Ya ha pasado mucho desde que escribí
algunas palabras para compartirlas con todos ustedes, ya habrán
notado que con menor frecuencia llego a realizar una publicación.
Esto se debe a que durante un largo periodo de tiempo he llevado
a cabo una gran tarea de trabajo interno y he encontrado muchas
cosas de las cuales deshacerme y otras que conservar y hacer
brillar en mi persona.
Ha sido un camino bastante complicado, siempre resulta
complicado confrontarse a las partes más oscuras y olvidadas de
uno mismo, comúnmente tenemos la tendencia a olvidarlas y
ocultarlas en lo más recóndito de nuestra personalidad y memoria,
pero una vez que salen a la luz es mejor estar preparado por que
la confrontación será ardua y desgastante, tanto como yo ahora
mismo me siento.
Comparto todo esto, porque quizás algunos de ustedes quienes
hayan leído las publicaciones que hay en esta página, ya habrán
idealizado una imagen de mi persona o tengan duda de quién es la
persona que está detrás del proyecto Shiny Demise.
A decir
verdad no estoy preocupado por las especulaciones que puedan
elaborarse en torno a mi persona, nunca he sido alguien que se
preocupe por la opinión que los demás tengan sobre mi.
Sin
embargo, en esta ocasión quiero abrirme un poco y dejarles saber
cuestiones humanas sobre mi.
A lo largo de todo el año anterior, tuve una serie de
experiencias que me llevaron desde el gozo y plenitud hasta la
frustración, depresión y confusión. Me encontré muchas veces en
una encrucijada donde las decisiones que tomara afectarían el
resto de mi vida, me hallé en situaciones donde mis virtudes
eran puestas a prueba para prevalecer ante mis peores actitudes
y deseos.
Viví una etapa difícil, donde enfrenté la enfermedad
al punto de colapsar y estar al borde de una situación de salud
bastante adversa, viejos "amigos" partieron de mi vida para
siempre pero a cambio llegaron a mi vida nuevas personas con
quienes encontré afinidad en mis actividades y mis pensamientos
y ahora son buenos amigos.
Asimismo, tuve que replantear mi vida
por completo, desde el esquema laboral hasta mi vida familiar,
redefiní proyectos, replanteé metas y evidentemente redefiní mis
prioridades.
Todo lo anterior sucedió en primer lugar porque después de haber
estado buscando respuestas sobre mi persona y mi razón de
existir, encontré una gran variedad de alternativas, métodos y
herramientas para poder alcanzar el punto que la mayoría de la
humanidad busca; la felicidad y la paz, ambas quizás siendo la
misma cosa.
Durante mucho tiempo creí también que esos dos
estados de consciencia se encontraban en el éxito profesional,
es decir, en la posición socioeconómica que conlleva un puesto
elevado en alguna empresa o corporación.
Sin embargo, con el
paso del tiempo me dí cuenta que la seguridad de un buen empleo
y por ende una buena posición socioeconómica solo llevan a un
estado de satisfacción efímero que con el tiempo se desvanece
cuando comienzas a pensar en todo el sistema en general y
concretas que dicho sistema está corrupto y lleno de calamidades,
aún cuando tiene ciertos beneficios y bondades.
Fue entonces como mi búsqueda del '¿Por qué?' se convirtió en el
'¿Cómo?'
Y poco a poco fui encontrando las respuestas a pesar de
que desde mis 14 años tuve la oportunidad de adentrarme al mundo
del esoterismo, ocultismo y otros temas holísticos.
Sentía que
algo seguía faltando en mi rompecabezas. El año pasado fue clave
para encontrar esa pieza y por fin la encontré, dicho quizás en
muchos idiomas y en miles de libros no entendí antes lo que
significaba hasta realmente darme cuenta por mi mismo que es
posible y alcanzable; la maestría interna.
Existen muchos seres que nos hablan en sus libros, conferencias,
relatos, biografías, etcétera, sobre aquel poder interior con el
cual estamos dotados y con el cual contamos en todo momento para
poder llevar a cabo cualquier cosa, desde lo más simple hasta lo
más inverosímil y loco.
Sin embargo y a decir verdad, nunca he
sentido esa sensación tan plena como algunos quienes la han
experimentado la describen; de unidad con el todo, esa sensación
de plenitud y gozo.
Me dí cuenta que muchas de las experiencias
que he tenido, donde me he sentido más lleno de vida y amor,
apenas son una pequeña proyección de aquella sensación y caí en
cuenta de que nunca es suficiente, siempre hay una nueva
aventura que emprender y un nueva lección que aprender.
Y con todo ello también concluí que existe un punto donde ningún
maestro puede enseñarte más allá de lo que ya conoces
teóricamente, simplemente puede guiarte a encontrarte a ti mismo
y mostrarte el como dejar fluir esa fuerza interna que la
mayoría llamamos Dios.
Desde hace tiempo he tenido la intensión de retransmitir mis
conocimientos hacia las personas a través de talleres,
conferencias, seminarios y demás. No lo he realizado del todo
puesto que no puedo vender un producto que no consumo al 100%,
pero estoy en un proceso de lograrlo. A menudo me cuesta mucho
trabajo, debo de reconocer que soy una persona con falta de
disciplina y en ocasiones bastante dispersa.
Como notarán, soy un ser humano común y corriente, con
experiencias tan similares a las que cualquiera de ustedes se
pudiera enfrentar, no soy ningún agente de desinformación como
algunos me han llamado ni mucho menos soy un sectario o fanático
de nada.
Si bien he caído en varias ocasiones en la crítica o
señalamiento de algún movimiento o persona, también reconozco
que ha sido falta de criterio que en su momento tuve, puesto que
todas y cada una de las cosas que existen siempre tienen algo
que puede ser útil, enfocarse solamente en lo inútil demuestra
la capacidad de ver solamente el punto negro en todas las cosas
y la falta de reconocimiento de lo "bueno" que hay en aquello
que pudiese aparentar ser tan aterrador y oscuro.
Ha sido mucho tiempo de introspección para mi y sigo haciéndolo
día con día, encontré que la felicidad radica en auto-realizarse
a uno mismo no solo siendo una persona "espiritual", sino más
bien cumpliendo con los sueños que vienen del corazón y
llevarlos a cabo, entonces aquello que llamamos éxito llega de
manera automática.
Me gustaría con esto, transmitirles también que no dejen de lado
sus propósitos y que si han llegado a puntos en los cuales
sienten cierta "fatiga espiritual", simplemente tomen un respiro
y replanteen nuevamente su proyecto de vida personal.
No importa
la religión, filosofía, doctrina o sistema de creencias que
tengan, el cambio siempre resulta fructífero porque siempre
viene detrás un gran aprendizaje. Y más aún, sean conscientes de
que nunca es suficiente, siempre hay más para dar y para recibir,
siempre hay más por aprender y desaprender.
Al final lo único que necesitan es confiar en ustedes mismos y
seguir esas "corazonadas" - cuando habla el corazón -
porque es
allí donde la voz de su espíritu les susurra incansablemente.
No
les puedo decir que dejen de buscar maestros o factores externos
para encontrar respuestas, pues quizás sean ellos mismos los
medios para caer en cuenta de que al final todo lo que ustedes
necesitan reside en el interior.
Con ello quiero dejarles una pequeña frase:
En esta eternidad que llamamos
vida, aquello que nos haya traído a este mundo siempre
tendrá sorpresas y alguna enseñanza que darnos, aún hasta en
el último momento de aliento que tengamos.
- Carlos del Ángel