por
Joe Vialls
traducción de
Adela Kaufmann
Versión
original
9 de enero de 2004
del sitio Web
Vialls
recuperado a través del sitio Web
WayBackMachine
La lógica dicta que la Princesa Di fue deliberadamente asustada a escribir
la carta incriminatoria antes de su muerte, pero la ciencia sugiere que ella
no escribió la carta para nada. |
Temprano esta semana, el periódico The Mirror en Londres imprimió el nombre
del hombre a quien la Princesa Diana (supuestamente) escribió,
"está planeando ‘un accidente’ con fallos de los frenos de mi automóvil y
serias lesiones en la cabeza…”
Aunque las palabras reales han sido ennegrecidas durante años, el Mirror
reveló por primera vez que Diana aparentemente había escrito en completo,
“mi esposo está planeando ‘un accidente’ en mi coche, con fallas de frenos y
serias lesiones de cabeza…”
Fue la peor historia de horror de una princesa de hadas asesinada
brutalmente por el ogro de un marido adúltero, y el público amó esto a
muerte. Virtualmente nadie se molestó de siquiera preguntar si la carta era
genuina, o si la Princesa Diana, una maestra calificada, con la mejor
educación que el dinero pueda comprar en Gran Bretaña, ella misma hubiera
hecho los errores posibles en el cuerpo del texto. Y todo esto estaba
impreso por un periódico de ala izquierda con un conocido interés creado en
la abolición de la Monarquía.
Simplemente demasiado conveniente, ¿no diría usted?
Un recorte de la carta del periódico Mirror, reproducida por
GuluFuture.com está colocada abajo, y muestra muy claramente donde la “Princesa”
repentinamente perdió completamente el control de sus habilidades del idioma
inglés. En todas las otras cartas escritas antes de su muerte, la Princesa
Diana, sin excepción, comienza una nueva oración con una letra mayúscula, es
decir, “está planeando ‘un accidente’ en mi coche. Fallos de freno…”
Sin embargo, no con esta única carta.
Repentinamente Diana pierde su dominio del idioma inglés por primera vez, y
escribe, en vez de esto,
“está planeando ‘un accidente’ en mi coche. Fallo de frenos…”
Hay mucho, pero muchísimo más. Casi toda esposa leyendo este reporte sabe
que en el mundo real de princesas y comunes, Diana habría usado “Charles”,
si le estaba escribiendo a un amigo cercano, o quizás hubiera modificado
esto a “el Príncipe Carlos” si estuviera escribiéndole a un sirviente.
Solamente el editor de un periódico importante pensaría en “mi esposo”, un
término muy íntimo y muy personal, sustituido para sacar cada pedacito de
emoción de una audiencia amarillista voraz.
Si la Princesa Diana realmente escribió esta carta o no, jamás lo sabremos
con certeza, aunque parece bastante inverosímil que lo haya hecho. De hecho,
la Duquesa de York, una amiga de toda la vida, parecía aterrada.
“Esa simplemente no es ella” dijo Fergie, sacudiendo la cabeza en
desconcierto.
La falsificación sería simplicidad con las super computadoras de hoy en día
y los software de gráficas. Todo lo que usted necesita es una muestra de la
carta de Diana, incluyendo todas las letras en el alfabeto, y la computadora
hace el resto para usted. Desafortunadamente, una computadora no
necesariamente tendría que saber que la Princesa Diana siempre comenzaba
cada oración con una letra mayúscula, ni que “mi esposo” suena ridículo para
los seres humanos normales.
Tal como están las cosas actualmente, la Corona Real ha demandado que esta
“carta” sea reenviada a ellos para usarla como evidencia. Esperemos todos
que la Corona Real tenga sus ingenios sobre el, y compare esta misiva con
otras escritas por la Princesa con su propio puño y letra. Incluso las
mejores computadoras estarían sobrecargadas tratando de duplicar la exacta
presión ejercida por Diana en su propio papel de notas, si, de hecho, la
carta del periódico Mirror hubiera sido realmente escriba en el papel de
notas correcto del Palacio de Kensington.
Materia para pensar…
En cuanto al porqué uno de los periódicos más grandes de Gran Bretaña está
manipulando la verdad, o está el siendo manipulado por otros, el texto abajo
es probablemente una tan buena explicación como cualquiera. Aproximadamente
la mitad de este texto fue publicado en 2002 para explicar inexplicables
paralelos entre el Hotel Ritz en París y su homónimo en Londres, y también
describe el armamento usado para causar el choque.
La mitad fresca, tejida dentro de la original revela por primera vez la
identidad de aquellos responsables de la muerte de Diana, la Princesa de
Gales.
Durante la tarde del 29 de enero de 1999, quinientos dieciséis días después
de la muerte de la Princesa Diana, varios equipos de cámara, clasificados,
estaban parados, reunidos fuera del Hotel Ritz en Londres.
El Príncipe Carlos estaba finalmente “saliendo” con su amante, Camila Parker-Bowles de su brazo, y los medios de comunicación de Londres habían
sido advertidos de antemano acerca de la oportunidad para la foto.
Cuando la pareja sonriendo felizmente descendió las escaleras del Ritz, los
flashes predeciblemente comenzaron a destellar por todos lados. Entonces,
sucedió lo impensable. Desde una ubicación arriba y detrás de todo el
paquete de los medios de comunicación, alguien disparó una poderosa arma
óptica, un Pulsar-Estroboscópico “Menos que Letal”, directamente al Príncipe
y a Camila. Aunque levemente confuso por los flashes de las cámaras de abajo,
los intensos y distintivos pulsaciones blanco-azulados eran todavía
poderosamente suficientes para hacer que Camila Parker-Bowles se tambaleara
levemente, y luego palideciera.
Aunque tomado desde un ángulo levemente diferente, la notable foto mostrada
arriba a la derecha fue expuesta en el segundo exacto que disparó el Pulsar-Estroboscópico
LTL.
El PS-LTL es un arma de rayo-estrecho, y la foto claramente muestra el
intenso fulgor blanco-azulado directamente al ojo derecho de Camila, y al
lado derecho de la nariz del Príncipe Carlos. Porque el Príncipe tiene su
cara volteada lejos del arma al instante que disparó, el pudo escapar sus
efectos neurales.
No hay duda que habrá “expertos” en fotografía allá afuera que demandarán
que esto fue meramente el destello de un flash de los medios. Cualquiera y
todas estas demandas pueden ser fácilmente refutadas. El paquete de los
medios estaba completamente contenido detrás de una barrera de más de
sesenta pies lejos del Hotel Ritz de Londres, a cuyo rango ningún flash de
los medios alguna vez inventado puede generar tal pulsación o rayo intenso
[y estrecho] blanco-azulado.
Agregándose al misterio está el hecho que el arma usada era casi idéntica a
una que fue supuestamente usada en el túnel Pont de l’Alma en contra de la
Princesa Diana y Dodi Al-Fayed el 31 de agosto de 1997, justo después que
dejaron el hotel Ritz de París en su último viaje. Solo tres semanas después
de ese fatal choque, le escribí a Mohammed Al-Fayed acerca de las Armas de
Pulsar-Estroboscópico LTL.
Esta carta fue enviada a Londres por correo registrado el 22 de septiembre
de 1997, mucho antes de cualquier razón “oficial” o sugerencia engañosa
acerca del choque fuera publicada por los medios:
“Cuando esta arma LTL dispara, pulsa una brillante luz blanca de
alta-intensidad en las frecuencias del cerebro, induciendo a completa
confusión neural durante unos dos a cinco segundos. La exposición en la
línea de mira es abrumadora y hace al blanco completamente incapaz de
cualquier función significativa del cerebro. La exposición a los ángulos
oblicuos causa una confusión mental de moderada a completamente severa.
“Si este sistema LTL hubiera sido desplegado a la entrada del túnel para
desencadenar un acontecimiento letal, el Mercedes de una masa de dos
toneladas colisionando con una sólida pared de concreto a sesenta millas por
hora, hubiera asegurado la letalidad debido a la inercia del coche, la cual
podría haber sido exactamente calculada por adelantado.
“Aunque el pulsar-estroboscópico LTL, por su misma naturaleza deja muy poca
evidencia dura de su uso, hay indicadores que podrían ser útiles en
determinar si fue o no fue desplegada en el túnel de París.”
Antes de seguir examinando quien pudiera haber tenido el motivo y medios
para orquestar el acontecimiento fuera del Ritz en Londres, pudiera ser
instructivo examinar cómo el paquete de los medios reaccionó a esta
extraordinaria arma óptica en ese momento.
La BBC, obligada a transmitir el absolutamente peligroso corto de televisión
de los acontecimientos en el Ritz, trataron de culparlo todo en
sobre-abundancia, a las armas de destello:
“Algunos habían estado esperando durante muchas horas para coger un vistazo
de la pareja. Muchos eran turistas, y otros solamente se habían detenido a
ver que estaba pasando, en su camino a casa de bares y restaurantes. Tal fue
la ferocidad de las pistolas de destello, que la Asociación Británica de
Epilepsia urgió a los locutores no transmitir más de cinco segundos de los
efectos del estroboscopio, temiendo que chispearía convulsiones
fotosensibles en algunas personas."
De hecho, los “efectos del estroboscopio” ya habían hecho considerablemente
más daño que eso.
En una estación televisiva en Londres, dos editores fueron severamente
confundidos, y en otra estación, un editor se desorientó totalmente y
colapsó a través de la consola de controles. Ninguno de este personal, u
otros que sufrieron efectos menores, tenía ninguna historia de epilepsia.
Trabajando rápidamente detrás de las escenas, la Comisión de Televisión
Independiente en Londres tomó una línea mucho más dura que la BBC,
circulando rápidamente un directorio urgente a todas las redes televisivas.
El ITC advirtió que,
“el corto de noticias [tomado fuera del Ritz de Londres] pareció
perceptiblemente practicar una abertura de pautas del ITC sobre el uso de
imágenes con destellos”, y solicitaron difusiones subsecuentes “para caer en
línea con las notas de la guía de la Comisión”.
Según esta directiva, las transmisiones subsecuentes habían puesto el corto
en cámara lenta, un hecho reportado abiertamente por las redes de televisión
a través del mundo, incluyendo la ABC y SBS de Australia.
Pero a pesar de la confusión, y el hecho que esta era la primera y única
ocasión documentada en la cual un corto de televisión tuvo que ser puesto en
cámara lenta a nivel mundial para evitar daño neural, ni siquiera un solo
medio en ninguna parte reportó sobre las razones reales para este fenómeno
único.
Esto fue literalmente la primicia del siglo. Por primera vez en la historia,
gente estuvo inconsciente en el piso, y colapsando a través de consolas de
televisión, hasta el punto en donde las velocidades de transmisión tuvieron
que ser alteradas para limitar más daños físicos y mentales. En el mejor de
los casos, George Orwell había llegado a la ciudad, y en el peor, los
“Controladores Mentales” del gobierno habían acudido a trabajar. Era una
historia gigantesca pidiendo ser reportada a los televidentes, pero nadie
dijo nada.
A todo el estúpido personal de los medios
simplemente se les dijo que mantuviesen sus bocas cerradas en ese día.
Los posibles motivos para este acontecimiento deliberado debe también
incluir los posibles motivos detrás de las muertes de Dodi Al-Fayed y de
Diana, Princesa de Gales. Los vínculos entre el Príncipe Carlos, la Princesa
Diana, Camila Parker-Bowles y Dodi Al-Fayed se traslapan de diversas y
complejas maneras, hasta el punto donde cualquier diligente investigador o
analista los ignoraría a su propio riesgo.
El nombre mismo del hotel apunta a otro vinculo o paralelo, el cual es poco
probable que sea una mera coincidencia. El Hotel Ritz en París le pertenece
a Mohammed Al-Fayed, mientras que el Hotel Ritz en Londres es conjuntamente
propiedad de Sir David y Sir Frederick Barclay, conocidos cariñosamente en
los círculos de Londres como “Los Gemelos Solitarios” porque huyen de la
atención y de la controversia.
Por lo que se conoce, ambos Sir Barclays siempre han dejado el
funcionamiento cotidiano del Ritz de Londres enteramente a su propio equipo
de gerencia, así es que podemos excluir con confianza cualquier rivalidad o
conflicto entre ellos mismos, los propietarios del hotel. ¿Qué, entonces? La
explicación es larga y pudiera volverse un poco aburrida en algunas partes,
pero quédense conmigo, gente, quédense conmigo. El fin justifica el fin de
esta historia, y el fin de esta historia es espantoso.
A través de la historia, un gran número de hombres poderosos [y quienes
pretenden y buscan ser hombres poderosos] han estado inexorablemente
atraídos hacia el simbolismo y fechas de aniversario. Usted ve evidencia de
todo esto por todas partes en la vida cotidiana. El día de la Independencia
de los Estados Unidos es celebrado el 4 de Julio todos los años, lo cual
sirve al doble papel de simbolismo [Independencia] como un día específico en
el cual celebrarla.
Al otro lado del Atlántico tenemos el Jubileo de Oro de la Reina Isabel II
de Gran Bretaña.
El padre de la Reina Isabel, el Rey Jorge VI, murió el 6 de febrero de 1952.
Como lo exige la tradición, el nuevo monarca accedió al trono inmediatamente.
En ningún momento ha estado Gran Bretaña sin un monarca. Es por esta razón
que la bandera del monarca, el Estandarte Real, nunca puede estar colocado a
media asta a pesar de que el público espera que el ‘Estandarte’ estuviera a
media asta en el momento de la muerte de la Princesa Diana.
Aunque el Jubileo de Oro de la Reina es oficialmente celebrado en junio de
2002, fue realmente el 6 de febrero de 2002 que Isabel, la Segunda, completó
exactamente cincuenta años como Monarca. Hay otros acontecimientos y fechas
que la gente olvidó hace muchísimo, los cuales todavía podrían ser usados
subversivamente para propósitos conmemorativos más discretos.
Bien, hasta la vez.
Los propietarios de ambos Hoteles Ritz no están involucrados, pero todavía
tenemos una situación muy simbólica y altamente cargada. La última vez que
cualquiera de nosotros vimos viva a la distante esposa del Príncipe Carlos,
Diana, es cuando caminó hacia fuera por la puerta de atrás del Hotel Ritz en
París con Dodi Al-Fayed. La primera vez que vimos “oficialmente” a la amante
del Príncipe Carlos, Camila Parker-Bowles, es cuando ésta salió por la
puerta principal del Hotel Ritz en Londres.
Así, pues, ¿Qué significa, y quien estaba realmente halando los hilos
simbólicos en este extraño tablero subliminal? Para contestar esto,
necesitamos remontarnos hacia atrás en el tiempo, a 1992-3, cuando
repentinamente y sin aparente razón, una persona de personas desconocida
comenzó a “escuchar” los teléfonos del Príncipe Carlos, la Princesa Diana y
Camila Parker-Bowles. Circularon rumores por los medios, insinuando que el
Príncipe Carlos comenzó todo, pero ¿porqué habría de molestarse?
Hoy en día todos sabemos que en ese entonces, en 1993 y mucho antes, el
Príncipe Carlos tenía a una esposa protestante y una amante católica, es
decir, lo mejor de ambos mundos, y, sin duda alguna no molestaría al mismo
carrito de las manzanas. La Princesa Diana tampoco tenía motivo, ni lo tenía
Camila Parker-Bowles.
Quienquiera que hubiese ordenado escuchar las llamadas telefónicas se
beneficiaba grandemente, en términos de socavar la credibilidad de la
Familia Real y eventualmente el periódico Sunday Mirror de Londres señaló
con el dedo, por tanto:
“La Agencia Estadounidense de Inteligencia (CIA) Y
la Agencia De Seguridad
Nacional (NSA) tienen en sus manos un expediente de 1,056 páginas hecho de
las llamadas telefónicas escuchadas de los teléfonos de la Princesa Diana y
de espiar sus conversaciones. La CIA ha montado una operación de vigilancia
sobre Diana, a petición del Servicio Británico de Inteligencia, MI6”
Sería un serio error de juicio suponer que el MI6, hogar del personaje
ficticio James Bond, está realmente controlado por el Gobierno Británico.
Sería igualmente otro serio error de juicio suponer que MI6 se sale de su
camino para proteger a los miembros de la Familia Real, porque no lo hace.
Preservar la seguridad nacional y proteger a la Familia Real son tareas
manejadas conjuntamente por MI5 y el Servicio Metropolitano de Policía.
Más bien conocido por su título correcto de “Servicio Secreto de
Inteligencia” (SIS), el MI6 fue hace mucho penetrado por la Agencia Central
de Inteligencia Estadounidense y el Mossad israelí. Por lo menos durante las
últimas dos décadas, el MI6 ha bailado al son de la CIA, la cual,
desafortunadamente, sobre el mismo período de la historia ha sido
subordinada a los intereses de Mossad.
Por lo tanto, cualquier agenda internacional seguida por MI6 y la CIA ha
sido establecida por el Mossad.
“¿Porqué, porqué”, le oigo preguntar, “el Mossad estaría interesado en dañar
al Príncipe Carlos, la Princesa Diana o a Camila Parker-Bowles?”
Una vez más, debemos irnos hacia atrás a los libros de historia para
encontrar una respuesta, y por favor, observe que esta es una investigación
seria, no una cacería de brujas “anti-semítica”, como lo aseguran muchos
judíos. Es un hecho histórico documentado, que durante muchos siglos, los
financieros judíos efectivamente controlaron a varios Reyes y Reinas
Británicos y, fundando guerras y muchas otras empresas que deseaban en
ocasiones los extravagantes monarcas británicos.
Cierto, de vez en cuando un Rey podría, y de hecho lo hizo, desterrarlos a
todos de Gran Bretaña, pero en general, los Judíos fueron los indiscutibles
ganadores. No fue sino hasta principios del siglo 20 que los desencantados
burócratas británicos finalmente los derribaron de su percha. Entonces los
Judíos perdieron, no solo el control financiero de la monarquía británica,
sino también el oído de la Corte Real.
Sería realista afirmar que el mayor rencor que sostenían los Judíos en
contra de Gran Bretaña en tiempos contemporáneos fue su absoluto rechazo a
entregar a Palestina como el nuevo “Estado Judío”. Al final prevalecieron
los Sionistas Judíos, pero fue bastante difícil. Posteriormente, los
Sionistas decidieron prestarle más atención a Gran Bretaña.
Las colonias habían desaparecido, una sobre el curso de los años pero,
diplomáticamente hablando, Gran Bretaña todavía era una Casa de Poder.
Aunque el Monarca británico tenga muy poco poder verdadero hoy en día, el o
ella manejan una enorme influencia, y el Príncipe Carlos había ya exhibido
un deseo de ser el “Defensor de las Fes” cuando fuese eventualmente coronado
como Rey, es decir, no limitarse exclusivamente a su papel tradicional como
defensor de la Iglesia de Inglaterra.
Siniestramente, quizás, a finales de mayo de 1996, apenas sobre un año antes
de que asesinaran a Diana en un túnel de París, el Primer Ministro Británico,
John Major tomó la extraña medida de públicamente desaprobar el soporte del
príncipe Carlos, mientras que al mismo tiempo, astutamente exponiendo el
hecho de que las “fes” en el sentido plural Real, no incluían el judaísmo.
Entrevistado por la Televisión BBC, Major describió el deseo del Príncipe de
Gales de ser visto como figura representativa para todas las religiones en
Gran Bretaña, incluyendo católicos, musulmanes e Hindús, como “extraños”,
sugiriendo además que esa medida podría ser interpretada como un “gesto
vacío”. Se trata de un rendimiento observado muy de cerca por miembros
líderes de la comunidad judía, quienes colectivamente tenían muchas malas
vibras acerca de algún “Rey Carlos”.
Allá por la Edad Media, Carlos I expulsó a los judíos de Gran Bretaña, como
resultado fue implacablemente perseguido por Oliver Cromwell, quien puede
describirse mucho sobre sus acciones y hechos como el “Primer líder
comunista de Gran Bretaña”, completo con un subordinado proletariado. Los
judíos querían regresar, y Cromwell era su hombre en cuerpo y alma.
Eventualmente, el destino y Oliver Cromwell alcanzaron a Carlos I, quien
enfrentó su ejecución el 20 de enero de 1649 en Whitehall, donde fue
decapitado en un andamio especialmente construido. Luego, después de un
respetable interludio de solo unos pocos años, Oliver Cromwell graciosa y
obedientemente les permitió regresar a Gran Bretaña a los Judíos.
Marque el
30 de enero de 1649 bien, porque algo extraordinario había de suceder
exactamente trescientos cincuenta años más tarde, en Londres, como lo
veremos en breve.
Con el beneficio de la retrospectiva 20/20, los modernos años noventa del
Príncipe Carlos que estaban parados en la religión puede ser vista como
imprudente, si no francamente peligrosos. En el período previo a su
declaración sobre las “religiones”, Carlos había hecho varias visitas a las
comunidades musulmanas, mientras que aparentemente estuvo ignorando el
judaísmo. Haciendo esto, el Príncipe Carlos se abre a sí mismo como objetivo
para los fanáticos judíos, ninguno de los cuales estaban dispuestos a correr
el riesgo de ser expulsados de nuevo de Gran Bretaña.
Finalmente fue considerado mucho mejor [y más fácil] desacreditar a Carlos,
por tanto, evitar que el ascendiera alguna vez al trono.
Naturalmente, suficientes Sionistas sabían acerca del explotable esqueleto
en el armario de Carlos – Camila Parker-Bowles – porque ellos tenían el
completo control de las anteriores secuencias de “las chinches” por parte
del MI6 de Gran Bretaña. Pero si los Sionistas pensaron que el Príncipe
Carlos era un gran problema, ellos ciertamente no estaban listos para los
terribles acontecimientos de 1997.
Muy repentinamente sucedió una catástrofe. En vez de continuar su aventura
con un relativamente inofensivo oficial británico muy joven, la Princesa
Diana comenzó una relación con Dodi Al Fayed, hijo de Mohammed Al Fayed de
la fama de Harrod. Y si había un hombre en Inglaterra que los Sionistas
detestaban con pasión era Mohammed Al Fayed.
Tan intenso era su odio que durante mas de veinte años, miembros de Lobby
Sionista habían prevenido que Mohammed Al Fayed obtuviera la ciudadanía
británica, un privilegio entregado en base diario a cualquier inmigrante
ilegal que se tomara la molestia de llamar a las puertas traseras de Gran
Bretaña.
Instantáneamente se hizo evidente al Lobby Sionista que Dodi Al Fayed no
podría ser controlado para nada. Este hombre no era un joven oficial
británico que podría ser intimidado por Whitehall o por “La Empresa” en el
Palacio de Buckingham, sino que un independiente productor de Especial FX de
Hollywood con el total respaldo de su inmensamente rico padre.
Aunque el Lobby se sintió seguro de poder “influenciar” o incluso controlar
la más bien confusa relación entre el Príncipe Carlos y Camila
Parker-Bowles, y eventualmente usar esa relación para minar completamente al
Príncipe Carlos, el solo pensamiento de una poderosa influencia musulmana
entre cualquiera cerca del Príncipe William o el Príncipe Harry, condujo a
sus miembros a la distracción.
De alguna forma, el Lobby Sionista debía deshacerse de Dodi Al Fayed, y
luego, una vez más, arrogantemente desplegar su implícita “influencia” sobre
el Príncipe Carlos y Camila Parker-Bowles. Si se le permitía a Dodi Al Fayed
continuar su relación con la Princesa Diana, y quizás hasta casarse con ella,
entonces en última instancia su discreta influencia sobre el Príncipe
William y el Príncipe Harry bien podría minar todo su cuidadoso trabajo y
preparaciones para guiar al futuro Rey de Inglaterra y a sus herederos.
Pero, ¿Cómo podrían deshacerse de el?
De pronto, como de la nada, había una respuesta a las oraciones de los
sionistas. Con su conductor repentinamente cegado por un arma de Pulsar-Estroboscópico
LTL, y en medio de un apabullante chillido de los frenos y metal retorcido,
el Mercedes 600 SEL, llevando a la Princesa Diana y a Dodi Al Fayed lejos
del Hotel Ritz en París, estrellándose en la pared del túnel Pont de l’Alma
y detenerse en el carril central. Dodi Al Fayed y el chofer, Henri Paul
fueron muertos con el impacto. La Princesa Diana murió poco después. El
único sobreviviente fue el guardaespaldas, Trevor Rees Jones, aunque fue
críticamente herido.
La mayor parte de Gran Bretaña entró en profundo shock, lamentando y
llorando la muerte de la Princesa Diana.
Cientos de coronas y guirnaldas tomaron acres enteros de espacio fuera de su
residencia oficial, y cada religión en la Tierra envió a un representante
religioso a su funeral en la Abadía de Westminster. Bien, todas las
religiones excepto una. El Jefe Rabbi se negó a asistir, ostensiblemente
porque el funeral tuvo lugar en el Sabbat, el equivalente judio del Domingo
en la Iglesia Cristiana. Era un comportamiento extraño, porque no puedo
encontrar ninguna ley religiosa afirmando que los judíos no puedan entrar a
una Iglesia Cristiana en un Sábado.
En la literatura judía, poesía y música, el Shabbat es descrito como una
novia o reina, como en el popular himno del Shabbat, Lecha Dodi Likrat
Kallah (ven, mi amado, a encontrar a la [Shabbath] novia.
Se ha dicho,
“más que Israel ha guardado el Shabbat, el Shabbat ha guardado a Israel.”
El Shabbat no es un día específico de oración.
“Decir que el Shabbat es un día de oración no es más exacto que decir que el
Shabbat es un día de celebración: comemos todos los días, pero en el
Shabbat, comemos más elaboradamente y de una forma más libre.”
Para un foráneo como yo, la negación del Jefe Rabbi de asistir me pareció
más un desaire deliberado.
Durante el siguiente año más o menos, el Príncipe Carlos tuvo que
enfrentarse con una creciente marea de hostilidad pública, al tratar de
presentar a Camila Parker-Bowles como su consorte. El pueblo británico
apenas oculta su resentimiento y, de hecho, varias conspiraciones comenzaron
a hacer rondas que tácitamente acusaban al Príncipe de estar directamente
involucrado en el asesinado de su joven esposa.
Nunca hubo una prueba directa o indirecta para apoyar estas absurdas
demandas, y con el paso de los años fueron muriendo.
Eventualmente, en enero de 1999, se hicieron arreglos para una fiesta en el
Hotel Ritz en Londres, aparentemente para celebrar el cumpleaños de una de
las muchas amigas de Camila. No es muy probable que el Príncipe Carlos o
Camila Parker-Bowles decidieran la fecha, el lugar o la hora, porque
tradicionalmente es el personal subalterno quien se encarga de tales
detalles.
En otras palabras, de pronto, la decisión de celebrar una fiesta
específicamente en el Ritz de Londres el 29 de enero ciertamente no fue su
propia idea.
Los medios de comunicación fueron discretamente avisados para que estuvieran
presentes, y cuando todo estaba en su lugar, el Príncipe bajó las escaleras
del Ritz con Camila Parker-Bowles de su brazo. Entonces, el Arma óptica de
Pulsar-Estroboscópico LTL disparó, y durante una millonésima de segundo, la
historia fue perfectamente detenida.
Exactamente cincuenta años antes, el 29 de enero de 1949, la Corona había
finalmente y muy a regañadientes, concedido el reconocimiento diplomático
para el Estado de Israel.
Los Sionistas líderes en Londres celebraron esta victoria en una fiesta de
toda la noche y hasta el día siguiente, en el mismísimo Hotel Ritz. Por lo
tanto, aunque desconocido para los participantes, la fiesta del Príncipe
Carlos y Camila Parker-Bowles en el Hotel Ritz de Londres el 29 de enero de
1999, marcó el Jubileo de Oro de la mayor y única victoria Sionista sobre
Gran Bretaña.
Y al deslizarse las manecillas del reloj pasada la medianoche, y la fecha
avanzó a la perfección al 30 de enero de 1999, la fiesta también marcó el
350avo aniversario de la ejecución de Carlos I.
Exactamente Donde está el "Palacio de Kennington"?
Los falsificadores de la “Carta de Diana” cometieron errores menos sutiles
que las letras mayúsculas. Según los fotógrafos en el periódico Mirror,
Diana escribió la horrible exposición en su propio papel de carta en el
Palacio de Kennington.
¿Dónde?
Cuando estaba viva, Diana vivía en el Palacio Kensington, una muy bien
conocida residencia real.
El “Palacio de Kennington” solía ser parte del Palacio de Lambeth en el
sureste de Londres, actualmente el hogar londinense del Arzobispo de
Canterbury.