contribución de CFGO recibido por Email el 17 Agosto 2016
Extractos de 'Láser en
Sintergética' de
Jorge Carvajal
Flashes de fotones coherentes a ritmos específicos constantes, constituyen el lenguaje de la luz entre las células. A la dimensión de las células, la luz solar se vuelve coherente y, en el nivel nuclear, el ADN pareciera comportarse como un almacenador de fotones.
Nuestro cuerpo todo es como una pantalla donde se forman hologramas que reflejan la interacción de fotones coherentes.
Hologramas dentro de hologramas mayores, las células, los tejidos y los órganos forman sistemas de sistemas interconectados por la luz a la luz del universo.
Participando de los procesos cruciales de nuestra biología, emisiones ultra-débiles de fotones juegan un rol crucial en los procesos de multiplicación celular. Nunca antes como hoy, tuvo la medicina la oportunidad de saltar a otra dimensión que la libere de la fría prisión de las moléculas.
Nunca como hoy, pudo el hombre nacer a la medicina del campo biológico, allí donde hologramas vivos de los órganos nos permiten interactuar, sin interferirlos, con los delicados procesos de la fisiología.
Nunca como hoy, tuvimos la oportunidad de restaurar la visión de la unidad, revelando cómo lo que una vez dividimos, es en realidad indivisible y sencillo.
Nunca como ahora mismo, habíamos tenido la
oportunidad de encontrar, más allá de la química, la física sutil de
la luz en los tejidos vivos.
De información electromagnética y comunicación intercelular
A través de su
estudio, podemos encontrar explicaciones en el campo del influjo del
medio ambiente electromagnético sobre la evolución de la vida, la
división celular y el cáncer, la investigación farmacológica, la
nutrición, etc.
También en el microcosmos molecular la evolución es un intercambio de luz:
Podemos decir hoy que las características esenciales de la vida no dependen sólo de procesos metabólicos, que representan intercambios de materia y energía, sino también de intercambios y transferencias de información, por lo que ya no es suficiente con detenerse en los detalles concernientes a la transferencia de informaciones bioquímicas, como por ejemplo las hormonas, o en la transferencia de informaciones biofísicas habituales, como diferencias de potencial y gradientes de concentración.
Los problemas de recepción,
transferencia, almacenamiento y procesamiento de informaciones
biológicas, tanto en las células aisladas como en los organismos,
han asumido para la ciencia de hoy una importancia crucial. [1]
Este dominio se extiende desde menos de 1 hertz hasta más allá de 10 a la quince hertz, presentándose resonancias globales e inespecíficas para las frecuencias más bajas y resonancias más individuales y específicas para las frecuencias más altas:
Parece que las longitudes de onda más largas son activas sobre
superficies mayores como las de los órganos, y que las longitudes de
onda más cortas, intervienen a distancias más reducidas, como
células y moléculas.
Más allá de la biología molecular, es cada vez más creciente la
evidencia científica de comunicación intercelular a través de la bio-información
electromagnética.
Estas
emisiones, que se constituyen en el sustrato portador fundamental de
informaciones biológicamente significativas, han sido descritas en
la bio-física desde comienzos del siglo XX, pero sólo se ha
reconocida su ubicua importancia en toda la biología a partir de los
avances en las técnicas de detección de bio-fotones .
Este efecto es bloqueado al recubrir las plantas con tubos de vidrio, pero se presenta nuevamente cuando se introducen las plantas en tubos de cuarzo.
Sabemos bien que el vidrio absorbe la radiación ultravioleta, mientras que el cuarzo la deja pasar, lo cual significa que las raicillas inductoras del proceso de mitosis emiten una radiación en el rango ultravioleta absorbida por las células de la segunda planta de cebolla.
En esta experiencia queda descartado el influjo directo de mediadores químicos, lo cual permite lanzar por primera vez la revolucionaria hipótesis de la acción de la luz (en este caso luz invisible. por estar situada en el rango ultravioleta del espectro) sobre el cerebro ordenador de la multiplicación celular:
En efecto, éste presenta un
espectro de absorción y emisión en el rango ultravioleta, en las
bandas de 400 y 250 nanómetros. Gráfica.
Un fenómeno de resonancia
entre la melanina de la piel y la neuromelanina situada en los
circuitos más críticos del sistema nervioso central, puede dar
cuenta de la transferencia de la información de la luz hasta el
cerebro, y su subsecuente efecto sobre el comportamiento.
Simón Stschurin declara a propósito de las posibilidades que este descubrimiento ofrece a la medicina:
A. Popp bio-físico alemán, y autor de numerosas comunicaciones científicas a propósito de los bio-fotones, ha confirmado en sus investigaciones que la luz, fuente fundamental de energía, es la base de todos los procesos vitales.
En su modelo, respaldado hoy por investigaciones de numerosos autores en el mundo, los cuantos de luz (fotones) representan un motor de procesos biológicos fundamentales como la evolución, el desarrollo, la diferenciación, y la degeneración celular.
Sus
experimentos demuestran que este efecto láser proviene de una
resonancia entre los fotones (de una emisión de luz exterior) y un
campo electromagnético emitido por el ADN, pudiendo manifestar sus
efectos a distancia, lo que lo distingue de las reacciones químicas.
Los procesos de reparación del ADN lesionado se relacionan con la foto-reparación o foto-reactivación, fenómeno experimentalmente establecido por el cual los daños genéticos de las células y las formaciones celulares, cualquiera que haya sido el modo en que se provocaron, se reparan prácticamente siempre en algunas horas, cuando son irradiados por una débil radiación ultravioleta de una banda espectral particular (alrededor de 400 nanómetros de longitud de onda.)
Descubierta primitivamente en las bacterias, esta reparación gracias a la luz ha sido luego puesta en evidencia sobre los organismos superiores y finalmente en el ser humano. [3]
Es
importante reconocer que la frecuencia foto-reparadora está en la
misma banda espectral de la radiación ultravioleta en la que se
manifiestan las interacciones patológicas de la luz, lo cual nos
puede introducir al principio terapéutico de la resonancia cuando se
utiliza un haz de fotones de frecuencia particulares para eliminar
el ruido en un sistema orgánica (este es uno de los principios del
la técnica de desparasitaje a través de frecuencias específicas de
radiación láser ultratenue.)
Es un sistema abierto para procesar la luz.
Los patrones vibratorios de éste pueden entrar en resonancia con frecuencias similares de otros sistemas, lo cual permite la comunicación, y el cambio en el patrón de información original.
Todos los lenguajes implican códigos de comunicación que a su vez
están determinados por resonancias. Esto permite comprender la
utilidad de estímulos discontinuos en la terapéutica, que entran en
resonancia con las frecuencias o pulsos de la energía biológica.
Corrientes continuas y alternas,
campos magnéticos constantes o pulsados y aún la aplicación de luz
tienen de tal forma un efecto biológico diferente.
En general las frecuencias muy bajas, situadas por debajo de 100 ciclos por segundo, pueden desencadenar una respuesta biológica significativa, lo cual tiene sentido si consideramos que el campo magnético terrestre, lejos de ser constante, está oscilando y los principales componentes de esta oscilación se encuentran por debajo de treinta ciclos por segundo (30 hertz).
Entre los 7 y los 10 Hz
hay un pico de emisión que corresponde a las conocidas ondas alfa.
Posteriormente utilizó un diodo de luz roja modulada a bajas frecuencias, para explorar la respuesta dérmica a la luz. Constató que diferentes regiones de la dermis generaban patrones de reacción diferentes según el tipo de frecuencia utilizada.
Hay patrones de intensidad que de todas
maneras, en condiciones normales, van a dar una respuesta expresada
en un cambio en el patrón del pulso arterial a la estimulación
luminosa, dependiendo de la intensidad, y de la longitud de onda de
la luz utilizada.
Así, en conejos vendados pudo establecerse, en un tiempo en el que poco se sabía de la melatonina y la melanina, una respuesta biológica significativa a la luz pulsada, caracterizada por cambios en la concentración de catecolaminas plasmáticas.
Si bien estas
experiencias constituyen apenas un preámbulo de la naciente ciencia
de la fotobiología, son el punto de partida de una riquísima
experiencia clínica que tiene luego su punto culminante en la
utilización del soft laser en los protocolos terapéuticos de la
auriculo-medicina.
Aunque la luz pulsada fue utilizada inicialmente con fines diagnósticos, muy pronto pudimos constatar que su empleo en ventanas críticas de intensidad y de frecuencia podría convertirla en un precioso instrumento terapéutico.
Y el factor
crítico para que esta posibilidad terapéutica se expresara era, más
que la intensidad, la modulación de la luz, o secuencia de
encendidos y apagados. Es la cualidad de la información suministrada
más que la cantidad de energía introducida en el sistema lo que
genera las respuestas terapéuticas más significativas.
A pequeños estímulos grandes respuestas.
Verdaderas cascadas de información
biológica desencadenaban cambios fisiológicos que en el curso de los
años nos permitieron afinar las diferentes frecuencias del soft-laser o
láser blando en los protocolos clínicos propuestos en este
documento.
Los estímulos luminosos tienen muy diferentes efectos según sean
continuos o discontinuos. Igualmente las reacciones del organismo
varían según la longitud de onda, lo que explica la acción
diferencial de los estímulos cromáticos ya descritos desde la
antigüedad en la práctica de la cromoterapia.
Esta foto-sensibilidad cutánea es la expresión particular de un fenómeno más global que permite que todos los tejidos sean sensibles a la luz:
Esta red etérica, sirve de molde a toda organización tisular, lo cual significa que el mismo patrón de organización arquetípico que establece la conformación de un tejido, es sensible a diferentes frecuencias lumínicas selectivas.
Esto se puede constatar por las respuestas diferenciales al pulso (VAS+) de estímulos que no tocan la piel.
La foto-sensibilidad del revestimiento cutáneo no es la única vía a través de la cual los estímulos luminosos son procesados, para desencadenar respuestas fisiológicas.
Esto nos plantea la necesidad de considerar sistemas de transferencias de señales biológicas que incluyen el nivel molecular pero que no se reducen al mismo. Veremos en el documento relativo al sistema de conducción de señales, que el bioplasma y la red etérica holográfica que rodean los organismos vivos son también sensibles a la luz.
Eso
nos explica el porqué debilísimas señales que no representan el más
mínimo efecto térmico sobre los tejidos pueden provocar reacciones
fisiológicas considerables, aplicables en la terapéutica.
La curva de absorción de la luz por los tejidos puede variar en función de su vitalidad.
Así por ejemplo los tejidos cancerosos
muestran un tipo de curva que revelan su incapacidad para reabsorber
o retroalimentarse de su propia emisión. [5]
La semilla a través de fitocromos específicos de estructura proteica revela una finísima sensibilidad diferencial a la radiación roja e infrarroja, de tal forma que en presencia de los infra-rojos más cálidos, se desencadena una respuesta que activa y promueve la germinación.
El predominio de la radiación roja frena este mismo proceso biológico.
El tallo rico en pigmentos carotenoides es sensible a la luz azul, y la ausencia o presencia de esta luz determina la movilización de auxinas que actúan desencadenando con su presencia un crecimiento diferencial que permite la orientación del tallo hacia la luz.
La presencia de estas
mismas auxinas en la flor determina, según su localización, el que
la flor crezca del centro a la periferia, abriéndose, o de la
periferia al centro, cerrándose, según la recepción de luz mediada
por otros pigmentos,
los flavonoides.
Es bien interesante asociar este proceso de absorción-reflexión con el hecho de que el organismo no sólo parece absorber el color sino que al mismo tiempo como reacción frente al estímulo cromático pareciera generar la frecuencia o color complementario.
Pareciera que a nivel del color opera la misma ley física de acción y reacción, en la que a un estímulo dado se genera una respuesta de intensidad similar pero en dirección opuesta.
En este caso la dirección opuesta estaría en
relación con la polaridad cromática complementaria, de tal forma que
a un estímulo rojo, el organismo opondría una reacción en la gama
del verde, y, así mismo, el naranja produciría azul y el amarillo,
índigo.
Cuando los tiempos son cortos, mas que por la acción, el efecto es explicado por la reacción del organismo:
Un estímulo rojo que normalmente crearía un efecto de tonificación y congestión utilizado por un tiempo prolongado, produce durante corto tiempo (un estímulo no mayor de treinta segundos) un efecto descongestionante y anti-inflamatorio.
En cambio, una acción o
estímulo prolongado fatiga la reacción biológica y termina
imponiéndose.
Es una especie de
homeopatía electromagnética .
La
piel no sólo es sensible a la luz sino que la percibe, la procesa y
la transfiere, desencadenando respuestas que se expresan más allá
del nivel local.
La radiación luminosa comprende el conjunto de radiaciones cuyas longitudes de onda se extienden de los 380 a los 780 nanómetros.
Comprende los infrarrojos cuya longitud de onda se
ubica por encima de los 750 nanómetros, el espectro visible, entre
los 400 y los 750 nm y la gamma ultravioleta de importancia
biológica crucial cuya longitud de onda se encuentra por debajo de
los 400nm.
La
utilización de luz de diferentes longitudes de onda produce efectos
diferentes y en ocasiones contrarios.
Cuatro características permiten la definición y clasificación de los colores:
En el arte, en la religión, en la arquitectura y la medicina ha sido reconocido el poderoso influjo del color, cuyo simbolismo ha representado una nota permanente en el curso de las grandes civilizaciones.
Helioterapia, cromoterapia, aguas solarizadas a
través de filtros de color y empleadas con propósitos terapéuticos,
el efecto del color en prisiones, escuelas y ambientes
hospitalarios, son todas avenidas de investigación que aún no se han
podido dilucidar en una perspectiva científica.
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