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del Sitio Web Shift
traducción de
Adela Kaufmann
Crecemos pensando y creyendo que el mundo y la realidad en la que existimos en es algo tangible y físico, y que es así como se percibe.
Sin embargo, este proceso de pensamiento no sólo se vuelve desilusionado con varios fenómenos difíciles de explicar, pero las percepciones son entendidas tan e subjetivamente que no reflejan una realidad objetiva, si tal realidad siquiera existe.
Con los importantes avances en el conocimiento y la información obtenida por la raza humana en su historia más reciente, los cambios radicales en la forma en que se percibe la realidad se están formulando.
Cuando el universo una vez fue visto como un espacio vacío, con fragmentos de materia esparcidos que ahora están siendo vistos como una proyección holográfica derivada de una realidad primaria invisible a nuestros instrumentos biológicos y tecnológicos.
La evidencia de una realidad holográfica se está volviendo muy abundante; demasiado para ser ignorada.
Lo que le da más credibilidad es que aquellos que han experimentado estados de conciencia más elevados y escalones de la realidad a través de la meditación, proyección astral, o enteógenos han estado proclamando las mismas reflexiones y aforismos holografescos.
Para dar sólo un ejemplo, se produjo la investigación realizada en 1982 en la Universidad de París, que descubrieron que bajo ciertas circunstancias las partículas subatómicas como los electrones son capaces de instantáneamente comunicarse entre sí independientemente de la distancia que los separa. No importaba si eran 10 pies o 10 mil millones millas de distancia.
De alguna manera cada partícula siempre parecía saber lo que hacía la otra.
El gran físico David Bohm creía que estos resultados implican que la realidad objetiva no existe, que a pesar de su aparente solidez, el universo es en el fondo un fantasma, un gigantesco y espléndidamente detallado holograma.
Dentro de un holograma, todo está dentro de la parte. No importa cuántas veces se divide el conjunto, la parte siempre contendrá su totalidad.
Así como las realizaciones de mayor conciencia muestran que cada parte, tan aparentemente pequeña o independiente, es la realidad total y la Fuente de la realidad misma, contiene esa misma fuente y vice-versa.
La deducción de
los experimentos holográficos concluyen que la autonomía y la
separación son una ilusión (maya) y
que todo es uno.
Si la aparente separación de las partículas subatómicas es ilusoria, significa que en un nivel más profundo de la realidad, todas las cosas en el universo están infinitamente interconectadas.
Los electrones
en un átomo de carbono en el cerebro humano están conectados a las
partículas subatómicas que componen cada salmón que nada, cada
corazón que late y cada estrella que brilla en el cielo. La Unidad
prevalece.
En su nivel más profundo, la realidad es una especie de super-holograma en el que el pasado, el presente y el futuro existen simultáneamente.
El universo en tres dimensiones en que vivimos es el holograma creado a partir de una realidad primaria que está fuera del espacio y el tiempo, por lo que es una copia de algo "real", por lo que tendría sentido en tal caso que nuestro verdadero yo está en otra realidad.
Nuestra conciencia es nuestro yo real. La Conciencia es todo, y por lo tanto, no es nada, ya que todo lo que es, es la conciencia.
Para seguir reforzando el caso de una realidad holográfica, considere lo siguiente:
Todas las realidades relativas son creadas por la conciencia que existe en relación a sí misma.
No
hay nada más. Ninguna
de las cosas que percibimos como separadas tiene una existencia
independiente, ya que todos son en realidad extensiones relacionales
de la unidad subyacente de la conciencia. La realidad física es un
producto de la conciencia.
La realidad
física no interactúa consigo misma en alguna manera desconocida para
causar que la conciencia venga a la existencia. La conciencia, en el
proceso de la reiterada y progresiva relación consigo misma se
convierte en la conciencia de la experiencia, y por lo tanto crea la
realidad física.
Llega una
comprensión de que somos
seres multidimensionales que
existimos simultáneamente en muchos niveles de la realidad cuántica.
Centrándose en los aspectos específicos de la realidad puede desviarse uno mismo de descubrir y darse cuenta de la razón por la que él o ella existen en estos momentos. Por eso, una de las medidas para alcanzar la iluminación es reemplazar el miedo y la ira con asombro y curiosidad.
¿Ha experimentado un cambio de percepción acerca de la realidad todavía? Por lo menos, espero que usted seas capaz de ampliar ahora su mente a los reinos anteriormente no visitados. La Realidad es un lugar misterioso y emocionante.
Seamos todos exploradores de esta encantadora experiencia de vida.
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