por Claudio Fabián Guevara
24 Mayo 2013
del Sitio Web
NuevoCronista
No sólo de radiaciones se alimenta el cáncer inducido.
Las
armas para la
eliminación discreta de personajes molestos incluyen ropa contaminada,
hongos letales y “virus saltarines” transmitidos por animales.
Maravillas de
la ciencia de los campeones de la democracia.
No será nada fácil el trabajo de la comisión científica que intentará
dilucidar cómo fue atacado el presidente Hugo Chávez para activarle una
agresiva cepa de cáncer.
El “asesinato discreto” o “científico” de líderes
es una industria de largo aliento en las potencias hegemónicas. Gracias al
incansable esfuerzo de centenares de científicos, la humanidad goza de un
arsenal de armas silenciosas que puede liquidar personajes molestos con
perfecto arte y disimulo.
Las potencias llevan más de medio siglo explorando el área con dedicación.
En 2007, el periodista Robert Burns de la Associated Press, luego de
analizar documentos desclasificados del Ejército de Estados Unidos del año
1948, reveló cómo se exploró,
“la posibilidad de utilizar venenos
radioactivos para asesinar a ‘personas importantes’, como líderes militares
o civiles”.
“El esfuerzo formó parte de la búsqueda secreta de los militares para un
‘nuevo concepto de guerra’ usando materiales radiactivos de la bomba atómica
para contaminar franjas de tierra enemiga o para utilizar contra bases
militares, fábricas o tropas enemigas.
Entre los documentos entregados a la AP -una nota del Ejército de fecha 16 de diciembre de 1948 y clasificada
secreta- se describe un programa intensivo para desarrollar una variedad de
usos militares de los materiales radiactivos…
La cuarta prioridad del
‘ranking’ fue ‘municiones para atacar a los individuos’ usando agentes
radiactivos para los que ‘no hay curas ni terapia”.
Desde aquellos trabajos pioneros hasta ahora, los campeones de la democracia
han avanzado mucho en su intento de hacer del mundo un lugar más conveniente
a sus intereses.
Percy Alvarado Godoy revela cómo el cáncer como arma continúa siendo un área
importante de estudio para el Gobierno estadounidense a través del
Departamento de Investigaciones del Cáncer en Fort Detrick, en Frederick,
Maryland.
Este lugar es conocido por ser el centro de la guerra biológica
del Pentágono, donde han desarrollado diferentes enfermedades letales e
incluso actualmente está siendo investigado por la muerte de más de 600
personas que viven en las zonas residenciales cercanas a las instalaciones
militares.[1]
Alvarado destaca que desde 1975 las,
“investigaciones ultra secretas están
encaminadas a desarrollar un programa especial de virus del cáncer,
sumamente agresivo y letal…
La insistencia de estos laboratorios en lograr
los mecanismos para elaborar artificialmente células malignas o cancerígenas,
sumamente invasivas y capaces de propagarse en el organismo desarrollando
una metástasis incontenible, se ha mantenido a lo largo de más de cuatro
décadas”.[2]
Por eso, cuando algunos “voceros de la ciencia" desmintieron como “no
científica" la posibilidad de generar un cáncer en forma intencional,
hablaban desde su ingenuidad o su ignorancia.[3]
Es fácil presumir que
ninguno de los oncólogos consultados por la prensa tiene acceso a los
últimos resultados de medio siglo de investigación militar de avanzada para
lograr ese objetivo.
¿Se acuerdan del escarabajo de Matrix?
El gobierno venezolano anunció, junto con la muerte de Chávez, que tenía
pistas sobre un cáncer “inoculado" producto de una conspiración
“internacional” y que iniciaría una investigación para llegar a la verdad
sobre el origen de la enfermedad del líder de la revolución bolivariana.
¿Cuáles
son esas pistas? ¿Qué puede rastrear la comisión?
Es un verdadero enigma. Las posibilidades son múltiples, porque el arsenal
de armas encubiertas es versátil y ultrasecreto. Lo poco que conocemos
públicamente procede de documentos desclasificados fechados décadas atrás.
Para colmo, Hugo Chávez era un hombre muy expuesto públicamente en
diferentes escenarios, por lo tanto vulnerable a través de diferentes
técnicas.
Nótese que el cubano Fidel Castro, hombre récord en materia de intentos de
asesinarlo, siempre fue muy cuidadoso en sus salidas al exterior, y desplegó
un eficiente operativo de inteligencia antes de exponerse en el exterior.
Aún así, casi lo mata una misteriosa enfermedad estomacal-intestinal al
regreso de una cumbre en Argentina.
Fidel, cuentan hoy muchos articulistas, previno al venezolano años atrás:
"Chávez,
tienes que cuidarte. Esta gente (los estadounidenses) ha desarrollado
tecnología. Eres muy descuidado. Ten cuidado con lo que comes, con lo que te
dan de comer... Una pequeña aguja y te inyectan no sé qué”.
Aquí algunas hipótesis que pueden barajar los investigadores:
-
Implantes y dispositivos irradiantes:
Como vimos en capítulos precedentes,
la irradiación con microondas pulsátiles, en dosis y frecuencias adecuadas,
puede inducir cáncer.
Sin embargo, debemos pensar en suficientes periodos de
tiempo, y/o en una radiación diseñada específicamente para la víctima, a
partir de su ADN.
En este sentido, es sugestivo el pedido que la CIA realizó
a la embajada norteamericana en Paraguay, revelado por Wikileaks en 2008,
para que colecte toda la data biométrica, incluyendo el ADN, de los cuatro
candidatos a presidente. [4]
Para persistir en el objetivo de irradiar a Chávez hasta enfermarlo, se
hubiera necesitado un dispositivo con “tracking” (seguimiento personalizado).
Esto es técnicamente posible y ha sido experimentado. Una posibilidad reside
en implantes que permitan la localización de la víctima en todo momento.
Un
artículo en la revista electrónica ‘Slate Magazine’ refiere que,
Lo más efectivo: implantar un mecanismo que emita radiación
dentro del cuerpo del adversario.[5]
También es posible que el implante “señale” permanentemente la localización
de la víctima a una fuente de radiación externa (satelital, por ejemplo).
Los implantes han sido denunciados por víctimas de ataques encubiertos.[6]
Es difícil pensar que un jefe de Estado, atendido presuntamente sólo por
médicos de extrema confianza, pudiera sufrir un implante contra su voluntad.
Sin embargo, el embalsamamiento de Chávez (luego suspendido) pudo haber sido
en principio una estrategia de rastreo.
-
Comidas o ropa contaminada:
El investigador y periodista Jeremy Bigwood
explica que hay muchos agentes que causan cáncer que fueron convertidos en
armas en Estados Unidos en Fort Detrick, el Arsenal de Edgewood y otras
bases militares y centros del Departamento de Energía.
Cita que las
micotoxinas (hongos tóxicos) fueron convertidas en armas.
Las micotoxinas T2
pueden producir necrosis en el tejido que penetran y convertirse en cáncer,
cuando no son inmediatamente letales. Se puede inducir cáncer con éstas y
otras sustancias que entren en contacto con el sistema digestivo mediante
alimento o bebidas contaminadas, o incluso pasta de dientes. [7]
La CIA también fue pionera en el uso de agentes causantes de cáncer que
podrían infectar a sus víctimas a través de la inyección, inhalación o
contacto con la piel a través de la ropa, especialmente ropa interior.
Aquí
se debe recordar que el agresivo cáncer de Chávez comenzó en su región
pélvica. Y que uno de los intentos de asesinatos de Fidel se basó en
contaminar sus botas.
-
Virus saltarines y en aerosol:
Wayne Madsen, de Global Research,
relata que
aún después de la Convención de la Guerra Biológica que prohibió el uso de
armas biológicas en 1972, la producción a gran escala de virus continuó en
secreto, y en 1977 se contabilizó el “éxito” de 60.000 litros de virus
oncogénicos e inmunosupresores.
La CIA y el Pentágono se ufanan de tener en
sus arsenales toxinas botulínicas, que pueden causar intoxicación mortal.
Un
investigación de Fort Detrick incluyó la transmisión por aerosoles de virus
causantes de cáncer, y la producción de especies de virus “saltarines” que,
usando especies animales como trampolín, podrían lanzarse a los seres
humanos con la intención de causar cáncer.
Hay tal cantidad de documentación sobre el uso de armas que provocan cáncer,
que la existencia de este tipo de armas no está en tela de juicio. Por algo
la CIA se niega a informar sobre su participación en la muerte de Chávez,
negando el derecho a la información de sus propios ciudadanos.[8]
La cuestión está en desentrañar las técnicas para evitar nuevos ataques y
más víctimas. Y sobre todo, en desarmar a la criminal organización que las
impulsa.
Una misión de toda la humanidad contra un enemigo desbocado y
monstruosamente peligroso.
***
El líder palestino fue asesinato
Arafat, una víctima certificada 9 años después
Fidel Castro casi murió de una misteriosa dolencia intestinal y estomacal
que contrajo después de asistir a la Cumbre de los Pueblos (2006) en
Córdoba, con Chávez y Néstor Kirchner.
Un cable de Buenos Aires Embajada de EE.UU. de fecha 26 de julio de 2006,
demostró el desagrado de Washington con la presencia en Córdoba de Castro y
Chávez, junto a Kirchner:
"Lo que era notable en la cumbre fue el grado en
que Argentina y Brasil, los dos protagonistas principales en el Mercosur
desde su fundación, interpretaron papeles secundarios en esta cumbre,
mientras que Chávez y Castro dominaron el encuentro”.
De los tres participantes en la Cumbre de los Pueblos, Kirchner y Chávez
están ahora muertos.
Kirchner murió de un repentino ataque al corazón y
Chávez de un cáncer agresivo en la zona pélvica. Fidel resignó sus funciones
de jefe de Estado cuando estuvo al borde de la muerte.
La muerte del líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)
en 2004, Yasser Arafat, confirma la terrible eficacia de los asesinatos
encubiertos. Fue víctima de envenenamiento fulminante de sus glóbulos rojos
y ni siquiera se pudo diagnosticar el producto letal en el Hospital de París
por los médicos franceses.
Por supuesto, las autoridades israelíes negaron la participación del Mossad
en la muerte de Arafat durante nueve años, hasta finalmente en enero de
2013, el presidente Shimon Peres admitió por primera vez la participación de
Tel Aviv en la muerte del ex presidente de la Autoridad Nacional de
Palestina (ANP).
Dijo que el ex primer ministro Ariel Sharon había ordenado
el asesinato de Arafat durante una conversación con el exministro de defensa Shaul Mofaz.
Antes, una comisión internacional de médicos confirmó que el
líder palestino había sido envenenado.
Referencias
[1] “Estas personas, entre muchas más, han muerto todas de cáncer, y
sospechan que desde el Fuerte han botado sus tóxicos en el agua que luego es
suministrada a las zonas residenciales. Los exámenes del agua en las zonas
alrededor del Fuerte Detrick han evidenciado un alto nivel de tóxicos que
causan cáncer, incluso más de 3.000 veces de lo que debería ser para ser
potable”. Eva Golinger. “¿Quién mató a Hugo Chávez?”. RT Actualidad, 5 de
abril 2013.
[2] Percy Alvarado Godoy. ‘Cáncer inducido, ¿Un arma de la CIA?’
- 29 de
diciembre del 2011.
[3] Fabiola Czubaj. “Inocular un cáncer, una teoría conspirativa que carece
de fundamento científico” - La Nación de Buenos Aires. Marzo 2013
[4] Charles Kong Soo. “Cancer the secret weapon?”
[5] Citado por Eva Golinger.
[6] John J. McMurtrey realiza un detallado informe sobre denuncias de este
tipo, así como la forma en que funcionan los dispositivos utilizados,
patentes y empresas proveedoras. John J. McMurtrey, M. S. “Remote Behavioral
Influence Technology Evidence”. Dic. 2003.
[7] Wayne Madsen
"Scientific Assassinations" Are Part of the CIA’s Modus
Operandi - Global Research, March 12, 2013
[8] “Rechaza CIA aportar información sobre posible asesinato de Chávez”. En Cubadebate, Abril 2013