estratégicas de toda la cuenca.
Para resolver lo inmediato,
Jorge Taiana planteó que
el Parlasur
ayude a coordinar planes de contingencia para los
damnificados, y a más largo plazo, estudiar entre todos los
gobiernos locales, proyectos y obras, financiados por el propio
Mercosur.
Para ello, recordó que el bloque cuenta con un Fondo de Convergencia
Estructural para financiar proyectos de mejoramiento de
infraestructura, competitividad y desarrollo social de sus países.
"Lo más importante de estos fondos
no reembolsables que facilitan el objetivo de integración, es
que reconocen las asimetrías de los países miembros", destacó.
El fondo, de unos 100 millones de
dólares al año, podría ser utilizado, según Jorge Taiana, para
invertir en obras que se financien en la zona de frontera, para
mitigar inundaciones o para evitarlas, como defensas o canales de
desviación.
"Me parece que hay muchos temas
comunes que son de urgencia, en donde el Mercosur en general
tiene mucho para trabajar", enfatizó.
"Las obras no son obras de cemento, no son megarepresas o
megadefensas. No es canalizar los ríos. Trabajar solo la
emergencia o para las emergencias es un error", objetó Daneri.
"En medio de este desafío está la construcción de una transición
para salir del actual modelo simplificador del monocultivo y
caminar hacia la agroecología. Se deben atacar las causas",
opinó.
"Las causas están en un modelo productivo que no trabaja sobre
los tiempos de la naturaleza sino sobre los tiempos de un
mercado que resulta ser demoledor de los ecosistemas",
sentenció.
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