por Stuart Hameroff y Deepak
Chopra
extraído de "Exploring
Frontiers of the Mind-Brain Relationship"
2012
del
Sitio Web QuantumConsciousness
recuperado a
través del Sitio Web WayBackMachine
traducción de
Adela Kaufmann
Versión
original en ingles
S. Hameroff (S)
Departments of Anesthesiology and Psychology, Center for
Consciousness Studies, The University of Arizona Medical
Center, 1501N Campbell Ave, Tucson, AZ 85724, USA
e-mail:
hameroff@u.arizona.edu
D. Chopra
The Chopra Center, 2013 Costa del Mar, Carlsbad, CA
92009, USA
e-mail:
rishi@chopra.com
A. Moreira-Almeida and F.S. Santos (eds.),
Exploiting
Frontiers of the Mind-Brain 79
Relationship, Mindfulness in Behavioral Health, DOI
10.1007/978-l-4614-0647-l_5, © Springer Science+Business
Media, LLC 2012 |
Resumen
El concepto de la conciencia existente fuera del cuerpo (por
ejemplo, cercanas a la muerte y experiencias fuera del cuerpo, ECM/EFC,
o después de la muerte, indicativo de un 'alma') es un elemento
básico de las tradiciones religiosas, pero rechazado por la ciencia
convencional debido a una aparente falta de explicación racional.
Sin embargo la ciencia convencional basada enteramente en la física
clásica no puede explicar la conciencia normal en-el-cerebro.
El modelo Penrose-Hameroff 'RO Orq' es un enfoque cualitativo a la conciencia, la conexión de los
procesos cerebrales (microtúbulos de cómputos quánticos dentro de
las neuronas) a las fluctuaciones de la geometría fundamental del
espacio-tiempo, la estructura a escala fina del universo.
NOTA:
Reducción
Objetiva Orquestada (RO
Orch) es un modelo de conciencia teorizada
por el físico teórico Sir
Roger Penrose y
el anestesiólogo Stuart
Hameroff,
quienes afirman que la conciencia se deriva de un nivel más
profundo, a escala más fina de actividades quánticas dentro de las
células, más prevalente en las neuronas del cerebro. Combina
enfoques desde ángulos radicalmente diferentes de la biología
molecular, la neurociencia, la física quántica, la farmacología,
filosofía, teoría de información quántica y aspectos de la gravedad
quántica.
La evidencia reciente de coherencia quántica significativa en los
sistemas biológicos cálidos, dinámica a escala libre y la actividad
cerebral al final de su vida apoyan la noción de una base quántica
de la conciencia, que posiblemente podría existir independientemente
de la biología en diversos planos escalares, en la geometría del
espacio-tiempo.
Sir Roger Penrose no
respalda necesariamente estas propuestas que se refieren a sus ideas
en la física.
Basado en RO Orq, ofrecemos una hipótesis científica para un 'alma
quántica'.
1 - Cerebro, Mente y Experiencias Cercanas a la
Muerte
La idea de que pueda existir la conciencia después de la muerte
corporal, generalmente conocida como el "alma", ha sido inherente a
las religiones orientales y occidentales durante miles de años.
En algunas tradiciones, los recuerdos y la conciencia pueden ser
transferidos después de la muerte a otras vidas:
la reencarnación.
Además de las creencias basadas en la religión, innumerables
sujetos han reportado que la conciencia aparentemente se separa del
cerebro del sujeto y del cuerpo físico. Esto ocurre en conjunción
con las llamadas experiencias cercanas a la muerte (ECM), más
típicamente en pacientes que han sido resucitados después de un paro
cardíaco (por ejemplo, van Lommel et al 2001, Parnia et al., 2007).
Tales pacientes describen una fenomenología notablemente
consistente incluyendo visiones de una luz blanca, estar en un
túnel, los sentimientos de serenidad, conversar con sus seres
queridos fallecidos, revisión de vida y, en algunos casos, flotar fuera del cuerpo (experiencias fuera del cuerpo - EFC ).
Con frecuencia, los pacientes EFC/ECM también reportan una pérdida
posterior del miedo a la muerte, y tienden a ser más serenos y a
aceptar las vicisitudes de la vida (Chopra 2006).
Algo experiencias comparables se han reportado en diversos tipos de
estados meditativos y alterados, así como eventos psicológicos
traumáticos, o aparentemente sin causa. Una
encuesta de Gallup estima que unos diez millones de estadounidenses
han reportado algún tipo de ECM/EFC (Chopra 2006).
La droga ketamina,
utilizada como anestésico "disociativo", puede producir reportes
subjetivos de conciencia fuera del cuerpo (Jansen 2000), al igual
que varias otras drogas psicoactivas. Pero
los reportes subjetivos de los efectos inducidos por drogas son
claramente diferentes de los de las ECM/EFC (Greyson 1993).
Incapaz de explicar las ECM/EFC, la ciencia moderna en general
ignora y se burla de tales reportes como locura no científica,
ilusiones debido a la estimulación de regiones cerebrales
específicas (Blanke et al., 2004), o a una alucinación debida a la
hipoxia (falta de oxígeno; Blackmore 1998).
Pero en respuesta uno puede destacar:
-
reportes
subjetivos de ilusiones de imagen corporal son muy limitadas y
completamente diferentes de las descripciones ECM/EFC
-
los pacientes
hipóxicas están agitados, no serenos, y no forman memoria
-
la ciencia
moderna no puede explicar la conciencia normal, en-el-cerebro
Este último punto es fundamental.
ECM/EFC son tipos particulares de conciencia subjetiva, de alguna
manera similar a nuestra experiencia consciente todos los días
(incluyendo sueños). De
cómo el cerebro produce la conciencia sigue siendo algo desconocido.
El enfoque científico moderno prevalente de la conciencia dice que
el cerebro es como una computadora biológica, con 100 mil millones
de neuronas y sus disparos axonales y conexiones sinápticas actuando
como redes de información de 'bits' de estados e interruptores. La
variabilidad en las fortalezas sinápticas mediadas por
neurotransmisores químicos modela la actividad de red y permite el
aprendizaje y funciones inteligentes (Hebb 1949; Crick y Koch 2001;
2004).
Esta visión del "cerebro-como-ordenador" es capaz de dar cuenta de
complejas funciones cognitivas no conscientes, incluyendo la
percepción y control de la conducta. Tales
funciones cognitivas no conscientes se describen como "modos
zombies", "piloto automático", o "problemas fáciles" (Koch y Crick
2001; Hodgson 2007; Chalmers 1996).
La "facilidad" se deriva de la aparente causa-y-efecto entre las
funciones específicas informáticas de las neuronas del cerebro, y
las acciones y conductas que no implican la voluntad consciente o
experiencia fenomenal.
El "problema duro" (Chalmers 1996) es la cuestión de cómo los
procesos cognitivos son acompañados o conducidos por experiencia
fenomenal consciente.
A pesar de la comprensión detallada de disparos neuronales,
transmisiones sinápticas, química neurotransmisora, y computación
neuronal, no hay contabilidad de la experiencia consciente, el "yo",
el libre albedrío o "qualia" - la esencia de las percepciones
experimentadas.
¿Cómo puede el color, la textura y el aroma de una rosa, el mundo
de la experiencia, derivarse de los flujos de datos y la actividad
electroquímica?
La respuesta de acuerdo con la mayoría de los puntos de vista de la
ciencia moderna es que la conciencia emerge de un nivel crítico
(pero sin especificar) de complejidad computacional neuronal. En
la dinámica no lineal, nuevas propiedades emergen en los sistemas
jerárquicos, pero tales sistemas abundan en la naturaleza y la
tecnología, sin conciencia, (por ejemplo, los patrones climáticos,
la Internet).
La idea de que la complejidad computacional per se puede dar cuenta
de la conciencia puede ser una mera expresión de deseos.
La visión del cerebro-como-computadora-neuronal.
-
Debido a que
la computación sináptica del se correlaciona con el procesamiento
sensorial, a menudo se produce después de haber respondido a esa
entrada sensorial (aparentemente consciente), la visión convencional
de la ciencia moderna es que la conciencia se produce después de los
hechos, y que el control consciente es una ilusión, la conciencia no
está más que de paseo en ese viaje (Dennett 1991; Wegner 2002).
Al
parecer somos, como dice la famosa frase deT.H. Huxley (1893),
"espectadores indefensos".
-
La mejor
correlación medible de la conciencia (sincronía gamma EEG) no se deriva de computación sináptica.
La
electroencefalografía sincronizada (EEG) en el rango de 30-90 gamma
ciclos por segundo (Hertz, "Hz") se produce en varias regiones del
cerebro en diferentes momentos concomitantes con la conciencia (Gray
y 1989a Singer, b; Engel et al 1991;. Singer 1995; 1999).
La
Sincronía gamma requiere redes de neuronas interconectadas, no sólo
por las sinapsis químicas axón-a-dendrita, la base para el cálculo
neuronal reconocido, sino por las sinapsis eléctricas de cruce de
cruce de brecha dendrita a dendrita (Christie y Westbrook 2006;
Dermietzel 1998).
Un
punto de vista convencional es que los cruces de brecha en varias
neuronas se abren y cierran, permitiendo que zonas móviles de
sincronía de gamma circulen por el cerebro, mediando la conciencia
(Hameroff 2006; 2010).
-
Como las células, las neuronas son mucho más complejas que simples
interruptores.
Considere el Paramecium unicelular que puede nadar alrededor,
encontrar comida y compañeros, evitar obstáculos, aprender y tener
relaciones sexuales, todo ello sin una sola conexión sináptica.
Esfuerzos de Inteligencia Artificial (IA) para simular la función
del cerebro aún no simulan nada tan inteligente y ágil. Paramecium
utiliza funciones organizativas inteligentes de polímeros
reticulares citoesqueletales llamadas microtúbulos (Sherrington
1953).
Estos
mismos microtúbulos forman la estructura interna de las neuronas del
cerebro, regulan las sinapsis y se desintegran en la enfermedad de
Alzheimer (por ejemplo Brunden et al. 2011).
El procesamiento de la información de microtúbulos puede subyacer
la función neuronal.
Incapaz de explicar la conciencia en el cerebro, la ciencia
convencional ignora la evidencia aparente de las ECM/EFC, rechazando
incluso la posibilidad de que se produzcan.
Hay, sin embargo, enfoques no convencionales, pero científicamente
válidos a la conciencia, que pueden hacer frente a los tres
problemas descritos anteriormente, y además acomodar las ECM/EFC
posiblemente como conciencia después de la muerte corporal.
Tales enfoques exploran los estratos de la naturaleza en una escala
aún más fina que las reacciones químicas y las señales eléctricas en
las que se basa la neurociencia, buscando, en su lugar, respuestas
convincentes a nivel quántico.
2 - El Mundo Quántico y las Finas Escalas del
Universo
La teoría quántica nos
dice que los procesos físicos se producen en discretos pasos o
niveles cuantificados.
Las leyes que rigen lo quántico difieren extrañamente de la
realidad predecible de nuestro "mundo" clásico cotidiano. En pequeña
escala, y en ocasiones a grandes escalas, reinan las extrañas leyes
de la mecánica quántica.
Por ejemplo, pueden existir los átomos y las partículas subatómicas
quánticas en dos o más estados o lugares al mismo tiempo, más como
ondas que como partículas, y como múltiples posibilidades
coexistentes conocidas como superposición quántica, regidas por una
función de onda quántica existente.
Otra propiedad quántica es el enredo "no
local",
en la que los componentes de un sistema espacialmente separados
permanecen unificados y conectados (Penrose, 1989).
La física elude la extrañeza de la mecánica quántica estrictamente
dividiendo lo macro/clásico y lo micro clásica y, manteniendo los
dos mundos aparte. Sin
embargo, la conciencia tiende un puente de alguna manera la
macro/clásica y dominios micro/quántico, equivalente al sujeto - división del objeto. La
Conciencia existe precisamente en el límite entre lo quántico y lo
clásico.
En nuestra experiencia consciente, no vemos superposiciones -
posibilidades de onda coexistiendo. Vemos
los objetos y partículas como cosas materiales en lugares y estados
específicos. Esto se debe
en parte a la escala. Una
ballena jorobada salta al mar, a pesar del hecho de que los átomos y
las partículas subatómicas que componen la ballena pueden ocupar
posiciones inciertas o incluso múltiples en el reino invisible de
posibilidades.
Pero incluso cuando los sistemas quánticos pequeños se miden o se
observan, alguna manera, éstos eligen estados definidos.
La cuestión de por qué no vemos superposiciones quánticas en nuestro
mundo clásico cotidiano es conocido como el "problema de la medida",
que ha dado lugar a diversas interpretaciones de la mecánica
quántica. Los primeros
experimentos del pionero quántico Niels Bohr y otros parecían
mostrar que las superposiciones quánticas, cuando eran medidas por
una máquina, se quedaban como múltiples posibilidades hasta que un
humano consciente observaba los resultados.
Bohr llegó a la conclusión de que la observación consciente
"colapsaba la función de onda", que las superposiciones observadas
persistieron hasta ser observadas, en cuyo instante se redujeron o
se derrumbaron a determinados estados definidos (la elección de los
estados siendo al azar).
En este enfoque, la conciencia causa la reducción de estado
quántico, colocando la conciencia fuera de la ciencia.
Erwin Schrodinger objetó
a través de su todavía famoso experimento mental en el que el
destino de un gato en una caja está vinculado a una superposición
quántica.
De acuerdo con la interpretación de Copenhague (así-nombrado
después por el origen danés de Bohr), el
Gato de Schrödinger está
tanto muerto como vivo hasta que se abre la caja y el gato es
observado. El
experimento pretendía ridiculizar a Copenhague, pero la pregunta
sigue siendo: ¿qué tan grandes pueden volverse las superposiciones?
Otra interpretación popular es la opinión de los múltiples mundos
(Everett, 1957) en la que las superposiciones son en realidad
separaciones, cada posibilidad evolucionando su propio universo
distinto. Esto resulta en una
multitud de universos coexistentes.
Otro enfoque es la decoherencia, en el que la interacción con el
mundo clásico erosiona los estados quánticos. Pero
la decoherencia no aborda los sistemas quánticos aislados.
Finalmente, varios tipos de reducción
objetiva (RO)
proponen que los umbrales objetivos específicos causan la reducción
del estado quántico.
Uno en particular o la teoría RO fue propuesta por el físico
británico Sir Roger
Penrose (1989), quien
comenzó abordando el carácter fundamental de la superposición. Extendió
la teoría general de la relatividad de Einstein, en la que la
materia es esencialmente la curvatura del espacio-tiempo, a la
escala de Planck (10-33 cm), el nivel más básico
del universo.
Una partícula en un estado o ubicación sería una curvatura
específica en la geometría espacio-tiempo, y la misma partícula en
otra ubicación sería curvatura en la dirección opuesta,
extendiéndose hacia abajo a la escala de Planck.
La superposición de ambos lugares puede ser vista como curvaturas
simultáneas en direcciones opuestas, y por lo tanto, de acuerdo con
Penrose, una separación, burbuja o ampolla en el tejido mismo de la
realidad.
Si tales separaciones de espacio-tiempo fueran a continuar y
evolucionar, el universo se bifurcaría, dando lugar a universos
paralelos como los descritos en la visión de los múltiples mundos
apoyada por muchos físicos y cosmólogos, incluyendo a Stephen
Hawking (Hawking y
Mlodinow 2010).
Pero Penrose ha sugerido que tales separaciones de espacio-tiempo
son inestables y se reducirán, o se contraerán a un estado en
particular o ubicación en un momento determinado, debido a un umbral
objetivo intrínseco a la estructura fina del universo, como burbujas
de jabón infinitesimalmente pequeñas estallando una faceta u otra,
dando forma y creando una nueva realidad.
Penrose también sugiere que cada RO, o auto-colapso -esencialmente
una ondulación o recocido cuantificado en la geometría fundamental
del espacio-tiempo resulta en un momento de experiencia consciente.
Esto está en contradicción directa con la interpretación de
Copenhague en la que la conciencia es la ciencia exterior, causando
externamente reducción por observación.
En la RO de Penrose, la conciencia ES reducción (un tipo particular
de reducción). Así, la RO
de Penrose es la única visión del mundo incorporando conciencia en
el universo.
La RO de Penrose difiere de otra forma importante de Copenhague y
de la decoherencia en el que determinados estados clásicos son
seleccionados al azar de entre las posibilidades súper posicionadas. Las
selecciones en la RO de Penrose no son al azar, sino la influencia
de la información incrustada en la geometría fundamental del
espacio-tiempo, información que Penrose caracteriza como
valores platónicos (Penrose,
1989).
El filósofo griego Platón describe
un mundo abstracto de pura forma, verdad matemática, y valores
éticos y estéticos.
Penrose sugiere dichos valores
platónicos, junto con
los precursores de las leyes físicas, constantes, fuerzas y
conciencia, existen literalmente como patrones en el espacio-tiempo
fundamental, codificados en la geometría a escala de Planck.
La física nos dice que el universo es como es, y por lo tanto capaz
de sustentar vida y conciencia, porque 20 o más constantes físicas y
leyes que ella dicta toman valores muy específicos. Si
alguno de estos variase ligeramente, no estaríamos aquí, por lo que
los valores exactos y nuestra presencia en el universo son al
parecer una coincidencia de asombrosamente baja probabilidad,
semejante a ganar la lotería cósmica.
El "principio
antrópico" aborda la cuestión de
por qué estos valores son lo que son, y tiene varias
interpretaciones (por ejemplo, Davies 2006).
El más común es tautológico - que estamos en el universo particular
universo que tiene estos valores específicos simplemente porque
tiene esos valores. Si no
fuera así, no estaríamos aquí. Para
muchos físicos y filósofos, la respuesta tautológica se relaciona
con las múltiples visiones del mundo, que este universo con
conciencia es uno en una multitud de universos, los otros teniendo
diferentes constantes físicas y careciendo de vida y conciencia.
Esta es la opinión expuesta por Hawking y Mlodinow en
su libro Grand Design (Hawking
y Mlodinow 2010) en el que afirman la "Teoría- M" (un derivado de la
teoría de cuerdas) con un número casi infinito de universos
paralelos, todos los demás careciendo de conciencia.
Penrose sugiere otra posibilidad que evita la necesidad de
múltiples universos. Los
valores de las constantes físicas que definen nuestro universo
pueden ser codificados en la estructura fina del universo mismo,
junto con la verdad matemática, los valores platónicos, y
precursores de masa, giro, carga, y conciencia. Las
raíces de la conciencia pueden así extenderse al nivel más básico
del universo.
Penrose ha propuesto también que nuestro universo es serial, que el
Big Bang fue
precedido por una iteración anterior, y antes de que la otra y así
sucesivamente (Penrose 2010).
A diferencia de la idea de universos paralelos que no se ha probado
(y probablemente no es comprobable), la propuesta de Penrose para
universos seriales es apoyada por la evidencia de la radiación del
fondo cósmico de microondas (Gurzadyan y Penrose 2010).
Tal vez las constantes físicas, precursores conscientes, y los
valores platónicos incrustados en la estructura fina del universo
mutan y evolucionan con cada ciclo cosmológico.
¿Cuál es la estructura fina del universo?
El mundo material está compuesto de átomos y partículas
subatómicas. Pero los
átomos (~10-8 cm) son en su mayoría espacio vacío, como es el
espacio entre los átomos.
Si
descendemos en la escala de los átomos, eventualmente alcanzamos el
nivel sótano de la realidad, la geometría a escala de Planck a 10-33
cm, con aspereza, irregularidad, e información.
Las descripciones de la geometría a escala de Planck incluyen la
teoría de cuerdas y la gravedad quántica de bucles. La
teoría de cuerdas, en el que las cuerdas a escala de Planck
vibran a frecuencias específicas en correlación con las partículas
fundamentales, tiene varios problemas. Carece
de geometría de fondo (por ejemplo, en el que las cuerdas vibran) y
requiere múltiples dimensiones no comprobables (Penrose, 2004).
Otro enfoque, la gravedad quántica de bucles representa la geometría
espacio-tiempo como cuantificada en volumen de píxeles, polígonos a
escala de Planck cuyos bordes pueden ser considerados como giro
irreductible cuyas longitudes también varían, pero el promedio es de
10-33 cm.
Los volúmenes Planck evolucionan y cambian con el tiempo,
transmitiendo información como una tela de araña tri-dimensional de
giro. De alguna manera,
la geometría espacio-tiempo es también no local, según lo revelado
por experimentos de enredo (Nadeau y Kafatos 2001), y tal vez
holográfica (por ejemplo, Susskind 1994).
Podría la información a escala de Planck afectar la biología?
La evidencia reciente sugiere que la información a escala de Planck
pudiera repetirse a escalas incrementadas en la geometría del
espacio-tiempo, alcanzando a la escala de los sistemas biológicos.
El detector de ondas británico-alemán GEO 600, cerca de Hannover,
Alemania ha registrado consistentemente un ruido como-fractal que
aparentemente emana de las fluctuaciones de la escala de Planck,
repitiendo cada pocas órdenes de magnitud en el tamaño y la
frecuencia de la longitud y el tiempo de Planck (10-33 cm; 10-43 s) a tamaño y el
tiempo biomolecular (10-8 cm; 10-2 s, Hogan 2008;
Chown 2009).
En algún momento (o en realidad en algún borde complejo, o
superficie) en esta jerarquía de escala, el mundo quántico
microscópico pasa al mundo clásico. Si
esta transición es debido al RO de Penrose, la conciencia se produce
como un proceso en este borde entre los mundos quántico y clásico.
Esta idea de que la conciencia es de alguna manera intrínseca del
universo es comparable con vistas puramente subjetivas sobre la
conciencia que se remonta miles de años en la India. La
tradición védica y antiguos textos sagrados derivan su nombre de la
palabra sánscrita Veda, para conocimiento.
La rama más filosófica de Veda es Vedanta - literalmente, "el fin
de los Vedas".
En
Vedanta, la conciencia lo es todo, y se manifiesta, o crea la
realidad. En este punto
de vista (tomado por uno de nosotros, DC, que difieren ligeramente
de la argumentación presentada en este artículo), la conciencia es
el sujeto y el objeto, tanto quántico como clásico.
La Conciencia es todo lo que hay (Chopra 2001).
El RO de Penrose (y el RO Orq de Penrose-Hameroff) mantiene que el mundo
clásico existe por su cuenta.
La conciencia es un proceso en el límite entre los mundos quánticos
y clásicos, el proceso consistiendo de discretas ondas cuantificadas
en la estructura a escala fina del universo, transiciones entre
sujeto y objeto.
3 - Conciencia Quántica - Reducción Objetiva
Orquestada ("RO Orq")
La teoría de Penrose-Hameroff de "reducción objetiva orquestada"
("RO Orq") propone que la conciencia depende de cálculos
quánticos
en estructuras llamadas microtúbulos dentro de las neuronas del
cerebro, produciéndose concomitantemente y apoyan el nivel
sináptico neuronal computacional (Penrose y Hameroff 1995; Hameroff
y Penrose 1996a, b; Hameroff 1998a, b; Hameroff et al., 2002).
Los microtúbulos son polímeros cilíndricos de la proteína "tubulina",
y los componentes principales del citoesqueleto celular que se
auto-ensambla para configurar la arquitectura intracelular, crean y
regulan las sinapsis, y se comunican entre las estructuras de
membrana y los genes en el núcleo celular.
Además del apoyo similar al hueso, los microtúbulos y otros
componentes del citoesqueleto parecen actuar como el sistema
nervioso de la célula, su "ordenador de a bordo," continuamente
remodelando y diferenciando.
En enrejados de microtúbulos, se proponen estados de tubulinas
individuales para actuar como estados "bits", como en los
ordenadores clásicos y autómatas moleculares (Hameroff y Watt 1982;.
Rasmussen et al 1990).El procesamiento a nivel de microtúbulos
aumenta inmensamente la capacidad de procesamiento de información
neuronal.
En lugar de unos pocos (sinápticas) bits por neurona por segundo,
108 tubulinas por neurona cambiando coherentemente
en megahertz (106 Hz) dan potencialmente 1014 operaciones, o bits por segundo por neurona.
Pero el aumento de procesamiento de la información por sí solo no
resuelve todos los problemas relacionados con la conciencia en el
cerebro.
El Penrose Hameroff RO Orq
propone además que las tubulinas pueden ser bits quánticos, o "qubits"
en los microtúbulos de los ordenadores quánticos y que tales
computaciones quánticas conectan las funciones cerebrales
conscientes al nivel más básico del universo.
Esto abre la puerta a la conciencia de ser no local, y en algunos
casos, posiblemente, sin ataduras con el cuerpo y el cerebro. Estas
especulaciones se basan en las ideas de la física presentadas por
Sir Roger Penrose. Debe
quedar claro que Sir Roger no respalda necesariamente las
especulaciones más desarrolladas aquí, y por lo general evita las
conexiones entre la ciencia, la religión y la espiritualidad.
Penrose definió el auto-colapso RO de superposiciones (debido a las
separaciones en la geometría del espacio-tiempo) y momentos de
conciencia por E = h/t.
'E'
es la auto-energía gravitacional de un objeto (o su equivalente en
geometría espacio-tiempo) separada de sí misma. h
es la constante de Planck (más de 2K) y t es el tiempo en que se
produce RO.
E puede ser calculado sobre la base de factores que incluyen,
-
la masa del
objeto
-
el nivel en el
que el objeto se separa de sí mismo, es decir, toda su masa, los
átomos individuales, los núcleos atómicos, o partículas subatómicas
-
la distancia
de separación espacial, hasta qué punto el objeto, o su geometría
espacio-tiempo se separa de sí mismo
Si una superposición de auto-energía E evoluciona y evita la
decoherencia para
llegar al tiempo t, se produce un momento RO de la conciencia.
Debido a la relación inversa, cuanto mayor sea la masa y la
separación espacial E, más breve es el tiempo t en el que se
producen los momentos RO o conscientes. Las
superposiciones E deben evitar la decoherencia (es decir, el
sistema quántico debe ser aislado del medio ambiente clásico) hasta
que se alcance el tiempo t.
Por lo tanto, las condiciones para el RO de Penrose y los momentos
conscientes son bastante estrictas.
Penrose y Hameroff sugieren que tales condiciones han evolucionado
en el cerebro, específicamente en los microtúbulos dentro de las
neuronas del cerebro, y que los microtúbulos realizan cálculos
quánticos que son "orquestados" por las entradas sinápticas y la
neurofisiología, aislada de decoherencia, y terminada por el RO de
Penrose, por lo tanto, orquestando la reducción objetiva "RO Orq".
Se proponen superposiciones quánticas microtúbulos E para extender
y enredar de neurona a neurona a través de uniones (que median la
sincronía gamma), lo que permite una selectiva coherencia quántica a
nivel cerebral, entre los microtúbulos.
Se sugiere evitar la decoherencia a través del bombeo coherente,
gelificación actina, agua ordenada y resonancias topológicas.
Los eventos RO también conllevan efectos en tiempo atrás,
consistentes con la evidencia de derivación hacia atrás de la
experiencia consciente en el cerebro (Libet 1979). El
entrelazamiento con el futuro puede permitir la acción consciente en
tiempo real, y rescatar la conciencia del lamentable papel de la
ilusión epifenomenal (Hameroff 2007).
El RO Orq ha sido criticado desde su creación en 1995,
principalmente debido a que los ordenadores quánticos tecnológicos
construidos en laboratorio requieren extremo frío para evitar la decoherencia por vibraciones térmicas, y el cerebro opera a
temperaturas cálidas biológicas (por ejemplo, Tegmark 2000; Hagan et
al., 2001).
Sin embargo, en los últimos 5 años numerosos experimentos han
demostrado coherencia quántica a temperaturas cálidas en las
proteínas involucradas en fotosíntesis, canales de iones y otras biomoléculas (Engel et al. 2007).
El Dr. Anirban
Bandyopadhyay (2010)
en el Instituto Nacional de Ciencias de los Materiales en Tsukuba,
Japón tiene evidencia preliminar de coherencia quántica,
conductancia quántica topológica, y tiempos de decoherencia de una
décima de milisegundo o más en los microtúbulos individuales a
temperaturas cálidas.
Para el RO Orq y la biología quántica, el futuro es bastante
brillante.
¿Puede el RO Orq dar cuenta de las ECM/EFC y, posiblemente, de una vida
en el más allá?
4 - RO Orq, ECM, y Estados Alterados
El
RO Orq asume que la conciencia normalmente se produce en el cerebro
humano en alrededor de 40 Hz, es decir, 40 momentos conscientes por
segundo, lo que corresponde con la sincronía gamma en el EEG, el
mejor correlato medible de la conciencia.
Ya que £ = 25 ms (1/40 s), por E = h/t, E se corresponde con
nanogramos de tubulinas superposicionadas (~1011 tubulinas)
distribuidas en microtúbulos en miles de neuronas conectadas por
uniones gap (y glía), sigue siendo una muy pequeña, fracción del
cerebro (un total de ~1020 tubulinas, 100 mil millones de
neuronas).
En principio, RO y RO Orq (y por lo tanto los momentos conscientes)
pueden ocurrir en cualquier escala, en cualquier tipo de medio,
siempre y cuando las superposiciones eviten la decoherencia.
Por lo tanto E = h/t predice un amplio espectro de posibles
momentos conscientes, al igual que el espectro electromagnético para
fotones.
Las grandes superposiciones E alcanzarán rápidamente el umbral (y
tendrán experiencias más intensas) mientras que las pequeñas
superposiciones E requerirán tiempos más largos y tendrán
experiencias débiles (intensidad proporcional a E).
Por ejemplo, un solo electrón superposicionado (pequeño E, larga
f), si es aislado de la decoherencia ambiental alcanzaría el umbral
sólo después de diez millones de años, y tienen un momento de
extremadamente baja intensidad de conciencia.
Superposiciones de mayor tamaño (grande E, pequeña t) alcanzarán el
umbral rápidamente y tienen una conciencia de mayor intensidad.
Pero la decoherencia debe evitarse hasta que se produce el tiempo t
y RO. Los niveles más
altos de conciencia implicarían Es más grandes (más tubulinas, más
neuronas y una parte más grande del cerebro), y más cortas t, por lo
tanto frecuencias más altas.
La meditación védica, la contemplación y la autorreflexión de
exploración de conciencia ha llevado a descripciones de estados
expandidos de conciencia o iluminación que implica 14 niveles
diferentes, "planos astrales" o "lokas".
Los lokas son retratados como mundos distintos, reinos o planos de existencia que
difieren del mundo de 3 dimensiones de nuestra experiencia de
vigilia cotidiana.
Los textos védicos dicen que cada plano o realidad experimentada
tiene un rango de frecuencia característica, y es accedido o
alcanzado cuando se corresponde con la frecuencia de la conciencia
del sujeto (Chopra 2001).
Los monjes tibetanos llegan a 80 Hz de sincronía gamma durante la
meditación (Lutz et al. 2004), presumiblemente, un estado alterado
superior, con el doble de eventos conscientes por segundo, cada uno
en mayor intensidad.
La magneto-encefalografía ha grabado señales coherentes en el rango
de un kilohertz (1000 Hz) de cerebro humano (Papadelis et al. 2009),
y efectos de frecuencia más alta (megahercios, gigahercios,
terahercios) han sido medido en microtúbulos dentro de las neuronas
(Bandyopadhyay 2010).
¿Podría la conciencia cambiar niveles a frecuencias más altas y una
mayor participación del cerebro en estados alterados y mejorados?
Las señales eléctricas se producen en el cerebro de una manera
auto-similar a diferentes escalas espaciales y temporales, una
dinámica libre de escala (He et al. 2010).
Esto también se llama ruido
rosa, proporcional a
l/fa, donde 'f' es la frecuencia y 'a' las separaciones en escala
(por ejemplo, órdenes espaciales y temporales de magnitud) en el que
la información se repite, de forma similar a un fractal u holograma.
Estructura fractal o como-holográfica también
ocurre en redes de neuronas en "pequeño mundo" y "gran mundo",
jerarquías anidadas de redes dentro de redes, dentro de redes. Y
dentro de las neuronas están las redes citoesqueletales incluyendo
microtúbulos que también pueden procesar la información. La
dinámica sin escala se produce tanto temporal como
estructuralmente en el cerebro, en capas o sistemas de procesamiento
de información con las relaciones tanto de abajo hacia arriba como
de arriba hacia abajo.
En estados alterados, el proceso de conciencia puede cambiar a
diferentes planos, o escalas en el cerebro, con frecuencias más
altas (t pequeña), mayor intensidad, y más grande.
'E', en términos de número de microtúbulos involucrados, neuronas, y
el volumen de capacidad cerebral. La
conciencia ocurriendo por E = h/t normalmente a 40 Hz (cada momento
consciente implicando aproximadamente una millonésima parte de
microtúbulos del cerebro) podría transicionar a frecuencias más
altas en, digamos niveles de 10 kHz, megahercios, gigahercios y
terahercios.
Estos incluirían proporciones cada vez mayores de neuronas del
cerebro y microtúbulos. Estos
niveles implicarían, respectivamente, 1/10,000, 1/100, y, para gigahercios de la conciencia, todo el cerebro.
Así, los estados alterados de conciencia pueden involucrar la
trascendencia a profundos niveles más intensos de la experiencia,
los niveles más profundos de la realidad, por ejemplo, en
consonancia con los védicos planos astrales o lokas,
y la iluminación alcanzada por la meditación y las prácticas
espirituales.
Tales
estados mejorados, alterados, no tienen por qué implicar dimensiones
o universos alternativos, sino más profundamente una geometría a
escala más fina a niveles o escalas como- holográficas no locales en
éste universo.
Como decían los Beatles (Lennon y McCartney, 1968):
"Cuanto más profundo vayas, más alto vuelas, cuanto más alto
vuelas más profundo vas."
En cualquier frecuencia, RO Orq, la conciencia en el cerebro está
ocurriendo en la geometría fundamental del espacio-tiempo,
localizada en los microtúbulos neuronales del cerebro e impulsados
por los procesos metabólicos.
Cuando la sangre deja de fluir, los microtúbulos, inactivados o
destruidos (por ejemplo, ECM/EFC, muerte) por falta de energía y
careciendo de oxígeno, es concebible que la información quántica que
constituye la conciencia pudiera cambiarse a planos más profundos y
seguir existiendo puramente en la geometría del espacio-tiempo,
fuera del cerebro, distribuido no localmente.
El movimiento de la conciencia a planos más profundos podría ser
responsable de las ECM/EFC, así como, posiblemente, un alma separada
del cuerpo.
5 - Actividad cerebral al final-de-la-vida
La actividad cerebral de sincronía gamma en el EEG es conocida de
correlacionarse con la conciencia normal.
Han sido desarrollados monitores capaces de medir y detectar la
sincronía gamma y otros correlatos de conciencia, para su uso
durante la anestesia para proporcionar un indicador de la
profundidad de la anestesia y prevenir la conciencia intra-operatoria,
es decir, para evitar que los pacientes sean conscientes cuando se
supone que deben ser anestesiados e inconscientes.
Por ejemplo el monitor "BIS" (Aspect Medical Systems, Newton MA)
registra y procesa el EEG frontal para producir un "índice
biespectral" digital o número BIS en una escala de 0 a 100. Un
número BIS de 0 es igual silencio EEG y 80-100 es el valor esperado
en un adulto consciente totalmente despierto con la sincronía gamma.
Se recomienda que se mantenga un número BIS entre 40 y 60 para la
anestesia general. El
monitor "SEDLine" (Hospira, Lake Forest, IL) también registra EEG
frontal y produce un índice comparable 0-100.
En los últimos años, estos monitores se han aplicado fuera de la
anestesiología, por ejemplo, a los pacientes moribundos o cerca del
momento de la muerte, revelando actividad cerebral sorprendente
final de su vida útil.
En un estudio publicado en la Revista de Medicina Paliativa, Chawla
et al. (2009) informó
sobre siete pacientes en estado crítico de quienes se les estaba
retirando el soporte vital (medicamentos, ventilación por máquina),
permitiéndoles morir en paz.
Como por protocolo, ellos fueron monitorizados con un BIS o monitor
de cerebro SEDLine durante el proceso de morir. Mientras
estaban con apoyo de vida los pacientes estaban neurológicamente
intactos, pero fuertemente sedados, con números BIS o SEDLine cerca
de 40 o superior.
Cuando se les quitó el apoyo, el BIS/SEDLine generalmente disminuía
a menos de 20 después de varios minutos, aproximadamente a la hora
en que ocurría la muerte cardíaca.
Este se caracterizaba por la falta de presión arterial medible o
pulso funcional. Luego,
en la muerte, en todos los siete pacientes de muerte postcardíaca,
hubo un estallido de actividad como se indicó por el aumento brusco
de la BIS o SEDLine a entre 60 y (en la mayoría de los casos) 80 o
superior. Después de
un período de tal actividad yendo desde 90 a 20 min, la actividad
caía bruscamente a casi cero.
El número SEDLine se deriva de un algoritmo patentado que incluye
datos de EEG. En un
paciente, se analizaron datos SEDLine y revelaron la explosión
actividad cerebral a la muerte postcardíaca incluyendo sincronía
gamma, un indicador de percepción consciente.
Chawla et
al. planteó la
posibilidad de que la actividad medida a la muerte cerebral
postcardíaca podría correlacionarse con las ECM/EFC. Por
supuesto, los pacientes murieron, así que no tenemos la confirmación
de que se produjeron tales experiencias.
En otro estudio publicado en la revista Anestesia y Analgesia,
Auyong et al. (2010) se
describieron tres pacientes con lesiones cerebrales a quienes se les
retiró el apoyo médico y ventilatorio antes de la donación de
órganos de la "muerte postcardíaca" (Csete 2010)
Estos pacientes estaban irremediablemente dañados del cerebro, pero
técnicamente no estaban muertos cerebralmente. Sus
familias consintieron a la retirada del apoyo y a la donación de
órganos. Estos pacientes
podían morir "naturalmente" después de la retirada del apoyo, sus
cuerpos llevados rápidamente a cirugía para la donación de órganos.
Los tres pacientes en el estudio Auyong,
antes de la retirada del apoyo tenía números de BIS de 40 o
inferiores, con uno cerca de cero. Poco
después de la retirada, cerca del momento de la muerte cardiaca, el
número BIS se redujo a la baja y luego se disparó a aproximadamente
80 en los tres casos, y permaneció allí durante 30 a 90 segundos.
El número entonces bruscamente volvió a cerca de cero, seguido
después por la declaración de la muerte y la donación de órganos. Se
consideraron y se excluyeron varias fuentes de artefactos para la
actividad cerebral al final de su vida.
Obviamente no podemos decir si la actividad cerebral al final de su
vida de hecho está relacionada con ECM/EFC, o incluso, posiblemente,
el alma saliendo del cuerpo. Tampoco
sabemos cómo comúnmente ocurre (diez de cada diez en los dos
estudios citados). Aparte
de esas cuestiones, permanece el misterio en cuanto a cómo se
produce la actividad del cerebro en el tejido metabólicamente
muerto, al no recibir el flujo de sangre u oxígeno, y carente de
mecanismos para eliminar los metabolitos tóxicos.
Algunos describen la actividad de final de la vida útil del cerebro
como no funcional, como una generalizada despolarización neuronal.
Chawla et al. sugirió
que el exceso de potasio extracelular podría causar espasmos
neuronales de "último suspiro" de la actividad a través de todo el
cerebro. Otra de las
causas que se sugiere que es inducida por la muerte neuronal
programada inducida-por-el-calcio por apoptosis. Pero
esas explicaciones parecen incapaces de dar cuenta de la sincronía
coherente organizada a escala general durante la actividad cerebral
al final de su vida.
Si la actividad cerebral al final de la vida se correlaciona con
una consciente fenomenología ECM/EFC y/o el alma saliendo del
cuerpo, todavía nos enfrentamos a la cuestión de cómo/por qué la
actividad consciente, o incluso la actividad sincronizada de
cualquier tipo está ocurriendo en el cerebro casi muerto. Pero
hay posibilidades lógicas.
Los requerimientos de energía para la conciencia pueden ser pequeños
en comparación con las funciones cerebrales no conscientes,
especialmente si la conciencia se produce principalmente en las
dendritas y en los cuerpos celulares en lugar de disparos axonales. La
hipoxia neuronal y la acidosis desactivarían las bombas
ATPasa sodio-potasio, evitando potenciales de acción axonal, pero
ahorrando temporalmente la menor actividad de dendríticas de
energía.
La conciencia como un proceso quántico de baja energía puede
transitoriamente florecer si se deterioran los mecanismos de
decoherencia dependientes de la energía que lo causan, resultando en
una explosión transitoria de conciencia mejorada.
En el contexto RO Orq, la conciencia ocurre como un proceso en el
nivel de geometría fundamental del espacio-tiempo. Cuando
el cerebro está bajo coacción, sus procesos de información quántica
concebibles que constituyen la conciencia se disipan al universo no
local en general.
Una perspectiva dualista, en la que un campo separado de
información espiritual aún sin definir constituye la conciencia
fuera del cuerpo, podría no ser necesario.
Una vida en el más allá, un alma-como-información - quántica real
abandonando el cuerpo y persistiendo como fluctuaciones enredadas en
múltiples escalas, o planos en la geometría del espacio-tiempo
quántico, puede ser científicamente posible.
6 - Conclusión - El Alma Quántica
Los intentos de la ciencia y la filosofía convencional de basar la
conciencia estrictamente en la física clásica, rechazando la
posibilidad de la no-localidad
quántica en
la conciencia, incluyendo la persistencia fuera del cuerpo según lo
indicado por ECM/EFC, la tradición religiosa, y los recuerdos
anecdóticos que sugieren la reencarnación.
Pero la evidencia en los últimos años vincula las funciones
biológicas de los procesos quánticos, elevando la probabilidad de
que la conciencia dependa de los efectos quánticos no locales en el
cerebro.
Eso a su vez sugiere que el "problema duro" de la naturaleza de la
experiencia consciente requiere una visión del mundo en el que la
conciencia o sus precursores son componentes irreducibles de la
realidad, la geometría fundamental del espacio-tiempo en la escala
de Planck.
Max Planck (1931)
era clarividente cuando dijo:
"Considero la conciencia como fundamental. No podemos llegar
detrás de la conciencia."
Las tradiciones espirituales védicas y otras tienen supuestos
similares; la conciencia
y el conocimiento son intrínsecos al universo.
¿Como
llegaron ahí?
La físico Paola Zizzi ha
propuesto que el período de rápida inflación durante el muy temprano
Big Bang fue caracterizado por la superposición de múltiples
universos posibles.
Por E = fr/t, Zizzi (2004) ha calculado que el fin de la inflación
y la selección de este universo fue causado por un momento
consciente cósmico en un instante particular durante el Big
Bang (el "Gran
Guau).
Tal vez los posibles universos estaban relacionados con un universo
anterior, Penrose (2010) ha propuesto en "Ciclos de Tiempo," a
nuestro universo mutando y evolucionando con cada renacimiento.
El modelo de de conciencia de Penrose-Hameroff RO Orq propone una
conexión entre los procesos cerebrales quánticos y la geometría
fundamental del espacio-tiempo. En
este estudio consideramos RO Orq en el contexto de los reportes
anecdóticos de experiencias ECM/EFC, así como evidencia
circunstancial para la vida en el más allá, la reencarnación, y el
potencial de la conciencia quántica en la geometría del
espacio-tiempo.
Concluimos que el concepto de un "alma quántica" es
científicamente plausible.
El "alma quántica" implica la conciencia en el cerebro como lo
describe RO Orq, así como las características no locales,
incluyendo:
-
La
interconexión a través de enredos entre los seres vivos y el
universo
-
El contacto
con la sabiduría cósmica/valores platónicos incrustado como
información quántica en la geometría fundamental del
espacio-tiempo
-
La conciencia
como patrones en la geometría del espacio-tiempo no local
fractal/holográfica similar, capaces de existir en planos
más profundos y en escala independiente de la biología
Presentamos un enfoque secular, científico consistente con todas las
religiones y la ciencia conocida.
Con el advenimiento de la biología quántica, la no localidad en la
conciencia debe ser tomada en serio, potencialmente construyendo un
puente entre la ciencia y la espiritualidad.
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