por Brandon West Diciembre 2014 - Enero 2015 del Sitio Web ProjectGlobalAwakening
traducción
de
Adela Kaufmann
La Mecánica
de la Conciencia y la Intención La forma más directa de hacer un cambio profundo y duradero en su vida es la de cultivar una singular práctica diaria.
Elija una práctica para trabajar en ella todos los días, un hábito, y haga su intención absoluta de hacer esa cosa cada día, sin mirar más allá de este día.
Sólo dígase a sí mismo,
Wayne Dyer explica esto perfectamente:
Es esta actitud y esta perspectiva es la que nos permite avanzar hacia una cierta meta o aspiración y, en particular, transformarnos.
Especialmente si elegimos un acto singular que nos ayude a vivir nuestra felicidad y actuar sobre nuestra pasión, talento y creatividad, cultivar energía, conectarse al silencio interno (conciencia universal y la inteligencia), y aumentar nuestro nivel de conciencia, todo en una práctica, y hacer esta práctica en una base diaria.
Esta es la base del profundo crecimiento personal y espiritual a largo plazo.
Y una vez que esa una práctica esencial esté profundamente establecida, entonces podemos utilizar este mismo método para el cultivo de cualquier hábito futuro y por lo tanto conscientemente dirigir nuestro crecimiento en cualquier dirección que elijamos, o somos inspirados a crecer.
El Poder de Una Práctica
El acto de dirigir nuestra energía y enfocarla en un acto singular o meta cultiva lo que se conoce como intención.
Carlos Castaneda explica esta fuerza como tal:
El poder y la importancia de esta fuerza llamada intención, y cultivarla y conectarse a ella, es que tiene el poder de transformar y resulta en la manifestación de lo que sea que nos hemos propuesto.
Deepak Chopra en Las Siete Leyes Espirituales del Éxito explica que,
En otras palabras, la atención, tal como concentrar profundamente nuestra atención en algo a través del acto de cultivar una práctica con un propósito o intención establecida detrás de esa práctica específica, entonces nuestra energía se dirige hacia esta área de nuestra vida que hace que crezca y se amplíe.
La intención, sin embargo es la fuerza universal de la creación, que es el poder detrás de la manifestación de todo lo que vemos en el universo, y todo lo que ha sido creado, ya sea por el hombre o por la naturaleza o por el mismo cosmos. Cultivamos la intención, pero eso es engañoso porque la intención no es una fuerza que nosotros poseemos.
Tenemos la capacidad de conectarnos a esta fuerza y dirigirla conscientemente, y con libre albedrío, usando nuestra atención, y somos únicos en toda la creación en ese sentido.
Pero esta fuerza no es nuestra. No somos dueños de ella, sino que simplemente está a nuestra disposición para el uso consciente porque somos conscientes de nuestra propia conciencia.
Es por esto que somos maestros de creación y somos una especie privilegiada, porque sólo estamos dotados de esta capacidad de manejar el poder de la intención, que es la misma fuerza ejercida por la sola conciencia o mente para manifestar la realidad misma.
La mente suprema como algunos la llaman...
Somos lo mismo, con el mismo poder, sólo en una escala diferente. Es por eso que Jesús mismo al parecer (al parecer... como todo sobre él) se refirió a cada uno de nosotros como dioses.
Intención y Conciencia
Hay dos aspectos del universo:
Ellos no están separados ni nada, sino que son más bien dos aspectos diferentes de la misma dinámica universal fundamental. Como las dos caras de la misma moneda, si se quiere.
Sin embargo, he llegado a creer que estas fuerzas no son las mismas.
La conciencia es la conciencia del universo, disponible en todas las escalas. Es la inteligencia, si se quiere, que determina y orienta el camino de la creación, determinando el nacimiento de planetas y galaxias, y seres humanos, y árboles, ya que desea la existencia de estas cosas y centra su atención en manifestarlas. En la misma forma en la que lo hacemos nosotros.
Pero la intención es la fuerza que trabaja a través de la conciencia en todas las escalas, y tal vez incluso hace posible la consciencia. Y creo que la fuerza de la intención es tan insondable para la conciencia en todas las escalas, como lo es para nosotros.
La intención es la energía infinita y el potencial del universo, mientras que la conciencia surge de la dinámica de esta fuerza directamente a la creación a medida que avanza, explorando la infinidad de posibilidades que están disponibles.
La intención es el insondable campo de energía infinita e información que contiene toda posibilidad, mientras que la conciencia es la otra cara de la intención, y toda la creación es simplemente el subproducto de la interacción creativa entre los dos.
Intención a través de la Práctica
Así, a medida que la atención dirige la energía, y a medida en que nuestra atención comienza a acumularse en una cierta área de nuestras vidas, literalmente concentrándose, entonces, la fuerza de la intención comienza a trabajar a través de nosotros, a través de nuestra conciencia y se dirige al centro de coordinación creado por nuestra atención para transformar lo que sea en lo que estamos poniendo nuestra atención y manifestamos nuestros deseos.
Esto no sólo es el mecanismo detrás de la manifestación, sino también es el mecanismo detrás de la creatividad.
Llegamos a ser disponibles para la creatividad y para ideas creativas a través de cualquier medio con el que estamos intrínsecamente sintonizados: ya sea música o poesía o prosa, y nos hacemos disponibles a través de nuestra atención y compromiso con un arte, o de una persecución o materia.
De la misma manera, realmente no manifestamos nada. Sólo tenemos acceso a la fuerza que lo hace. La intención manifiesta, mientras que la conciencia simplemente elige qué manifestar. Y hay varios niveles de conciencia.
Nuestra propia conciencia es ilimitada, y a medida que expandimos nuestra conciencia a través de prácticas como la meditación y el yoga, se hace evidente que en los niveles superiores, nuestra conciencia comienza a fundirse con la conciencia universal, que es la fuente de toda otra conciencia en todos los seres al mismo tiempo. La línea entre el lugar en el que termina el universo y comienza nuestra conciencia se pierde porque nunca hubo una división, en primer lugar.
La separación era sólo una construcción del yo, una ilusión y una falsa creencia y suposición acerca de la realidad de la naturaleza.
Así, a medida que rendimos nuestro ego a través de la meditación nos hacemos disponibles a este aspecto de nosotros mismos.
Y nuestro ser superior, como se le conoce popularmente, es realmente conciencia universal. Así que vivir de acuerdo con la conciencia superior es vivir con un mayor grado de alineación universal y una comprensión y realización del orden universal.
Sin embargo, incluso ese mayor nivel de conciencia no está haciendo la manifestación, sino que todavía se está conectando a la intención de manifestar la realidad, simplemente organizándola a un mayor grado de orden.
Así, el cultivo de una práctica singular es, entonces, el arte de cultivar la atención, mientras se está conectando y volviéndose disponible para la intención. Y si usted elige un arte que es la encarnación de su dicha o una búsqueda que es el objeto de su dicha, entonces el cultivo de su práctica singular se transformará por completo.
A medida que su atención se vuelve más poderosa al sostener más usted esta práctica diaria de su elección, más profundamente usted podrá conectarse a la intención, y las cosas más grandes, que deberán trabajarse a través suyo.
Parte 2
Crecimiento
Espiritual
Toda transformación personal espiritual y realización de nuestros sueños y deseos sucede espontáneamente como resultado del crecimiento espiritual.
Esto es así porque el
crecimiento espiritual es el logro de una conciencia superior, la
realización de lo que realmente somos y nuestro propósito en la
vida, y la alineación espontánea en acción con la conciencia
superior y nuestro llamado más alto.
Así, cada día tenemos éxito en completar nuestra práctica, consistentemente trascendemos la Mente, nuestro Ego, y todos los patrones de conducta negativos y creencias limitantes que definen nuestro ego al encarnar nuestra naturaleza espiritual infinita un poco más cada día.
Esto nos da un enorme poder porque el aspecto de nosotros mismos que se resiste a una práctica de volver al silencio interior debe ser, por definición, el falso yo - yo - porque la única parte de nosotros mismos que se resistirá a regresar a la conciencia infinita, que es el silencio interior, y que también se resistirá a nuestro propósito de la vida y la vocación que igualmente nos devuelve a la memoria de la conciencia infinita que está dentro de nosotros, debe ser invariablemente el aspecto de nosotros mismos que no es conciencia pura, es decir, el falso yo.
Déjeme explicar por qué.
Si usted trata de hacer todas esas cosas en su lista de cosas por hacer cada día, y seamos honestos, todos tenemos innumerables cosas luchando por nuestra atención en un momento dado, el resultado final es que seremos más profundamente sumergidos en la mente y apartados de la inspiración mientras nos enfocamos en actuar con la actitud de 'hacer las cosas'.
Por lo tanto es probable que no experimentemos la verdad de nosotros mismos como conciencia pura en ese día, lo que significa que no vamos a aprovechar nuestro potencial y creatividad, tampoco.
Así conseguimos desprendernos de ese aspecto de nosotros mismos, y cuando juntamos varios días de forma consecutiva en los que no nos conectamos con nuestra naturaleza espiritual y trabajamos en el crecimiento espiritual, entonces somos cada vez más y más atraídos al ego, a nuestro falso yo, y lejos de la conciencia infinita que es lo que realmente somos.
Un día no es un gran problema. Pero, ¿un mes? ¿6 meses? ¿Un año? Desde el nacimiento hasta este momento en su vida?
Una vez que usted comienza a moverse lejos, usted comienza a definirse a sí mismo basado en criterios sin importancia o, al menos, inexactos, que es la esencia de lo que es el ego. Y esto es cuando terminamos yendo por caminos equivocados, porque no estamos permitiéndonos ser una expresión de los niveles más altos de nuestra propia conciencia infinita.
Y en su lugar, simplemente estamos viviendo nuestras vidas como una expresión de nuestros pequeños, limitados y pequeños egos, que son productos de la mente, no de la conciencia.
Y sólo hay una dirección de nuevo a la fuente: el silencio interior que se logra a través de nuestra una práctica y de actuar espontáneamente en alineación con nuestra más alta vocación. Y cuando nos centramos en nuestra una práctica, lo otro sucede espontáneamente.
Así que, si lo único que hacemos en el día es conectar con la intención cultivando la atención, mayor energía y conciencia, salud, vitalidad y así sucesivamente con una práctica orientada internamente, entonces vamos a actuar y a vivir de este aspecto superior de nosotros mismos para el resto del día, o al menos durante una mayor parte de la jornada que si tuviéramos que hacer algo más que despertar a una conciencia superior.
Confíe en
su intuición
AY por esta razón no hay un camino de regreso al espíritu, porque todos somos diferentes y por lo tanto tenemos tanto diferentes necesidades como diferentes pasiones y misiones aquí en la tierra.
Todos somos únicos, por lo tanto ninguna práctica funciona de la misma forma para dos personas (excepto, quizás, meditación, más o menos, porque nos lleva a la fuente de la que emana todo. Sin embargo, con eso se dice que hay diferentes estilos y técnicas de meditación que son más beneficiosas, dependiendo de la persona).
Por lo tanto, nuestra tarea es encontrar la técnica, el estilo, y la práctica que mejor se adapte a nosotros y se complementa con nuestra naturaleza y al mismo tiempo satisfaga nuestras necesidades y requerimientos para una práctica espiritual/meditación.
Es por esta razón por la
que no creo que debamos elegir cualquier camino en la vida, sobre
todo nuestro propósito en la vida o nuestro llamado.
Estas cosas deben y se desarrollarán de forma natural y nosotros no deberíamos tener que obligarnos a seguir un camino y una forma de vida. En cambio nuestro llamado nos elegirá a nosotros y se revelará de manera espontánea y orgánicamente en nuestras vidas a medida que avanzamos hacia el interior a través del crecimiento espiritual que entra en una mayor y más fina alineación con nuestro verdadero yo.
Nuestra pasión y nuestra felicidad es lo más importante, porque la pasión es la energía de resonancia dentro de nosotros entre lo que estamos haciendo/quien estamos siendo en este momento, con nuestro ser infinito, universal. Esta energía es lo que significa para nosotros haber encontrado nuestro llamado y que está surgiendo de dentro de nosotros, lo que simplemente es el camino en la vida que es la perfecta expresión de nuestra verdadera naturaleza espiritual.
Así, por esta razón, la cosa más importante que usted como un individuo puede hacer cada día es la práctica singular o búsqueda que cultiva su conciencia espiritual y revela su pasión y su verdadero yo a usted.
Estamos viviendo en un mundo moderno y de muchas maneras un mundo sin precedentes en toda la historia humana, se caracteriza y define por la diversidad infinita. Como tal, no todos estamos destinados a ser yoguis en el sentido de místicos reclusos.
Sin embargo, la belleza es que este no es el único camino hacia una mayor conciencia, crecimiento espiritual y evolución.
Seguir su felicidad va a lograr los mismos o similares estados de conciencia superior simplemente haciendo lo que está en su naturaleza hacer, ya sea escribiendo libros, o practicando y enseñando yoga, o navegando... siempre y cuando se tome el tiempo todos los días para cultivar y aumentar su nivel de conciencia y conciencia espiritual.
Yo siempre recomiendo encarecidamente que la meditación conforme su una práctica o sea una parte de su una práctica, debido a la fuerza con la que puede y va a complementar cualquier camino en el que usted está, debido a que mejora su conexión con su ser inherente, asegurando que se quedará en ese camino, y se mantendrá conectado e inspirado.
Así, cuando nos comprometemos a diario para la práctica singular que es de naturaleza espiritual y que sirve como piedra angular de nuestras vidas, entonces estaremos en el propósito, y actuaremos a partir de la inspiración, mientras está centrado en un lugar de paz, verdadera creatividad, e incluso a veces perfección que emana de este profundo sentido de la armonía universal que hemos cultivado para nosotros mismos.
Y este estado sólo se pone más profundo.
Una vez que nos comprometemos a hacer que una práctica o hábito dedicado de alguna manera hacia el crecimiento espiritual cada día, mientras más consistentemente hagamos esto y más larga se vuelve nuestra racha consecutiva, más profundamente centrados y en el propósito estaremos, y más profundamente encarnaremos, expresaremos y manifestaremos la inteligencia infinita del universo.
|