Parte 15
Los Ejércitos Secretos de La OTAN
La Guerra Secreta en Alemania
por Daniele Ganser
31 Octubre 2013
del Sitio Web
VoltaireNet
Si bien la existencia del
Gladio alemán durante la etapa anterior a la
incorporación de Alemania a la OTAN está perfectamente
documentada gracias al trabajo de August Zinn, el
entonces primer ministro del Estado de Hesse, la acción
de esa red a partir de 1955 ha sido objeto de grandes
mentiras de Estado.
A pesar del descubrimiento
de escondites de armas por aquí y por allá, la policía
federal nunca investigó seriamente la cuestión y el
gobierno federal siempre protegió su secreto.
Klaus Barbie (1913-1991).
Después de desempeñar un importante papel en el
asalto contra el gueto de Ámsterdam, Klaus Barbie es
nombrado jefe de la Gestapo en la ciudad francesa de
Lyon, donde logra capturar, torturar y asesinar al
legendario jefe de la Resistencia francesa, Jean
Moulin.
Al terminar la guerra, Barbie es buscado por las
Naciones Unidas,
pero la CIA lo recluta en secreto para crear el
Gladio alemán.
Al ser acusado en Alemania, Barbie es enviado a
Bolivia, en 1951.
Allí se convierte rápidamente en jefe de los
servicios de inteligencia y hombre fuerte del país,
donde captura y asesina al Che Guevara.
Sin embargo, después de un cambio de régimen, es
arrestado y expulsado hacia Francia, donde será
finalmente juzgado y condenado a cadena perpetua.
Muere de cáncer en la cárcel.
El 27 de febrero de 1933, hacia las 21 horas,
estalla un incendio en el Reichstag - el Parlamento alemán - en Berlín.
Aunque los bomberos logran salvar parte del
edificio, el Parlamento y la democracia alemana no sobreviven al atentado.
Adolf Hitler, del Partido Nacional
Socialista (Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei, NSDAP, nombre
comúnmente abreviado como "nazi"), nombrado canciller apenas un mes antes
del incendio, acusa de inmediato al Partido Comunista Alemán (Kommunistische
Partei Deutschlands, KPD).
Al día siguiente, junto al ministro del Interior
Wilhelm Frick y el ministro a cargo de las fuerzas de policía
Hermann Goering, miembros ambos del NSDAP, el canciller Hitler ordena
sin dilación el arresto de unos 4 000 opositores políticos y periodistas que
criticaban su régimen, muchos de ellos miembros del Partido Comunista y del
SPD, Partido Socialdemócrata.
Un mes después del misterioso incendio, de la marginación de los comunistas
y del arresto de gran número de socialistas, el Parlamento alemán adoptó por
mayoría, y a pesar de las protestas de los pocos socialistas que quedaban,
una nueva ley de crucial importancia (Gesetz zur Behebung der Not von Volk
und Reich) que de hecho abolía el Parlamento y transfería todos los poderes
al ejecutivo encabezado por Hitler.
Aquel mismo mes se crearon en Alemania los
primeros campos de concentración, a los que fueron enviado, en abril de
1933, más de 25 000 opositores políticos arrestados por las fuerzas
especiales de Hitler - las Schutzstaffel o SS - y por la policía secreta del
régimen, la Gestapo.
Marinus van der Lubbe, un comunista que
había sido arrestado en el lugar de los hechos durante la noche del incendio
del Reichstag, fue juzgado, condenado a muerte y ejecutado. Ya antes del
inicio mismo del juicio contra van der Lubbe, una investigación de los
británicos había llegado a la conclusión de que los militantes del NSDAP
habían provocado ellos mismos el misterioso incendio para apoderarse del
control total del Estado.
A principios de 1933, Hitler y sus numerosos
partidarios convirtieron así Alemania en una dictadura dirigida por el
Fuhrer y su partido nazi.
Seis años más tarde, Hitler declaraba la Segunda
Guerra Mundial, que provocó una devastación sin precedentes y la muerte de
60 millones de personas. Fueron aquellas las horas más sombrías de la
historia de la Humanidad. Cuando el Ejército Rojo tomó finalmente Berlín e
izó la bandera de la URSS en lo alto del Reichstag, Hitler - ya vencido - se
suicidó. En Berlín, era el 30 de abril de 1945. [1]
"La instauración de las organizaciones stay-behind
en los países de la OTAN comenzó inmediatamente después de la Segunda
Guerra Mundial", según confirmó en 1990 el informe oficial del gobierno
alemán. [2]
Después de la derrota de Alemania, en 1945, el
caos del final de la guerra proporcionaba, según la visión de los
estadounidenses, las condiciones ideales para la creación de una red stay-behind.
En su calidad de fuerza ocupante, las tropas de
Estados Unidos compartían el control del territorio con los ejércitos de
Francia, Gran Bretaña y la Unión Soviética. La prioridad era reunir un gran
número de individuos visceralmente anticomunistas con experiencia en la
realización de acciones de guerrilla y en el manejo de armas y explosivos.
Es por ello que, en el mayor secreto, Estados
Unidos reclutó ex nazis y los incorporó a la red stay-behind alemana. En el
momento del escándalo que desencadenó Andreotti, en 1990, el canal de
televisión privado RTL conmocionó a la opinión pública alemana al revelar en
un reportaje sobre el Gladio que ex miembros de la temida Waffen-SS de
Hitler, los mismos que habían exterminado a los comunistas bajo el III
Reich, habían sido después miembros de la red stay-behind alemana.
Un documento del estado mayor estadounidense titulado Overall Strategic
Concepts (Conceptos Estratégicos Generales) y fechado el 28 de marzo de
1949 subrayaba que Alemania,
"disponía de un excelente potencial en
hombres entrenados para conformar las unidades clandestinas y las
reservas del ejército secreto [unidades stay-behind]. Una resistencia
eficaz puede y debe organizarse." [3]
Por orden del Pentágono, el Counter
Intelligence Corps (CIC) - que acababa de crearse - recibió entonces la
tarea de buscar a los antiguos nazis para juzgarlos en Nuremberg mientras
reclutaba simultáneamente a los partidarios de la extrema derecha
incorporándolos a las filas del ejército secreto anticomunista.
Aquella práctica no fue revelada hasta 1986,
cuando el Departamento de Justicia estadounidense dio una conferencia de
prensa - quizás la más importante desde el escándalo del Watergate - en la
que reconoció que el CIC había reclutado a un alto dignatario nazi
inmediatamente después del fin de la guerra.
Un largo estudio de 600 páginas compilado por
Allan Ryan para el Departamento de Justicia de Estados Unidos confirmaba
que el oficial de las SS y responsable de la Gestapo Klaus Barbie
había sido reclutado en 1947 por el CIC, que posteriormente lo había ayudado
a escapar a las acciones legales por crímenes de guerra, antes de organizar
su huida de Europa hacia Argentina a través de una red clandestina.
No fueron precisamente las cualidades morales de Klaus Barbie las que
movieron a los agentes de los servicios secretos estadounidenses a salvarlo
sino más bien su experiencia y su potencial utilidad para la creación de la
red stay-behind alemana.
La prensa británica reportó en 1990 que:
"Entre los que fueron reclutados y a su vez
reclutaron [a otros] durante los primeros años del programa figuraba un
ex Obersturmführer de las SS, Hans Otto, así como otros personajes de
menor envergadura.
Pero el reclutado más valioso de aquella
operación fue Klaus Barbie quien trabajó [a su vez] en el reclutamiento
de ex nazis y de miembros de la organización fascista Bund Deutscher
Jugend (BDJ)." [4]
En 1943 y 1944, Klaus Barbie había ordenado la
ejecución de al menos 4 000 personas, miembros de la Resistencia y judíos,
así como la deportación de otras 15 000 hacia los campos de concentración y
de exterminio, lo cual le había valido el sobrenombre de "Carnicero de
Lyon".
Poco después del fin de la guerra, Barbie fue
hallado culpable de crímenes contra la humanidad y condenado a muerte en
ausencia por un tribunal francés al cabo de un juicio en el que los testigos
lo describieron como un torturador sádico que aterrorizaba a hombres,
mujeres y niños con su fusta y su perro pastor alemán. [5]
Reinhard Gehlen (1902-1979).
Jefe del servicio de inteligencia nazi en el Frente
Oriental y general de brigada de la Reichswehr.
Supo anticiparse al fin de la Segunda Guerra Mundial
acercándose a
conspiradores contrarios a Hitler.
En
el momento de la liberación, se da a conocer a las
autoridades estadounidenses al entregarles en microfilms
el contenido de sus archivos.
Creó, por cuenta de la CIA, el nuevo servicio de
inteligencia de la RFA (BND), convirtiéndose en su jefe.
Desde ese cargo protege la red Gladio alemana y recluta
decenas de miles de ex agentes nazis para la realización
de operaciones de sabotaje contra la Unión Soviética.
Consiguió para la CIA la parte más importante de la
información de inteligencia que esa agencia llegó a
tener sobre el bloque del este, información a menudo
exagerada.
Dimite, en 1963, cuando se descubre que los soviéticos
habían
penetrado su organización a los más altos niveles.
En la conferencia de prensa de 1986, el Departamento estadounidense de
Justicia se abstuvo de mencionar el papel que había desempeñado Klaus Barbie
en la creación de la red stay-behind y afirmó que, con excepción de Barbie,
"no existía ninguna otra huella de un caso
similar en que un nazi sospechoso de crímenes de guerra haya sido
exfiltrado o ni siquiera de cualquier otra persona buscada por el
gobierno de Estados Unidos o por el [gobierno] de alguno de sus
aliados". [6]
Aquella declaración es en realidad una mentira.
El personaje más importante reclutado por el CIC
no fue el Carnicero de Lyon sino el general Reinhard Gehlen.
Este último había iniciado su carrera en los
servicios secretos bajo el III Reich, asumiendo en 1942 el mando del
Fremde Heere Ost (FHO, las Tropas Extranjeras del Este) cuya misión era
combatir las tropas soviéticas.
"Gehlen obtenía la mayor parte de su
información perpetrando los peores crímenes de guerra, la tortura, el
interrogatorio y haciendo morir de inanición a unos 4 millones de
prisioneros soviéticos", descubrió el historiador estadounidense
Christopher Simpson al investigar sobre el reclutamiento de nazis por
parte de Estados Unidos. [7]
Gehlen estaba totalmente consciente de que sus
crímenes le habían valido un lugar en la lista negra del NKVD, los servicios
especiales de Moscú.
Cuando se dio cuenta de que Alemania estaba
perdiendo la guerra prefirió entregarse al CIC estadounidense - el 20 de
mayo de 1945 - para escapar a las represalias de los rusos.
Gehlen había previsto, con toda razón, que la información que había logrado
arrancar mediante la tortura a los prisioneros comunistas y soviéticos
despertaría gran interés entre los estadounidenses. Así que, con ayuda de
varios altos responsables nazis, había transferido minuciosamente a
microfilms los registros del FHO sobre la URSS y había conservado los
microfilms en cilindros herméticos de acero que había enterrado después en
los Alpes austriacos.
Después de varias semanas de detención en manos
del CIC, Gehlen se puso en contacto con el general estadounidense Edwin
Luther Siber y le reveló su secreto. Siber se quedó tan impresionado que
se encargó de la carrera de Gehlen en los siguientes años.
Lo presentó a los más altos responsables de la
inteligencia estadounidense, como el general Walter Bedell Smith,
quien encabezaba en aquel entonces los servicios secretos militares de
Estados Unidos en Europa y dirigió posteriormente la CIA entre 1950 y 1953.
Siber también presentó Gehlen al general
William Donovan, el jefe de la Office of Strategic Services (OSS), el
servicio secreto competente en caso de guerra, y a sus agentes Allen
Dulles, futuro director de la CIA, y Frank Wisner, futuro jefe de
la OPC - la Oficina de Coordinación Política de la CIA, que estuvo a cargo
de la creación de la red stay-behind en Europa. [8]
Guiados por Gehlen, los estadounidenses recuperaron los microfilms
enterrados en Austria y, en agosto de 1945, Siber envió Gehlen con sus
microfilms a Washington para una entrevista.
El presidente Truman también quedó muy
impresionado, al extremo que puso a Gehlen y a muchos de los colaboradores
de este último a la cabeza del primer servicio alemán de inteligencia creado
después de la Segunda Guerra Mundial, bautizado incluso como Organización
Gehlen (ORG).
Como concluyó Simpson,
"A fin de cuentas, Gehlen y varios cientos
de oficiales superiores alemanes llegaron a ponerse de acuerdo con los
británicos o los americanos [estadounidenses] (…) Pero el general Gehlen
se impuso como el más importante de todos." [9]
Con el respaldo financiero y material de Estados
Unidos, el cuartel general del ORG se instaló primeramente en Oberursel, no
lejos de Francfort, antes de mudarse a Pullach, cerca de Munich, a un
antiguo centro de entrenamiento de las Waffen-SS, donde aún se encuentra hoy
en día el Bundesnachrichtendienst (BND), el actual servicio de inteligencia
alemán.
En el marco de los acuerdos secretos de
cooperación entre la CIA y el ORG, el agente James Critchfield fue
enviado a Alemania.
Critchfield, a quien los alemanes pusieron como
sobrenombre "Her Marschall", supervisó el trabajo de los servicios de Gehlen
ocupándose permanente de que se le comunicaran los nombres de los 150
principales agentes de la organización, como medio de mantener el servicio
de inteligencia alemán bajo control estadounidense.
"Yo estaba estacionado en Augsberg y, como
hablaba el idioma fluidamente, me confiaron la dirección de una red de
informantes alemanes a la que pertenecía Klaus Barbie y Klaus Barbie
era… hee… descubrí después que los franceses lo estaban buscando por
asesinato y se lo dije a mis superiores, quienes me respondieron que no
buscara problemas:
'nos sigue siendo útil por el momento.
Cuando no tengamos más nada que sacarle, lo entregaremos a los
franceses.'
¡Yo había creído que me merecía un ascenso
por haberles hablado de Barbie y me dijeron simplemente que cerrara la
boca!" [10]
Gunther Bernau
El ex agente del CIC Dabringhaus, hoy residente en la Florida,
explicaba después cómo antiguos nazis habían preparado escondites de armas
stay-behind por orden de los estadounidenses:
"El coronel Gunther Bernau era un agente, un
informante que trabajaba para la inteligencia militar en Stuttgart.
Nosotros [el CIC] le habíamos proporcionado un alojamiento, un escondite
en Ludwigsburg donde nos reuníamos 3 veces por semana para que él me
transmitiera información sobre los comunistas. Nos decía todo lo que
queríamos saber."
El objetivo de Estados Unidos era combatir el
comunismo a cualquier precio, recuerda Dabringhaus, aunque a él mismo no le
impresionaba mucho Gunther Bernau:
"Seguramente había tenido mucho influencia
en tiempos del nazismo. Un día me senté a su buró y estuve hojeando un
álbum de fotos que databan de la guerra. Una de ellas era un magnífico
retrato de Adolf Hitler.
[Bernau] recibía visitas de varios ex
oficiales superiores nazis de la Waffen-SS en su casa de Ludwigsburg y
me decía que si algún día necesitaba ayuda le bastaba con una simple
llamada telefónica para contactar con 200 ex responsables SS de Hamburgo
hasta Munich."
Según las declaraciones de Dabringhaus, Bernau
estaba muy implicado en la creación del ejército secreto alemán:
"Recuerdo que un día me llevó a un lugar
preciso donde cavamos y encontramos fusiles, armas cortas, granadas,
todo cuidadosamente empaquetado, y me dijo:
'tenemos miles así por todo el país”.
Aquello me inquietó un poco, así que lo
informé a mis superiores, quienes me respondieron:
'Estamos al corriente. Ellos trabajan
para nosotros, en caso de que los comunistas atraviesen la Cortina
de Hierro.'"
Los altos responsables estadounidenses, fieles a
su principio de máxima confidencialidad, no informaban al agente del CIC
Dabringhaus sobre los detalles del ejército stay-behind.
Pero el agente se enteró de lo suficiente como
para entender que se trataba de un proyecto altamente secreto en el que
participaban gran cantidad de nazis:
"Un ex general, un general SS, Paul Hauser,
visitaba regularmente a Bernau. Los dos trabajaban juntos en ciertos
proyectos de los que no sabíamos absolutamente nada e incluso se me
pedía no tratara de saber nada más.
Me imagino que alguno de mis superiores ya
dirigía el conjunto de aquellas operaciones." [11]
Cuando estalló el escándalo del Gladio, en 1990,
un ex responsable de la inteligencia de la OTAN explicó, en condiciones de
anonimato, que para construir el ejército secreto alemán el departamento de
operaciones especiales de la CIA, bajo la dirección de Frank Wisner,
había literalmente,
"anexado el servicio de espionaje de Hitler
dirigido por Reinhard Gehlen. Eso se sabe con seguridad porque Gehlen
fue el padre espiritual de la red stay-behind de Alemania, su papel lo
conocía perfectamente el canciller Konrad Adenauer, y desde el comienzo
mismo."
Según esa misma fuente anónima de la OTAN, el
presidente Truman y el canciller Adenauer habían,
"firmado un protocolo secreto en el momento
de la adhesión de la RFA a la alianza atlántica en mayo de 1955,
protocolo según el cual las autoridades de Alemania occidental se
abstendrían de emprender acciones judiciales contra partidarios
reconocidos de la extrema derecha.
Lo que es menos conocido es que otras
personalidades políticas alemanas de primer plano también fueron
informadas de la existencia de aquellos planes de resistencia.
Entre ellas estaba nada menos que el
ministro de Relaciones Exteriores alemán de aquella época, el ex
dignatario nazi Hans Globke." [12]
En 1952 se descubrió en Alemania una de las
redes que los estadounidenses habían construido y conformado en gran parte
con nazis, el Bund Deutscher Jugend (BDJ) y su rama stay-behind conocida
como Technischer Dienst (TD).
Klaus Barbie había contribuido activamente a la
creación del stay-behind BDJ-TD. [13]
Pero el secreto se supo rápidamente. En su
edición del 10 de octubre de 1952, bajo el ambiguo título "Saboteadores
alemanes traicionan la confianza de los americanos.
Apertura de una amplia investigación después de
confirmarse el financiamiento y entrenamiento de guerrilleros", el New
York Times reportó que
"fuentes bien informadas confirmaron ayer
que Estados Unidos financiaba y apoyaba el entrenamiento clandestino de
jóvenes alemanes, entre los que había un buen número de ex soldados,
para formarlos en la realización de operaciones de guerrilla ante la
posibilidad de una guerra contra la URSS".
El diario estadounidense proseguía:
"Las revelaciones que se hicieron ayer en el
Parlamento regional de Hesse y los titulares que publican hoy los
periódicos alemanes han provocado considerable malestar en el
Departamento de Estado y el Pentágono" ante todo porque "se descubrió
que los grupos que debían realizar esas operaciones se implicaron en
combates políticos. Sus jefes (…) establecieron listas negras de
ciudadanos que 'liquidar' de cuya fiabilidad podía dudarse en una guerra
contra los rusos."
"Se organizaron varias reuniones entre
representantes alemanes y americanos" porque "varios socialistas, entre
ellos algunos miembros del gobierno, figuraban en la lista junto a
comunistas".
Aquel descubrimiento precoz de una parte del
stay-behind alemán provocó un gran escándalo a ambos lados del Atlántico.
En Estados Unidos, la revista Newsweek anunció
el 20 de octubre de 1952 que la CIA había organizado un grupo de "stay-behind"
en Alemania.
El día 29, el semanario informativo alemán Der
Spiegel precisó, con toda razón, que aquellas redes stay-behind existían
igualmente en numerosos países de Europa:
"El caso del BDJ ha causado gran inquietud
en las diferentes estaciones de los servicios secretos estadounidenses
en Europa. En efecto, el 'Technischer Dienst' alemán es sólo una de las
ramas de una red de partisanos respaldada por Estados Unidos y que se
extiende por toda Europa."
El semanario alemán Der Spiegel precisaba
incluso:
"Esa red está muy implantada en Francia,
Bélgica, los Países Bajos, Luxemburgo, Italia y en la península ibérica.
En Francia, la organización fue creada desde 1948 con el respaldo del
[ministro del Interior] socialista Jules Moch."
¿Qué había pasado? ¿Cómo había salido a la luz
el secreto?
El 9 de septiembre de 1952, el ex oficial de las SS Hans Otto se
había presentado por voluntad propia en la sede de la policía criminal de
Francfort, en el Land de Hesse, donde declaró, según los archivos del
gobierno alemán,
"pertenecer a un grupo de resistencia
política cuya misión era realizar actos de sabotaje y volar puentes en
caso de invasión soviética".
Según Otto, a quien no le agradaban las
actividades terroristas,
"un centenar de miembros de la organización
habían recibido una formación ideológica, habían aprendido el uso de
armas de fabricación americana, rusa y alemana y habían sido entrenados
en tácticas militares. La mayoría de esos hombres eran ex oficiales de
la Luftwaffe, de la Wehrmacht o de las Waffen-SS".
Según puede leerse en la transcripción de su
confesión:
"Aunque oficialmente no era necesario
mostrar opiniones neofascistas, gran parte de los miembros se inscribían
en esa tendencia. Los medios financieros de la organización venían de un
ciudadano americano nombrado Sterling Garwood."
Otto reveló también que, en lo que llegaba una
invasión soviética, el ejército secreto alemán realizaba actos subversivos
en el territorio nacional:
"En materia de política interna, la
estrategia de la organización apuntaba al KPD [el Partido Comunista
Alemán] y el SPD [el Partido Socialdemócrata]". [14]
La "organización" a la que Otto se refería
estaba integrada a la red stay-behind alemana pero no representaba el
conjunto de la red, ni siquiera en aquella época.
La rama había adoptado el engañoso nombre de BDJ,
iniciales de la Unión de la Juventud Alemana, cuando la edad media de sus
miembros andaba en realidad por los 40 años. Mucho antes del testimonio de
Otto, el movimiento se había hecho notar por su anticomunismo radical.
Pero lo que se ignoraba hasta aquel momento era
que la BDJ había servido de pantalla al Technischer Dienst (Servicio
Técnico o TD), una red stay-behind de tipo paramilitar y altamente secreta
que se componía de antiguos nazis, financiada por Estados Unidos y equipada
con armas y explosivos.
Según las estadísticas alemanas, la BDJ, que se
extendía a toda la RFA, llegó a contar oficialmente con 17 000 miembros
mientras que una investigación del gobierno federal afirmaba que los
efectivos del TD no pasaban de 2 000 individuos. [15]
En 1952, el testimonio de Otto dio lugar a una amplia investigación policial
que permitió localizar el centro de entrenamiento de la red stay-behind
cerca de Waldmichelbach, un pintoresco pueblecito en medio del bosque de
Odenwald, que a su vez se halla en el Land de Hesse.
Antes de aquella fecha, el entrenamiento de los
miembros del Gladio alemán se desarrollaba en la base militar estadounidense
de Grafenwohr, en Alemania. [16]
Aquel campamento, que los visitantes habituales
llamaban "Wamiba", consistía esencialmente en un viejo edificio, un campo de
tiro subterráneo y un bunker construido cerca de allí. Todo el conjunto se
hallaba en el flanco de una montaña, al abrigo de las miradas y a 500 metros
de la carretera más cercana.
Los habitantes del pueblo recuerdan,
"que los americanos hacían regularmente
ejercicios de tiro o algo así". [17]
Otto reveló a las autoridades alemanas que los
contactos entre el BDJ-TD y la CIA se concretaban la mayor parte de las
veces a través del misterioso señor Garwood.
Aquel hombre, probablemente un agente de la CIA,
entrenaba regularmente a los miembros del TD en el bosque de Odenwald y muy
a menudo insistía en el carácter altamente secreto de la red stay-behind y
en que no se podía hablar de ella a nadie, bajo ningún pretexto. Sus
instrucciones fueron tomadas, según parece, muy en serio.
Y cuando surgieron sospechas de que un miembro
del TD residente en otro Land - Baviera - "había llenado una planilla de
adhesión a otra organización de resistencia", en el Technischer Dienst
se habló muy seriamente de la posibilidad de eliminarlo, según contó Otto,
no sin cierta repulsión: [18]
"No me parece que esos métodos le plantearan
ningún tipo de problema a Garwood."
"Él nos enseñaba, por ejemplo, a matar sin dejar huellas, simplemente
durmiendo a la víctima con cloroformo, sentándola en su propio auto y
reintroduciendo los gases de escape [del motor] en el habitáculo a
través de un tubo. También nos enseñaba a utilizar la violencia en
interrogatorios sin dejar huellas."
Otto recordaba su propia iniciación en métodos
de tortura:
"Comience por vendarle los ojos a la persona
que va a interrogar. Haga freír carne en la habitación y aplique un
pedazo de hielo en ciertas partes del cuerpo. El contacto del hielo
combinado con el olor de la carne le dará [a la persona] la impresión de
que la están quemando con un hierro al rojo vivo." [19]
Otto especificó que Garwood ponía los fondos y
la mayoría del equipamiento.
En total, cerca de 130 hombres, en su mayor
parte antiguos nazis, pasaron por el centro de Wamiba para recibir formación
en métodos de interrogatorio, manejo de armas y explosivos, técnicas de
emboscadas y asesinato y procedimientos de comunicación por radio. Otto
abordó después la cuestión, raramente mencionada pero no menos importante,
de la capacidad de los combatientes stay-behind para realizar su misión en
caso de invasión soviética.
Desde el punto de vista de la estrategia militar
es evidente que las posibilidades de supervivencia a largo plazo de una red
stay-behind en un contexto de ocupación, y sobre todo de ocupación
soviética, son extremadamente bajas.
Los oficiales nazis del TD que ya tenían la
experiencia de la guerra estaban perfectamente conscientes de ello y Otto
subrayó que la mayoría de ellos no estaban nada entusiasmados con la idea de
mantenerse detrás de las líneas enemigas tratando de sobrevivir a una
ocupación soviética:
"La idea de los americanos era que todos los
miembros se quedaran pasivamente detrás de las líneas soviéticas para
ser utilizados después como partisanos.
Pero Peters [el jefe del TD] nunca hubiese
podido concretar ese plan porque, en caso de invasión de los rusos,
todos los agentes de la organización habrían tratado a toda costa de
irse a occidente." [20]
El 13 de septiembre de 1952, o sea 2 días
después de que Otto terminara sus declaraciones, la base stay-behind de
Wamiba fue tomada por asalto y cerrada por la policía alemana.
Las oficinas y domicilios de los miembros del TD
fueron igualmente sometidos a registro y sellados con vistas a una
investigación. Los agentes del stay-behind fueron detenidos. Armas,
explosivos y municiones fueron confiscadas al mismo tiempo que toda la
documentación de la organización.
Uno de los expedientes hallados resultó
particularmente interesante.
Los investigadores tuvieron la sorpresa de
descubrir en él la identidad de las personas que debían ser asesinadas el
Día D:
"La lista de proscripción contiene los
nombres de los individuos a eliminar. La lista está incompleta porque
aún está en fase de elaboración".
El documento precisaba también la identidad del
agente encargado de elaborar el listado para el Land de Hesse: Hans
Breitkopf. [21]
Otto Rietdorf, el agente del TD que había
sugerido la expresión "lista de proscripción", explicó:
"Encontré el término 'proscripción' en la
documentación rusa en la que designa disposiciones tomadas contra el
oeste. En la acepción rusa se trata de personas de las que hay que
ocuparse. Me parece que no hay dudas de lo que eso significa en Rusia."
Rietdorf agregó que la CIA tenía conocimiento de
aquella operación:
"Gardwood estaba perfectamente al tanto de
todo aquello."
Hans Otto también confirmó que aquellos
"informes y expedientes individuales habían sido comunicados a los
americanos por el BDJ y el TD".
Los hombres que recogían aquella información eran al parecer un tal "Dr.
Walter" y, nuevamente, el señor Gardwood. La investigación oficial alemana
sobre aquella primera versión del ejército secreto concluyó con solemnidad y
extrema precisión:
"Según este testimonio, el uso de la
violencia contra blancos internos estaba previsto en caso de producirse
el Día D." [22]
No se determinó si "D" designaba únicamente el
día de la invasión o si se aplicaba a otras situaciones, como sublevaciones
populares o una victoria masiva de la izquierda en las elecciones.
En la lista de proscripción de los miembros del Gladio aparecían gran
cantidad de comunistas alemanes reconocidos así como socialistas moderados,
entre los que se hallaban numerosos responsables políticos muy presentes en
el escenario de la época, como,
-
Heinrich Zinnkann, ministro del Interior
socialista del Land de Hesse
-
Hans Jahn, presidente del sindicato
alemán de los ferrocarriles
-
Emil Carlebach, reportero del
Frankfurter Rundschau,
...y muchos más.
El periodista Leo Muller, especialista
del Gladio, cuenta que a raíz del descubrimiento de la lista de proscripción
"la sorpresa fue tan grande que las primeras reacciones denotaban
escepticismo". [23]
El historiador estadounidense Christopher
Simpson concluye:
"Los líderes del TD y del BDJ habían hecho
de la liquidación de los políticos alemanes considerados 'izquierdistas'
una de sus prioridades en caso de ofensiva soviética.
Para el Technischer Dienst, los comunistas alemanes figuraban, por
supuesto, a la cabeza de la lista de personas que había que matar.
Venían después los representantes más
visibles del SPD de Alemania occidental. El TD tenía previsto asesinar a
más de 40 altos responsables del Partido Socialdemócrata, entre ellos a
Erich Ollenhauer, quien encabezaba el partido desde 1952."
Simpson descubrió que Estados Unidos no tenía la
menor confianza en la izquierda alemana y que, por consiguiente, entrenó a
los agentes secretos del BDJ y les asignó la misión,
"de penetrar el SPD y de espiar a los
líderes del partido para poder eliminarlos más rápidamente cuando
llegara el momento". [24]
Como puede comprenderse fácilmente, el Land de
Hesse no podía admitir que la Casa Blanca estuviera entrenando y equipando
en el mayor secreto a neonazis alemanes con listas secretas de gente que
matar, entre las que se hallaban algunos de los ciudadanos más respetables
del país.
Así que la capital regional - Francfort - se
convirtió en teatro de debates particularmente tempestuosos. Las relaciones
diplomáticas entre Estados Unidos y la RFA, ya de por sí muy delicadas
después de la guerra, se deterioraron considerablemente y las posteriores
entrevistas entre responsables estadounidenses y alemanes fueron
particularmente tensas.
El canciller Konrad Adenauer fingió no
saber nada de todo aquello mientras que los estadounidenses trataban, por su
parte, de limitar los daños.
Donnelly, el embajador de Estados Unidos en
Bonn, explicó que la organización había sido creada en el contexto de la
guerra de Corea y agregó que ya se había previsto de antemano que la red
fuese disuelta en los siguientes meses, independientemente del testimonio de
Otto. Incluso dijo que el financiamiento ya estaba interrumpido desde agosto
de 1952.
Pero los miembros del TD se apresuraron a
atestiguar que ya habían recibido el financiamiento para el mes de
septiembre.
Era un tal Paul Luth, alto responsable del BDJ-TD, que servía de
intermediario entre este y la CIA, quien controlaba los flujos de dinero
provenientes de Estados Unidos, como se reveló en la investigación. [25]
Luth se reunía regularmente con varios
estadounidenses a quienes rendía cuentas y, cuando se trataba de cuestiones
delicadas, hacía siempre 4 copias de los informes escritos que entregaba a
la CIA. [26]
Cuando se descubrió el stay-behind alemán, los
estadounidenses escondieron a Luth, quien pudo así escapar a la justicia y
desapareció sin dejar rastro. Un antiguo compañero de escuela de Luth,
Erhard Peters, también ocupaba funciones de primer plano en el ejército
secreto.
Peters fue nombrado a la cabeza del
Technischer Dienst debido a su competencia en el campo de las
comunicaciones por radio y en operaciones de guerrilla. Le gustaba que se
identificara la red como la "Organización Peters" y, para mostrar su
categoría, se había comprado un Mercedes 170 V y un BMW descapotable.
Cuando su ejército secreto fue descubierto
tampoco fue posible arrestar a Peters porque este invocó "la protección de
los americanos", según los términos del informe de la investigación.
Luth reapareció posteriormente ante la policía
alemana luego de haber,
"dado a los americanos su palabra de honor
de que no revelaría nada".
Según su propio testimonio, la Casa Blanca les
había ofrecido, a él y a otros nazis implicados en el escándalo TD, la
posibilidad de emigrar a Estados Unidos, pero Luth no había aceptado la
propuesta. [27]
Ante los policías, Peters reconoció haber
quemado numerosos expedientes que contenían informes destinados a los
estadounidenses sobre las actividades del TD.
Georg August
Zinn (1901-1976).
Socialista alemán, fue
uno de los padres de la Constitución de la RFA.
Presidió el Land de
Hesse (de 1950 a 1969).
En 1952, reveló con
precisión la existencia del Gladio alemán
y trató de obtener su
prohibición.
Para los alemanes, el escándalo vinculado al BDJ-TD no fue únicamente de
carácter regional sino que se convirtió en un verdadero asunto de Estado.
Pero si Francfort creyó en algún momento que
podía contar con la cooperación de Bonn - el gobierno federal - el hecho es
que no tardó en sufrir un desencanto. Al cabo de largas conversaciones con
los estadounidenses, los principales responsables de la CDU del gobierno
conservador de Adenauer trataron de enterrar el asunto y frenar las
investigaciones.
El 30 de septiembre de 1952, la Corte Suprema de
Karlsruhe decidió - sin consultar o al menos informar a la policía de
Francfort - poner en libertad a todos los miembros de la red TD que habían
sido detenidos, lo cual provocó un verdadero escándalo entre la población.
Los miembros del Gladio fueron por lo tanto
liberados mientras que los dos jueces que habían que habían tomado aquella
extraña decisión, Schrubbers y Wagner, eran ascendidos.
El primer ministro del Land de Hesse, August
Zinn, comentó lleno de cólera:
"La única explicación legal de esa
liberación es que quizás hayan estimado en Karlsruhe [en la Corte
Suprema] que actuaron bajo la dirección de los americanos". [28]
Zinn estaba tan furioso que decidió presentar el
asunto al Parlamento federal, a pesar de las enormes presiones de los
estadounidenses para evitar que lo hiciera.
Fue así que, el 8 de octubre de 1952, el público
y la prensa, en Alemania y en el extranjero, supieron por primera vez de la
existencia de ejércitos stay-behind nazis financiados por Estados Unidos.
"Señor Presidente, señoras y señores",
declaró Zinn ante el Parlamento, "después de la entrevista que tuve el
pasado 3 de octubre en Francfort con el canciller Adenauer y como
resultado de la discusión que acabo de tener esta misma mañana en mi
oficina con el señor Reeber, representante del Alto Comisariado
americano, tengo que informar a la cámara de los siguientes hechos: el 9
de septiembre de 1952," - el rostro del presidente era particularmente
grave - "la policía criminal alemana supo de la existencia de una
organización secreta creada en 1950-1951 por jefes del BDJ y bautizada
TD por 'Technischer Dienst”".
Zinn prosiguió ante un auditorio perplejo:
"La organización estaba concebida como un
movimiento de resistencia armada con objetivos políticos, constituido
con el consentimiento y la cooperación del presidente del BDJ, Paul Luth.
Gerhard Peters era el jefe de esa organización."
Era la primera vez que políticos oían hablar de
la existencia de un ejército secreto stay-behind.
Zinn les informó que:
"Esa sección TD del BDJ tenía como misión
formar un ejército de partisanos que, según los planes iniciales, debía
mantenerse detrás de las líneas enemigas en caso de invasión soviética
para realizar actos de sabotaje en territorio ocupado, como la voladura
de puentes o ataques contra campamentos."
Después de aquella somera descripción de las
características típicas de una red stay-behind, Zinn mencionó el respaldo
aportado por Estados Unidos y la dimensión nacional del ejército secreto
anunciando que:
"Según el testimonio de una persona
directamente implicada y el material que se ha logrado confiscar, la
organización tenía como blancos, dentro de nuestras fronteras, el KPD y
sobre todo el SPD.
El descubrimiento de la organización dio
inmediatamente lugar a detenciones y a la ocupación de documentos el 18
de septiembre de 1952.
Pero el 1º de octubre, la Corte Suprema ordenó que los sospechosos
fuesen liberados bajo el pretexto de que el ejército secreto había sido
creado por orden de varias agencias americanas."
Las actas de la sesión parlamentaria señalan que
se extendió entonces un clamor por toda la sala y que se oyeron
exclamaciones de los diputados:
"¡Escuchen! ¡Escuchen!" o "¡Increíble!".
Cuando el auditorio se calmó, Zinn prosiguió:
"Según el testimonio de un alto responsable
del TD, incluso se planificaron asesinatos".
El anuncio acentuó la agitación del auditorio y
algunos diputados comienzan a dirigirse a sus colegas:
"¡Oigan! ¡Oigan! ¡Otra vez!"
Zinn continuó:
"Se instaló un centro de entrenamiento en
Waldmichelbach, en el bosque de Odenwald (...) Los miembros de la
organización eran en gran parte ex oficiales de la Luftwaffe, de la
Wehrmacht y de las SS."
De nuevo se agitó el Parlamento ya que todos sus
miembros habían conocido la Segunda Guerra Mundial.
Los parlamentarios gritaban ahora:
"¿Están oyendo? ¡Increíble!"
Zinn explicó que los agentes tenían de 35 a 50
años y que,
"la organización disponía de un
financiamiento considerable, los documentos ocupados sugieren que su
presupuesto mensual se acercaba a los 50 000 marcos".
Al oír aquello, un diputado gritó:
"¿De dónde venía ese dinero?"
Zinn respondió que,
"el dinero llegaba directamente al TD
mediante transferencias fraudulentas provenientes de una agencia
americana" y agregó que "la misma organización estaba también a cargo de
una misión interna (…) Según el testimonio de uno de sus dirigentes,
debía proceder a la eliminación de individuos 'sospechosos' cuando
llegara el Día-D", lo cual provocó nuevas reacciones en la asamblea,
donde se oyeron voces que exclamaban: "¡Así que asesinatos! ¡Increíble!"
Perfectamente consciente de la verdadera
conmoción que sus revelaciones estaban provocando, Zinn continuó en el mismo
tono solemne:
"Sobre este punto, hay que señalar que 15
hojas contenían nombres de comunistas mientras que se ocuparon no menos
de 80 páginas sobre personalidades de la socialdemocracia (…) el
ministro del Interior socialdemócrata del Land de Hesse estaba
considerado como sospechoso de mantener vínculos con los comunistas."
Además de críticas, esta última declaración
provocó risas entre los diputados.
"Según varios testimonios, una buena
cantidad de documentos confidenciales fueron destruidos y otros fueron
confiscados por un representante de las autoridades americanas y están,
por lo tanto, actualmente inaccesibles. El dinero y las armas eran
proporcionados por un americano que también supervisaba el
entrenamiento", lo cual provocó una nueva ola de protestas entre los
parlamentarios.
Pero Zinn no había terminado aún:
"Es importante señalar que, en el
extranjero, organizaciones clandestinas similares han servido de base a
actividades ilegales perpetradas en el territorio nacional. Se trata de
una experiencia que ya hemos vivido, hace 30 años, en este país y parece
que esa organización se inscribe en ese modelo."
Aquella clara denuncia suscitó la aprobación de
los parlamentarios con exclamaciones como:
"¡Así es! ¡Exacto!"
Zinn prosiguió:
"Esta misma mañana, el señor Reeber,
representante de Estados Unidos, estuvo de acuerdo conmigo en que ese
tipo de organizaciones constituye el fermento de la instauración del
terror en el país, (…) expresó su más sincero pesar y condenó firmemente
la existencia de tal red (…)
Me garantizó su más plena cooperación para
aclarar todo este asunto e identificar todas las ramificaciones para
evitar que este fenómeno se repita en el futuro." [29]
Por supuesto, no por ello fue desmantelado el
Gladio alemán, como quedaría comprobado con las revelaciones de 1990.
Simplemente se disimularon las huellas en la medida de lo posible.
En octubre de 1952, el ex alto comisario
estadounidense McCloy precisó claramente que Estados Unidos no estaba
procediendo a un rearme de los nazis:
"Durante todos estos años que yo he pasado
en Alemania, nuestros objetivos y esfuerzos han apuntado siempre a la
consolidación de las fuerzas democráticas y a la lucha contra los
comunistas y también contra los neo y los pronazis".
McCloy subrayó que:
"Es por lo tanto inconcebible que un
responsable americano haya podido respaldar actos como los descritos por
el primer ministro Zinn. Esto debe expresarse claramente, en nombre de
la verdad y de la amistad." [30]
A pesar de aquellas bellas palabras, el
Parlamento de Hesse encargó al ministro del Interior del Land una profunda
investigación sobre el fenómeno.
En 1953, el ministro entregó sus conclusiones
bajo la forma de un impresionante informe de 3 volúmenes. [31]
Cuarenta años después de aquellos hechos, el ex agente de la CIA Thomas
Polgar, jubilado en 1981 al cabo de 30 años al servicio de la agencia,
se acordaba todavía muy bien del caso del Gladio alemán.
En efecto, a principios de los años 1950, Polgar
había estado destacado en Alemania, donde había sido enviado nuevamente a
principios de los años 1970 como reemplazante de Ray Cline a la
cabeza de la estación CIA en Alemania.
Posteriormente, en los años 1990, Polgar
testimonió:
"El Bund Deutscher Jugend era una
organización política de derecha vagamente afiliada a uno de los
partidos del Land de Hesse, en Alemania, y se componía de hombres
motivados y firmemente decididos a contribuir a la resistencia
clandestina en caso de ocupación de todo o parte del territorio de la
RFA por el Ejército Rojo.
Cuando estalló el escándalo hubo un ruido considerable y se estimó que
el general Truscott [del ejército de Estados Unidos] tendría que
explicar en persona a los elementos implicados lo que había sucedido.
Primeramente se explicó la situación al canciller alemán Konrad
Adenauer."
Como ya hemos visto, aquello no bastó para
arreglar la situación.
"Después hablamos con el general Matthew
Ridgeway, quien era por entonces el comandante en jefe de las fuerzas de
la OTAN, y finalmente con el primer ministro de Hesse Georg Zinn, quien
incluso figuraba en la lista.
[El general] Truscott le explicó que se
trataba de una actividad ilegal pero que, después de todo, no era más
que un ejercicio en papel del que él mismo nada sabía y que no debía en
ningún caso interpretarse como una señal que pusiese en duda la
confianza que nosotros teníamos en el primer ministro Zinn."
[32]
Dieter von Glahn,
ex miembro del Gladio. Fundó
una orden templaria.
Después de las revelaciones de 1990, Dieter von Glahn aportó la
confirmación de que existían células stay-behind no sólo en Hesse sino
también en otros Lander alemanes.
"Nuestra misión y nuestra organización eran
idénticas a lo que hoy se conoce bajo el nombre de Gladio", explicó.
[33]
Personaje ambiguo del medio anticomunista
alemán, Glahn se había escapado de un campo soviético de prisioneros durante
la Segunda Guerra Mundial.
Después del armisticio se había unido al
ejército secreto stay-behind incorporándose al BDJ-TD de Bremen, en el norte
de Alemania.
Según explicó en su autobiografía, publicada en
1994:
"En la época de la guerra de Corea, los
americanos estaban muy inquietos ante la idea de que la misma situación
se repitiese en Alemania".
Así que,
"decidieron reclutar y constituir una unidad
alemana confiable con vista al Día-D, el día de la invasión de Alemania
por parte del Ejército Rojo. La unidad tenía que formarse con armamento
americano, disponer de sus propios escondites de armas y pasar a la
clandestinidad en caso de ofensiva."
Glahn recordó que,
"le BDJ no era más que la pantalla, una
especie de vitrina legal de la organización anticomunista. La rama
clandestina Technischer Dienst u 'Organización Peters', como a veces la
llamaba su director, constituía la verdadera unidad combatiente" y
estaba presente en gran parte del territorio nacional."
"El TD se convirtió por consiguiente en un
componente esencial de la defensa antisoviética germano-americana. A los
americanos les interesaban ante todo los antiguos elementos del ejército
alemán", entre los que se hallaba precisamente él mismo.
"Como yo no escondía mis posiciones anticomunistas, fui reclutado. Así
que yo era oficialmente el responsable del BDJ para la ciudad de
Oldenburg, en Frisia Oriental. Extraoficialmente, yo dirigía el TD en
toda la zona Oldenburg-Bremen-Frisia Oriental [en el noroeste de
Alemania]." [34]
Con cierto orgullo, Glahn cuenta en sus memorias
que el "FBI alemán", el Bundesamt für Verfassungsschutz (BfV), conocía y
cubría las actividades de las redes stay-behind.
"Yo colaboraba muy estrechamente con Neubert,
del BfV."
Glahn menciona la lucha anticomunista en la que
ambos estaban comprometidos:
"de noche salíamos regularmente a pegar
carteles y tapar los de los comunistas (…) denunciábamos así los
vínculos que ciertos hombres de negocios mantenían con los comunistas.
Aquello llevaba a menudo a enfrentamientos violentos."
Fue en esa época que "fundé numerosas
secciones del BDJ en mi zona", con la ayuda de la CIA que entrenaba a
los reclutas en el campamento de Waldmichelbach y en la base
estadounidense de Grafenwöhr.
"Yo mismo participé varias veces en aquellos
entrenamientos.
Los hombres, que portaban un uniforme
americano parduzco y estaban autorizados a llamarse entre sí únicamente
por su nombre de pila, venían de los cuatro puntos cardinales de
Alemania pero no podían en ningún caso revelar el lugar de donde eran
originarios.
Durante 4 semanas estábamos completamente
aislados del mundo exterior."
Los miembros del Gladio seguían,
"un entrenamiento intensivo con vista al
Día-D. En aquella época los americanos preparaban escondites de armas
por todo el territorio de la RFA. En mi zona, mi adjunto y yo mismo
éramos los únicos que conocíamos la localización exacta del escondite de
armas (…)
Estaba enterrado profundamente en un pequeño
bosque." [35]
La red stay-behind alemana no era la única que
gozaba de la protección de la poderosa CIA.
Gracias a esta última, el servicio de
inteligencia ORG y su personal lograron enfrentar los descubrimientos de
1952 sin demasiados problemas. El general Reinhard Gehlen se mantuvo en
funciones y en 1956 la "Organización Gehlen" cambió aquel nombre por el de "Bundesnachrichtendienst"
(BND).
Cuando le preguntaron al director de la CIA
Allen Dulles si no sentía vergüenza por haber colaborado así con el nazi
Gehlen, su respuesta fue:
"Yo ignoro si es un crápula. Usted sabe, hay
muy pocos santos en el mundo del espionaje (…) Además, uno no llega ahí
para hacer amigos." [36]
Por cierto, no fue hasta que el gobierno federal
del canciller conservador Kurt Georg Kiesinger y del vicecanciller y
ministro de Relaciones Exteriores Willy Brandt comenzó a dudar de su
servicio secreto BND que este último fue por primera vez objeto de una
investigación verdaderamente profunda.
El "Informe Mercker" que se redactó entonces constituía,
"un documento tan acusador para el BND que
todavía hoy sigue siendo confidencial".
Al menos eso fue lo que informó la prensa
alemana en 1995.
"Su reveladora conclusión sobre el BND: 'una
organización corrupta”". [37]
Reinhard Gehlen, directamente en el colimador de
la investigación gubernamental, ni siquiera fue autorizado a leer el
informe.
Al leer el documento, los socialdemócratas,
quienes por primera vez desde la guerra acababan de entrar al gobierno en la
persona de Willy Brandt, se sintieron tan incómodos por la presencia nazi en
las altas esferas del ejecutivo que de inmediato despidieron a Gehlen.
Después de haber pasado 20 años a la cabeza del
servicio de inteligencia alemán, Gehlen fue despedido el Día del Trabajador,
el 1º de mayo de 1968.
Para no incomodar a la Casa Blanca se escogió
como sucesor a Gerhard Wessel, quien había servido en Washington como
agregado militar de la RFA después de 1945 y mantenía excelentes relaciones
con la CIA y con el Consejo de Seguridad Nacional estadounidense.
Se ignora si el informe de Mercker, clasificado como confidencial, contenía
información sobre las actividades stay-behind del ORG y del BND, aunque eso
es lo que parecen indicar las pruebas descubiertas durante las
investigaciones realizadas en 1990.
Según el sucinto informe que el gobierno alemán
presentó sobre el BND y su red stay-behind en diciembre de 1990, en
diciembre de 1968 - o sea, sólo unos meses después del informe - se creó un
marco legal para las actividades de la red clandestina:
"En diciembre de 1968, el jefe de la
cancillería federal había mencionado explícitamente en el artículo 16 de
las 'Directivas generales para el BND' que había que emprender
preparativos de defensa".
Parece que el gobierno de la época decidió
continuar la operación stay-behind, pero ya con bases legales:
"La directiva indica: 'El BND procede a los
preparativos y planificaciones necesarios para la defensa, cuyas
cuestiones generales se acuerdan con el jefe de la cancillería
federal'". [38]
El periodista especialista en el Gladio Leo
Muller se preguntó en 1990:
"¿Qué lógica antidemocrática subyacía aún en
los nuevos stay-behind de los servicios secretos alemanes que fueron
descubiertos en 1990?" [39]
¿La salida de Gehlen y la adopción de la nueva
ley debilitaron el control de la CIA sobre las redes stay-behind alemanas?
Eso está por averiguar.
El ex miembro del Gladio Glahn precisa
claramente en su libro que la CIA mantuvo el control hasta el último
instante:
"Escribo deliberadamente 'servicios
secretos' en plural porque nosotros fusionamos más tarde con la
Organización Gehlen por orden de los americanos."
Según Glahn, aunque Gehlen fue el hombre clave
de la red stay-behind alemana, el mando quedaba en manos de Estados Unidos:
"Esa organización había tomado el nombre de
su fundador, el general Gehlen (…) Él había establecido un excelente
cuartel general de la inteligencia en Pullach, en los alrededores de
Munich (…)
El Technischer Dienst, o TD, estaba en
contacto permanente con la gente de la Organización Gehlen. En cuanto al
Día-D, la decisión en el plano militar era siempre, sin embargo, de los
americanos." [40]
Cuando voló en pedazos la pantalla del ejército
secreto alemán, en 1952, a Gehlen y sus colegas se les ofreció asilo en
Estados Unidos para que pudieran escapar a la justicia alemana.
"Me propusieron huir a Estados Unidos, al
igual que a otros miembros del TD que estaban implicados en una
investigación criminal. Lo discutí ampliamente con mi mujer… pero
finalmente decidí que no quería ser un emigrante. Mi lugar estaba aquí,
en Alemania." [41]
En mayo de 1955, Alemania se incorporó a la
OTAN.
Al igual que los demás ejércitos secretos de
Europa, la red alemana fue incorporada al programa de guerra no convencional
de la alianza atlántica.
El informe oficial del gobierno alemán sobre el
stay-behind, redactado por Lutz Stavenhagen en 1990, confirmó que,
"con el fin de uniformizar sus programas con
el mando militar de la OTAN, los servicios de inteligencia que
participaban en la operación establecieron en 1952 el Coordinating and
Planning Committee (Comité de Planificación y Coordinación) o CPC.
Para coordinar su cooperación crearon el
1954 el Allied Coordination Committee (Comité de Coordinación Alliado) o
ACC."
El gobierno alemán confirmó además que el,
"BND es miembro regular del CPC y del ACC
desde 1959".
En un torpe intento de limitar los daños, el
informe oficial afirmaba erróneamente que,
"los dos comités de coordinación nunca
fueron ni forman parte actualmente de la estructura de la OTAN".
Sin embargo, precisamente en el mismo momento,
la investigación del Parlamento de Bélgica revelaba que el ACC y el CPC
habían sido instaurados por el SACEUR [Comandante Supremo] de la OTAN,
puesto sistemáticamente ocupado por un general estadounidense, y que estaban
en contacto directo con el SHAPE [Supreme Headquarters Allied Powers in
Europe] de la OTAN.
El informe oficial alemán trató de insistir en
la soberanía del ejército secreto alemán declarando:
"que el BND haya formado parte de esos
órganos no excluye en nada que el stay-behind nunca estuvo integrado a
la OTAN ni que siempre haya sido el instrumento del BND. Nunca hubo ni
existe hoy ninguna relación de subordinación de los diferentes servicios
de inteligencia con el ACC y el CPC." [42]
"Entre los diferentes servicios existía una
cooperación bilateral así como también multilateral cuya coordinación
garantizaba el ACC", describía el informe oficial del gobierno alemán al
referirse a la dimensión internacional del ejército secreto stay-behind.
"Entre esos participantes figuran, junto a
Alemania Occidental: Bélgica, Dinamarca, Francia, Gran Bretaña, Italia,
Luxemburgo, Noruega y los Estados Unidos de América."
Según el informe, la cooperación incluía,
"entre otras cosas ejercicios conjuntos, la
adquisición de un equipamiento de radio estandarizado [los transmisores
Harpoon], compartir experiencias en materia de entrenamiento, el
establecimiento de una terminología estandarizada en materia de
inteligencia". [43]
Debido a la presencia entre ellos de gran
cantidad de partidarios de la extrema derecha, Stavenhagen prefirió no
precisar cifras en lo que se refería al número de miembros del Gladio que
habían operado en Alemania durante la guerra fría.
"A finales de los años 1950, la organización
contaba alrededor de 75 miembros permanentes.", se limitó a indicar.
"El número de informantes llegó a veces a
500. En 1983, el personal stay-behind fue igualmente formado en la
dirección de los actos de sabotaje contra el invasor y en organización y
mando de grupos de resistencia en territorio ocupado." [44]
Según el informe, el gobierno alemán había sido
informado de la existencia del ejército secreto,
"poco después de 1974 (en el marco de una
presentación de estrategia de conjunto de los preparativos de defensa
del BND). Podemos suponer, sin embargo, que informaciones sobre las
bases de la operación stay-behind pudieron llegar a filtrarse antes de
esa fecha."
En lo tocante al legislativo, una comisión del
Parlamento, obligada a guardar silencio sobre ciertos secretos, fue puesta
al tanto en los años 1980, cuando hubo que buscar créditos para la compra de
nuevos equipos de comunicaciones Harpoon:
"En ocasión de la compra de nuevos
transmisores de radio, la comisión competente (Vertrauensgremium) fue
informada de su utilización por el stay-behind." [45]
Los transmisores de radio Harpoon habían sido
concebidos y producidos por orden del ACC, el centro de mando stay-behind de
la OTAN, por la firma alemana AEG Telefunken, filial del grupo Daimler.
El servicio de inteligencia BND había servido de
intermediario y había comprado los sistemas Harpoon al fabricante por cuenta
del ACC, que no debía aparecer en la transacción.
El BND había hecho un pedido total de 854
transmisores por un monto de 130 millones de marcos. Conservó equipos por
valor de unos 20 millones y revendió el resto a los demás ejércitos stay-behind
de Europa Occidental.
Último grito de la tecnología en su época, el
sistema Harpoon podía enviar y recibir mensajes de radio codificados hasta
una distancia de 6 000 kilómetros, así que era capaz de garantizar el enlace
entre los diferentes stay-behind y entre ambas orillas del Atlántico.
[46]
Durante la guerra fría Alemania estuvo dividida en 2 Estados. Una guerra
secreta se libró, por lo tanto, entre el BND de Alemania occidental,
respaldado por la CIA, y el MfS (Ministerium für Staatssicherheitsdient),
más conocido como Stasi, que dependía del KGB soviético.
Los dos servicios realizaban múltiples misiones
de espionaje así como intentos de infiltración desde ambos lados del muro de
Berlín. Aquellas operaciones eran especialmente fáciles en la medida en que
tanto los agentes de la Stasi como los del BND eran todos alemanes y
compartían, por lo tanto, el mismo idioma y la misma cultura.
La CIA y el MI6, como resultado de sus
experiencias respectivas, habían puesto al BND el sobrenombre de "servicio
de filtraciones". [47]
Incluso llegó a leerse en Der Spiegel, la
primera revista informativa de la RFA:
"El KGB y la Stasi de Berlín Este parecen
haber logrado poner fácilmente a sus infiltrados en los puestos claves
de Pullach [el cuartel general del BND] y obtener así acceso a la lista
completa de sus agentes (…) Para sus rivales, el BND no es más que un
gran chiste." [48]
Yuri Ivanovich Drosdov,
el general del KGB
que logró penetrar el Gladio
alemán,
estaba absolutamente al tanto
de toda la información
sobre la red stay-behind.
Cabe preguntarse en qué medida la Stasi, y por lo tanto Moscú, tenía
conocimiento de los secretos vinculados a la operación stay-behind.
Todo parece indicar que ambos tuvieron
conocimiento de ella a finales de los años 1970. En la filtración comprobada
más célebre estuvo implicada Heidrun Hofer, una secretaria que trabajaba en
el Departamento IV del BND de Munich, el servicio a cargo de la dirección de
la red stay-behind.
Su puesto le daba acceso a los documentos más
confidenciales de la OTAN, incluyendo los clasificados "cosmic".
Aunque se desconoce la naturaleza exacta de los
datos que transmitió a la Stassi y el KGB, lo que sí se sabe es que comunicó
información sobre un centro de mando stay-behind altamente secreto, que se
hallaba en la costa atlántica y debía servir de base al gobierno alemán en
el exilio.
Como consecuencia de la indiscreción de Hofer,
hubo que reconstruir aquel centro en otro lugar, lo cual costó 100 millones
de marcos.
No fue a propósito que Hofer reveló aquel secreto. Siendo hija de un oficial
conservador, había sido específicamente seleccionada como blanco por el KGB,
que había enviado a Argentina un agente encargado de entrar en contacto con
el círculo de exiliados nazis para dotarse de una buena reputación. A su
regreso, el agente debía pedir a Heidrun que se casara con él.
El padre de la muchacha apreciaba a aquel "Hans"
por sus ideas de extrema derecha, y dio su consentimiento.
Después del matrimonio, "Hans" le dijo a Heidrun
que él trabajaba para una organización ultraconservadora y la sorprendió
mostrando que conocía a la perfección el BND. Excitada ante la idea de
participar en una conspiración, Heidrun aceptó revelar información a Hans.
El servicio de contraespionaje del BND demoró bastante en descubrir la
existencia del infiltrado del KGB. En diciembre de 1976, agentes del BND
tendieron una emboscada en el domicilio de la joven que, sin saberlo, ya
llevaba 6 años trabajando para el KGB. Hans logró escapar por una puerta
oculta, pero Heidrun fue arrestada y acusada de alta traición.
Sólo entonces supo que su marido era un espía de
Moscú.
La impresión que sufrió fue tan violenta para
aquella mujer de convicciones ultraconservadoras que al parecer trató de
matarse lanzándose por una ventana en momentos en que el BND la interrogaba
en una oficina del sexto piso de su sede en Munich. Sobrevivió con algunas
secuelas físicas y desde entonces vivió de una pensión por invalidez.
La investigación sobre Hofer se cerró en 1987,
por falta de nuevos elementos. [49]
El segundo caso de espionaje que tuvo que enfrentar el BND implicó a un alto
responsable ya que se trataba de Joachim Krase, el director adjunto
del propio BND, fallecido en 1988.
Krase era en realidad un doble agente pagado por
la Stasi y, como escribió un periodista británico, había,
"revelado todo sobre el stay-behind y la
Operación Gladio, levantando así un secreto que los rusos conocían desde
el principio". [50]
Con la reunificación de Alemania, después de la
caída del muro de Berlín, la Stasi fue desmantelada y el BND extendió sus
actividades.
Documentos del servicio de inteligencia de la
RDA, hoy desclasificados, confirman que este estaba extremadamente bien
informado sobre la operación stay-behind. Durante las maniobras efectuadas
por la OTAN en 1979, unidades de la Stasi interceptaron señales desconocidas
y detectaron la presencia de una red paralela.
Al cabo de unos años de investigación lograron
descifrar el código que utilizaban los agentes del stay-behind del BND y
localizar más de 50 puntos repartidos por todo el territorio de Alemania
occidental, pero muchos de los cuales estaban concentrados en la zona
fronteriza con la RDA y Checoslovaquia.
El general de la RDA
Horst Mannchen
presentaba a su gobierno
informes regulares
de la Stasi sobre el Gladio
alemán.
En 1984, el general Horst Mannchen, director del Departamento III de
la Stasi y responsable de las escuchas radiofónicas, comunicó a los
ministros del gobierno de la RDA numerosos detalles sobre la red stay-behind
del BND.
"Analizando señales de radio secretas del
BND que hemos logrado descifrar (…) hemos podido reunir datos fiables
sobre una categoría especial de agentes del BND."
El informe de Mannchen, fechado el 3 de agosto
de 1984, explicaba que aquellos elementos especiales del BND, a los que la
Stasi llamaba "agentes" (Überrollagenten), se preparaban para una invasión
de los ejércitos del Pacto de Varsovia y que habían sido entrenados para la
realización de acciones subversivas tras las líneas enemigas.
Subrayaba Mannchen que esos agentes secretos
"representan un peligro real para las operaciones de las fuerzas del Pacto
de Varsovia" y resaltaba por lo tanto la necesidad de identificarlos lo más
rápidamente posible para neutralizarlos inmediatamente "en caso de conflicto
militar". [51]
En otro informe, fechado el 6 de noviembre de 1984, Mannchen precisaba que
en el seno del BND "esos agentes especiales son calificados de 'stay-behind”"
y que su creación parecía remontarse al programa de defensa desarrollado por
la OTAN en previsión de una primera ofensiva de las fuerzas del Pacto de
Varsovia.
El director del Departamento III explicaba que
la red contaba también con mujeres en sus filas y que la Stasi había logrado
descifrar toda una serie de señales de radio secretas transmitidas desde el
cuartel general del BND a sus agentes stay-behind.
"Estos agentes son hombres y mujeres,
ciudadanos de la RFA que viven en territorio de Alemania occidental, en
muchos casos a lo largo de la frontera con la RDA y Checoslovaquia.
Tienen un buen conocimiento de su zona de
operaciones y actúan solos o en grupos de 3 o 4 para efectuar misiones
que se les confían en un radio de 40 kilómetros a partir del lugar donde
residen. Según las informaciones de las que disponemos, entre 16 y 20
unidades están en contacto regular con el BND.
Según varias fuentes en el seno del BND, el
número total de agentes pudiera elevarse a 80."
Mannchen indicaba, a modo de conclusión, que
aquellos agentes especiales eran "peligrosos" y que la Stasi debería tratar
de identificar a la mayor cantidad de ellos. [52]
En un informe ulterior, la Stasi concluía que los datos reunidos,
"indicaban claramente que el BND había
concedido gran importancia al entrenamiento y la preparación de estos
agentes especiales".
Las comunicaciones radiales interceptadas por el
servicio revelaban también que la red stay-behind alemana estaba muy bien
coordinada y que estaba en contacto con los "servicios secretos de la OTAN"
en Cerdeña [Italia], en Huy (Bélgica) y en [las ciudades francesas de] Lille
y Grenoble. [53]
Al espiar las comunicaciones radiales stay-behind
del BND, la Stasi supo de la instalación de los nuevos sistemas Harpoon en
Alemania occidental y, el 22 de mayo de 1984, indicó que los agentes estaban
utilizando ahora un equipamiento de comunicaciones más moderno y eficaz.
[54]
En un informe muy detallado de 11 páginas sobre
la red stay-behind entregado en 1985, la Stasi deploraba que aquel nuevo
sistema capaz de enviar señales de radio en menos de 3 segundos hacía la
localización de los agentes del BND más difícil para los agentes de la RDA.
[55]
Cuando se reveló, en 1990, la existencia de la red alemana, la prensa se
interesó especialmente por el equipamiento de la organización secreta y
preguntó al gobierno de Bonn si había escondites de armas en Alemania.
"Como apoyo a las unidades de resistencia en
territorio ocupado, los servicios secretos aliados establecieron
escondites de armas en los primeros tiempos de la operación stay-behind.
[Los escondites] contenían fundamentalmente
piezas de repuesto para los aparatos de radio, medicinas, oro y joyas
destinados a posibles transacciones en el mercado negro así como algunas
pistolas", así confirmaba el vocero del gobierno alemán las
características observadas en otros países.
Pero, sorprendentemente, trató de engañar al
público afirmando que,
"esos escondites habían sido desmantelados
por las unidades stay-behind del BND antes de 1972, Las pistolas fueron
destruidas. Actualmente, el equipamiento y el entrenamiento de los
agentes de inteligencia se limitan estrictamente a las misiones de
obtención de información y evacuación.
Ese equipamiento incluye un transmisor de
radio especial pero nunca armas ni explosivos." [56]
Los periodistas alemanes sospecharon que el
vocero del gobierno Lutz Stavenhagen les había mentido al afirmar que
todos los escondites de armas habían sido destruidos en 1972.
En efecto, misteriosos arsenales habían sido
descubiertos en Alemania en los años 1980.
El más célebre de aquellos descubrimientos había
tenido lugar el 26 de octubre de 1981, cuando varios leñadores habían
encontrado por casualidad una importante excavación que contenía armas de
fuego y material de combate, cerca de la aldea de Ulzen, en los campos de
Luneburg.
Aquel sorprendente hallazgo provocó el arresto
del guardabosque y militante de extrema derecha Heinz Lembke, quien
condujo después los investigadores a una vasta red de no menos de 32
escondites de armas.
"Esos escondites fueron atribuidos por
principio al militante de extrema derecha Heinz Lembke", comentó en 1991
una fuente anónima en el ministerio de Defensa de Austria.
"Pero aquella seductora explicación tenía un defecto. Además de armas
automáticas, los escondites contenían material de guerra química [Arsen
y Zyankali] y unos 14 000 cartuchos así como armas antitanque, 156
kilogramos de explosivos, 230 detonadores y 258 granadas de mano. Es
increíble que un Estado que tomó importantes medidas antiterroristas no
notara el robo o desvío de tal cantidad de material de combate."
[57]
En su artículo titulado "Los ejércitos secretos
de la CIA en Europa", el periodista estadounidense Jonathan Kwitny se
interesaba por el documento del ministerio de Defensa austriaco, antes de
concluir que,
"el programa stay-behind alemán hubiese
podido dar lugar a un segundo escándalo, similar al de 1952, pero nada
se dijo finalmente al público."
Los escondites de armas descubiertos en 1981
habían permitido, en efecto,
"llegar hasta un grupo de jóvenes
paramilitares dirigidos por el neonazi Heinz Lembke, quien fue
arrestado. Se le describió en aquella época como un extremista
desequilibrado que entrenaba clandestinamente sus tropas en medio del
bosque."
Kwitny señalaba, sin embargo, que él no era el
único que relacionaba el arsenal de Heinz Lembke con la red stay-behind
del BND ya que la publicación austriaca también había echado abajo la tesis
de que el guardabosque no era más que un extremista perturbado y aislado.
"El responsable de la publicación del
ministerio de Defensa austriaco, el general retirado Franz Freistatter,
afirma haber supervisado personalmente la redacción del artículo que
sugería que Lembke utilizaba los escondites de armas stay-behind para el
entrenamiento de sus tropas neonazis.
También afirma que cree esas tesis, aunque
su autor haya preferido mantenerse en el anonimato." [58]
El artículo de Kwitny y la publicación austriaca
sobre el Gladio parecen indicar con toda razón que los escondites de armas
de Lembke pertenecían a la red stay-behind alemana.
Entre los documentos ocupados en 1952, cuando se
descubrió la organización BDJ-TD, había una directiva relativa de Día-D, el
día de la invasión.
Aquella directiva indicaba que, en caso de
invasión, los campos de Luneburg serían el punto de reunión del stay-behind
del norte de Alemania y ordenaba:
"Los responsables de sectores han recibido
orden de buscar dónde hay gran cantidad de camiones estacionados.
El Día-D, los agentes requisarán esos
camiones, por la fuerza si es necesario, y los llevarán después hasta
los puntos de reunión especificados por el BDJ en las ciudades y
pueblos.
De ahí los camiones transportarán a los
miembros hasta el punto de reunión del norte de Alemania, situado en los
campos de Luneburg." [59]
Como es de imaginar, el descubrimiento de los
escondites de armas de Lembke, en octubre de 1981, provocó un verdadero
escándalo en Alemania.
Pero el asunto se volvió aún más explosivo
cuando varias fuentes sugirieron que los arsenales no habían estado sin uso
en espera de una hipotética invasión soviética sino que Lembke había
utilizado parte del material para equipar a sus soldados de extrema derecha,
quienes a su vez habían utilizado las armas mortales en un atentado con
bomba perpetrado en Munich en 1980, un año antes del descubrimiento de los
escondites.
Aquella teoría rebosante de implicaciones fue
emitida por el periodista alemán Harbart, quien estimaba que Gladio era,
"una espada en manos de extremistas".
Harbart explicó que,
"la investigación sobre el atentado de
Munich condujo hasta el guardabosque de Baja Sajonia Heinz Lembke".
Harbart está convencido de que el hecho de
recurrir a las bombas y a la estrategia de la tensión no se limitó a Italia
sino que llegó hasta la propia Alemania. [60]
El bombazo de Munich es el más grave atentado que conoció Alemania después
del fin de la Segunda Guerra Mundial.
En la noche del 29 de septiembre de 1980, a las
22 horas 20 minutos, una bomba estalló en pleno centro de la popular Fiesta
de la Cerveza. Como todos los años, miles de personas se habían reunido para
participar en lo que muchos consideran el fin de semana más bello del año.
La explosión mató a 13 personas e hirió a otras 213, muchas de gravedad.
El hecho conmocionó a todo Munich y toda
Alemania. La investigación policial mostró la responsabilidad de activistas
de extrema derecha. Y condujo hasta varios grupúsculos neonazis entre los
que se hallaba el "Wehrsportgruppe Hoffmann".
Según la policía, un miembro de aquel grupo, un
tal Gundolf Kohler, de 21 años, había puesto la bomba. Los expertos
explicaron que el artefacto - una granada de mano metida dentro de un
extintor - había sido concebido con gran habilidad y se llegó a dudar que
Kohler hubiese logrado fabricar él solo una bomba tan compleja.
Pero nunca fue interrogado porque murió en la
explosión.
Ignaz Platzer, un participante en la fiesta que había perdido a sus
dos hijos en la explosión, concedió en 1996 una entrevista al diario alemán
Suddeutsche Zeitung y señaló que nunca se había realizado una
investigación sobre la red de extrema derecha implicada en el atentado.
"Ya hace varios años que usted viene
pidiendo que se reabra el expediente. ¿Usted no cree que Gundolf Kohler
haya sido el verdadero culpable?", le preguntó un periodista.
"No. Hay demasiados elementos que tienden a
probar lo contrario. ¿Por qué alguien que comete un acto de ese tipo
portaría un pasaporte permitiendo así que se le identificara tan
fácilmente? ¿Por lo menos es seguro que no actuó solo", respondió el
padre de las dos víctimas.
"Hace tiempo que vengo luchando por
descubrir quién se esconde detrás de todo eso. Pero he tenido que
acostumbrarme a la idea de que nunca recibiré una respuesta honesta."
El periodista le preguntó después:
"¿Ha renunciado usted a pedir
explicaciones?"
A lo que Platzer respondió:
"Entendí que insistir sólo me traería
problemas." [61]
Esos problemas provienen quizás del hecho que la
investigación sobre el atentado de Munich había seguido la pista de los
arsenales de Lembke hasta el ejército stay-behind alemán, que a su vez
implicaba a la mayor alianza militar del mundo - la OTAN - y a una de las
dos superpotencias de la época - Estados Unidos.
E incluso si Estados Unidos, la OTAN y el BND no
hubiesen tenido nada que ver con el drama de Munich, el descubrimiento de un
ejército secreto vinculado a los movimientos de extrema derecha no habría
dejado de dar lugar a interrogantes extremadamente delicadas, como la del
control de las instituciones democráticas sobre los combatientes secretos y
sus depósitos de armas.
Sólo un día después del atentado de Munich, la policía alemana a cargo de la
investigación ya había descubierto que Lembke había proporcionado
equipamiento a los activistas de extrema derecha.
"El señor Lembke nos mostró diferentes tipos
de explosivos, detonadores, mechas lentas, explosivos plásticos y
explosivos militares", confesó Raymund Hornle, miembro del
Wehrsportgruppe Hoffmann, a los policías que lo interrogaban.
"Dijo que había numerosos escondites con ese tipo de material enterrado
en los bosques y que él podía darnos mucho (…) El señor Lembke nos dijo
que él entrenaba gente en el uso de los detonadores y explosivos."
[62]
O sea, como demuestran los documentos de la
policía, paralelamente al entrenamiento de los miembros del Gladio alemán,
Lembke también proporcionaba apoyo a los terroristas de extrema derecha.
"Helmuth Meyer me dijo que se podía obtener
explosivos a través del señor Lembke", declaró la activista Sibylle
Vorderbrugge después del atentado.
"Lembke nos mostró diferentes explosivos (…) nos dijo que había varios
escondites de armas en los bosques." [63]
A pesar de aquellos testimonios, la policía no
efectuó ninguna investigación para tratar de hallar los escondites de armas
de Lembke, de forma tal que hubo que esperar un año hasta varios leñadores
descubrieron accidentalmente uno de aquellos arsenales, lo cual hizo
imposible seguir negando su existencia.
Pero aún entonces, los investigadores tampoco
relacionaron el atentado con los escondites de armas stay-behind.
El 25 de noviembre de 1981, el Dr. Daubler-Gmelin, del SPD, sacó a
relucir el tema ante el Parlamento nacional - el Bundestag - al dirigirse al
gobierno en los siguientes términos:
"¿Pueden ustedes revelarnos, a raíz del
descubrimiento de estos escondites de armas y del arresto del señor
Lembke, si actualmente se vislumbra una nueva pista sobre el atentado de
Munich?"
La pregunta era pertinente. Pero la respuesta lo
fue mucho menos.
El secretario de Estado von Schoeler se limitó a
contestar:
"No tienen nada que ver." [64]
Aquella versión oficial tenía como objetivo
esconder toda relación con la organización Gladio ya que la existencia del
ejército stay-behind tenía que mantenerse en secreto.
También contradecía los testimonios de los
militantes de extrema derecha interrogados por la policía. Inmediatamente
después del descubrimiento de los escondites de armas hallados el 26 de
octubre de 1981, la policía alemana registró el domicilio de Lembke y
confiscó un cargador de pistola G3 y un juego de mechas lentas
correspondiente a la fabricación de bombas.
Pero el propio Lembke parecía intocable y no fue
arrestado.
Nacido en 1937 en Stralsund, en el este de Alemania, Lembke había pasado un
tiempo en la socialista RDA antes de huir al oeste a los 22 años y adquirir
cierta celebridad en los círculos de extrema derecha.
Se puso a la cabeza de la "Bund Vaterlandischer
Jugend" o BVJ (Alianza de Jóvenes Patriotas). Como ideólogo de dicha
organización concibió lemas tales como,
"Un alemán que piensa como judío merece que
lo ahorquen". [65]
Al igual que el BDJ, declarado ilegal en 1952,
la BVJ fue prohibida en 1962. Pero Lembke no renunció a sus convicciones de
extrema derecha.
En 1968 trató de aspirar a un escaño en el
Parlamento regional de Baja Sajonia bajo la etiqueta del NPD. Pero renunció
rápidamente a su carrera política para dedicarse al activismo y a la lucha
contra los antifascistas alemanes, lo cual le valió ser enviado a los
tribunales antes de que una jurisdicción superior lo declarara
misteriosamente "no culpable".
No fue sino varias semanas después del descubrimiento de los escondites de
armas que Lembke fue finalmente arrestado y encarcelado.
Pero fue por otro motivo. Se le acusó de haberse
negado a servir de testigo durante el juicio contra su amigo y colega el
líder de extrema derecha Manfred Roder, del movimiento terrorista "Deutsche
Aktionsgruppen".
En la cárcel, Lembke cambió súbitamente de
opinión y se declaró dispuesto a declarar sobre Roder, los escondites de
armas y todo lo que sabía. Lembke precisó incluso que quería hablar
únicamente con el fiscal que lo había interrogado inútilmente en el marco
del caso Roder. Se aceptó aquella condición y el fiscal visitó
inmediatamente a Lembke en su celda.
Este comenzó finalmente a hablar y reveló la
localización exacta de los 33 escondites de armas, de los que sólo algunos
habían sido descubiertos hasta aquel momento. Lembke le dijo a su
interlocutor que le diría al día siguiente quién se suponía que debía
utilizar las armas y explosivos.
Al día siguiente, el 1º de noviembre de 1981,
Lembke apareció ahorcado con una cuerda amarrada al techo de su celda.
[66]
A la policía local se le retiró entonces el caso de Lembke, que fue
entregado a las autoridades nacionales de Bonn. El ministro del Interior de
Baja Sajonia, Mocklinghoff, calificó aquella maniobra judicial de
"chanchullo policial". [67]
Un año más tarde, el 3 de diciembre de 1982,
Bonn decidió cerrar la investigación sin haber relacionado los arsenales
secretos con el atentado de Munich y declarando que el caso de Lembke era
"un caso privado".
En el informe final, los investigadores
concluían que,
"no existe ningún indicio que permita
deducir que Lembke tenía intención de perturbar el orden constitucional
de la República de Alemania mediante atentados o asesinatos".
El texto final se limitaba a reconocer que
Lembke vivía probablemente con el temor de una invasión soviética contra la
cual tenía intenciones de librar una 'guerra de partisanos' y concluía que,
"el material de combate fue reunido y
enterrado por él a lo largo de años para realizar operaciones de
resistencia conforme a la hipótesis de una invasión, a la que él temía".
[68]
Para sorpresa general, la corte concluyó
finalmente,
"que las actividades de Lembke no
representaban un peligro tan importante como se temió al principio. Sus
esfuerzos no estaban en realidad dirigidos contra el orden actual del
país."
Al mismo tiempo, el tribunal parece haber tomado
conciencia de la estrategia stay-behind al declarar que Lembke había
realizado una operación "Werwolf".
Aquel término hacía referencia a las redes de
tipo stay-behind que los nazis habían dejado tras ellos en numerosos países
al final de la Segunda Guerra Mundial. Aquellas redes también disponían de
sus propios escondites secretos de armas.
El Werwolf, criatura del folklore germánico, es
un ser humano que se transforma en un lobo sanguinario que ataca y mata a
las personas hasta que sale el sol. La corte descubrió que,
"el guardabosque había emprendido además
preparativos en caso de que los comunistas llegasen al poder, para que
el 'Werwolf' pudiese entonces despertarse". [69]
Ya muerto, durante su detención y en las
condiciones anteriormente mencionadas, Lembke no pudo comentar aquellas
conclusiones.
Muchos de sus camaradas de extrema derecha
fueron condenados a pagar módicas multas. Entre toda la cantidad de armas
halladas en los arsenales subterráneos, sólo se aclaró el origen de 3 de
ellas.
Provenían de una firma privada que equipaba al
ejército alemán y a la OTAN.
El diputado verde
Manfred Such
Como resultado de las conexiones con la extrema derecha y las presuntas
implicaciones con el atentado de Munich, Alemania enfrentó muchas
dificultades para investigar y aclarar su propia historia en materia de stay-behind.
El 5 de noviembre de 1990, Manfred Such,
diputado de Los Verdes, presentó al gobierno de Helmut Kohl un pedido
oficial sobre las sospechas de que existían estructuras del tipo Gladio en
Alemania.
El vocero del gobierno alemán, Hans Klein,
provocó estupor y cólera entre los parlamentarios al declarar que,
"el Gladio alemán no era, como se ha dicho,
un comando secreto o una unidad de guerrilla" y al agregar que no podía
entrar en detalles por razones de confidencialidad. [70]
La declaración de Klein provocó una ola de
protestas en las filas de los socialdemócratas y Los Verdes de la oposición.
El diputado Hermann Scheer, experto del
SPD en temas de defensa, comparó la misteriosa red de extrema derecha con
una especie de "Ku-Klux-Klan", más destinado a la realización de acciones
antidemocráticas en tiempo de paz que a actuar en caso de invasión
soviética.
Con vista a aclarar completamente los hechos,
Scheer demandó la inmediata apertura de una profunda investigación judicial
al más alto nivel de la jerarquía del ejército de la sombra de la OTAN ya
que,
"la existencia de una organización militar
armada y secreta que actúa fuera de todo control gubernamental es
totalmente contraria a la ley fundamental y cae, por lo tanto, en el
ámbito de la justicia penal". [71]
Scheer insistía en que era urgente que se
realizara una investigación,
"antes de que alguien pueda hacer
desaparecer las pruebas" [72]
Las voces del SPD que exigían la apertura de una
profunda investigación enmudecieron de inmediato cuando se reveló que sus
ministros también habían participado en la conspiración.
Ante la cercanía de las elecciones, los
socialdemócratas veían con temor el resultado de posibles investigaciones y
sólo el partido de Los Verdes, fundado en 1980, persistió en exigir
aclaraciones ya que, al no haber participado nunca antes en el gobierno, no
podía estar implicado en el asunto.
Así que el pedido de Los Verdes de que se
discutiese en el Parlamento el tema del stay-behind y sus posibles vínculos
con el terrorismo fue rechazado por la alianza CDU/CSU-FDP-SPD, que temía un
escándalo de gran envergadura y que decidió por lo tanto, el 22 de noviembre
de 1990, que la cuestión se abordaría a puertas cerradas en el seno de la
PKK (Parlamentarische Kontrollkommission), la Comisión Parlamentaria de
Control, obligada a mantener sus debates en secreto.
Fue en ese marco que Volker Fortsch, el
último director stay-behind del BND, informó que las unidades secretas iban
a ser desmanteladas.
Los Verdes, que no estaban representados en
aquella importante comisión encargada de controlar las acciones del BND,
arremetieron contra ella declarando que todo el mundo sabía perfectamente
que la comisión acostumbraba a "cubrir más que aclarar". [73]
Cuando algunos periodistas trataron de obtener
más información interrogando a Eberhard Blum, el ayudante de Gehlen y
director del BND entre 1983 y 1985, este respondió:
"¿Gladio? Nunca hubo tal cosa en Alemania."
[74]
Los Verdes no se dieron por vencidos y
presentaron una nueva moción el 29 de noviembre.
"A finales del mes de octubre, el actual
primer ministro italiano Giulio Andreotti confirmó en un informe al
Parlamento la existencia en el seno de la OTAN de un servicio
confidencial, conocido bajo el código de Gladio", comenzaba la moción,
que contenía además la siguiente interrogante:
"¿Operó en Alemania una organización
supranacional de ese tipo vinculada a la OTAN?"
El Dr. Lutz Stavenhaguen, miembro del
gobierno de Helmut Kohl y responsable del servicio de inteligencia
BND respondió con un breve y categórico "No".
Los Verdes también querían saber:
"¿Cuáles son la naturaleza y el contenido
exacto de los acuerdos que el gobierno alemán concluyó en el momento de
su adhesión a la OTAN o como consecuencia de ella y que autorizan las
acciones de tales organizaciones?"
Nueva negativa de Stavenhaguen:
"El gobierno alemán no ha concluido ningún
acuerdo de ese tipo".
Los diputados le preguntaron entonces:
"¿Cuál es la naturaleza exacta de las
relaciones que ha mantenido o que mantiene la OTAN con ese servicio
secreto que operó en Alemania y/o en otros países de la OTAN?".
Respuesta de Stavenhaguen:
"Dada la respuesta a la primera pregunta,
esta otra es inútil."
Los Verdes acabaron por preguntar:
"Estará dispuesto el gobierno a informar
detalladamente y por propia iniciativa a esta asamblea en cuanto
disponga de información pertinente? Y si no lo está, ¿por qué?"
Respuesta:
"Sólo será posible responder a esta pregunta
cuando esos documentos estén disponibles. La respuesta depende, en
efecto, de las condiciones que rodeen la obtención de esos documentos."
[75]
Los Verdes estaban furiosos pero nada podían
hacer.
El gobierno del canciller cristianodemócrata
Helmut Kohl, en funciones desde 1982, había preferido responder con una
serie de mentiras antes que poner en peligro sus posibilidades en las
primeras elecciones nacionales de la Alemania reunificada, que tendrían
lugar el 2 de diciembre de 1990 con la victoria de Kohl.
Inmediatamente después de aquellas elecciones, el lunes 3 de diciembre de
1990, Lutz Stavenhaguen envió a todos los medios de difusión un fax
titulado: "Informe del Gobierno sobre la organización Stay-behind del BND".
Contradiciendo sus declaraciones anteriores,
aquel informe confirmaba que una red secreta stay-behind vinculada a la OTAN
había existido en Alemania:
"las unidades constituidas en territorio
alemán hasta 1955 por los servicios secretos aliados con vista a recoger
información y organizar operaciones de evacuación están bajo control del
BND desde 1956."
El gobierno confirmaba también que el ejército
secreto se mantenía activo, aunque precisaba que el 22 de noviembre se había
informado a la Comisión Parlamentaria de Control de los detalles
importantes:
"En este momento 104 personas colaboran con
el BND en el marco de la operación stay-behind."
El informe concluía:
"Teniendo en cuenta la evolución de la
situación política mundial, el BND comenzó desde el verano de 1990 a
estudiar el desmantelamiento de la organización stay-behind. En base a
acuerdos concluidos con los socios aliados, ese desmantelamiento
comenzara hacia abril de 1991." [76]
Mientras el BND garantizaba al público que el
ejército secreto había sido disuelto y que los arsenales clandestinos en el
país habían sido desmantelados, el tema volvió a salir a la palestra el 17
de agosto de 1995.
Aquel día, Peter Naumann, un neonazi de
43 años con conocimientos de química y experto en explosivos guiaba, ante
las cámaras, a un grupo de atónitos policías hasta el emplazamiento de no
menos de 13 escondites que, según sus declaraciones, él mismo había
preparado en Baja Sajonia y en Hesse durante los últimos 17 años.
En aquellos depósitos había armas, municiones y
unos 200 kilogramos de explosivos.
Naumann confesó a los policías que era amigo de
Lembke y que la mayoría de aquellas armas y explosivos venían de las
reservas de este último. [77]
Resulta sorprendente comprobar que, a pesar de la presencia de terroristas
neonazis en sus filas y de su supuesta implicación en atentados terroristas
de extrema derecha, el ejército secreto alemán no fue objeto de ninguna
investigación parlamentaria, con excepción de un informe oficial bastante
detallado.
"En materia de transparencia democrática,
Alemania clasifica en el último lugar entre todos los países europeos",
concluyó el periodista investigador Leo Muller en un breve libro
publicado en los primeros tiempos del escándalo sobre el Gladio
[78].
Aunque otros periodistas, como Ulrich Stoll,
reportero de la ZDF, investigaron sobre el Gladio en Alemania, el tema está
lejos de estar agotado.
Cuando se tuvo acceso a informes desclasificados
de la Stasi, en 2002, Stoll declaró:
"Las investigaciones sobre el Gladio pueden
reanudarse." [79]
Referencias
[1] Para profundizar en el debate sobre los
verdaderos autores del incendio del Reichstag, ver Der Reichstagsbrand.
Wie Geschichte gemacht wird, de Alexander Bahar y Wilfried Kugel, (Quintessenz
Verlag, Berlín, 2000).
[2] Bericht der Bundesregierung über die Stay-Behind Organisation des
Bundesnachrich tendienstes. Documento de 4 páginas redactado en Bonn por
Lutz Stavenhagen el 3 de diciembre de 1990. En el presente trabajo se
mencionará en lo adelante ese documento bajo la denominación de Informe
alemán de 1990 sobre el stay-behind.
[3] Publicación francesa Intelligence Newsletter, 19 de diciembre de
1990.
[4] Publicación británica Searchlight, enero de 1991.
[5] Luego de ser extraditado desde Bolivia (en 1983), Klaus Barbie fue
juzgado en la ciudad francesa de Lyon, en 1967, y condenado a cadena
perpetua por crímenes contra la humanidad. Murió de cáncer en la cárcel,
4 años después del juicio. (Nota del editor)
[6] Christopher Simpson, Blowback: America’s Recruitment of Nazis and
Its Effects on the Cold War (Weidenfeld y Nicolson, Londres, 1988),
Prólogo. Es importante resaltar que la prensa estadounidense siguió la
misma estrategia de disimulación que el Departamento de Justicia y
mencionó aquello como una excepción. Por ejemplo, la agencia
estadounidense UPI (United Press International) tituló al día siguiente:
'Barbie, la excepción, no la regla”. Y la cadena de televisión ABC
invitó a su edición nocturna a Allan Ryan quien explicó que Estados
Unidos había "reclutado a Barbie de buena fe, sin saber el papel que
había desempeñado en Francia… [y que] su caso no tenía nada de
significativo». Respondiendo a las preguntas de los periodistas, Ryan
prosiguió diciendo que era "altamente improbable que otros dignatarios
nazis se hayan beneficiado con el mismo grado de confianza que Barbie… y
que el caso [estaba] por lo tanto cerrado" (ibid.).
[7] Simpson, Blowback, p.44.
[8] Ibid., p.42.
[9] Ibid., p.40.
[10] Allan Francovich, Gladio: The Ringmasters. Primero de los 3
documentales de Francovich dedicados al Gladio, transmitido el 10 de
junio de 1992 por BBC2.
[11] Ibid.
[12] Publicación británica Searchlight, enero de 1991.
[13] Ibid.
[14] Leo Muller, Gladio. Das Erbe des Kalten Krieges. Der NATO
Geheimbund und sein deutscher Vorläufer (Rowohlt, Hamburgo, 1991), p.72.
Con este libro, publicado en los primeros momentos del escándalo sobre
el Gladio, el periodista alemán Leo Muller es probablemente quien ha
presentado la mejor descripción de lo sucedido en Alemania en 1952. El
fragmento sobre el testimonio de Hans Otto figura en el informe BDJ-TD
que el gobierno local de Hesse publicó a raíz del escándalo.
[15] Dieter von Glahn, Patriot und Partisan für Freiheit und Einheit (Grabert,
Tubingen, 1994), p.58.
[16] Otros campamentos militares, como el centro de entrenamiento de las
unidades paracaidistas situado cerca de Altenstadt, en Baviera, fueron
utilizados para el entrenamiento de las unidades stay-behind alemanas.
Ver Erich Schmidt Eenboom, Die 'Graue' und die 'Rote' Hand.
Geheimdienste in Altenstadt, años 1990. No publicado.
[17] Muller: Gladio, p.123.
[18] Ibid., p.124, citando el informe BDJ-TD.
[19] Ibid., citando el informe BDJ-TD.
[20] Ibid., p.130, citando el informe BDJ-TD.
[21] Ibid., p.128, citando el informe BDJ-TD.
[22] Ibid., p.129 et 130, citando el informe BDJ-TD.
[23] Ibid., p.133.
[24] Simpson, Blowback, p.181. Y Jens Mecklenburg (ed.), Gladio: Die
geheime Terrororganisation der Nato (Elefanten Press, Berlín, 1997),
p.74. Mecklenburg fue uno de los primeros en tomar conciencia, después
de 1995, de las considerables implicaciones del fenómeno Gladio y en
publicar en Europa varios ensayos sobre ese tema.
[25] Muller: Gladio, p.94, citando el informe BDJ-TD.
[26] Ibid., p.107, citando el informe BDJ-TD.
[27] Ibid., p.136 y 143.
[28] William Blum, Killing Hope. US Military and CIA interventions since
World War II (Common Courage Press, Maine, 1995). En la página 64 de su
profunda investigación sobre la CIA, Blum señala con toda razón que "esa
operación en Alemania… formaba parte de una red mucho más amplia, cuya
designación codificada era 'Operación Gladio”, creada por la CIA y otros
servicios de inteligencia europeos y que contaba con ejércitos secretos
en toda Europa Occidental».
[29] Discurso de Zinn ante el Landtag (Parlamento régional) de Hesse,
pronunciado el 8 de octubre de 1952. Transcripción en Muller, Gladio,
p.146–152.
[30] Citado en Glahn, Patriot, p.67. El agente del TD Glahn calificó
aquella declaración del estadounidense como "insultante hacia el TD».
[31] Titulado Der Technische Dienst des Bundes Deutscher Jugend (El TD
del BDJ), el informe sobre la investigación, presentado en 1953 por el
ministro del Interior de Hesse, contaba 3 volúmenes: un largo desarrollo
de 121 páginas (primer volumen) y dos apéndices, uno de 200 páginas y el
otro de 300 con copias de cartas, de registros, de informes y decisiones
(volúmenes 2 y 3). Sin quitar mérito a los trabajos realizados en
Bélgica, Suiza e Italia, puede considerarse que el Informe sobre el BDJ-TD
es quizás la única investigación satisfactoria realizada después del
descubrimiento de una red stay-behind del Gladio.
[32] Allan Francovich, Gladio: The Ringmasters. Primero de los 3
documentales de Francovich dedicados al Gladio, transmitido el 10 de
junio de 1992 por BBC2.
[33] Publicación política austriaca Zoom, n°4/5, 1996: Es muss nicht
immer Gladio sein. Attentate, Waffenlager, Erinnerungslücken, p.97. Y
Klaus Harbart : "Gladio - ein Schwert in rechter Hand», en Der
Rechte Rand, n°10, enero de 1991, p.4.
[34] Glahn: Patriot, p.41–42.
[35] Ibid., p.43–47.
[36] Simpson, Blowback, p.260.
[37] Sin autor especificado, "Schnüffler ohne Nase. Die Pannen und
Pleiten des Bundesnachrichtendienstes in Pullach" en el semanario
informativo alemán Der Spiegel, n°17, 1995.
[38] Informe alemán de 1990 sobre el stay-behind.
[39] Muller, Gladio, p.109.
[40] Glahn, Patriot, p.48.
[41] Ibid., p.74.
[42] Informe alemán de 1990 sobre el stay-behind.
[43] Ibid.
[44] Ibid.
[45] Ibid.
[46] Mecklenbrug, Gladio, p.64.
[47] Semanario británico The Economist, 27 de octubre de 1990.
[48] Sin autor especificado, "Schnüffler ohne Nase. Die Pannen und
Pleiten des Bundesnachrichtendienstes in Pullach" en el semanario
informativo alemán Der Spiegel, n°17, 1995.
[49] Muller, Gladio, p.20. Y Erich Schmidt Eenboom, Schnüffler ohne Nase.
Der BND. Die unheimliche Macht im Staate (Econ Verlag, Dusseldorf,
1993), p.376.
[50] Diario británico The Observer, 6 de diciembre de 1990.
[51] MfS Hauptabteilung III. Report of General Major Männchen to Genosse
Generalleutnant Neiber, Berlín, 3 de agosto de 1984. Desclasificado.
[52] MfS Hauptabteilung III. Report of General Major Männchen to Genosse
Generalleutnant Neiber, Berlín, 6 de noviembre de 1984. Desclasificado.
[53] MfS Streng Vertraulich. Information G/02069/13/02/84. Relevante
Funkverbindungen von Sonderagenten und der Partnerdienste des BND sowie
der NATO Geheimdienste. Desclasificado.
[54] MfS Hauptabteilung III. Schnellautomatische Funksendungen im
Funknetz der Ueberrollagenten des BND mit einer neuen
Uebertragungsapparatur. Berlín, 22 de mayo de 1984. Desclasificado.
[55] MfS Hauptabteilung III. Gegenwärtiger Stand bei der Bearbeitung des
Funkverbindungssystems des BND zu Ueberrollagenten. Berlin, 5 de julio
de 1985. Desclasificado.
[56] Informe alemán de 1990 sobre el stay-behind.
[57] Anónimo. Publicación austriaca Oesterreichische Militärische
Zeitschrift, n°2, 1991, p.123.
[58] Jonathan Kwitny, "The CIA’s Secret Armies in Europe" en The Nation,
6 de abril de 1992, p.446.
[59] Mecklenburg, Gladio, p.78.
[60] Klaus Harbart, "Gladio - ein Schwert in rechter Hand" en Der
Rechte Rand, n°10, enero de 1991, p.5.
[61] Diario alemán Süddeutsche Zeitung del 27 de septiembre de 1996.
[62] Mecklenburg, Gladio, p 82.
[63] Ibid.
[64] Transcripción de las sesiones del Parlamentp alemán. Deutscher
Bundestag.
[65] Fragmento de Mecklenburg: Gladio, p.79.
[66] Klaus Harbart, "Gladio - ein Schwert in rechter Hand" en Der
Rechte Rand, n°10, enero de 1991, p.5.
[67] Ibid.
[68] Ibid., p.6.
[69] Mecklenburg, Gladio, p.83.
[70] Presse- und Informationsamt der Bundesregierung. Pressemitteilung
N°455/90, de Hans Klein, 14 de noviembre de 1990. Ver también Muller,
Gladio, p.30.
[71] Fragmento de Muller, Gladio, p.14.
[72] Sin autor especificado, "Das blutige Schwert der CIA. Nachrichten
aus dem Kalten Krieg: In ganz Europa gibt es geheime NATO Kommandos, die
dem Feind aus dem Osten widerstehen sollen. Kanzler,
Verteidigungsminister und Bundeswehrgenerale wussten angeblich von
nichts. Die Spuren führen nach Pullach, zur ‘stay-behind organisation’
des Bundesnachrichtendienstes" en el semanario informativo alemán Der
Spiegel, 19 de noviembre de 1990.
[73] Ibid.
[74] Mecklenburg, Gladio, p.48.
[75] "Kleine Anfrage der Abgeordneten Such, Frau Birthler, Hoss, Frau Dr
Vollmer und der Fraktion DIE GRUENEN. Tätigkeit eines NATO-Geheimdienstes
auch in der Bundesrepublik Deutschland?» Drucksache 11/8452. Inklusive
Antworten von Dr Lutz G. Stavenhagen, MdB, Staatsminister beim
Bundeskanzler, Beauftragter für die Nachrichtendienste. Bonn, 30 de
noviembre de 1990.
[76] Informe alemán de 1990 sobre el stay-behind.
[77] Publicación política austriaca Zoom, n°4/5, 1996: "Es muss nicht
immer Gladio sein. Attentate, Waffenlager, Erinnerungslücken», p.110. Y
Reuters, 17 de agosto de 1995.
[78] Muller, Gladio, p.19.
[79] Ulrich Stoll, Gladio: Späte Spuren einer NATO-Geheimarmee, en
Thomas Leif (ed.), Mehr Leidenschaft Recherche. Skandal-geschictehn und
Enthüllungsberichte. Ein Handbuch zur Recherche und
Informationsbeschaffung (Westdeutscher Verlag, Wiesbaden, 2003), p.184.
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