por Juan Antonio Hernández
6 Octubre 2008
del Sitio Web
VoltaireNet
La crisis económica que sacude el sistema financiero internacional ocupa
actualmente la primera plana en la prensa. Usted sigue la actualidad pero
sin comprender mucho porque el sistema es complejo. Ud. escucha hablar de
productos derivados, crisis hipotecaria, credit crunch, hedge funds y otros
conceptos técnicos.
Ud. escucha a expertos y analistas dar comentarios de la
crisis. Pero Ud. todavía no ha visto en la prensa alguien que le explique
que este sistema financiero es una verdadera estafa a los trabajadores del
mundo entero controlado por une verdadera mafia de banqueros.
Reproducimos a
continuación la contribución de Juan Antonio Hernández que nos explica
históricamente cuanto tiempo dura este engaño.
El Banco de Inglaterra,
comprender la historia de su fundación es aprender
como funciona hoy el sistema
financiero internacional, sistema que reposa sobre la confianza y el engaño.
Es conocido que los reyes feudales solían dar protectorado a los alquimistas,
los cuales, bajo la promesa de convertir cualquier metal en oro los
convertían en gallinas productoras para el monarca... pero de eso nada de
nada.
A medida que los habitantes del reino se acostumbraban a morder las monedas
para comprobar su autenticidad [que no sólo era metal corriente bañado en
oro o algo dorado sin valor alguno]; comenzaba el declive económico y el
desprestigio del rey.
¿Qué comerciante vendería su mercancía a un rey que pagaba con monedas
bañadas en oro y cuyo valor era cero? Sólo los súbditos tenían que soportar
cargar con semejante moneda birria [1] sin valor fuera del reino y reinado
de dicho señor monarca.
El engaño se hizo mayor
Unos le achacan el merito a
los templarios, otros a
los judíos; en incluso
puede que ambos, pues estas dos sectas herméticas poseen la infraestructura
y el compromiso entre sus integrantes para mantener la fidelidad al grupo.
Lo cierto, que un territorio tan inseguro y en donde las comunicaciones
triplicaban su tamaño por su inestabilidad, iba hacer posible el nacimiento
del papel-birria. Era cuestión, a un módico precio, de dejar el oro en
depósito y partir con un pagaré cifrado que se cobraría en el destino. Tal
vez, una vez llegado al destino se le mostraría una rustica e inexpugnable
caja fuerte que por otro módico precio se le guardaría el oro.
Viendo y comprendiendo la seguridad del sistema, el propietario optaría por
dejar el oro en depósito y manejarse con los pagares-papel, y más cuando el
recién nacido banco le garantizaba que todo lo expedido por el propietario
lo amortizaría la entidad.
Sólo bastaba que el sistema se extendiese y que los comerciantes confiaran
en la fiabilidad del sistema para dar nacimiento a la estafa bancaria.
Mientras los incautos depositaban oro constante y sonante, el banco expedía
papel por el doble de su valor en depósito lo que hacia crecer la masa
monetaria en circulación cuyo mayor beneficiario era el propio banco, pues
podía imprimirse los papeles-birria que quisiese para comprar lo que desease...
tierras, palacios, empresas, etc...
En la ilustración de arriba aparece el comerciante William Paterson (izquierda),
quien sería más tarde el banquero del rey Guillermo III de Inglaterra (derecha).
La estafa adquiere dimensiones estatales
Esta datado en 1694 cuando el rey holandés de
la casa de Orange, más tarde
conocido como Guillermo III de Inglaterra, pidió oro a un grupo de banqueros
holandeses dirigidos por William Paterson.
El préstamo de 1.200.000 libras de oro, tomaría en contrapartida su
devolución más un 6% de interés, así como, la autorización para nominarse
Banco de Inglaterra, y un extra que incluía la autorización para producir
dinero hasta completar la cantidad de 1.200.000 libras que no tenían. Es
decir, que el rey devolvería el oro mas un 6%, y a su vez, producían papel
por la misma cantidad que prestando al pueblo, les producía otro 6%, por
tanto se harían con 2.400.000 más un 12%.
Esta doble deuda, al rey y al pueblo (más bien al pueblo que pagaba con sus
impuesto la deuda real y su propia deuda) sería la deuda nacional inglesa
inexistente antes de Guillermo III y para 1948 contabilizaba ya 24.000
millones de libras.
Primera parte del documental
Subtítulos en castellano.
En los siguientes tres videos que le presentamos a continuación (la primera
parte aquí arriba, los otros dos aparecen más abajo) hacen parte del
documental «Zeitgeist» palabra de origen alemán y que se puede traducir como
«El Espíritu del Tiempo».
El documental «Zeitgeist» comprende varios capítulos, que abarca el
origen
de la religión cristina y busca debatir sobre manipulaciones, conspiraciones
y otros dogmas de nuestra sociedad humana.
Nosotros le presentamos los
capítulos 9, 10 y 11 de dicho documental, los cuales están bien documentados
históricamente sobre el tema de la estafa financiera que abordamos en este
artículo, tema muy poco conocido en la opinión pública y que cada día se
está hablando más de boca a oreja.
Comprender esta historia nos ayuda a
comprender la crisis financiera de hoy en día.
La estafa se hizo internacional
Guillermo siguió tomando prestado hasta 16 mil de libras-oro mientras el
banco emitía por la misma cantidad prestada, y como el billete circulaba
avalado por el rey como si fuera oro, igualmente en sus colonias con la
extensión del imperio y más tarde en resto de países, pues el banco opta por
entregar papel al gobierno como si realmente fuera el metal.
Ya no hay oro circulando, sólo papel-birria que no tiene complementariedad
con el metal debido a ese factor multiplicador que produce el interés. Si
uno presta un kilo de oro y pide el 6%, lo razonable es que nos devuelvan el
kilo de metal más un 6% de metal.
¿Y de dónde saldría tanto oro?
La estafa se hizo gigantesca
Al comienzo, el banco sólo emitía billetes hasta cubrir el oro que le
dejaban en depósito, conservando una cantidad para atender imprevistos por
reembolsos.
Pero dándose cuenta de la preferencia del público por el papel
mucho mas liviano que el metal, se dispone imprimir más billetes dejando tan
sólo una reserva del 10%.
Semejante negocio no paso desapercibido al resto de usureros y el número de
bancos creció y multiplicaron como hongos hasta contabilizar 684 bancos
emitiendo su propio billete en el período 1694-1830.
Fue, tal vez por encargo, en 1844 cuando el canciller Robert Peel toma la
iniciativa de crear el
acta Bank Charter y borrar de un plumazo al resto de
competidores para imprimir billetes, lo que da la exclusiva al grupo privado
del Banco de Inglaterra.
Lo que vino a continuación fue peor, los 600 ex-bancos se reunieron formando
el grupo Joint Stock Banks para la emisión de cheques (billete falso)
pensado y destinado para la circulación de grandes cantidades... lo que
excluye a los pobres y deja semejante herramienta entre los pudientes.
Lo bueno, es que ya no necesita la confianza o aval real que garantiza la
emisión; son los propios depositantes que gracias a la confusión crean
dinero a partir de nada.
El truco bancario es muy simple. Entendiendo ese 10% que guarda en sus
reservas para atender imprevistos, si alguien deposita 1 millón, ellos
prestan 9 millones.
Si no se devuelve el préstamo, nos quedamos con lo
material (la garantía que deja el que contracta la deuda:
una vivienda, una
fabrica, etc. tasadas al 80% del valor), y si devuelve los 9 millones más
interés, pues de 1 millón constante y 9 millones virtuales, hemos creado una
fortuna.
Segunda parte del
documental
Esos 9 millones que no existían sino en el fraude contable que ejecutaban
como activo en realidad no son más que un pasivo o deuda para el pobre que
se le ocurrió pedir el crédito.
Esto es una máxima para el sistema «el papel
billete-birria se convertirse en algo tangible».
El billete en si mismo no se come ni te protege del viento y la lluvia... ¿entonces
para que sirve? Para facilitar el comercio, pero perversamente, y su emisión
en manos privadas extendiendo créditos, para gobernar el mundo.
Ellos crean los períodos de expansión llenando el país de dinero, luego
programan la recensión retirándolo a través de sus sucursales y los pobres
endeudados dejan sus posesiones materiales en sus manos. No digamos ya del
poder político cada vez mas sometidos a los medios de comunicación; se crean
grandes entramados mediáticos que venden la imagen de sus pupilos como la
mejor opción posible, pero para que nada se les escape, también manejan la
de su opositor; salga quien salga, siempre ganan.
Pobre del político que no
se les someta; pasa a ser cadáver.
Desde aquí, podemos dirigirnos hacia dos puntos, o explicar desde una
economía normal cuyos ciudadanos crean una masa de ahorro que se convertirá
en inversión lo que sería una economía local y sostenible, a una economía
donde de la nada se convierte en billetes que proporcionan grandes créditos
a grandes empresas que en su intento de devolución se ve obligada a producir
enormes cantidades sin importar que el mismo sea absorbido por la sociedad
con tal de cumplir con los acreedores.
Pero dejando atrás, o para otro texto, lo que representa el crédito en una
economía local (Y=C+A) o en una economía adulterada, nos dirigiremos hacia
el baluarte del capitalismo para desvelar sus intrigas.
De Inglaterra nos trasladamos a
EE.UU.
Una vez que teníamos al imperio trabajando endeudado para los usureros, se
mira de reojo al próximo aspirante que tiene todas las condiciones para ser
una gran potencia. Pasan unos años hasta que la reina le firma a E.
Rostchild la carta llamada
Declaración de Balfour (1917) donde Inglaterra se
compromete a crear un estado judío en Palestina.
En 1913, el Congreso Norteamericano dispone que la
Reserva Federal Americana
es una entidad privada con el privilegio de emitir billetes.
Si alguien
busca quien compone este grupitos de bancos tan afortunados, pues dará con
la banca Rostchild, el banco de Hamburgo, etc... y como nota, debemos
destacar, que el primer billete de 500 creado por Israel, se imprimía con el
rostro de un
Rostchild.
Pero si quiere un dato histórico de cómo actuaban
estos conspiradores, entienda que los años anteriores al fabuloso regalo
entregado por el Congreso estadounidense a un grupito privilegiado [de
banqueros], fueron muchos los bancos que tuvieron que cerrar por falta de
liquidez...
Alguien hacia correr el rumor que tal banco no tenía liquidez o era
insolvente, y cuando la gente acudía en masa a retirar su dinero hacían que
tal rumor se convirtiera en realidad.
¿Sabe quién lanzaba los rumores pues tenía el conocimiento necesario del
mecanismo bancario de retención del 10% en depósito, y que retirada súbita
cogería a contrapié al desafortunado propietario que se vería obligado a
solicitar ayuda o a vender su entidad comercial?
Si hombre, sí yo pongo JP…
usted ponga Morgan; es más, la nota histórica le
servirá para que sirve los interbancarios o prestamos entre bancos; y si se
pierde esa ayuda entre bancos por cualquier motivo, unos irán a la quiebra
mientras otros saldrán fortalecidos al hacer la compra de su adversario o
simplemente hacerlo desaparecer como competidor.
Hay datos suficientes [históricos, ver videos adjuntos en este artículo]
para seguir lo que realmente pasó entre 1880-1911. Las crisis bancarias en
Estados Unidos fueron generalizadas (gracias a Morgan y compañía) mostrando
a la ciudadanía la necesidad que la Reserva Federal estadounidense fuera
privatizada; algo de lo que se arrepentiría más tarde el presidente
norteamericano por haber dejado todo el poder económico en manos de un
grupito de usureros.
Para más, el congresista Louis T. McFadden (durante 12 años presidente del
Comité de Bancos y Circulación Monetaria) pidió una investigación al
Congreso sobre la actividad criminal de la Reserva Federal y bancos de la
Reserva Federal, sugiriendo sus implicaciones en el crack de 1929.
Consta en los registros del congreso, página 1295 y 1296, de la Cámara del
10 de Junio de 1932:
«Sr. Presidente, tenemos en este país una de las
instituciones más corruptas que el mundo ha conocido...»
Pero volvamos al asunto dejando en el aire lo prometido a Inglaterra y lo
prometido a los dirigentes norteamericanos de la época
En definitiva sus
pupilos o esbirros, lo cierto que los usureros son los causantes del crack
de 1929 para convencer a los políticos de la rigidez que supone que el dólar
tenga un equivalente en plata y oro tal y como reconocía la constitución y
las normas internacionales al respecto (1 dólar es una medida farmacéutica
de 371gramos de plata, a igual a 24,7 en oro, igual a dólar español de Miller, el Deker holandés, etc.).
Viendo que la limitación del oro y plata, limita la producción de billetes,
en 1932, Delano Roosevelt, decreta desligar el oro del dólar en el mercado
interno, dejándolo sujeto para el mercado exterior (no le quedaba más opción
al ser una medida internacional).
Imagínese Usted que hasta la fecha fatídica guardaba su dinero en un banco y
de la noche a la mañana descubre que no tiene aval; puede Usted partir con
todo el depósito hacia algún país que aún imprima con aval y hacer el cambio
a su moneda, luego volver y hacer el intercambio en oro dejando al país
parasitado con unos billetes un tanto extraños como divisa pero por simple
regla este ultimo devolvía a EE.UU. para recibir su aval en oro.
Tendremos que esperar los años 1960, en que J. F. Kennedy promueva el
acta
11110 (aún vigente) para intentar devolver el dólar a su origen
constitucional por el cual sólo el Estado tiene derecho a imprimirlo, y el
mismo debía tener una equivalencia en plata u oro.
John F. Kennedy lo había visto claro y resultaba increíble que unos privados
imprimiesen el dólar que luego vendían al Estado con interés (por letras del
tesoro); ¿Quién avalaba a ese dólar?
Pero sobre todo era ese interés cobrado
el que generaba la deuda nacional estadounidense, tal como ocurriera en la
Inglaterra de Guillermo.
Tercera parte del documental
Kennedy conjuro, con su Secretario del Tesoro, producir dólares en relación
a la reserva de oro y plata existente, y así salieron unos billetes
(4.292.893.815 de 1 y 2 pues los de 10 y 20 jamás llegaron a salir) con
numero de serie en rojo (los de la Reserva Federal son en verde) acompañados
por la frase United States of... «pagará al portador» (mientras que los de la
Reserva Federal viene con R.F, «moneda de curso legal»).
Kennedy sabía que sus dólares avalados por plata y oro e impresos por el
congreso terminarían por desplazar, por simple lógica, a los de R.F pues
nadie es tan tonto que prefiera cheques [o dinero] sin fondo.
Más cuando
James J. Saxon, interventor de circulación del presidente estadounidense,
animaba a entregar poder a bancos que no fuesen de la
Reserva Federal para
que los mismos pudiesen suscribir obligaciones estatales y así conseguir
debilitar a la poderosa R.F, que al cobrar interés no hacían más que
aumentar la deuda estatal estadounidense.
Ya saben el resto, meses más tarde Kennedy es eliminado y el 99% de los
billetes se retiran del mercado... el papel [birria-adefesio]
sin aval
imperará hasta nuestros días (la Comisión Warren incluyó en su panel a
John
J. McCloy, hombre sin experiencia criminal pero ex-presidente del Chase
Manhatan Bank).
Ver también estas partes extras ligadas al mismo documental:
Referencias
[1] Birria: esta palabra significa también: adefesio, cosa sin valor,
mamarracho, tontería.