por Joshua Krause
Febrero 08, 2015
del Sitio Web
ThedailySheeple
traducción de El Robot Pescador
Febrero 12, 2015
del Sitio Web
ElRobotPescador
Versión original en ingles
Versión en italiano
¿Quién es ese extraño
que siempre camina a tu lado?
Cuando cuento, sólo estamos tú y yo juntos
Pero cuando miro hacia adelante por el camino blanco
Siempre hay otro que camina a tu lado
Va envuelto en un manto de color marrón, con capucha
No sé si es un hombre o una mujer
Pero, ¿quién es ese que está a tu lado?
Este es un poema que escribió T.S. Elliot
después de leer sobre las extrañas experiencias del famoso
explorador de la Antártida, Ernest Shackleton.
Durante la última etapa de su dramática expedición acaecida entre
los años 1914-1917, Shackleton viajaba con otros dos compañeros,
tratando desesperadamente de llegar a una estación ballenera
británica.
Estaban hambrientos, sin víveres, deshidratados, mal
equipados, y a las puertas de la muerte.
Ernest Shackleton
Fue entonces cuando Shackleton detectó la presencia de un miembro
invisible entre el grupo.
Por alguna razón, Shackleton sentía que había una
cuarta persona que viajaba con ellos, alguien a quien no podía ver,
pero que sin embargo, representaba una presencia muy reconfortante y
alentadora. Tras llegar por fin a la estación ballenera, Shackleton
ocultó este detalle a los demás y lo mantuvo en secreto, hasta que
se lo reveló a un reportero muchos años después.
Cuando sus antiguos compañeros supieron que
Shackleton había sentido esa extraña presencia revelada en una
entrevista, ellos también admitieron que la habían sentido y que no
habían dicho nada a los demás.
Entonces, ¿qué era esa "aparición" (por decirlo de alguna manera)
que Shackleton sentía y de la que fue testigo?
Desde entonces ha sido llamada "el factor del tercer hombre" por
parte de los investigadores, y ha sido experimentada por
innumerables supervivientes en condiciones extremas de todo el
mundo.
Por lo general ocurre cuando alguien se encuentra solo en una
situación de supervivencia desgarradora, aunque a veces se trata de
una experiencia compartida con otros supervivientes, como en el caso
de Shackleton.
De todas formas, parece ser que esta presencia acostumbra a
presentarse más comúnmente en casos de supervivientes solitarios.
Frank Smythe
Por ejemplo, en el caso de Frank Smythe, uno de los primeros
exploradores que intentaron escalar el monte Everest, él también
sintió la presencia de un compañero después de que sus compañeros
reales decidieran renunciar y regresar al campo base.
Tan fuerte sintió su presencia, que llegó a romper un
pedazo de galleta de las que llevaba para alimentarse y trató de
entregarla a ese hombre invisible, antes de darse cuenta de que no
había nadie allí.
A veces, el fenómeno se produce de esta manera. Sólo en forma de una
sutil sensación de estar acompañado por alguien.
Pero, por lo visto, otras veces se puede llegar a oír a esa persona
hablando con uno y animándole a no darse por vencido.
James Sevigny
Es el caso de James Sevigny, que sobrevivió a una avalancha
en las Montañas Rocosas canadienses. Sevigny estaba sangrando
internamente y externamente, su espalda estaba rota por dos lugares
diferentes y tenía las rodillas hechas añicos.
Fue en ese momento cuando oyó una voz que le decía:
"No, no puedes renunciar. Tienes que vivir".
Sevigney describió el fenómeno como si le estuvieran
hablando justo al lado de la oreja.
Otras veces, esta presencia adquiere una forma más física.
Por ejemplo, cuando Peter Hillary estaba realizando una
expedición al Polo Sur en 1998, afirma que en un momento determinado
se vio acompañado por su madre, que había muerto en un accidente
automovilístico 20 años antes.
Peter Hillary
La única cosa que todos estos casos tienen en común es que siempre
implican momentos de extrema tensión y peligro.
Han sido reportados por exploradores, alpinistas,
buzos, marineros, y prisioneros de guerra. Incluso algunos de los
sobrevivientes
del 9/11 llegaron a afirmar haber
sido ayudados en las Torres Gemelas por esta extraña fuerza.
La mayoría de las mentes científicas argumentan que estas
apariciones no son más que un mecanismo de 'supervivencia' propio de
un cerebro al borde de la muerte, pero no le sucede a todo el mundo
cuando se encuentra en una situación de peligro extremo y por lo
tanto, no es un fenómeno natural de carácter cerebral,
obligatoriamente común a todos los casos.
Parece que tiene una naturaleza diferente a la que mostraría un
cerebro exhausto, inmerso en alucinaciones, y lo más curioso es que
la mayoría de personas que lo han experimentado, afirman que el
fenómeno les ha sido beneficioso.
En cuanto a otras explicaciones, habrá quien afirme que podría tener
una naturaleza espiritual, tipo "ángel de la guarda".
Eso entrará dentro del campo de las creencias de cada
uno...
Sin embargo, hay otra teoría aún.
Algunos científicos han argumentado que en realidad
es una antigua reliquia de la psicología humana llamado "Cerebro
Bicameral". Esta teoría sugiere que hasta hace unos 3.000 años,
nuestros cerebros eran muy diferentes de como son ahora.
El "hardware" del cerebro es el mismo, pero
nuestra conciencia se ha
estructurado de una manera radicalmente diferente.
Es un tema difícil de explicar, pero, básicamente, algunos
investigadores creen que nuestra conciencia en su momento se dividió
en dos mitades, y que sólo tenemos control sobre una de ellas (estas
teoría se basa en las estructuras narrativas de la literatura
antigua).
La otra mitad se comunica con nosotros a través de
voces dentro de nuestras cabezas, y nos da la sensación de que todo
a nuestro alrededor está vivo, lo que explicaría el por qué de
muchas de las religiones antiguas.
Sin embargo, tener un cerebro
bicameral sería algo parecido a sufrir esquizofrenia, de ahí la
razón por la que se extinguió esta estructuración.
Lo cierto es que esta es una teoría bastante extraña, pero si fuera
verdad, entonces implicaría que aún hay restos de esa estructura
mental acechando en nuestros cerebros modernos, que sólo aparecería
cuando estamos inmersos en situaciones extremas de supervivencia.
Aparte de todo esto, no hay ninguna explicación científica
concluyente que explique la síndrome del tercer hombre, que ha
afectado a tantos supervivientes en todo el mundo.
Es bueno saber que si desgraciadamente nos vemos abocados a una
situación de extrema supervivencia y experimentamos la Síndrome
del Tercer Hombre, no estamos locos, sino que estamos
experimentando lo que muchos otras personas han sentido a lo largo
de la historia, y que por lo que cuentan en la mayoría de casos,
ayuda a sobrevivir.
Referencias
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