por Rebel of Oz
12 Febrero 2009
del Sitio Web
TheRebel
traducción de Editorial-Streicher
15 Marzo 2016
del Sitio Web
Editorial-Streicher
Versión original en ingles
Publicado en Febrero de
2009 en therebel.is y en Marzo de ese año en
ziopedia.wordpress.com, el siguiente artículo del
autor cuyo seudónimo es Rebel of Oz que presentamos
aquí en castellano, hace un análisis comentado, con
un final abrupto, de ciertas aseveraciones
históricas oficiales que hace la organización judía
estadounidense Anti-Defamation League (ADL), cuyos
excesos debiesen tenerla prohibida por incitación al
odio y por matonaje.
El tema en cuestión aquí
es el 'Holofraude', cuyos fundamentos ortodoxos,
según los presenta dicha organización, es lo que el
autor va rebatiendo, certera y someramente.
Una Fiesta para Amantes de...
Las
Peleas en el Barro y la Lucha Libre
La polémica de
la judía Liga Anti-Difamación (ADL)
contra el Revisionismo
del 'Holocausto'
sólo demuestra que no tiene ninguna pierna sobre la cual apoyarse.
Nunca logra asombrarme con cuán poca sustancia la así llamada Liga
Anti-Difamación se involucra en debates políticos e históricos
importantes. Cualquiera que se haya molestado en estudiar sus
escritos debe haber notado que proporciona muy pocos argumentos, si
es que alguno, y más bien recurre a cortinas de humo y a ataques
personales en el bajo vientre.
Dicha Liga confía completamente en
aduladores desvergonzados en política y en los medios informativos
para que repitan sus slogans. Lamentablemente sólo muy pocas
personas tienen el 'coraje civil' para resistir a esas tonterías.
La guía en línea de la ADL contra la 'negación del Holocausto' [*]
es un ejemplo típico.
[*]
http://archive.adl.org/holocaust/theory.html#.Vudr2KId5n4
http://archive.adl.org/holocaust/origins.html#.VufHQqId5n5
http://archive.adl.org/holocaust/response.html#.VufHFqId5n4
El título de la introducción ya contiene
el mensaje entero: Negación como Anti-semitismo. Cualquiera que
espere un debate académico quedará amargamente decepcionado.
Los amantes de las luchas en el barro y
de la 'lucha libre', sin embargo, pueden esperar disfrutar.
"La negación del 'Holocausto', que
tímidamente se refiere a sí misma como Revisionismo del
'Holocausto', ha surgido después de más de dos décadas de ser
publicitada como un importante aglutinante ideológico de
'vanguardia' del diverso movimiento de odio en los años '90.
Si bien en la superficie aparece
como un cuestionamiento pseudo-académico más bien arcano del
registro establecido del genocidio realizado por los
nacionalsocialistas durante la Segunda Guerra Mundial, la
negación del 'Holocausto' sirve como una poderosa teoría de
conspiración que une a grupos marginales por otra parte dispares
(p. ej., Liberty Lobby, varias facciones del Klan, neo-nazis,
Aryan Nations y otros grupos de Identity, skinheads racistas,
etc.)".
Es una técnica propagandística judía
bien establecida usar su poder de los medios de comunicación para
crear imágenes enemigas poderosas como Hitler, David Duke, los
neo-nazis, el Klu-Klux Klan, etc., y luego asociar a quienquiera que
ellos más odien - y ellos odian a mucha gente - con aquellas
imágenes con el propósito de difamarlos.
"En la superficie, los negadores del
'Holocausto' se retratan a sí mismos como individuos y grupos
involucrados en una búsqueda legítima y desapasionada de
conocimiento y 'verdad' histórica".
No hace ninguna diferencia si los
revisionistas del 'Holocausto' tienen intereses personales con los
judíos o no.
Lo único que importa es si sus
argumentos son coherentes o no.
Por ejemplo, si los revisionistas del
'Holocausto' plantean el argumento de que ellos encuentran difícil
de creer que un millón de judíos fue gaseado por los gases de escape
no tóxicos de un motor diesel de un tanque ruso capturado y que las
víctimas fueron quemadas y sepultadas en trincheras, sin ningún
rastro, en un área donde el agua subterránea está tan cerca como a
medio metro debajo de la superficie, entonces es completamente
irrelevante si este punto fue planteado por un canadiense aficionado
a Hitler de ascendencia alemana o por un especialista israelí en
tortura.
"Vistiendo el atuendo
pseudo-académico, ellos han adoptado el término 'revisionismo' a
fin de enmascarar y legitimar su empresa. Después de todo, el
actual desafío y la revisión de la interpretación histórica
previamente aceptada es uno de los sellos del arte del
historiador profesional".
Descartar los argumentos de los
revisionistas del 'Holocausto' como 'apariencia pseudo-académica', a
pesar de sus sólidas credenciales académicas, no es sino una
malévola difamación.
¿Dónde dice que usted debe tener un
doctorado en Historia para tener el derecho de cuestionar las
'verdades' históricas promovidas por nuestras familias criminales
dirigentes?
¡Usted no tiene que ser una gallina para
ser capaz de decir que un huevo está putrefacto!
Este punto es particularmente importante
en una situación donde cualquier historiador puede despedirse de su
carrera académica si él contradice la narrativa judeo-bolchevique
del 'Holocausto' judío.
"Estos llamados revisionistas se han
apropiado del nombre de los revisionistas históricos
post-Primera Guerra Mundial de los años '20 y '30 quienes
desafiaron exitosamente la opinión previamente dominante de la
culpa exclusivamente alemana en provocar la Gran Guerra.
Ellos afirman que la premisa
aceptada de que la Alemania nacionalsocialista se involucró en
una campaña premeditada de genocidio sistemático contra los
judíos de Europa durante el período de la Segunda Guerra Mundial
es una que no resiste el escrutinio académico honesto".
La ADL se refiere a los tres dogmas más
sagrados de la religión secular del 'Holocausto':
-
un plan para matar a todos los
judíos europeos
-
el método único de cámaras de
gas homicidas
-
6 millones de judíos muertos
Más de 50 años de lavado de cerebro han
entrenado a la mayor parte de los occidentales para automáticamente
enfurecerse e indignarse ante cualquier tentativa de transgredir
aquellos tabúes.
Por esto
la ADL sólo tiene que etiquetar a
alguien como un negador del 'Holocausto' para asegurarse de que él
sea tratado como un pedófilo condenado.
"Ellos no niegan que el gobierno de
Hitler se involucró en una persecución y discriminación contra
los judíos en Alemania y en los países controlados por los
alemanes.
Ellos incluso admiten la existencia
de campos de concentración. Ellos afirman, sin embargo, que las
acciones anti-judías del gobierno nacionalsocialista fueron en
gran parte una respuesta legítima a las fechorías y la
deslealtad judías durante el tiempo de guerra.
Como tales, las medidas tomadas y el
uso de campos de concentración no fue cualitativamente diferente
de las similares acciones de guerra y de posguerra de los
Aliados occidentales y la Unión Soviética.
Sólo Alemania es singularizada para
una condena especial, argumentan ellos, porque perdió la guerra.
Lo que ellos niegan es la existencia
de cualquier plan o programa alemán para someter a los judíos de
Europa a un genocidio".
El 'Holocausto'
® judío fue fabricado por tres motivos.
En primer lugar, para vencer cualquier
resistencia en la opinión pública contra la creación de un Estado
únicamente judío en Palestina. En segundo lugar, para eclipsar los
horrendos crímenes de guerra cometidos por Gran Bretaña, Estados
Unidos y la Unión Soviética contra civiles alemanes y prisioneros de
guerra.
Y en tercer lugar, para humillar a un
enemigo golpeado, con el propósito de obtener reparaciones sin
precedentes y asegurarse una obediencia ciega incluso a las demandas
políticas más ultrajantes.
"Los negadores del 'Holocausto'
procuran plantar las semillas del cuestionamiento y la duda
sobre el 'Holocausto' en sus masivas audiencias.
Mientras la negación del
'Holocausto' se ha convertido en un artículo de fe entre los
militantes y seguidores del movimiento de odio contemporáneo, su
éxito no depende de la conversión a aquella fe entre el gran
público.
La difusión del escepticismo acerca
del alcance y la historicidad del 'Holocausto' entre una masa
crítica de la opinión pública sería considerado como un
significativo triunfo ideológico en sí mismo".
Ésta es otra popular técnica de
propaganda judía arraigada en sus patrones conductuales
psicopáticos: acusar a otros de sus propios crímenes.
Son los partidarios de la narrativa del
'Holocausto' los que exigen la creencia dogmática en sus acusaciones
absurdas, mientras que los revisionistas del 'Holocausto' han
asumido el duro trabajo de demostrar la inocencia de los acusados.
"La negación del 'Holocausto' ha
sido ampliamente adoptada dentro del movimiento de odio
contemporáneo, por otra parte dispar, porque ella sirve como un
aglutinante ideológico que satisface una necesidad política muy
contemporánea.
En particular, proporciona una
envoltura saneada para los actuales aspirantes a Hitler al
procurar mostrar que los atroces crímenes adjudicados al
original nunca ocurrieron.
Como tal, gran parte de la barrera
que impide a políticos y movimientos de la extrema Derecha hacer
un avance estratégico apelando a una audiencia más masiva, sería
removida.
En consecuencia, la negación del
'Holocausto' proporciona la legitimación contemporánea mediante
una rehabilitación póstuma. No es ninguna casualidad que David
Duke sea un ávido propagador de la ideología y materiales de la
negación del 'Holocausto'.
William Pierce y otros neo-nazis que
alguna vez abrazaron la realidad del 'Holocausto' como la
esencia de la misión nacionalsocialista (sólo lamentando el
hecho de que no tuvo éxito totalmente en la eliminación de los
judíos de la faz de la Tierra) ahora encuentran políticamente
oportuno promover la negación del 'Holocausto'."
Éste es un clásico caso de atacar al
hombre en vez del argumento, una táctica popular entre polemistas
inescrupulosos que no tienen ninguna pierna sobre la cual apoyarse.
Los revisionistas del 'Holocausto'
vienen de trasfondos políticos muy diversos. Si algunos de ellos
tienen o no una agenda siniestra para tratar de desacreditar el
mayor fraude en la Historia humana es completamente irrelevante.
Un fraude es un fraude,
independientemente de lo que motiva al denunciante.
"El mensaje principal de los
negadores del 'Holocausto' es aún más insidioso. Ellos reconocen
el hecho de que la mayoría de las personas cree que el
'Holocausto' realmente ocurrió.
¿Cómo puede ser, preguntan ellos,
que la gran mayoría haya llegado a aceptar como verdad una
aseveración histórica que es en realidad una gigantesca
falsedad?
"Ellos contestan que la mayor parte de las personas ha llegado a
aceptar completamente sin sentido crítico la historia del
'Holocausto' porque ellos han sido sometidos sistemáticamente a
una propaganda con mentiras deliberadas durante más de cincuenta
años.
Esas mentiras incluyen materiales
insertados en el plan de estudios educacional en todos los
niveles de la instrucción; el contenido de la teatralizada
programación de la televisión y el cine, dramática y documental,
relacionada con el 'Holocausto'; una enorme literatura del
'Holocausto'; rituales públicos de conmemoración del
'Holocausto'; y, sobre todo, un museo federalmente apoyado y
construido a la sombra del Monumento a Washington en la capital
nacional.
Ellos describen una vasta y sombría
conspiración que controla y manipula las instituciones de
educación, de la cultura, los medios de comunicación y el
gobierno a fin de diseminar una mitología perniciosa.
"El objetivo de esta mitología del 'Holocausto', afirman ellos,
es la inculcación de un sentido de culpa en el mundo cristiano
Blanco y occidental. Aquellos que pueden hacer a otros sentirse
culpables tienen poder sobre ellos y pueden hacerles seguir sus
órdenes.
Este poder es usado para llevar
adelante una agenda judía internacional centrada en la empresa
sionista del Estado de Israel".
Lo que es el más notable en los párrafos
anteriores es que la ADL no tiene nada para presentar contra los
argumentos revisionistas, salvo el uso de insultos.
"Los negadores sostienen que la
culpa y la vergüenza fabricadas sobre un 'Holocausto' mitológico
condujo al apoyo occidental, específicamente de Estados Unidos,
para el establecimiento y mantenimiento del Estado israelí, un
sustento que cuesta al contribuyente americano más de 3.000
millones de dólares por año.
Ellos afirman que los contribuyentes
estadounidenses han sido y siguen siendo estafados, así como
engañados, e imaginan que mostrando a los estadounidenses y
otros pueblos occidentales cómo y por qué ellos han sido
victimizados puede ser roto el poder de esta conspiración.
Una vez que a ellos les sea mostrada
la 'verdad', que hubo nunca ninguna base legítima para su
sentimiento de la culpa, los negadores postulan que esa buena
gente se levantará con una justa cólera y tratará a los
conspiradores de mito del 'Holocausto' en una manera apropiada".
En vez de contestar los puntos de los
revisionistas, la ADL simplemente se refugia en tácticas de
amedrentamiento.
"La negación del 'Holocausto' es una
forma contemporánea de la clásica doctrina anti-judía de la
maligna, manipuladora y amenazante conspiración judía mundial.
Ésa fue la doctrina que contribuyó
decisivamente a poner los fundamentos para el 'Holocausto'. Lo
que está en la superficie de una negación de la realidad del
genocidio es, en su centro, un llamado al odio genocida".
Todo lo que
la ADL está diciendo es que el
revisionismo se equivoca porque está basado en la presunción de una
'maligna, manipuladora y amenazante conspiración judía' que tiene el
propósito de incitar un nuevo 'holocausto'.
Eso es como acusar a un abogado que
defiende a su cliente, de estar motivado por el deseo que el acusado
cometa más del mismo crimen.
La intención malévola es clara: destruir
la credibilidad del abogado en vez de demostrar sus argumentos
equivocados.
"Las raíces de la negación del
'Holocausto' pueden ser encontradas en el lenguaje burocrático
de la política nacionalsocialista misma, que procuró camuflar la
intención genocida de lo que los nacionalsocialistas llamaron la
'Solución Final a la Cuestión Judía', justo cuando esas
directivas estaban siendo implementadas.
Después de la guerra, los antiguos
nacionalsocialistas y los simpatizantes del nacionalsocialismo
descartaron la prueba aplastante del 'Holocausto' establecida en
los procesos por crímenes de guerra de Nuremberg.
Del mismo modo, un oscuro grupo de
trotskistas y anarquistas franceses de la posguerra conducidos
por Paul Rassinier, procurando llevar adelante su propia agenda
política, denunciaron la evidencia del genocidio como
'propaganda estalinista de atrocidades'."
Los revisionistas afirman que la
'Solución Final' consistía exactamente en lo que afirmaba ser:
un programa de trabajo forzado y de
inmigración.
Exigir que los revisionistas del
'Holocausto' demuestren que aquélla no era nada más, es tan absurdo
como exigir que un acusado demuestre su inocencia. Los promotores
del 'Holocausto' afirman haber demostrado en los procesos de
Nuremberg que la 'Solución Final' era de hecho un programa de
exterminio.
El problema con aquel argumento es que
aquellos juicios no tuvieron ni el parecido más remoto con un
tribunal de justicia.
-
No hubo ninguna separación
organizativa entre jueces y acusadores. Ambos grupos
provenían del mismo cuerpo organizativo y fueron juntados
con judíos comunistas.
-
No hubo ningún jurado. Las
condenas estuvieron basadas en decisiones tomadas por gente
que era militante en el conflicto entre la Alemania
nacionalsocialista, por una parte, y la judería organizada /
comunismo, por otra.
-
Las confesiones que fueron
usadas como la base para las condenas fueron el resultado de
una coacción sistemática. Los acusados fueron rutinariamente
torturados y amenazados con el retiro de sus raciones de
comida desesperadamente necesitadas por sus familias. Otra
amenaza popular era extraditar a sus familias a los rusos,
donde ellas tenían poco que esperar aparte de violación y
muerte.
-
El testimonio más vital de
todos, la confesión del comandante de Auschwitz, Hoess, fue
escrito en inglés, sin la traducción adjunta, lo que es muy
sospechoso dado que ése es un idioma con el que él no estaba
familiarizado.
Cualquiera de las razones mencionadas es
suficiente para desechar cualquier caso para las afirmaciones de
genocidio.
"Sin embargo, como un movimiento de
propaganda organizado, el 'revisionismo' del 'Holocausto' echó
raíces en 1979 cuando Willis Carto, el fundador de
Liberty Lobby - la organización
de propaganda anti-judía más grande en Estados Unidos - se
incorporó al Instituto para la Revisión Histórica (IHR).
"El IHR es una empresa pseudo-académica en la cual,
-
profesores sin credenciales
en Historia (por ejemplo, Revilo P. Oliver era un
profesor retirado de lenguas clásicas de la Universidad
de Illinois; Robert Faurisson ganó un doctorado en
literatura de la Universidad de Lyon; Arthur Butz es un
ingeniero en la Northwestern University)
-
escritores sin certificación
académica formal (como David Irving, Henri Roques y
Bradley Smith)
-
anti-semitas de carrera
(como Mark Weber, Ernst Zundel y el fallecido David
McCalden),
...se reunieron para desarrollar
nuevas publicaciones para sus creencias anti-judías, anti-Israel
y, para algunos, pro-nacionalsocialistas.
"Desde 1993, Willis Carto ha roto con el IHR en una enemistad
muy pública y litigiosa. Él ha dedicado fondos considerables y
vehemencia retórica para desacreditar a sus antiguos compañeros,
y también ha establecido un diario 'revisionista' rival, The
Barnes Review".
Otra vez, ninguna sustancia, sólo
ataques personales. El hecho de que ninguno de los mencionados tenga
una formación histórica formal es irrelevante.
Usted no tiene que ser un historiador
para comprender que no se puede quemar a un millón de personas en
una piscina llena de agua.
"Los propagandistas de la negación
del 'Holocausto' desvirtúan este hecho [de que no hay ningún
solo documento nacionalsocialista que expresamente mencione un
'plan maestro' para la aniquilación de la judería europea] como
una exposición del 'Holocausto' como una 'patraña'; al hacer
aquello, ellos revelan un acercamiento fundamentalmente erróneo
a la historia de la época.
Que no hubiera ningún documento no
significa que no hubiera ningún plan.
La 'Solución Final' - el plan
completo de los nacionalsocialistas para asesinar a todos los
judíos europeos - fue, como señala la Encyclopedia of the
Holocaust,
'la culminación de una larga
evolución de la política nacionalsocialista hacia los
judíos'.
El proceso de destrucción se formó
gradualmente: nació de muchos miles de directivas".
El problema con aquel argumento es que
ninguna de aquellas directivas contenía órdenes para construir y
usar cámaras de gas homicidas, mucho menos para exterminar a todos
los judíos europeos.
No hay ni siquiera ningún proyecto de
diseño arquitectónico para tales cámaras de gas, ni tampoco
instalaciones existentes que muestren algún rastro o algo apropiado
para el presunto propósito.
"El desarrollo y la implementación
de ese proceso fueron supervisados y dirigidos por el estrato
más alto de la dirigencia nacionalsocialista, incluyendo a
Heinrich Himmler, Reinhard Heydrich, Adolf Eichmann, Hermann
Goering y el propio Adolf Hitler.
Durante las dos décadas anteriores,
Hitler había considerado despiadadamente la aniquilación judía.
En una carta del 16 de Septiembre de
1919, él escribió que mientras 'el problema judío' exigía un 'anti-semitismo
de la razón' - que comprendía sanciones legales y políticas
sistemáticas - 'el objetivo final, sin embargo, debe seguir
siendo rotundamente la remoción total de los judíos'."
Los nacionalsocialistas trabajaron
estrechamente con organizaciones sionistas en un programa de
emigración.
La idea era transferir finalmente a
todos los judíos europeos a Palestina. La organización sionista
incluso dirigía campos de entrenamiento en suelo alemán desplegando
la bandera sionista, preparando a judíos para una futura vida en
Palestina.
No me extraña que ellos llamen a
Hitler el 'Padre Fundador de Israel'.
"A lo largo de los años '20, Hitler
sostuvo que 'la cuestión judía' era la 'cuestión fundamental'
para su Partido, y que sería solucionada 'con la bien conocida
meticulosidad alemana hasta la consecuencia final'.
Con su asunción al poder en 1933,
las nociones raciales de Hitler fueron puestas en práctica por
medidas que excluyeron cada vez más a los judíos de la sociedad
alemana".
Llegado Hitler al poder, creó las
condiciones para una emigración masiva de todos los judíos europeos
a Palestina.
Una parte esencial de su estrategia era
hacer que los judíos se sintieran no bienvenidos, en un esfuerzo
coordinado con una masiva campaña agitadora del temor en los medios
judíos de comunicación.
"El 30 de Enero de 1939 Hitler
advirtió que si los financieros judíos y los bolcheviques
iniciaban la guerra,
'El resultado no será la
bolchevización de la tierra, y con ello la victoria de la
judería, sino la aniquilación de la raza judía en Europa'.
El 21 de Septiembre de 1939, después
de que los alemanes invadieron Polonia, Heydrich, el jefe de
Inteligencia de la SS (la SD), ordenó que los Einsatzgruppen
(unidades móviles de matanza que actuaban en el territorio
ocupado por los alemanes) concentraran a la fuerza a los judíos
polacos en ghettos, aludiendo a un 'objetivo final' no
especificado".
Nuevamente, no hay ninguna prueba de que
ellos estuvieran hablando de ninguna otra cosa sino de la emigración
forzada de todos los judíos europeos.
"En el verano de 1941, con
preparativos en marcha para invadir Rusia, iniciativas de
asesinato masivos en gran escala fueron ampliamente decretadas
contra los judíos.
Heydrich, actuando bajo órdenes de
Hitler, dirigió a los Einsatzgruppen para poner en práctica las
'tareas especiales' de aniquilación en la Unión Soviética de
judíos y comisarios soviéticos.
El 31 de Julio, Heydrich recibió
órdenes de Goering para preparar planes 'para la implementación
de la deseada solución final de la cuestión judía' en todas las
áreas ocupadas por los alemanes.
Eichmann, mientras esperaba su
'juicio' en Israel en 1960, relató que Heydrich le había dicho
en Agosto de 1941 que 'el Führer ha ordenado el exterminio
físico de los judíos'.
Rudolf Hess, el comandante de
Auschwitz, escribió en 1946 que,
'En el verano de 1941... Himmler
me dijo: 'El Führer ha ordenado la Solución Final a la
Cuestión Judía... He elegido el campo de Auschwitz para ese
propósito'."
Ni una palabra de un programa de
exterminio dirigido contra todos los judíos europeos.
El testimonio de Eichmann no
tiene ninguna credibilidad debido a que él era un sionista judío y
responsable de cooperar con organizaciones sionistas en un programa
de emigración masiva.
"El 20 de Enero de 1942 Heydrich
convocó la Conferencia de Wannsee para discutir y coordinar la
implementación de la Solución Final.
Eichmann más tarde declaró en su
proceso:
'Esos señores... hablaban del
asunto completamente sin rodeos, de manera muy diferente del
lenguaje que tuve que usar más tarde en el registro.
Durante la conversación ellos no
suavizaron ninguna palabra sobre ello en absoluto... ellos
hablaron sobre métodos de matar, sobre liquidación, sobre
exterminio'."
Incluso si Eichmann hubiera sido un
nacionalsocialista radical en su odio contra los judíos, como los
promotores del 'Holocausto' hacen que lo parezca, él fue expuesto a
los métodos israelíes de interrogación, lo que hace de su testimonio
algo históricamente sin valor e inadmisible en una corte.
"Diez días después de la
conferencia, mientras pronunciaba un discurso en el Palacio de
Deportes en Berlín que fue registrado por el servicio de escucha
Aliado, Hitler declaró:
'El resultado de esta guerra
será la aniquilación completa de los judíos... la hora
vendrá cuando el enemigo universal más malvado de todos los
tiempos habrá acabado, al menos por mil años'.
El 24 de Febrero de 1943 él declaró:
'Esta lucha no terminará con la
aniquilación de la Humanidad aria sino con el exterminio de
la gente judía en Europa'."
Usted no puede basar una acusación tan
grotesca como la afirmación del 'Holocausto' en un acalorado
comentario de Hitler que muy probablemente se estaba refiriendo a
poco más que la remoción forzosa de todos los judíos de Europa.
"Las cámaras de gas de los campos de
exterminio fueron los principales medios de ejecución usados
contra los judíos durante el 'Holocausto'.
Los nacionalsocialistas publicaron
una directiva que implementaba cámaras de gas en gran escala en
el otoño de 1941, pero, para entonces, los procedimientos que
facilitaban el asesinato de masas, incluyendo la utilización de
cámaras de gas más pequeñas, estaban ya en práctica.
Antes de su uso en los campos de
exterminio, las cámaras de gas eran centrales para el programa
de 'eugenesia' de Hitler.
Entre Enero de 1940 y Agosto de
1941, 70.273 alemanes - la mayor parte de ellos físicamente
minusválido o enfermo mentales - fueron gaseados, 20 a 30 a la
vez, en cámaras herméticamente cerradas disfrazadas como cuartos
de ducha".
Primero la ADL admite que no hubo
ninguna orden escrita para un programa de exterminio masivo o
cámaras de gas homicidas, y luego ellos hacen afirmaciones como las
referidas, en contradicción directa.
Las cámaras de gas más pequeñas a las
que ellos se refieren son aquellas usadas para despiojar los
uniformes de los presos en la lucha contra el tifus.
El hecho de que los nacionalsocialistas
usaran gas para matar a varios enfermos mentales no es ninguna
prueba de que ellos gasearon a millones de judíos.
"Mientras tanto, los fusilamientos
masivos de judíos habían sido extensamente practicados al amparo
de la campaña del Este de Alemania.
Pero esas acciones de escuadrillas
de asesinato habían llegado a ser un proceso cada vez más
dificultoso hacia Octubre de 1941.
Tres directores del genocidio,
Erhard Wetzel, jefe de la Oficina de Política Racial, Alfred
Rosenberg, asesor en asuntos judíos para los Territorios
Ocupados del Este, y Victor Brack, vice-director de la
Cancillería, se reunieron entonces con Adolf Eichmann para
hablar del uso de cámaras de gas en el programa de genocidio.
A partir de entonces, dos asesores
técnicos para las cámaras de gas eutanásicas, el
Kriminalkommissar Christian Wirth y el doctor Kallmeyer, fueron
enviados al Este para comenzar la construcción de cámaras de gas
masivas.
Los médicos que habían puesto en
práctica el programa de eutanasia también fueron transferidos".
Nada de eso compensa el hecho de que no
hay ninguna instalación o diseño ni órdenes burocráticas que
muestren que tales instalaciones hayan existido alguna vez y que
fueron usadas.
"Camiones gaseadores móviles, que
usaban los gases de escape de motores diesel para matar a los
pasajeros, fueron usados para matar a judíos en Chelmno y
Treblinka - así como en otros sitios, no todos ellos campos de
concentración - comenzando en Noviembre de 1941.
Al menos 320.000 prisioneros de
Chelmno, la mayor parte de ellos judíos, fueron muertos por ese
método; un total de 870.000 judíos fue asesinado en Treblinka
utilizando camiones de gas y cámaras de gas alimentadas a
diesel".
El problema con aquella afirmación es
que los gases de escape de los motores diesel no son venenosos
porque ellos no contienen ningún monóxido de carbono, como sí lo
contienen los vapores de motores basados en la gasolina.
"Las cámaras de gas fueron
instaladas y hechas funcionar en Belzec, Lublin, Sobibor,
Majdanek y Auschwitz-Birkenau desde el 3 de Septiembre de 1941,
cuando el primer gaseamiento experimental de un grupo de
prisioneros de guerra soviéticos ocurrió en Auschwitz, hasta
Noviembre de 1944.
Trabajando con cámaras que medían en
promedio 70 mts², los nacionalsocialistas forzaron las muertes
de 700 a 800 hombres, mujeres y niños a la vez.
Dos terceras partes de ese programa
fueron completadas en 1943-1944, y en su apogeo se aplicó a no
menos de 20.000 víctimas por día. Las autoridades han estimado
que esas cámaras de gas explicaron las muertes de
aproximadamente 2 a 3 millones de judíos".
Más afirmaciones no demostradas y
acusaciones absurdas.
"Los ataques de negación del
'Holocausto' sobre este registro de asesinato de masas se
intensificaron después de final de la Guerra Fría, cuando se
reportó que el monumento conmemorativo en Auschwitz fue cambiado
en 1991, donde decía que 1 millón había muerto allí, en vez de 4
millones como registraba antes.
Para los negadores del 'Holocausto'
este cambio pareció confirmar los argumentos de que las
estimaciones históricas de muertes del 'Holocausto' habían sido
deliberadamente exageradas, y que los estudiosos comenzaban a
'echarse hacia atrás' en vista de las aseveraciones de los
'revisionistas'.
Así, por ejemplo, Willis Carto
escribió en la edición del 6 de Febrero de 1995 de The Spotlight,
el tabloide semanal de su organización, Liberty Lobby, que,
'Todos los 'expertos' hasta 1991
afirmaban que 4 millones de judíos fueron muertos en
Auschwitz. Esa cifra imposible fue reducida en 1991... a 1,1
millón...
Los hechos acerca de las muertes
en Auschwitz, sin embargo., todavía son equivocados. Los
alemanes guardaban registros detallados de las muertes en
Auschwitz...
Éstos muestran que no más de
120.000 personas de todas las religiones y pertenencias
étnicas murieron en Auschwitz durante la guerra'."
"De hecho, los investigadores
occidentales nunca han apoyado la cifra de 4 millones de muertes
en Auschwitz; la base de esa estimación soviética - un análisis
de la capacidad de los crematorios en Auschwitz y Birkenau - ha
sido desde hace mucho tiempo desacreditada.
Tan pronto como en 1952, Gerald
Reitlinger, un historiador británico, había cuestionado de forma
convincente ese método de cálculo. Usando estadísticas
compiladas en registros para Himmler, él afirmó que
aproximadamente 1 millón de personas había muerto en Auschwitz;
Raul Hilberg en 1961, y Yehuda Bauer en 1989, confirmaron la
estimación de Reitlinger de víctimas de Auschwitz.
Cada uno de estos investigadores,
sin embargo, ha reconocido que casi 6 millones de judíos fueron
muertos en general durante el 'Holocausto'.
Las autoridades polacas estaban por
lo tanto respondiendo a los conocimientos occidentales aceptados
durante mucho tiempo, confirmados posteriormente por documentos
publicados en la Rusia post-soviética.
Las cínicas acusaciones del
'revisionismo del Holocausto' no desempeñaron ningún papel en su
decisión".
Éste es uno de los milagros del
Holoculto.
No importa cuántas víctimas ellos
afirmen para los diferentes sitios de exterminio, ellos siempre
llegan a la misma cifra mágica de 6 millones, basada en la
creencia kabalística de que 6 Millones de judíos deben
morir antes de que los judíos puedan retornar a la 'Tierra
Prometida'.
"Otra afirmación frecuente de los
'revisionistas' del 'Holocausto' tiene que ver con lo que ellos
describen como la carencia de documentación objetiva que
demuestre los hechos del 'Holocausto', y la confianza de los
investigadores en testimonios tendenciosos y pobremente
recolectados de sobrevivientes.
Sin embargo, los alemanes mismos no
dejaron ninguna escasez de documentación y testimonios de esos
acontecimientos, y ningún investigador serio se ha basado
únicamente en el testimonio de sobrevivientes como la palabra
concluyente en la historia del 'Holocausto'.
Lucy Dawidowicz, en el prefacio a su
autoritativa obra La Guerra contra los Judíos 1933-1945,
escribió:
"Los documentos alemanes
capturados por los ejércitos Aliados al final de la guerra
han proporcionado un registro histórico incomparable, que,
en cuanto a volumen y accesibilidad, ha sido único en los
anales de la investigación...
Los Archivos Nacionales y la
Asociación Histórica Estadounidense conjuntamente han
publicado 67 volúmenes de Guías de Archivos Alemanes
Microfilmados en Alexandria, Virginia.
Para mi trabajo me he limitado
principalmente a documentos alemanes publicados".
Pero ninguno de ellos contiene ninguna
evidencia real, sólo presunciones, de que las acusaciones del
'Holocausto' son correctas.
"La autora entonces procede a
enumerar 303 fuentes publicadas - excluyendo periódicos - que
documentan las conclusiones de su investigación. Entre esas
fuentes están los escritos de reconocibles fabricantes de la
política nacionalsocialista, como Adolf Hitler, Heinrich Himmler,
Rudolf Hess y Alfred Rosenberg".
Más jerigonza pomposa sin ninguna
evidencia.
"De manera similar, Raul Hilberg en
su edición en tres volúmenes de La Destrucción de los Judíos
Europeos, escribió:
'Entre 1933 y 1945 las oficinas
públicas y las entidades corporativas de la Alemania
nacionalsocialista generaron un gran volumen de
correspondencia.
Algunos de esos documentos
fueron destruidos en los bombardeos Aliados, y muchos más
fueron sistemáticamente quemados en el curso de las
retiradas o en previsión de la rendición.
Sin embargo, el trabajo
administrativo acumulado de la burocracia alemana era lo
suficientemente enorme para sobrevivir en cantidades
significativas, e incluso carpetas sensibles permanecieron'.
"Es, de esa manera, en gran parte de
esas fuentes primarias que la historia del 'Holocausto' ha sido
compilada.
Un nuevo factor en ese proceso es la
repentina disponibilidad de innumerables archivos de la ex-Unión
Soviética, muchos de los cuales habían sido pasados por alto o
suprimidos desde su captura al final de la guerra por el
Ejército Rojo.
Huelga decir que la modificación de
detalles específicos en esta historia es cierto que continuará
durante varios años en el futuro, considerando la inmensidad y
la complejidad de los acontecimientos que comprenden el
'Holocausto'.
Sin embargo, es igualmente cierto
que dichas modificaciones sólo confirmarán la enormidad del
'Holocausto' más bien que - como lo harían los 'revisionistas' -
ponerlo en duda".
Todavía ninguna prueba, sólo promesas.
En realidad, los promotores del
'Holocausto' han estado luchando durante décadas para mantener
ocultos tantos archivos como les sea posible y para sólo
proporcionar su acceso a historiadores 'confiables'.
Usted pensaría que aquellos
historiadores se pelearían por publicar cualquier nueva prueba, pero
hasta ahora ellos no han podido encontrar nada.
¡Adivine porqué!
"Otra frecuente aseveración
'revisionista' pone en duda las estimaciones generalmente
aceptadas de víctimas judías del 'Holocausto'.
Intentando retratar las muertes de
millones de judíos como una exageración o una fabricación, los
negadores del 'Holocausto' manipulan salvajemente obras de
referencia, estadísticas de almanaques, datos geopolíticos,
hechos históricos de base y otras fuentes de información y
reportaje".
"Por ejemplo, los 'revisionistas' comúnmente citan varios
almanaques o cifras de atlas - comúnmente compiladas antes de
que las cuentas completas sobre el 'Holocausto' estuvieran
disponibles - que parecen indicar que la población judía mundial
antes y después de la Segunda Guerra Mundial permaneció
esencialmente estable, 'demostrando' así que 6 millones de
judíos no podían haber muerto durante ese período".
"La ampliamente citada cifra de '6 Millones' se deriva de la
estimación inicial de 1945 del proceso de Nuremberg de 5,7
millones de muertes.
Censos posteriores, análisis
estadísticos y otros estudios demográficos de la judería europea
han demostrado sistemáticamente la exactitud esencial de ese
primer cálculo.
Después de casi 50 años de estudio,
los historiadores están de acuerdo en que aproximadamente 6
millones de judíos perecieron durante el curso del genocidio
nacionalsocialista".
Sugiero leer el capítulo en las 'Conferencias
sobre el Holocausto' de Germar Rudolf que
demuestra que las pérdidas judías reales están de acuerdo con los
meticulosos registros de libros oficiales de muertes de las
autoridades de los campos de concentración así como las conclusiones
de la Cruz Roja Internacional, según las cuales no más de 300.000
judíos murieron en campos nacionalsocialistas para prisioneros,
sobre todo debido al tifus.
"Sin embargo, otra pieza central de
la propaganda 'revisionista' ataca la objetividad y la validez
legal de los Procesos de Nuremberg de posguerra, donde mucha
información sobre el 'Holocausto' fue primero hecha pública, y
donde la historia general del genocidio fue primero establecida.
"El proceso actual de llevar ante los tribunales a criminales de
guerra nacionalsocialistas fue un esfuerzo larguísimo y
complicado que involucró las diferentes tradiciones legales y
las agendas políticas de Estados Unidos, Inglaterra, Francia y
la Unión Soviética.
Como los registros históricos
muestran, los vencedores Aliados, si es que algo, se equivocaron
en el lado de la benignidad hacia los nacionalsocialistas
acusados".
Las discusiones acerca del tratamiento
Aliado de los criminales de guerra habían comenzado tan pronto como
en Octubre de 1943.
En los meses de verano que siguieron a
la rendición de Alemania en 1945, representantes británicos,
estadounidenses y soviéticos se reunieron en Londres para crear la
carta para un tribunal militar internacional para procesar a los
'principales criminales' cuyos crímenes se extendieron sobre el
Reich entero, y quienes por lo tanto podían ser castigados por la
decisión conjunta de los Gobiernos de los Aliados.
"Hacia principios del otoño, los
Aliados habían resuelto sus debates sobre a quién procesar y
cómo definir los crímenes cometidos durante el 'Holocausto'; los
primeros procesos comenzaron a partir de entonces en Nuremberg,
delante de un consejo de guerra internacional.
El principal acusado fue Hermann
Goering, pero el procesamiento también seleccionó a otros 20
funcionarios principales del Partido Nacionalsocialista, de los
ministerios del gobierno alemán, de la burocracia central,
especialistas en armamento y trabajo, y los jefes militares y
territoriales.
"Esos procesos no resultaron en veredictos rutinarios de
culpabilidad o en condenas idénticas.
De hecho, de los 21 acusados, tres
fueron puestos en libertad; uno recibió una condena de 10 años;
uno una sentencia de 15 años; dos, condenas de 20 años; tres,
cadenas perpetuas, y 11 recibieron la pena de muerte.
"Los acusados, además, tuvieron acceso a 206 abogados, 136 de
los cuales habían sido miembros del Partido Nacionalsocialista.
Además, como afirmó Raul Hilberg,
'Los jueces en Nuremberg fueron
abogados estadounidenses establecidos. Ellos no habían
venido para exonerar o condenar. Ellos quedaron
impresionados con su tarea, y se acercaron a ella con mucha
experiencia en la ley y poca anticipación de los hechos'.
"Una segunda ronda de procesos
resultó en 25 condenas a muerte, 20 cadenas perpetuas, 97
sentencias de 25 años o menos, y 35 veredictos de
no-culpabilidad.
Hacia 1951, siguiendo las
recomendaciones de un consejo de clemencia dirigido por los
estadounidenses, 77 de los 142 criminales condenados habían sido
liberados de la prisión".
Detrás de esta cortina de humo no se
abordan los problemas con la composición y los procedimientos de los
procesos de Nuremberg, en particular el problema de las
confesiones forzadas.
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