por Melissa Dykes
July 28, 2015
del Sitio Web
TruthStreamMedia
traducción de El Robot Pescador
31 Julio 2015
del Sitio Web
ElRobotPescador
Versión original en ingles
Parece que en el futuro, no se van a respetar ni las fronteras de
nuestro cerebro.
Ya se están desarrollando diversas tecnologías invasivas de nuestra
privacidad que prácticamente nos convertirán en esquizofrénicos,
obligándonos a escuchar anuncios dentro de nuestra cabeza sin
nuestro permiso.
Parece una fantasía, pero ya se han dado varios pasos en esa
dirección.
Por ejemplo, hace ya un par de años se anunció el desarrollo de un
dispositivo llamado "Talking Window".
Talking Window aprovechaba la costumbre que tienen algunos
pasajeros en los trenes de recostar la cabeza sobre la ventana al
quedarse dormidos. La tecnología hacía vibrar el cristal de la
ventana y dicha vibración se transmitía al interior del cráneo, de
manera que el viajero apoyado en la ventana, escuchaba un anuncio
dentro de su cabeza… que nadie más podía escuchar.
Tal y como describe el video:
"Una ventana vibrante y silenciosa
se convierte en un novedoso medio de audio.
Un transmisor especial libera
oscilaciones de alta frecuencia que se convierten en sonido en
el cerebro, sin ningún tipo de señales acústicas que viajen a
través del oído".
Parece un invento anecdótico, destinado
a fracasar estrepitosamente, pero deberíamos tomarlo muy en serio:
nos está hablando del tipo de publicidad y de tecnología que se
desarrollará en un futuro inmediato y de la filosofía invasiva a
nivel mental que conlleva.
Otro ejemplo lo vimos en una publicidad de un canal de televisión
dedicado a la temática paranormal, llamado Paranormal State,
ya hace unos años…
La gente que caminaba por la calle, al llegar a un determinado punto
en una esquina, de repente escuchaba una voz susurrante que parecía
no salir de ninguna parte.
La voz era proyectada desde lo alto de
un edificio, donde había un anuncio y desde el cual se transmitía el
sonido focalizado sobre un punto, de manera que solo individuos que
estuvieran en ese lugar exacto sobre el que se proyectaba el sonido,
podían escuchar el anuncio.
Todo este tipo de tecnología no tiene nada de novedoso. Ya existe
desde hace años, pero hasta ahora solo la utilizaban los militares.
Si echamos la vista atrás, encontraremos, por poner un ejemplo, la
patente de un invento publicado el 27 de octubre de 1992; se trata
de la patente estadounidense
5,159,703 para un "sistema de
presentación subliminal silencioso" que fue supuestamente
desarrollado para uso militar.
Utilizaba un rango de frecuencias muy alto o muy bajo, prácticamente
inaudibles o en el espectro de frecuencias ultrasónicas, que eran
moduladas para transmitir acústicamente o vibratoriamente, por
inducción cerebral, mensajes concretos que podían ser escuchados
dentro del cerebro.
Se estima que el Pentágono probó en secreto esta tecnología sobre
los soldados iraquíes en la
Operación Tormenta del Desierto,
provocando que decenas de miles de personas se rindieran sin tan
solo efectuar un disparo.
De acuerdo con un artículo titulado, "El Sonido del Silencio: La
antítesis de la libertad -
The Sound of Silence: The Antithesis of
Freedom" del Dr. A. True Ott, se informó brevemente
de estas pruebas de guerra psicológica en la prensa internacional
(como en la ITV británica), aunque la información fue prácticamente
censurada en Estados Unidos.
"El 23 de marzo de 1991, una breve
noticia fue publicada en un boletín de la ITV titulado 'la
guerra psicológica de Alta Tecnología llega a Medio Oriente'.
Esto fue durante la administración
de
George Bush padre, durante la 'Operación Tormenta del
Desierto' y describe con un detalle notable una de las
operaciones de guerra psicológica encubiertas de Estados Unidos
que fue desplegada con éxito contra las tropas iraquíes en
Kuwait"
Así es como informó la prensa británica
sobre el incidente:
Un programa de guerra psicológica
increíble y altamente clasificado que utiliza técnicas de
proyección de "Sonidos Silenciosos" ha sido desplegado con
éxito.
La oportunidad de utilizar esta tecnología se presentó cuando el
sistema de mando y control militar de Saddam Hussein fue
destruido.
Las tropas iraquíes fueron obligadas a utilizar las emisoras de
radio de FM comerciales para transmitir órdenes codificadas, que
se emiten en la frecuencia de 100 MHz.
El equipo de operaciones
psicológicas de Estados Unidos estableció su propio transmisor
FM portátil, que utiliza la misma frecuencia, en la ciudad
desierta de Al Khafji. Este transmisor de EE.UU. acabó dominando
a la emisora local iraquí.
Fue así como, junto con música
patriótica y religiosa, la operación consiguió transmitir,
"órdenes militares vagas,
confusas y contradictorias así como otra información
destinada a confundir a las tropas".
Sin embargo, mientras desorientaban
a los soldados a través de la emisora, los norteamericanos
desplegaban una tecnología mucho más poderosa, con un efecto
subliminal.
Un sofisticado sistema electrónico diseñado para "hablar"
directamente en la mente del oyente; alterar y arrastrar sus
ondas cerebrales, manipular los patrones electroencefalográficos
de su cerebro y así implantar artificialmente estados
emocionales negativos:
...fueron proyectados en la mente de
los soldados iraquíes.
Este sistema subliminal
increíblemente eficaz no sólo induce a las personas a sentir
determinadas emociones; de hecho, literalmente implanta esas
emociones en la mente de los objetivos, haciéndolas sentir como
si fueran algo propio.
¿Esto es posible? ¿Es una fantasía?
Bien, lo cierto es que los militares norteamericanos han admitido la
existencia de esta tecnología en un documento desclasificado del
Ejército titulado "Efectos biológicos de las armas selectas no
letales -
Bioeffects of Selected Nonlethal
Weapons"; dicha admisión se produjo tras una solicitud de liberación
de información (FOIA o Freedom of Information Act) en respuesta a
una solicitud relativa a los efectos auditivos de microondas en el
año 2006.
Bajo el título "Audición por Microondas", el documento analiza el
uso de pulsaciones en campos de radiofrecuencia para proyectar
comunicaciones directamente en el cerebro de un objetivo.
Al año siguiente,
DARPA (La Agencia de Proyectos de Investigación
Avanzados de Defensa), dio a conocer sus planes para un "Proyector
Sónico", tal y como informó la revista de tecnología
Wired:
El proyector Sónico se ha diseñado
para ser un sistema que, utilizando transductores de tecnología
acústica de alta potencia y algoritmos de procesamiento de
señales, pueda dar lugar a un sonido que parezca provenir de
todas partes, pero que solo escuche un objetivo concreto dentro
de su cabeza
Este tipo de tecnología también es conocida como
armamento de la
"voz de Dios" y dispositivos de este tipo, ya hace décadas que están
en funcionamiento.
Estos son solo algunos ejemplos de tecnologías conocidas y que
probablemente ya están anticuadas.
Conociendo la velocidad a la que se desarrolla la tecnología
actualmente, no podemos ni imaginar lo que ya puede haberse
desarrollado al respecto.
Lo más terrorífico del asunto, es que, sabiendo que existen este
tipo de tecnologías capaces de proyectar voces imaginarias en tu
cabeza y hacértelas escuchar como si fueran algo completamente real,
nadie puede estar a salvo de ello.
Cuando una persona afirma sentir voces dentro de su cabeza,
automáticamente es considerado un loco y es diagnosticado con
esquizofrenia u otra enfermedad mental; es ampliamente medicado y su
vida, probablemente queda destruida.
Así pues,
-
¿No es un método perfecto para
sacarse de en medio a personas incómodas?
-
¿No es un método idóneo para
inducir a determinadas personas a cometer crímenes o
asesinatos y hacerlas pasar por locas?
-
¿Cuántas cosas se pueden
conseguir con tecnologías de este tipo, que encima no dejan
ni rastro?
Pero más allá de las evidentes
aplicaciones militares, en el campo del espionaje o a la hora de
provocar
atentados de falsa bandera, lo cierto es que este tipo de
tecnologías abren las puertas a que, si en un futuro cercano se
hacen públicas, nos lleven a vernos obligados a escuchar anuncios
dentro de nuestro cerebro.
Quizás empiecen como advertencias de seguridad en el metro, con
voces proyectadas en nuestro cerebro diciéndonos cuando nos
acerquemos demasiado al borde del andén:
"pasar de esta línea puede resultar
peligroso para su seguridad".
Más adelante podrían extenderse a otro
tipo de advertencias o apuntes de seguridad localizadas en zonas
concretas y entonces no tardaríamos en escuchar una voz dentro de
nuestra cabeza advirtiéndonos del peligro del tabaco cuando
encendiéramos un cigarrillo o de no conducir un coche cuando
tomáramos unas copas en un Pub.
Y de ahí a que se conviertan en anuncios privados de productos,
proyectados en el interior de nuestras cabezas, solo habría un paso.
Aunque lo parezca, esto no es una fantasía.
Corremos el peligro real de vivir en un futuro repleto de anuncios
selectivos, destinados a individuos concretos, con voces que
penetrarán en tu cerebro y que solo escucharás tú, vendiéndote
productos que solo te interesarán a tí o dándote consejos o
instrucciones para que obedezcas a la ley.
George Orwell decía en su libro
1984, que la mente sería nuestro último refugio, pero parece que ni
tan solo eso nos van a dejar…
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