Acusado de criminal de guerra y laureado con un controvertido Premio Nobel de la Paz en 1973, Henry Kissinger sirvió a varias administraciones norteamericanas, desde Kennedy, Johnson, Nixon a Ford, en algunos de los más tumultuosos años en la política de Estados Unidos.
El centro de este documental es el período entre
1968 y 1977, cuando Kissinger fue Consejero de Seguridad
Nacional y Secretario de Estado.
Por si alguien tenía dudas acerca de la credibilidad que tendrá
la flamante comisión creada por la Casa Blanca para investigar
los "lapsos en la seguridad que permitieron que fueran exitosos
los
ataques del 11 de septiembre", el presidente
estadounidense
George W. Bush,
el chico, nombró nada menos que al ex secretario
de estado Henry Kissinger para dirigirla.
Para la mayoría de los ciudadanos del mundo con un poco de memoria histórica y un mínimo de decencia, la elección de semejante personaje es abominable.
Pero si algo caracteriza al gobierno de Bush júnior
es su absoluto descaro para revivir las memorias más sórdidas,
reciclar a los funcionarios desempleados más reaccionarios e
invocar a los burócratas más siniestros y belicosos de la
historia reciente de ese país.
La elección de Kissinger para semejante puesto es una expresión
más del absoluto desdén con que el gobierno estadounidense trata
a la comunidad internacional. O tal vez Bush no se enteró de que
el 4 de marzo de 2002 la Interpol pidió a las autoridades
británicas que detuvieran a Henry Kissinger durante su estancia
en Londres para interrogarlo sobre la investigación de que era
objeto Augusto Pinochet.
O no le contaron que Kissinger había
sido requerido por las autoridades de otras cinco naciones que
visitó (Francia, Dinamarca, Argentina, Chile y Bélgica), en las
cuales se habían ya emitido órdenes de detención en su contra, y
en cada ocasión se había escabullido justo a tiempo.
Una de las razones por las que el gobierno estadounidense saboteó
la creación de un Tribunal Internacional, fue para evitar que
una organización global tuviera el poder de llamar a cuentas a
militares y políticos por crímenes contra la humanidad.
Pero
mientras el mundo de Kissinger se achica y más gente clama por
su cabeza, en Estados Unidos se le sigue presentando como un
gran estadista, un sabio en materia de relaciones
internacionales y un espectacular asesor gubernamental y
corporativo invaluable.
El nombramiento tiene lugar cuando aún está latente la euforia
desatada por el periodista Christopher Hitchens, autor del libro
The Trials of Henry Kissinger (EE.UU.-Gran Bretaña-Chile, 2002),
en el cual se basa el documental del mismo nombre de Eugene
Jarecki.
El libro de Hitchens es una recopilación de evidencias que demuestran que Kissinger es un criminal de guerra involucrado, entre otras cosas, en,
la prolongación de la guerra de Vietnam (tras descarrilar las conversaciones de paz de París en 1968)
haber sido el arquitecto de los bombardeos de 1969 contra Camboya (600 mil muertes) y Laos (350 mil)
el asesinato de 500 mil personas en Bangladesh, en 1971, tras el golpe de Estado del general Yahya Khan, armado y bendecido por Estados Unidos
la masacre de más de 200 mil personas en Timor Oriental a manos del ejército de Indonesia en 1975
Por si fuera poco, el problema de la desconfianza que provoca el currículum político del "Premio Nobel de la Paz" (recibido por una paz que no negoció), Kissinger, se trata de un individuo obsesionado con los misterios, los secretos y las conspiraciones (y no aquellas que tienen que ver con extraterrestres sino con golpes de Estado, magnicidios y el saqueo a escala gigantesca de los recursos de las naciones).
El Dr. K es un hombre que, como señala su ex amigo y colega, el articulista William Safire (víctima de la paranoia del doctor Kissinger, que lo espiaba con micrófonos cuando aún eran amigos y colegas), no sabía distinguir entre los secretos del gobierno y su privacidad personal.
Además, uno de los problemas que ni la administración Bush ha podido ocultar es la posibilidad de una cascada de inminentes conflictos de intereses, entre los presuntos involucrados en los actos del 11 de septiembre (como el gobierno Saudita y Kuwaití) y la cartera de clientes de su empresa de asesoría internacional (Kissinger Associates Inc., con domicilio en 350 Park Avenue, piso 26, en Manhattan).
Kissinger declaró
que no podía concebir que existiera conflicto alguno, pero, en
cualquier caso, la Casa Blanca no pidió al Doctor K que revelara
a quién ofrece sus servicios de consultoría.
Internamente, el nombramiento del ex profesor Kissinger parece
llevar implícito un llamado a la unidad de parte del grupo más
extremista dentro del gobierno (Cheney, Rice, Wolfowitz,
Perle),
a los sectores mas conservadores cercanos al grupo de poder de
la familia Bush (Scowcroft, papá Bush y Eagleburger).
Algunos
defienden el nombramiento argumentando que la vasta experiencia
de Kissinger en marrullerías, intrigas, omisiones, mentiras y
distorsiones lo ubica en una posición privilegiada para
descubrir debilidades y culpas. Quizá sea cierto, pero lo
importante será saber a quién va a beneficiar que un criminal de
guerra tenga en sus manos esa información y ese poder.
Existen numerosas iniciativas que persiguen conseguir su
procesamiento ante instancias judiciales internacionales.
Y lo mas importante: la retirada del premio Nobel de la Paz.
Video
Los Juicios de Henry Kissinger
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Part contemporary investigation and part historical inquiry, documentary follows the quest of one journalist in search of justice.
The film focuses on Christopher Hitchens' charges against Henry Kissinger as a war criminal - allegations documented in Hitchens' book of the same title - based on his role in countries such as Cambodia, Chile, and Indonesia.
Kissinger's story raises profound questions about American foreign policy and highlights a new era of human rights. Increasing evidence about one man's role in a long history of human rights abuses leads to a critical examination of American diplomacy through the lens of international standards of justice.
This incisive documentary offers a sobering portrait of Kissinger, quite possibly the most powerful and influential diplomat in U.S. government in the latter half of the 20th century.
Based on the book of nearly the same name by journalist and critic Christopher Hitchens (the slender volume goes with the singularized Trial), the movie takes on the form of a legal argument, bringing forward case studies that aim to illuminate Hitchens' claims against Kissinger.
Among the significant events in Kissinger's career that the movie tackles are,
his purported secret diplomacy during the 1968 peace talks to end the Vietnam War
the secret bombing of Cambodia in the early '70s without congressional authorization
an alleged U.S.-backed plot to overthrow the leftist government of Chilean leader Salvador Allende
The movie features numerous interviews with legal experts, journalists, and high-ranking diplomats, such as,
Alexander Haig
Walter Isaacson
Roger Morris
Hitchens himself
Predictably, Kissinger did not participate in the making of the picture.
Video
The Trials of Henry Kissinger
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