Parte 14
	Los Ejércitos Secretos de La OTAN
	La Guerra Secreta en Noruega
	
	por Daniele Ganser
	
	3 Octubre 2013
	
	del Sitio Web
	
	VoltaireNet
	
	 
	
	 
	
	 
	
		
			| 
			 
			Este artículo es el capítulo 12 
			del libro  
			
			Les Armées secrètes de l’OTAN 
			Publicado en francés por Editions Demi-lune (2007).  | 
		
	
	
		
			
				
					
						
							
							
							
 
						
						
						Noruega es el único Estado 
						miembro del Gladio que llegó a ordenar la realización de 
						un estudio oficial sobre la red de "resistencia 
						anticomunista". 
						 
						
						Pero el estudio no debía ir 
						más allá del año 1970 para no poner en peligro el 
						sistema. 
						 
						
						Noruega convenció así a su 
						opinión pública de que era el Estado noruego, y no la 
						OTAN, quien controlaba el ejército secreto. 
						 
						
						Una manera de legitimar su 
						existencia y de enterrar el asunto.
 
					
				
			
		
	
	
	
	En abril de 1940, los ejércitos de Hitler invadieron Noruega y la ocuparon 
	durante 5 años, hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. 
	
	 
	
	Como en otros países de Europa Occidental, el 
	trauma de aquella experiencia modificó la noción de seguridad de los 
	noruegos y llevó a la creación de una red stay-behind después del fin de la 
	guerra. 
	
	 
	
	Los noruegos que construyeron esa organización 
	en su mayoría habían visto como las tropas alemanas barrían sus 
	desorganizadas redes de resistencia y temían que la guerra fría desembocara 
	en una invasión soviética. 
	
		
		"No se trataba de saber si había o no que 
		instaurar una organización stay-behind en Noruega sino de fijar un 
		calendario para las operaciones", explican Ronald Bye y Finn Sjue, dos 
		autores especialistas del Gladio noruego, al describir cómo se pensaba 
		en aquella época.
	
	
	La propia OTAN había convertido la creación de 
	la red en una prioridad. Si bien la señal de inicio no se dio durante el 
	periodo 1947/1948, fue ciertamente en 1949, en el momento de la adhesión a 
	la OTAN, que comenzó el proceso de creación de la red stay-behind en 
	Noruega. 
	
	 
	
	En efecto, para ser admitido en la alianza 
	atlántica, el país aspirante tenía que dotarse previamente de instrumentos 
	de,
	
		
		"guerra no convencional o haber tomado 
		medidas en ese sentido", explican Bye y Sjue, quienes refieren la 
		existencia de un documento sin fecha titulado Directiva OTAN/SACEUR 
		sobre la guerra no convencional. [1]
	
	
	
	
	Vilhelm Evang
	
	(1909-1983)
 
	
	
	Vilhelm Evang, quien dirigía los servicios secretos noruegos después 
	de finalizar la guerra, y Jens Christian Hauge, el primer ministro de 
	Defensa de la Noruega de postguerra, fueron los artífices - simultáneamente 
	- de la construcción de la red stay-behind y de la creación del Norwegian 
	Intelligence Service (NIS). 
	
	 
	
	Evang, un científico nacido en Oslo, se había 
	unido al pequeño servicio de inteligencia noruego en el exilio de Londres, 
	en 1942. Hauge, por su parte, había dirigido la resistencia militar durante 
	la ocupación alemana. 
	
	 
	
	A su regreso a Noruega, en 1946, Evang creó el 
	NIS, órgano que dirigió durante 20 años. La comunidad de inteligencia 
	estadounidense desconfiaba de Evang debido a su notoria simpatía por los 
	partidos de izquierda y porque había sido miembro del movimiento "Mot Dag" 
	en los años 1930.
	
	En 1966, Evang tuvo que abandonar el servicio a causa del caso Lygren. 
	[2] Para suavizar su salida del servicio, el ministro de Defensa 
	lo asignó al cuartel general de la OTAN en Francia con el cargo de 
	Representante Militar Nacional. Allí sirvió hasta 1969, primeramente en 
	París y posteriormente en Bruselas. 
	
	 
	
	Finalmente se jubiló y murió en 1983, a los 74 
	años.
	
	Durante su estancia en Londres, Evang estableció estrechos contactos en el 
	seno de la comunidad de inteligencia británica. Al igual que varios 
	oficiales del MI6, estaba convencido de que Noruega no debía ser nuevamente 
	víctima de una ocupación enemiga sin haberse preparado antes para ello. 
	
	 
	
	En el marco de la creación de la red stay-behind, 
	Evang se reunió, en febrero de 1947, con un agente del MI6 que disponía de 
	"sólidos contactos en la Defensa y en el ejército" - es posible suponer que 
	este agente fuese en realidad el director del MI6 en persona, Sir Steward 
	Menzies - a quien Evang presentó el proyecto stay-behind para Noruega. 
	
	 
	
	Evang y Menzies estaban convencidos de que la 
	Unión Soviética y la expansión del comunismo eran amenazas reales. 
	
		
		"Esas consideraciones llevaron a los 
		ingleses a interesarse de cerca por las estrategias de defensa en los 
		países ocupados por el enemigo", escribió Evang en su diario.
		
		"Parece que los Países Bajos, Francia y Bélgica se han dado a la tarea 
		de concebir la organización de un ejército clandestino siguiendo un 
		modelo más o menos definido." [3]
	
	
	Junto al MI6 británico, la CIA estadounidense 
	también participó activamente en el proceso que condujo a la creación del 
	ejército secreto noruego. 
	
	 
	
	Ya en 1946, Evang envió al mayor Kaj Martens 
	a Nueva York para establecer contactos con la inteligencia estadounidense. 
	Posteriormente, en 1947, ya en vísperas de la creación de la CIA, Evang 
	viajó personalmente a Estados Unidos, probablemente para discutir sobre la 
	guerra clandestina con Frank Wisner, el director de la Oficina de 
	Coordinación Política de la CIA (OPC), encargado de la constitución de las 
	redes stay-behind en Europa Occidental. 
	
	 
	
	Al igual que en Italia, la CIA suplantó al MI6 a 
	medida que iba creciendo el poderío estadounidense y que se debilitaba el 
	Imperio británico. 
	
		
		"La cooperación con Estados Unidos era, 
		ampliamente, el aspecto más desarrollado de las relaciones exteriores 
		del NIS", observa el investigador noruego Olav Riste. [4]
		
	
	
	Representantes de los servicios secretos 
	noruegos, británicos y estadounidenses se reunieron en Londres, en 1948, 
	para coordinar sus operaciones secretas. 
	
	 
	
	Un memorándum de los servicios de inteligencia 
	relata que se decidió entonces:
	
		
		"establecer en Noruega un aparato encargado 
		de transmitir información de inteligencia por radio o a través de 
		cualquier otro medio de comunicación al cuartel general aliado situado 
		dentro o fuera de las fronteras del territorio nacional, en caso de 
		ocupación parcial o total de este último."
	
	
	Esa nota de servicio subraya que el NIS tenía el 
	orgullo de anunciar, a la CIA y al MI6, que en el marco de una operación 
	bautizada como SATURN ya se había creado un ejército secreto con esas 
	características.
	
		
		"El coronel Evang pudo informar a nuestros 
		aliados que un aparato capaz de garantizar tales funciones se hallaba 
		casi en estado operativo y a su disposición." [5]
	
	
	Un agente de la inteligencia noruega, Alf 
	Martens Meyr, estaba a cargo de garantizar el enlace con la CIA. 
	
	 
	
	Por cierto, la CIA le pagaba y, según el ex 
	agente de los servicios secretos Christian Christensen, incluso,
	
		
		"dirigió la mayoría de las operaciones de la 
		inteligencia noruega durante los años 1950 y 1960". [6]
		
		 
		
		"También se supo que Martens Meyer y sus 
		colaboradores mantenían contactos regulares con agentes secretos de la 
		CIA y del MI6 en las embajadas de Estados Unidos y de Gran Bretaña en 
		Oslo", escribieron los periodistas Bye y Sjue en los años 1990. 
		[7]
	
	
	Como en otros países, la principal inversión del 
	ejército secreto era la compra de radiotransmisores. 
	
	 
	
	En mayo de 1948, Evang envió al ministro de 
	Defensa Hauge una carta confidencial en la que pedía fondos para la compra 
	de 50 radiotransmisores para el stay-behind noruego. 
	
		
		"Los radiotransmisores serán depositados en 
		lugar seguro y serán utilizados únicamente si ciertas partes del 
		territorio son invadidas por una potencia extranjera", especificaba 
		Evang.
	
	
	Y también subrayaba que el ejército secreto 
	creado bajo la égida de la OTAN podía activarse en el país, incluso sin que 
	se produjese la supuesta invasión, ante la hipótesis de un golpe de Estado 
	de parte de los comunistas noruegos:
	
		
		"En caso de golpe de Estado interno, los 
		transmisores individuales podrán activarse con una autorización especial 
		del Estado Mayor."
	
	
	Evang indicaba que "los preparativos de la 
	creación de la red están muy avanzados" y precisaba, al referirse a los 
	operadores de los sistemas de radio:
	
		
		"proyectamos reclutar individuos que no 
		participaron en ese tipo de actividades clandestinas durante la última 
		guerra y que no están identificados como operadores de radio." 
		[8]
	
	
	El ministro de Defensa se quedó encantado con 
	aquellas noticias sobre la operación altamente secreta y respaldó el pedido 
	de fondos. [9]
	
	Al referirse a las funciones internas del ejército secreto, Evang explicaba 
	a Hauge cómo se había hecho la selección de los grupos de personas que 
	trabajaban en ciertas industrias, con el consentimiento de industriales 
	noruegos y bajo la supervisión del NIS, para entrenarlos, situarlos como 
	centinelas y luchar así contra,
	
		
		"las actividades subversivas de las quintas 
		columnas (comunistas) en ciertos sectores".
	
	
	En octubre de 1948, probablemente consciente del 
	peligro que podían representar aquellos grupos armados privados sobre los 
	que no existía ningún tipo de control parlamentario, Evang presentó al 
	ministro de Defensa un informe en el que precisaba que los grupos se 
	componían de colaboradores leales y disciplinados.
	
	Cuando Noruega ratificó el Tratado del Atlántico Norte, en abril de 1949, se 
	imprimieron afiches especiales que denunciaban las maniobras de las quintas 
	columnas y se expusieron en todos los locales del ejército. 
	
	 
	
	Aquellos afiches exhortaban a los oficiales a 
	colaborar con la policía y con los servicios secretos en el marco de medidas 
	preventivas contra agentes de las "quintas columnas", a los que se definía 
	como,
	
		
		"noruegos o extranjeros que realizan, por 
		cuenta de una potencia extranjera, actividades ilegales de inteligencia, 
		actos de sabotaje, asesinatos, etc... en el territorio nacional". 
		
	
	
	Después de la entrada de Noruega a la OTAN, se 
	hicieron listas de ciudadanos noruegos y de extranjeros a los que había que 
	arrestar y encarcelar en caso de crisis, listas conservadas por la Policía 
	de Seguridad. [10]
 
	
	 
	
	
	
	
		
			
				
					
						
						Jens 
						Christian Hauge 
						
						
						(1915-2006)
						
						Jefe de 
						la red de resistencia Milorg durante la Segunda Guerra 
						Mundial. 
						
						Era 
						miembro de la OSS (servicio de inteligencia 
						estadounidense). 
						
						Después 
						de la guerra fue ministro de Defensa (de 1945 a 1952) y 
						ministro de Justicia (en 1955). 
						
						Tuvo un 
						papel importante en el abastecimiento destinado al 
						programa nuclear israelí y en la entrada de Noruega a la 
						OTAN. Prosiguió su carrera en la industria de defensa y 
						energía, 
						
						donde 
						dirigió la firma Statoil. 
						
						Fue 
						miembro del
						
						Grupo de Bilderberg.
 
					
				
			
		
	
	
	
	Hauge había sido nombrado ministro de Defensa en 1945. 
	
	 
	
	Aunque sólo tenía 30 años en el momento de su 
	nominación, esta se explica por el importante papel que Hauge había tenido 
	en la Resistencia. Hauge era un ferviente partidario del ejército stay-behind. 
	
	 
	
	Al exponer al parlamento su plan para la 
	reconstrucción de las fuerzas armadas de Noruega, en el otoño de 1946, 
	declaró:
	
		
		"Sabemos, gracias a nuestra experiencia 
		adquirida durante la guerra, que la decisión para continuar el combate, 
		incluso después de la derrota y la ocupación, es un elemento esencial de 
		la estrategia de defensa de un pequeño país como el nuestro." 
		[11]
	
	
	Hauge decidió que la principal estación de radio 
	que el NIS utilizaba en la región de Oslo debía servir de principal canal de 
	comunicación para la red stay-behind noruega y ordenó la instalación de una 
	estación de reserva en el interior del país.
	
	El 25 de octubre de 1948, el ministro de Defensa impuso una directiva 
	gubernamental que establecía oficialmente la existencia del stay-behind en 
	Noruega. Aquel mismo mes, en una carta altamente secreta dirigida al jefe 
	del Estado Mayor - el general de división Ole Berg - Hauge ordenaba al 
	general pasar al nivel de preparación "FO 4". 
	
	 
	
	El general Berg sabía exactamente de qué se 
	trataba. Durante la Segunda Guerra Mundial, "FO 4" era el nombre de la 
	sección del Alto Mando militar noruego en el exilio que se encargaba de 
	preparar y ejecutar operaciones de sabotaje y otras misiones clandestinas 
	realizadas conjuntamente con el SOE británico en territorio ocupado. 
	
	 
	
	La orden de Hauge precisaba:
	
		
		"Las autoridades noruegas libres deben ser 
		capaces de organizar acciones de sabotaje y de guerrilla contra 
		objetivos militares estratégicos en las zonas de Noruega susceptibles de 
		ser temporalmente ocupadas por el enemigo (infraestructuras industriales 
		y de comunicación, almacenes militares, unidades, etc..."
		 
		
		"Esas medidas deberán ser imperativamente 
		integradas a la lucha armada en Noruega. El aparato debe, por lo tanto, 
		ser mantenido con un alto nivel de preparación en tiempo de paz." 
		[12]
	
	
	Basándose en su propia experiencia, Hauge optó 
	por pequeñas unidades operacionales de 2 a 4 hombres que debían disponer de 
	escondites secretos de armas de fuego, explosivos, radiotransmisores y 
	equipamiento diverso.
	
	 
	
	Los guerreros de la sombra debían reclutarse 
	entre los miembros del ejército noruego y la Guardia Nacional. Debían tener 
	imperativamente un buen conocimiento de su zona de operaciones. Los 
	veteranos de la resistencia militar noruega sólo debían intervenir como 
	instructores ya que podían ser fácilmente identificados y eliminados por un 
	invasor que dispusiese de informantes locales. 
	
	 
	
	En función de lo quería Hauge, una red radial 
	independiente y secreta debía garantizar la comunicación en el seno del stay-behind. 
	La operación SATURN avanzó rápidamente y se alcanzó enseguida el nivel de 
	preparación FO 4. 
	
	 
	
	A partir de aquel momento el stay-behind noruego 
	fue rebautizado como "Rocambole", nombre abreviado como ROC. 
	
		
		"La 'filosofía' subyacente de la red ROC era 
		la herencia de las lecciones aprendidas, sólo años antes, durante la 
		ocupación alemana", resumió el historiador Olav Riste. [13]
	
	
	En septiembre de 1952, el ministro noruego de 
	Defensa hizo una declaración sobre el ejército secreto que confirmaba la 
	definición y funciones de la red stay-behind en Noruega. 
	
	 
	
	La nota de servicio especificaba:
	
		
		"Rocambole es una organización militar 
		rigurosamente secreta, bajo el mando directo del comandante en jefe de 
		la Defensa (del estado mayor), cuyo papel es efectuar misiones 
		específicas de particular importancia militar en territorio noruego en 
		caso de ocupación de este."
		
		"Es imperativo que cada una de las acciones emprendidas obedezca a una 
		orden directa del jefe del estado mayor y que sea realizada por un 
		pequeño número de elementos aguerridos especialmente organizados, 
		entrenados y equipados para esa misión."
	
	
	En caso de guerra, ROC tenía, según el documento 
	del ministerio de Defensa, que desempeñar 3 tareas:
	
		
			- 
			
			Destrucción de blancos materiales 
			mediante explosivos o por otros medios.
 
 
			- 
			
			Protección temporal de las instalaciones 
			y vías de comunicación en el marco de la liberación de determinada 
			región.
 
 
			- 
			
			Otras misiones como la organización de 
			grupos clandestinos más importantes, recepción de personal y de 
			material aerotransportados, [misiones de] reconocimiento, tareas 
			específicas de inteligencia, acciones de guerrilla, asesinatos, etc.
			[14]
 
		
	
	
	Aunque no se mencionaban en el citado documento, 
	las operaciones de vigilancia interna "en caso de golpe de Estado", como las 
	imaginaba Evang, o las misiones "tendientes a contrarrestar las actividades 
	subversivas de las quintas columnas (comunistas)" debían muy probablemente 
	formar parte de las atribuciones del ejército secreto.
	
	En 1950, el ROC instaló su cuartel general en un edificio de Smestad y se 
	diseminaron escondites de armas a través de todo el país mientras que se 
	retenía un bunker perteneciente al gobierno, situado en la calle Cort Adeler 
	en el centro de Oslo, para almacenar allí el equipamiento de la 
	organización. 
	
	 
	
	Jens Nordlie, quien había luchado en la 
	Resistencia junto al ministro Hauge, fue seleccionado para ser el primer 
	jefe del stay-behind en Noruega. 
	
	 
	
	Ya en 1949, Nordlie se había reunido en Londres 
	con varios responsables del MI6, con los que había acordado acelerar la 
	constitución del ejército secreto ROC y confirmado el objetivo de,
	
		
		"crear antes de fin año 15 unidades de 5 
		hombres". [15] 
	
	
	Los británicos le habían dado todo el 
	equipamiento necesario, lo cual incluía principalmente radiotransmisores y 
	explosivos. 
	
	 
	
	En caso de guerra y ocupación de Noruega, Gran 
	Bretaña debía servir a la red stay-behind de base de retaguardia. Parece que 
	los noruegos estuvieron al principio algo renuentes a entregar así a los 
	británicos los nombres de todos los agentes del ROC, lo cual equivalía a 
	poner la organización bajo control extranjero.
	
	El ROC también colaboraba muy estrechamente con la CIA. Con el 
	consentimiento del ministro de Defensa, los cuadros del ejército secreto se 
	reunían regularmente con el estadounidense Harold Stuart, miembro del 
	Consejo de Seguridad Nacional. Intercambiaban información y dinero y sería 
	razonable pensar que la CIA también tenía en su poder la lista de agentes 
	del ROC. [16]
	
	Un informe solicitado a finales de 1949 muestra que 9 jefes de unidades y 7 
	operadores de radio ya habían terminado su formación. Los escondites estaban 
	preparados con suficiente armamento y equipamiento como para garantizar a 
	los grupos clandestinos 12 meses de autonomía. 
	
	 
	
	En 1952, la red ROC disponía de 32 unidades de 5 
	miembros cada una y los planes preveían llegar a un mínimo de 40 unidades, o 
	sea un núcleo de 200 hombres. Hauge agradeció a Nordlie los progresos 
	alcanzados pero se preguntaba si no había demasiadas unidades ROC 
	estacionadas en el extremo norte del país, sobre todo en la región de 
	Finnmark, limítrofe con la Unión Soviética. 
	
	 
	
	En marzo de 1952 escribió a Nordlie:
	
		
		"Es probablemente para servir intereses 
		extranjeros, por ejemplo, con la perspectiva de ataques aéreos contra la 
		Unión Soviética a través del Finnmark, que estamos tan fuertemente 
		implantados en esa región."
		
		"Si tenemos en cuenta el interés más general del ROC, tengo tendencia a 
		pensar que podríamos obtener resultados mucho mejores en el sur de 
		Noruega. Siguiendo esa lógica, deberíamos tener cuidado de no malgastar 
		nuestros recursos asignando demasiadas tropas al Finnmark." [17]
	
	
	El ministro de Defensa sabía muy bien el interés 
	estratégico que tenía el norte de Noruega para Londres y Washington. 
	
	 
	
	En efecto, durante todo el periodo de la guerra 
	fría, Noruega vigiló 192 kilómetros de frontera con la URSS, en una región 
	muy despoblada y helada durante la mayor parte del año. A los ojos de la 
	OTAN, el país tenía una importancia estratégica comparable a la de Turquía 
	en el sur ya que se extendía hacia el este más allá de la neutral Finlandia 
	y se hallaba por ende más cerca de Moscú que cualquier otro país de la 
	alianza. 
	
	 
	
	Podía, por lo tanto, servir de puesto de escucha 
	y de base para el despegue de los aviones espías de la CIA y, al menos 
	teóricamente, para los bombarderos de la OTAN, como indicaba Hauge en su 
	carta. 
	
	 
	
	Pero, para el ministro de Defensa, los 
	preparativos para la resistencia ante una invasión extranjera eran más 
	útiles en el sur del país, más densamente poblado.
	
	Hauge no estaba enteramente satisfecho con la manera como se financiaba el 
	ejército secreto. Estimaba que Noruega estaba asumiendo una parte demasiado 
	importante de los costos. 
	
	 
	
	Según los términos del acuerdo entre las tres 
	partes implicadas en la creación de la red ROC, Estados Unidos y Gran 
	Bretaña debían proporcionar gratuitamente los equipos de radio mientras que 
	Noruega pagaba el 50% del resto del material y corría con los gastos del 
	entrenamiento de sus combatientes. 
	
	 
	
	Hauge llegó a la conclusión de que,
	
		
		"en esas condiciones, las operaciones del 
		ROC servian más los intereses de los Aliados que los de Noruega". 
		[18]
	
	
	El ministro de Defensa calculó que su país 
	estaba pagando en realidad dos tercios de los gastos que ocasionaba la 
	organización stay-behind mientras que la CIA y el MI6 financiaban el resto. 
	
	 
	
	Pero se dio cuenta sobre todo de que los gastos 
	del ROC representaban más de la mitad del presupuesto total del NIS, el 
	servicio de inteligencia noruego. Así que, en una nota sin fecha de 1950, 
	sugirió que, además de los equipos de radio, Estados Unidos y Gran Bretaña - 
	que tanto interés parecían tener en aquella red stay-behind noruega - 
	deberían asumir también la totalidad del costo de todo el equipamiento. 
	
	 
	
	Como compensación, Noruega se encargaría de 
	pagar por sí misma a los agentes del ROC y se encargaría también del 
	entrenamiento. Parece que Washington y Londres aceptaron aquella sugerencia 
	de Hauge porque a partir de entonces se redujo la factura de los noruegos. 
	
	 
	
	Para el año 1952, el costo total de 
	funcionamiento de la red Rocambole se elevó 1 500 millones de coronas, monto 
	que se dividió a partes iguales entre los 3 servicios implicados: el NIS, la 
	CIA y el MI6. Los costos anuales parecen haberse estabilizado posteriormente 
	porque 13 años más tarde, en 1965, la tercera parte que debía Noruega se 
	elevaba a 600 000 coronas.[19]
	
	Como en los demás países de Europa occidental, la información sobre el 
	ejército secreto anticomunista llegaba solamente a las personas 
	estrictamente implicadas. 
	
	 
	
	Durante la creación de ROC, varias reuniones 
	internas se desarrollaron, al menos una por semana, en presencia del 
	director Jens Nordlie y a menudo también en presencia de Evang, el jefe del 
	NIS. A partir del final del otoño de 1950, los representantes locales de la 
	CIA y del MI6 participaron también en esas conferencias. 
	
	 
	
	Los contactos con el ministro de Defensa seguían 
	siendo muy ocasionales y casi siempre en forma de discusiones informales 
	entre este último y Evang o Nordlie. Ni siquiera la policía noruega, 
	comparable al FBI estadounidense, fue informada de la existencia de la red 
	stay-behind y, al igual que en todos los demás países implicados, el 
	parlamento - representante del pueblo noruego - nunca oyó hablar de aquel 
	ejército secreto. [20]
	
	En octubre de 1951, durante una de las reuniones del ROC, se habló de la 
	transmisión de la información al ministro de Defensa así como a Londres y 
	Washington. 
	
	 
	
	Nordlie sugirió presentar a Hauge solamente un 
	breve resumen de las actividades del stay-behind noruego a intervalos 
	regulares,
	
		
		"porque seguramente que él está ya tan 
		sobrecargado de trabajo que no tiene tiempo de leer un informe tan 
		detallado". [21] 
	
	
	Se decidió entonces que la CIA y el MI6 
	recibirían regularmente informes detallados sobre el ejército secreto, sobre 
	todo para que los servicios secretos anglosajones pudieran tener una idea 
	de,
	
		
		"la seriedad y el profesionalismo desplegado 
		en la distribución de unas 30 toneladas de material". 
	
	
	Sin embargo, el ministro Hauge solamente tendría 
	acceso a los informes íntegros si lo pedía expresamente, si no tendría que 
	conformarse con un resumen. 
	
	 
	
	En enero de 1952, Hauge presentó su renuncia. Se 
	ignora hasta dónde fueron informados sus sucesores en el ministerio de 
	Defensa sobre la altamente secreta red ROC. [22]
	
	En abril de 1949, 12 países - entre ellos Noruega - firmaron el Tratado del 
	Atlántico Norte. En lo adelante, la acción del ejército secreto noruego fue 
	estrechamente coordinada por el departamento de Operaciones Especiales de la 
	alianza atlántica. 
	
	 
	
	Los archivos del ministerio de Defensa de 
	Noruega sobre el ROC confirman que en agosto de 1951, el comandante supremo 
	de la OTAN en Europa (SACEUR) creó el CPC, o sea el comité encargado de 
	planificar las operaciones clandestinas y de dirigir la red stay-behind 
	europea. [23]
	
	En abril de 1952, al director del NIS Evang se le informó que el SACEUR 
	había ordenado al CPC convocar a los representantes de los servicios 
	secretos de los países miembros [de la OTAN]. 
	
	 
	
	Como todos los jefes de los servicios de 
	inteligencia europeos, Evang recibió por lo tanto una invitación a viajar a 
	París el 7 de mayo para participar en una reunión de información sobre la 
	situación de la red stay-behind y una discusión sobre las relaciones entre 
	el ROC y el CPC, posiblemente en presencia del SACEUR de aquel entonces, el 
	general estadounidense Matthew Ridgway.
	
	Antes de la reunión, Evang se puso en contacto con su homólogo de Dinamarca 
	para definir una posición común ante los temas que pensaban que iba a 
	plantearles la OTAN. 
	
	 
	
	Se pusieron de acuerdo en que harían saber 
	claramente al CPC que los ejércitos secretos ROC y Absalón intervendrían 
	únicamente,
	
		
		"ante la posibilidad de una ocupación total 
		o parcial y duradera". 
	
	
	Estaba totalmente excluido que se utilizara la 
	organización en el marco de lo que Evang llamaba el "combate normal", 
	definición vaga con la cual se refería quizás a la agitación política 
	interna o a posibles proyectos de golpe de Estado. [24] 
	
	 
	
	A Evang le preocupaba especialmente la amenaza 
	que podía representar para la soberanía de Noruega un CPC bajo control 
	estadounidense, preocupación que reflejó en las notas que tomó durante 
	aquella reunión:
	
		
		"Se decidió además que el stay-behind sea 
		ante todo un instrumento a la disposición de los gobiernos nacionales, 
		donde quiera que estos se encuentren, y que su función primaria era 
		constituir un núcleo con vista a reconquistar zonas provisionalmente 
		abandonadas al enemigo."
	
	
	En los escritos del noruego [Evang] también 
	puede leerse:
	
		
		"Somos nosotros quienes tenemos que 
		garantizar que en último lugar sean efectivamente los respectivos 
		gobiernos quienes ejerzan el control [sobre los ejércitos secretos].
		
		 
		
		Es evidente que eso sólo será posible 
		mediante el control de las comunicaciones y si la identidad de los 
		operadores es totalmente desconocida para todos, con excepción de un 
		pequeño número de responsables en el país interesado. 
		 
		
		Ese punto de vista no debe sin embargo ser 
		expresado en las reuniones internacionales." [25]
	
	
	En noviembre de 1952, el puesto de mando de las 
	operaciones de guerra secreta de la OTAN - CPC - sometió a la aprobación de 
	los jefes de los servicios secretos nacionales un documento que enumeraba 
	toda una serie de actividades de "guerra no convencional" que los servicios 
	de inteligencia y los ejércitos stay-behind debían realizar a nivel nacional 
	encargándose de garantizar su planificación y preparación. 
	
	 
	
	En tiempo de paz, especificaba el documento, el 
	CPC asumiría el papel de coordinador, en estrecha colaboración con el 
	SACEUR. 
	
	 
	
	Durante la "fase de acción", que estipulaba 
	probablemente varios niveles de alerta - desde el golpe de Estado interno 
	hasta la invasión del territorio por los soviéticos - el SACEUR asumiría el 
	mando de las secciones de los servicios secretos nacionales puestas a la 
	disposición de la OTAN, entre las que se hallaban las redes stay-behind. 
	
	 
	
	Los representantes de Noruega temían que su 
	ejército secreto se convirtiera en un instrumento de Washington o de 
	Londres, así que el NIS insistió en lograr que el gobierno de Oslo 
	conservara,
	
		
		"el derecho a encargarse de la situación 
		política en Noruega bajo cualquier circunstancia" así como "el derecho 
		soberano de supervisar y dirigir el esfuerzo de guerra clandestino que 
		juzgase necesario para conservar el control político en Noruega". 
		[26]
	
	
	La mayoría de los agentes de los servicios 
	secretos noruegos no podían aceptar la idea de la presencia de un ejército 
	secreto de la CIA en su país bajo la autoridad de un SACEUR estadounidense. 
	
	 
	
	Lo anterior se pone de manifiesto en una nota 
	interna del NIS fechada en enero de 1953:
	
		
		"Durante la última guerra, el gobierno 
		noruego se refugió fuera de las fronteras del país, pero siempre 
		conservó sus poderes constitucionales y pudo así ejercer sus funciones 
		gubernamentales a pesar de la ocupación enemiga.
		
		Basado en esa experiencia, el gobierno noruego tiene la intención de 
		conservar la dirección política del país, incluso en las zonas 
		ocupadas."
	
	
	Esto demuestra que la idea de que el SACEUR 
	estadounidense, o sea el comandante supremo de las fuerzas de la OTAN [que 
	siempre ha sido un militar estadounidense. Nota de RV.], asumiese el control 
	del ejército secreto noruego en caso de crisis era ampliamente impopular. 
	
	 
	
	El memorándum del NIS señalaba lo siguiente:
	
		
		"El principio de una subordinación del 
		movimiento de resistencia a un general estadounidense y a un grupo 
		internacional de oficiales provocaría un escándalo en el país si llegara 
		a divulgarse antes de una posible ocupación; después de una invasión, 
		sería un argumento de peso para la propaganda enemiga". [27]
	
	
	A pesar de las reservas expresadas por Oslo en 
	aquel momento, la CIA y el MI6 desarrollaron al cabo de los años una 
	influencia considerable sobre el ejército secreto noruego. 
	
	 
	
	En 1955, Harbitz Rasmussen, alto responsable del 
	ROC, dirigió al director del NIS - Evang - una nota informándole que copias 
	de los expedientes personales de los agentes de Rocambole habían llegado a 
	Londres y Washington. Además, la CIA y el MI6 habían obtenido también toda 
	la información necesaria para comunicarse por radio con las redes stay-behind 
	y controlarlas. 
	
	 
	
	Rasmussen, quien deploraba tal situación, 
	subrayaba que aquellos datos estaban en sobres sellados y sugería a Evang 
	que emprendiese un trámite tendiente a recuperar aquellos sobres y ponerlos 
	bajo "control estrictamente noruego" en Londres y Washington, en las 
	embajadas de Noruega en ambas capitales. [28]
	
	No se sabe, porque no se han hallado pruebas de ello, si Evang logró tal 
	cosa o no. Lo que sí se sabe con toda certeza es que la confianza del propio 
	Evang en Estados Unidos cayó en picada en 1957, lo cual provocó una grave 
	crisis entre el NIS noruego, por un lado, y la CIA y la OTAN, dominada esta 
	última por Estados Unidos. 
	
	 
	
	Evang se enteró aquel año de que un miembro 
	estadounidense del cuartel general de las Fuerzas de la OTAN en el norte de 
	Europa,
	
		
		"mostraba gran interés por la inteligencia 
		militar en general y había traducido en su servicio datos sobre 
		ciudadanos noruegos, específicamente sobre pacifistas y personas que se 
		oponen a la OTAN". 
	
	
	Las autoridades noruegas arrestaron a aquel 
	ciudadano estadounidense y descubrieron que el mismo individuo había espiado 
	también a altos representantes del Estado, actividad de la cual rendía 
	cuentas a un oficial del SHAPE. 
	
	 
	
	Aquella nueva provocación encolerizó a Evang, 
	quien exigió entonces que se abordara el tema como cuestión prioritaria en 
	la próxima reunión del CPC en París, el 19 de noviembre de 1957.
	
	Fue por lo tanto en un clima particularmente tenso que los directores de los 
	servicios secretos europeos se reunieron aquel día en la avenida Deloison, 
	en el parisino barrio de Neuilly. 
	
	 
	
	El coronel Blaer, oficial británico encargado de 
	presidir la reunión, abrió el encuentro explicando que el NIS,
	
		
		"estaba extremadamente preocupado por 
		ciertos actos de los agentes de Kolsas. Eso concierne a SB [stay-behind], 
		Psywar [guerra sicológica] y el contraespionaje." 
	
	
	Evang tomó entonces la palabra y lanzó una 
	severa advertencia a la OTAN:
	
		
		"Todo iba bien hasta que supimos, el año 
		pasado, que agentes de AFNORTH seguían trabajando en los programas 
		Psywar y E&E (Evasión y Escape) y que, en ese marco, hacían también 
		listas negras de personalidades influyentes".
	
	
	Después de esa explicación, Evang señaló:
	
		
		"Para que altos personajes de la sociedad 
		noruega aparezcan en tales listas tiene que haber algún problema en 
		algún lugar. También mi gobierno toma este asunto muy en serio y he 
		recibido la orden de no participar en ningún programa internacional si 
		han de mantenerse tales acciones."
	
	
	Evang estaba realmente preocupado y advirtió que 
	Noruega abandonaría el CPC si la OTAN insistía en violar clandestinamente la 
	soberanía de sus miembros.
	
		
		"En lo que concierna a Noruega, nuestro 
		interés por el programa del CPC como tal ha venido disminuyendo 
		constantemente desde 1954 ya que no le vemos ningún futuro. Nuestra 
		concepción es desarrollar una red stay-behind destinada a ser utilizada 
		en nuestro territorio para liberarlo en caso de ocupación". [29]
	
	
	El brigadier Simon, responsable del Departamento 
	de Proyectos Especiales del SHAPE y del CPC trató de tranquilizar a los 
	representantes noruegos.
	
	 
	
	Pronunció un desmentido clásico y convincente 
	donde admitía que el estadounidense en cuestión había trabajado para una 
	sección de los Proyectos Especiales pero negó que hubiese actuado así por 
	orden de sus superiores. 
	
	 
	
	Evang sostuvo que él no estaba en un error y 
	dejó planear la amenaza noruega de retirarse del CPC hasta tanto la 
	situación no regresara a la normalidad. La OTAN y la Casa Blanca se 
	sorprendieron cuando lo vieron concretar su amenaza. Varios altos 
	responsables de la alianza atlántica le escribieron tratando de convencerlo 
	de que trajera nuevamente al NIS a la mesa del CPC. 
	
	 
	
	El 14 de octubre, Evang se reunió con un general 
	estadounidense que finalmente logró convencerlo. 
	
	 
	
	Sin embargo, para volver al Comité, Evang exigía 
	una carta de excusa con los siguientes puntos:
	
		
			- 
			
			el asunto tenía que haber sido resuelto,
 
 
			- 
			
			el SHAPE prometía poner fin a toda 
			actividad de ese tipo,
 
 
			- 
			
			el CPC tenía que pedir el regreso de 
			Noruega". [30]
 
		
	
	
	Al recibir Noruega dicha carta, su red ROC se 
	reincorporó al comité director de la red stay-behind poniendo fin así fin a 
	la crisis.
	
	¿Representa un importante riesgo para la seguridad de un país el hecho de 
	aceptar en su territorio la presencia de un ejército secreto dirigido en 
	parte por sus propios servicios secretos militares y en parte por potencias 
	extranjeras con intereses propios y muy específicos vinculados a los 
	objetivos de la guerra fría? 
	
	 
	
	O, por el contrario, ¿garantiza ese tipo de 
	ejército la seguridad del Estado ante las amenazas que pueden pesar sobre 
	él? 
	
	 
	
	Esas eran las preguntas que quitaban el sueño a 
	los comandantes de la red stay-behind noruega durante la guerra fría y 
	también las que plantearon una buena cantidad de observadores en Europa a 
	raíz de la revelación de la existencia de la organización clandestina, en 
	1990. 
	
	 
	
	El éxito de la operación dependía de una 
	confianza total en la integridad y la lealtad de quienes financiaban 
	aquello: Estados Unidos y el Reino Unido. 
	
		
		"¡Tenemos que confiar en nuestros aliados!", 
		aconsejaba el comandante stay-behind noruego Sven Ollestad, incluso 
		después de la crisis del CPC. 
	
	
	Pero las operaciones de desestabilización y 
	manipulación política que la CIA y el MI6 realizaban en el marco de la 
	guerra fría y más allá de esta llevaban a ciertos responsables noruegos a 
	desconfiar.
	
	 
	
	"La atmósfera era tensa" en el cuartel general 
	del stay-behind noruego en Oslo, que se hallaba en la intersección de 
	Gronlandsleiret y Platous Gate, según cuentan los historiadores Bye y Sjue, 
	cuando se discutió sobre el control total e independiente que los aliados 
	querían ejercer sobre la red clandestina. 
	
	 
	
	Pero,
	
		
		"el jefe, el teniente coronel Sven Ollestad, 
		ya se había formado su propia opinión sobre el asunto y había ordenado 
		transmitir al MI6 el código de seguridad nacional que permitía activar 
		el conjunto de la red stay-behind".
	
	
	Al renunciar de aquella manera al control del 
	ejército secreto noruego se acababa de renunciar a toda una parte de la 
	soberanía nacional, lo cual provocó una ola de,
	
		
		"enérgicas protestas de parte de los más 
		cercanos colaboradores [de Ollestad]". 
	
	
	Protestas que fueron ignoradas. [31]
	
	En el agitado contexto del fin de los años 1960, caracterizado por el "flower 
	power", los movimientos no violentos, las protestas estudiantiles y las 
	manifestaciones contra la guerra de Vietnam, los periodistas noruegos tenían 
	tendencia a poner en duda la palabra de Estados Unidos. 
	
	 
	
	Y en diciembre de 1967 publicaron un documento 
	interno de la OTAN altamente secreto y no fechado.
	
		
		"En caso de desórdenes internos que puedan 
		obstaculizar la misión de las tropas estadounidenses, como una 
		insurrección militar o un amplio levantamiento popular contra el 
		gobierno del país que las acoge, [el ejército estadounidense] debe 
		recurrir a todos los medios para poner fin a esos desórdenes con el uso 
		de sus propios recursos."
	
	
	Aquel documento se refería especialmente a 
	Europa Occidental y, en particular, a Noruega, Grecia, Turquía, Alemania 
	Occidental, Francia, Italia, los Países Bajos, Luxemburgo y Dinamarca. 
	
	 
	
	Estados Unidos temía que las grandes 
	manifestaciones contra la guerra de Vietnam llevaran a los gobiernos y 
	pueblos de los países de Europa Occidental a volverse en su contra y a 
	convertirse en una amenaza para el trabajo de las fuerzas estadounidenses y 
	la OTAN. 
	
	 
	
	Firmado por el general estadounidense J.P. 
	McConnell, vicecomandante de las fuerzas estadounidenses en Europa, el 
	documento explicaba bastante sutilmente que, en ciertas circunstancias 
	particulares, Estados Unidos podía verse llamado a intervenir en un país 
	europeo miembro de la OTAN para poner fin a desórdenes internos, incluso sin 
	el consentimiento del gobierno de dicho país:
	
		
		"Si esas acciones resultasen insuficientes, 
		si el gobierno en cuestión pidiese ayuda o si el comandante en jefe de 
		las fuerzas estadounidenses en Europa llegase a la conclusión de que el 
		gobierno es incapaz de poner fin a los desórdenes, entonces las tropas 
		estadounidenses podrán tomar las medidas que él crea necesarias, por 
		iniciativa propia o en cooperación con el gobierno interesado". 
		[32]
	
	
	Queda por precisar si aquellas operaciones 
	implicaban la intervención de los ejércitos stay-behind bajo el mando de la 
	OTAN.
	
	Aquella muestra del desprecio de la Casa Blanca y del Pentágono por la 
	soberanía de las naciones extranjeras no pudo menos que fortalecer la 
	desconfianza de varios agentes de la red stay-behind noruega hacia la OTAN, 
	la CIA y el MI6. 
	
	 
	
	El clima de tensión internacional que reinaba en 
	el CPC no tardó en transmitirse al ACC, el otro centro de mando stay-behind. 
	Al igual que todos los demás ejércitos secretos de Europa, el ROC también 
	participaba en las reuniones del ACC, que aparece en varios documentos 
	noruegos bajo la denominación de "Allied Clandestine Co-operation Groups" (ACCG). 
	
	 
	
	El historiador noruego Riste observa que los 
	documentos del ACC especifican,
	
		
		"en al menos 6 ocasiones: 'el mando y la 
		dirección quedarán permanentemente en manos de los servicios 
		clandestinos nacionales'," mientras que los archivos noruegos se 
		muestran más críticos: "se expresaron temores en cuanto a la 
		superioridad del ACCG SHAPE" sobre la soberanía noruega. [33]
	
	
	 
	
	
	
	
		
			
				
					
						
						Héroe de 
						la Segunda Guerra Mundial, Sven Blindheim (1916-2013) 
						luchó como miembro de la red Milorg. Después de la 
						guerra se convirtió en instructor del Gladio y creó la 
						rama finlandesa. Asqueado ante la evolución del stay-behind, 
						dejó los servicios de inteligencia y se hizo 
						historiador. En 1977 fue condenado a prisión con 
						remisión condicional por revelar secretos militares en 
						su entrevista al diario Ny Tid.
 
					
				
			
		
	
	
	Como la mayoría de las redes Gladio de Europa, 
	el ejército secreto noruego cooperaba estrechamente con los SAS británicos y 
	los Boinas Verdes estadounidenses; los miembros del Gladio incluso se 
	entrenaban en Estados Unidos e Inglaterra. 
	
	 
	
	El mayor Sven Blindheim, alto responsable 
	del ROC, sirvió él mismo numerosos años como instructor en la "Nursery", el 
	centro de formación para operaciones especiales de Fort Monkton, en Gran 
	Bretaña, donde también fueron enviados los miembros italianos del Gladio. 
	
	 
	
	En 1952, Blindheim y el coronel Sven Ollestad 
	habían seguido los entrenamientos Gladio en Estados Unidos, con toda 
	seguridad junto a los Boinas Verdes, en el centro de Fort Bragg. 
	[34]
	
	Para Bye y Sjue, según las notas tomadas por Blindheim, 
	
		
		"lo que la CIA enseñaba se basaba en '10 
		mandamientos clandestinos'" que confirman explícitamente la vocación 
		simultáneamente militar y política de los ejércitos secretos. 
		
	
	
	Después de insistir en la naturaleza clandestina 
	de la operación, la doctrina stay-behind establecida por la CIA especifica 
	que:
	
		
			- 
			
			Las operaciones clandestinas son un 
			instrumento de combate militar y político.
 
 
			- 
			
			El objetivo de una organización stay-behind 
			es garantizar permanentemente una capacidad operativa de sabotaje, 
			espionaje, guerrilla, evacuación y exfiltración en regiones y países 
			que pudiesen caer bajo control soviético y comunista.
			 
		
	
	
	Para ser capaz de realizar aquellas misiones, la 
	red tenía que ser perfectamente confiable:
	
		
			- 
			
			El principio de confidencialidad es 
			sagrado. Cada eslabón debe saber lo menos posible sobre el conjunto 
			de la estructura y debe ser imposible que cada individuo logre saber 
			absolutamente nada sobre el resto de la organización y las demás 
			personas implicadas.
 
 
			- 
			
			Las unidades de una red stay-behind 
			deben funcionar independientemente unas de otras y los 'encuentros' 
			deben tener lugar únicamente en el cuartel general [, incluyendo el 
			ACC y el CPC, los dos comités stay-behind dentro del SHAPE y la 
			OTAN].
 
 
			- 
			
			Antes de planear el reclutamiento de un 
			candidato, utilice todas las fuentes de información y verificación 
			disponibles: policía, escuelas, clubs, empleadores, amigos, 
			conocidos, vecinos, escuchas, registros de su domicilio. Es 
			imperativo realizar una vigilancia continua y de larga duración 
			sobre el candidato antes de cualquier reclutamiento." [35]
			 
		
	
	
	Todavía no se sabe si instructores y miembros de 
	las fuerzas especiales estadounidenses y británicas viajaron a Noruega para 
	entrenar allí a los soldados del ejército secreto ROC, como hicieron - por 
	ejemplo - en Bélgica o en la neutral Suiza. 
	
	 
	
	Según el historiador Riste, los servicios 
	secretos noruegos se mostraban,
	
		
		"desconfiados ante las proposiciones que 
		podían permitir que los británicos y los estadounidenses interfirieran 
		con su trabajo en el territorio nacional. 
		 
		
		Eso tenía que ver, entre otras cosas, con 
		una oferta de asistencia de las fuerzas especiales estadounidenses 
		estacionadas en Alemania o de unidades del Special Air Service 
		británicos (SAS) cuyas misiones incluían específicamente el apoyo a los 
		movimientos de resistencia en los países de la OTAN." [36]
	
	
	Tampoco se sabe con precisión en qué medida la 
	sustitución, en 1966, del director del NIS Evang - jefe bastante mal visto 
	en Washington debido a su pasado como izquierdista y sus críticas al CPC - 
	por el coronel Johan Berg influyó en la cooperación con la CIA, el 
	MI6 y los comités CPC y ACC de la OTAN. 
	
	 
	
	Pero sí parece que se establecieron vínculos más 
	estrechos con los servicios secretos noruegos.
	
	Fue en 1978 que la clandestinidad del Gladio noruego se vio más gravemente 
	afectada, cuando un policía que investigaba sobre un contrabando de alcohol 
	descubrió por pura casualidad un importante escondite de armas subterráneo 
	del ROC que contenía al menos unas 60 armas, entre ellas numerosos fusiles 
	automáticos, 12 000 cartuchos, explosivos y material de comunicación 
	sofisticado. 
	
	 
	
	El policía, que nada sabía de la red stay-behind, 
	incluyó en su informe todo lo que había descubierto y la información llegó a 
	oídos de los periodistas. 
	
		
		"Si el policía hubiese estado al tanto del 
		secreto se habría enterrado el asunto", analizó en 1990 Nils Gleditzch, 
		del Instituto de Investigación por la Paz de Oslo. [37]
		
	
	
	El propietario del terreno donde habían sido 
	descubiertos la destilería y el escondite de armas del stay-behind fue 
	identificado. 
	
	 
	
	Se trataba de un tal Hans Otto Meyer, 
	agente de los servicios secretos noruegos. El hombre fue arrestado pero, 
	para sorpresa de los investigadores, su explicación de que el arsenal había 
	sido creado allí por los servicios secretos para ser utilizado por una 
	célula de resistencia acabó siendo confirmada.
 
	
	 
	
	
	
	Rolf Hansen
	
	(1920-2006)
 
	
	
	Como el escándalo iba en aumento, el Parlamento noruego decidió meterse en 
	el asunto y se quedó atónito cuando el ministro de Defensa Rolf Hansen 
	le comunicó que una red secreta de resistencia había sido creada al término 
	de la Segunda Guerra Mundial. 
	
	 
	
	Según las explicaciones del ministro, la 
	organización había nacido de grupos privados que posteriormente habían sido 
	puestos bajo control de los servicios secretos. 
	
	 
	
	Consciente de que la situación era delicada, 
	Hansen aseguró que,
	
		
		"la red noruega no estaba subordinada ni a 
		la OTAN ni a ninguna potencia extranjera, excluyendo toda conexión con 
		la CIA. Se negó, sin embargo, a entrar en detalles, declarando que las 
		actividades de la organización debían seguir siendo secretas". 
		[38]
	
	
	Lo menos que se puede decir sobre aquellas 
	declaraciones de Hansen, en 1978, es que eran inexactas. 
	
	 
	
	Lo más fuerte que se puede decir es que eran 
	mentira. Sin embargo, en el contexto de la guerra fría, la mayoría de los 
	diputados prefirió creer las declaraciones del ministro y no vio motivos 
	para abrir una investigación o exigir que se desmantelara la red. 
	
	 
	
	Así que el caso fue rápidamente enterrado.
 
	
	
	
	
		
			
				
					
						
							
							
							William Colby (1920-1996) hizo toda su carrera en la 
							inteligencia estadounidense. En 1973, el presidente 
							Nixon lo nombró director de la CIA, título que 
							conservó bajo la administración de Gerald Ford y 
							hasta la nominación de George H. Bush 
							
							
							a la 
							cabeza de la agencia.
						
					
				
			
		
	
	
	
	Casualmente fue precisamente aquel mismo año, en que Hansen había negado 
	ante el Parlamento toda implicación de la CIA en la operación secreta, que 
	apareció la prueba más contundente en contradicción con las declaraciones 
	del ministro: las memorias del ex director de la CIA William Colby. 
	
	 
	
	En su libro, destinado a redorar la imagen de la 
	CIA, Colby contaba con orgullo cómo él mismo había contribuido a la 
	formación del ejército en el norte de Europa, o sea en Noruega, entre 1951 y 
	1953, cuando era un joven agente asignado a la embajada de Estados Unidos en 
	Estocolmo. 
	
		
		"La situación era diferente para cada país 
		escandinavo", explicaba el ex director de la CIA. 
		 
		
		"Noruega y Dinamarca eran aliados de la 
		OTAN, Suecia quería mantener la neutralidad que le había permitido 
		atravesar dos guerras mundiales y Finlandia estaba obligada a observar 
		cierta deferencia hacia la Unión Soviética, su vecina inmediata. Así 
		que, en algunos países, los gobiernos tenían que conformar ellos mismos 
		sus propias redes stay-behind con vista a activarlas desde el exilio 
		para continuar el combate", precisaba el ex director de la CIA, en 
		referencia a Noruega y Dinamarca. [39]
		 
		
		"Había que coordinar la acción de esas redes 
		con los planes de la OTAN, dirigir sus antenas de radio hacia los 
		futuros destinos del exilio y ocultar el equipamiento proporcionado por 
		la CIA en escondites bajo la nieve, con vista a su futura utilización", 
		explicaba Colby, antes de abordar el caso de Noruega y Finlandia:
		
		"En cuanto a los demás países, la CIA tendría que arreglárselas sola o, 
		en el mejor de los casos, contar con la ayuda 'extraoficial' de agentes 
		locales ya que los responsables de los gobiernos de esos países 
		prohibían toda colaboración con la OTAN y la menor sospecha provocaría 
		un escándalo entre la prensa comunista local, los diplomáticos 
		soviéticos y los lealistas escandinavos que esperaban que una política 
		de neutralidad o de no alineamiento les permitiese no tener problemas 
		ante una Tercera Guerra Mundial". [40]
	
	
	Como resultado del descubrimiento del escondite 
	de armas, en 1978, y de las confesiones de Colby publicadas aquel mismo año, 
	el secreto del que se había rodeado el ejército secreto noruego había volado 
	en pedazos, amenazando además toda la red europea en su conjunto. 
	
		
		"Resulta realmente sorprendente que ningún 
		ciudadano de ningún Estado miembro de la OTAN haya aprovechado aquella 
		ocasión para interrogarse sobre la situación en su propio país", comentó 
		Nils Gleditzch en 1990. [41]
	
	
	En noviembre de 1990, cuando - a raíz de las 
	revelaciones italianas - el ejército secreto noruego ROC se vio nuevamente 
	en medio de los debates, el vocero del ministerio de Defensa - Erik 
	Senstad - respondió a las preguntas de la prensa con una única y 
	lacónica frase:
	
		
		"Lo que declaró Hansen sigue siendo de 
		actualidad." [42]
	
	
	Mientras que la población se debatía entre 
	estupefacción y desaprobación, algunos oficiales del ejército regular 
	estimaron que la clandestinidad del ejército stay-behind era, para ellos, 
	perfectamente justificable, incluso desde un punto de vista democrático. 
	
	 
	
	En 1990, el contralmirante Jan Ingebristen 
	confirmó a la prensa que el ejército secreto seguía existiendo en 1985, 
	fecha en la que él mismo había renunciado a sus funciones como director del 
	servicio de inteligencia del Mando de la Defensa noruega. 
	
	 
	
	Ante las críticas del público, el general 
	sostuvo que era juicioso y lógico que la existencia de las unidades stay-behind 
	se mantuviese en secreto y que fuese únicamente por obra de la casualidad 
	que la población, los medios de prensa y el Parlamento se hubiesen enterado 
	de que existían:
	
		
		"No hay en ello nada de sospechoso. Se trata 
		de unidades destinadas a mantenerse detrás de las líneas enemigas en 
		territorio ocupado y es por lo tanto necesario que se mantengan 
		altamente secretas." [43]
	
	
	
	
	
	
		
			
				
					
						
							
							Los 
							periodistas noruegos Ronald Bye y Finn Sjue 
							quisieron saber más sobre el Gladio noruego. A falta 
							de una investigación parlamentaria, decidieron 
							entonces interrogar al mayor número posible de ex 
							soldados de la sombra y miembros de los servicios 
							secretos. El fruto de aquel trabajo se publicó en 
							1995 bajo el título 
							
							El 
							Ejército Secreto Noruego. Historia del Stay-Behind. 
							[44]
 
						
					
				
			
		
	
	
	La población noruega, bien informada y por lo 
	tanto particularmente crítica, no pudo aceptar la idea de que un ejército 
	secreto vinculado a la CIA hubiese existido en su país, y sobre todo fuera 
	de todo control parlamentario, y se elevaron voces de denuncia contra 
	aquella situación. 
	
	 
	
	Para no perder totalmente la confianza de la 
	población, el ministerio de Defensa tomó la decisión inédita y juiciosa de 
	emprender un proyecto de investigación. 
	
	 
	
	Los historiadores Olav Riste y Arnfinn 
	Moland, del prestigioso Instituto de Investigación sobre la Defensa de 
	Oslo, recibieron el encargo especialmente delicado de investigar sobre la 
	historia del ejército secreto noruego hasta 1970 y fueron, para ello, 
	autorizados a consultar todos,
	
		
		"los archivos y fuentes orales que puedan 
		presentar algún interés para su trabajo", conforme a lo que precisaban 
		los términos del proyecto. 
	
	
	Antes de su publicación, el manuscrito fue 
	sometido al ministerio de Defensa para que este controlara la información 
	que iba a divulgarse y la desclasificara, de ser necesario. 
	
	 
	
	El texto sólo sufrió algunos cortes menores. 
	[45]
	
 
	
	
	
	Actualización
 
	
	
	
	
		
			
				
					
						
							
								
								
								Al ser detenido, Anders Behring Breivik no opuso 
								resistencia alguna y se presentó como miembro 
								del Gladio, declaración que nunca se mencionó 
								durante su juicio.
 
							
						
					
				
			
		
	
	
	La única información que existe sobre el Gladio 
	noruego es la que aparece en los trabajos aquí mencionados.
	
	Pero el 22 de julio de 2011 se produjo frente a la oficina del ministro de 
	Estado, en el centro de Oslo, una poderosa explosión que dejó 8 muertos. Dos 
	horas después, uno o varios asesinos abatieron un total de 69 jóvenes que 
	participaban en un campamento de verano del Partido Laborista, en la isla de 
	Utoya. 
	
	 
	
	La policía demoró más de 90 minutos en 
	intervenir. A su llegada, los agentes arrestaron a un hombre vestido de 
	policía, Anders Behring Breivik, quien se rindió sin oponer 
	resistencia y dijo ser miembro de la red stay-behind anticomunista. Evaluado 
	al principio como mentalmente perturbado, Breivik fue finalmente considerado 
	responsable de sus actos y sometido a juicio. 
	
	 
	
	Fue condenado a la pena máxima en Noruega: 21 
	años de cárcel. 
	
	 
	
	Persisten, sin embargo, numerosos puntos no 
	aclarados sobre sus posibilidades reales de haber cometido él solo todos los 
	hechos que se le imputan.
	
	El 9 de mayo de 2011, Noruega había anunciado su intención de retirarse de 
	la coalición de la OTAN que emprendió la guerra contra Libia. Noruega daba 
	así la señal de retirada e Italia tomó inmediatamente una decisión similar.
 
	
	Red Voltaire
	
	
	
	
	Referencias
	
		
		[1] Ronald Bye y Finn Sjue, Norges Hemmelige 
		Haer -  Historien om Stay Behind (Tiden Norsk Verlag, Oslo, 1995), 
		p.39.
		
		[2] El 14 de septiembre de 1965, la señora Lygren, secretaria de la 
		embajada de Noruega en Moscú, fue arrestada por la Policía de Seguridad 
		noruega de Asbjorn Bryhn como sospechosa de haber trabajado para los 
		soviéticos. Su detención se produjo luego de que un agente del KGB que 
		había cambiado de bando, Anatoly Golitsyn, hablara con el estadounidense 
		James Jesus Angleton, el más importante cazador de agentes infiltrados 
		de la CIA, de la presencia de una agente doble en la embajada de Noruega 
		en Moscú, agente cuyo nombre no mencionó. El director de la policía, 
		Bryhn, quien nunca se había llevado bien con Evang, el director del NIS, 
		no informó a este último sino después de haber realizado el arresto y 
		cuando los primeros detalles ya se habían filtrado a la prensa. Aquello 
		provocó la cólera de Evang. Este último estaba convencido de la 
		inocencia de Lygren y vio en todo aquello una grave falta de 
		coordinación entre los servicios de policía y los de inteligencia. Las 
		acusaciones contra Lygren resultaron infundadas y la secretaria fue 
		liberada el 15 de diciembre de 1965. Al parecer, la información de 
		Golitsyn que los estadounidenses habían transmitido a los noruegos había 
		dado lugar a una confusión de identidades. Gunvor Galtung Haavik, otra 
		mujer que había trabajado anteriormente en la embajada de Noruega en 
		Moscú, fue puesta bajo vigilancia. Finalmente fue arrestada en Oslo, en 
		1977, cuando entregaba documentos a un agente del KGB. Pero Evang ya no 
		tuvo nada que ver con aquello. El error cometido con Lygren había 
		desacreditado tanto a Bryhn como a Evang y los dos se habían visto 
		obligados a dimitir en 1966.
		
		[3] Fragmento de Olav Riste, The Norwegian Intelligence Service 
		1945–1970 (Frank Cass, Londres, 1999), p.16.
		
		[4] Riste, Norwegian Intelligence Service, p.226.
		
		[5] Ibid., p.17.
		
		[6] Según el autor y ex agente secreto noruego Christian Christensen, en 
		declaraciones reportadas el 4 de noviembre de 1988 por la agencia 
		internacional de prensa Reuters. En 1977 se reveló y confirmó que el 
		agente de la CIA Alf Martens Meyer también había reclutado varios 
		capitanes de barcos noruegos para participar en misiones clandestinas en 
		el norte de Vietnam en los años anteriores a la intervención militar 
		estadounidense en aquel país. Jorgen Kosmo, ministro de Defensa noruego 
		en 1997, declaró que si los hombres de Meyer habían efectivamente 
		proporcionado asistencia a las tropas de Vietnam del Sur y a los 
		comandos entrenados por Estados Unidos en sus ataques contra el Viet 
		Cong, aquellas misiones constituían una clara violación de las leyes de 
		Noruega. (Diario británico The Guardian, 1º de mayo de 1997).
		
		[7] Bye y Sjue, Hemmelige Haer, p.67.
		
		[8] Riste, Norwegian Intelligence Service, p.16.
		
		[9] Bye y Sjue, Hemmelige Haer, p.56.
		
		[10] Riste, Norwegian Intelligence Service, p.28.
		
		[11] Ibid., p.16.
		
		[12] Ibid., p.19.
		
		[13] Ibid., p.34.
		
		[14] Ibid., p.19.
		
		[15] Ibid., p.20.
		
		[16] Ibid.
		
		[17] Ibid., p.40.
		
		[18] Como lo resume Riste, Ibid., p.37.
		
		[19] Ibid., p.37 y 53.
		
		[20] Ibid., p.35.
		
		[21] Ibid., p.36.
		
		[22] Ibid.
		
		[23] Ibid., p.43.
		
		[24] Ibid.
		
		[25] Citado por Riste. Ibid., p.43.
		
		[26] Ibid., p.44.
		
		[27] Ibid.
		
		[28] Ibid., p.46.
		
		[29] Ibid., p.47.
		
		[30] Ibid., p.48.
		
		[31] Bye y Sjue, Hemmelige Haer, p.145.
		
		[32] Leo Muller, Gladio. Das Erbe des Kalten Krieges. Der NATO 
		Geheimbund und sein deutscher Vorläufer (Rowohlt, Hambourg, 1991), p.46. 
		Y Jean-Francois Brozzu-Gentile, L’affaire Gladio (Albin Michel, París, 
		1994), p.199. El documento confidencial de la OTAN tiene como título 
		Supplement N°3 to the documents of the Civil Affairs Oplan N°100–1. 
		Aunque no se precisa, todo indica que fue elaborado antes de 1968.
		
		[33] Riste, Norwegian Intelligence Service, p.45.
		
		[34] Roger Faligot y Rémi Kaufer, Les Maîtres Espions. Histoire Mondiale 
		du Renseignement. Tome 2. De la Guerre Froide à nos jours (Editions 
		Laffont, Paris, 1994), p.62.
		
		[35] Bye y Sjue, Hemmelige Haer, p.62. Se basan en la autobiografía de 
		Sven Blindheim: Offiser i krig og fred [Agente de guerra y paz].
		
		[36] Riste, Norwegian Intelligence Service, p.33.
		
		[37] Agencia de prensa Associated Press, 14 de noviembre de 1990. 
		Diversos textos publicados en revistas, periódicos y libros dedicados al 
		(re)descubrimiento de la red Gladio en 1990 refieren lo revelado en 
		Noruega en 1978. Ver el diario británico The Guardian, 15 de noviembre 
		de 1990; Searchlight N°187, enero de 1991, p.4 y Muller, p.59.
		
		[38] Agencia internacional de prensa Associated Press, 14 de noviembre 
		de 1990.
		
		[39] William Colby, Honorable Men: My life in the CIA (Simon & Schuster, 
		New York, 1978), p.82 y 83.
		
		[40] Colby, Honorable Men, p.82 y 83.
		
		[41] Agencia de prensa Associated Press, 14 de noviembre de 1990.
		
		[42] Ibid.
		
		[43] Ibid.
		
		[44] Ronald Bye y Finn Sjue, Norges Hemmelige Haer -  Historien om 
		Stay Behind (Tiden Norsk Verlag, Oslo, 1995).
		
		[45] Olav Riste y Arnfinn Moland publicaron en 1977 su libro Strengt 
		Hemmelig: Norsk etterretningsteneste 1945–1970, donde reconstruyen la 
		historia del Gladio noruego hasta 1970, ya que después de ese año las 
		investigaciones podían implicar a responsables que aún se mantenían 
		activos. En 1999, Olav Riste publicó el libro en inglés, en Londres, con 
		la editorial Frank Cass, con el título The Norwegian Intelligence 
		Service 1945–1970. Hoy en día es el libro de referencia sobre el stay-behind 
		noruego.
	
	
	
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