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			de
			
			Wikipedia Website 
			  
			
			  
			
			El manuscrito Voynich es un misterioso libro ilustrado de contenidos 
			desconocidos, escrito hace alrededor de 500 años por un autor 
			anónimo en un alfabeto no identificado y un idioma incomprensible. 
			 
			A lo largo de su existencia constatada, el manuscrito ha sido objeto 
			de intensos estudios por numerosos criptógrafos profesionales y 
			amateurs - incluyendo destacados especialistas estadounidenses y 
			británicos en descifrados de la Segunda Guerra Mundial. Ninguno 
			consiguió descifrar una sola palabra.  
			
			  
			
			Esta seguidilla de fracasos ha 
			convertido al manuscrito en el Santo Grial de la criptografía 
			histórica; pero ha también alimentado la teoría de que el libro no 
			es más que un elaborado engaño, una secuencia de símbolos al azar 
			sin sentido alguno. 
			 
			El libro fue nombrado por el especialista en libros antiguos Wilfrid 
			M. Voynich, quien lo adquirió en 1912. Actualmente es el ítem MS 408 
			en la 
			librería Beinecke de libros raros y manuscritos de la 
			Universidad de Yale. 
			
			  
			
			  
			
			  
			
			Fragmento del 
			manuscrito de Voynich 
			
			  
			
			  
			
			  
			
			Descripción 
			
			 
			El libro posee alrededor de 240 páginas de pergamino, con vacíos en 
			la numeración de páginas (la cual es aparentemente posterior al 
			texto), lo que sugiere que varias páginas se encontraban ya 
			extraviadas al momento de su compra por Voynich. Para evitar 
			extravíos posteriores Petersen lo focotopió en 1931, repartiendo 
			dichas copias entre varios investigadores. Se utilizó una pluma para 
			escribir el texto y delinear las figuras y pintura de colores (algo 
			escabrosamente) para las figuras, posiblemente en una fecha 
			posterior. 
			 
			  
			
			  
			
			
			 
			Ilustraciones 
			
			 
			La ilustraciones del manuscrito no aclaran los contenidos del texto, 
			pero denotan que el libro consta de seis "secciones", con diferente 
			materia y estilo. Exceptuando la última sección, que contiene 
			únicamente texto, casi la totalidad de las páginas contienen al 
			menos una ilustración. Las secciones y sus nombres convencionales 
			son: 
			
				- 
				
				Herbario: cada página muestra una planta (en ocasiones dos) y 
			algunos párrafos de texto - un formato típico de herbarios europeos 
			de la época. Algunas partes de estas ilustraciones son copias en 
			mayor escala y detalle de bocetos vistos en la sección farmacéutica.  
				
						  
				
						  
				
						
						
						
						  
				 
				- 
				
				  
				- 
				
				Astronómica: Contiene diagramas circulares, algunos de ellos con 
			soles, lunas y estrellas, lo que sugiere que trata de astronomía o 
			astrología.  
				
				  
				
				Una serie de 12 diagramas muestra símbolos 
			convencionales para constelaciones zodiacales (dos peces para Piscis 
				- imagen abajo, 
			un toro para Tauro, un soldado con un arco para Sagitario, etc.). 
				 
				
				  
				
				Cada símbolo es rodeado por exactamente 30 figuras de mujeres en 
			miniatura, la mayoría de ellas desnudas, cada una sosteniendo una 
			estrella. Las dos últimas páginas de esta sección (Acuario y 
				Capricornio) fueron extraviadas, mientras que Aries y Tauro están 
			separados en cuatro diagramas con 15 estrellas cada uno. Algunos de 
			estos diagramas se encuentran en páginas desplegables.  
				
				  
				
				  
				
				
				
				
				  
				 
				- 
				
				  
				- 
				
				Biológica: Un texto denso y continuo con figuras de pequeñas mujeres 
			desnudas tomando baños en balnearios públicos o tinas 
			interconectadas por una elaborada red de tuberías, algunas de ellas 
			claramente en forma de órganos del cuerpo. Algunas de las mujeres 
			llevan coronas.  
				
						  
				
						  
				
						
						
						
						  
				
						  
				
						  
				 
				- 
				
				Cosmológica: Más diagramas circulares, pero de naturaleza 
			desconocida. Esta sección también posee páginas desplegables, una de 
			ellas de seis páginas de largo, que contiene una especie de mapa o 
			diagrama con seis "islas" conectadas por calzadas, castillos y 
			posiblemente un volcán.  
				  
				  
				
				
				
				
				  
				  
				  
				 
				- 
				
				Farmacéutica: Varios dibujos con leyendas de partes de plantas 
			aisladas (raíces, hojas, etc.); objetos similares a jarras apotecarias a lo largo de los márgenes y algunos párrafos de texto.
				 
				  
				  
				
				
				
				
				  
				  
				  
				 
				- 
				
				Recetas: Muchos párrafos cortos, cada uno marcado con una "viñeta" 
			en forma de flor (o estrella).  
				  
				  
				
				
				
				
				  
				  
				 
			 
			
			  
			
			El texto 
			
			 
			El texto fue claramente escrito de izquierda a derecha, con un 
			desprolijo margen derecho. 
			 
			
			  
			
			Las secciones más largas se encuentran 
			partidas en párrafos, a menudo con "viñetas" en el margen izquierdo. 
			No hay evidencia de signos de puntuación. El texto es fluido, como 
			si el escriba entendiera lo que estaba escribiendo mientras lo hacía; 
			el manuscrito no da la impresión de que cada carácter haya tenido 
			que ser calculado antes de ser escrito en la página. 
			 
			El texto consiste de más de 170.000 glifos, normalmente separados 
			unos de otros por pequeños espacios. La mayoría de los glifos están 
			escritos con uno o dos trazos simples. Considerando que existen 
			disputas sobre si ciertos glifos son distintos o no, se calcula que 
			el alfabeto entero consta de entre 20 y 30 glifos totales para casi 
			todo el texto, con raras excepciones de algunas docenas de 
			caracteres "extraños", encontrados una o dos veces en todo el texto. 
			 
			Los espacios más anchos dividen el texto en alrededor de 35.000 "palabras" 
			de longitud variada. Estas parecen seguir una cierta fonética o 
			reglas ortográficas de cierto tipo; por ejemplo, algunos caracteres 
			deben aparecer en cada palabra (como las vocales en el castellano), 
			algunos caracteres nunca siguen a otros, algunos pueden ser dobles 
			pero otros no. 
			 
			El análisis estadístico del texto reveló patrones similares a los de 
			lenguajes naturales. Por ejemplo, la frecuencia de palabras sigue la 
			ley de Zipf y la entropía (alrededor de 10 bits por palabra) es 
			similar a aquella de textos en latín. Algunas palabras ocurren 
			exclusivamente en ciertas secciones, o solo en algunas páginas; 
			otras son vistas en todo el manuscrito. 
			 
			
			  
			
			Existen muy pocas 
			repeticiones entre las miles de "leyendas" adjuntas a las 
			ilustraciones. En la sección herbario, la primera palabra de cada 
			página es vista solamente en esa página, pudiendo representar el 
			nombre de la planta. 
			 
			Por otro lado, el "idioma" del manuscrito Voynich, el 
			voynichés, es 
			distinto de los idiomas europeos en varios aspectos. En particular 
			no existen palabras con más de 10 "letras". Además, la distribución 
			de letras dentro de una palabra es algo peculiar: algunos caracteres 
			aparecen solamente al principio de una palabra, otros solamente al 
			final y algunos siempre en el medio. 
			 
			El texto parece ser más repetitivo que los típicos idiomas europeos; 
			existen secuencias en las cuales la misma palabra común aparece 
			hasta tres veces consecutivas. 
			  
			
			  
			
			
			 
			 
			Historia 
			
			 
			Dado que el alfabeto del manuscrito Voynich no se asemeja a ningún 
			tipo de escritura conocido y el texto continúa sin ser descifrado, 
			la única evidencia práctica de la edad y origen del libro son sus 
			ilustraciones - especialmente los vestidos y peinados de las figuras 
			humanas y algunos castillos vistos en los diagramas.  
			
			  
			
			Todos son 
			característicamente europeos y basados en esta evidencia la mayoría 
			de los expertos asignan el libro a la edad comprendida entre 1450 y 
			1520. Esta estimación es apoyada por otras pistas secundarias. 
			 
			El primer dueño confirmado del manuscrito fue un cierto Georgius 
			Barschius, un oscuro alquimista quien vivió en Praga a comienzos del 
			siglo XVII. Barschius se encontraba aparentemente tan confundido con 
			respecto al libro como nos encontramos en la actualidad.  
			
			  
			
			Tras 
			enterarse de que Athanasius Kircher, un erudito jesuita del 
			Collegio 
			Romano, había publicado un diccionario de copto (etiopiano) y 
			"descifrado" los jeroglíficos egipcios, envió una muestra del 
			manuscrito Voynich a Kircher en Roma (en dos ocasiones), pidiéndole 
			pistas. Su carta a Kircher en 1639, recientemente hallada por 
			René Zandbergen, es la mención más reciente del manuscrito que ha sido 
			hallada hasta la fecha. 
			 
			Se desconoce si Kircher respondió al pedido, pero aparentemente se 
			encontraba suficientemente interesado en intentar adquirir el libro, 
			pero Barschius se rehusó a venderlo. Tras la muerte de Barschius el 
			manuscrito pasó a manos de su amigo Johannes Marcus Marci, en aquel 
			entonces rector de la Universidad Charles de Praga; quien 
			expeditamente envió el libro a Kircher, su amigo corresponsal. 
			
			La 
			carta de Marci (1665) se encuentra aún adjunta al manuscrito.  
			
			  
			
			La 
			carta ofrece el manuscrito para su descifrado y menciona que fue 
			alguna vez comprado por el emperador Rodolfo II de Bohemia 
			(1552-1612) por 600 ducados de oro. La carta luego menciona que en 
			la corte de Rodolfo II se creía que el autor del manuscrito era 
			Roger Bacon (el fraile franciscano que vivió entre 1214 y 1294). 
			 
			No existen registros del libro por los siguientes 200 años, aunque 
			muy probablemente haya sido guardado, junto con la correspondencia 
			de Kircher, en la librería del Collegio Romano (actualmente la 
			Pontífice Universidad Gregoriana). Allí permaneció probablemente 
			hasta que las tropas de Victor Emanuel II de Italia capturaran la 
			ciudad en 1870 y anexaron los Estados Papales.  
			
			  
			
			El nuevo gobierno 
			italiano decidió confiscar muchas de las propiedades de la iglesia, 
			incluyendo la biblioteca del Collegio.  
			
			  
			
			De acuerdo a investigaciones 
			por Xavier Ceccaldi y otros, justo luego de este acontecimiento, 
			muchos libros de la biblioteca de la universidad fueron 
			precipitadamente transferidos a las bibliotecas personales de su 
			facultad, donde fueron exentos de la confiscación. La 
			correspondencia de Kircher, incluyendo el manuscrito, se encontraba 
			entre estos libros. 
			 
			Alrededor del año 1912 el Collegio Romano se encontraba 
			aparentemente 
			en una situación económica precaria y decidió vender (en forma 
			discreta) algunas de sus propiedades. Wilfrid Voynich adquirió 30 
			manuscritos, entre ellos el manuscrito Voynich. En 1961, luego de la 
			muerte de Voynich, el libro fue vendido por su viuda a otro vendedor 
			de libros antiguos llamado H. P. Kraus. No pudiendo encontrar un 
			comprador, Kraus donó el manuscrito a la Universidad de Yale en 
			1969. 
			  
			
			  
			
			  
			
			 
			Teorías acerca de la autoría 
			
			 
			Se han propuesto muchos posibles autores del manuscrito Voynich. A 
			continuación se citan sólo los más populares. 
			
			  
			
				
				Roger Bacon 
				La carta, adjunta al manuscrito, de Marci a Kircher (1665), 
			dice que, según su último amigo Raphael Mnishovsky, el Emperador 
			Rodolfo II de Bohemia (1552-1612) había comprado el libro por 600 
			ducados (unos miles de dólares en moneda contemporánea).  
				
				  
				
				Según la 
			carta, Rodolfo (o tal vez Raphael) creían que el autor era el fraile 
			y polígrafo franciscano Roger Bacon (1214-1294). 
				
				  
				
				  
				
				  
				
				  
				
				  
				
				A pesar de que Marci dijo que "no opinaba" acerca de la anterior 
			afirmación, Voynich la tomó bastante en serio e hizo todo lo posible 
			por confirmarla.  
				
				  
				
				Su convicción influyó poderosamente en la mayoría 
			de los intentos de desciframiento durante los 80 años siguientes. 
			Sin embargo, los estudiosos que han visto el manuscrito y están 
			familiarizados con la obra de Bacon han negado rotundamente tal 
			posibilidad.  
				
				  
				
				También hay que advertir que Raphael murió en 1644, y 
			la compra debió ocurrir antes de la abdicación de Rodolfo, en 1611 
			-al menos 55 años antes de la carta de Marci.   
				
				  
				
				 
				John Dee 
				La hipótesis de la autoría de Roger Bacon condujo a Voynich a 
			concluir que la única persona que pudo vender el manuscrito a 
			Rodolfo fue 
				John Dee, un matemático y astrólogo de la Corte de 
			Isabel I de Inglaterra, y conocido por ser propietario de una gran 
			colección de manuscritos de Bacon.  
				
				  
				
				Dee y su scrier (ayudante 
			"medium") Edward Kelley vivieron varios años en Bohemia, donde 
			habían esperado ofrecer sus servicios al Emperador.  
				
				  
				
				  
				
				  
				
				Sin embargo, los 
			minuciosos diarios de Dee no mencionan esta venta, lo que la hace 
			bastante improbable. De todas formas, si el autor no fuera Bacon, la 
			relación de Dee con el manuscrito simplemente desaparece. Por otra 
			parte, el propio Dee lo podría haber escrito, y luego propagó el 
			rumor de que era una obra original de Bacon, con la esperanza de 
			venderlo posteriormente.   
				
				  
				
				 Edward Kelley 
				El compañero de Dee en Praga, 
				Edward Kelly, o Kelley, era un 
			extravagante alquimista que presumía de poder transformar el cobre 
			en oro gracias a un polvo secreto que había extraído de la tumba de 
			un obispo en Gales.  
				 
				
				  
				
				Como scrier de Dee, también afirmaba ser capaz 
			de invocar a los ángeles con una bola de cristal, y mantener largas 
			conversaciones con ellos, que Dee anotaba escrupulosamente.  
				 
				
				  
				
				Al 
			lenguaje de los ángeles lo llamaba "enoquiano", derivado de 
				Enoc, el 
			padre de Matusalén; según el relato bíblico Enoc fue llevado a 
			visitar el Cielo en un carro tirado por ángeles, y luego escribió un 
			libro acerca de lo que allí vio. 
				 
				
				  
				
				  
				
				  
				
				  
				
				  
				
				Algunos han sugerido que, igual que
				Kelley inventó el "enoquiano" para engañar a Dee, podría haber 
			creado el manuscrito Voynich para estafar al Emperador (quien además 
			pagaba a Kelley por sus presuntos conocimientos alquímicos). 
				 
				
				  
				
				Sin 
			embargo, si Roger Bacon no es el autor del manuscrito, la relación 
			de Kelley con el mismo es tan improbable como la de Dee.   
				
				  
				
				 
				Wilfrid Voynich 
				Se sospechó en muchas ocasiones que el propio 
				Voynich elaboró el 
			manuscrito.  
				
				  
				
				Como anticuario de libros, seguramente tenía los 
			conocimientos y medios necesarios, y un "libro perdido" de Roger 
			Bacon habría valido una fortuna. Sin embargo, el reciente 
			descubrimiento de la carta de Baresh a Kircher, ha eliminado 
			completamente esta posibilidad.   
				
				  
				
				 Jacobus Sinapius 
				Una reproducción fotostática de la primera página del 
			manuscrito Voynich, hecha por Voynich en algún momento anterior a 
			1921, mostraba el rastro débil de unas palabras que habían sido 
			borradas.  
				
				  
				
				Con la ayuda de algunos productos químicos, se pudo leer 
			que el texto decía "Jacobj `a Tepenece": es decir, Jakub Horcicky de 
			Tepenec, en latín Jacobus Sinapius, un especialista en hierbas 
			medicinales, médico personal de Rodolfo II y encargado de sus 
			jardines botánicos. Voynich, y muchos otros después, dedujeron de 
			esta "firma" que Jacobus poseía el manuscrito Voynich ante que 
			Baresh, y vio en ello una confirmación de la historia de Raphael. 
			 
				
				  
				
				Otros han sugerido que el propio Jacobus pudo ser el autor. 
				
				  
				
				  
				
				  
				
				  
				
				  
				
				Sin embargo, la caligrafía de las palabras difuminadas no coincide 
			con las firma de Jacobus, que ha sido hallada en un documento 
			recientemente localizado por Jan Hurich.  
				
				  
				
				Por ello es posible que la 
			escritura de la primera página fuera añadida posteriormente por un 
			dueño o librero, y sería sólo la hipótesis de esta persona acerca 
			del autor del manuscrito.  
				
				  
				
				En los libros de historia de los jesuitas 
			de los que disponía Kircher, Jacobus era el único alquimista o 
			médico de la corte de Rodolfo que merece una entrada de una página 
			completa mientras que, por ejemplo, apenas si mencionan a Ticho 
			Brahe.  
				
				  
				
				Además los productos químicos aplicados por Voynich han 
			deteriorado tanto el pergamino que actualmente apenas si se puede 
			ver rastro de la escritura, así que también existe la sospecha de 
			que la firma fuera falsificada por Voynich para contribuir al 
			fortalecimiento de la hipótesis de la autoría de Roger Bacon. 
				  
				
				  
				
				
				 Johannes Marci 
				Johannes Marci conoció a Kircher cuando encabezaba una delegación de 
			la Universidad Carlos de Praga a Roma en 1638, y en los 27 años 
			siguientes, los dos eruditos intercambiaron cartas sobre una gran 
			variedad de disciplinas científicas.  
				
				  
				
				La misión de Marci formaba 
			parte de la lucha continua de la facción secularista de la 
			Universidad para mantener su independencia respecto a los jesuitas, 
			quienes dirigían el Colegio Clementinum de Praga, rival de la 
			Universidad.  
				
				  
				
				A pesar de esos esfuerzos, las dos universidades se 
			fusionaron en 1654 bajo control de los jesuitas. Por tanto, se ha 
			especulado que la animosidad política contra los jesuitas llevó a Marci a "fabricar" la carta de Baresch, y más tarde el manuscrito 
			Voynich, en un intento de desacreditar a su "estrella" Kircher. 
				 La personalidad y conocimientos de Marci parecen adecuados para 
			llevar a cabo esta tarea, y Kircher, un "Doctor Sabelotodo", era una 
			presa fácil, pues se le recuerda más por sus errores espectaculares 
			que por logros genuinos.  
				
				  
				
				Incluso la carta de Baresch guarda cierto 
			parecido con un fraude que el orientalista Andreas Mueller hizo al 
			propio Kircher: Mueller elaboró un manuscrito ininteligible y se lo 
			envió a Kircher, con una nota adjunta que explicaba que procedía de 
			Egipto. Pidió a Kircher una traducción, y se sabe que Kircher hizo 
			una inmediatamente.
  Merece la pena señalar que las únicas pruebas de la existencia de 
			Georg Baresch son tres cartas enviadas a Kircher: una remitida por 
			Baresch (1639) y dos por Marci (como un año después). También es 
			curioso que la correspondencia entre Marci y Kircher acaba en 1665, 
			precisamente con la carta adjunta al manuscrito Voynich.  
				
				  
				
				Sin 
			embargo, el resentimiento secreto de Marci contra los jesuitas es 
			pura conjetura: era un católico devoto, él mismo había estudiado 
			para hacerse jesuita, y poco después de su muerte en 1667 le fue 
			concedida la pertenencia honorífica a la Orden.   
				
				  
				
				 
				Raphael Mnishovsky 
				Raphael Mnishovky, amigo de Marci al que se atribuye la historia de 
			Bacon, era criptógrafo entre otras muchas cosas, y parece que 
			inventó un cifrado presuntamente indescifrable.  
				
				  
				
				Esto ha llevado a la 
			hipótesis de que elaboró el manuscrito Voynich como una demostración 
			práctica de dicho cifrado, y convirtió al pobre Baresh en un 
			involuntario conejillo de Indias.  
				
				  
				
				La hipótesis sigue con que después 
			de que Kircher publicó su libro sobre el copto, Raphael pensó que 
			engañar a éste sería un trofeo mucho más jugoso que engañar a 
			Baresch, y convenció al alquimista para que pidiera ayuda al 
			jesuita. Habría inventado la historia de Roger Bacon para motivar 
			más a Barech.  
				
				  
				
				La abstención de opinión de la carta adjunta al 
			manuscrito Voynich pudo significar que Marci sospechaba que era una 
			mentira. Sin embargo, no hay pruebas definitivas de esta teoría. 
				  
				
				  
				
				
				 Anthony Ascham 
				El doctor Leonell Strong, investigador del cáncer y criptógrafo 
			aficionado, intentó descifrar el manuscrito Voynich. 
				
				  
				
				Strong dijo que 
			la solución era "un peculiar sistema doble de progresiones 
			aritméticas de un alfabeto múltiple". Strong defendía que el texto 
			revelaba que el autor del manuscrito Voynich era el autor inglés del 
			siglo XVI Anthony Ascham, cuya obra incluía A Little Herbal ("Un 
			pequeño herbario"), publicado en 1550.  
				
				  
				
				Aunque el manuscrito Voynich 
			contiene secciones parecidas al herbario, el principal argumento 
			contra esta hipótesis es que se desconoce dónde habría obtenido este 
			autor los conocimientos literarios y criptográficos necesarios. 
			 
			  
			  
			  
			  
			  
			
			Teorías acerca de su autoría y propósito   
			
			La impresión general que proporcionan las 
			páginas sobrevivientes del manuscrito sugieren que su propósito era 
			servir como una farmacopea o desarrollar temas comunes en la 
			medicina medieval o renacentista.  
			
			  
			
			Sin embargo, los detalles 
			intrigantes de las ilustraciones han alimentado muchas teorías 
			acerca del origen del libro, su contenido, y los fines para los que 
			fue concebido.
    
			
			  
			
			  
			
			Herbario 
			
			 La primera sección del libro es casi seguro un herbario, pero han 
			fracasado completamente todos los intentos para identificar las 
			plantas, ya sea con especies existentes o con los dibujos 
			estilizados de los herbarios contemporáneos. Sólo se pueden 
			identificar con alguna certidumbre un par de plantas, entre las que 
			se incluyen el pensamiento salvaje y el helecho "culantrillo" o 
			"cabello de Venus".  
			
			  
			
			  
			
			
			  
			
			
			
			
			F34r, sección herbal 
			
			  
			
			  
			
			Los dibujos del herbario que se asemejan a los 
			bocetos "farmacológicos" parecen ser "copias en limpio" de éstos, 
			salvo que se completaron las partes faltantes con detalles 
			inverosímiles. De hecho, muchas de las plantas parecer ser 
			compuestas: se juntan las raíces de una especie con las hojas de 
			otra y las flores de una tercera.   
			
			  
			
			
  
			Girasoles 
			
			 Brumbaugh cree que una ilustración representa 
			un girasol del Nuevo 
			Mundo, lo que ayudaría a fechar el manuscrito y abriría 
			posibilidades intrigantes acerca de su origen.  
			
			  
			
			Sin embargo, la 
			semejanza es escasa, sobre todo si la comparamos con la especie 
			salvaje original; y puesto que se desconoce la escala del dibujo, la 
			planta podría ser representar un ejemplar de una amplia familia 
			botánica, compuesta por muchas especies ( margarita, camomila,...) y 
			extendida por todo el mundo. 
			
						  
			
						
						
						
						  
			
						  
			
						   
			
			Alquimia 
			
			 Los recipientes y tubos de la sección "biológica" podría indicar una 
			relación con la alquimia, lo que sería relevante si el libro 
			contuviera instrucciones para la preparación de compuestos médicos. 
			 
			
			  
			
			Sin embargo, los libros alquímicos del periodo comparten un lenguaje 
			visual común, en el que se representan los procesos e ingredientes 
			por medio de imágenes específicas (el águila, el sapo, un hombre en 
			una tumba, una pareja en la cama, etc.) o símbolos textuales 
			convencionales ( un círculo con una cruz,etc...); no se identifica 
			ninguno de ellos en el manuscrito.
    
			
			  
			
			 
			Herbario alquímico 
			
			 Sergio Toresella, experto en herbarios antiguos, señaló que el 
			manuscrito Voynich podría ser un herbario alquímico, que de hecho no 
			tiene nada que ver con la alquimia.  
			
			  
			
			Se trata de un herbario ficticio 
			con dibujos inventados, con el que los curanderos cargaban para 
			impresionar a sus clientes. Parece que existió una pequeña industria 
			doméstica de tales libros en alguna parte de Italia Septentrional, 
			justo en esa época.  
			
			  
			
			Sin embargo, esos libros eran muy diferentes del 
			manuscrito Voynich en estilo y diseño, y siempre estaban escrito en 
			lenguaje normal.
    
			
			  
			
			 
			Herbario astrológico 
			
			 Las consideraciones astrológicas siempre tuvieron un papel 
			importante en la recolección de hierbas medicinales, sangrías y 
			otros procedimientos médicos comunes en la época más probable de 
			elaboración del manuscrito (ver, por ejemplo, los libros de Nicholas 
			Culpeper).  
			
			  
			
			Sin embargo, aparte de los obvios signos zodiacales, y un 
			diagrama que parece mostrar los planetas clásicos, nadie ha sido 
			capaz de interpretar las ilustraciones dentro de las tradiciones 
			astrológicas conocidas (sean europeas o de otros lugares).   
			
			  
			
			 
			 Microscopios y telescopios 
			
			 Un dibujo circular en la sección "astronómica" representa un objeto 
			de forma irregular con cuatro brazos curvados; algunos lo han 
			interpretado como el dibujo de una galaxia, que sólo se puede 
			observar con un telescopio.  
			
			  
			
			Se han interpretado otros dibujos como 
			células vistas a través del microscopio.  
			
			  
			
			Ello implicaría un origen 
			moderno del manuscrito, más que medieval. Sin embargo, el parecido 
			es muy discutible: en una inspección ocular, el centro de la 
			"galaxia" se asemeja más bien a un estanque de agua. 
			
			  
			
			  
			
						
						
						
						  
			  
			
						  
			
						  
			
			Autores múltiples 
			
			 Prescott Currier, un criptógrafo de la Marina de los Estados Unidos, 
			que trabajó con el manuscrito en los 70, observó que se podían 
			separar las páginas de la sección "herbario" en dos conjuntos, las 
			manos A y B, con propiedades estadísticas distintas y caligrafías 
			diversas.  
			
			  
			
			Concluyó que el manuscrito Voynich era la obra de dos o 
			más autores con diferentes dialectos y convenciones ortográficas. 
			Sin embargo, estudios recientes han puesto en duda esta conclusión. 
			Un experto en caligrafía que examinó el libro opinó que una sola 
			mano había redactado el manuscrito entero.  
			
			  
			
			Además, cuando se 
			examinan todas las secciones, se ve una transición más gradual, con 
			el herbario A y el herbario B en los extremos opuestos.  
			
			  
			
			Así, las 
			observaciones de Prescott podrían ser tan sólo la consecuencia de 
			que las secciones del herbario hubieran sido escritas en dos épocas 
			muy separadas en el tiempo. 
			
			  
			
			  
			
			  
			
			   
			
			 
			Teorías acerca de la lengua 
			
			 Se han lanzado muchas hipótesis acerca de la naturaleza de la lengua 
			del manuscrito Voynich. Sigue una lista no exhaustiva:   
			
			  
			
			  
			
			 
			Cifrado de letras 
			
			 Según esta teoría, el manuscrito Voynich contiene texto con 
			significado, en alguna lengua europea, que se hizo oscuro a 
			propósito convirtiendo las letras mediante algún sistema de cifrado: 
			un algoritmo que operaba sobre letras individuales.
  Ha sido la hipótesis de trabajo en la mayoría de intentos de 
			desciframiento durante el siglo XX, incluido un equipo de 
			criptógrafos de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de los EE.UU.) 
			dirigido por William F. Friedman, en los primero años 50.  
			
			  
			
			Se 
			descartaron los cifrados de sustitución simple, porque son muy 
			fáciles de descifrar. Por eso los esfuerzos se han dirigido en 
			general hacia los cifrados polialfabéticos, inventados por Alberti 
			hacia 1460. Este tipo incluye el popular cifrado Vigenere, tal vez 
			reforzado por el uso de símbolos vacíos o equivalentes, reordenación 
			de letras, rupturas falsas de palabra, etc.  
			
			  
			
			Algunos autores suponen 
			que se eliminaron las vocales antes del cifrado.  
			
			  
			
			Algunos han 
			pretendido el éxito en el desciframiento siguiendo estos supuestos, 
			pero ninguno ha sido ampliamente aceptado, principalmente porque los 
			algoritmos de desciframiento propuestos dependen de tantas 
			suposiciones por parte del lector que se podría obtener un texto con 
			significado de cualquier serie aleatoria de símbolos.
  El principal argumento para esta teoría es que el uso de un alfabeto 
			extraño por un autor europeo no es muy explicable, salvo como un 
			intento de ocultar información.  
			
			  
			
			Lo cierto es que Roger Bacon sabía 
			de cifrados, y la fecha estimada para el manuscrito apenas coincide 
			con el nacimiento de la criptografía como disciplina sistemática. 
			Contra esta teoría está el argumento de que un cifrado 
			polialfabético normalmente destruiría las características 
			estadísticas "naturales", que se observan en el manuscrito, tales 
			como la Ley de Zipf.  
			
			  
			
			Además, aunque los cifrados polialfabéticos 
			fueron inventados hacia 1467, las variantes sólo se hicieron 
			populares en el siglo XVI, un poco tarde para la fecha estimada del 
			manuscrito.
    
			
			  
			
			 
			Cifrado con libro de códigos 
			
			 Según esta teoría, las "palabras" del 
			manuscrito Voynich en realidad 
			serían códigos para consultar en un diccionario o libro de códigos. 
			 
			
			  
			
			La prueba principal de este aserto sería que la estructura interna y 
			la distribución de longitud de esas palabras son similares a las de 
			los números romanos - que en ese tiempo hubiera sido un código 
			natural para elegir.  
			
			  
			
			Sin embargo, los cifrados basados en un libro 
			de códigos sólo son viables en textos cortos, pues son muy 
			engorrosos para leer y escribir.
    
			
			  
			
			 
			Cifrado visual 
			
			 James Finn propuso en su libro 
			Pandora's hope (La esperanza de 
			Pandora, 2004) que el manuscrito Voynich es en realidad hebreo 
			codificado visualmente.  
			
			  
			
			Una vez se han trascrito correctamente la 
			letras, usando como guía el EVA(en inglés), se pueden leer muchas de 
			las palabras del manuscrito en hebreo, y se repiten con diversas 
			deformaciones para confundir al lector. Por ejemplo, la palabra AIN 
			del manuscrito significa “ojo” en hebreo, y también aparece con 
			formas distorsionadas como “AIIN” o “AIIIN” para hacerlas parecer 
			como palabras diferentes cuando en realidad son la misma.  
			
			  
			
			También se 
			utilizan otros métodos de criptografía visual.  
			
			  
			
			Esto explicaría el 
			fracaso que los demás investigadores han tenido al descifrar el 
			manuscrito, porque se basan más en una metodología matemática. El 
			principal argumento en contra es que tal codificación cualitativa 
			constituye un obstáculo formidable para el talento del descifrador 
			individual, dada la multiplicidad de posibles interpretaciones 
			visuales alternativas del mismo texto.  
			
			  
			
			Sería difícil separar cuánta 
			interpretación es del texto genuino, y cuánta refleja simplemente la 
			subjetividad del intérprete.
    
			
			  
			
			 
			Esteganografía 
			
			 Esta teoría mantiene que el texto del 
			manuscrito Voynich carece en 
			su mayor parte de significado, pero contiene la información oculta 
			en detalles discretos: por ejemplo, la segunda letra de cada 
			palabra, o el número de letras en cada línea.  
			
			  
			
			Esta técnica, llamada 
			esteganografía ( en griego, “escritura encubierta” ) es muy antigua, 
			y la describió, por ejemplo, Johannes Tritemius en 1499. Se ha 
			sugerido que el texto traducido ha de ser obtenido mediante una 
			rejilla de Cardano de algún tipo. Esta teoría es difícil de probar o 
			rechazar, puesto que los textos estenográficos pueden ser 
			arbitrariamente difíciles de transcribir.  
			
			  
			
			Un argumento en contra es 
			que usar un texto que aparenta estar cifrado va en contra del 
			principal objetivo de la esteganografía, que es ocultar la propia 
			‘’existencia’’ del mensaje secreto.
  Algunos han sugerido que el texto con significado podría estar 
			codificado en la longitud o forma de ciertos rasgos de la escritura. 
			Hay ejemplos de esteganografía de aproximadamente esa época, que 
			usan el tipo de letra ( por ejemplo, regular frente a cursiva) para 
			ocultar información.  
			
			  
			
			Sin embargo, cuando se examina con un gran 
			aumento, los rasgos de escritura del manuscrito Voynich tienen un 
			aspecto natural, y vienen afectados principalmente por la superficie 
			rugosa del pergamino.   
			
			  
			
			   
			
			Lenguaje natural exótico 
			
			 El lingüista Jaques Guy ha sugerido que el texto del 
			manuscrito Voynich podría estar expresado en una lengua natural exótica, aunque 
			escrito con un alfabeto inventado.  
			
			  
			
			Ciertamente, la estructura de 
			palabras es similar a la de muchas familias lingüísticas de Asia 
			Oriental y Central, principalmente la sino-tibetana ( chino, tibetano 
			y birmano ), la austroasiática ( vietnamita, jemer,...) y tal vez la 
			tai ( tailandés, lao,... ). En muchas de estas lenguas, las 
			"palabras" (es decir, las unidades lingüísticas más pequeñas con un 
			significado definido) constan de una sola sílaba; y esas sílabas 
			tienen una estructura bastante rica, incluidos patrones tonales. 
			 Esta teoría goza de cierta plausibilidad histórica. Aunque esas 
			lenguas disponen en general de sistemas de escritura propios, éstos 
			suelen ser notablemente difíciles para los visitantes occidentales, 
			lo que motivó la invención de varios alfabetos fonéticos, 
			habitualmente usando letras latinas, pero a veces se emplearon 
			letras inventadas.  
			
			  
			
			Aunque los ejemplos conocidos son muy posteriores 
			al manuscrito Voynich, la historia registra cientos de exploradores 
			y misioneros que lo podrían haber hecho (incluso antes del famoso 
			viaje de Marco Polo en el siglo XIII, pero especialmente después de 
			que Vasco de Gama descubrió la vía marítima a Extremo Oriente en 
			1499).  
			
			  
			
			El autor del manuscrito Voynich podría ser también un nativo 
			del Lejano Oriente, que vívía en Europa o bien se educó en una 
			misión europea.
  El principal argumento a favor de esta teoría es que es consistente 
			con todas las propiedades estadísticas del texto del manuscrito 
			Voynich que has sido comprobadas a la fecha, incluyendo las palabras 
			dobladas y triplicadas ( que se dan en los textos en chino y 
			vietnamita con la misma frecuencia aproximada que en el manuscrito. 
			 
			
			  
			
			También explica la aparente falta de números y de características 
			sintácticas occidentales (tales como artículos y cópulas), y la inescrutabilidad general de las ilustraciones.  
			
			  
			
			Otra posible pista la 
			constituye dos grandes símbolos rojos en la primera página, que han 
			sido comparados con el título de un libro de estilo chino, dado la 
			vuelta y malamente reproducido. Además, la aparente división del año 
			en 360 grados (en lugar de 365 días), en grupos de 15 y comenzando 
			en Piscis, son rasgos propios del calendario agrícola chino ( jie 
			q'i ). El principal argumento en contra de esta teoría es que nadie 
			( incluidos los eruditos de la Academia de Ciencias de Pekín ) ha 
			podido encontrar ningún ejemplo claro de simbolismo oriental o de 
			ciencia asiática en las ilustraciones.
  A finales de 2003, el polaco 
			Zbigniew Banasik propuso que el 
			manuscrito es texto redactado en idioma manchú, y dio una traducción 
			incompleta de la primera página del manuscrito.   
			
			  
			
			
  
			Lengua políglota 
			
			 En el libro 
			
			Solution of the Voynich Manuscript: A liturgical Manual 
			for the Endura Rite of the Cathari Heresy, the Cult of Isis ("La 
			solución al manuscrito Voynich: un manual litúrgico del rito de 
			Endura en la herejía cátara, el culto a Isis", 1987), Leo Levitov 
			afirmó que el manuscrito era una transcripción sencilla de una 
			"lengua oral políglota", que definió como "una lengua literaria 
			comprensible para aquéllos que no entendieran el latín, a quienes se 
			les podría leer en esta lengua".  
			
			  
			
			Propuso un desciframiento parcial 
			en una mezcla de lengua flamenca medieval con muchos préstamos 
			lingüísticos de francés antiguo y antiguo alto alemán.
  Según 
			Levitov, el rito de Endura no era sino un ritual de suicidio 
			asistido, asociado con la fe cátara (aunque la historicidad de este 
			ritual está puesta en duda). Explica que las plantas quiméricas no 
			están destinadas a representar ninguna especie botánica, sino que 
			son símbolos secretos de la fe.  
			
			  
			
			Las mujeres en las tinas junto a la 
			red de tuberías representan el propio suicidio ritual, que incluiría 
			la venesección: cortarse las venas para que la sangre se derramase 
			en un bañera con agua caliente. Las constelaciones sin análogo 
			celestial representan las estrellas del manto de Isis.
  Se cuestiona esta hipótesis en varios frentes. Uno es que se sabe 
			muy bien que la fe cátara era un gnosticismo cristiano, y no se 
			asociaba de ninguna forma con Isis. Otro es que esta teoría sitúa el 
			origen del libro en los siglos XII o XIII, con lo que sería 
			considerablemente más antiguo que lo que incluso los partidarios de 
			la teoría de Roger Bacon defienden.  
			
			  
			
			Levitov no ofreció ninguna 
			defensa frente a este argumento, más allá de su traducción.   
			
			  
			
			 
			 Lengua artificial 
			
			 La peculiar estructura interna de la “palabras” del 
			manuscrito Voynich ha llevado a William F. Friedman y 
			John Tiltman a postular 
			por separado que el texto podría ser simplemente una lengua 
			artificial, y más específicamente, una lengua ‘’filosófica’’.  
			
			  
			
			Las 
			lenguas de este tipo tienen un vocabulario organizado según un 
			sistema de categorías, por lo que se puede deducir el significado 
			general de una palabra por la secuencia de las letras la componen. 
			 
			
			  
			
			Por ejemplo, en la lengua artificial moderna Ro, ‘’bojo’’ es la 
			categoría de los colores, y cualquier palabra que comience con esas 
			letras sería el nombre de un color: así ‘’rojo’’ es ‘’bofoc’’, y 
			‘’amarillo’’ es ‘’bofof’’ ( es, pues, una versión extrema de la 
			Clasificación Decimal Universal que se usa en las bibliotecas). 
			 Este concepto es bastante antiguo, como lo prueba el libro 
			‘’Philosophical Language’’ ( “Lengua Filosófica” ) de John Wilkins. 
			En los ejemplos más conocidos, las categorías se subdividen 
			añadiendo sufijos; como resultado, un texto sobre una materia 
			concreta tendría muchas palabras con prefijos similares. Por 
			ejemplo, todos los nombre de plantas empezarían con letras 
			similares, y sería análogo con todas las enfermedades, etc.  
			
			  
			
			Esta 
			característica podría entonces explicar la naturaleza repetitiva del 
			texto Voynich.
  Sin embargo, nadie ha podido asignar un significado plausible a 
			cualquier prefijo o sufijo del manuscrito, además de que todos los 
			ejemplos conocidos de lenguas filosóficas son bastante tardíos ( 
			siglo XVII ).   
			
			  
			
			
  
			Engaño 
			
			 Las extrañas características del texto del manuscrito ( tales como 
			las palabras duplicadas o triplicadas ) y el contenido sospechoso de 
			sus ilustraciones ( tales como las plantas quiméricas ) han llevado 
			a muchos a pensar que el manuscrito es en realidad un engaño. 
			 En 2003, el especialista en computación Gordon Rugg mostró que se 
			podía reproducir texto con características similares a las del que 
			contiene el manuscrito, mediante el uso de una tabla con prefijos, 
			raíces y sufijos, que habrían sido seleccionados y combinados por 
			medio de una plantilla de papel perforado.  
			
			  
			
			Este mecanismo, conocido 
			como 
			
			rejilla de Cardano, se invento hacia 1550 como herramienta 
			criptográfica. Sin embargo, los pseudo textos generados en los 
			experimentos de Gordon Rugg no tienen las mismas palabras y 
			frecuencias que el manuscrito Voynich, y su parecido al ‘’Voynichés’ 
			es solo visual, no cuantitativo.  
			
			  
			
			Puesto que también se puede 
			producir un galimatías aleatorio que se parezca al español (o a 
			cualquier otra lengua ) en una medida similar, estos experimentos no 
			son convincentes. 
			
			  
			
			
			
			   
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