LOS FACTORES DE LA SITUACIÓN MUNDIAL
Abril de 1944
Hasta ahora he escrito para los aspirantes del mundo, durante
muchos festivales de Wesak. Repetidas veces llamé la atención a
ustedes y a ellos, sobre la estrecha relación que se va
estableciendo entre el mundo de los hombres y el mundo de las
almas. Repetidas veces también señalé que tuvieron lugar -de acuerdo
a la Ley de Evolución- ciertas grandes fusiones, unificaciones o
grandes Acercamientos. Indiqué que la actividad actual de nuestro
Logos planetario está trayendo ciertos ajustes mayores en la esfera
de influencia planetaria, que afectan principalmente al reino
humano.
Les hice conocer la urgencia de la vida entrante,
produciendo tensión, reconocimientos espirituales muy amplios, el
inmediato derrocamiento de falsos dioses y normas, y la supresión
de las cristalizadas y caducas interpretaciones (llamadas
doctrinas) de las realidades espirituales. Por estos medios, se
despeja el camino para un nuevo y simple reconocimiento de la
divinidad, que satisfará no sólo el corazón de la persona más
sencilla, sino la necesidad del más inteligente. Hablé en términos
de la unión del pensamiento oriental y occidental y de la necesidad
de que las grandes civilizaciones -nutridas por la influencia de Shri Krishna, Buda y Cristo- se unan más estrechamente. Dije (y lo
reafirmo) que Aquel Que viene hará posible y efectiva esta unión,
acontecimiento que será reconocido mundialmente.
Afirmé también que estamos llegando a un período culminante en la
historia humana, período en el cual están generalmente activos los
Señores del karma. La Ley de Causa y Efecto está trayendo a la
superficie los resultados de las actividades pasadas, el pensamiento
subjetivo y los impulsos secretos, aplicando el castigo y limpiando
la pizarra de la historia humana. Cuando estuvo en la tierra, hace
dos mil años, Aquel a quien todos los discípulos sirven, dijo que
las cosas secretas serán reveladas; por el surgimiento del bien y
del mal los hombres llegarán al conocimiento, a la comprensión, y se
verán obligados a dar esos pasos necesarios para construir un mundo
nuevo mejor, basado en la Ley del Amor y no en las Leyes de ha
Separatividad y del Odio. Esto es lo que sucede ahora.
He dicho también que las Fuerzas de la Luz se acercan a la tierra y
que la Jerarquía constantemente se acerca más al género humano.
Estos eventos básicos, estos acontecimientos subjetivos y estas
determinaciones espirituales -bajo la Ley de Acción y Reacción-
evocaron más rápidamente una respuesta de las Fuerzas del Mal
(presentes en nuestra vida planetaria) que de la humanidad. Ciertas
grandes Fuerzas o Energías personificadas, de la oscuridad y del
mal, se organizaron y dieron los pasos necesarios (así lo creyeron)
para impedir que la humanidad avance hacia la Luz, valiéndose de las
debilidades, egoísmos e intereses del hombre; así como el bien
puede estimular a que se exprese la bondad latente en la humanidad,
del mismo modo el mal puede evocar un mal mayor de quienes son
susceptibles, debido a la innata flaqueza de los irreflexivos y los
emocionales: las Fuerzas de la Luz trabajan solo con las almas de
los hombres. Han avanzado rápidamente mentiras, falsas enseñanzas,
propaganda maligna, guerra de nervios, el cultivo del temor, la
organización de grupos de trabajadores aislados en cada nación,
dedicados a minar la rectitud y distorsionar la verdad. Grandes y
fundamentales verdades fueron tergiversadas para satisfacer los
fines de los trabajadores del mal.
Por ejemplo, la doctrina de la super raza fue interpretada como
significando la superioridad de la nación y la cultura alemanas por
encima de Occidente, mientras se acentuaba la divinidad de los
Hijos del Cielo (la raza japonesa) por encima de Oriente. Los
pueblos desorientados de ambas naciones, fueron inducidos a creer
que tenían una grande y espiritual misión: dominar el mundo.
Éste fue el primer resultado del acercamiento del reino de Dios a la
tierra, o más bien al plano físico. En ese reino, hombres de todas
las razas demostrarán su divinidad y el reino de las almas será
reconocido como el hogar universal y la raza de todos los hombres,
en el cual las nacionalidades separatistas no tendrán cabida ni
serán reconocidas.
Las Fuerzas del Mal buscaron a esos guías y grupos que son la
analogía materialista de los guías espirituales y tratan de guiar a
la humanidad en líneas correctas. Tomaron posesión (y empleo esta
palabra deliberadamente) de los malignos hombres que conducían a
las Potencias del Eje -Hitler, Tojo, Goebbels, Ribbentrop, Himmler
y, en menor grado Mussolini, Hess, Goering y Otros. Ellos dominaron
en forma total las mentes de los hombres, ya distorsionadas por la
ambición y las inclinaciones sádicas. ¿A quién, se preguntarán, me
refiero al decir “ellos”?
Quiero significar a esas individualidades
inteligentes malignas, carentes de amor, plenas de odio, que son
para el mundo del enfoque egoísta y material lo que la Jerarquía de
Maestros, que trabaja bajo el Cristo, es para los esforzados
aspirantes humanos. El poder de estas fuerzas malignas es enorme,
porque no reconocen ninguna restricción o limitación humana
comúnmente decente; trabajan por medio de la violencia, la coerción,
la crueldad, el odio, el terror y la mentira; tienden a subyugar a
la conciencia humana por medio del completo control de las mentes de
los hombres, la restricción del bien y la promulgación del mal;
estimulan el cerebro de los hombres mediante la amplitud de su
conocimiento maligno y mágico; esto lo digo literal y físicamente.
La Gran Logia Blanca que trabaja bajo la inspiración de Cristo y de
Shamballa, actúa necesariamente bajo ciertas restricciones
espirituales. La coerción no es permitida; las mentes de los hombres
deben ser y permanecer libres; es permitido estimular el alma de los
hombres, porque da por resultado el estímulo de la expresión del
amor y de la comprensión que conduce a rectas relaciones humanas.
Estas restricciones espirituales hacen que el progreso de las
Fuerzas de la Luz sea muy lento; les interesa recordar que la
duración de la guerra dependió en parte de la incapacidad de los
Ejércitos del Señor para impedir que se cometieran los crímenes de
los cuales las Potencias del Eje eran responsables. Las actividades
físicas de las Fuerzas de ha Luz reconocen ciertas limitaciones, y
las Fuerzas del Mal aprovechan esto constantemente. El bombardeo en
masa de las poblaciones fue comenzado por Hitler y él pudo haberlo
terminado inmediatamente si así lo hubiera querido.
Hay otro aspecto de este asunto sobre el cual quisiera llamarles la
atención. Estas restricciones que las Fuerzas de la Luz reconocen,
tienen también un efecto indeseable en lo que respecta al ignorante
bien intencionado, y la manera de interpretar la Ley del Amor en
quienes están emocionalmente polarizados. Las Naciones Aliadas que
trabajan para la liberación y la libertad humanas (y por lo tanto de
acuerdo a la Ley del Amor bien comprendida) se ven impedidas de
seguir las líneas de la crueldad indiscriminada que caracterizó a
las técnicas alemana-japonesa: tortura, hambre, falsa propaganda,
maltrato y abuso de los prisioneros, y campañas de terror. Los
reglamentos de los Hermanos de la Humanidad no permiten estas
iniquidades. Desde un ángulo estrictamente físico, puede
interpretarse como que las Huestes del Señor están en desventaja.
Esta correcta actitud de parte de las Fuerzas de la Luz tiene un
efecto indeseable sobre los apaciguadores y pacifistas del mundo,
los cuales por razones humanitarias y por amor a las formas,
mediante las cuales actúa la humanidad, llevarían inmediatamente al
fin de la guerra.
En su ceguera bien intencionada sacrificarían el futuro de la
humanidad y has vidas de millones de personas en fecha posterior,
por la cesación momentánea de las hostilidades. Insisto que las
Fuerzas del Mal deben ser derrotadas ahora; los malignos guías deben
ser arrancados de su alto lugar y la completa derrota y aniquilación
de los responsables de lanzar este horror sobre la humanidad, es una
necesidad absoluta y un deber obligatorio, si la seguridad, el
bienestar y el nuevo orden de vida más feliz, deben ser el signo de
las generaciones venideras. Un final temporario de la guerra sólo
daría tiempo a las Fuerzas del Mal para reorganizarse, y la futura
guerra sería infinitamente peor que ésta. Lo dice el humanitario
inteligente y también es la opinión de la Jerarquía. La Jerarquía
está firmemente de parte de los que piden una guerra hasta el fin, y
las razones son: la salvación final de millones de vidas y la
conservación de ciertos valores espirituales básicos.
Las cuestiones son espiritualmente mucho más serias de lo que creen;
el trabajo de la Jerarquía es obstaculizado no sólo por las
restricciones, bajo las cuales las Fuerzas de la Luz deben trabajar,
sino también por el trabajo y las expresiones tontas e
insignificantes de los hombres de poca visión que no ven las
posibilidades futuras, si la guerra llegara a un término,
inconcluso, los cuales (por la comodidad actual de la generación
presente) sacrificarían a los niños de mañana y a las generaciones
posteriores. El trabajo de la Jerarquía es obstaculizado por las
actitudes de los hombres sin perspectiva alguna y con mucho egoísmo;
no son crueles, pero piensan estúpidamente.
Estos hombres -en la
legislatura de las distintas Naciones Aliadas, en el Parlamento, en
el Congreso y en las iglesias- abogan por la cesación de la guerra
antes de obtener la victoria, y antes de que los enemigos de la
humanidad sean derrotados hasta que se dobleguen, supliquen
misericordia y pidan la paz. Ven el fin de las transacciones
comerciales tal como lo han conocido; ven desaparecer los factores
familiares de su confortable mundo; les desagrada los resultados de
la guerra en lo que a ellos afecta; no pueden soportar el
sufrimiento general, e impelidos por la piedad piden una paz
inmediata.
Otros son movidos por el aislacionismo y el deseo de no
participar en la agonía de la guerra; algunos odian a aquellos cuyo
deber consiste en llevar ha guerra a una culminante victoria, o ven
sus ambiciones particulares amenazadas por el condicionamiento de un
mundo cambiante. Éstos sacrificarían a las futuras generaciones,
como ya he dicho, por su política miope y su endeble juicio. Por lo
tanto, divulgan la desunión y atan las manos de los que gobiernan en
los cargos elevados. Sus esfuerzos prolongan la guerra, desalientan
a las fuerzas que luchan, destruyen la moral nacional y militar y
sientan una base endeble para el trabajo del mundo de posguerra. De
estos hay muchos en cada nación, demasiado en los Estados Unidos de
América y ninguno en la URSS, de allí su marcha triunfal.
Por lo tanto, tenemos hoy en el mundo:
1. Las Fuerzas del Mal,
que trabajan por intermedio de Alemania y
Japón. Hasta la fecha se están manteniendo y no han sido aún
derrotadas. Aterrorizan al mundo. Dentro de sus propias fronteras
nacionales no hay suficientes personas que tengan el valor, la
comprensión o la capacidad de pensar con claridad, que odien el mal
y puedan aferrarse a una visión. Ninguna de esas naciones contiene
algo que pueda ayudar a has Fuerzas de la Luz. Los alemanes fueron
engañados desde el principio, y la decepción nacional ampliamente
difundida, respaldada por una campaña de terror, implica debilidad
general, carencia de valor y una natural predilección para guiar en
forma maligna. La tendencia de ser conducida en líneas agresivas,
egoístas y malignas, fue característica de la mentalidad alemana
durante un gran período de tiempo.
A esta nación negativa, con su
arrogante psicología (una de las grandes paradojas de las edades),
debe enseñársele los métodos del bien positivo, y reemplazar la
actual aceptación negativa del mal por una valerosa defensa de la
justicia. Con humildad e inteligencia debe enseñarse a la nación
alemana a ocupar su adecuado lugar en la comunidad de naciones. La
nación japonesa, no obstante su gran edad, debe volver a su estado
de niñez; enseñársele, como se les enseña a los niños, a ser
sociales, no antisociales, y pasará mucho tiempo antes de que se
pueda confiar en esta nación. La nación italiana no presenta mayores
problemas que cualquier otra nación del mundo. Es normal, como lo
son las Naciones Aliadas; la nación alemana y la raza japonesa no
son normales y deben ser llevadas a la normalidad por un manejo
cuidadoso y bondadoso, pero firme, mediante la aplicación de
procedimientos educativos.
2. Las Fuerzas de la Luz.
Quisiera cambiar aquí la impresión que
prevalece entre muchos esoteristas. Al emplear esta frase (las
Fuerzas de la Luz) a veces significa que la Jerarquía lucha
textualmente contra las naciones del Eje. No es así en sentido
físico. La Jerarquía trabaja, como bien saben, con las almas de los
hombres y con esas mentes que están orientadas y dispuestas de tal
manera, que reaccionan a la inspiración del alma. Al decir “las
Fuerzas de la Luz” me refiero a esas naciones iluminadas sobre las
cuales brilla la luz de la libertad, y que se niegan a toda costa a
abandonar esa luz. No hay libertad en Alemania ni en Japón. En
sentido menor, y durante un breve tiempo, no hubo libertad en
Italia, pero esta puede contarse entre las naciones iluminadas,
porque no pudo ser esclavizada.
Las Fuerzas de la LUZ involucran a
esas naciones (que trabajan por medio de sus ejércitos, la
humanidad, los eternos derechos del hombre, la libertad en la
palestra diplomática) que hoy luchan por la libertad de conciencia,
la posición del individuo en cualquier nación y la libertad de
religión o el derecho del autoelegido acercamiento del hombre a las
realidades espirituales. Detrás de estas naciones permanece la
Jerarquía. La libertad es el derecho hereditario del género humano,
y el libre albedrío la más elevada de las características divinas.
La libertad es mal interpretada y erróneamente empleada por muchos,
debido a ha etapa de evolución de la masa humana, pero es un
principio divino fundamental, y donde los principios están
involucrados la Jerarquía no contrae ningún compromiso. No existen
principios espirituales detrás de las actividades de las potencias
del Eje, ni detrás de la actividad alemana o de la agresión
japonesa. Por lo tanto, ha Jerarquía no respalda con Su poder o
fuerza, ninguno de sus esfuerzos.
3. La Humanidad como un todo.
Los hombres, mujeres y niños del mundo
están todos implicados en esta guerra universal y afectados por
ella. Los efectos alcanzan hasta la villa más aislada, el desierto
más extenso y la cima de la montaña más elevada, así como a las
ciudades y zonas congestionadas de todas las naciones. Nadie está
exento de las consecuencias de la actual catástrofe. El grueso de la
humanidad es la víctima universal e inocente. La mayoría apenas
comprende de qué se trata; y en este histórico punto culminante
desde el ángulo puramente autocentrado y desde el punto de vista de
que los afecta como individuos y a su nación como un todo. Un
creciente número llega a comprender que esta guerra debe librarse
hasta un final victorioso, porque no hay paz, esperanza o rectas
relaciones mundiales, mientras dos naciones -una en Occidente y otra
en Oriente- puedan precipitar el desastre sobre incontables
millones de personas.
Una minoría va comprendiendo que la guerra ha
precipitado el mal condensado de edades y que la humanidad enfrenta
la oportunidad de corregir errores pasados, antiguos egoísmos e
impregnadas maldades, e inaugurar un mundo nuevo y mejor. En este
nuevo mundo habrá Libertad de acercamiento a Dios, oportunidad para
la expresión individual, libertad para vivir en rectas relaciones y
posibilidad para una vida creadora. Unos pocos, muy pocos, saben que
éste es un punto culminante en un antiguo conflicto entre el Cristo,
con su Jerarquía de Maestros, y ha “maldad espiritual en lugares
elevados”. Un mero puñado de conocedores y discípulos saben, más
allá de toda controversia y discusión, que esos infelices países,
Alemania y Japón, están encabezados por antiguos líderes que tratan
nuevamente de producir el desastre planetario y desviar los planes y
las metas de la Gran Logia Blanca.
Entre todos ellos, millares están desorientados, presienten la
verdad, pero se sienten impotentes frente al horror gigantesco que
la maligna banda que rige ahora a Alemania, ha precipitado sobre la
humanidad. Tienden a pensar correctamente, pero siguen siendo la
presa de los inescrupulosos y los egoístas. Cuando sus pensamientos
hayan sido guiados en líneas correctas por la correcta presentación
de la situación, constituirán un poderoso acervo para las Fuerzas
de la Luz.
Tal es la situación que enfrentan hoy la Jerarquía y la humanidad.
La fortaleza de las Fuerzas de la Luz aumenta; el poder de las
Fuerzas de la Oscuridad puede estar declinando, pero es aún muy
fuerte en el plano físico. Está aferrado principalmente sobre las
mentes de los hombres, siendo excesivamente potente y no se
debilita, porque es ayudado por la persona suave e irreflexiva, por
el desorientado, el pacifista, el apaciguador y el aislacionista.
El idealismo de este grupo está dirigido a ayudar a Alemania por
los hábiles trabajadores del mal. Los ejércitos alemanes siguen
siendo invencibles; Europa central es una poderosa fortaleza,
dominada por el archienemigo de la humanidad, asentado en la cima de
su montaña. Allí, simbólicamente, se halla el que inicia las
condiciones malignas y conduce a la esclavitud. Los ejércitos del
Señor están listos y la victoria será suya cuando haya completa
unidad de propósito, atención concentrada sobre las rectas
relaciones humanas, y divulguen la aspiración idealista a todos los
que libran esta batalla por la libertad. Para esta unidad de
propósito deben trabajar todas las personas iluminadas del mundo,
unidad que aún no existe en forma adecuada.
Volvamos ahora al trabajo de la Jerarquía y al acontecimiento para
el cual todos los iniciados y discípulos se están preparando ahora
-el próximo Festival de Wesak.
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LA TAREA PARA COMPLEMENTAR LA VOLUNTAD HACIA EL BIEN
Mayo de 1944
-
¿ Cómo trabaja la Jerarquía en este momento?
-
¿ De qué manera ayudan
los Maestros al trabajo de las Fuerzas de la Luz?
-
¿ Puede suceder
algo de importancia y significado duradero en la próxima Luna llena
de mayo?
-
¿ Cómo ven los Maestros la situación mundial?
-
¿ Cuáles son
Sus planes?
-
¿ Pueden materializarse estos planes?
-
¿ Y qué pueden
hacer el discípulo individual, el iniciado Y el discípulo mundial,
frente al dilema de la humanidad?
Estas preguntas son normales e inteligentes y pueden ser contestadas
parcial, aunque no plenamente, debido a tres razones:
1. El resultado del verdadero conflicto culminante, depende de la
humanidad misma. Se requiere un esfuerzo mayor, particularmente en
América -un esfuerzo para ver con claridad las cosas, comprender las
causas de esta guerra y la determinación de dar esos pasos-,
mediante la propaganda y la discusión -que aclararán has mentes de
las masas. Aquí no puedo entrar en las causas legendarias, sólo
queda tiempo para enumerar algunas de ellas:
a. Universales y antiguos egoísmo, materialismo, agresión y orgullos
nacionales. Todas las naciones han sido culpables de estas faltas.
b. El sentido de separatividad está simbolizado por el incidente
fronterizo entre naciones como Rusia y Polonia. La necesidad de la
humanidad y su bienestar general está ante todo. Las naciones y sus
disputas efímeras son de interés secundario.
c. La tendencia de siglos atrás, entre los pueblos germanos por
dominar, apoderarse de lo que no les pertenece, considerarse
únicos, superiores y como que personifican a una super raza, más la
determinación fija, en favor de sus propios intereses, de precipitar
a otras naciones y razas a la guerra. Hoy han logrado provocar una
guerra planetaria.
2. Existen factores en esta batalla entre el mal y el bien que son
tan profundamente esotéricos y se hallan ocultos a la comprensión
del ser humano más avanzado, que es inútil extenderme sobre su
existencia. Conciernen a la capacidad mental, o al principio mental
de reaccionar a la verdad o a la mentira, estando oculto el misterio
de esta reacción en el proceso evolutivo mismo. Puede llegarse a un
punto del desarrollo humano donde es imposible ser engañado y normal
pensar con claridad. La potencia del espejismo (que aprisiona a
tanta gente) está relacionada con este enigma.
El espejismo no
aferra a quienes no están mental y emocionalmente desarrollados, por
que son realistas natos y ven la vida en sus delineamientos puros,
aunque no con exactitud. Los que están muy evolucionados no están
sujetos al espejismo, porque piensan en forma realista, pero con
verdadera percepción mental y no instintivamente. El hombre que
piensa cuando está en proceso de entrenamiento pero que se halla
mayormente regido por sus emociones está excesivamente expuesto a
caer en el espejismo, y muy a menudo en el así llamado espejismo de
la actitud amorosa sentimental. Estos hombres comprenden que el amor
es un proceso para determinar la acción sobre la base del
culminante bien del individuo o del grupo, y que las reacciones
inmediatas de la personalidad son secundarias.
A la Jerarquía le
concierne en este conflicto el resultado final, el futuro bienestar
y el máximo bienestar de la humanidad, pero no el inmediato
sufrimiento y el dolor de las personalidades involucradas. ¿Son
duras estas palabras? Una minúscula réplica de esta actitud
correcta puede encontrarse en la influencia, palabras y acciones de
esos progenitores inteligentes y guías de la juventud, de amplia
visión, que ven la necesidad de disciplinar a sus hijos para que en
el futuro se orienten correctamente y vivan debidamente. La
incomodidad momentánea de la disciplina y la rebelión de los niños,
no condiciona de ninguna manera a esos padres. Miran hacia
adelante.
3. El conflicto que envuelve actualmente a la humanidad, tiene su
origen no sólo en la debilidad y el egoísmo humano, sino en la
situación que existe desde edades entre la Gran Logia Blanca de
Maestros y la Logia de Adeptos Negros. Comenzó en tiempos atlantes y
ahora debe librarse hasta el fin. Los detalles de esta lucha
(entrada en niveles mentales) no les concierne a ustedes, excepto en
lo que reaccionen, con el resto del género humano, a la mentira o a
la verdad. Dos corrientes de energía mental o de ideas dirigidas por
el pensamiento, hacen en este momento un poderoso impacto sobre la
conciencia humana.
Una está personificada en la propaganda falsa
que emana de las Potencias del Eje y afecta poderosamente no sólo a
sus propios pueblos sino a los políticos egoístas, al intolerante, a
las personas racialmente condicionadas y a los bien intencionados
apaciguadores y pacifistas, pero miopes. La obra está personificada
por el idealismo, el humanitarismo y la clara presentación de la
situación efectiva, que caracterizan a las mejores mentes en cada
nación y condicionan al pensamiento de los guías de las Naciones
Aliadas; esta corriente ha condicionado por ejemplo, la actitud y ha
hecho cambiar la orientación de ha URSS, llevándola a colaborar y
desechar algunas de sus ideas separatistas.
El conductor del conflicto contra el mal en lugares elevados, es el
Cristo, el Guía de la Jerarquía. ¿ Qué actitud adopta el Cristo en
este momento? Con toda reverencia y como uno de Sus más humildes
amigos y trabajadores personales, me permito decir algo sobre Su
posición a medida que El Se acerca al gran acontecimiento en el mes
de mayo de este año. Sabe que es comandante espiritual interno de
los Ejércitos del Señor. Suya es la responsabilidad de despertar
las almas de los hombres a la oportunidad que se les presenta y la
necesidad de poner fin a este antiguo conflicto entre los Señores
del Mal y los Mensajeros de la Luz. Suyo fue el problema de enseñar
a la humanidad que es necesario dar los pasos esenciales para
demostrar verdadero amor y proporcionar el objetivo y la oportunidad
de una civilización en la cual el amor, la hermandad y las rectas
relaciones humanas, sean factores regentes.
Cristo dijo, cuando estuvo en la tierra hace dos mil años, “No he
venido a traer la paz, sino una espada”. La espada del espíritu la
maneja la Jerarquía y, por medio de ella, el mal cósmico se detiene;
la espada del discernimiento es manejada por iniciados y discípulos
del mundo, y por medio de ella la diferencia entre el bien y el mal,
con la consiguiente presentación de la libre elección entre ambos,
ha sido expuesta ante la humanidad, evidenciándose las líneas de
demarcación con toda claridad en esta guerra mundial. Ha sido ha
esperanza del Cristo y el anhelo de todos los Maestros, que los
hombres vieran con claridad e hicieran una libre y correcta elección
de manera de producir -sin estado bélico en el plano físico- los
cambios necesarios y terminar con las condiciones erróneas. Pero el
conflicto descendió al plano físico y la espada de la guerra
material (hablando simbólicamente) la empuñó la humanidad.
Recuerden (particularmente los disconformes por el conflicto físico,
debido a sus inclinaciones pacifistas) que, en Occidente, Alemania
fue la primera en empuñar la espada, marchando sobre Polonia y
llevando angustia, devastación y crueldad a una nación más pequeña y
muy débil, obligando así a Francia y a Gran Bretaña a cumplir sus
compromisos con esa pequeña nación y a declarar la guerra al
agresor. Fue Japón que llevó la guerra al hemisferio oriental. Las
Fuerzas de ha Luz no tenían otra alternativa que luchar en defensa
de la libertad.
Antes de la guerra, la Jerarquía hizo lo que pudo para cambiar la
tendencia de la vida y el pensar humanos, despertando las
conciencias de los inteligentes, estimulando la actividad de los
humanitarios e impresionando las mentes de Sus discípulos, a fin de
despertar la buena voluntad, el deseo impulsor de establecer rectas
relaciones humanas y condiciones pacíficas. Pero el movimiento no
fue suficientemente fuerte; la espada apareció sobre la tierra y el
género humano fue sumido en la guerra.
Desde entonces el trabajo de impresionar las mentes de los
discípulos del mundo y de aquellos a quienes pueden influir, ha sido
aclarar las cuestiones, presentar nítidamente eso por lo cual
luchamos, y despertar a los hombres y mujeres para emprender una
acción que, de una vez por todas, termine con la posibilidad de un
cataclismo similar.
Las actividades de nuestro Maestro, el Cristo, son de tres
categorías:
1. Robustecer la voluntad para luchar en bien de los asuntos
espirituales y las grandes metas humanitarias de la Jerarquía.
2. Impresionar las mentes de los diplomáticos, pensadores y quienes
aman a la humanidad, para que desarrollen ciertos planes de
posguerra que cambiarán completamente nuestra civilización actual y
crearán la nueva.
3. Despertar las mentes de las masas y dirigirlas -cada cual en su
propio lugar y a su manera- hacia una expresión más religiosa. El
crecimiento del deseo y la aspiración espirituales es hoy muy
notable, si solo pudieran ver los indicios como los vemos los que
trabajamos en el aspecto interno.
Nuestro Maestro, el Cristo, lleva a cabo también en este momento
tres actividades principales. Puedo explicarlas brevemente, pero
sólo los discípulos del mundo captarán las verdaderas implicancias:
Primero, se ocupa del proceso de desviar la energía de la voluntad,
que emana de Shamballa, de tal manera que no sea captada y mal
aplicada por las Potencias del Eje, a fin de robustecer a sus
pueblos y presentar una oposición a las Fuerzas de la Luz. Debe ser
recanalizada y usada para robustecer el propósito de las Naciones
Aliadas de llevar ha guerra a un fin victorioso y triunfal,
aumentar la voluntad de unidad de todos los pueblos aliados y
afirmar la intención, de los planificadores de posguerra, de que la
libertad, las facilidades educativas, la verdad y el correcto vivir,
debe ser el destino de la futura generación. Esto requiere de parte
del Cristo una concentración, para la cual no tenemos la palabra
equivalente, y un esfuerzo monádico puramente espiritual, del cual
no tenemos la menor idea.
Segundo, Él actúa dentro de los límites de la Jerarquía misma,
preparando a Sus discípulos, los Maestros, para ciertos grandes
acontecimientos de posguerra. Porque la guerra terminará. El
Restablecimiento de los Misterios, la iniciación de esos discípulos
que permanecieron firmes y libres de temor durante la guerra, la
ampliación de Sus ashramas, debido al desarrollo casi imprevisto del
sentido espiritual, entre los aspirantes del mundo que normalmente
no hubieran sido discípulos durante esta encarnación, y también la
exteriorización de Sus ashramas, durante los próximos cien años,
preparatorios para la reaparición de la Jerarquía en la tierra, son
algunas de Sus responsabilidades jerárquicas actuales, las cuales
involucran un enorme desgaste de fuerza, de energía de segundo
rayo, así como Su primera actividad exige un desgaste poco común de
poder de primer rayo -algo que aun Él, en Su elevado lugar, está
aprendiendo a manipular ahora, como Discípulo consagrado de Sanat
Kumara.
Su tercera actividad es un esfuerzo por contrarrestar el creciente
odio en el mundo, fortalecer la tendencia hacia la unidad y mostrar
a las personas de todas partes, el peligro de la separatividad. Un
creciente y (desde el punto de vista mundano) razonable odio hacia
los pueblos alemán y japonés, va surgiendo constantemente. Ellos
mismos se han atraído ese odio. El odio carece siempre de
discernimiento. La gran Ley de Retribución espiritual exige que se
haga justicia, pero el odio cerrará los ojos de la justicia. La ley
debe ser aplicada y el mundo verá la expresión de la misma ley,
enunciada en las palabras, “Lo que el hombre siembre, eso
cosechará”. Pero la ley materialista del odio y la separación, debe
ser anulada y neutralizada.
El problema que el Cristo enfrenta es
casi -desde el ángulo humano- insoluble. Necesitará el esfuerzo
unido de todos los hombres de buena voluntad para detener la
ascendente oleada de odio, cuyas compuertas fueron abiertas por
Alemania cuando comenzó a atacar a los judíos; ahora está en peligro
de ahogarse en las aguas que ha liberado. Hay también una ascendente
tendencia hacia la separatividad, entre algunas Naciones Aliadas,
que Cristo tiene que encarar. Varias de ellas son hogares divididos,
por ejemplo, Polonia, Francia, Yugoslavia y Grecia. ¿ Cómo
reconciliar sus diferencias?
Debe contrarrestarse el odio de quienes han sufrido a manos de has
Potencias del Eje, o como resultado de las condiciones bélicas. ¿
Cómo se realizará esto? Con estos problemas debe bregar Cristo,
trabajar por intermedio de Sus discípulos, porque deben ser
entrenados y también estimular los corazones de las personas
inteligentes y humanitarias de todas partes. Cristo debe verter la
energía dadora de vida, proporcionada por la vida crística, en
amplia escala en todo el mundo y hacerlo en medio de esas
condiciones en las cuales la receptividad y sensibilidad humanas
están en su punto más bajo, debido al aturdimiento producido por el
intenso sufrimiento. Él permanece en Su lugar inconmovible, sin
temor, con clara percepción de ha verdad y una visión espiritual de
la verdadera situación. En colaboración con Su gran Hermano, el
Buda, Se está preparando para dar el paso siguiente.
Hoy, la Jerarquía enfrenta una actividad culminante. Desde la Luna
llena de Tauro de 1944, hasta la Luna llena de Tauro de 1945, los
Miembros de la Jerarquía harán un máximo esfuerzo conjunto para
cerrar la puerta a las Fuerzas del Mal, dirigir la energía de
Shamballa (liberada hoy sobre el mundo) a fin de que su aspecto
destructivo sea transmutado o dirigido hacia el estímulo que traerá
por resultado la reconstrucción del mundo. Esto afectará no sólo a
los Miembros de la Jerarquía, sino a todos aquellos que en la
Tierra responden a la impresión jerárquica. Tengan presente el
siguiente enunciado:
El trabajo enfocado y concentrado de la Jerarquía en el momento de
la Luna llena de Tauro de 1944, consiste -por Su esfuerzo conjunto,
Su pensamiento combinado y Su iluminado poder de la voluntad, bajo
la guía entrenada del Buda y del Cristo- en retirar la energía
separatista y agresiva de la voluntad (distorsión de la energía de
primer rayo) de las Fuerzas del Mal y canalizarla nuevamente, por
medio de la Jerarquía; entonces se demostrará como voluntad al bien
y se expresará a través de los hombres de buena voluntad en la
Tierra. Esto requiere un gran Acto de Absorción por la Jerarquía.
El Buda iniciará el proceso en el momento de Su aparición, empleando
un gran mántram de primer rayo, que será únicamente recitado por
alguno de Sus iniciados que colaboran con el Señor del Mundo. Por su
intermedio Él desviará la fuerza de Shamballa, que los Adeptos de la
Logia Negra liberaron en las naciones del Eje; esto fue posible por
ser receptivas a la voluntad al poder. Él la “acorralará” (si puedo
emplear un término tan familiar e inapropiado) y la pondrá a
disposición del Cristo. La recepción y la aceptación de esta energía
de primer rayo exigirá un tremendo esfuerzo por parte del Cristo, el
Custodio de la energía de segundo Rayo de Amor-Sabiduría. Para esta
“recepción” Él ha comenzado a prepararse en el momento de la Luna
llena de abril (Pascua).
En otra parte he dicho que este impacto directo de la energía de
Shamballa sobre la Humanidad acontece muy raras veces. Ha sido
liberada únicamente tres veces durante toda la historia del reino
humano. En otros momentos hace impacto directamente sobre la
Jerarquía, entonces es transmutada o aminorada para que la humanidad
pueda resistirla. Fue dirigida tres veces sin impedimento y sin ser
transmutada hacia la humanidad:
1. En el momento de ha individualización del hombre-animal, cuando
se implantó el principio de la mente. Ésta fue la hora del
nacimiento del alma humana.
2. En los días atlantes, cuando el poder de la Logia Negra era tan
grande que la Jerarquía intentaba la derrota y la destrucción del
alma humana. Interfirió Shamballa y el mundo de aquel entonces fue
“destruido”. Este período es reconocido en ha historia moderna como
el Gran Diluvio.
3. Una vez más, los Poderes de ha Oscuridad tratan hoy de destruir a
la humanidad y a los valores espirituales. El poder de Shamballa fue
liberado, destruyendo las viejas formas -políticas, sociales y
religiosas- pero, al mismo tiempo, las fuerzas del mal se
posesionaron de este poder para destruir las almas de los hombres, y
precipitar la guerra y devastar las ciudades, y todos nuestros
centros de civilización y cultura. La primera fase o forma de
destrucción fue dirigida por los discípulos, los aspirantes y las
personas del mundo que piensan con claridad, lo cual fue necesario y
muy bueno. Las antiguas formas sociales, políticas y religiosas,
atolondraron el alma humana y obstaculizaron todo progreso. La
segunda fase o forma de destrucción, fue dirigida por el mal y
enfocada por intermedio de esas naciones que habían sucumbido al
espejismo de la superioridad, a la tentación de la agresión material
y a los intolerantes odios raciales, complementados por la crueldad
y la barbarie.
Ha llegado el momento en que esta energía divina debe expresarse a
sí misma por medio del segundo aspecto de la voluntad al bien, y no
por medio del primer aspecto, la voluntad al poder. Debe demostrarse
al género humano que no está aún preparado para el poder, debido a
que la voluntad al bien no es adecuadamente fuerte para equilibrar
este primer aspecto de la voluntad.
Tal es la tarea del Cristo y del Buda en el momento de la Luna llena
de Tauro, canalizar y redirigir la fuerza de Shamballa. Si pueden
hacerlo, el resultado será una nueva comprensión y realización de
la voluntad al bien, por el nuevo grupo de servidores del mundo,
bajo la guía receptiva de los discípulos del mundo y la actividad de
los hombres y mujeres de buena voluntad.
Por lo tanto, tengan esto claramente presente, de manera que su
colaboración pueda ser inteligente y correctamente dirigida.
Primero, en el momento de la Luna llena de Tauro, el Buda
pronunciará un gran mántram y se transformará en “Agente
absorbente” de la fuerza de primer rayo. Empleará el poder
magnético del segundo rayo para atraer esta fuerza hacia Sí y
mantenerla firme, antes de redirigirla. Entonces el Cristo -en
nombre de la Jerarquía- Se trasformará en “Agente receptor” de esta
potente energía, y los siete grupos de Maestros Que trabajan con los
reinos humano, y subhumano se convertirán (en respuesta a Su
demanda) en “Agentes rectores”, para la séptuple expresión de esta
fuerza.
Segundo, en el momento de la Luna llena de Géminis, la Jerarquía,
bajo la guía del Cristo, liberará sobre la humanidad la voluntad al
bien, produciendo siete grandes resultados, de acuerdo a los siete subrayos del primer Rayo de Voluntad o Poder:
1. Se otorgará poder a los discípulos del mundo y a los Iniciados
que hay entre los hombres, de manera que puedan dirigir eficiente y
sabiamente el proceso de reconstrucción venidero.
2. La voluntad de amar, estimulará a los hombres de buena voluntad
de todas partes, para que el odio sea gradualmente superado y los
hombres traten de vivir juntos cooperativamente. Esto tomará algún
tiempo, pero el anhelo interno está allí y es factible de ser
estimulado.
3. La voluntad de actuar conducirá a las personas inteligentes de
todo el mundo a la inauguración de esas actividades que sentarán la
base para un mundo nuevo, mejor y más feliz.
4. La voluntad de colaborar aumentará también firmemente. Los
hombres desearán y exigirán rectas relaciones humanas -obteniendo un
resultado más general que el producido por la actividad de los
primeros tres aspectos de este rayo, como resultado natural de esta
actividad.
5. La voluntad de saber y pensar correcta y creadoramente se
convertirá en la característica sobresaliente de las masas. El
conocimiento es el primer paso hacia la sabiduría.
6. La voluntad de persistir (un aspecto de la devoción y del
idealismo) llegará a ser una característica humana -la sublimación
del instinto básico de autoconservación. Esto conducirá a creer
persistentemente en los ideales presentados por la Jerarquía y a
demostrar la inmortalidad.
7. La voluntad de organizar acrecentará el proceso de construcción
que será llevado a cabo bajo la directa inspiración de la Jerarquía.
El medio será la potencia de la voluntad al bien del nuevo grupo de
servidores del mundo y la buena voluntad responsiva de la
humanidad.
En simples términos expresé los resultados de la determinación
planeada de los dos Grandes Señores que deben tomar forma y surgir
en el momento de las Lunas llenas de mayo y junio, Tauro y Géminis.
Llevará años demostrar lo que lograrán realizar, pero el fin es
inevitable, una vez lograda la correcta dirección de la voluntad al
bien. Sin embargo, esta demostración depende de dos cosas:
-
Del trabajo enfocado del Cristo y de la Jerarquía durante el año
venidero, hasta mayo de 1945.
-
Del pensamiento reflexivo y el planeamiento cuidadoso del nuevo
grupo de servidores del mundo, durante el mismo periodo.
No será posible una gran actividad externa en escala planetaria
hasta el año 1945, pero mucho puede hacerse entonces si las
exigencias jerárquicas son satisfechas. Un año de preparación para
la tremenda tarea de complementar la voluntad al bien y producir
una mejor civilización y modo de vida, es realmente poco.
El Cristo ha entrado en Su retiro por un mes y los Maestros pueden
llegar a Él hasta el 5 de mayo. Se halla en estrecha consulta con
el Buda y el Señor del Mundo. Este gran Triángulo de Potestades -el
Señor de voluntad o Poder, el Señor de Sabiduría y el Señor de Amor-
está hoy intensamente ocupado en la tarea de poner fin a la guerra
y, por lo tanto, neutralizar el aspecto destructor de primer rayo.
Esto Lo harán complementando la voluntad al bien por medio de la
sabiduría, de la cual el Buda es el Custodio experimentado y
desarrollando también esos planes por los cuales el Cristo -por
medio de la Jerarquía y el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo puede
crear esa “comprensión amorosa” (esotéricamente entendida, lo cual
muy poco se asemeja a lo que se comprende generalmente por esas
palabras) en los corazones de los hombres. Cuando este Triángulo de
Energías haya sincronizado sus esfuerzos, entonces en la Luna llena
de mayo, Tauro, puede comenzar la gran tarea de conducir a la
humanidad a la luz de un nuevo día.
Mientras tanto, los Maestros y Sus Ashramas se preparan también para
complementar estos planes y Se esfuerzan para inspirar a Sus
discípulos con los mismos objetivos y visión, de modo de poder estar
ellos también preparados para desempeñar la parte que les
corresponde.
Tal es, hermanos míos, la situación respecto a la posición de la
humanidad, a las intenciones y al trabajo de la Jerarquía. ¿ Cuál es
el trabajo que pueden y deben realizar ustedes?
Durante años he indicado ciertas líneas de actividad que nosotros,
los Instructores y Guías del aspecto interno de la vida,
quisiéramos que siguieran todos los aspirantes y discípulos. Los
planes por mí delineados durante los últimos diez años, forman
definidamente parte del programa jerárquico y están siendo
presentados en forma específica por los otros Maestros. Poco puedo
agregar. En este momento, nada puedo decirles que ya no lo sepan.
-
¿Es necesario que les pida trabajar individualmente y en el lugar en
que se encuentren, para la unidad nacional y mundial?
-
¿ Debo
rogarles que hagan lo que puedan para eliminar las divisiones, a fin
de hacer efectiva esa integridad básica que debería unir las tres
potencias mundiales principales, por intermedio de las cuales la
Jerarquía trata de trabajar?
-
¿Necesito advertirles sobre la urgencia
de contrarrestar el odio, con la justicia, la comprensión y la
misericordia?
-
¿ Debo seguir explicando la necesidad del completo
triunfo de las Fuerzas de la Luz, del progreso triunfante de los
ejércitos de las Naciones Aliadas y de que se obtenga ese triunfo
ante todo en los niveles espirituales y luego -por el sentido común
y la constancia -en el plano físico de la vida, así como también en
el intermedio mundo mental?
-
¿ Es necesario pedir que controlen las
emociones para bien general y consagren el tiempo, la energía y el
dinero, a la enorme tarea de salvar a la humanidad?
No me extenderé sobre estos puntos. Aquí nada se gana con la
repetición, excepto acrecentar la carga de la responsabilidad que
puedan asumir para su eterna felicidad, o desecharla para su
vergüenza y eventual reacción kármica. Sólo diré: Despréndanse del
egoísmo, provincialismo y cursilería. Piensen en términos de una
humanidad. Que sus vidas cuenten en la escala del servicio útil y
necesario. Eviten decir y pensar esas cosas que constituyen una
crítica para los pueblos y las naciones aliadas.
Vean con claridad
los problemas de este conflicto y no dejen que ningún sentimiento
falso o iluso los haga flaquear respecto a las Potencias del Eje, en
este momento crítico y excepcional. La forma o formas de su tiranía
deben ser quebrantadas, y pagar el precio debido, justo y
discriminante, a un mundo ultrajado. Pero las almas que
complementaron esa tiranía -mediante un estricto juicio y una
correcta orientación espiritual-, deben ser inducidas nuevamente a
caminar en la luz. Los niños de las naciones del Eje no deben ser
condenados por la maldad o la debilidad de sus padres; tendrán que
ser educados con métodos nuevos y mejores, y amados para que
comprendan correctamente sus relaciones.
Durante dos generaciones completas debe haber una paz
inquebrantable, porque detrás de ella y protegiéndola, permanecerán
los Ejércitos del Señor. Al término de ese lapso, si el trabajo
educativo ha sido adecuado, sensato, inteligente y sólido, los
ejércitos podrán descansar de su trabajo y las espadas convertirse
en arados. Si este programa de supervisión, educación y dirección
espiritual no se llevara a cabo, la guerra que entonces tendrá
lugar, eliminará a la humanidad -como sucedió antes, en la historia
humana.
Cabe recordar aquí una parábola que relató el Cristo hace siglos,
con amplia visión y como una advertencia, relacionada con el hombre
que limpió su casa, echando a los demonios y una vez barrida y
limpia quedó vacía (como símbolo de una oportunidad no aprovechada y
de una responsabilidad ignorada) ; luego, según lo expresó el Señor
de la Luz, “la situación de ese hombre fue peor que antes”. El
barrido y la limpieza ha continuado durante cinco largos años, y se
están dando los últimos pasos de este proceso destructor, pero
depurador.
Y después, ¿qué, hermanos míos?
Durante años he expuesto lo que queremos que ustedes hagan. Acudir
en ayuda del nuevo grupo de servidores del mundo, que se ve
apremiado en esta hora de lucha. Difundir la buena voluntad a toda
la humanidad y aprender constantemente a pensar en términos de esa
totalidad; apoyar esas actividades que benefician a la totalidad y
no favorecen a una nación en particular, aunque sea la propia.
Trabajar hoy por la victoria y la aniquilación del mal. Trabajar
mañana por la justicia y el restablecimiento de la seguridad. Allí
donde existe seguridad, reajuste, extinción de los líderes
agresores, protección y restablecimiento del débil y el oprimido,
mas las correctas condiciones de vida y una sabia educación para la
juventud del mundo; ¡sólo entonces habrá paz, pero no antes! Que
desaparezca el sopor de las bellas charlas sobre la paz y que los
sanos métodos de establecer la buena voluntad y las rectas
relaciones humanas, precedan a las tratativas de paz. El mundo
habló tanto de la paz durante la primera fase de esta guerra
mundial, que se sumergió en un estado de soñolienta rapsodia
idealista. Esto no debe volver a suceder, y el inteligente
humanitario tiene el deber de impedirlo.
Hago un último llamado para que realicen el trabajo que debe hacerse
durante los próximo doce meses (y luego continúen durante los años
siguientes). Permanezcan con atención fija, complementando el
intento masivo de los irreflexivos, los aterrorizados, los
angustiados y los débiles. Colaboren con el nuevo grupo de
servidores del mundo de todos los países. Que las Lunas llenas de
Tauro y de Géminis, constituyan puntos elevados de realización
espiritual, que pueden condicionar y condicionarán su vida y
servicio diario, durante el próximo año. Que nada los detenga. Nada
hará que el Cristo se desvíe de Su propósito planificado; si el
propósito del alma de ustedes coincide con el de Él vayan hacia un
campo más amplio de servicio. Si no responden a la necesidad del
mundo ni al llamado a servir, entonces deben precaverse y tratar de
obtener una medida más profunda de contacto con el alma y de
relación espiritual. Cada palabra hablada o escrita por un aspirante
o discípulo, en este momento, tiene un poder definido para bien o
para mal.
Saben algo respecto al nuevo grupo de servidores del mundo. Se les
explicó el trabajo de los hombres y mujeres de buena voluntad. Se
les pidió con toda claridad formar triángulos de luz y de buena
voluntad. Es muy evidente la necesidad de un claro pensar. La
Jerarquía pide que la ayuden y apoyen en la palestra de los asuntos
mundiales. Yo mismo les expuse mis planes. Deben llevar a cabo el
programa si así lo deciden. Les impartí enseñanza durante un cuarto
de siglo (desde 1919). Ahora, les pido que colaboren con mutua
responsabilidad -a ayudar a la humanidad.
Que Aquel a Quien todos nosotros amamos y servimos, el Maestro de
Maestros, el inmortal Amigo del género humano, arroje Su luz sobre
vuestro camino y evoque vuestra confianza, comprensión y ayuda, en
Su tarea -que culmina este año- de conducir a la humanidad a la luz
de un nuevo día.
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EL CICLO DE CONFERENCIAS
Mayo de 1945
Los tres meses de marzo, abril y mayo de este año, marcan en el
tiempo un momento de mayor significación en nuestra historia
planetaria. Me refiero a la Luna llena de Pascua, celebrada el 28 de
marzo, la Luna llena de Wesak, que este año cae el 27 de abril, y la
Luna llena de junio -la excepcional oportunidad de Cristo, como se
la ha denominado- que tiene lugar el 26 de mayo. Desde el punto de
vista tanto de la Jerarquía como de la Humanidad, los
acontecimientos de importancia espiritual y mundana, acaecidos
durante estas semanas (enfocados por medio de estos tres festivales
de las Lunas llenas de Aries, Tauro y Géminis), serán de enorme
efecto.
Lo que realicen durante este tiempo los Miembros de la
Jerarquía espiritual de nuestro planeta (Cuyo poder jerárquico, no
Su amor, enfrenta una prueba importante), y lo que hagan los
discípulos que hoy actúan en el mundo y también el nuevo grupo de
servidores del mundo, puede determinar y determinará el destino del
hombre durante los siglos venideros. Aún aquellos que no tienen
ningún conocimiento de las cuestiones ocultistas ni del destino
humano, o de la real facultad del libre albedrío humano (entendido
esotéricamente) esperan ansiosamente ver qué sucederá y hacia qué
meta o metas serán dirigidos el pensamiento y el planeamiento
humanos.
Las masas humanas de todas partes sólo desean tranquilidad. No
empleo la palabra “paz”, porque tiene un significado equívoco. Los
hombres y mujeres reflexivos de todos los países, han determinado
dar, si es posible, con intención masiva esos pasos que asegurarán
la paz en la Tierra, mediante la expresión de la buena voluntad.
Observen esta fraseología. Todos los discípulos activos del mundo
luchan con los medios disponibles para difundir el evangelio del
sacrificio, porque sólo sacrificando el egoísmo, puede fundarse sin
peligro la estabilidad mundial. Estas palabras resumen el llamado
que se hace a aquellos cuya responsabilidad es determinar la
política (nacional o internacional) y dar esos pasos que
establecerán rectas relaciones humanas. La Jerarquía permanece, no
vigilando ni esperando, sino actuando hoy con la sabiduría impulsora
y la intención fija, a fin de fortalecer las manos de Sus
trabajadores en todos los campos de la actividad humana (político,
educativo y religioso) para que puedan emprender la correcta acción
e influir debidamente el pensamiento humano.
Una poderosa actividad de primer rayo -la actividad de voluntad o
propósito- está entrando en acción. Cristo, como Guía de las Fuerzas
de la Luz, ha concedido poder a los ashramas de los Maestros que
pertenecen a este primer Rayo de Poder, a fin de fortalecer las
manos de todos los discípulos en los campos gubernamental y político
de cada nación; iluminar, si es posible, a los diferentes
legisladores nacionales, cualquiera sea el medio necesario, para
que el poder de su palabra, la sabiduría de su planeamiento y la
amplitud de su pensamiento, sean tan efectivos que el “Ciclo de
Conferencias y de Concilios”, que inician ahora los estadistas del
mundo, pueda estar bajo la guía directa (también si es posible) de
Aquellos que en la Cámara del Concilio de Shamballa conocen cuál es
la voluntad de Dios. El egoísmo de las pequeñas mentes en las
diferentes legislaturas del mundo debe ser contrarrestado de alguna
manera. Tal es el problema. Me pregunto ¿ pueden captar el
significado de este acontecimiento?
A través de las edades, los estadistas y los gobernantes
individuales han respondido de vez en cuando a la influencia de ese
Concilio supremo espiritual; pero ha sido la respuesta del
discípulo individual que ha trabajado sólo y sin ayuda, y ha
enfrentado (o experimentado) frecuentemente la derrota y quizás
mucho más de lo que ha experimentado la victoria. En el planeamiento
que está teniendo lugar ahora en conexión con las distintas
conferencias y concilios internacionales que ya conocen, el
esfuerzo espiritual (por primera vez en la historia humana) es
poner a todos ellos, como grupos activos, bajo el impacto directo de
la energía que motiva y actúa en ese lugar donde la Voluntad de Dios
es conocida y los propósitos de la divinidad se definen y proyectan.
Esto significa que cada una de las futuras conferencias mundiales (y
habrá muchas) tendrá un efecto mayor y más extenso que de cualquier
otra manera; sin embargo, significa que los riesgos involucrados y
el choque de las mentes será también mucho mayor. Este punto
deberían recordarlo al estudiar y leer los informes de las diversas
conferencias.
No olviden que la energía divina debe hacer impacto en las mentes
humanas, mentes que en su efecto conjunto son el único instrumento
disponible por intermedio del cual la Voluntad de Dios puede
expresarse; responden necesariamente a los resultados estimulantes
y energetizantes de ese impacto, y esto evocará resultados adecuados
al tipo de mente afectada. La respuesta será compatible con la
cualidad y la intención de esas mentes. Allí donde la buena voluntad
está presente y hay una intención altruista y un amplio punto de
vista, esas cualidades serán fortalecidas y dotadas de poder; donde
impera el egoísmo, donde el aislacionismo y la separatividad existen
y donde hay la intención de alcanzar metas individuales y
nacionales, en vez de esos propósitos internacionales que
beneficiarán a toda la humanidad, esas cualidades adquirirán también
mayor fortaleza.
Las conferencias importantes, pero preliminares, han tenido ya
lugar, inaugurando así este nuevo ciclo de funcionamiento grupal.
La Liga de las Naciones fue un esfuerzo abortado, bien
intencionado, pero relativamente inútil, como lo demostraron los
eventos posteriores. Una de estas conferencias iniciales se efectuó
en Yalta. Allí, tres hombres, constituyendo un triángulo básico, se
reunieron con buena voluntad hacia todos y se esforzaron por sentar
la base para los futuros acontecimientos mundiales.
Todos los verdaderos movimientos que condicionan largos ciclos en
los asuntos mundiales tienen en su centro un triángulo, por el cual
puede afluir la energía y llevarse a cabo ciertos propósitos
definidos. Poco se comprende todavía respecto a la naturaleza de la
tarea que se debe realizar o el tipo característico de los hombres
que trabajan en los grupos y Ashramas de primer rayo y en cuyas
manos descansa, en cualquier momento dado, el destino político del
hombre. Todo el tema del discipulado ha sido distorsionado por las
definiciones teológicas, basadas en la dulzura del carácter que con
frecuencia actúa singularmente a favor de la ineficacia. El largo
ciclo de gobierno eclesiástico ha dado un sesgo partidista al
pensamiento humano, de manera que la índole de la fortaleza y
efectividad espiritual es interpretada en términos de religión, en
la terminología eclesiástica (no digo del cristianismo), o en la
fraseología de un marcado pacifismo o un control dominante,
religioso, temporal. El largo régimen de las diferentes iglesias ha
terminado. Esto debería ser captado. Han realizado su trabajo -en
las primeras etapas fue muy bueno, en las etapas intermedias
necesariamente de consolidación y, en la etapa moderna, un trabajo
cristalizador y reaccionario. El gobierno de las iglesias ha
pasado, pero no los preceptos del cristianismo o el ejemplo de
Cristo. Sin embargo, Él es responsable de una presentación más nueva
y efectiva de la religión mundial venidera, y las iglesias deberían
prepararse para ello si tienen suficiente iluminación para reconocer
su necesidad, y Su esfuerzo para satisfacer esa necesidad.
Hoy debe alcanzarse un equilibrio y éste tendrá lugar por intermedio
de una conducción estatal iluminada y una actividad política, que
estará acrecentadamente basada en bien de toda la humanidad y no en
beneficio de cualquier nación en particular.
Este equilibrio no se expresará en términos religiosos ni en la así
llamada terminología espiritual. Se expresará mediante el trabajo
grupal, las conferencias, la unión de naciones, los partidos
organizados y la legislación. Todo esto será el resultado de una
intensa actividad de los Maestros y de sus discípulos de primer Rayo
de Voluntad o Poder. La finalidad de su trabajo será expresar la
voluntad al bien, pues ven al mundo con mayor amplitud. Quizás al no
iniciado le parezca que actúan aislados y que las decisiones que
proclaman al mundo son demasiado severas, provocando la
irritabilidad de los de mente cerrada y de quienes interpretan la
libertad en términos de su oscuro punto de vista individual. Sin
embargo, trabajan bajo la dirección espiritual como cualquier guía
religioso y esto será ampliamente reconocido. La historia
justificará sus acciones, porque habrán dado una orientación a los
asuntos mundiales y al pensamiento humano, cuyo resultado será una
más clara percepción de la necesidad.
Su actuación evocará la
discusión y a menudo el desacuerdo, como sucedió con las decisiones
del triángulo de trabajadores de Yalta. Pero debido a su modo de ser
no se resienten por ello; saben que la discusión evocada y las
críticas surgidas, revelarán la pequeñez y los instintos
separativos inherentes en sus opositores y -al mismo tiempo- traerá
la unión de quienes ven detrás de la actividad inicial
aparentemente osada, un esfuerzo para precipitar con claridad los
problemas que enfrenta la humanidad. La humanidad podrá así ser
llevada a la comprensión. Estas cosas trató de realizarlas en Yalta,
el triángulo. Quizás no lo reconocieron conscientemente como un
trabajo que se les pidió hacer, debido a la etapa alcanzada en el
discipulado, sino que actuaron automáticamente de este modo porque
sintieron correctamente la necesidad humana. Estuvieron, y lo están,
trabados por su propia humanidad que los predispone a cometer
errores, pero se ven mucho más obstaculizados por el egoísmo humano,
la codicia nacional y el bajo nivel general de la realización humana
-considerando a la humanidad como un todo.
Habiendo aclarado las cuestiones tales como ellos las ven, y
habiendo evocado el entusiasmo de los hombres de buena voluntad del
mundo y la crítica violenta de quienes piensan en términos de
partidismo, nacionalismo y prejuicio, el experimento de la
conferencia en la ciudad de México fue emprendido con éxito. Se
comprendió que los estadistas podían contar con que había cierta
medida de unidad hemisférica y así sentarse los cimientos para la
mucho más difícil conferencia internacional en San Francisco, en el
momento del Wesak, la Luna llena de Buda. No por nada esta
conferencia se celebra durante los cinco días de la Luna llena de
Wesak. Será un momento de suprema dificultad, donde las Fuerzas de
la Luz se enfrentarán con lo que denomino “las fuerzas del egoísmo y
de la separatividad”.
Hablando subjetivamente, la conferencia estará bajo la influencia
directa de la Jerarquía. El consiguiente estímulo, tanto de los
aspectos egoístas como de los altruistas, evocará una tremenda
potencia emocional y mental. Por lo tanto, es esencial que todos los
aspirantes y discípulos pongan el peso de su desarrollo espiritual y
la luz de su alma, del lado de las Fuerzas que tratan de hacer
planes para el bien de la humanidad y que consideran al bienestar de
la totalidad de mucha mayor importancia que cualquier situación o
exigencia nacional.
Recuerden que las Fuerzas del Mal siguen siendo poderosas,
particularmente en el plano físico y pueden actuar por medio de
muchos canales. Alemania está derrotada, pero sigue siendo capaz de
un esfuerzo final de destrucción y violencia. Japón está en camino
de ser derrotado, pero es aún poderoso. La jerarquía del mal, en el
aspecto interno, está siendo rechazada por las Fuerzas de la Luz,
pero no ha aflojado su aferramiento a la humanidad. Por medio de la
ignorancia estas fuerzas pueden alcanzar aún mucho poder -la
ignorancia de la humanidad misma. Las naciones y los pueblos siguen
ignorando la verdadera naturaleza de los demás; en el mundo abunda
la desconfianza y la suspicacia.
La humanidad poco sabe, por ejemplo
sobre Rusia. La verdadera significación de su ideología es mal
entendida, debido a los errores iniciales de quienes dirigieron la
revolución; el libertinaje de los hombres sin ley, dio a la
humanidad observadora, en los primeros días, una errónea visión de
lo que estaba sucediendo. Pero esos días han terminado. En los
fuegos del sufrimiento y por medio de una comprensión profundizada,
ésta enormemente compleja nación avanzará hacia una demostración de
la hermandad, de la que puede dar ejemplo a todo el mundo. China
necesita la total alfabetización; sus ciudadanos no conocen nada de
las otras naciones; en una vuelta superior de la espiral, esa
supremacía educativa que caracterizó a una oligarquía del saber, en
los días de la antigua gloria de China, caracterizará nuevamente a
las masas de su pueblo. El gran continente europeo y el pueblo
británico ignoran aún el significado real del hemisferio occidental
y de los Estados Unidos -con su exuberante juventud.
Encuentran que
su tan profunda madurez y amplia experiencia, es tan irritante como
lo es para el norteamericano. Los americanos del hemisferio norte y
del sur, ignoran básicamente la historia de las naciones de las
cuales originaron, porque se ocuparon únicamente de SUS propias y
relativamente breves historias, presentando un cuadro parcial, y a
veces llenos de prejuicios, respecto a la cultura europea y a los
objetivos británicos. Esta ignorancia difundida en todo el mundo le
hace el juego a las Fuerzas del Mal y -vencidas como lo están en el
plano físico- lucharán más violentamente contra la buena voluntad
mundial en los planos de la decisión emocional, y contra esas
ideologías que beneficien a toda la humanidad en los niveles
mentales.
A causa de que los métodos del plano físico han dado como único
resultado la total devastación de Europa y que las víctimas
(incluyendo a los civiles, hombres, mujeres y niños), alcanzan a
incontables millones, las fuerzas del mal tratarán de utilizar ahora
el temperamento humano (en su actual etapa de desenvolvimiento)
para obstaculizar a las Fuerzas de la Luz, impedir que haya
tranquilidad y comprensión en el mundo y demorar el día de su propia
derrota final. En esta derrota deberá incluirse la de los tres
mundos -mental, emocional y físico- de la evolución humana. Durante
largo tiempo estas fuerzas del mal emplearon la psicología, a fin de
alcanzar los fines que tenían en vista, y lo hicieron con asombrosos
resultados, aún la utilizan y seguramente aplicarán al máximo sus
métodos. Se valen de la prensa y la radio a fin de distorsionar el
pensamiento humano; presentan verdades a medias, imputan móviles
falsos, resurgen antiguos agravios, predicen (con malos augurios)
dificultades inminentes, fomentan antiguos prejuicios y odios y
acentúan las diferencias religiosas y nacionales. A pesar de tanto
clamor, exigencias y demanda de organización, en ninguna parte hay
plena libertad de prensa, particularmente en los Estados Unidos,
donde los partidos y los editores dictan la política de los diarios.
La razón principal por la cual no existe realmente prensa libre, se
basa en dos factores:
primero, la humanidad aún no se ha liberado de razonamientos
predeterminados, de su ignorancia básica respecto a la realidad
histórica, o a las naciones y su psicología; la humanidad está
todavía controlada por el partidismo y prejuicios racial y
nacional. Segundo, nutre todo esto manteniendo vivas las fuerzas del
mal, actuando en el aspecto interno de los asuntos humanos, y
ocupándose principalmente del ángulo psicológico, porque es
excesivamente poderoso. Esto lo harán cada vez más a medida que se
acerca el fin de esta guerra planetaria; tratarán de contrarrestar
el trabajo de la Jerarquía, dificultar las actividades del nuevo
grupo de servidores del mundo y oscurecer las cuestiones
involucradas, a tal punto, que los hombres de buena voluntad de
todas partes estarán desconcertados y no verán los claros
delineamientos de la situación real, ni distinguirán entre lo
verdadero y lo falso. Recuerden, las fuerzas del mal son
excesivamente hábiles.
También es necesario recordar que, habiendo ganado la guerra contra
la agresión y la barbarie en el plano físico (y está ganada), la
humanidad ha adquirido ahora el derecho de llevar lo realizado a una
efectiva victoria sicológica y mental, haciéndolo conjuntamente con
hombres y mujeres iluminados de todos los países -de allí la
inauguración de este Ciclo de Conferencias y Concilios. Este ciclo
será largo o corto, de acuerdo a la liberación de la voluntad al
bien, desde el mundo espiritual, en respuesta a la intención masiva
de los hombres y mujeres de buena voluntad de todas partes.
A medida que el aspecto destructor de la Voluntad de Dios se acerca
al cumplimiento del propósito divino, la voluntad al bien podrá
surgir con claridad y dominar los asuntos humanos. Del grandioso mal
planetario, demostrado por la destructiva guerra de los últimos años
(1914-1945), podrá venir un grande y permanente bien; la Jerarquía
espiritual está preparada para evocar el bien latente que subyace en
el trabajo de destrucción realizado, pero esto sólo puede suceder
si la buena voluntad de la humanidad misma se emplea con adecuado
poder invocador. Si esta buena voluntad halla expresión, dos cosas
pueden suceder:
Primero, permitirán liberar en la Tierra ciertos poderes y fuerzas,
que ayudarán a los hombres a obtener rectas relaciones humanas, con
su efecto resultante, la paz: segundo, las fuerzas del mal serán tan
definidamente derrotadas que jamás podrán volver a infligir tal
destrucción universal a la Tierra.
Hace algunos años dije que la guerra que puede venir después de
ésta, se libraría en el campo de las religiones del mundo. Sin
embargo, una guerra así no se producirá en un período similar de
extrema masacre y sangre; se librará mayormente con armas mentales y
en el mundo del pensamiento; involucrará también el aspecto
emocional, desde el punto de vista del fanatismo idealista. Este
fanatismo inherente (que se encuentra siempre en los grupos
reaccionarios) luchará contra la aparición de la religión mundial
venidera y la difusión del esoterismo. Para esta lucha se preparan
ciertas iglesias bien organizadas, por medio de sus elementos
conservadores (sus elementos más poderosos). Quienes son sensibles
a los nuevos impactos espirituales están aún lejos de ser poderosos;
lo nuevo enfrenta siempre la suprema dificultad de reemplazar y
sobreponerse a lo viejo y establecido. El fanatismo, las posiciones
teológicas atrincheradas y el egoísmo materialista, están
activamente organizados en las iglesias de todos los continentes y
de todas las denominaciones. Es de esperar que defiendan su
establecido orden eclesiástico, sus ganancias materiales y su
gobierno temporal, y se están iniciando los preparativos necesarios.
La futura lucha surgirá dentro de las iglesias mismas; será
precipitada también por los elementos iluminados que existen hoy en
buen número, aumentando rápidamente su fortaleza por el impacto de
la necesidad humana. Luego se extenderá a los hombres y mujeres
reflexivos de todas partes, quienes -en rebelde protesta- rechazaron
el clericalismo y la teología ortodoxa. No son impíos pero, por el
dolor y la aflicción, aprendieron (sin la ayuda eclesiástica) que
los valores espirituales son los únicos que pueden salvar a la
humanidad; que la Jerarquía permanece y que el Cristo -como símbolo
de la paz y Guía de las Fuerzas de la Luz- no es una fuerza
insignificante, sino que está evocando respuestas en los corazones
de los hombres de todas partes.
La verdadera religión llegará a ser
interpretada en términos de voluntad al bien y su expresión
práctica, la buena voluntad. Las conferencias mundiales y los
consejos internacionales futuros indicarán la fortaleza de esta
nueva respuesta espiritual (por parte de la humanidad) a las
Potestades espirituales influyentes que esperan el llamado invocador
del género humano. Cuando se eleve ese clamor, se precipitarán
energías divinas en el nivel del pensamiento y la planificación
humanos. Entonces los hombres descubrirán que han sido dotados de
una renovada fortaleza y de la necesaria percepción interna que les
permitirá expulsar las fuerzas materialistas atrincheradas y el
poder de los intereses egoístas, unidos para impedir la liberación
humana. Si las conferencias a realizar en el futuro inmediato
demuestran que la humanidad se está realmente esforzando para
establecer rectas relaciones humanas, entonces las fuerzas del mal
pueden ser rechazadas, y las Fuerzas de la Luz tomarán el control.
El problema que enfrenta la Jerarquía es cómo llevar adelante estos
deseables fines, sin infringir la libertad humana de acción y de
pensamiento. El gran Concilio del reino espiritual, el reino de
Dios, se ocupa actualmente del problema y proporcionará el tema de
su discusión y decisión final hasta mediados de junio. Cuando el sol
comience a desplazarse nuevamente hacia el sur, éste habrá tomado
Sus decisiones en base a la demanda humana. Para entonces, la
humanidad habrá demostrado la fortaleza y la naturaleza de su buena
voluntad, emitiendo la “palabra invocadora”, elevándose hasta el
reino espiritual como una exhalación de la propia alma de la
humanidad; la cual habrá expresado en alguna medida su disposición a
sacrificarse, a fin de estabilizar el vivir humano y liberar al
mundo de la separatividad y los abusos que culminaron en esta
guerra, y por lo menos habrá preparado el camino para el
anteproyecto y la planificación que emprenderán el Ciclo de
Conferencias y de Concilios. En lo que respecta a la Jerarquía y en
respuesta a la demanda humana (en grado y tipo, de acuerdo a la
cualidad de la demanda), la Jerarquía desempeñará su parte y ayudará
a hacer posible lo que los hombres sueñan, visualizan y planean hoy.
Consideremos por un minuto lo que la Jerarquía está dispuesta a
hacer y lo que Sus miembros planearán y formularán durante el
Festival de Pascua en este mes, el Festival de Wesak en abril y el
Festival del Cristo a fin de mayo. Podría decirse que la Jerarquía,
en conjunción con el gran Concilio de la voluntad de Dios en
Shamballa, dividirá Su trabajo en tres partes, rigiendo cada una,
tres fases de la futura restauración de la humanidad para que entre
en una vida más civilizada y culta, en una nueva y más elevada
vuelta de la espiral. Tratarán el problema de la libertad espiritual
tal como ha sido presentado en las Cuatro Libertades y el problema
de las rectas relaciones humanas, tal como se expresará por medio de
las relaciones internacionales, los partidos nacionales y los
asuntos humanos generales.
No me corresponde decir lo que la
humanidad, por medio de sus estadistas y conductores, planeará
realizar en las conferencias venideras. Mi tarea es movilizar al
nuevo grupo de servidores del mundo y a los hombres y mujeres de
buena voluntad, para que permanezcan como un gran “ejército de
implacable voluntad espiritual”, detrás de los que participan en
estas conferencias y concilios, capacitándolos para pensar con
claridad sobre los resultados involucrados y así (por medio de este
claro pensar) afectar telepáticamente a las mentes de los hombres;
esto involucra el empleo de un poder raras veces utilizado hasta
ahora, a favor del esfuerzo justiciero, aunque mayormente aplicado
por los guías materialistas de las fuerzas del mal.
La tarea de la Jerarquía consiste en descubrir y llegar a los
hombres y mujeres iluminados de todas las iglesias, los partidos
políticos, las organizaciones sociales, económicas y educativas,
para que sea claro su propósito unido. Esto se hará por intermedio
de los activos discípulos que trabajan en el mundo. Así se allanará
el camino para la verdadera libertad de la humanidad, libertad que
es aún un sueño y una esperanza, hasta en los países más
democráticos.
Pero detrás de toda esta actividad, vigilada por los Guías
espirituales de la raza, aunque determinada y complementada por la
humanidad misma, estará la atención enfocada de la Jerarquía. Esta
tensión espiritual que existe entre Sus Miembros, es más poderosa de
lo que cualesquiera de ustedes sospecha. Una parte de Su trabajo
preparatorio consiste en poner a disposición ciertas fuerzas y
poderes espirituales que -por medio del esfuerzo complementario o
suplementario, autoiniciado de la humanidad- hará que ese esfuerzo
tenga éxito. Lo que la humanidad tiene que hacer ahora, y está
haciendo ya, hasta cierto grado, es llegar a una correcta
orientación respecto a los asuntos humanos.
Por lo tanto, observemos las tres fases del trabajo preparatorio que
se está llevando a cabo ahora y tratemos de calcular los
resultados, sí estas energías y potencias son liberadas por medio
de la demanda invocadora de los hombres.
Las Fuerzas de Restauración
Ante todo tenemos la fase, ahora en progreso, que culminará en el
momento de la Luna llena de Pascua, la cual está dedicada a planear
una afluencia de las Fuerzas de Restauración. No interpreten mal
estas palabras. La Jerarquía no se ocupa de la restauración del
antiguo orden, ni de la forma de vivir de antes de la guerra, ni de
la renovación de las teologías (religiosas, políticas y sociales)
que rigieron el pasado y fueron mayormente responsables de la
guerra. Se refiere a la restauración de naturaleza sicológica, y
dará por resultado la restauración de la voluntad de vivir y la
voluntad al bien. En consecuencia será fundamental y garantizará la
nueva civilización y cultura. Esto es algo muy distinto.
Las Fuerzas de Restauración se ocupan de la visión, la integridad y
las relaciones humanas, que subyacen en todo el problema de la
hermandad del hombre. Si estas energías son liberadas en la Tierra,
inutilizarán los esfuerzos del antiguo orden (política, religión y
educación) para restaurar lo que fue y restablecer lo que existía
antes de la guerra. Tratarán de contrarrestar dos tendencias, que
deberán tenerse muy en cuenta durante el venidero ciclo de
conferencias:
1. La tendencia a cristalizar, a estimar lo desaparecido (esperemos
que para siempre) y a sobreestimar lo viejo, caduco y, si puedo
emplear la palabra, estancado.
2. La tendencia a la excesiva fatiga y al total colapso, cuando
termine la guerra. Esta tendencia se debe al peso de la guerra y a
la tensión física y sicológica bajo lo cual el género humano ha
sufrido durante tantos años.
Existe en ambas tendencias un gran peligro para el futuro de la
raza; la Jerarquía determinó neutralizarlas hasta donde sea posible,
mientras que las fuerzas del mal tratan ansiosamente de fomentarlas
y nutrirlas. Existen peligros que los conductores inteligentes de
la raza también reconocen. Este reconocimiento hará que lleguen
lentamente a decisiones definitivas, porque comprenderán la
necesidad de un ciclo de restauración antes de tomar decisiones
finales y duraderas. Por lo tanto abogarán por un progreso más lento
y por una más cuidadosa y aún prolongada investigación de la
situación y las futuras posibilidades, deseables para los
impacientes.
Estas nuevas y vivientes fuerzas restauradoras están bajo la
dirección y el control de Aquel que podríamos llamar (hablando
simbólica aunque realmente) el Espíritu de Resurrección. La Entidad
espiritual viviente, actuando temporariamente bajo la dirección del
Cristo, dará vivencia a los objetivos espirituales de los hombres y
vida a sus proyectos. Engendrará nuevamente la vitalidad necesaria
para complementar las tendencias de la nueva era y guiará a la
humanidad fuera de la oscura caverna de la muerte, del aislamiento y
del egoísmo, hacia la luz del nuevo día. Esta vida de resurrección
afluirá a la humanidad en cierta medida durante la Pascua de este
año, pero -durante los tres próximos períodos de Pascua- podrá
afluir plenamente, si los hombres y mujeres de buena voluntad
piensan con claridad, hablan con fuerza, demandan espiritualmente y
complementan los planes internos con inteligencia.
En escala planetaria, y no simplemente en lo que respecta al género
humano, este Espíritu de Resurrección es el oponente y el
antagonista del Espíritu de la Muerte. La muerte física tiene lugar
únicamente cuando la vitalidad sicológica y mental del individuo,
de una nación o de la humanidad, desciende a cierto nivel. La
humanidad ha respondido al proceso de la muerte durante los últimos
150 años; psicológicamente, ha estado regida por el egoísmo, y el
egoísmo es la poderosa simiente de la muerte -muerte material,
muerte sicológica y muerte mental. Esto está bien evidenciado en la
nación alemana. Reflexionen sobre este enunciado y luego reconozcan
que simientes y zonas de muertes similares (aunque en menor grado)
existen en todas las naciones, aún en las más jóvenes del mundo. De
allí la guerra y la destrucción de todas las vestiduras externas de
la civilización.
Pero el trabajo del Ángel de la Muerte, por terrible que parezca al
demostrarse hoy día en escala planetaria -aunque beneficia como
sabemos a la intención y al propósito- cederá SU lugar al Espíritu
de Resurrección.
El planeamiento de la actividad de esta restauración y resurrección
lo está considerando ahora la Jerarquía, y le fue transferido a Ella
por estar más cerca del hombre que Aquellos Que actúan en la Cámara
del Concilio en Shamballa. Debe recordarse que el Espíritu de
Resurrección es un Miembro de ese Concilio y Su Emisario elegido. Él
(si puede permitirse personalizar lo impersonal) es en realidad el
“Sol de la Rectitud”, Que puede surgir ahora “trayendo la curación
en Sus alas”, llevar esta energía dadora de vida que contrarresta la
muerte, la visión que da incentivo a la vida y la esperanza que
puede restaurar a todas las naciones. En la Luna llena de marzo, que
se eleve la demanda para que aparezca este Espíritu dador de vida.
Elevada con tanta intensidad que la Jerarquía responda activamente y
libere inmediatamente la potencia de este Espíritu en los corazones
de los hombres de todas partes.
Todas estas fuerzas espirituales, que trabajan en este momento bajo
la dirección del Guía de las Fuerzas de la Luz, el Cristo, están
estrechamente relacionadas y su actividad se halla muy íntimamente
sincronizada. En un sentido profundamente esotérico, todos trabajan
unidos, porque en la familia humana existen quienes han pasado todas
las etapas de respuesta. Este triple trabajo de la Jerarquía
prosigue, por lo tanto, simultáneamente desde el punto de vista del
tiempo. Las Fuerzas de Restauración evocan en pequeña escala,
respuesta de los miembros del nuevo grupo de servidores del mundo y
de los discípulos de todas partes.
A medida que se refuerza su moral
sicológica y se fortalece su voluntad de vivir y su voluntad al
bien, se sentirá un efecto inmediato en amplia escala; el trabajo
del Espíritu de Resurrección entonces se intensificará, y ya está
haciendo sentir su presencia. Cada vez hay más personas
progresistas, que esperan con mayor convicción y valor que se
establezca un mundo mejor; lo que hasta ahora había sido un
pensamiento ansioso y un deseo emocional, está cediendo lentamente
su lugar a una actitud más práctica; su claro pensar y su fija
determinación, son mucho más activos y los planes mejor proyectados,
porque ambos pensamientos y planes, se basan hoy en realidades;
empiezan también a reconocer esos factores y condiciones que no
deben ser restablecidos, y este punto es de gran importancia.
En la etapa que ahora estamos atravesando, las personas que
responden se dividen en tres categorías:
1.
El soñador visionario, o la persona bien intencionada pero
impráctica, cuyas ideas, planes mundiales y sugerencias sobre el
orden mundial, abarrotan los escritorios de los guías mundiales y
de esos grupos y organizaciones que tratan prácticamente proyectar
el futuro. Sus sueños e ideas se ocupan de proyectos los cuales el
mundo de hoy no está preparado ni lo estará durante varios miles de
años. Les resulta fácil presentar utopías imposibles que no tienen
la más mínima relación con las cosas hoy se necesitan y que podrían
ser posibles.
El número de estas personas forma legión y constituyen
en este momento un obstáculo definido. Una visión de lo imposible no
es un tipo de visión que evitará a los pueblos perecer. Debido a la
incapacidad de llegar a contraer compromiso y enfrentar las cosas
tales como son, estas personas y aquellos a quienes influyen, son
llevados a la desesperación y a la desilusión.
2.
Las personas inteligentes del mundo, movidas por el espíritu de
buena voluntad y por la convicción de que las cosas deben cambiar. A
menudo vacilan por la magnitud de la tarea a emprender, y esto las
conduce con frecuencia a adoptar una de las tres posiciones
siguientes:
a. Descender a las profundidades del pesimismo, basado en una
capacidad real para sentir el alcance del problema y valorar los
recursos disponibles. Esto puede llevarlos a la inactividad.
b. Dejar la solución de los problemas a los estadistas entrenados,
diplomáticos y políticos, dispuestos a ayudarlos cuando -pero sólo
cuando- se ha tomado una decisión. Esto conduce a transferir la
responsabilidad. Sin embargo, debido a que la guerra involucró a las
personas de todos los países y a todas las poblaciones, la
reconstrucción del mundo debe hacerse en la misma escala.
c. Asumir la responsabilidad, ventilar los abusos que deben
corregirse, discutir los planes propuestos y, desde su ángulo
particular de visión, ponerse a trabajar para establecer, dentro de
su capacidad, las rectas relaciones humanas. Esta actitud de
responsabilidad y la consiguiente actividad pueden conducir a
errores, pero en el esfuerzo conjunto satisfará la demanda de
acción correcta en una emergencia, pero esta vez una emergencia
mundial.
3.
Las personas partidistas y de tendencia nacionalista que tratarán
de explotar la situación mundial para sus propios fines inmediatos
y beneficiar a su propia nación o grupo particular. Estas personas,
que residen en todas las naciones, están egoístamente motivadas; no
se preocupan por la humanidad, ni sienten simpatía ni interés por
nada ni por nadie, sino por su propio partido político y los
intereses reaccionarios de algún grupo nacional. Ven en la actual
situación mundial una gran oportunidad para dirigir movimientos que
beneficien a un individuo, clase o nación. Al hacerlo, poseen, con
frecuencia, un amplio conocimiento de los asuntos y son políticos
muy agudos, pero todo lo que saben debe ser aplicado y complementado
en tal forma, que logre sus estrechos fines, sin importarles lo que
cueste al resto del mundo.
Estas personas son por lo general una
gran mayoría. Su actitud conduce inevitablemente a la dificultad y
obstaculiza el trabajo de restauración; impide a quienes tratan de
dar a la entera familia humana una forma de vida más sólida que
hasta ahora y una motivación más sana e inteligente en las
relaciones internacionales. A estas personas hay que temerles en la
futura conferencia de San Francisco. Los aislacionistas de todas
las naciones, particularmente de los Estados Unidos, el idealismo
nacional francés y la obsesión de ciertos factores sobre fronteras
en la raza polaca, deberán ser vigilados, ya que esas actitudes
pueden ser explotadas por los intereses malignos y egoístas que
(detrás de la escena) tratan de impedirle al mundo lograr ese
equilibrio que le permitirá vivir tranquilo.
Sin embargo, estos tres
grupos indican la exitosa actuación de las Fuerzas de Restauración,
las cuales comienzan experimentalmente su trabajo y preparan el
camino para una más plena expresión de las intenciones del Espíritu
de Resurrección, después de la futura Luna llena de marzo (Aries) y
durante los tres años futuros.
Las Fuerzas de Iluminación La comprensión de la necesidad de la humanidad y la cuidadosa
apreciación de lo que debe realizarse para satisfacer esa necesidad,
despertó en los hombres de buena voluntad la respuesta a las Fuerzas
de Restauración; esto ha conducido a la insistente demanda de que se
inicie la segunda parte del trabajo jerárquico, fase que está
dirigida hacia actividades y desarrollos de ese espíritu invocador
que pondrá a las Fuerzas de la Iluminación en contacto con la
humanidad para que entre en actividad.
Estas fuerzas pueden actuar plenamente y dominar hasta 1949 las
mentes de los hombres, si los pueblos del mundo pueden ser
organizados para permanecer con intención masiva detrás de ese tipo
de estadistas que trata de obtener el mayor bien para el mayor
número, ver al mundo como un gran todo interdependiente y se niega a
ser desviado por los clamores de las pequeñas mentes egoístas o las
demandas de las fuerzas reaccionarias, que existen en todos los
países.
Las Fuerzas de Iluminación están siempre presentes en la Tierra en
pequeña escala, influyendo las mentes del nuevo grupo de servidores
del mundo, de los trabajadores altruistas de la humanidad y de los
pensadores de todas las escuelas de pensamiento, activos en los
campos del mejoramiento humano; trabajan por intermedio de todos los
que realmente aman a sus semejantes, son incapaces de influir las
mentes de las personas egocéntricas y cerradas; poco pueden hacer
con el aislacionista separatista; son ineficaces en lo que respecta
a los teólogos de todos los grupos -políticos, religiosos o
sociales; poco pueden hacer con el tipo mental que se concentra
sobre los problemas personales o grupales (su grupo, que expresa sus
ideas y trabaja a su manera) y que ni ellos ni el grupo se
consideran relacionados con la entera humanidad.
Sin embargo, el común sufrimiento y el general reconocimiento de que
las causas de la guerra residen en el egoísmo y en crueldad
inherente, ampliaron grandemente el acercamiento de pueblos a la
realidad y a la posibilidad, tal como existen hoy.
Eclesiásticos, estadistas, conductores de importantes grupos
mundiales, admiten ya el fracaso de su iglesia, cuerpo legislativo o
política, para traer el orden y la tranquilidad mundiales. Buscan
ansiosamente nuevos sistemas de gobierno, nuevos y adecuados modos
de vida y un método por el cual puedan establecer rectas relaciones
humanas. Presentan un campo de expresión para las Fuerzas de
Iluminación y les ofrecen la oportunidad de cambiar los modos de
pensar humanos; son movilizados por las energías portadoras de luz
en el planeta, de modo que la sabiduría, la comprensión y la
habilidad en la acción, puedan caracterizar las actividades de los
hombres en el futuro inmediato.
El organizador de estas Fuerzas en este momento es el Buda, siendo
el símbolo del esclarecimiento de la iluminación. Innumerables
millones de personas a través de las edades Lo han reconocido como
Portador de Luz desde lo alto. Sus Cuatro Nobles Verdades expusieron
las causas de la dificultad humana y señalaron la cura. Su mensaje
puede ser parafraseado en las siguientes palabras: Cesen de
identificarse con las cosas materiales; adquieran un exacto sentido
de los valores espirituales; cesen de considerar las posesiones y la
existencia terrestre como de principal importancia; sigan el Noble
Óctuple Sendero, el sendero de las rectas relaciones -rectas
relaciones con Dios y entre sí-, así serán felices. Los pasos de
este sendero son:
Correctos Valores Correcta Aspiración Correcta Palabra Correcta Conducta Correcto Modo de Vivir Correcto Esfuerzo Correcto Pensar Correcto Arrobamiento o Felicidad
Su antiguo Mensaje es tan nuevo hoy como lo fue cuando pronunció Sus
palabras en la Tierra; hay una necesidad imperiosa de que se
reconozca Su verdad y se sigan los “ocho modos correctos de vivir”,
que permitirán a la humanidad alcanzar la liberación. Sobre
cimientos de Su enseñanza Cristo erigió la superestructura de la
hermandad del hombre, para constituir una expresión del Amor de
Dios. Hoy, al observar al mundo destruido y devastado, la humanidad
tiene una nueva oportunidad para rechazar los móviles y la filosofía
egoísta materialista e iniciar esos procesos que -constante y
gradualmente- traerán su liberación. Entonces los hombres podrán
hollar el Camino Iluminado que conduce de vuelta a la divina Fuente
de luz y amor.
El Buda pudo señalar la meta e indicar el Camino porque había
realizado la plena iluminación; el Cristo fue el ejemplo de Aquel
que alcanzó la misma meta; el Buda abandonó el mundo después de
alcanzar la iluminación; el Cristo volvió a nosotros, proclamándose
la Luz del Mundo y nos mostró que podríamos también aprender a
hollar el Camino Iluminado.
El Buda, Cuyo Festival se celebra siempre en la Luna llena de Tauro,
que este año cae en la última semana de abril, actúa hoy como
agente de esa gran vida en Quien vivimos nos movemos y tenemos
nuestro ser, siendo Él Mismo la verdadera Luz del Mundo y el
Iluminador planetario. Me refiero al Anciano de los Días (como lo
denomina El Antiguo Testamento), al Dios de Amor, a Sanat Kumara, al
Eterno Joven, Aquel Que Mantiene vivos a todos los hombres y Que
conduce a toda Su creación por el sendero de evolución, hasta su
consumación -consumación de la cual no tenemos la más mínima idea.
Año tras año, desde que el Buda alcanzó Su meta de iluminación,
siempre se hizo un esfuerzo para acrecentar la afluencia de
iluminación al mundo y arrojar la luz de la sabiduría, la
experiencia y la comprensión (según se la denomina) en las mentes de
los hombres. En cada Luna llena de Tauro éste ha sido el esfuerzo de
las Fuerzas espirituales que cumplen la Voluntad de Dios. Este año
harán un supremo esfuerzo durante los cinco días de la Luna llena
(25 al 30 de abril), y en la conferencia de San Francisco se pondrá
a prueba la eficacia de Su actividad. Les pediría que recuerden
esto y les ruego se movilicen para este fin.
Un gran Triángulo de Fuerza será llamado a actuar durante esos cinco
días que constituirá el núcleo por intermedio del cual trabajarán
las Fuerzas de Iluminación. Las tres Vidas que controlan las
energías que se espera serán liberadas para la iluminación de las
mentes de los hombres son:
El Señor del Mundo, la luz de la Vida Misma. El Buda, el Señor de la Sabiduría, que trae luz espiritual a la
Jerarquía y revela el propósito divino. El Cristo, el Señor de Amor, que presenta la demanda de la
humanidad y actúa como Agente distribuidor de las Fuerzas de la
Iluminación.
Las Fuerzas de la Luz, en el plano físico, han rechazado a las
fuerzas del mal y de la oscuridad y están llevando la guerra a un
fin, por medio de la derrota de las Naciones del Eje.
Pero otra gran “división” de esas Fuerzas (si puedo emplear
simbólicamente un término militar) está siendo movilizada y puede
ser llevada al servicio activo en la Luna llena de Tauro, si la
demanda es suficientemente fuerte, mentalmente poderosa y
adecuadamente enfocada. Estas Fuerzas trabajan enteramente sobre el
nivel mental y con las mentes de los hombres; su tarea es llevar a
un fin la batalla entre las Fuerzas de la Luz y las Fuerzas de la
Oscuridad -no sólo físicamente, sino también mediante la
inauguración de una era de recto pensar.
Esto pondrá fin al ciclo
actual de la angustia emocional, la agonía, el espejismo, la ilusión
y los deseos materialistas, que forman hoy el canon de vida de los
hombres, lo cual debe hacerse por medio de la voluntad espiritual,
que actúa como iluminación en el plano mental y se demuestra como
sabiduría y habilidad en la acción, motivada por la comprensión
amorosa. Estos tres aspectos de la luz -el esclarecimiento mental,
la iluminación que confiere la sabiduría y la comprensión amorosa-
encuentran su perfecta expresión en el Señor del Mundo (al cual los
ortodoxos llaman Dios) y en Sus reflejos, el Buda y el Cristo -el
Primero trajo la Iluminación al mundo y el Segundo demostró la
realidad del Amor de Dios.
Estas tres grandes expresiones de la
divinidad (una de ellas tan divina que Lo podemos conocer sólo por
intermedio de Sus representantes) pueden ser llamadas a una nueva y
más potente actividad, mediante la correcta invocación en el momento
de la Luna llena de Tauro. Los que pueden llevar a cabo este gran
acto de invocación son las personas de mente espiritual de todas
partes, los estadistas iluminados, los guías religiosos y los
hombres y mujeres de buena voluntad, si pueden permanecer con
intención masiva, particularmente durante todo el mes de abril, en
la Pascua. Su ayuda también puede ser invocada por la gran necesidad
de los hombres, mujeres y niños de todas partes que no pueden
expresarlo, porque no saben a dónde dirigirse, pero cuyo llamado es
oído y registrado.
Sin embargo, su trabajo debe ser enfocado y complementado mediante
los intelectuales del mundo, “las personas prominentes que aman a la
humanidad”, trabajan en distintas organizaciones y grupos dedicados
al mejoramiento humano, y también por personas representativas y
altruistas. Ellos deben recibir la afluencia de “sabiduría
iluminada” y comprensión amorosa; hoy esto puede ser posible en
forma nunca conocida. El éxito del esfuerzo que está siendo
espiritualmente planeado depende de la capacidad del género humano
de emplear la luz que ya posee, a fin de establecer rectas
relaciones en sus familias, en sus comunidades, en su nación y en el
mundo.
Este asunto de estar en posición de recibir y luego ser agente de
la. iluminación, es algo intensamente práctico. Se espera que la
respuesta sea tan real que constituya una actividad grande y
uniforme, que conmueva a toda persona reflexiva, y haga recaer la
responsabilidad de establecer rectas relaciones humanas a los
hombres y mujeres de buena voluntad y no a las sufrientes masas
irreflexivas y no evolucionadas. Este punto importante debe tenerse
en cuenta. Si las personas reflexivas y los ejecutivos del mundo
permiten que el espíritu de la sabiduría y la comprensión, ilumine
sus mentes, podrán actuar como distribuidoras de esa luz por medio
de la planificación y la legislación iluminadas, afectando así a
todo el mundo. Ésta es la inmediata oportunidad que está por
delante, y cuando digo “inmediata”, me refiero a los días venideros
del Festival de Wesak, que debería tener un efecto pronunciado sobre
la Conferencia de San Francisco. También me refiero a los próximos
cinco años, con sus cinco Festivales de Wesak que caen en cinco
Lunas llenas de mayo o Tauro.
Este año marcará un esfuerzo culminante en la larga relación del
Buda con la humanidad. Año tras año, desde que Él dejó la tierra,
retornó a la humanidad trayéndole luz y bendición. Año tras año,
libera esta luz y presenta la oportunidad a las Fuerzas de la
Iluminación, para fortalecer Su aferramiento en las mentes de los
hombres. El éxito de Su esfuerzo ha sido tan grande que condujo al
acrecentamiento del conocimiento, a la gloria de la ciencia moderna
y a la difusión de la educación, que caracterizó a los últimos
quinientos años. El conocimiento es la marca distintiva de nuestra
civilización, y fue siempre mal aplicado y dedicado al egoísmo de
los hombres, y ha sido algo impersonal personalmente aplicado, y
esto debe terminar. Ahora otra fase de esa luz puede empezar a
demostrarse como resultado del pasado y eso es Sabiduría. Sabiduría
es la aplicación iluminada del conocimiento, por medio del amor, a
los asuntos de los hombres. Es comprensión, vertiéndose en todas
partes como resultado de la experiencia.
Por lo tanto, exhorto a cada uno de ustedes a prestar un gran
servicio de demanda e invocación en favor de la humanidad -demanda
para la afluencia de luz sobre las decisiones de los hombres.
Quisiera que pidan y esperen la iluminación necesaria para quienes
tienen que tomar una decisión en favor de los hombres de todas
partes. Su iluminación individual nada tiene que ver con esta
demanda. Lo que se requiere es un móvil altruista, el cual debe
estar detrás de la demanda individual y grupal. Ustedes están
demandando percepción esclarecida e iluminada, para quienes deben
guiar el destino de las razas, las naciones y los grupos mundiales.
Sobre sus hombros descansa la responsabilidad de emprender una
sabia acción, basada en la comprensión mundial, en bien de la
colaboración internacional y en el establecimiento de rectas
relaciones humanas.
Durante todo este mes de abril, hasta el primero de mayo, el deber
principal es comprender esto. Hoy los exhorto a apoyar a las Fuerzas
de Iluminación. Como individuos, deben trabajar para tener una mente
abierta y receptiva, libre de prejuicio o partidismo nacional; como
individuos, deben pensar en términos más amplios, de un solo mundo y
de una sola humanidad. La masa que piensa correctamente y la demanda
convincente de los que como ustedes tratan de servir al Cristo,
puede respaldar a los legisladores del mundo, traer grandes
resultados y liberar las Fuerzas de Iluminación en forma nueva y
poderosa.
La concentración sobre el trabajo que debe realizarse es de tanta
importancia y exigirá actividades tan prácticas, que ya no escribiré
más sobre ello. Deseo mantener claros los problemas inmediatos. Más
adelante consideraremos las Fuerzas de Reconstrucción. Quisiera
terminar este mensaje con palabras escritas hace muchos años.
Expresan la actitud y la orientación necesarias.
Les pido que abandonen sus antagonismos y antipatías, sus odios y
diferencias raciales y que traten de pensar en términos de una
familia, una Vida y una humanidad.
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MENSAJE DE PASCUA Pascua 1945
En este día recordamos la Resurrección -resurrección que se repite
universal y eternamente. Deseo hablarles de Cristo, de Su obra, como
Guía de la Jerarquía, y de la reconstrucción que la humanidad debe
emprender y que la Jerarquía trata de impulsar en estos momentos. Se
ha planeado un gran período de reconstrucción. Las dos palabras,
alrededor de las cuales me propongo desarrollar mi tema son:
Resurrección y Reconstrucción. Será una reconstrucción desarrollada
por quienes conocen el significado de la resurrección, e implicará
la resurrección de la humanidad mediante los intelectuales y las
personas de buena voluntad. Los dos grupos -la Jerarquía y la
Humanidad- deberán ponerse en más estrecha relación, lo cual es
perfectamente posible si los seguidores de Cristo se dan cuenta de
la oportunidad y asumen sus responsabilidades. Indicaré que cuando
empleo la frase “los seguidores de Cristo”, me refiero a todos los
que aman a sus semejantes, cualquiera sea su credo o religión.
Únicamente sobre esta premisa básica podemos fundamentar un futuro
pleno de esperanza.
No me interesa que quienes lean mis palabras, acepten o no la
enseñanza esotérica sobre la existencia de una Jerarquía espiritual
y planetaria, presidida por el Cristo, o si piensan en términos del
Cristo y Sus discípulos. El reconocimiento esencial que pido, es que
se considere como activo a este Gran Grupo de Seres Espirituales,
generalmente reconocidos por todo el mundo y las grandes religiones.
El punto de vista de los cristianos respecto al Cristo, está basado
en lo que Él hizo por nosotros hace dos mil años, indicando
simbólicamente el camino que debemos recorrer todos los aspirantes.
Tal visión representa un Cristo en un vago y lejano cielo, inactivo
y expectante, “descansando sobre Sus laureles”, sin hacer nada
prácticamente hasta el momento en que los hijos de los hombres, de
todas las razas y credos, lo aclamen como Salvador; esto lo hacen
como individuos y representantes de la Iglesia cristiana organizada,
lo cual es la imagen de un Cristo que escucha y observa, animado por
la piedad y compasión, pero que habiendo hecho cuanto pudo, ahora
espera que hagamos nuestra parte, siendo también imagen de aquel
que espera ser aceptado teológicamente por toda la humanidad. En la
mente estrecha del teólogo fundamentalista, Cristo aparece
presidiendo un pacífico lugar llamado Cielo, en el cual son
bienvenidos los elegidos; también se Lo ve destinando a un oscuro y
eterno lugar de castigo a todos los que son conscientes de su propia
integridad y responsabilidad espirituales, pero rehúsan congregarse
en Iglesias organizadas y llevan una vida ociosa y pecaminosa. A
esta vasta multitud -probablemente la mayoría- no les llega Su amor
y compasión, permaneciendo inconmovible Su corazón. Al parecer Él
no se preocupa de sí sufren eternamente o son aniquilados
completamente.
Esto en verdad no puede ser así. Ninguna de estas imágenes es exacta
o adecuada; son falsas en todo el sentido de la palabra.
Esto lo comprenden los pensadores más inteligentes del mundo. Desde
el instante del Plenilunio de Géminis, que se celebra este año en la
última semana de mayo, las iglesias de la Cristiandad deberán
difundir un mensaje distinto si aspiran a satisfacer las necesidades
de la humanidad y contribuyen así a la obra de reconstrucción que
hay por delante. No pueden detener esta obra, pero las iglesias
podrán ser ignoradas si demuestran la incapacidad de pensar con
claridad y si no se liberan de su estrechez teológica.
Resurrección es la nota clave de la naturaleza, pero no la muerte.
La muerte es la antecámara de la Resurrección. Resurrección da la
clave del mundo de significados y es el tema fundamental de todas
las religiones del mundo, pasadas, presentes y futuras. Resurrección
del espíritu en el hombre, en todas las formas, en todos los
reinos; es el objetivo de todo proceso evolutivo, lo cual significa
liberarse del materialismo y del egoísmo. En tal resurrección, la
evolución y la muerte son meras etapas preparatorias y familiares.
La tónica y el mensaje dados por el Cristo, cuando estuvo la última
vez en la tierra, fue Resurrección, pero fue tal la morbosidad del
género humano y estaba tan envuelto por el espejismo y la ilusión,
que permitió que se desviara la comprensión de Su muerte, en
consecuencia, durante siglos, el énfasis fue puesto sobre la muerte
y, únicamente en el día de Pascua o en los cementerios, se recuerda
la Resurrección. Esto debe cambiar. Permitir que esta situación se
perpetúe no ayuda a la comprensión progresiva de las verdades
eternas. La Jerarquía trata ahora de producir este cambio, alterando
así el acercamiento de la humanidad al mundo de lo invisible y a
las realidades espirituales.
Sin embargo, antes de que la Jerarquía pudiera hacer algo, nuestra
actual civilización debía morir. En el curso del siglo venidero, se
develará el significado de la resurrección y 1a nueva era revelará
su verdadera significación. El primer paso será el resurgimiento de
la humanidad de la muerte de su civilización, de sus antiguas ideas
y de sus modos de vida, el abandono de sus objetivos materialistas y
su condenable egoísmo, y su progreso hacia la clara luz de la
Resurrección. No hablo en términos simbólicos o místicos; me refiero
a hechos, hechos tan reales e inminentes como el venidero ciclo de
Conferencias, para los cuales los últimos doscientos años han
preparado a la humanidad. Esta preparación ha culminado en la
inquietud del siglo XX, y ha conducido a los horrores de esta guerra
mundial, 1914-1945.
El verdadero trabajo del Ciclo de Conferencias, sobre el cual
escribí anteriormente, se iniciará en San Francisco. Allí se
preparará el terreno para los procesos que darán entrada a una era
de relativa tranquilidad, lo cual abrirá la puerta de la oscura
caverna del materialismo y apartará la piedra del sepulcro, en el
que durante tanto tiempo ha estado yacente la humanidad. Luego se
darán los pasos que conducirán a una vida nueva y mejor, que dará
expresión al Espíritu de Resurrección. Estos hechos -a producirse
muy pronto- son físicos, demostrándose como tales, si los discípulos
del mundo reconocen lo que Cristo quiere, y si los hombres y mujeres
de buena voluntad se preparan para responder a tales deseos.
Hablando simbólicamente, el primer paso, después del advenimiento
del espíritu de Resurrección, será similar al que nos relata La
Biblia. María, la mujer de dolores, de experiencia y de aspiración,
simboliza (como siempre sucede en el simbolismo del mundo) el
materialismo. La humanidad debe exclamar con ella: “Me han quitado a
mi Señor y no sé dónde lo sepultaron”. Pero ella se lo preguntó al
Señor Mismo, sin reconocerlo; sólo sentía su propia necesidad y
desolación. Así debe ser nuevamente. La humanidad materialista,
sufriente, encara el futuro con desesperación y agonía, porque
tiene aún aspiraciones, pues debe surgir de la cavern5 de la materia
y buscar a Cristo, y Lo hallará, pero al principio no Lo reconocerá,
como tampoco el trabajo que intenta realizar. Las Iglesias
materialistas -envueltas y sumergidas en sus conceptos teológicos,
buscando poder político o posesiones, construyendo templos y
catedrales, olvidando “el Templo de Dios, no hecho con las manos,
eterno en los Cielos”-, se preocupan de los símbolos y no de la
realidad. Ahora deben reconocer que el Señor no está con ellos;
deben también salir, como Maria, a buscarlo nuevamente. Si lo hacen,
con seguridad Lo encontrarán y volverán a ser Sus Mensajeros.
El hecho de la Resurrección será demostrado durante los próximos
siglos. El Cristo viviente caminará entre los hombres y los guiará
al Monte de la Ascensión. Pentecostés será una Verdad.
Todos los hombres estarán bajo la oleada de la inspiración
proveniente de lo alto, y aunque hablen distintas lenguas, todos se
comprenderán.
Clasificaré lo que tengo que decir, en dos partes:
El Trabajo de Cristo en la Actualidad. El Próximo Trabajo de Reconstrucción.
Ambas imparten las mismas ideas básicas, de manera que se
complementan; proclaman el hecho de que todo lo que nos concierne,
tiene lugar en la Tierra, de acuerdo con los anteproyectos que guían
al trabajo de Cristo (cuando empleo las palabras “nos concierne”,
me refiero a las reacciones: física, emocional y mental del hombre).
Proclaman el hecho de que todo estado de conciencia está enraizado
dentro de la humanidad y que todos son hechos reales aquí y ahora,
si sólo los hombres lo supieran; proclaman además la verdad de que
Cristo nunca nos ha abandonado por un cielo lejano y nebuloso, sino
que permanece cerca nuestro; proclaman que Su interés, Su ardua
tarea en beneficio nuestro y las actividades de Sus discípulos
activos, los Maestros de Sabiduría y los Señores de Compasión, se
hallan también con nosotros, aquí y ahora; proclaman que no estamos
solos, sino que las Fuerzas de la Luz y del Esclarecimiento están en
constante actividad; que se movilizan las fuerzas y la sabiduría de
Quienes saben, para ayudar al género humano y que nada puede
detenerlas, ni impedir tampoco el contacto entre el Centro de
aspirantes inteligentes, la humanidad, y el grupo espiritual
interno, la Jerarquía.
El Trabajo de Cristo en la Actualidad
No olviden un punto importante. La Jerarquía misma es la
consecuencia de la actividad y de la aspiración de la humanidad, y
ha sido creada por ésta. Sus miembros son seres humanos que han
vivido, sufrido, fracasado, realizado, triunfado, soportado la
muerte y pasado por la experiencia de la resurrección. Son de la
misma naturaleza de quienes hoy luchan con los procesos de
desintegración, pero que, a pesar de todo, llevan en sí la simiente
de la resurrección. Los miembros de la Jerarquía conocieron y
dominaron todos los estados de conciencia; los dominaron como
hombres, garantizando así a la humanidad la misma realización
máxima.
Tenemos la tendencia a considerar a los miembros de la
Jerarquía como radicalmente distintos de la humanidad, olvidando que
la Jerarquía es una comunidad de hombres triunfantes que se
sometieron anteriormente a los fuegos purificadores del diario
vivir, trabajaron por su propia salvación como hombres y mujeres
del mundo, comerciantes, marido y mujer, y como agricultores y
gobernantes; por lo tanto, conocen la vida en todas sus fases y
graduaciones. Superaron las experiencias de la vida. Su Gran Maestro
es Cristo; pasaron por las iniciaciones del nuevo nacimiento, del
bautismo, de la transfiguración, de la crucifixión final y la
resurrección. Pero continúan siendo hombres; se diferencian de
Cristo en que Éste, el primero de nuestra humanidad que alcanzó la
divinidad, el Primogénito de una gran familia de hermanos (según lo
expresa San Pablo), el Maestro de Maestros e Instructor de ángeles
y hombres, fue considerado tan puro, tan santo y tan iluminado, que
se le permitió personificar para nosotros, el gran principio cósmico
del amor; de esta manera, Él reveló, por primera vez, la naturaleza
del corazón de Dios.
Por lo tanto, estos hombres perfectos existen. Son algo más que
hombres, porque el espíritu divino en Ellos registra todos los
estados de conciencia y de percepción -subhumana, humana y
superhumana. Este desenvolvimiento incluyente les permite trabajar
con los hombres, ponerse en contacto con la humanidad cuando es
necesario, y saber cómo guiamos al pasar las fases de la
resurrección.
Es innecesario extendernos aquí, acerca del mundo al que Ellos
tratan de ayudar y salvar. Los verdaderos pensadores conocen el
estado actual de la humanidad. Devastación, crucifixión, masacre y
muerte, predominan; tristeza, dolor, desilusión y pesimismo
condicionan el pensamiento y las reacciones de millones de seres;
mientras que la situación de las masas, indefensas e irreflexivas,
ha llegado a un inconcebible sufrimiento. La ignorancia, la
incomprensión y el egoísmo de los hombres, en todas partes,
especialmente en los países que escaparon a los estragos de la
guerra, agravan la situación. No obstante, la Jerarquía encara hoy
con serenidad y confianza Su ardua tarea.
Voy a ocuparme de un aspecto del trabajo y de la actitud de la
Jerarquía, que puede ser motivo de incomprensión para los que tienen
visión y (si así puedo describirlo) un corazón oprimido, aunque
amoroso. Me refiero a la actitud asumida por la Jerarquía durante
los años de guerra. Esta actitud dio lugar a críticas. Permítanme
ser explícito y además introducir la ecuación tiempo. Bien puedo
hacerlo, porque mediante mis escritos se ha afirmado y expuesto
públicamente la posición de la Jerarquía.
En 1932 escribí una serie de folletos destinados a movilizar a los
discípulos del mundo, titulados El Nuevo Grupo de Servidores del
Mundo, y a incitar a los hombres y mujeres de buena voluntad a un
esfuerzo final para despertar a la humanidad y hacerle ver la
necesidad de cambiar. Traté de promover una limpieza general e
inducir a los hombres a dar los pasos necesarios para evitar la
guerra, que la Jerarquía veía cada día más cerca. De manera
incomprensible y no soñada por el hombre común, las Fuerzas del Mal
surgían poderosamente de su antigua guarida, tratando de descubrir a
quienes podían moldear y obsesar, para llevar así más rápidamente a
la humanidad hacia el desastre. Las fuerzas del mal hallaron en
todos los países mentes receptivas a sus impulsos malignos, y
descubrieron también que era posible tomar posesión de dos países,
Alemania y Japón y, en menor medida, de Italia.
La Jerarquía, previendo esto, intentó contrarrestar dichos
esfuerzos; apeló a las personas de mente espiritual del mundo; su
llamado llegó a millones de seres y culminó, en mayo de 1936, con un
esfuerzo planetario donde se empleó la Gran Invocación en vasta
escala, en la mayoría de los países del mundo. Esta obra de amor
continuo durante tres años. La Jerarquía se esforzó por salvar a la
humanidad y hacer ver a los hombres el inminente peligro que se
cernía sobre ellos; trató de detener el egoísmo humano y de dar una
nueva orientación a los valores espirituales y así impedir la
guerra. Sus esfuerzos fracasaron. Los hombres y mujeres de buena
voluntad y las personas de tendencia espiritual fueron incapaces de
apreciar la verdadera naturaleza del inminente peligro.
Algunos se
dieron cuenta e hicieron cuanto pudieron; pocos trabajaron
esforzadamente, confiados en la sabiduría de los que sabían, y les
pidieron ayuda; la mayoría se sintió perturbada y preocupada, pero
ninguno de ellos comprendió suficientemente el doble peligro que
enfrentaba a la humanidad: el peligro que surgía del egoísmo y la
codicia humanos, más el peligro que se acercaba a la tierra, debido
a las fuerzas combinadas del mal. Estas fuerzas estaban organizadas
por seres de la más maligna y experta experiencia; se habían
preparado para obsesar y luego dominar al negativo pueblo alemán,
regido por un grupo da hombres de tan positivo egoísmo y agresivo
espíritu materialista, que fácilmente podían convertirse en agentes
de las fuerzas subjetivas del mal.
En setiembre de 1939, la suprema malignidad se desató en la Tierra.
Debido a que la Jerarquía no pudo ni quiso infringir el libre
albedrío humano, se manifestó el mal que la humanidad misma había
engendrado, apareciendo algo a lo cual algunas naciones e individuos
respondieron; así se inició la segunda guerra mundial. El mal
desenfrenado tomó posesión de la Tierra, valiéndose de las naciones
del Eje, y los alemanes invadieron Polonia. Este país fue el
receptor del primer impacto, debido a su egoísmo nacional, la
supresión de las clases inferiores, la exaltación de una
aristocracia de mentalidad fascista y su odio a los judíos. Las
Naciones Aliadas empezaron entonces a organizarse lentamente bajo la
inspiración de las Fuerzas de la Luz. Se desaté la guerra.
Bajo estas circunstancias, ¿qué podía hacer la Jerarquía? A la
humanidad se le dio plena oportunidad para evitar que el mal
descendiera a la manifestación. Los dirigentes y los humanitarios
proclamaron la necesidad de reformas. ¿A qué bando debía apoyar e
influir la Jerarquía? ¿ Debía tomar partido o mantenerse apartada y
adoptar la posición del que mira, el observador? ¿ Debía mantenerse
por encima de los actos de la humanidad y esperar a qué se decidiera
la batalla? ¿ Debía ajustarse a las ideas sentimentales del público
religioso y hablar sólo de paz, cuando no había paz, y adoptar la
actitud negativa de amor a todos los pueblos, mientras el odio se
extendía desenfrenado sobre la Tierra?
Recuerden que si esta guerra se pareciera a otras guerras, ocurridas
en el transcurso de los siglos, y fuera simplemente la lucha entre
grupos humanos y naciones, la Jerarquía hubiera permanecido al
margen del conflicto y dejado al género humano decidir la victoria,
en mérito de los bandos en lucha. Pero esta vez algo más estaba
involucrado, y la Jerarquía lo sabía. Esta guerra no sólo ha sido un
conflicto agresor entre naciones, o de odio entre los exponentes de
ideologías antagónicas, sino algo mucho más serio.
La Jerarquía
sabía qué fuerzas extremadamente poderosas se aprovechaban de la
estupidez humana, a fin de entrometerse en los asuntos humanos, y
qué poderosos grupos de seres malignos estaban organizados para
explotar la situación mundial existente. Sabía también que la
combinación del antiguo mal con el egoísmo de los hombres sería
inevitablemente demasiado fuerte, aún para las Naciones Aliadas, si
no recibían ayuda para enfrentar a las Potencias del Eje y a los
Señores del Mal, que surgieron de su guarida. La Jerarquía se puso
del lado de las Naciones Aliadas y lo hizo saber. Decidido esto, se
tomaron medidas físicas precisas para ayudar a las fuerzas de la
Luz; se escogieron cuidadosamente los hombres y dirigentes, y los
discípulos elegidos fueron puestos en posiciones de poder y
autoridad.
Los dirigentes de las Naciones Aliadas y sus ejércitos,
no son hombres sin Dios como los de las Potencias del Eje, son
hombres de rectitud y propósitos espirituales y humanitarios, por
lo tanto, capaces de trabajar, consciente e inconscientemente, bajo
la inspiración de la Jerarquía. Esto ha quedado ampliamente
demostrado. En virtud de esta decisión de la Jerarquía, el Cristo se
convirtió automáticamente en Guía de estas Fuerzas.
El trabajo del Cristo ha sido grandemente entorpecido por el dulce
sentimentalismo de los cristianos irreflexivos y por los bien
intencionados, pero a menudo ignorantes pacifistas. Ambos grupos
hubieran sacrificado el porvenir de la humanidad con simples
métodos de “no ofender”, “ser bondadosos” o de tomar medidas
suaves. Las fuerzas del mal que acechan hoy al mundo, no entienden
tales medidas. El grito de tales personas de que “Dios ama a todos
los hombres” es verdad, y lo será eternamente, siendo uno de los
hechos inalterables de la existencia misma. Dios ama, sin
diferencias y sin tener en cuenta la raza o el credo. Para tan
Grande Vida nada importa más que la humanidad y su
perfeccionamiento, porque de la humanidad depende la salvación de
todos los reinos de la naturaleza. Pero tal afirmación (hecha en
tiempo y espacio, en lo que al aspecto forma concierne, y no al
espíritu del hombre> es con frecuencia engañosa y las personas
sencillas olvidan que el Cristo dijo: “El que no está conmigo está
contra mí”.
Los hombres tampoco comprenden el poder del pensamiento, manejado
por Quienes trabajan con el Cristo y regidos por Él. El pensamiento
es energía divina pura, impersonal y, como la del Sol, se derrama
igualmente sobre los dignos y los indignos, a no ser que esté
dirigida definida y deliberadamente. La Jerarquía se ha visto frente
al problema y a la necesidad de evitar que la energía mental, pura e
impersonal, llegue a las filas de quienes luchan contra la libertad
humana; porque tal energía estimula las mentes y los procesos
mentales de los buenos así como de los malos. Este peligro fue
contrarrestado deliberadamente, dirigiendo Su pensamiento a las
fuerzas que luchaban a las órdenes de los conductores de las
Naciones Aliadas y poniéndose abiertamente de parte de las rectas
relaciones humanas. No se atrevieron a obrar de otra manera, porque
en su lugar y circunstancias, los líderes de las fuerzas del mal
demostraron ser más sagaces y calculadores que quienes luchaban en
favor de la libertad humana. Los bondadosos, bienintencionados,
pero ignorantes pensadores cristianos, pasan por alto esta
distinción y necesidad.
El trabajo del Cristo, en relación con la guerra, ha sido también
entorpecido por negociantes de todas las naciones, especialmente en
los países neutrales que se beneficiaron con la guerra, como también
con las grandes empresas de muchos países, enfocadas en grupos
financieros en toda nación poderosa, particularmente en los Estados
Unidos. El Cristo ha sido también entorpecido por individuos que
explotan el sufrimiento de la humanidad para su provecho.
Por lo tanto, cuando estalló la guerra y la humanidad decidió
luchar, y las fuerzas del mal se desataron sobre nuestro planeta, la
Jerarquía cesó en Sus esfuerzos para traer paz; por medio de la
buena voluntad, y Se puso abiertamente del lado de los que luchaban
para hacer retroceder a su lugar de origen a las fuerzas del mal y
derrotar a las naciones del Eje. A causa de esta decisión de la
Jerarquía, los irreflexivos pretenden que las afirmaciones de los
que representan a la Jerarquía en la Tierra, son contradictorias y
que Sus acciones no son compatibles con las ideas preconcebidas
sobre cómo debería demostrarse el amor.
Durante los últimos cinco
años, los esfuerzos del Cristo y los de Sus seguidores, los Maestros
de Sabiduría, fueron dirigidos a clarificar en las mentes de los
hombres los verdaderos hechos para indicar la correcta acción a
seguir y a unificar la política interaliada. Se ocuparon de agrupar
a los hombres de buena voluntad de todo el mundo, en preparación
para el Ciclo de Conferencias y los reajustes mundiales que se
avecinan. Trataron de proteger a los que sufren, organizando métodos
de socorro, inspirando a las mentes de los jefes de los ejércitos, e
incitando a la opinión pública a tomar esas medidas que, con el
tiempo, traerán rectas relaciones humanas. Temporariamente, se ha
dejado a los pueblos alemán y japonés librados a su destino y
entregados a merced de las fuerzas del mal. El presente desastre en
Alemania es el testimonio de lo que el mal puede traer a quienes lo
siguen.
Además de los métodos de fortalecer a las Fuerzas de la Luz
y de sacar a la humanidad del mal que ha descendido sobre ella, la
Jerarquía Se dedicó a actividades que no pueden ser reveladas,
porque se relacionan con la manipulación de las fuerzas subjetivas
del mal. Podemos apreciar la potencia de tales fuerzas por el largo
período que ha durado la guerra y también por el hecho de que dos
naciones hayan sido capaces de resistir, hasta hace unos meses, a un
mundo entero de Naciones Aliadas contra ellas. Esto, en sí mismo, es
un hecho notable y testifica la fortaleza del mal, objetivo y
subjetivo, que trató de dominar al género humano. Si la Jerarquía
no Se hubiera puesto del lado de las Naciones Aliadas, apoyándolas
con todo el poder de Su pensamiento, la victoria estaría aún muy
lejos. Hoy ya está casi en nuestras manos.
Es un error creer, como algunos lo hacen, que la tendencia principal
del trabajo del Cristo reside en la Iglesia y en las religiones
mundiales. Lógicamente trabaja por ese medio cuando las condiciones
lo permiten y si hay un núcleo viviente de verdadera espiritualidad
en ellas, o cuando el llamado invocador es suficientemente poderoso
para llegar hasta Él; utiliza todos los canales posibles por los
cuales puede expandirse la conciencia del hombre y lograrse la
correcta orientación. Es, por lo tanto, más correcto decir que actúa
como Instructor del Mundo y que las Iglesias no son más que uno de
los medios de enseñanza que Él utiliza.
Todo cuanto ilumina las
mentes de los hombres, toda divulgación que tiende a establecer
rectas relaciones, humanas, todos los medios de adquirir verdadero
conocimiento, todos los métodos de transmutar el conocimiento en
sabiduría y comprensión, todo cuanto expande la conciencia de la
humanidad, todos los estados subhumanos de percepción y
sensibilidad, todo lo que disipa el espejismo y la ilusión, todo lo
que rompe la cristalización y perturba las condiciones estáticas,
son actividades realistas del sector interno de la Jerarquía, que
Él supervisa. El Cristo está limitado por la calidad y calibre de la
invocación humana, que a su vez está condicionada por la etapa de
evolución alcanzada.
En la Edad Media, y anterior a ésta, las Iglesias y las Escuelas de
Filosofía proveyeron las principales avenidas para la actividad del
Cristo, pero hoy no es así. Las Iglesias y la religión organizada
harían bien en recordarlo. El Cristo ha transferido Su énfasis y
atención hacia dos nuevos campos de esfuerzo: primero, al campo de
la educación mundial y, segundo, a la esfera de la complementación
inteligente de esas actividades regidas por el departamento de
gobierno, en sus tres aspectos: estatal, político y legislativo.
El
pueblo empieza a darse cuenta de la importancia y la responsabilidad
de los gobiernos; por lo tanto, la Jerarquía comprende que antes que
el ciclo de la verdadera democracia (como ya existe, y se
demostrará con el tiempo) pueda venir a la existencia, es
imperativamente necesaria la educación de las masas sobre la
cooperación estatal en la estabilización económica, mediante la
participación equitativa y la limpia interacción política. La larga
separatividad entre la religión y la política debe terminar; esto
puede ocurrir ahora, gracias al alto nivel de inteligencia de las
masas humanas, y al hecho de que la ciencia ha acercado tanto a los
hombres, que lo que ocurre en lejanos lugares de la superficie de la
Tierra despierta el interés general en pocos minutos. Tiempo y
espacio están hoy anulados.
El Próximo Trabajo de Reconstrucción
Me he referido al plenilunio de Géminis como la “Oportunidad
Excepcional de Cristo”. (La Reaparición de Cristo, Capítulo II). Qué
implica exactamente esta afirmación, no estoy autorizado para
revelarlo, pero puedo arrojar alguna luz sobre un aspecto de ella.
1. Ha sido por mucho tiempo una leyenda (¿ Y quién puede decir que
no es una realidad?), de que en cada plenilunio de Géminis el Cristo
repite y predica al mundo el último Mensaje del Buda (a los
corazones y las mentes de los hombres), vinculando así la plena
iluminación de la Era precristiana, más la sabiduría del Buda, al
ciclo de distribución de la Energía del amor, de la cual el Cristo
es responsable.
Este año, el mensaje del pasado y del presente será ampliado,
realzado y complementado, mediante la enunciación de una nueva nota,
palabra o tema, que distinguirá a la nueva era y caracterizará la
civilización y cultura venideras. Será la culminación del pasado y
sembrará la simiente del futuro. El significado de esta declaración
reside en el hecho de que, telepáticamente, y apoyado por toda la
fuerza de la Jerarquía, más la potencia de Quienes tienen la misión
de expresar la Voluntad de Dios (y más adelante complementada por
la Jerarquía, dirigida por el Cristo), el Instructor del Mundo, por
derecho propio, hará ciertas declaraciones y utilizará cierta
fórmula de palabras, que crearán el núcleo de la forma mental, y
presentará el anteproyecto sobre el cual se desarrollará la nueva
era.
Para este momento se preparan, desde hace tiempo, el
pensamiento y los planes de los aspirantes iluminados del mundo,
algunos conscientes, pero mayormente inconscientemente. Con sus
esfuerzos proporcionan el conjunto de sustancia mental que será
afectada por el próximo pronunciamiento. El Cristo le dará adecuada
forma para la actividad creadora del nuevo grupo de servidores del
mundo, que actúan en todas las naciones, religiones y grupos:
social, económico y político.
Los pronunciamientos del Cristo estarán incluidos en ciertas
estrofas, de las cuales las ya dadas, son una pequeña parte. Sólo Él
puede emplear estas Palabras de Poder en forma apropiada y con el
debido significado y énfasis; únicamente puede darse a la humanidad
una paráfrasis inadecuada de ciertas frases, contenidas en tal
pronunciamiento, que se podrá utilizar exclusivamente cuando la
guerra haya terminada, y no antes. Esto significa que sólo pueden
ser utilizadas cuando Alemania y el Japón estén bajo el control de
las Naciones Aliadas, a través de las cuales la Jerarquía ha estado
actuando. Ello no quiere decir que se alcanzará paz completa, pero
sí, el fin de toda lucha agresiva y resistencia organizada, lo cual
traerá un período de relativa tranquilidad.
Permaneciendo en Su Propio Lugar, en un punto central de Asia,
alejado de las multitudes y del contacto de la humanidad, el Cristo
bendecirá al mundo, en el preciso momento del plenilunio de junio.
Luego repetirá las últimas palabras o el Sermón del Buda, así como
las Bienaventuranzas que pronunció en la Tierra, de errónea e
inadecuada traducción, basada en el recuerdo de lo que dijo, y no
dictadas directamente por Él. A estos dos Mensajes el Cristo
agregará uno nuevo, imbuido de poder para el futuro. Se empleará la
parte de lo que Él ha dicho, en la cual pueden participar los
hombres durante muchos años, en vez de las dos estrofas de la Gran
Invocación, utilizadas durante nueve años.
Respaldando al Cristo Se halla hoy, intensamente enfocada, la
Jerarquía, la Cual Se prepara para un gran acto de colaboración
espiritual, en el momento del plenilunio de Géminis. Junto con Él
los miembros de la Jerarquía invocarán a un grupo de Fuerzas
espirituales, a las que (a falta de nombre más adecuado) llamaremos
Fuerzas de Reconstrucción.
Les pido que mantengan presente con claridad los tres grupos de
energías espirituales que entran en actividad en los tres
plenilunios de Aries, Tauro y Géminis, los cuales ayudarán a la
humanidad en su tarea principal de reconstruir un mundo nuevo y
mejor.
-
Las Fuerzas de Restauración, que actuarán para restablecer la moral
y la salud sicológica, complementarán así la resurrección de la
humanidad sobre ese ciclo de muerte por el cual ha pasado. El
principal objetivo consiste en restaurar la condición mental de los
hombres para encarar la vida con actitud sana y optimista. Estas
fuerzas traerán una nueva civilización, que será precisamente el
trabajo creador del hombre.
-
Las Fuerzas de Iluminación. Cuando éstas afluyan a la Tierra,
producirán la clara comprensión del Plan que la Jerarquía desea ver
realizado; revelarán los asuntos involucrados en su secuencia
correcta y posible; darán al pensamiento humano un sentido de
proporción, más la capacidad de apreciar los valores espirituales
que deben determinar la política objetiva. Estas Fuerzas salvarán la
cultura obtenida en el pasado (un pasado muerto y desaparecido, del
cual poco se debe recuperar), y complementarán (sobre esas pocas
culturas fundamentales del pasado) la nueva y mejor cultura,
característica de la nueva era.
-
Las Fuerzas de Reconstrucción. Éstas darán entrada a una era de
pronunciada actividad creadora, cuyo resultado será la
reconstrucción del mundo tangible sobre nuevas líneas. Hará
necesaria la destrucción total de las viejas formas. El Cristo
pondrá en acción este gran grupo de Fuerzas en el plenilunio de
Géminis, porque el centro de Su trabajo residirá definitivamente en
el plano físico. Su tarea consistirá en precipitar a la
manifestación lo que subjetivamente hizo posible el trabajo de las
Fuerzas de Restauración y de Iluminación.
Se puede considerar que estas Fuerzas personifican y ponen de
manifiesto el “nuevo materialismo”. Esta declaración merece ser
considerada detenidamente. Al encarar las actividades del futuro
proceso de reconstrucción, es esencial tener en cuenta que la
materia y la sustancia, así como la fusión de las mismas en formas
vivientes, son aspectos de la divinidad; la prostitución de la
materia para fines egoístas y propósitos separatistas fue
responsable del malestar que provocó el sufrimiento y el fracaso,
así como del mal que ha caracterizado el curso del genero humano
durante las épocas, y precipitó esta guerra mundial.
Se le ofrece
hoy a la humanidad una nueva oportunidad para construir sobre líneas
más sólidas y constructivas, esa mejor civilización que sueñan
quienes aman a sus semejantes, y lograr una nueva capacidad para
manejar la sustancia. Si los hombres pueden demostrar la sabiduría
adquirida, creando una forma que albergue el Espíritu de
Resurrección y exprese la iluminación obtenida por la amarga
experiencia del pasado, la humanidad resucitará nuevamente.
La oportunidad excepcional que enfrenta el Cristo, al acercarse Su
gran Hora, es unificar, sintetizar e integrar todas estas Fuerzas,
en una enorme y potente afluencia de energía espiritual. Estas
energías abarcan las actividades del Espíritu de Resurrección, la
inspiración del Buda, cuando este año imparta la fortaleza de Aquel
en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser; fuerza que
Cristo mismo pondrá en movimiento, en respuesta al llamado invocador
del nuevo grupo de servidores del mundo, de los hombres de buena
voluntad y de la “intención masiva” de las masas inarticuladas. Es
esencial que tratemos de comprender la unidad de este esfuerzo
jerárquico.
La energía que traerá la restauración de la aspiración humana, el
correcto idealismo y la fija intención humanitaria, procede de las
Fuerzas de Restauración, puestas en acción este año, en el momento
del plenilunio de Pascua, bajo la dirección de los Maestros de
Sabiduría y bajo la supervisión del Cristo.
Se ocuparán de reorientar la psiquis humana y las inevitables
consecuencias de esa reorientación -la adquisición de la visión que
traerá el establecimiento de rectas relaciones humanas.
Esto será, en gran parte, el trabajo de la gente espiritual del
mundo, los aspirantes, los discípulos activos y, en lo posible, los
miembros y las personas espiritualmente orientadas, en las Iglesias
y en los grupos humanitarios y esotéricos.
He denominado Fuerzas de Iluminación a la energía que conducirá a
la actividad inteligente y al correcto planeamiento mental. Cuando
se manifieste, el nuevo grupo de servidores del mundo tendrá la
responsabilidad de dirigirlas. Entonces, gracias a los planes claros
y precisos de los intelectuales del mundo y de los prominentes
servidores humanitarios y raciales, será posible establecer los
principios espirituales y las correctas relaciones cooperadoras, que
deben caracterizar los asuntos humanos en el futuro. Si los planes
se desarrollan tal como se desea, serán afectados los grandes
sistemas educativos, las instituciones de difusión mundial y todos
los medios dedicados a educar y dirigir el pensamiento público y a
moldear la opinión pública.
La energía que he llamado Fuerzas de Reconstrucción será de
aplicación más general y afectará a las masas humanas, mediante la
acción de los hombres y mujeres de buena voluntad. He delineado aquí
el plan de distribución de las tres grandes corrientes de energía
divina, que entrarán en actividad en los tres plenilunios del
corriente año; uno de ellos ya ha pasado y los otros dos llegarán:
La Energía de Restauración en este plenilunio de abril o de Pascua. La Energía de Iluminación en este plenilunio de mayo o de Wesak. La Energía de Reconstrucción en este plenilunio de junio o de
Cristo.
La Fuente de inspiración de estos agentes espirituales son:
Primeramente, el Espíritu de Resurrección (un Ser extraplanetario);
luego, el Señor del Mundo, actuando por intermedio del Buda y,
finalmente, el Cristo Mismo.
Los tres actuarán por medio de la
Jerarquía, del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo y de los hombres
y mujeres de buena voluntad. Tal es el plan general propuesto por
Quienes, con un propósito espiritual esclarecido, están hoy
preparados para ayudar a la humanidad a pasar de la oscuridad a la
luz, de lo irreal o lo real y de la muerte a la inmortalidad. Esta
antiquísima plegaria llega hoy a su más profunda significación
espiritual. La repetiré en el orden en que va adquiriendo hoy
significado.
Condúcenos, oh Señor, de la muerte a la Inmortalidad, De la
oscuridad a la Luz, De lo irreal a lo Real.
La belleza de esta síntesis y la maravilla de esta oportunidad, se
evidencian a medida que estudiamos lo escrito y consideramos estos
aspectos del plan divino. Grandes fuerzas, bajo una poderosa
conducción espiritual, están preparadas para precipitarse sobre este
mundo humano de caos, confusión, aspiración y perplejidad. Estos
conjuntos de energías están preparados para enfocarse y
distribuirse, mientras la Jerarquía se halla más cerca que nunca de
la humanidad.
El nuevo grupo de servidores del mundo está, asimismo,
“atento a recibir directivas” en todos los países del mundo; sus
miembros están unidos por el idealismo, sus objetivos humanitarios,
su sensibilidad a la impresión espiritual, su unido propósito
subjetivo, su amor a sus semejantes y por su dedicación al servicio
abnegado. Los hombres y mujeres de buena voluntad residen en todas
partes, dispuestos a ser guiados hacia la actividad constructiva y a
convertirse en agentes (gradualmente entrenados e instruidos), a fin
de establecer lo que hasta ahora - no ha existido verdaderamente,
rectas relaciones humanas.
Así, avanza la nueva oleada de vida desde el Ser más elevado de
nuestro planeta, pasando por grupos graduados espirituales de
hombres iluminados y perfectos, que actúan desde el aspecto interno
de la vida, al mundo externo del diario vivir, donde hombres y
mujeres reflexivos y humanitarios prestan servicio. El Plan está
preparado para ser aplicado y complementado inteligentemente; los
trabajadores existen, y el poder para trabajar es adecuado a la
necesidad. Los tres plenilunios, de los cuales nos hemos ocupado,
son simplemente tres momentos en el tiempo, a través de los cuales
se liberará el poder necesario.
Aquí tienen, hermanos míos, un cuadro de las posibilidades. Lo
presenté hoy, debido a la necesidad del mundo; es la base para un
acercamiento sensato y optimista en el futuro; tenemos aquí la
seguridad de que el mundo puede ser reconstruido, la acción
constructiva puede emprenderse con éxito, la iluminación será
crecientemente manifiesta y la humanidad resucitará de su
desdichado pasado, al nuevo mundo de comprensión, tranquilidad,
colaboración y renovado impulso espiritual.
Sin embargo, la tarea no será fácil y las energías espirituales que
se liberarán evocarán inevitablemente oposición. El egoísmo y el
odio, con sus efectos secundarios de codicia, crueldad y
nacionalismo, no han muerto ni morirán por mucho tiempo. En el mundo
de posguerra, estas condiciones deben ser ignoradas y el nuevo grupo
de servidores del mundo y los hombres y mujeres de buena voluntad
deben trabajar juntos por una educación más iluminada, una vida
económica cooperativa y por rectas relaciones humanas, en todos los
sectores de la experiencia humana; por una actividad política
limpia, un servicio desinteresado y una religión mundial, que
restablezca al Cristo en el lugar que Le corresponde en los
corazones de los hombres, lo cual eliminará la pompa, el
materialismo y la política de las Iglesias, y unificará la intención
espiritual de todas las religiones en ambos hemisferios. Éste es un
inmenso programa; pero el número de hombres y mujeres iluminados es
también grande, y el poder de que disponen asegura el triunfo final
de su idealismo espiritual.
La necesidad principal es poner a todas esas personas en relación
más íntima, y dar los pasos necesarios para que comprendan que son
parte integrante de un grupo de servidores mundiales, inteligentes y
dirigidos, a la vez que libres para trabajar a su manera, en su
propio lugar y en el campo elegido de servicio, considerando esta
fase del trabajo como complementaria de las otras y como desarrollo
del Plan divino, cuyo origen reside en la Jerarquía de Vidas
espirituales. Su trabajo se desarrollará conscientemente bajo la
guía directa del Cristo y Sus discípulos.
Se necesitará mucha paciencia, se cometerán muchos errores, habrá
períodos de indecisión, de acción ineficaz y de profundo desaliento
negativo. Los trabajadores tenderán a impacientarse y a veces la
tarea les parecerá que exige demasiado y es muy difícil; hallarán
que las fuerzas puestas son demasiado fuertes. Pero tras el trabajo
de Reconstrucción a que debe hacer frente la humanidad, reside la
potencia de la inevitable resurrección, la constante afluencia del
pensamiento iluminado, dirigiendo la conciencia de la masa, más la
creciente realización de que la humanidad no está sola, que los
valores espirituales son los únicos reales y que la Jerarquía
permanece inconmovible en Su fortaleza espiritual, firmemente
orientada hacia la salvación del mundo y actuando bajo la dirección
de Su Gran Guía divino, aunque humano, el Cristo.
El Cristo ha
pasado por todas las experiencias humanas y jamás nos ha abandonado;
con Sus discípulos, los Maestros <te la Sabiduría, se acerca década
tras década. Cuando en la iniciación de la Ascensión dijo, “He aquí
estoy con vosotros siempre hasta el fin de las edades”, no quiso dar
una idea vaga y general de que ayudaría a la humanidad desde algún
lugar distante, llamado “el Trono de Dios en el Cielo”. Lo que dijo
quiso decir exactamente que permanece con nosotros. La realidad de
Su presencia en la Tierra, en forma física, es conocida hoy por
muchos cientos de miles de personas y, con el tiempo, será aceptada
por millones.
Por lo tanto, hermanos míos, crean en la realidad del trabajo que
deben realizar estas Grandes Potestades espirituales, invocadas
durante estos plenilunios de Aries, Tauro y Géminis. Continúen la
tarea de ayudar a la humanidad, difundir buena voluntad, establecer
rectas relaciones humanas y restablecer con valor indomable, fe
inquebrantable y firme convicción, la perspectiva, realmente
espiritual, de que la humanidad no está sola.
Que la bendición del Cristo y de la Jerarquía sea con todos los
verdaderos servidores, y los mantenga serenos en medio de la lucha.
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LA GRAN INVOCACIÓN
Tercera Estrofa 17 de abril de 1945
Al acercarse esta catástrofe mundial a su inevitable fin y triunfar
las Fuerzas de la Luz sobre las fuerzas del mal, se inicia el
momento de la restauración. Para cada uno de ustedes, esto indica un
renovado momento de servicio y de actividad. Les doy la estrofa
final de la Gran Invocación, como prometí.( ) Impartí la primera
hace nueve años y la segunda durante el curso de la guerra. Les
pediría que la empleen diariamente y tantas veces como lo recuerden
durante el día, así crearán un pensamiento simiente o una nítida
forma mental que hará que la difusión de esta Invocación entre las
masas, sea una aventura exitosa cuando llegue el momento propicio.
Ese momento no ha llegado.
La Gran Invocación puede ser expresada en las siguientes palabras:
Desde el punto de Luz en la Mente de Dios, Que afluya luz a las mentes de los hombres, Que la Luz descienda a la Tierra.
Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios, Que afluya amor a los corazones de los hombres, Que Cristo retorne a la Tierra.
Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida, Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres,
El
propósito que los Maestros conocen y sirven.
Desde el centro que llamamos la raza de los hombres, Que se realice el Plan de amor y de Luz, Y selle la puerta donde se halla el mal.
Que la Luz, el Amor y el Poder, restablezcan el Plan en la Tierra.
Ha sido difícil traducir, en frases comprensibles y adecuadas, las
muy antiguas formas verbales que el Cristo empleará. Estas formas
verbales son siete, las cuales constituirán Su total y nueva
enunciación. Únicamente puedo dar su significación general. No fue
posible hacer otra cosa, pero aún en esta forma extensa, tendrán un
poderoso llamado invocador si se recita con intensidad mental y
ardiente propósito. Hay dos puntos de énfasis que les pediría
analizar (en cuanto se permita emplear las frases), y son:
1. Que Cristo retorne a la Tierra. Este retorno no debe ser
comprendido en su significado común y su tan conocido sentido
místico cristiano. Cristo jamás abandonó la Tierra. Se refiere a la
exteriorización de la Jerarquía y a su aparición exotérica en la
Tierra. La Jerarquía oportunamente actuará en forma visible en la
Tierra, guiada por el Cristo. Esto sucederá cuando el propósito de
la voluntad divina y el plan que lo complementará sean mejor
comprendidos, y cuando el período de reajuste, de iluminación y de
reconstrucción del mundo, esté bien encaminado.
Este período se
inicia en la Conferencia de San Francisco (de allí su principal
importancia), y avanzará al principio muy lentamente. Pero la
Jerarquía no piensa en términos de años ni de ciclos breves (aunque
largos para la humanidad), sino en términos de acontecimientos y de
expansión de conciencia.
2. Y selle la puerta donde se halla el mal. Sellar la puerta a las
fuerzas del mal, liberadas durante esta guerra, tendrá lugar en el
futuro inmediato y será pronto. El mal a que se refiere nada tiene
que ver con las malas tendencias, los instintos egoístas y la
separatividad, que residen en los corazones y las mentes de los
seres humanos, los cuales deben ser vencidos y eliminados por ellos
mismos. Pero reducir a la impotencia las incontroladas fuerzas del
mal que aprovecharon la situación mundial, obsesionaron al pueblo
alemán, dirigieron al pueblo japonés y actuaron por medio de la
barbarie, el asesinato, el sadismo, la falsa propaganda y la ciencia
prostituida, para conseguir sus fines, requiere la imposición de un
poder más allá del humano, el que debe ser invocado para que halle
rápida respuesta la invocación.
Estos poderes malignos serán
ocultamente encerrados y “sellados” en su propio lugar; lo que esto
exactamente significa nada tiene que ver con la humanidad. Los
hombres deben aprender hoy las lecciones del pasado, beneficiarse
con la disciplina de la guerra y ocuparse cada cual en su propia
vida y comunidad, de las flaquezas y los errores a los cuales pueden
estar predispuestos.
Les recordaré aquí lo expuesto el año pasado respecto a la estrofa
final de la Invocación.
Estoy preparando la presentación de la última estrofa de la Gran
Invocación para ser distribuida ampliamente en todo el mundo. No es
fácil traducir las palabras de esta estrofa en términos que tengan
una atracción general y que no sólo sean importantes para los
esoteristas convencidos... Puede ser presentada de tal manera que
las masas de todas partes, el público en general, sean impelidos a
adoptarla y emplearla ampliamente y lo harán en escala relativamente
más amplia que los intuitivos, los de mente espiritual o los hombres
de buena voluntad. Muchas personas más llegarán a comprenderla.
Daré a A.A.13. esta estrofa lo antes posible, lo cual dependerá de
los asuntos mundiales y cuando considere que es esotéricamente
apropiado para establecer un ciclo de tiempo.
Si los planes maduran
según el deseo de la Jerarquía, la nueva estrofa puede ser
distribuida en el momento de la Luna llena de junio de 1945, en lo
que a Occidente concierne, y considerablemente después en Oriente.
Previamente a estos puntos establecidos en el tiempo, la estrofa
puede ser empleada por todos los miembros de las escuelas
esotéricas, después que mí grupo la haya utilizado durante todo un
mes, contando ese mes desde el momento en que la hayan recibido los
miembros del grupo que viven más distantes.
Quisiera que esta Invocación se difunda por el poder generado de mi
ashrama y de todos los que están afiliados a mi ashrama; los
ashramas del Maestro K.H. y del Maestro M. están también
profundamente comprometidos a participar en este trabajo.
Les pediría además que lean y relean las dos Instrucciones que están
recibiendo en este momento -una, trata del Ciclo de Conferencias, la
otra, de El Trabajo del Cristo. (La Reaparición de Cristo, Capítulo.
IV). Traten de asimilar su contenido y que el anteproyecto del plan
jerárquico tome forma en sus mentes. Luego pueden desempeñar su
parte para complementario y reconocer a aquellos que, en otros
grupos y en diferentes países, son también parte vital del esfuerzo
jerárquico.
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LA LIBERACIÓN DE LA ENERGÍA ATÓMICA 9 de agosto de 1945
En este momento abordaré el más grande acontecimiento espiritual
que ha tenido lugar desde que apareció el cuarto reino de la
naturaleza, el reino humano. Me refiero a la liberación de la
energía atómica, tal como ha sido relatada en los diarios de esta
semana, 6 de agosto de 1945, relacionada con el bombardeo al Japón.
Hace algunos años dije, que la nueva era sería introducida por los
científicos del mundo y que la inauguración del reino de Dios en la
Tierra sería anunciada mediante una exitosa investigación
científica. Esto se cumplió con este primer paso en la liberación de
la energía del átomo, justificando mi profecía para este importante
año 1945, de nuestro Señor. Haré uno o dos enunciados respecto a
este descubrimiento, dejando que ustedes los apliquen y hagan sus
propias deducciones. Poco se sabe todavía sobre la verdadera
naturaleza de este acontecimiento y menos se comprende. Ciertas
ideas y pensamientos sugeridos pueden ser de valor real aquí, para
permitirles ver este estupendo acontecimiento bajo una mejor
perspectiva.
1. La inminencia de esta “liberación” de la energía fue uno de los
principales factores subjetivos en la precipitación de esta última
fase de la guerra, guerra iniciada en 1914, pero su última y más
importante fase comenzó en 19.39. Hasta entonces fue una guerra
mundial. Después de esa fecha, y debido a que las fuerzas del mal se
aprovecharon del estado de guerra y beligerancia que existía en el
planeta, empezó la verdadera guerra, involucrando a los tres mundos
de la evolución humana y a la consiguiente actividad de la
Jerarquía. La atención está normalmente enfocada sobre las
exteriorizaciones de la vida. Sin embargo, todos los grandes
descubrimientos, tales como los realizados en relación con la
astronomía o las leyes de la naturaleza, o que involucran una
revelación tal como la de la radiactividad, o el acontecimiento
épico anunciado esta semana sobre los primeros pasos dados en el
control de la energía cósmica, siempre son resultados de la presión
interna que emana de las Fuerzas y Vidas que residen en Lugares
elevados.
Las mismas presiones internas actúan regidas por las
leyes del espíritu y no únicamente por las que ustedes denominan
leyes naturales; son el resultado del trabajo impulsor de ciertas
grandes Vidas, que actúan en relación con el tercer aspecto de la
divinidad, la inteligencia activa, y conciernen al aspecto
sustancia o materia, de la manifestación. Tales actividades son
motivadas desde Shamballa. Esta actividad es puesta en movimiento
por esas Vidas que actúan en Su elevado plano, causando gradualmente
una reacción en los distintos sectores de la Jerarquía,
particularmente los que trabajan guiados por Maestros de tercero,
quinto y séptimo rayos. Los discípulos que están en los niveles
físicos de actividad, oportunamente se hacen conscientes del
fermento interno, y esto sucede consciente o inconscientemente, así
son “impresionados” y se inicia y lleva a cabo el trabajo científico
desde las etapas de experimentación hasta el éxito final.
Un punto debería recordarse aquí y es que esta fase se aplica tanto
a la gran Logia Blanca como a la Logia Negra -una, dedicada a la
tarea benéfica de purificar y ayudar a todas las vidas en los tres
mundos de la evolución material y de liberar al alma en la forma; la
otra, a retardar el proceso evolutivo y a cristalizar continuamente
las formas materiales que ocultan y velan el ánima mundi. Ambos
grupos estaban profundamente interesados e implicados en el asunto
de la liberación de la energía del átomo y la liberación de su
aspecto interno, pero sus móviles y objetivos fueron ampliamente
diferentes.
2. La inminencia de esta liberación -inevitable y dirigida- produjo
una enorme tensión en los círculos jerárquicos, porque (expresando
la idea en tono familiar) se inició una carrera entre las fuerzas de
la Oscuridad y las Fuerzas de la Luz, a fin de poseer las técnicas
necesarias para traer la liberación de la energía necesaria. Si las
Fuerzas de la Oscuridad hubieran triunfado y poseído las Potencias
del Eje las imprescindibles fórmulas científicas, nos habrían
llevado a un mayor desastre planetarios La energía liberada habría
sido empleada, primero, para destruir completamente todo lo que se
oponía a las fuerzas del mal y luego habría sido prostituida para
mantener una civilización acrecentadamente materialista y sin
ideales. No podía confiarse este poder a Alemania, porque todos sus
móviles eran forzosamente erróneos.
Aquí podríamos caer en la familiar trivialidad religiosa de que el
bien innato en la humanidad y su divinidad inherente en el género
humano, hubieran triunfado oportunamente, porque nada puede
finalmente vencer la tendencia universal hacia el bien. Ustedes
tienden a olvidar que si las fuerzas del mal poseyeran poderes que
pudieran destruir la forma en los tres mundos en una escala muy
vasta, las almas de los aspirantes y discípulos avanzados y las de
los iniciados que quieren encarnar, no podrían venir a la expresión
externa durante una crisis mundial particular, pues se afectarían
terriblemente los acontecimientos programados de acuerdo al factor
tiempo del proceso evolutivo, y se demoraría grandemente (quizás por
milenios) la manifestación del reino de Dios. El momento para esa
manifestación ha llegado, de allí la poderosa actividad de las
fuerzas oscuras.
La tendencia a obstaculizar el progreso planeado constituyó una
amenaza definida e indicó un supremo peligro y un problema. Las
fuerzas del mal estuvieron mucho más cerca del éxito de lo
imaginado, tan cerca de lograrlo, que en 1942, durante cuatro meses,
los miembros de la Jerarquía espiritual hicieron todos los arreglos
pertinentes para retirarse del contacto humano durante un lapso
indefinido e imprevisible; los planes para un más estrecho contacto
con el proceso en los tres mundos y el esfuerzo para combinar y
fusionar los dos centros divinos, la Jerarquía y la humanidad, en un
todo activo y colaborador, parecieron condenados a ser destruidos.
Su fusión habría significado la aparición del reino de Dios en la
Tierra; los obstáculos para tal fusión, debido a la activa tensión
de las fuerzas oscuras, parecían en ese momento insuperables;
creímos que el hombre sería derrotado debido a su egoísmo y al abuso
del principio del libre albedrío. Hicimos todos los preparativos
para retirarnos, pero al mismo tiempo luchamos para que la
humanidad eligiera correctamente y viera las cosas con claridad.
Se evitó la necesidad de retirarnos. No puedo decirles de qué modo,
excepto que los Señores de la Liberación dieron ciertos pasos
inesperados. Fueron inducidos a hacerlo debido a los poderes
invocadores de la humanidad, conscientemente empleados por quienes
estaban a favor de la voluntad al bien, e inconscientemente por
todos los hombres de buena voluntad. Estos pasos ayudaron en los
esfuerzos de quienes luchaban en el campo de la ciencia, para
establecer el verdadero reconocimiento y las rectas relaciones
humanas. La tendencia existente que tiene el poder de conocer y
descubrir una forma definida de energía fue desviado de las
demandantes mentes evocadoras de quienes trataban de destruir al
mundo de los hombres, y les trajo una especie de parálisis mental.
Los que procuraban acentuar los correctos valores y salvar a la
humanidad, fueron simultáneamente estimulados hasta alcanzar el
éxito.
Con estas muy pocas palabras he aclarado un estupendo
acontecimiento mundial, y en este breve párrafo ¿he resumido la
actuación de una especializada actividad divina.
3. Cuando el sol se desplazó hacia el norte en ese año (1942), la
gran Logia Blanca sabía que la batalla había sido ganada. Sus
preparativos fueron detenidos y los Maestros se organizaron para un
renovado esfuerzo (por intermedio de Sus discípulos), a fin de
crear esas condiciones que, lo nuevo y de lo que estaba de acuerdo
al amoroso propósito divino, pudiera avanzar libremente. La guerra
no fue ganada porque se rindió Alemania. Sólo fue el resultado
externo de sucesos internos. La guerra la ganaron las Fuerzas de la
Luz cuando la potencia mental de las fuerzas del mal fue vencida y
la “energía del futuro” dirigida o manipulada por Quienes buscaban
los valores humanos superiores y el bien espiritual del género
¿humano. Cuatro factores subyacen en el importante acontecimiento
de la liberación de este tipo de energía atómica, errónea y
anticientíficamente llamada la “fisión del átomo”. Hay otros
factores, pero los de real interés son cuatro:
a. Hubo una afluencia claramente dirigida de energía
extraplanetaria, liberada por los Señores de la Liberación, Que
fueron invocados con éxito, mediante el impacto de esta energía
sobre la sustancia atómica de la cual se habían ocupado los
investigadores científicos, efectuándose cambios que les permitió
alcanzar el éxito. Los experimentos realizados fueron, por lo
tanto, subjetivos y objetivos.
b. Un número de discípulos que trabajaban en los ashramas de quinto
y séptimo rayos, emprendieron un concentrado esfuerzo que les
permitió impresionar a los discípulos menores en el campo
científico y los ayudó a vencer las casi insuperables dificultades
que enfrentaban.
c. Hubo también un debilitamiento de la tensión, que hasta entonces
había mantenido unidas externamente a las fuerzas del mal, y una
creciente incapacidad del grupo del mal encabezado por las
Potencias del Eje, para superar la fatiga incidental a la guerra.
Esto trajo ante todo un constante deterioro de sus mentes y luego de
sus cerebros y sistemas nerviosos. Ninguno de los hombres que
dirigieron el esfuerzo del Eje en Europa es hoy sicológicamente
normal; todos sufren algún tipo de deterioración física y esto ha
sido un real factor en su derrota, aunque resulta difícil
comprenderlo.
Esto no sucede en el caso de los japoneses, cuya
constitución sicológica es totalmente distinta como también su
sistema nervioso, que posee la cualidad de la cuarta raza raíz.
Serán y están siendo derrotados por medidas bélicas físicas y por la
destrucción física de su potencial de guerra y la muerte del aspecto
forma. Esta destrucción y la consiguiente liberación de sus
aprisionadas almas es un evento necesario; justifica el empleo de
la bomba atómica sobre la población japonesa. El primer empleo de
esta energía liberada ha sido destructivo, pero les recordaré que
ha sido la destrucción de las formas y no la destrucción de los
valores espirituales ni la muerte del espíritu humano -como fue la
meta del esfuerzo del Eje.
No olviden que todo éxito, bueno o malo, depende del mantenimiento
de un punto de tensión. Este punto de tensión involucra el enfoque
dinámico de todas las energías mentales, emocionales y físicas, en
un punto central de actividad planificada. Dicho sea de paso, tal es
el objetivo de todo verdadero trabajo de meditación. En este acto
de tensión, fracasó el pueblo alemán. Les costó la guerra, y se
rompió la tensión porque el grupo de las fuerzas del mal que estaba
impresionando al negativo pueblo alemán fue incapaz de alcanzar el
punto de tensión que la Jerarquía pudo lograr, cuando fue reforzado
por la acción de los Señores de la Liberación.
d. Otro factor fue la constante demanda invocadora y la plegaria,
articuladas o no, de la humanidad misma. Los hombres mayormente
impulsados por el temor y la innata movilización del espíritu humano
contra la esclavitud, alcanzaron tal grado de energía demandante,
que sé creó un canal que facilitó grandemente el trabajo de la
Jerarquía, bajo la influencia directa de los Señores de la
Liberación.
4. La liberación de la energía del átomo está todavía en una etapa
extremadamente embrionaria; la humanidad conoce poco sobre la
amplitud y la naturaleza de las energías que fueron extraídas y
liberadas. Hay muchos tipos de átomos que constituyen la “sustancia
del mundo”; cada uno puede liberar su propio tipo de fuerza; éste es
uno de los secretos que la nueva era revelará a su tiempo, pero se
ha hecho un comienzo bueno y sólido. Llamaría la atención de
ustedes sobre las palabras “liberación de la energía”. La liberación
es la tónica de la nueva era, así como ha sido siempre la tónica del
aspirante espiritualmente orientado. Esta liberación ha comenzado
por la liberación de un aspecto de la materia y la liberación de
algunas de las fuerzas del alma, dentro del átomo. Para la misma
materia ha sido una grande y poderosa iniciación, similar a esas
iniciaciones que liberan a las almas de los hombres.
En este proceso de iniciación planetaria, la humanidad ha llevado su
trabajo como salvador del mundo, al mundo de la sustancia,
afectando a esas unidades primarias de vida, de las que están
constituidas todas las formas.
5. Ahora comprenderán el significado de las palabras de la segunda
Gran Invocación que muchos de ustedes emplean, donde dice: Ha
llegado la hora de servir para la fuerza salvadora. Esta “fuerza
salvadora” es la energía que la ciencia ha liberado en el mundo para
destruir, primero de todo, a quienes continúan (si lo hacen)
desafiando a las Fuerzas de la Luz que trabajan por intermedio de
las Naciones Aliadas. Luego -a medida que transcurre el tiempo- esta
energía liberada introducirá la nueva civilización, el nuevo y mejor
mundo y condiciones espirituales más sutiles. Los sueños más
elevados de quienes aman a sus semejantes pueden llegar a ser
posibilidades prácticas, por el correcto empleo de esta energía
liberada, si los valores reales son enseñados, acrecentados y
aplicados a la vida diaria. La ciencia ha hecho que esté disponible
esta “fuerza salvadora”, corroborando mi anterior profecía. ( )
Como ya he dicho, el primer empleo de esta energía ha sido para la
destrucción material; fue inevitable y deseable; las antiguas
formas (que obstruían el bien) tuvieron que ser destruidas; la
destrucción y desaparición de lo malo e indeseable debe preceder
siempre a la construcción de lo bueno y deseable y al anhelado
surgimiento de lo nuevo y mejor.
El empleo constructivo de esta energía y su control, para el
mejoramiento de la humanidad, es su verdadero propósito; esta
energía viviente de la sustancia misma, hasta ahora encerrada dentro
del átomo y aprisionada en estas máximas formas de vida, puede ser
dirigida totalmente hacia lo bueno y dar lugar a métodos tan
revolucionarios en la experiencia humana que (desde un sólo ángulo)
será necesaria la creación de una estructura mundial económica
totalmente nueva.
A las Naciones Unidas les corresponde proteger esta energía
liberada, para que no sea mal empleada ni prostituida para fines
egoístas y propósitos puramente materiales. Es “fuerza salvadora”
que contiene en sí el poder de reconstruir, rehabilitar y restaurar.
Su correcto empleo puede abolir la indigencia y traer bienestar
civilizado (y no lujo inútil) a quienes habitan el planeta; su
expresión en las formas del correcto vivir, si están motivadas por
rectas relaciones humanas, producirá belleza, calor, color y la
eliminación de la enfermedad existente, el abandono, por el género
humano, de todas las actividades que involucran vivir o trabajar
bajo tierra, lo cual dará fin a toda esclavitud humana, a toda
necesidad de trabajar o luchar por posesiones y cosas, y hará
posible una condición de vida que dará al hombre libertad para
alcanzar los objetivos superiores del espíritu.
También evitará la
necesidad de dedicar la vida únicamente a satisfacer las
necesidades primordiales o para que las personas ricas o
privilegiadas tengan demasiado, mientras otras nada posean. Los
hombres de todas partes se habrán liberado, alcanzando un modo de
vida que les proporcionará la ocasión y el tiempo para seguir
objetivos espirituales, realizar una vida cultural más plena y
alcanzar una perspectiva mental más amplia.
Pero, hermanos míos, los hombres lucharán para impedirlo; los grupos
reaccionarios de todos los países no reconocerán la necesidad ni
desearán este nuevo orden mundial que la liberación de la energía
cósmica (aún en esta ínfima escala inicial) hará posible; los
intereses invertidos, los grandes carteles, los fondos y monopolios,
que controlaron durante las últimas décadas que precedieron a esta
guerra mundial, movilizarán sus recursos y lucharán a muerte por
impedir la extinción de sus fuentes de enriquecimiento; tampoco
permitirán, mientras puedan evitarlo, transferir el control de este
poder ilimitado a manos de las masas a quienes les pertenece por
derecho. Los intereses egoístas entre los grandes accionistas, las
firmas bancarias y las acaudaladas iglesias organizadas, se opondrán
al cambio, excepto en lo que pueda beneficiarlos y traerles más
ganancias a sus arcas.
Los signos de esta oposición pueden verse en las declaraciones de
ciertos hombres poderosos que alientan actualmente una oscura
perspectiva en Londres, en Washington y en otra parte; el Vaticano,
esa organización eclesiástica opulenta y reaccionaria, ha expresado
ya su disconformidad, porque la iglesia sabe que sus días están
contados -como los de todos los intereses monetarios adjudicados-,
siempre que la humanidad rija sus decisiones durante los próximos
cincuenta años, con la idea del mayor bien para el mayor número. Por
lo tanto, en el futuro, las decisiones mundiales deben estar basadas
en una firme determinación de llevar adelante las rectas relaciones
humanas e impedir el control egoísta, financiero o eclesiástico, por
un grupo de hombres provenientes de cualquier parte y en cualquier
país. Creemos que la determinación de Gran Bretaña, Estados Unidos
y Canadá, que poseen los secretos, está de acuerdo con estas
líneas.
Estas pocas sugerencias dará mucho material para reflexionar y una
base real para un pensar confiado y progresista. Organícense ahora
para el trabajo de buena voluntad. El futuro del mundo está en las
manos de los hombres de buena voluntad y de todos los que tienen un
propósito altruista. Esta liberación de la energía hará
oportunamente que el dinero, tal como lo conocemos, no tenga
importancia; el dinero (debido a las limitaciones del hombre) ha
producido el mal y sembrado la discordia y el desconcierto en el
mundo.
Esta nueva energía liberada puede resultar una “fuerza
salvadora” para todo el género humano, liberándolo de la pobreza,
la fealdad, la degradación, la esclavitud y la desesperación;
destruirá los grandes monopolios, acabará con la maldición del
trabajo y abrirá la puerta hacia la edad de oro que todos los
hombres esperan. Nivelará todas las capas artificiales de la
sociedad moderna y emancipará a los hombres de la constante ansiedad
y del arduo trabajo, que fueron los responsables de tanta
enfermedad y muerte. Cuando estas condiciones nuevas y mejores se
hayan establecido, entonces los hombres serán libres de disfrutar
de las bellezas de la vida y de buscar el “Camino Iluminado”.
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