por Barbara Starfield
Julio,
2000
traducción Axel Makaroff
del Sitio Web
AxelMakaroff
Extractos del artículo de la Dra. Barbara Starfield, Departamento de
Políticas y Administración de Salud,
Escuela de Higiene y Salud
Pública John Hopkins, Baltimore, MD
Journal of the American Medical Association Vol 284 26 de Julio,
2000 |
Este artículo del Journal of the American Medical Association
(JAMA) es el mejor que he visto en toda mi vida, publicado en
la literatura científica, que documenta la tragedia del paradigma
médico tradicional.
Esta información es una continuación del Informe del Instituto de
Medicina que apareció en los medios en diciembre de 1999, pero era
difícil hallar las referencias de los datos dado que no apareció en
una publicación con reseña académica. Ahora se ha publicado en el
JAMA, que es la publicación médica con mayor circulación del mundo.
La autora es la Dra. Barbara Starfield, de la Escuela de
Higiene y Salud Pública John Hopkins, y describe cómo el sistema de
salud de los EE.UU. puede contribuir a la mala salud.
Muertes por año:
-
12.000 – cirugías innecesarias (8)
-
7.000 – errores de medicación en hospitales (9)
-
20.000 – otros errores en hospitales (10)
-
80.000 – infecciones en hospitales (10)
-
106.000 – efectos negativos de medicamentos (que no son errores) (2)
¡Esto suma 250.000 muertes por año por causas iatrogénicas!
¿Qué significa “iatrogénicas”?
El término se define como “inducido en un paciente por la actividad,
manera, o terapia utilizada por un médico.” Se usa especialmente
refiriéndose a una complicación del tratamiento.
La Dra. Starfield nos advierte sobre cómo interpretar estos números:
-
La mayoría de estos datos provienen de estudios realizados en
pacientes hospitalizados
-
Estas estimaciones son solamente
de muertes, y no incluyen los efectos negativos asociados a
la incapacidad o al malestar
-
Las estimaciones de muertes debidas a errores son más bajas que las
del informe del Instituto de Medicina (1)
Si se utilizan las estimaciones más altas, las muertes debidas a
causas iatrogénicas estarían entre 230.000 y 284.000. De cualquier
manera, 225.000 muertes por año constituye la tercera causa de
muerte en los EE.UU., después de las muertes por enfermedad
cardiovascular y cáncer. Incluso si son exagerados, hay un amplio
margen entre este número de muertes y la siguiente causa principal
de muerte (enfermedad cerebrovascular).
Otro análisis concluyó que entre 4% y 18% de los pacientes regulares
experimentan efectos negativos en ámbitos ambulatorios, incluidos:
-
116 millones de visitas extra al médico
-
77 millones de recetas extra
-
17 millones de visitas a la sala de emergencias
-
8 millones de hospitalizaciones
-
millones de admisiones por tiempo prolongado
-
199.000 muertes adicionales
-
77.000 millones de dólares extra de gastos
El alto costo del sistema de salud se considera un déficit, pero
parece ser tolerado por la creencia de que el mayor gasto equivale a
más salud.
Sin embargo, la evidencia de algunos estudios indica que hasta el
20% o 30% de los pacientes recibe cuidados inadecuados.
Entre 44.000 y 98.000 de los mismos mueren cada año, como resultado
de errores médicos (2)
Esto podría tolerarse si resultara en una mejor salud, pero, ¿es así?
En una reciente comparación entre 13 países
(3,4), los EE.UU. se
ubican en promedio en el puesto 12, según 16 indicadores de salud.
Más específicamente, la ubicación de los EE.UU. para varios
indicadores fue:
-
13° (último) en porcentaje de nacimientos con bajo peso
-
13° en mortalidad neonatal y mortalidad infantil general
(14)
-
11° en mortalidad post neonatal
-
13° en años de vida potencial perdidos (excluyendo las causas
externas)
-
11° en expectativa de vida de mujeres al año de vida, 12° para
hombres
-
10° en expectativa de vida a los 15 años, para mujeres; 12° para
hombres
-
10° en expectativa de vida a los 40 años, para mujeres; 9° para
hombres
-
7° en expectativa de vida a los 65 años, para mujeres; 7° para
hombres
-
3° en expectativa de vida a los 80 años, para mujeres; 3° para
hombres
-
10° para mortalidad ajustada de acuerdo a la edad
La pobre realización de los EE.UU. fue confirmada recientemente por
un estudio de la Organización Mundial de la Salud, que usó datos
distintos, y ubicó a los Estados Unidos en el puesto 15°, entre 25
países industrializados.
Existe la percepción de que el público norteamericano “se porta mal”
(fuma, toma alcohol y es violento). Sin embargo, los datos no apoyan
este supuesto.
El porcentaje de mujeres que fuman va de un 14% en Japón hasta un
41% en Dinamarca. En Estados Unidos es de 24% (el quinto mejor). En
el caso de los hombres, el porcentaje va de un 26% en Suecia hasta
un 61% en Japón. En Estados Unidos, es de 28% (el tercer mejor).
EE.UU. se ubica en el quinto mejor lugar en relación al consumo de
alcohol.
En EE.UU., el consumo de grasas animales es relativamente bajo (el
quinto más bajo para hombres de entre 55 y 64 años entre 20 países
industrializados), y la concentración promedio de colesterol en
sangre es la tercera más baja, en hombres de entre 50 y 70 años,
entre 13 países industrializados.
Está claro que la falta de tecnología no es un factor que contribuya
a la baja ubicación de los EE.UU. en el ranking:
Entre 29 países, los Estados Unidos se ubican segundos (después de
Japón) en cuanto a disponibilidad de unidades de imagen por
resonancia magnética y de tomógrafos computados, por cada millón de
personas. (17)
Sin embargo, Japón está primero en salud, mientras que EE.UU. se
ubica entre los últimos.
Es posible que en Japón, la elevada utilización de tecnología se
limite al diagnóstico, y no incluya altas tasas de tratamiento,
mientras que en EE.UU., las altas tasas de tecnología de diagnóstico
pueden estar relacionadas con mayores tasas de tratamiento.
Dando sustento a esta posibilidad, existen estadísticas que muestran
que el número de empleados por cama (al equivalente de tiempo
completo) en Estados Unidos es el más alto entre todos los países
del ranking, mientras que en Japón el número es muy bajo, mucho
menor de lo que se puede atribuir a la habitual práctica de que los
miembros de la familia cuiden a los enfermos, en vez del personal
del hospital.
Para comunicarse con la autora:
-
Barbara Starfield, MD, MPH
-
Department of Health Policy and Management
-
Johns Hopkins School of Hygiene and Public Health
-
624 N Broadway, Room 452
-
Baltimore, MD 21205-1996 (ESTADOS UNIDOS)
-
(e-mail: bstarfie@jhsph.edu).
Referencias:
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Fuente: Optimal Wellness Center
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