6. La Vida Espiritual en la Nueva Era
Hay un punto sobre el que quisiera llamarles la atención y es que
los dos grandes grupos de agentes divinos la Gran Hermandad Blanca
y la Logia de las Fuerzas Materialistas tratan de desviar las
energías hacia ciertos canales que servirán a los fines para los
cuales trabajan, se formaron y existen. Por lo tanto les pediría
recordar que tras los acontecimientos externos están estos dos
agentes directrices. En consecuencia, tenemos:
1 . Dos grupos de Mentes avanzadas, ambos igualmente iluminados por
la luz del intelecto, formulando claramente sus objetivos, pero
difiriendo en su orientación y énfasis. Un grupo, de acuerdo al plan
divino, trabaja enteramente con el aspecto forma, estando ausente en
este grupo la luz del amor y del desinterés. El otro trabaja
únicamente con el aspecto alma o conciencia, y en este grupo
controlan la doctrina del corazón y la ley del amor. A este
respecto, ambos grupos trabajan por lo tanto en oposición en el
plano mental.
2. A los planes que incorporan estos dos ideales y divergentes
objetivos se los hace descender al plano astral, entrando así en el
mundo de deseos. Las líneas demarcatorias son siempre claras en lo
que concierne a los trabajadores de ambos grupos, pero no resultan
tan claras para los seres humanos comunes ni para los discípulos
mundiales y los iniciados. El caos reina en el plano de los deseos,
y el Arjuna mundial permanece hoy perplejo entre las dos fuerzas o
campos opositores, reconociendo su relación con la forma y con el
alma, haciendo conjeturas al mismo tiempo dónde reside su deber. Su
etapa de evolución determina su problema. Así ambos grupos trabajan
en oposición en el plano del deseo.
3. La materialización de los planos de estos dos grupos de mentes
iluminadas prosigue constantemente de acuerdo a las leyes
divergentes de su ser las leyes de la vida de la forma y las leyes
del vivir espiritual. En esta etapa inicial y mientras se libra la
batalla en el campo del deseo (porque allí es donde se libra el
conflicto principal, y todo lo que ocurre en el plano físico es sólo
el reflejo de un conflicto interno), las fuerzas de ambos grupos,
trabajando con las energías de los rayos sexto y séptimo, han
producido en el campo del vivir humano un estado de total
cataclismo. La situación económica y los odios religiosos son los
dos instrumentos principales. Sobre este tema debería
reflexionarse.
En consecuencia, tenemos dos grupos, dos objetivos, dos grandes
ideales formulados, dos corrientes de energía activa y dos rayos
predominantemente en conflicto, que producen las divergentes
ideologías. El resultado de este dualismo es el caos externo, la
diferenciación de ambos ideales grupales en los muchos
experimentos humanos, y el alineamiento resultante de toda la
familia humana agrupada bajo diversas banderas, testimoniando los
variados puntos de vista en los numerosos campos del pensamiento
político, religioso, económico, social, educativo y filosófico.
Diré que el resultado de este conflicto es definidamente bueno, y
demuestra la constante realización de la Gran Logia Blanca. La
conciencia de la humanidad se ha expandido definidamente, y en la
actualidad todos los hombres piensan. Esto constituye un fenómeno
totalmente nuevo y una fresca experiencia en la vida del alma
humana. El primer resultado de todo este disturbio ha sido el
traslado del foco de atención humano al plano mental, por lo tanto
más cercano a las fuentes de luz y de amor.
Aquí, en conexión con este cambio memorable de enfoque, los
discípulos del mundo pueden hacerse cargo de la responsabilidad e
iniciar el trabajo activo. Al hablar de discípulos empleo el
término refiriéndome a todos aquellos que aspiran a la verdadera
humanidad, a la hermandad y a la expresión viviente de los valores
más elevados espirituales. No lo empleo en el sentido técnico, que
involucra el reconocimiento de la relación con la Jerarquía a
través de los diversos grados de probacionista o de discípulo
aceptado, aunque los incluyo en, mi pensamiento. Me refiero a todos
los aspirantes y a quienes poseen algún sentido de los verdaderos
valores, más el anhelo de satisfacer la necesidad del mundo.
Para comprender un poco el problema involucrado y los distintos
métodos de trabajo que caracterizaron, tanto a quienes lo hacían en
el pasado, bajo la influencia de sexto rayo, como a los que
aprenden hoy a trabajar bajo la influencia del entrante séptimo
rayo, podría ser de utilidad comparar brevemente los dos sistemas de
actividad. Les pediré recordar que ambos sistemas y métodos de
trabajo son igualmente correctos para su época y lugar, pero que el
discípulo moderno debería descartar los viejos métodos y aprender a
emplear progresivamente los más modernos, nuevos y efectivos.
El
discípulo debe aprender a hacer todo esto en forma optimista y
confiada, sabiendo que los beneficios y la experiencia adquiridos
bajo el sistema de disciplina de sexto rayo, son aún su más valiosa
posesión, porque ha trasmutado los métodos y modos en
características y en hábitos establecidos. El discípulo de la era
actual debe dominar los nuevos sistemas de trabajo y las nuevas
fuerzas y objetivos, confiando en las lecciones aprendidas en el
pasado, y basar su nueva estructura de la verdad sobre los
cimientos de las orientaciones estabilizadas, a establecerse ahora.
El primer paso que el aspirante sincero debe dar es detenerse por un
instante a fin de averiguar y cerciorarse si está trabajando
principalmente bajo el impulso de sexto rayo o con la influencia de
séptimo rayo. Empleo deliberadamente los términos “impulso e
influencia”, porque describen el efecto general de las dos energías
actuantes. Hay algo en que todos los discípulos y aspirantes pueden
confiar, y es en el efecto básico y duradero de todas las potencias
de sexto rayo, establecidas en los últimos dos mil años. Deben
tenerse en cuenta, contrarrestarse y ser comprendidas, luego
estudiarse las nuevas influencias, investigarse y dominarse los
nuevos métodos y llevar las nuevas ideas e idealismos a la
objetividad, para expresarlos en forma nueva.
Sólo así podrá
erigirse inteligente y sensatamente la nueva civilización y
cultura, y sentarse las bases para el desarrollo de la familia
humana en líneas correctas en la era venidera. Por lo tanto, será
de valor comparar los sistemas antiguos y modernos de disciplina y
entrenamiento, de atributo y cualidad, de métodos y objetivos.
Abordaremos ante todo, los métodos de actividad de sexto rayo y sus
principales características. Son para nosotros los más familiares y
podemos considerarlos rápidamente y ello nos permitirá aplicar los
nuevos sistemas para demostrar y descubrir la sabiduría antigua y
comprender los nuevos modos de trabajo que proporcionarán una nueva
vitalidad a la obra de la Jerarquía en el plano físico.
La característica sobresaliente del discípulo y del aspirante en el
antiguo régimen era la devoción. La raza tenía necesariamente que
alcanzar una orientación distinta y correcta en el mundo de los
valores espirituales, de allí el esfuerzo de la Jerarquía, que
durante los últimos veinte siglos consistiera en poner el énfasis
en el sector de los valores espirituales. Las religiones del mundo
han mantenido un lugar preponderante durante varios miles de años,
procurando que la humanidad busque unilateralmente al alma y se
prepare para la aparición del quinto reino de la naturaleza. Esto
está designado (si puedo usar una palabra tan especializada) para
entrar en manifestación en la inminente era de Acuario. Dicha era
será predominantemente la del discipulado mundial, que
posteriormente conducirá a la era de la iniciación universal en la
época capricorniana.
De allí que las grandes religiones mundiales
hayan ejercido un dominio autoritario durante largo tiempo; sus
peculiares principios adaptados a una nación, raza o período
específico, contenían cierta verdad, establecida por intermedio de
un instructor determinado, que atraía hacia sí a individuos de todo
el mundo, espiritualmente orientados, y que para ellos expresaba la
más elevada meta a que podían aspirar. Todas las religiones del
mundo han sido construidas alrededor de una Idea encarnada, que en
la propia Persona del instructor expresaba el ideal inmediato de ese
tiempo y época. Demostraba ciertos atributos y conceptos divinos que
era necesario presentar a la visión de los hijos de los hombres,
como meta. posible e inmediata. En dichas manifestaciones, como he
indicado, puede observarse fácilmente la influencia de sexto rayo.
No obstante, cuando una influencia individual de sexto rayo es
constatada en una era en que el mencionado rayo se halla
excepcionalmente activo, podemos apreciar claramente a qué se debe
la potencialidad de la idea religiosa, expresada en las doctrinas y
dogmas teológicos y en la autoridad universal de las Iglesias.
Esta orientación del hombre hacia el mundo de los valores
superiores, ha sido el objetivo principal de la era de Piscis, que
está finalizando ahora, y de la influencia de sexto rayo que va
desvaneciéndose rápidamente. Aunque en ningún momento esta
orientación básica deja de avanzar constantemente, es conveniente
tener en cuenta que durante los últimos dos mil años se le han
presentado a la raza procesos de orientación mucho más elevados,
raros y difíciles, y ello por la siguiente razón: El cuarto reino de
la naturaleza ha sido atraído hacia arriba, definidamente hacia el
emergente quinto reino, lo cual hizo necesario también el traslado
de la atención, desde los tres mundos del esfuerzo y expresión
humanos, al. mundo superior de la conciencia del alma. Así mismo fue
necesario reenfocar la atención instintiva e intelectual, principal
factor para el desenvolvimiento de la percepción divina, la cual
puede ser instintiva, intelectual (y en consecuencia humana) y
también espiritual. Pero los tres aspectos son igualmente divinos,
cosa que a menudo se olvida.
El segundo objetivo del discípulo de sexto rayo, o del hombre que
está saliendo de la influencia de este rayo, pero que aún está
condicionado por él (siendo como ser humano representativo del
actual ángulo evolutivo), ha sido el desarrollo de la “capacidad de
abstracción” como se la denomina. La cualidad sobresaliente de
nuestro día y época, como resultado de la trasmutación del carácter
y la cualidad humana, en los discípulos y por intermedio de ellos,
ha sido la expresión de la naturaleza idealista del hombre o de su
respuesta instintiva a los valores intuitivos superiores. En el
pasado, personas altamente desarrolladas, aunque muy pocas,
demostraron aquí y allá este poder de abstraer la conciencia del
aspecto material o forma de la vida, y enfocarlo en el ideal y en la
expresión amorfa de la verdad viviente. Hoy están regimentadas masas
enteras y naciones, por ciertas formas de idealismo, y pueden
apreciar y aprecian, las ideas formuladas en ideales. Podemos ver
aquí nuevamente el éxito del proceso evolutivo y de la tarea de la
Jerarquía, que demuestra su eficacia en el esfuerzo por expandir la
conciencia humana.
Debido a la potente actividad de sexto rayo, durante su largo
período de expresión, la reacción del ser humano común ha sido una
intensa devoción a su propio y particular ideal, unido al esfuerzo
de imponer fanáticamente su sueño idealista (pues eso es en
potencia) a sus semejantes, realizándolo de tal manera que la idea
original se pierde lamentablemente y se destruye el ideal
primitivo, y en vez del ideal mismo se ha ocupado demasiado de las
formas de aplicarlo. Así la idea se pierde en el ideal, y el ideal a
su vez, en el método de aplicación. El hombre se hace devoto de un
ideal que puede o no encarnarse en una expresión individual, y esto
controla sus pensamientos, preordena sus actividades y lo conduce,
con frecuencia, a despiadados excesos en bien de su peculiar idea
formulada.
Bajo la expresión inmediata de sexto rayo, el divino principio del
deseo se ha apartado fundamentalmente del deseo por la forma
material, y se dirige al reino del deseo superior. Aunque todavía
prevalece el materialismo, hay pocas personas que no estén animadas
por ciertas aspiraciones idealistas y definidas, por las que
estarían dispuestas a sacrificarse si fuera necesario. Éste es un
fenómeno relativamente nuevo que debería ser cuidadosamente
observado. En el trascurso de las edades, grandes hijos de Dios han
estado dispuestos a morir por una idea; hoy existen masas enteras de
hombres igualmente dispuestos a morir y lo han hecho, ya sea por la
idea de un estado, imperio o nación superhumanos, por una respuesta
a una necesidad mundial fundamental, o por una marcada adhesión a
alguna ideología actual. Esto indica una extraordinaria realización
racial y el destacado éxito de la Jerarquía al trasladar la
atención humana al mundo de donde surgen las ideas, elevándola
hacia valores más altos y menos materialistas.
El instinto que ha caracterizado a este saliente período de sexto
rayo y ha sido notablemente fomentado bajo su influencia, es el del
gusto gusto por el alimento, el intercambio humano, el color, la
forma, el arte, la arquitectura y todas las ramas del conocimiento
humano. Este gusto discriminador ha alcanzado una etapa
relativamente elevada de desarrollo durante los últimos dos mil
años, y "el buen gusto" constituye hoy una virtud masiva muy
apreciada y objetiva. Esto es algo totalmente nuevo, que hasta ahora
ha sido la prerrogativa de pocas personas cultas. Reflexionen sobre
ello. Significa una realización evolutiva. Para los discípulos del
mundo, el sentido del gusto debe trasmutarse en su analogía
superior, el discriminador sentido de los valores. De allí el
hincapié que se hace en todos los textos referentes al discipulado,
sobre la necesidad de desarrollar la discriminación. Deseo-gusto
discriminación, son los valores, bajo el sexto rayo, de todo
desenvolvimiento evolutivo y particularmente la meta de todo
discípulo.
Los métodos por los cuales la actividad, de sexto rayo y sus
objetivos, han sido impuestos en la raza, son tres:
1. El desarrollo del instinto. A esto le sigue el deseo
inteligentemente reconocido, produciéndose así el constante aumento
de los requisitos, de la comprensión y luego de la reorientación. 2. El consiguiente estímulo de la conciencia humana hacia la
expansión, conduce finalmente a la aspiración espiritual. 3. Después sigue el reflejo de la realidad en la conciencia mental,
y esto se siente, se exige y se busca, por medio del trabajo
grupal.
El mecanismo del ser humano por el cual el alma hace contacto con
los tres mundos, que de otra manera (de acuerdo al actual plan)
quedan sellados y ocultos a la experiencia y experimentación del
alma, ha sido más agudamente sensibilizado y desarrollado durante
los últimos dos mil años que en el período anterior de diez mil
años. La razón estriba en que la mente del hombre ha ayudado
conscientemente en el proceso de coordinar los instintos y trasmutar
la reacción instintiva, traduciéndola en una percepción
inteligente. En el caso de los discípulos mundiales, el proceso se
llevó hasta la siguiente etapa de desenvolvimiento, denominada
conocimiento intuitivo. La contraparte de los cinco sentidos y sus
analogías superiores, en los planos más sutiles, se están
desarrollando, organizando y reconociendo rápidamente, y mediante
estos sentidos internos ha sido posible el descubrimiento
espiritual, así como también los más conocidos descubrimientos
síquicos.
En las tres fases,
a. el instinto de aspiración, b. el estímulo del deseo divino, c. el reflejo de la realidad,
tenemos la historia de la actividad de sexto rayo y su relación,
durante los últimos siglos, con su principal campo de expresión, el
plano astral.
Podemos ahora considerar el séptimo rayo en la misma forma que el
sexto, en relación con la situación actual. Al hacerlo, se
desarrollará en nuestra conciencia una idea del proceso de
desarrollo y de los emergentes eventos e inminentes acontecimientos
que pueden lógicamente esperarse. Existe, como podrá comprenderse,
dos maneras de considerar cualquier rayo determinado. Ante todo
puede ser estudiado desde el ángulo de la energía, que siempre entra
en relación con otras energías y fuerzas, y su encuentro produce
frecuente conflicto, una situación cambiada y totalmente distinta
de la que existía antes del contacto.
Estas importantes etapas
podrían describirse brevemente con las siguientes palabras:
contacto, conflicto, adaptación, equilibrio (una forma de
estancamiento o condición estática alcanzada, que imperó en el siglo
XIX), absorción y desaparición final de la energía saliente más
débil. La conclusión a que se llega es siempre inevitable, porque
los rayos no son los que están en conflicto, sino la sustancia y
las formas implicadas en el período. En segundo término, puede
considerarse la cualidad del rayo. En realidad es la expresión de
su alma y naturaleza intrínseca que haciendo impacto sobre las
condiciones existentes, cuando el rayo viene a la manifestación
realiza definitivamente tres cosas:
1. Cambia la naturaleza de la civilización y la cultura de la
humanidad en un período dado. La Jerarquía utiliza esta fuerza
cuando tiene lugar cualquier encuentro de energías de rayo. La
cultura es la primera en cambiar, porque toda cualidad básica cambia
siempre de arriba abajo, y los intelectuales son los primeros en ser
sensibles a las diferencias entrantes. Entonces los cambios de la
forma invierten automáticamente el proceso. De esta manera se
producen inevitablemente puntos de unión en todo el proceso
evolutivo. Cuando los científicos, que se ocupan de la teoría y
procesos de la evolución, acepten y estudien el procedimiento de los
rayos, se producirán definitivos cambios en la actitud y habrá un
acercamiento más estrecho a la verdad. Este concepto se halla
también detrás de la enseñanza que he impartido sobre los Grandes
Acercamientos que deben tener lugar (y que lo tendrán dentro de
breve tiempo) entre los reinos cuarto y quinto de la naturaleza. La
Jerarquía es el núcleo dinámico y viviente del quinto reino.
2. Cambios en los otros reinos de la naturaleza, produciendo una
cualidad distinta en la manifestación del alma de cualquier reino
(porque todos difieren en la cualidad del alma) y como consecuencia,
en el aspecto forma.
3. Cambios en el tipo de egos o almas que encarnan durante
determinado período de rayo. Con esto quiero significar que así
como durante la era que está finalizando, el conjunto de las almas
encarnadas es predominantemente de la cualidad de sexto rayo, es de
esperar ahora la aparición de un crecido número de egos de séptimo
rayo. El desarrollo de la futura civilización de séptimo rayo, de
síntesis, fusión y acrecentada expresión del alma, y además el
desarrollo de la nueva etapa en la que está entrando la magia blanca
de la Jerarquía, es por lo tanto inevitable y para esta etapa deberá
haber una definida preparación y entrenamiento.
Los poderes de la era de la magia son numerosos, y una de las
razones por las cuales está apareciendo ahora el séptimo rayo, se
debe a la rápida integración y perfeccionamiento de la personalidad
humana; lograr la integración superior del alma con la personalidad
resulta hoy más posible y fácil que nunca. Las nuevas formas, por
las cuales la tan deseada consumación puede. efectuarse, deben
desarrollarse, en consecuencia, de manera gradual y científica.
Esto, como puede fácilmente concebirse, se realizará mediante la
intensificación de las fuerzas que funcionan a través del cuerpo
etérico, mediante la coordinación de los siete centros mayores y el
establecimiento de sus relaciones rítmicas. El séptimo rayo rige
predominantemente los niveles etéricos del plano físico. No rige la
forma física densa, que está controlada por el tercer rayo. El
cuerpo etérico o vital, responde y se desarrolla bajo las
influencias entrantes de séptimo rayo.
Al considerar los métodos por los cuales se realizan los propósitos
del séptimo rayo, quisiera señalar que precisamente aquí me
encuentro limitado y obstaculizado por el idioma, pues estamos
tratando con algo nuevo y por lo tanto aún no verdaderamente
comprendido, y con esos desenvolvimientos que eventualmente se
producirán por medio de una magia científica y verdadera. Esta nueva
magia tendrá la misma relación que las que podrían tener las siglas
g a t-o, en una fórmula algebraica, con las burdas tentativas y a
menudo ridículas empresas de los magos, alquimistas y
prestidigitadores del pasado.
Además quisiera recordarles que la
magia que se realizaba en Egipto lugar en que originó la antigua
magia , estaba definidamente concentrada en la producción de
efectos físicos y resultados materiales y el centro de la atención
de los magos de esa época puede observarse en la estupenda
producción de esas antiguas y gigantescas formas que se yerguen hoy,
silentes e inmóviles, conservando toda su prístina magnificencia,
las cuales llaman la atención de los arqueólogos y viajeros; las
formas menores de la magia estaban dedicadas a la protección mágica
de la forma física y a las cuestiones relacionadas con ella. Más
tarde apareció la alquimia con sus variadas formas, y también la
búsqueda de la piedra filosofal y la enseñanza sobre los tres
elementos minerales básicos.
Los alquimistas eran impulsados
esotéricamente, y desde el aspecto subjetivo de la vida trataban de
descubrir lo que pudiera unificar los tres niveles físicos
inferiores, haciéndolo en la naturaleza profundamente simbólica del
desenvolvimiento racial. Dichos niveles simbolizan al hombre
integrado físico, astral y mental. Si agregamos a estos elementos
la piedra filosofal, que ha realizado su trabajo mágico, tenemos la
representación simbólica del control ejercido por el alma en los
cuatro niveles superiores del plano físico, los niveles etéricos o
de energía. La piedra filosofal es el emblema de esta deseable
culminación. Digo "emblema" y no "símbolo". Un símbolo es el signo
externo y visible de una realidad interna y espiritual, llevada a
la expresión en el plano físico por la fuerza de la vida interna ya
encarnada. Un emblema es la formulación y creación de un concepto
por parte del hombre, personificando para él la verdad tal como la
percibe y comprende. Un símbolo tiene más grandes implicancias que
un emblema.
Los niveles etéricos constituyen también el campo de expresión del
alma, ya sea el alma humana o su expresión como Tríada superior, la
vida monádica. Me pregunto si alguno de ustedes tiene la menor idea
de lo que le ocurrirá a la humanidad cuando la realidad subjetiva
interna, actuando por medio del cuerpo etérico y derramando sus
fuerzas libremente a través de los centros de ese cuerpo, logre su
mayor integración con el mecanismo físico denso, y lo controle,
reduciéndolo a la más completa subordinación, como resultado de la
integración superior consumada entre el alma y la personalidad.
Nos encontramos, en consecuencia, en un período crucial e
interesante de la historia racial y planetaria, período distinto de
cualquier otro precedente, debido a que el proceso evolutivo ha sido
definidamente exitoso, pese a todos los fracasos, errores y demoras;
las demoras que abundaron, debido a la negativa (para ustedes
curiosa y difícil de entender) de las Energías concentradas en
Shamballa, de imponer la fuerza de la voluntad sobre la materia y la
forma, hasta el momento de poder hacerlo con la cooperación de la
familia humana. Hasta ahora nunca fue posible porque el hombre no
estaba preparado para la tarea ni tenía conocimiento del Plan.
El
Señor de Shamballa y Sus Colaboradores tuvieron que esperar hasta
que penetrara por lo menos un tenue delineamiento del Plan en la
conciencia de la raza, lo cual está sucediendo con creciente
frecuencia, y cada día que pasa, mayor número de hombres y mujeres
inteligentes entran en contacto (o son puestos en contacto) con las
ideas que emergen de la Jerarquía. En consecuencia podemos esperar
que aparezca firmemente y se aplique gradual y cautelosamente la
energía volitiva proveniente del centro más elevado que existe en
nuestro planeta, Shamballa. Dicho centro corresponde al monádico, el
que hace sentir su poder en la conciencia del discípulo que está
preparado para recibir la tercera iniciación. Una vez recibida la
segunda iniciación, la atenta Jerarquía puede empezar a observar la
constante reorientación del alma hacia lo mónada y el poder de
atracción que ejerce ese aspecto superior sobre el iniciado.
En la
actualidad son tantos los miembros de la familia humana encarnados
o no que han recibido las dos primeras iniciaciones, que la atención
de Shamballa se dirige cada vez más hacia la humanidad, vía la
Jerarquía; mientras tanto, en forma simultánea, los pensamientos de
los hombres se encaminan hacia el Plan y hacia el empleo de la
voluntad, al dirigir y guiar la naturaleza de la fuerza dinámica. La
cualidad de la guerra en este siglo, por ejemplo, de naturaleza
dinámica y explosiva, es índice de lo antedicho porque la expresión
de la muerte y la destrucción, es uno de los aspectos de la energía
volitiva, y el primer rayo es el del destructor. Lo que se ve, en
consecuencia, es el efecto que produce la fuerza de Shamballa en las
formas de la naturaleza, debido al mal uso que el hombre hace de
esta entrante energía. Antiguamente las guerras, hablando en forma
esotérica y general, se basaban indefectiblemente en el atrayente
poder de las posesiones, conduciendo a la formación del carácter
agresivo y codicioso de los móviles que llevaban a la guerra.
Gradualmente se ha ido produciendo un cambio, y últimamente las
guerras han tenido su fundamento en móviles más elevados, y la
adquisición de más territorios y posesiones no han constituido el
principal y real motivo. Las guerras han sido desatadas por la
necesidad económica o por la imposición de la voluntad de alguna
nación o grupo de naciones sobre otras, por el deseo de implantar
alguna ideología en determinado país o por deshacerse de un caduco
sistema de pensamiento, gobierno o dogma religioso, que detiene el
desarrollo racial. Esto se está haciendo ahora conscientemente,
pues es una expresión de la fuerza de Shamballa o volitiva, que en
definitiva no es la fuerza del deseo como en el pasado.
El séptimo rayo constituye una de las líneas directas que puede
recorrer la energía de primer rayo y en ello reside otra de las
causas de su aparición en estos momentos, pues al liberar la vida
para penetrar en las nuevas y mejoradas formas, los anticuados
sistemas de vida, cultura y civilización, deben ser destruidos o
modificados. Todo esto es el trabajo del primer Rayo de Voluntad,
expresándose predominantemente en la época actual por medio del
séptimo rayo de Organización y Relación.
Al estudiar el sexto rayo hemos considerado ante todo su efecto
producido en el trabajo y entrenamiento, la vida y los planes del
discípulo, condicionando, como lo hace inevitablemente, las
actividades y rendimiento de su vida. Después vimos el principio
motivador del deseo a este respecto, y finalmente tocamos los tres
tipos de la prevaleciente actividad de rayo. Sigamos ahora el mismo
procedimiento y obtendremos una idea de la relación existente entre
los rayos sexto y séptimo, y el modo en que la potencia de sexto
rayo ha preparado a la humanidad para los inminentes
acontecimientos que enfrenta.
Lo que diré ahora, no será fácilmente comprendido o debidamente
apreciado, por el discípulo de sexto rayo, pues los métodos
empleados por Quienes manejan y dirigen las nuevas energías,
resultarán incomprensibles para él, como conocedor de sistemas
antiguos, de ahí la aparición de las escuelas fundamentalistas que
existen en todos los campos del pensamiento religioso, político y
hasta científico. Agregaré que cuando el discípulo de sexto rayo
intenta emplear las nuevas energías entrantes, para él se expresan
en el plano astral, y el resultado es magia astral, profundo
espejismo y honda decepción. A este hecho debemos atribuir la
aparición de instructores que pretenden enseñar magia, obtener
ciertos resultados mágicos, trabajar con rayos de distintos
colores, utilizar Palabras de Poder, dictar leyes y ser custodios de
anhelos y secretos, hasta ahora no revelados, de los Maestros de la
Sabiduría.
Todo ello es una especie de espejismo astral; también el
contacto establecido en el plano astral precipitará posteriormente
en la tierra lo que han podido captar allí. Aún no es el momento ni
la hora de emplear tales cosas. El sentido del tiempo y la
comprensión del momento exacto en que se llevará a cabo el Plan con
sus futuros detalles, no ha sido captado por esas personas sinceras
pero ilusas, que enfocadas como lo están en el plano astral y
mentalmente subdesarrolladas interpretan mal, para sí y los demás,
lo que allí perciben síquicamente. Saben excesivamente poco, pero
creen saber mucho. Hablan con autoridad, pero es la autoridad de una
mente sin expansión. Hoy prevalece la expresión de las antiguas
formas de magia, la búsqueda de indicios e indicaciones de métodos
caducos y cristalizados, responsables, en el remoto pasado, del gran
engaño de las masas y la consiguiente ilusión masiva.
Quisiera que recuerden que la magia blanca se ocupa del
desenvolvimiento del alma en la forma para adquirir la experiencia
necesaria. La magia blanca no se ocupa de actuar directamente sobre
la forma, sino por la influencia indirecta del alma, que actúa en
cualesquiera de las formas de todos los reinos de la naturaleza,
cuando somete la forma a su control, efectuando así los necesarios
cambios en el desarrollo del mecanismo. El mago blanco sabe que
cuando se aplica adecuada y correctamente el estímulo de rayo al
centro que llamamos el alma de cualquier forma, no a la forma misma,
entonces el alma, así estimulada, realizará su propio trabajo de
destrucción, atracción y reconstrucción, y la consiguiente renovada
manifestación de la vida. Esto atañe al alma de un hombre, de una
nación y al alma de la humanidad misma. Recuérdenlo, porque he
expuesto aquí una regla básica y fundamental que rige eternamente a
la magia blanca.
Por esta razón se dice que el séptimo rayo rige al reino mineral,
mediante el cual manifiesta esa significativa característica y
cualidad del alma que llamamos radiación. El término describe
exactamente el resultado del estímulo del alma sobre cada forma y
dentro de ella. La vida del alma oportunamente se irradia más allá
de la forma, y dicha radiación produce efectos definidos y
calculados. El sexto rayo, como bien se sabe, está estrechamente
relacionado con el reino animal, y su efecto allí consiste en
desarrollar la cualidad y expresión de la domesticidad en las
formas superiores de la vida animal, y la adaptabilidad del animal
al contacto humano. Los rayos séptimo, tercero y sexto, controlan
al reino animal. De allí que podemos deducir fácilmente que la
relación existente entre los animales superiores y el hombre, es de
rayo y por lo tanto de utilidad según la ley de evolución, e
inevitable en sus resultados. Los rayos sexto, segundo y cuarto,
rigen al reino vegetal, existiendo aquí también una relación
entrelazada por medio del sexto rayo.
El reino humano está regido
por los rayos cuarto y quinto, y nuevamente por el cuarto, lo cual
indica relación. Algún día esas relaciones y líneas de fuerza
interconectadas serán mejor comprendidas, se estudiarán
científicamente y se investigarán las líneas de energías
relacionadas. Este conjunto de energías directrices entrelazadas
ocupará la atención de algunas de las mejores mentes, y cuando ello
ocurra se aprenderá mucho. Tal información, sin embargo, es hoy de
muy poca utilidad, y continuará así hasta que los hombres se hagan
sensibles a la vibración de los distintos rayos y lleguen a aislar
el ritmo de un rayo en su conciencia. Cuando se desarrolle dicha
sensibilidad, se realizarán numerosos y rápidos descubrimientos
revolucionarios y significativos.
Uno de los inevitables efectos de la energía de séptimo rayo será
relacionar y unificar en estrecha síntesis, los cuatro reinos de la
naturaleza, debiendo hacerse como preparación para realizar el
trabajo largamente preordenado para la humanidad, que consiste en
ser el agente distribuidor de la energía espiritual para los tres
reinos subhumanos. Esta es la principal tarea de servicio que debe
emprender el cuarto reino por medio de sus almas encarnadas. La
radiación proveniente del cuarto reino será algún día tan poderosa y
sus efectos tendrán tan largo alcance, que compenetrarán las mismas
profundidades del mundo fenoménico creado, llegando incluso hasta el
reino mineral. Entonces veremos los resultados a que se refiere el
gran iniciado Pablo, cuando dice que toda la creación espera la
manifestación de los Hijos de Dios. Tal manifestación es la
irradiación de la gloria, el poder y el amor.
Incidentalmente quisiera indicar que la influencia de séptimo rayo
tendrá tres efectos definidos sobre el tercero y cuarto reinos de
la naturaleza, y son:
1 . Todos los cuerpos animales serán progresivamente refinados y en
el caso de la humanidad serán conscientemente refinados,
llevándolos así a un estado de desenvolvimiento superior y más
especializado. Esto se realiza hoy con toda rapidez. La dieta y el
atletismo, la vida al aire libre y al sol, están haciendo mucho por
la raza, y en las dos próximas generaciones. Cuando aparezcan
cuerpos refinados y naturalezas sensibles, el alma tendrá mejores
instrumentos para trabajar.
2. La relación entre los reinos animal y humano será cada vez más
estrecha. Es bien conocido el servicio que el animal presta al
hombre, en incesante expresión, pero el servicio que presta el
hombre a los animales todavía no es comprendido aunque se están
dando algunos pasos correctos en ese sentido. Oportunamente debe
producirse una estrecha síntesis y una coordinada simpatía entre
ellos, y cuando ocurra, tendrán lugar casos extraordinarios de
mediumnidad animal bajo la inspiración humana. Por ese medio, el
factor inteligencia del animal (del cual el instinto es la
manifestación en embrión), se desarrollará rápidamente, siendo éste
uno de los resultados descollantes de la denominada relación animal
humana.
3. Como consecuencia de esta evolución acelerada, habrá una rápida
destrucción de ciertos tipos de cuerpos animales. Desaparecerán los
cuerpos humanos de grado muy inferior, causando un cambio general
en los tipos raciales, hacia un nivel superior. Muchas especies de
animales también desaparecerán, y ya están desapareciendo, de allí
el creciente hincapié sobre la conservación de los animales y el
establecimiento de cotos de caza.
En este estudio comparativo, aunque inadecuado, de los antiguos y
nuevos estilos del discipulado, uno de los problemas que la
Jerarquía debe afrontar es cómo lograr los cambios necesarios en la
técnica y método de desarrollo, que requerirá el sujeto de séptimo
rayo, y al mismo tiempo condicionar esos cambios para producir
suavemente el proceso de reajuste e interacción entre la Jerarquía y
los aspirantes del mundo. Dicho reajuste debe incluir a ambos grupos
(uno de ellos es hoy numeroso, el otro reducido) de discípulos que
pertenecen a los rayos sexto y séptimo. Los problemas de la
Jerarquía no interesan, por supuesto, a quienes no alcanzaron la
liberación y, por lo tanto, no pueden contemplar la vida con los
mismos ojos de quienes ya no están sujetos a las fuerzas de los
tres mundos; sería de utilidad para los discípulos reflexionar
ocasionalmente sobre las relaciones existentes en el caso de los
Maestros y cavilar menos sobre sus propias y peculiares dificultades
individuales.
Una de las principales características del discípulo de séptimo rayo
es un intenso sentido práctico. El discípulo trabaja en el plano
físico teniendo un constante y firme objetivo, a fin de lograr
resultados efectivos en la determinación de las formas que asumirán
la cultura y civilización futuras; al finalizar el ciclo del séptimo
rayo, trabajará arduamente para perpetuar lo que ha realizado.
Manejará fuerza para construir las formas que satisfarán sus
necesidades, haciéndolo más científicamente que los discípulos de
otros rayos. El devoto de sexto rayo es mucho más abstracto y
místico en su trabajo y pensamiento, y pocas veces llega a
comprender realmente la correcta relación que existe entre forma y
energía.
Piensa casi totalmente en términos de la cualidad y presta
poca atención al aspecto material de la vida y a la verdadera
significación de la sustancia cuando produce fenómenos. Tiende a
considerar a la materia como de naturaleza maligna y a la forma una
limitación, poniendo el énfasis únicamente sobre la conciencia del
alma, considerándola de suma importancia. El fracaso de trabajar
inteligentemente, y agregaría yo, amorosamente, con la sustancia, a
fin de relacionarla correctamente con la densa forma externa,
produjo en los últimos dos mil años un mundo tan desastrosamente
dirigido que ha llevado a los habitantes del planeta a la grave
situación actual. El trabajo llevado a cabo en forma ignorante, en
el plano físico, por quienes están bajo la influencia de la fuerza
de sexto rayo, ha creado un mundo que padece separaciones, en forma
análoga al individuo que sufre de doble personalidad.
Las líneas
demarcatorias entre la ciencia y la religión, constituyen un ejemplo
destacado y han sido trazadas con toda claridad y fuerza. La
separación a que me refiero ha sido creada por los eclesiásticos del
pasado y por nadie más; las líneas separatistas fueron trazadas por
los místicos imprácticos y visionarios, así como también por los
fanáticos devotos de alguna idea, que no obstante eran incapaces de
ver las amplias implicaciones y la naturaleza universal de esas
reconocidas ideas. Estoy generalizando, porque hubo muchos devotos
y santos hijos de Dios que jamás fueron culpables de las estupideces
y tendencias separatistas mencionadas. Con esto también debemos
reconocer que la religión ortodoxa ha separado, temporariamente, los
dos grandes conceptos espíritu y materia en su pensamiento y
enseñanza, con lo cual separó la religión de la ciencia.
La tarea de los trabajadores de la nueva era es reunir esos dos
aparentes opuestos y demostrar que espíritu y materia no son
antagónicos entre sí, y que en todo el universo sólo existe
sustancia espiritual, actuando sobre las formas tangibles externas
y luego creándolas.
Cuando clasificamos como "malas" una forma y actividad, se debe
solamente a que la energía motivadora detrás de la forma,
responsable de la actividad, está erróneamente orientada,
egoístamente impulsada e incorrectamente empleada. Aquí nuevamente
son importantes dos verdades básicas del ocultismo moderno (se
impartirán otras cuando estas dos sean dominadas y aplicadas
correctamente):
1. La energía sigue al pensamiento. 2. El objetivo correcto crea la acción adecuada y la forma
conveniente.
Ambas afirmaciones son de origen muy antiguo, pero hasta ahora han
sido muy poco comprendidas. Por eso lo primero que un discípulo
debe conocer es la naturaleza de la energía y aprender a controlarla
y dirigirla; esto lo realiza trabajando con las causas originantes,
aprendiendo la naturaleza del reino de las causas y desarrollando la
capacidad de ver, detrás del efecto, la causa que lo generó y
produjo. En el caso individual del discípulo y en la etapa
preliminar de su entrenamiento, ello involucra una constante
investigación de sus móviles, hasta llegar a descubrir en qué
consisten, pues ha dirigido en tal forma su pensamiento que, en
todos los casos, se podrá confiar en que dichos móviles actuarán
automática y dinámicamente dirigidos por el alma.
Por lo general el discípulo de sexto rayo hace descender su trabajo
hasta el plano astral, y allí reside el foco de su atención, de su
vida y de su pensamiento. Su naturaleza física responde por
necesidad y automáticamente al impulso enviado desde el plano
astral, motivado en el mental, y a veces dirigido por el alma. Pero
la potencia de su deseo y su determinación de ver el fruto de su
trabajo, ha causado mucha dificultad en el pasado, al detener la
verdadera expresión del impulso originador.
Queda detenido en el
plano astral. Esto ha sido equilibrado por la intervención cíclica
de otras fuerzas de rayo, de lo contrario la situación sería mucho
peor de lo que es. El discípulo de séptimo rayo hará descender
directamente al plano físico la energía que maneja, logrando con
ello la integración, y el dualismo que lo caracteriza constituirá un
centro de energía en el plano mental y otro en el plano físico, Los
pares de opuestos del plano astral constituyen el dualismo del
trabajador de sexto rayo.
Es evidente, por lo tanto, que habiendo establecido los dos puntos
de energía (mental y física), la siguiente tarea de quien trabaja
con magia, consiste en producir, en el plano físico, una síntesis de
las energías disponibles, concretarlas y conferir fuerza activa y
persistente, a lo que ha sido construido. La energía así empleada,
en la mayoría de los casos, será de tres tipos.
1. La energía de la mente. Será la controladora energía dominante
que se empleará durante el período del discipulado aceptado y hasta
la segunda iniciación. 2. La energía del alma. Será manejada, utilizada y aplicada en forma
creadora, desde la segunda hasta la tercera iniciación. 3. La energía del alma y de la mente,, fusionadas y sintetizadas.
Esta combinación es de enorme potencia. Después de la cuarta
iniciación, su potencia aumentará debido a la energía proveniente
de la mónada.
Aunque todo es energía, no debe olvidarse que también en la correcta
enseñanza esotérica se llama energía a la actividad impulsora
superior, y lo que está condicionado e impelido a la actividad, por
su intermedio, se denomina fuerza. Los términos son relativos y
movibles. Para el conjunto de la humanidad, por ejemplo, el impulso
astral es la energía más elevada a la que normalmente aspira, y las
fuerzas sobre las cuales actuará la energía astral, serán la física
y la etérica.
Las energías superiores pueden ejercer un control
intermitente, pero por regla general el incentivo o impulso de la
vida es astral, y ello puede ser denominado deseo o aspiración, de
acuerdo al objetivo. La aspiración puede ser sencillamente una
ambición mental o deseo de poder, y el término "aspiración" no debe
limitarse únicamente a definir los llamados impulsos religiosos,
anhelos místicos y demandas de liberación.
El discípulo de séptimo rayo trabaja conscientemente por medio de
ciertas leves, las cuales rigen la forma y su relación con el
espíritu o vida. En Tratado sobre Fuego Cósmico, dí las tres leyes
mayores del sistema solar y las siete leyes subsidiarias por las
cuales se expresan las tres mencionadas; también me referí a las
leyes que rigen el trabajo grupal. Debe recordarse que los
discípulos, que pertenecen a los diversos rayos, manejarán esas
leyes de acuerdo a la cualidad de los impulsos de su rayo (estoy
obstaculizado por falta de palabras apropiadas), interpretándolos
en términos de obligaciones específicas de la vida o dharma,
produciendo los resultados deseados mediante las distintas técnicas
de rayo, sin embargo, de acuerdo siempre a la inevitabilidad de los
resultados producidos por las energías que han liberado para actuar
sobre las fuerzas, bajo las leyes de su ser.
El discípulo de sexto
rayo, cuando trabaja con las leyes de la naturaleza y las del alma,
cualificará sus resultados y producirá sus formas creadoras en el
plano astral; a menudo debe aprender a trabajar por medio de una
personalidad de séptimo rayo, durante varias vidas (previas o
posteriores al discipulado), antes de poder llevar al plano físico
sus sueños y visiones. El discípulo de séptimo rayo no tiene tal
problema. Por su conocimiento del ritual (que es el antiguo medio
codificado mediante el cual son organizadas y relacionadas la
naturaleza atrayente y expresiva de las energías a emplearse), por
su comprensión de las "Palabras de Poder", que descubre mediante el
experimento y el empleo de la potencia del sonido, el discípulo del
futuro trabajará y construirá el nuevo mundo y su cultura y
civilización.
Una curiosa indicación del efecto del trabajo mágico
de séptimo rayo, sobre la conciencia de la masa, es el empleo
creciente de lemas y "frases persuasivas" (¿no es éste el término
empleado?) para obtener resultados e impeler a los seres humanos a
ciertos tipos de acción masiva. Constituye el empleo embrionario de
las Palabras de Poder, y por el estudio del valor de sus tonos, por
sus indicaciones numéricas y su potencia inherente, los hombres
llegarán eventualmente a vastas creaciones y realizaciones mágicas,
produciendo actividad grupal y logrando la aparición de ciertas
formas de expresión en el plano externo.
Después de todo, las
fórmulas científicas han reducido a unos cuantos signos y símbolos
los descubrimientos más abstrusos e intrincados. El paso siguiente
es encarnar esos signos y símbolos en una palabra, o palabras,
impartiéndoles lo que esotéricamente se denomina “el poder de
encarnar”. Podría expresarlo de esta manera: la antigua afirmación
de que "Dios habló y los mundos fueron hechos", significa
sencillamente que la fórmula de Dios para la creación, se redujo a
una gran Palabra que Él emitió, a la cual siguieron los inevitables
resultados. Algo de este proceso, en la ínfima escala humana, será
visto en la próxima era. Lo que termino de decir ahora parecerá
fantasioso y fantástico al estudiante común.
Resultará evidente que los discípulos de séptimo rayo manejar mucho
poder, y por esta razón en toda la enseñanza que se les imparte, el
énfasis se pone sobre la pureza del móvil. Antiguamente se hacía
hincapié sobre la pureza del cuerpo, en el caso de discípulos de
sexto rayo. Como era inevitable, llevaron la idea hasta el
fanatismo, resaltando el celibato, el ascetismo y las más rígidas
reglas para la vida física, convirtiendo a menudo en pecaminoso lo
que es natural. Esta etapa fue necesaria para su desarrollo, porque
era esencial que el plano físico se convirtiera en un factor
importante en su conciencia, y su atención se apartara del reino de
las abstracciones (su línea de menor resistencia) y se enfocara en
el vivir físico, porque, nuevamente, la energía sigue al
pensamiento.
De este modo su actitud hacia la vida podrá hacerse más
práctica, y tendrá lugar la necesaria integración. Los discípulos de
la nueva era pondrán el énfasis sobre el principio mental, porque
condiciona el pensamiento y la palabra. Todo el trabajo mágico se
basa en la energía del pensamiento y en la palabra hablada
(expresión de los dos centros mágicos mencionados), y la pureza en
el reino de la mente y en el móvil, es considerada en consecuencia
como una esencialidad básica.
La influencia del séptimo rayo originará en un sentido peculiar
inesperado, la Escuela Occidental de Ocultismo, del mismo modo que
el impulso de sexto rayo originó la Escuela Oriental de Ocultismo,
la cual hizo descender la luz al plano astral y la nueva influencia
entrante la hizo descender al plano físico. La enseñanza oriental
afectó al cristianismo, e indicó y determinó las líneas de su
desarrollo, siendo el cristianismo definidamente una religión de
enlace. Eventualmente, los papeles se invertirán y la "luz de
Oriente" se trasladará a Europa y América. Esto traerá
inevitablemente la tan deseada y necesaria síntesis del camino
místico y el sendero ocultista, lo cual llevará más tarde a la
formulación del camino superior, del que es inútil hablar por el
momento, pues no lo comprenderían.
Ninguna de las antiguas y
fundamentales Reglas del Camino serán abrogadas o descartadas. Así
como los hombres recorrían a pie las antiguas carreteras, de
acuerdo a las necesidades
de su época y tiempo, y hoy viajan por tren o automóvil (para llegar
al mismo lugar), debe seguirse el mismo camino y alcanzarse la
misma meta, pero habrá diferencia en los procedimientos, variarán
las precauciones y cambiarán las medidas de protección. Las reglas
pueden variar de vez en cuando a fin de proporcionar indicaciones
más simples y la protección adecuada. El entrenamiento del
discípulo en el futuro diferirá del entrenamiento en el pasado, pero
las reglas básicas mantendrán su autoridad.
La nota clave que rige el desarrollo del discípulo de sexto rayo
está expresada en las palabras de Cristo, cuando dijo: "Si fuere yo
ascendido, atraeré a todos los hombres hacia Mí". El énfasis de
todo trabajo de sexto rayo es Atracción y Repulsión, de allí que la
división y separación producen eventualmente comprensión de la
necesidad de una síntesis e integración, conscientemente emprendida
y mentalmente motivada y producida. La historia del cristianismo (la
historia de Europa) se iluminará, si se estudia la Ley de Atracción
y Repulsión en conexión con su épico pasado. El empleo y mal uso de
esta ley y sus constantes interpretaciones en términos de deseos
materiales, ambiciones personales y control territorial, ha causado
las diversas escisiones y separaciones y también gran parte de lo
ocurrido. Bajo la influencia de séptimo rayo, terminarán esas
separaciones, oportunamente, y tendrá lugar la síntesis.
La nota clave del discípulo de séptimo rayo es "Actividad
Radiatoria". De allí que hayan surgido en el mundo del pensamiento
ciertas nuevas ideas la radiación mental o telepatía, el empleo
radiatorio del calor, el descubrimiento del radio. Todo esto
constituye la actividad del séptimo rayo.
El principio divino que concernirá principalmente a la humanidad de
séptimo rayo, será el de la vida, cuando se expresa por medio del
cuerpo etérico. Por esta razón existe un creciente interés por la
naturaleza de la vitalidad; se está estudiando la función de las
glándulas y antes de mucho tiempo se observará su principal función
como generadora de vitalidad. Esotéricamente serán consideradas como
exteriorizaciones de la fuerza de los centros del cuerpo etérico en
el plano físico, y su vivencia o falta de actividad indican la
condición de esos centros. El interés mundial también va
trasladándose al campo de la economía, que en definitiva es el
campo del sustento de la vida.
Por consiguiente, muchas cosas
sucederán en estas interesantes esferas, y cuando el cuerpo etérico
llegue a ser un hecho científicamente constatado y se hayan
reconocido los centros, mayores y menores, como focos de toda
energía al expresarse por medio del cuerpo humano en el plano
físico, tendremos una gran revolución en el campo de la medicina, en
la dieta y en la distribución de la actividad en la vida diaria.
Esto producirá grandes cambios en los sistemas de trabajo y
ocupación, y sobre todo en las actividades de la raza en los
momentos libres.
Este pensamiento llama la atención sobre los tres métodos de
actividad empleados por todos los trabajadores de rayo, y difieren
para cada uno. Finalmente controlarán los tipos de séptimo rayo, los
que gradualmente cambiarán las actividades hacia la vida y
producirán diferentes métodos para el diario vivir, y son:
1. Actividad grupal para establecer la relación científica entre
sustancia y energía. 2. Estimulación de las formas etéricas por medio de la fuerza
correctamente dirigida. 3. Distribución correcta de la energía vital, mediante el estudio
científico.
Estamos entrando en una era científica, pero será una ciencia que
saldrá de la actual encrucijada en que se halla y habiendo
penetrado, como lo ha hecho, en el reino de lo intangible comenzará
a trabajar más subjetivamente que hasta ahora. Reconocerá la
existencia de sentidos suprasensorios, como prolongación de los
cinco sentidos físicos, y esto se impondrá a la ciencia debido a la
gran cantidad de personas dignas de confianza que los poseerán y que
podrán vivir y actuar simultáneamente en los mundos de lo tangible y
de lo intangible.
El cúmulo de testimonios irrefutables será
incontrovertible. En el momento en que se pruebe la existencia del
subjetivo mundo de las causas (y a eso se llegará mediante la
irrebatible evidencia de la prolongación de los sentidos del
hombre), la ciencia entrará en una nueva era; su foco de atención
cambiará; las probabilidades de efectuar descubrimientos serán
inmensas y el materialismo (tal como se lo entiende ahora)
desaparecerá. Hasta la palabra "materialismo" resultará anticuada y
a los hombres del futuro les divertirá la limitada visión de nuestro
mundo moderno y se preguntarán por qué pensábamos y sentíamos así.
En conexión con los cinco rayos que según hemos observado están
actualmente influyendo o comenzando a influir sobre la humanidad
(los rayos primero, segundo, tercero, sexto y séptimo). deberían
recordar que su efecto varía de acuerdo al tipo de rayo o cualidad
de rayo del individuo implicado y según su etapa en la escala de la
evolución. Estos puntos a menudo se olvidan. Por ejemplo, si un
hombre pertenece al segundo Rayo de Amor Sabiduría, puede esperarse
que la influencia de este rayo y la del sexto (que está en la línea
de poder de segundo rayo) sea fácilmente eficaz, constituyendo
necesariamente la línea de menor resistencia. Esta situación puede
por lo tanto producir una indebida sensibilidad y desenvolvimiento
desequilibrado de las características. Nuestras características
ejercen influencias sobre la conducta, y nuestras reacciones sobre
las circunstancias.
Esto significará también que la influencia de
los rayos primero, tercero y séptimo, será fundamentalmente
perturbadora y provocará resistencia o, por lo menos, una actitud
no receptiva. En el mundo, los rayos que están hoy en la línea de la
energía del primer Rayo de Voluntad o Poder (en el que se incluyen
el tercero y el séptimo) se hallan en la proporción de tres a dos
(en lo que concierne a la actual manifestación), en consecuencia
podemos esperar una expresión más plena de los atributos y
acontecimientos de primer rayo, que de otra manera no sería posible.
Esto será especialmente así porque el sexto rayo está saliendo
rápidamente de la manifestación. Lo antedicho es una información de
poco valor en la actualidad. Sus implicaciones se harán cada vez más
evidentes a medida que trascurra el tiempo, por lo tanto las
incluyo en mi enseñanza.
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7. La Iniciación en la Era de Acuario
He hecho sugerencias respecto a la orientación que se ha llevado a
cabo o se llevará, en relación con los tres centros mundiales
principales; también he insinuado la relación que tienen algunas de
las iniciaciones mayores con dichos centros. Esas indicaciones
constituyen una nueva línea de pensamiento. A este respecto hay uno
o dos puntos que quisiera desarrollar en conexión con ello, para
que todo el tema sea esclarecido más considerablemente que en la
actualidad. Quisiera también relacionar estos centros con los rayos
que están ahora en manifestación (entrando, saliendo o en plena
expresión). Hablando en forma breve podría decir que:
La primera iniciación está estrechamente vinculada con el centro
planetario, la propia humanidad. Producirá, cuando termine, un
creciente estímulo del intelecto, al expresarse como una actividad
ordenada en el plano físico. Esta iniciación se halla también
estrechamente vinculada con el tercer Rayo de Inteligencia Activa,
rayo que ha estado en manifestación objetiva desde el año 1425 de
nuestra era y permanecerá en encarnación durante toda la era
acuariana. Los ciclos de este rayo son más extensos que los de otros
rayos.
Sin embargo, dentro de estos ciclos mayores, hay períodos de
actividad más intensa, que son como los latidos o pulsaciones del
corazón, y duran aproximadamente tres mil años. Cuando están fuera
de manifestación se llaman "ciclos de retiro, pero no de
abstracción", y también están en encarnación tres mil años. Uno de
esos períodos de tres mil años de expresión está con nosotros ahora,
por lo que podemos esperar un gran desarrollo de la facultad
intelectual y un marcado acrecentamiento del trabajo creador en esta
época. Este ciclo particular de expresión marca un punto culminante
en el ciclo mayor. Durante la era futura, la inteligencia de la raza
y su desarrollo activo, asumirá grandes proporciones con suma
rapidez.
La intensificación de la vida del centro humano proseguirá
aceleradamente y ésta es la razón por la cual tantas personas (como
dije anteriormente) recibirán la primera iniciación. Los
estudiantes tienden a olvidar que, en realidad, la primera
iniciación puede describirse como:
1. El arraigo o exteriorización del principio erístico en toda la
humanidad y en el plano físico.
2. El florecimiento de la inteligencia, de modo que el iniciado
podrá trabajar poderosamente en el plano mental y con ello la propia
humanidad será ascendida y ayudada en todas partes.
3. La entrada en actividad del centro laríngeo, y (debido a que el
tercer rayo está íntimamente relacionado con el primero) podrá tener
lugar la primera débil orientación del hombre espiritual hacia
Shamballa, orientación que se intensificará cada vez más y será más
pronunciada en el momento de la tercera iniciación. Quisiera indicar
las analogías numéricas:
a. El tercer gran centro mundial la humanidad. b. La actividad de tercer rayo el intelecto activo. e. La tercera iniciación marca la consumación de la primera, así,
como la cuarta marca la consumación de la segunda, y la quinta de la
tercera. d. El tercer centro mayor el laríngeo. e. La tercera raza la aria, que expresa la primera raza
estrictamente humana, la lemuria. f. El tercer plano el físico, reflejo del tercer plano más elevado,
el átmico. g. El tercer vehículo periódico la personalidad. h. El tercer aspecto divino la inteligencia. i. El tercer grado de un mensajero divino Hércules. J. La Vida sustentadora, el tercer Sol o externo el sol físico.
Estas son algunas de las analogías que sería útil recordar porque
revelan la cualidad divina, la intención espiritual y los objetivos
universales.
Durante la era acuariana y en una tercera parte de su expresión, es
decir, durante el primer decanato (esotéricamente considerado), se
verá acrecentadamente la vitalización del centro humano
(espiritualmente considerado) en relación con el Plan, y el
constante aumento de una amplia actividad creadora, tanto en el
individuo como en la raza, lo cual se deberá a la actuación e
influencia de Saturno, regido por el tercer rayo, planeta de la
oportunidad, del discipulado y de la prueba, pudiendo la raza
esperar una acrecentada expresión de la actividad saturnina a medida
que esa gran Vida divina prosigue con Su obra benéfica.
La segunda iniciación está íntimamente relacionada con la Jerarquía
como centro planetario, y con la actividad de segundo rayo. Esta
iniciación producirá en el iniciado un creciente sentido de
relación, de unidad básica con todo lo que respira, más el
reconocimiento de la Vida Una, que conducirá finalmente a un estado
de expresada hermandad, que la era acuariana tiene como meta traer a
la existencia. Este gran centro, la Jerarquía, hace que influya
sobre la humanidad la enfocada vida de amor, y este amor básico será
traído a la manifestación en el segundo decanato de Acuario (regido
por Mercurio). Mercurio, el Mensajero de los Dioses (es decir de la
Jerarquía de almas), lleva siempre el mensaje de amor y establece
una inquebrantable interrelación entre los dos grandes centros
planetarios, la Jerarquía y la Humanidad.
Tenemos nuevamente sobre esto ciertas analogías numéricas
fundamentales, basadas en la actividad emprendida por un centro
cardíaco que ha despertado en la raza. Éste es el segundo centro
importante en el individuo y está situado arriba del diafragma; por
su intermedio la Jerarquía puede llegar a toda la humanidad y
también a los reinos subhumanos:
1. El segundo centro planetario la Jerarquía. 2. La actividad del segundo rayo amor sabiduría. 3. La segunda iniciación, que relaciona el plexo solar con el
corazón, la humanidad con la Jerarquía y los rayos de la
personalidad y del alma con el segundo, que básicamente está
siempre en manifestación. 4. El centro de segundo rayo el cardíaco. 5. La segunda raza (la atlante), que culmina en la cuarta, la
próxima raza. 6. El segundo plano el astral. Éste es reflejo del segundo plano
superior. 7. El segundo vehículo periódico el alma. 8. El segundo aspecto divino amor sabiduría. 9. El segundo tipo o grado de Mensajero Cristo. Buda. 10. La Vida sustentadora, el subjetivo o segundo Sol el corazón del
sol.
Con todas estas analogías está relacionado el sexto rayo que obra
como afín o subsidiario del segundo rayo.
Podría decirse que en esté ciclo mundial, el énfasis de todo el
poder espiritual está puesto sobre la Jerarquía que, en la
actualidad, constituye el divino intermediario, interpretando la
voluntad de Dios, el propósito de Shamballa. Trasmite o aminora la
energía divina para ser aplicada sin peligro a la Humanidad. Por lo
tanto, es evidente la razón por la cual durante el segundo decanato
de Acuario, la Jerarquía puede, como representante de Shamballa y
con la ayuda de Mercurio, traer a la manifestación física al Avatar
venidero, lo cual será factible cuando se realice el trabajo del
primer decanato, y Shamballa haya liberado y reorientado
definitivamente las energías del tercer gran centro, la Humanidad.
Esta liberación y reajuste lleva a la expresión creadora y a una
vida espiritual renovada. Puede entonces tener lugar el
alineamiento planetario, siendo el objetivo planificado para el
cual la Jerarquía se está preparando y también el propio Avatar en
Shamballa.
La tercera iniciación está relacionada con Shamballa como centro
planetario y con la actividad de primer rayo. Debe recordarse que
ésta es la primera iniciación, donde la personalidad y el alma se
unen y fusionan para que ambos aspectos formen una unidad. Cuando ha
tenido lugar esta iniciación, ocurre que, por primera vez, algunas
de sus más amplias implicaciones grupales se convierten en
realidad, constituyendo de allí en adelante el impulso motivador en
la vida del iniciado. La aspiración llega a su fin, y en su lugar
aparece la convicción más absoluta. Es interesante observar también
que Venus comienza a ejercer control en el tercer decanato de la era
de Acuario.
Venus es reconocido esotéricamente como esa fuerza
misteriosa, mezcla de amor y conocimiento, de inteligencia y de
síntesis, de comprensión y hermandad. Dentro de la Jerarquía misma,
los dos grandes mensajeros que han incorporado la energía dual
venusina, han sido Buda y Cristo. El Mensajero que vendrá más
adelante y expresará el anhelo de Shamballa hacia la síntesis, la
aspiración jerárquica hacia el amor y el deseo de la humanidad de
alcanzar la inteligencia activa con un poder combinado, atraerá a
todos hacia Sí. Dichas cualidades se enfocarán todas en Él, además
de otra cualidad o principio divino, aún desconocido por la raza de
los hombres, para la cual no tenemos nombre. Será un grande y
poderoso Avatar, que de ninguna manera pertenecerá a la línea de
nuestra humanidad.
Sería conveniente observar las analogías numéricas que van a
continuación, recordando que la tercera iniciación es, en realidad,
la primera iniciación del alma, después de su total identificación
con la personalidad, en la vida y conciencia de la Mónada, el Uno y
el Primero:
1. El primer centro planetario Shamballa.
2. La actividad del primer rayo voluntad o poder. 3. La tercera iniciación, que es la primera del alma, relacionando
la base de la columna vertebral con el centro coronario y el alma
con la mónada. 4. El primer centro mayor la cabeza. 5. La primera raza verdaderamente divina la última raza.
6. El tercer plano, que en realidad es el primer plano de la
conciencia del alma y el reflejo del plano más elevado, el logoico.
7. El primer vehículo periódico el monádico. 8. El primer aspecto divino voluntad o poder.
9. El primero o más elevado tipo de Mediador el Avatar venidero. 10. La vida sustentadora, el sol espiritual el sol central
espiritual.
Consideremos ahora la tendencia de las temporadas y estaciones en
conexión con los rayos:
1er. RAYO
Este rayo está todavía fuera de la manifestación física,
pero comienza a afectar definidamente al plano mental; allí influye
la mente de los discípulos de todas parte. del mundo y prepara el
terreno para la aparición de cierto grupo de discípulos provenientes
de Shamballa. Dentro de dos mil años, a partir de hoy, la influencia
de este rayo se hará sentir poderosamente en el plano físico. Dentro
de cien años se notará su potencia en el plano astral.
2do. RAYO
Este rayo está siempre en manifestación subjetiva y es muy
poderoso, porque es el rayo de nuestro sistema solar, y muy
particularmente ahora que la Jerarquía se acerca cada vez más a la
humanidad en preparación para la "crisis de amor" y para una
inminente iniciación planetaria mayor. Sin embargo, en esta época,
la influencia de segundo rayo se está haciendo objetiva en el plano
físico. Se acrecentará más durante los próximos dos mil doscientos
años; luego irá retirándose paulatinamente a un segundo plano.
3er. RAYO
Este rayo permanecerá en encarnación objetiva, desde el
punto de vista de la humanidad, durante un extenso período, tan
extenso que es inútil predecir cuándo se desvanecerá su influencia.
Ese centro planetario, la Humanidad misma, necesita aún la
aplicación intensa de dichas fuerzas para estimular hasta al "más
inferior de los hijos de los hombres".
4to. RAYO
Este rayo, como se sabe, entrará en encarnación a
principios del siglo venidero, y en colaboración con la influencia
saturnina en desarrollo conducirá a muchos al sendero del
discipulado. Cuando la energía peculiar a la que damos el nombre
poco satisfactorio de "armonía a través del conflicto" y las fuerzas
del planeta que ofrecen oportunidad al aspirante, trabajen en
combinación y en ordenada síntesis, podremos esperar un rápido
reajuste en los asuntos humanos, particularmente en conexión con el
sendero. En último análisis, el cuarto rayo, enseña el arte de vivir
para crear una síntesis de la belleza. No hay belleza sin unidad,
sin un incorporado idealismo y sin el resultante desenvolvimiento
simétrico. Este no es el rayo del arte, como se pretende a, menudo,
sino la energía que otorga belleza a esas formas vivientes que
encarnan las ideas e ideales que buscan expresión inmediata. Mucha
gente pretende estar en el cuarto rayo, porque sueña con la
expresiva vida artística. Como anteriormente he indicado, el arte
creador se expresa en todos los rayos.
5to. RAYO
Este rayo ha estado en manifestación desde hace casi
setenta años. Se retirará (por un acuerdo especial y excepcional),
dentro de otros cincuenta años, irrumpiendo así en su ciclo normal,
porque se juzga que el impulso especial necesario ha sido adecuado
y el ímpetu dado al "espíritu humano de descubrimiento", ha servido
su propósito. Cualquier otra intensificación de los procesos
mentales (excepto por medio del efecto penetrante de tercer rayo)
resultaría ahora desastroso. Los ciclos de rayo generalmente están
establecidos y determinados, pero en colaboración recíproca y,
debido a la inminente y espiritual Crisis de Acercamiento, el Señor
del Quinto Rayo y el Señor del Mundo, han decidido retirar
temporariamente este tipo de fuerza. Esto tardará alrededor de
cincuenta años.
6to. RAYO
Este rayo, como saben, se está retirando de la
manifestación desde hace un extenso período de tiempo y continuará
haciéndolo con creciente rapidez.
7mo. RAYO
Este rayo está ahora entrando en expresión efectiva; poco
puedo agregar al cúmulo de información que he dado en éste y otros
libros.
Un pequeño punto interesante, aunque no de especial importancia para
ustedes, es que los Señores de Rayo, por medio de Sus Representantes
planetarios, constituyen un grupo de Fuerzas directrices que
colabora con el Señor del Mundo en Shamballa. La función de este
grupo es aconsejar y dirigir, pero no ejercer autoridad. Esto puede
ser considerado por algunos como la información más interesante de
este libro. Si tal es su actitud, indica que no están preparados
para la verdadera enseñanza esotérica. Los estudiantes necesitan un
mayor conocimiento de los verdaderos valores regentes y un sentido
de proporción espiritual.
Los hechos planetarios y solares (bajo
cuyo título podrían muy bien asentarse los datos informativos que
anteceden) pueden estimular su imaginación y ampliar su horizonte,
siendo esto de gran valor para los aspirantes y discípulos. Toda
información y acontecimientos vinculados con Shamballa son siempre
emocionantes para el neófito predispuesto a olvidar que debe entrar
en contacto con la Jerarquía, con la cual está más familiarizada,
antes de poder obtener la verdadera y relacionada percepción.
Quisiera que estudien la clasificación dada en el libro Iniciación
Humana y Solar, que aparece también en el apéndice del primer tomo
del Tratado sobre los Siete Rayos. La inserto aquí para quienes no
poseen éstos, cuya atención debería apartarse nuevamente de la
magnitud del Macrocosmos y dirigirla a la responsabilidad del
microcosmos.
EL DISCIPULADO Y LOS RAYOS
1er. Rayo Fuerza Energía Acción El Oculista. 2do.Rayo Conciencia Expansión Iniciación EI verdadero Síquico.
3er. Rayo Adaptación Desarrollo Evolución El Mago. 4to. Rayo Vibración Respuesta Expresión El Artista.
5to. Rayo Mentalidad Conocimiento Ciencia El Científico,
6to. Rayo Devoción Abstracción Idealismo El Devoto. 7mo.Rayo Encantamiento Magia Ritual El Ritualista.
En la era de Acuario, como resultado de las existentes
combinaciones de las influencias de rayo, la humanidad entrará en
una expansión de conciencia que le revelará las relaciones grupales,
en vez de las personales y autocentradas que conoce ahora. Quiero
recordarles que Acuario se encuentra en la mitad superior del
círculo zodiacal, en exacta oposición a Leo, en la mitad inferior.
Leo es el signo del desenvolvimiento individual y del yo como
autoafirmación.
Este signo altamente individualista culmina en
Acuario, donde el individuo halla su plena expresión por intermedio
del grupo, pasando del servicio a sí mismo y de la propia expresión
como personalidad, al servicio del grupo y a una creciente expresión
de la Jerarquía> a la cual se acerca constantemente. Para este fin
las influencias de rayo serán aplicadas firme y acrecentadamente. La
humanidad ha alcanzado una etapa donde va surgiendo con rapidez el
sentido de la individualidad. En todos los campos de la expresión
humana los hombres y mujeres van siendo cada vez más definidamente
autoafirmativos. El Antiguo Comentario alude simbólicamente a esto
en los siguientes términos:
"El León comienza a rugir. Arremete hacia adelante y, en su afán de
vivir, trae la destrucción. Luego ruge nuevamente y lanzándose
hacia la corriente de vida bebe insaciablemente. Después de haber
bebido, actúa la magia de las aguas. Queda trasformado. Desaparece
el León y aparece aquél que porta el cántaro e inicia Su misión".
Quienes poseen visión pueden ver cómo ocurre esto en todas partes.
El portador de agua (otro de los nombres del servidor del mundo) ha
comenzado su tarea autoimpuesta. De ahí el arraigo, en la tierra,
del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, cuyos representantes se
encuentran en todos los países y en todas las grandes ciudades.
Quisiera recordarles que esto ha tenido lugar sin excepción en todas
las tierras, y que ellos trabajan en distintos rayos; expresan
muchos puntos de vista; su campo de servicio difiere ampliamente;
sus técnicas son tan diversas que en algunos casos resulta difícil,
a las personas de estrecha mentalidad, comprenderlas. Pero todos,
hablando en términos simbólicos, llevan sobre sus hombros el cántaro
que contiene el agua de vida y, en lenguaje simbólico, todos en su
medio ambiente, emiten la luz en cierta medida.
A ustedes, que viven y trabajan en este período intermedio y en este
ciclo de transición, con su resultante caos externo y trastornos,
se les ha encomendado la tarea de ser exponentes de la constancia,
el servicio y el sacrificio. Les doy estas tres palabras, pues no
tengo ninguna información espectacular que proporcionarles, como
otras veces. Excesiva información absorbente y novedosa, puede
conducir a una insensibilidad profundamente arraigada. Es necesario
absorber y actuar sobre la información que ya poseen, antes de poder
ser evocada en ustedes la básica demanda por más luz, a la cual
debemos responder quienes trabajamos dentro de los límites de la
Jerarquía. Pacientemente esperamos esa demanda.
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8. Cristo y la Futura Nueva Era
Al llegar al término de nuestra consideración del mundo actual y
sus rayos dominantes, que actúan a través de las naciones y
condicionan a los pueblos, tenemos un último punto que quiero
dilucidar; pertenece al campo de la religión y concierne a la
significación de la Navidad. Sabemos que, desde la noche de los
tiempos, el período en que el sol se desplaza nuevamente hacia el
norte ha sido siempre considerado como temporada festiva; durante
miles de años se lo ha asociado con la llegada del Dios Sol para
salvar al mundo, traer luz y fructificación a la Tierra y, por medio
de los afanes del Hijo de Dios, también esperanza a la humanidad. La
época de Navidad es considerada, por los ignorantes, como la
Festividad de Cristo exclusivamente, siendo destacada por las
iglesias cristianas y testimoniada por todos los clérigos. Esto es
verdadero y falso a la vez.
El Fundador de la Iglesia Cristiana,
Dios hecho carne, se valió de este período; llegó a nosotros en la
oscuridad del año, iniciando una nueva era, donde la luz iba a ser
la nota característica. Esto ha resultado verídico desde diversos
ángulos, aún desde el puramente físico, ya que hoy tenemos un mundo
iluminado, vemos por todas partes luz y las lóbregas noches
tenebrosas de antaño van desapareciendo rápidamente. La luz ha
descendido a la tierra en forma de "luz del conocimiento". La
educación, cuyo objetivo consiste en llevar a los hombres al "camino
iluminado", constituye hoy la nota clave de nuestra civilización y
la mayor preocupación de todos los países. La eliminación del
analfabetismo, el desarrollo de una verdadera cultura y la
comprobación de la verdad en todos los campos del pensamiento y de
la investigación, son hoy de mayor importancia en todos los países.
Así, cuando Cristo proclamó (como realmente lo hizo), con los demás
Salvadores y Dioses Soles, que Él era la Luz de los mundos, inauguró
un período maravilloso donde la humanidad ha sido amplia y
universalmente iluminada. Este período data del día de Navidad, hace
dos mil años, en Palestina. Constituyó el más grandioso de los días
de Navidad y su influencia emanante fue mucho más poderosa que la de
cualesquiera de sus predecesores, los Portadores de la Luz, porque
la humanidad estaba más preparada para recibirla.
Cristo vino bajo
el signo de Piscis, los Peces, signo del divino Intermediario en el
sentido más elevado, o del médium en el más inferior; es el signo de
muchos de los Salvadores del mundo y de los Reveladores de la
divinidad que establecieron relaciones mundiales. Quisiera que
observen esta frase. El mayor impulso que llevó al Cristo a realizar
su especial tarea, fue el deseo de establecer rectas relaciones
humanas. Ése es también el deseo, consciente o inconsciente, de la
humanidad, y sabemos que algún día vendrá Aquel deseado por todas
las naciones; las correctas relaciones humanas existirán en todas
partes y la buena voluntad complementará esa realización, trayendo
la paz en todas las tierras y entre todos los pueblos.
A través de las edades, la Navidad ha sido reconocida y celebrada
como una época de nuevos comienzos, mejores contactos humanos y
relaciones más felices entre familias y comunidades. Así como las
iglesias han ido descendiendo en su presentación profundamente
materialista del cristianismo, el sencillo Día de Navidad, que
hubiera complacido al corazón de Cristo, ha degenerado en una orgía
de gastos, adquisición de cosas agradables, siendo considerado como
una "buena temporada para el comercio". Por lo tanto, debe
recordarse que cuando las fases de una religión inspirada por la
vida, es interpretada en forma totalmente materialista, cualquier
civilización y cultura pierde su sentido de los valores espirituales
y responde principalmente a los valores materiales; habiendo
terminado su obra útil debe desaparecer, por el propio bien de la
vida y del progreso mismo.
El mensaje del nacimiento de Cristo es siempre nuevo, pero hoy no es
comprendido. Durante la era de Acuario, en la que estamos entrando
con rapidez, el énfasis cambiará de Belén a Jerusalén y del niño
Salvador al Cristo Resucitado. Piscis ha sido durante dos mil años
la luz que se expande; Acuario verá la Luz ascendente y, de ambas,
el Cristo es el eterno símbolo.
La antigua historia del Nacimiento será universalizada y
considerada como la historia de todo discípulo e iniciado que
recibe la primera iniciación, y en su época y lugar se convierte en
un servidor y portador de luz. En la era acuariana tendrán lugar dos
acontecimientos descollantes:
1. La Iniciación del Nacimiento, condicionará el pensamiento y la
aspiración humana en todas partes. 2. La religión del Cristo Resucitado y no la del Cristo recién
nacido o del Cristo crucificado, será la nota clave característica.
Pocas veces es comprendido que centenares de miles de personas de
todos los países han recibido o se preparan para esta primera
iniciación, denominada el Nacimiento en Belén o la Casa del Pan. La
humanidad, el discípulo mundial, está ahora preparada para ello.
Indicaciones de la exactitud de este enunciado pueden verse en la
reorientación de la gente, en todas partes, hacia las cosas
espirituales, en su interés por el bienestar humano y el bien, así
como también su perseverancia en la búsqueda de la luz y en sus
anhelos y deseos de paz verdadera, basados en las rectas relaciones
humanas, complementadas por la buena voluntad. Esta "mente en
Cristo" puede observarse en la rebelión contra la religión
materialista y en el amplio esfuerzo que se aprecia en Europa y en,
otras partes, por devolver la tierra (la Madre Tierra, la verdadera
Virgen María) al pueblo. Puede verse en el constante ir y venir de
la gente por el mundo, simbolizado, en el Evangelio, en el viaje de
María con el niño Jesús a Egipto.
Luego siguió, como dice El Nuevo Testamento, un ciclo de treinta
años que, como sabemos, fue cuando Jesús llegó a la madurez, en que
pudo recibir la segunda iniciación, el Bautismo en el Jordán, y
empezar así su servicio público. Actualmente, los muchos que pasaron
por la primera iniciación en esta vida, están entrando en el largo
silencio de esos simbólicos treinta años en que alcanzarán la
madurez y recibirán la segunda iniciación. Esta iniciación
demuestra el perfecto control de la naturaleza emocional y de todas
las características piscianas. Los treinta años pueden considerarse
como un período de desarrollo espiritual, durante las tres etapas
en que estará dividido Acuario, y en consecuencia la era acuariana
que ya está sobre nosotros. Me refiero a lo que técnicamente se
conoce como los tres decanatos de cada signo. En este signo, las
aguas de la era pisciana serán absorbidas, hablando simbólicamente,
por el cántaro que lleva Acuario sobre el hombro, símbolo
característico de este signo, porque Acuario es el portador del agua
que lleva el agua de la vida o vida más abundante, a los pueblos.
En la Era de Acuario, el Cristo Resucitado es Él mismo el Portador
de Agua. Esta vez Él no manifestará la vida perfecta de un Hijo de
Dios, tal cual fue su misión anteriormente, sino que aparecerá como
el Guía supremo de la Jerarquía espiritual, para satisfacer la
necesidad de todas las naciones sedientas del mundo sedientas de
verdad, de rectas relaciones humanas, de amorosa comprensión. Esta
vez Él será reconocido por todos, y Su propia Persona testimoniará
la realidad de la resurrección, demostrando paralelamente la
realidad de la inmortalidad del alma del hombre espiritual. Durante
los dos mil años pasados se hizo hincapié en la muerte, que ha
matizado toda la enseñanza de las iglesias ortodoxas; sólo un día
del año se ha dedicado a la idea de la resurrección. En la era
acuariana el énfasis se pondrá en la vida y en la liberación de la
tumba de la materia, y ésta es la nota que caracterizará a la nueva
religión mundial y la diferenciará de todas las precedentes.
El festival de Pascua y la festividad de Pentecostés, serán los dos
días más destacados del año religioso. Pentecostés, como se sabe, es
el símbolo de las correctas relaciones humanas, por lo cual todos
los hombres y naciones se comprenderán mutuamente y aunque hablen
diversas y numerosas lenguas conocerán un solo lenguaje espiritual.
Es muy significativo que dos importantes episodios estén
relacionados en la parte final del Evangelio uno precediendo, y el
otro siguiéndole inmediatamente después de la aparente muerte de
Cristo, y son:
1 . La historia del aposento alto hacia el cual condujo a los
discípulos el hombre del cántaro, que tipifica a Acuario, y en el
que se realizó el primer servicio de comunión, donde todos
participaron y anticipó la gran relación que caracterizará a la
humanidad en la era venidera, después de las pruebas de la era
pisciana. Tal servicio de comunión no se ha realizado todavía, pero
la Nueva Era lo verá.
2. El relato del aposento alto, en que los discípulos se reunieron y
reconocieron verdaderamente al Cristo Resucitado y llegaron a un
perfecto y completo conocimiento recíproco, a pesar de la simbólica
diversidad de idiomas. Esos discípulos poseían un toque de
previsión, de profética visión interna, y. anticiparon algo de las
maravillas de la era de Acuario.
La visión de la mente de los hombres de hoy, es la de la era
acuariana, aunque no lo reconozcan. El futuro verá correctas
relaciones, real comunión, participación en todas las cosas (vino,
sangre, pan, vida, satisfacción económica) y buena voluntad.
Tenemos también un cuadro del futuro de la humanidad, cuando todas
las naciones estén unidas por una total comprensión y la diversidad
de idiomas simbolismo de distintas culturas, tradiciones,
civilizaciones y puntos de vista no constituya un obstáculo para
las rectas relaciones humanas. En el centro de todos esos cuadros
estará el Cristo.
Con el tiempo, los objetivos expresados y los esfuerzos de las
Naciones Unidas fructificarán, y una nueva iglesia de Dios, formada
por todas las religiones y grupos espirituales, pondrán fin, en
forma unida, a la gran herejía de la separatividad. El amor, la
unidad y el Cristo Resucitado, estarán presentes y Él nos
demostrará la vida perfecta.
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