Argumento n.0 1. Aprender que las malas noticias pueden ser buenas
noticias.
Cuando un problema es lo bastante grave para llamar la atención del
público, y no sólo de unos pocos reformadores, puede estar en camino
de solución. Es muy probable que en ese punto reconozcamos la
necesidad de una limpieza de la casa a fondo.
La voluntad popular sólo se activa cuando una amenaza parece grave y
los líderes no ofrecen ninguna seguridad creíble. El antiguo dicho,
«si funciona no lo arregles», es un indicio de la renuencia a
experimentar e innovar. Por ejemplo, la malversación gubernamental
ha sido una norma. Cuando se convierte en una fiebre devoradora, los
ciudadanos se ven obligados a buscar remedios. (Al mismo tiempo,
tales escándalos parecen provocar un examen de conciencia más
profundo que antes, una sensación colectiva de responsabilidad más
que de rectitud.)
La gente también empieza a aprender los costes de nuestra
preocupación por la fachada. Las «malas noticias» que exponen
problemas sociales más profundos pueden mostrarnos cómo han sido
camuflados.
Otro ejemplo de buenas/malas noticias: parecemos estar en medio de
una Gran Depresión, esta vez no económica sino psicosocial. La
depresión, el «resfriado común de la salud mental», parece ir en
aumento en la población infantil en edad preescolar, los
adolescentes, el grupo de edad entre los dieciocho y los treinta y
cuatro años, los que están entre los cuarenta y cinco y los
cincuenta y cinco y los ancianos. Según un cálculo, cuatro de cada
cinco pacientes de depresión no se someten a ningún tratamiento.
¿Qué significa esta aparente epidemia? ¿Y por qué se produce ahora?
De hecho, la oleada de depresión puede ser una señal de salud
inminente. Como señaló una vez el difunto psiquiatra Karl Menninger,
a menudo una oscuridad o turbulencia mental precede a la profunda
reorganización que conduce a una norma superior, y la gente se
siente «mejor que mejor».
La depresión puede ser una señal para examinar de nuevo las
suposiciones y estrategias de cambio, una aminoración de la marcha
para reorientarse. A fin de tratar eficazmente con los problemas,
hemos de verlos de uña manera realista, y tenemos que definir
nuestro objetivo. Como personas particulares y como miembros de una
sociedad, una tarea especial de renovación se extiende ante
nosotros. Los mejores antidepresivos son la expresión y la acción,
la intervención en la lucha. Así, la depresión no es un fin, sino un
comienzo significativo.
Argumento nº 2. La evolución de la revolución.
La misma forma de los puntos críticos culturales puede estar
apartándose un poco de la vieja y predecible secuencia, las bruscas
oscilaciones del péndulo, para adquirir formas más reflexivas de
renovación social.
De una manera característica, los revolucionarios han exigido
soluciones rápidas y definitivas, respuestas prematuras que no
incluían ideas procedentes de todas las facciones. Al no integrar lo
mejor de los viejos valores en los nuevos, por ejemplo, a menudo las
mismas revoluciones han sido decepcionantes, y sus beneficios se han
invertido gradualmente. Nosotros, con un mayor conocimiento de la
ideación de sistemas, quizá no hayamos de someternos a las
oscilaciones del péndulo.
Enfrentados a los costes impresionantes de
nuestras fisuras, nuestras «victorias» tan a menudo carentes de
contenido, ya sea en los encuentros personales como en la
negociación a alto nivel, estamos aprendiendo a respetar el arte y
la ciencia de la meditación. Programas de adiestramiento, libros y
artículos nos muestran cómo atacar los problemas y no a los
adversarios. Los agentes del cambio empiezan a adaptar el sentir de
los objetivos generales a la realidad del conjunto. Esto refleja una
conciencia creciente en el pensamiento occidental del equilibrio
descrito en el pensamiento oriental como yang (identificado con la
acción, lo masculino) y yin (la matriz en la que se desarrollan los
acontecimientos, lo receptivo y femenino).
Argumento n.0 3. Salvar la brecha de la confusión.
«La brecha de la confusión» es el término empleado por un asesor de
dirección comercial para indicar el período de puesta en práctica
del cambio. Durante este tiempo sentimos la tentación de abandonar
lo nuevo y retroceder hacia el mal conocido. Estamos aprendiendo a
reconocer el caos como una parte inevitable del cambio, a distinguir
el período de transición de la meta.
Argumento n.0 4. El ascenso de la cultura del Pacífico.
Este nuevo centro económico está bordeado geográficamente por
volcanes en activo, desde Japón y las Filipinas hasta la Falla de
San Andrés al oeste de Estados Unidos. Desde el punto de vista
económico incluye los países comerciales del Pacífico asiático, el
oeste de Estados Unidos y Canadá, así como Australia y Nueva
Zelanda.
Los visionarios de la cultura del Pacífico tienden a resaltar el
futuro, la ecología, la alta tecnología, el desarrollo interno, la
diversidad cultural, la coalición, la unión de disciplinas y las
verdades espirituales paralelas.
La riqueza del nuevo centro, según estos pronosticadores, surge de
la visión del mundo propia de ese centro, a la vez que influye en
él. Sus valores afectarán cada vez más al resto del mundo. Es global
en su sentido espacial y de largo alcance en el sentido temporal. El
economista Richard Kjeldsen observó que las economías del Pacifico
no son monolíticas, sino difusas y complejas. La nueva cultura
parece ser un epítome de las incertidumbres de los tiempos. Los
límites, tanto físicos como abstractos, cambian, se desdibujan,
incluso se disuelven. Las biorregiones (áreas naturalmente
independientes) se ven como unidades, al margen de las fronteras
nacionales.
La cultura del Pacífico ha sido considerada como una forma de
pensamiento, una visión social emergente, y puede presagiar algo sin
precedentes, no un nuevo orden mundial, sino una civilización
mundial.
Argumento n.0 5. El advenimiento de los diplomáticos ciudadanos.
Los nuevos «diplomáticos ciudadanos» ofrecen enfoques imaginativos
de los problemas internacionales. Así como la interdependencia
económica de las naciones del Pacífico otorga mayor importancia a
los acuerdos efectuados al margen del gobierno, norteamericanos
particulares han colaborado con los soviéticos para organizar giras,
programas de intercambio cultural, conciertos, acontecimientos
deportivos, tratos empresariales y reuniones profesionales. Han
creado puentes espaciales y emisiones de televisión por circuito
cerrado. Todavía con mayor frecuencia, se invita a norteamericanos
influyentes a reuniones con funcionarios soviéticos de alto nivel,
tanto en EE.UU. como en la Unión Soviética.
Ejemplos de la diplomacia ciudadana pueden ser los Juegos de Buena
Voluntad celebrados en 1986 y organizados por el profesional de
radiodifusión Ted Turner y el gobierno soviético; el Proyecto de
Promoción de la Salud, patrocinador de investigaciones y
conferencias conjuntas, una colaboración del Instituto
Soviético-americano de Esalen y funcionarios soviéticos, y la
Entertainment Summit, la «cumbre del espectáculo», una serie de
encuentros que han tenido lugar en 1987, en Los Angeles y Nueva York,
de cineastas norteamericanos y soviéticos y a los que se ha dado
mucha publicidad.
Argumento nº 6. Creciente cobertura en los medios de comunicación de
noticias metafisico-espirituales.
Los cronistas, e incluso los publicitarios, han observado un
creciente y, al parecer, insaciable apetito popular por el misterio
y la trascendencia del yo.1 Solamente a principios de 1987, un
crecimiento exponencial ha generado un nuevo impulso, una
aceleración en la tasa de aceleración.
El 29 de septiembre de 1986, el New York Times, árbitro de la
realidad nacional para muchos intelectuales, publicó un artículo en
primera plana sobre el creciente número de simpatizantes con los
puntos de vista espirituales. Una entrevista advertía de que tales
personas pueden representar una nueva coalición, «la fuerza social
más poderosa hoy en el país».
En los meses siguientes, otros artículos sobre la «Nueva Era»,
algunos positivos, aparecieron en publicaciones como Time, U. S.
News and World Report, The Los Angeles Times y en televisión
(«20-20», «Sixty Minutes» y programas matinales). Pronto
prácticamente todas las revistas populares, los principales
periódicos y las cadenas de televisión ofrecían una cobertura
continuada de esos temas. Desde entonces, las opiniones y los
valores emergentes se han convertido en el tema de los dramas
televisivos, incluso las comedias de situación.
Centrándose en lo extravagante o lo fascinante, los medios de
comunicación con frecuencia han dejado de lado el significado más
profundo de los valores del movimiento, como la responsabilidad
personal, la ayuda que uno puede prestarse a sí mismo y la ayuda
mutua. Aun así, es evidente que estos temas, en otro tiempo ausentes
de los grandes medios de comunicación, han sido asimilados por éstos
como una realidad merecedora de atención informativa.
Argumento n.0 7. Aceptar la responsabilidad de la realidad presente.
Las nuevas psicotecnologías muestran que la gente puede cambiar. Y
la expresión popular ha recalcado el papel y el potencial del
individuo en la consecución del cambio. Es como si avanzáramos desde
una estrecha glorificación de las libertades individuales a una
mayor exploración de lo que esas libertades pueden conseguir.
Ya sea en las convocatorias a la acción por parte de oradores
públicos o escritores, en los temas de diversión, o silo oímos en
conversaciones privadas, estamos admitiendo la necesidad de cambiar.
A medida que la luz implacable de los medios de comunicación expone
los errores en todos los ángulos de nuestra sociedad, nos
encontramos ya sin chivos expiatorios, el vago «ellos» que en otro
tiempo fue responsable de todo lo que funcionaba mal. El mundo
exterior refleja nuestras guerras internas, la parálisis y el
sentimiento de culpabilidad que nos aquejan. Hemos pecado sobre todo
por omisión, no tanto por engañar o por ser rudos, sino por no
actuar, por tolerar los errores. Y la calidad de vida que ha
disminuido es la nuestra.
Cuando empezamos a vernos como posibles actores en el escenario del
mundo, podemos superar la inercia y los intereses mezquinos, nuestro
hábito de tener hábitos. A medida que somos más conscientes de
nuestras acciones y reacciones, vemos cómo conformamos el entorno y
cómo éste nos conforma a su vez. Una nueva luz empieza a brillar a
través de las ranuras en la fortaleza de la personalidad («así es
como soy») y el bastión de las creencias («esto es lo que pienso»).
Podemos aprender a recrearnos como resultado de una nueva
información.
Al mismo tiempo, nuestra pérdida de fe en las instituciones, los
expertos y la tecnología pueden señalar una nueva madurez. Muchos
reconocemos que nuestros esfuerzos son necesarios, y ese número va
en constante aumento. El creciente escepticismo frente a la
autoridad puede obligarnos, de hecho, a convertirnos en las personas
informadas y reflexivas para quienes se diseñaron las democracias.
Argumento n0 8. El redescubrimiento del cuerpo-mente.
De todos los ejemplares de cambio comentados en La Conspiración de
Acuario, el cambio de paradigma en el cuidado de la salud era el que
estaba más encarrilado. Ese cambio continúa, apoyado por una
investigación muy difundida y de la que hay una información
considerable. Los estudios epidemiológicos han mostrado la conexión
sorprendente entra la salud mental y el bienestar, entre las pautas
emocionales y la susceptibilidad a la enfermedad. Los médicos siguen
ofreciendo innovaciones que aprovechan mecanismos de autocuración y
emplean técnicas de creación de imágenes y reducción del estrés.
Estos profesionales reconocen la importancia del apoyo emocional y
de tener unos objetivos.
Desde 1980 es posible que se hayan multiplicado por veinte las
investigaciones de la relación entre la mente y el cuerpo. La
neurociencia moderna y las disciplinas relacionadas con ella están
iluminando la conexión en otro tiempo misteriosa de lo mental/
emocional y lo físico.
La psiconeuroinmunología, un campo nuevo y excitante, explora la
interacción del cerebro emocional y el sistema inmunológico. La
complejidad de este vínculo se ve con claridad en el síndrome de la
personalidad múltiple, los efectos de la luz y el sonido, los sueños
lúcidos, la química de las emociones y la memoria.
Se critica a la medicina desde dentro. Los médicos ponen en tela de
juicio su profesión, sincera y hasta públicamente, urgiendo un
retorno a las artes curativas, un mayor respeto por las propias
observaciones del paciente y sensibilidad emocional.
La creciente evidencia de un dinámico cuerpo-mente justifica más las
terapias orientadas a la mente y las terapias corporales que pueden
afectar a la depresión y otros trastornos mentales. Las
publicaciones médicas informan sobre los efectos sorprendentes de
las técnicas alternativas y populares, que abarcan desde los
remedios herbales a la acupuntura y el «trance curativo» (hipnosis).
Dadas las pruebas objetivas de laboratorio de que algo está en
marcha, los médicos americanos han accedido a cooperar con una
investigación oficial china de gi gong, aparentes efectos de la
energía a distancia. Un estudio bien controlado, del que informó la
revista británica Lancet, descubrió que la homeopatía es eficaz. En
un estudio brasileño, los pacientes ayudados por curanderos
espiritistas, reaccionan mucho mejor que aquellos sometidos a un
tratamiento convencional. En un experimento de doble vínculo
elegantemente diseñado, un cardiólogo norteamericano informó que
rezar por otros afectaba la recuperación de manera significativa.
El nuevo paradigma de la salud implica una mayor actividad por parte
del facultativo y el paciente, supone un mayor alejamiento
continuado de la medicina impersonal que tanta amargura ha causado.
No implica un rechazo de los avances tecnológicos como los nuevos
fármacos o las innovaciones quirúrgicas, sino que utiliza cualquier
cosa que surta efecto.
El paradigma del cuerpo-mente también presenta una normativa
superior: la del bienestar en vez de una ausencia de enfermedad. Y,
en su visión de la salud, una visión con múltiples facetas, tiende a
eliminar la competitividad profesional. Hay una mayor paridad entre
los médicos y otros profesionales de la salud, incluidas las
enfermeras, psicoterapeutas, practicantes, curanderos, acupuntores,
herbolarios, homeópatas, fisioterapeutas, expertos en nutrición y
asesores religiosos. Como sabemos más acerca del cerebro y el
cuerpo, tenemos un sentido más complejo de cómo pueden actuar
remedios que en otro tiempo se consideraban misteriosos.
Argumento n.0 9. El cultivo de la inteligencia.
El descubrimiento de que la inteligencia se puede mejorar es un
avance comparable al descubrimiento de la agricultura. Podemos
«cultivar» la inteligencia como nuestros antepasados prehistóricos
empezaron a cultivar alimentos.
Por ejemplo, se enseña a los niños «habilidades de pensamiento
crítico». Se adiestra a la gente para lograr estados de aprendizaje.
Incluso la tercera edad puede ser una época de desarrollo más que de
declive. La nueva investigación muestra que algunas personas mejoran
al envejecer; este camino vital alternativo se asocia casi
totalmente con una actitud mental positiva, sobre todo con el
sentido de elección. Las personas pasivas y negativas declinan,
mientras que las activas y con intereses medran.
Cada vez más las psicotecnologías descritas en este libro se
utilizan en todo el mundo para reforzar el aprendizaje.
Un ejemplo del cultivo de la inteligencia es un movimiento
venezolano inspirado por la moderna investigación del cerebro. En
1979, un nuevo ministro de Desarrollo de la Inteligencia Humana,
inspirado en el libro El derecho a ser inteligente, de Luis Machado,
inició un programa continuado a nivel nacional basado en esa obra.
El programa ha suscitado una multitud de conferencias y la creación
de una red global, y se está emulando en una docena de países.
En el programa venezolano, se alienta a los padres para que
estimulen a sus bebés, se adiestra a los escolares para que
adquieran habilidades de pensamiento e imaginación, y programas
educativos ofrecidos por televisión en las horas de mayor audiencia
ofrecen a los adultos oportunidades progresivas de aprender.
El gobierno japonés ha anunciado un ambicioso plan de reforma
escolar, de modo que los niños aprendan a pensar por sí mismos, a
comprender y crear tanto como a memorizar. Los esfuerzos
norteamericanos de reforma en los años recientes han recalcado «más
de lo mismo»... horarios más largos y aumento de los deberes, en vez
de fomentar una mejor comprensión de cómo se produce la enseñanza y
el aprendizaje. La investigación aún se aplica muy poco al diseño de
los currículum y la metodología escolar. Entre tanto, otros países
aumentan su ventaja sobre EE.UU. en realización de tests, una brecha
que los dirigentes empresariales consideran como una de las
principales causas del declive de la productividad norteamericana.
La cuestión candente es: ¿nos despertaremos a tiempo para invertir
esa tendencia a la mediocridad tan debatida? Los responsables de
emprender la acción adecuada pertenecen, de hecho, al mismo sistema
que necesita una reestructuración radical.
Pero hoy, más que nunca, se echa más luz sobre el problema. Desde la
publicación de La Conspiración de Acuario, la crisis educativa se ha
convertido en un apremiante tema nacional. Se ha organizado una
variedad de grandes redes de educadores y ciudadanos interesados.
Estas redes son modelos de cooperación. Los maestros organizadores
se han revelado más efectivos y heroicos de lo que incluso ellos
creían posible.
Argumento n.0 10. Nuevo respeto para utilizar en su totalidad las
facultades pensantes del cerebro.
Una nueva apreciación de la intuición y los procesos creativos, por
ejemplo, se extiende incluso a las aulas universitarias y los
laboratorios de investigación. El cerebro analítico reconoce y
respeta los dones de su complemento, el cerebro del artificio y la
novedad.
Se han celebrado importantes reuniones científicas para hablar de
ese fenómeno que en inglés se denomina serendipity y consiste en las
oportunidades presentadas por felices accidentes. Según ellos, estos
azares afortunados son el manantial de los avances científicos.
En un informe, los jefes ejecutivos de empresas distinguidas por su
rápido crecimiento, convinieron en que su mayor pesar era no prestar
suficiente atención a sus intuiciones. «Visión», un sinónimo más
inclusivo de intuición, se ha popularizado en el mundo empresarial,
la política, las artes e incluso los anuncios comerciales.2 La gente
presta más atención y respeto a sus corazonadas.
Una nueva casta de adiestradores y asesores profesionales está
desentrañando las estrategias de las personas llenas de resolución e
iniciativa y los innovadores de éxito, los métodos para acceder a
estados superiores de aprendizaje y la capacidad para abandonar
actitudes improductivas.
Argumento n.0 11. Una investigación de métodos para lograr estados
mentales positivos.
Es cada vez más evidente que un determinado estado mental facilita
la creatividad, la salud y la capacidad para aprovechar las
oportunidades en el momento adecuado. Este estado es similar al
resplandor del éxito. Al aprender para lograrlo voluntariamente,
podemos evitar la inquietud que con frecuencia nos impide tener la
claridad mental necesaria para llevar a cabo tareas difíciles.
La sociedad moderna ha tendido a confundir pesimismo con realismo y
optimismo con cristales de color rosa. En realidad, los términos
optimista y optimismo derivan del latín optimus (mejor) relacionado
con ops (poder). Pesimismo deriva de pessimus (peor), término que, a
su vez, procede del griego pedon (suelo).
Un lugar elevado ofrece poder y una mejor perspectiva, en
contraposición con lo que ofrece el suelo. Quizá el motivo por el
que los optimistas trabajan con tanto ahínco es que ven el éxito en
el horizonte.
De hecho, la fe basada en la experiencia es un instrumento, un
tranquilo estado mental que permite una actuación óptima. El interés
actual en unas actitudes más constructivas puede que no sea tanto
una innovación como un correctivo, el giro interior/exterior que
puede concedernos a la vez el regreso al hogar y una nueva aventura.
Reconocer que el pensamiento en terreno elevado es más fructífero
que el cinismo se está convirtiendo en sentido común, tanto como en
buena ciencia.
Argumento n.0 12. Las artes y las diversiones como sensores de un
amplio cambio cultural.
Con frecuencia las artes visuales y la música son heraldos de
sentimientos y percepciones demasiado vagos para poder expresarlos,
prioridades demasiado nuevas para defenderlas.
Una convergencia del arte y la conciencia es patente en la
literatura, las películas y algunos audaces esfuerzos televisivos.
Los principales grupos y solistas de rock atraen inmensas multitudes
que escuchan sus vehementes mensajes sociales y espirituales, a
menudo las piezas centrales de los conciertos. La grabación de Band
Aid, el álbum USA for Africa y el concierto Live Aid demostraron la
seriedad de los intérpretes y sus seguidores para contribuir de
alguna manera.
Una exposición retrospectiva, ambiciosa y bien recibida en todo el
país, The Spiritual in Art: Abstract Art 1980-1985, atrajo a grandes
multitudes al Museo de Arte del condado de Los Angeles, antes de
pasar a Chicago y La Haya. Incluso los críticos negativos eludieron
sus observaciones, confesando su fascinación por el tema.
Para quienes tienen oídos para escuchar, una voz nueva empieza a
oírse en el mercado de la cultura. No es la voz de un suplicante que
ruega atención, ni tampoco es profética, sino más inmediata y
práctica.
Procede de muchos ámbitos distintos, como si un núcleo
humano más sabio, antiguo y nuevo hubiera empezado a transmitir una
nueva gama de frecuencias. Proyectos que han tenido éxito ofrecen
prototipos para el cambio evolutivo. (Véase «Orientaciones para
proyectos de éxito», que ofrece consejos para llevar a cabo
innovaciones con éxito.)
Argumento n.0 13. El redescubrimiento del mito y la metáfora como
elementos que dan nueva forma a los objetivos sociales.
Los arquetipos, las metáforas y los mitos se han usado mucho para
vender productos e ideologías. Los mitos de una nueva cultura pueden
darnos una visión alternativa del desastre nuclear/ecológico o la
mera supervivencia nerviosa. Nos rodean las metáforas de nuestra
condición. Por ejemplo, contemplar las montañas, valles, cañones,
picos y mesetas puede recordarnos el terreno de la vida.
Según una leyenda de la antigua corriente mística judía conocida
como cábala, en cada generación nacen unos seres migrantes, almas
procedentes de un orden superior3. Son los «niños de la cámara de
los anhelos», también conocidos como tohu, el estado de caos, y
están destinados a desencadenar la evolución. Estos espíritus
rebeldes, inquietos y alienados, insatisfechos con «las relaciones y
las verdades superficiales», ofenden las buenas maneras de la época.
Al final de los tiempos, cuando se procede a rehacer el mundo, un
número todavía mayor de esos espíritus caóticos llega para agitar el
status quo en sus raíces. Pero la cábala dice que no debemos temer
esos tiempos, pues lo único que hacen los espíritus es liberar la
energía de las formas moribundas. Emergerá una nueva casta, «los
maestros de la construcción», los cuales centrarán el fuego de la
revolución en mejoras prácticas.
Argumento n.0 14. La riqueza de soluciones a nuestros problemas.
Contrariamente a la creencia general, existen respuestas para casi
todos nuestros problemas más acuciantes. El ardid estriba en
iniciarlas y apreciar múltiples opciones. Nuestra respuesta no tiene
que competir. Como observó el director de una fundación
internacional, «cada uno de nosotros ha actuado como sí su respuesta
fuese un gladiador que ha de salir a la arena y ser el único
ganador».
Se están inventando nuevos procesos de resolución de problemas,
métodos para orquestar las soluciones en conflicto. Con frecuencia
ni siquiera hemos identificado el problema. Esto ha conducido a un
interés por lo que alguien ha llamado «las cuestiones yugulares». A
través del arte y la ciencia de la meditación, la gente también
aprende a ser más sincera y a descubrir que podemos ayudarnos
mutuamente con más facilidad si nuestros programas están sobre la
mesa. Progresos como la tecnología de los superconductores, en
rápida evolución, insinúan nuevas y poderosas posibilidades. Quizá
esta vez recordemos los errores pasados y actuemos de una manera más
prudente.
Es cierto que estos años precipitados han visto la erosión de las
tradiciones y una escalada del caos y la rebelión. No obstante, aquí
y allá, como había prometido, podemos ver una fuerza ascendente de
organizadores creativos, algunos de ellos incluso procedentes de las
filas de los ex rebeldes. Empezamos a comprender, o a recordar, que
nuestro destino es común. Y ésa puede ser la noticia más importante
de todas.
No es preciso que conozcamos el resultado de estos argumentos para
tomar parte en ellos. Como siempre existen fuerzas activas y fuerzas
que las contrarrestan, cada día elegimos la onda que queremos
apoyar.
¿Contribuiremos al problema o a la solución? ¿Veremos
posibilidades o imposibilidades? Desde la perspectiva de los
críticos, nos centraremos en lo que no se puede hacer. Desde la
perspectiva de los creadores, sabremos lo que debe hacerse.
El tiempo de los espectadores está llegando rápidamente a su fin.
Elijamos, más tarde o más temprano, ser los amos de la construcción.