por Martín Lozano extraído de 'EL NUEVO ORDEN MUNDIAL' del Sitio Web NuevoOrdenMundial-MembersTripod
Desde que echara a andar, el mensaje difundido por los mentores del Bilderberg Group (The Group) fue el característico de este tipo de organismos: se trataba, según el comunicado oficial, de una entidad destinada a fortalecer la unidad atlántica, a frenar el expansionismo soviético y a fomentar la cooperación y el desarrollo económico de los países del área occidental.
Todo lo cual no era más que una forma
eufemística de describir los objetivos reales de la organización,
perfectamente conocidos a tenor del contenido de sus reuniones. Y es que, a
pesar del hermetismo en el que se desarrollan éstas, nunca han faltado las
filtraciones reveladoras sobre el particular.
Se trata de Joseph Retinger, un sujeto a quien el propio Bernardo de Holanda rendiría homenaje fúnebre con estas palabras:
Joseph Retinger nació en Cracovia el año 1887 en el seno de una prestigiosa familia de origen judío-austríaco. A la edad de 18 años marchó a París, donde se doctoró en Letras y entabló sus primeros contactos en las altas esferas sociales occidentales. Acto seguido se iniciaría su azarosa y agitada existencia, caracterizada por sus múltiples cambios de residencia y constantes desplazamientos, así como por su presencia en la mayor parte de los escenarios político-diplomáticos donde se ventilaron los conflictos europeos de la primera mitad de este siglo.
Una frenética actividad, en suma,
que guarda un curioso paralelismo con las andanzas de los célebres agentes
itinerantes de la francmasonería iluminista.
Tras
iniciarse en la francmasonería sueca, se desplazó a los Estados Unidos, país
en el que ampliaría sus relaciones de alto nivel y protagonizaría un sinfín
de peripecias. Finalmente, una vez concluida la 2ª Guerra Mundial, Joseph Retinger se entregó de lleno a la tarea de construir los cimientos del
movimiento europeísta.
El 7 de mayo de 1948 veía la luz otra elaboración de Retinger, el Congreso de Europa, una entidad en la que se integraron varias organizaciones afines del momento, y de la que surgiría un año después el Consejo de Europa. No menos digno de mención es el decisivo papel desempeñado por Retinger en el alumbramiento del Movimiento Europeo, una institución que tiene como objetivo fundamental la implantación de un gobierno europeo supranacional, y cuya secretaría general ocuparía su fundador durante varios años.
Obvio es decir que esta clase de organismos no son otra cosa que emanaciones de las altas esferas plutocrático-oligárquicas, por lo que nada tiene de sorprendente el contenido de un informe confidencial elaborado por uno de ellos, la Comisión Europea, durante el mandato de Jacques Delors, informe con arreglo al cual quince multinacionales se repartirán el famoso "mercado único" europeo:
El cometido desarrollado por Retinger en la cristalización del entramado europeísta sería valorado por el Boletín nº 5 del Centro de Cultura Europea con estas palabras:
Tal y como indicaba el citado boletín, el Bilderberg Group (The Group) fue, en efecto, otro de los grandes proyectos puestos en marcha por Joseph Retinger, que desempeñó la Secretaría permanente de dicho organismo hasta su fallecimiento en 1960. Debe quedar claro, no obstante, que el nacimiento del Bilderberg Group se gestó siguiendo la norma habitual en estos casos, de igual modo que ha ocurrido con todas las entidades paralelas descritas a lo largo de estas páginas, y en las que detrás del tecnócrata operador siempre ha habido un plutócrata patrocinador.
Sin el sufragio económico de la casa Rothschild nunca habrían tomado cuerpo los planes de Cecil Rhodes ni la Round Table, como tampoco se habría hecho realidad la London School of Economics sin los fondos aportados para su creación por el Trust Huntington y la Banca Rothschild.
Del mismo modo que el Consejo de Relaciones Exteriores y su principal artífice, el siniestro "coronel" House, contaron con el patrocinio de la Banca Morgan, o los oficios de Brzezinski y el proyecto trilateralista tuvieron como patrón a David Rockefeller, así también las labores de Retinger para el alumbramiento del Bilderberg Group respondieron a la iniciativa estratégica y a los fondos aportados por el plutócrata de turno, en ese caso Víctor Rothschild.
Y es que a la sombra de toda empresa de
semejante envergadura, y más allá de sus promotores inmediatos, siempre
subyace una instigación oligárquica y una poderosa plataforma financiera.
A Home le sucedió Walter Scheel, ministro
de Asuntos Exteriores y, posteriormente, presidente de la República Federal
Alemana, que asumió la jefatura hasta 1985, año en que fue relevado por el
británico Eric Roll, presidente del grupo bancario S.G.Warburg. Este último
dejó paso en 1989 al actual presidente, Peter Rupert, más conocido como
lord Carrington, ex-secretario general de la OTAN, ex-ministro de varios
gobiernos británicos y miembro destacado de la Fabian Society y del Real
Instituto de Asuntos Internacionales.
De estos últimos podría reseñarse una breve relación de nombres que militan en los tres organismos, como son:
...ninguno de los cuales necesita presentación,
Por lo que se refiere a la estructura interna del Bilderberg Group, ésta se articula siguiendo el esquema característico de los círculos concéntricos, que es el organigrama adoptado tanto por el entramado oligárquico-mundialista en su conjunto, como por cada una de las entidades que se integran en el mismo. En el caso del Bilderberg Group, el círculo más externo está representado por los miembros asistentes a las conferencias periódicas organizadas por este organismo, una parte de los cuales son afiliados permanentes, y la otra invitados ocasionales o en vías de reclutamiento.
El primer círculo interior es el Steering Committee, compuesto por 39 miembros permanentes del Grupo. Una restringida camarilla de estos últimos constituye, a su vez, el segundo círculo interno y el más hermético. Se trata del Bilderberg Advisory Committee, cuyos integrantes norteamericanos son todos miembros del Consejo de Relaciones Exteriores.
No en vano el coronel Curtis B.Dall, ex-yerno del presidente Franklin D.Roosevelt y personaje bien introducido en los medios financieros y políticos estadounidenses, definió al Bilderberg Group como,
Los objetivos del Bilderberg Group, nada difíciles de suponer por otra parte, han sido expuestos más de una vez con meridiana claridad en los discretos cónclaves que celebra este organismo en medio de imponentes medidas de seguridad. Si bien es lo cierto que de poco ha servido hasta ahora el sigilo que rodea tales reuniones, sobre las que raramente han faltado las filtraciones, e incluso las delaciones internas que permitieran conocer gran parte de sus conclusiones.
Buena prueba de ello son las
declaraciones realizadas en los preámbulos de la Conferencia Bilderberg de
1991 por Charles Muller, un alto funcionario de la entidad, quien se quejaba
de que "cada año, alguien que representa a una organización o periódico
dispuesto a oponerse a nuestros objetivos acaba, de algún modo,
infiltrándose" (el periódico al que hacía referencia Muller no es otro que
The Spotlight).
Sobre este particular se pronunció Henry Kissinger, uno de los ponentes, haciendo notar "el avance de años" que había supuesto el hecho de que la intervención norteamericana en el conflicto hubiera sido acordada en la ONU antes de obtener el refrendo del Congreso norteamericano, único órgano facultado para declarar la guerra según lo dispuesto por la Constitución de ese país, añadiendo que,
El júbilo de Kissinger y de sus ilustres cofrades estaba plenamente
justificado si se considera que
la ONU no es sino uno de sus organismos
títere.
Básicamente, los llamados juegos de guerra consisten en la escenificación de
situaciones de crisis extrema sobre asuntos de política internacional, a fin
de tener previstas todas las posibles contingencias que pudieran representar
un obstáculo para el desenlace deseado.
Los participantes en estos seminarios son, por lo
regular, expertos reclutados en las altas esfera científicas y académicas y
vinculados a las figuras clave de la política exterior de sus respectivos
países.
Y si bien los juegos de guerra están
concebidos para tener previstas todas las eventualidades posibles y las
soluciones más adecuadas a cada una de ellas, a veces ocurre que el
acontecimiento real (ya sea espontáneo, ya provocado) se desarrolla de forma
distinta a la prevista en el "juego", en cuyo caso se hace preciso
intervenir, si es necesario directamente, para corregir los desvíos y
reconducir el proceso hacia el desenlace adecuado.
|