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			Capítulo 5 - Kenia, 
			África del Este  
			
			  
			
			Resultó que Arnold conocía al hombre al 
			frente del grupo misionero llamado Hermandad Internacional de la Fe 
			Cristiana o HIFC. Algunos meses atrás, habíamos decidido cobrar $5 
			dólares por dosis de SMM.  
			
			  
			
			No importaba que los africanos no pudieran 
			pagar esa cantidad, nosotros estábamos planeando obtener el dinero 
			de una de las fuentes humanitarias, pero eso todavía no se 
			presentaba. Finalmente se me ocurrió que con un costo de $5 dólares 
			nosotros podríamos ofrecer una gran donación a HIFC. Se lo dije a 
			Arnold y le pareció una buena idea.  
			 
			Arnold prometió darles $200,000 dólares obtenidos de la SMM si 
			ellos aportaban el dinero para llevarme a sus misiones y entrenar a 
			su gente en cómo usar el OS-82 (SMM). En aquel tiempo le llamábamos 
			OS-82. El nombre fue cambiado varias veces. Debido a que pusimos el 
			precio de $5 dólares por dosis, nosotros podríamos hacer $200,000 
			dólares con una inversión de $50 dólares. Sólo permítame mencionar 
			que fue mi idea.  
			
			  
			
			Aquí en el desierto, las 2,000 personas tratadas en 
			Guinea, las 5,000 tratadas en Sierra Leona y las 75,000 tratadas en 
			Uganda y Kenia, todas han sido resultado directo de mis ideas. Sí, 
			James ayudó, pero no contribuyó con ideas ni contactó a las personas 
			en Guinea o Sierra Leona. Yo lo hice. Y aún todo tiene que ser hecho 
			a su manera, porque, por supuesto, todos los donadores lo quieren de 
			esta manera. (Eso es lo que siempre me dice).  
			
			  
			
			No me hubiera 
			importado haberlo hecho a su manera si las cosas se hubieran hecho, 
			pero no fue así.  
			 
			La oferta los impresionó y decidieron tomarla y enviarme a Kenia y 
			Uganda. Como siempre, Arnold nunca me permitió platicar con la 
			persona a cargo del grupo misionero HIFC o con alguna de las 
			personas quien podría haber ayudado a financiar nuestros viajes a 
			África. Sin embargo, él me tenía que enviar a África dado que no 
			estaba calificado para suministrar la SMM, y lo sabía. Pero estaba 
			inflexible en que las cosas debían hacerse a su manera. Eso, por 
			supuesto, es la razón por la estoy escribiendo este libro.  
			
			  
			
			Han 
			pasado cinco años y en mi opinión nuestra relación no nos ha llevado 
			a ninguna parte.  
			
			  
			
			Lo intenta pero ha cometido muchos errores.  
			
			  
			
			Toda la SMM usada en África ha sido embotellada en estas 
			botellas verdes de 4 onzas.  
			
			  
			
			Todo esto ocurrió en el 2003. La HIFC finalmente me mandó en el 
			2004. Embotellé cientos de botellas de SMM en mi cocina usando 
			accesorios domésticos e instrumentos de laboratorio con escalas muy 
			precisas.  
			
			  
			
			De hecho, hasta esta fecha (10/1/2006) yo soy la única 
			persona quien ha embotellado SMM, y he embotellado muchos cientos de 
			botellas con 650 dosis por botella. Suman a este punto más de ½ 
			millón de dosis. Las botellas que finalmente elegimos son de cuatro 
			onzas, altas, de color verde oscuro, con un gotero en la tapa de tal 
			forma que las gotas puedan ser suministradas de la botella siempre y 
			cuando haya solución adentro.  
			
			  
			
			Estaba razonablemente seguro de que 
			botellas similares no existían en África y era lo correcto. Una 
			botella con la solución para la malaria podría ser reconocida desde 
			una cuadra siempre y cuando no hubiera nada similar.  
			
			  
			Enviamos cerca de 60 botellas a las distintas misiones antes de irme 
			y llevé 22 botellas conmigo en el avión. Varios inspectores 
			mostraron leve interés en las botellas pero nadie me detuvo o 
			siquiera sugirió que las botellas deberían ser revisadas. Cuando me 
			preguntaron únicamente contesté que las botellas contenían un 
			suplemento mineral que hacia sentirse mejor a las víctimas de 
			malaria. No cometí el error de decir que era algún tipo de cura. 
			Sólo mencioné que los pacientes de malaria descansaban mejor debido 
			a los minerales que les proporcionaba. Nadie cuestionó el concepto.
			 
			 
			Y creía que no lo harían. Está bien hacer sentir mejor a las 
			personas, pero mejor no las cure porque si lo hace, créame, estará 
			en muchísimos problemas.  
			Arribé a Kakamega, Kenia, el 31 de enero del 2004. Fui recibido en 
			el aeropuerto por cuatro personas quienes me abrazaron.  
			
			  
			
			Eran Javan 
			Ommani, el ministro encargado de la misión de ese lugar, Gladis 
			Ayugu, Hezron Juma el segundo a cargo de la misión, y finalmente 
			Beatic Iadeche.  
			
			  
			
			Dr. Opondo con botellas de SMM sobre la mesa.  
			  
			
			Estaban encantados de verme y eran muy graciosos. Me llevaron a la 
			misión donde tenían un cuarto muy agradable arreglado con 
			mosquiteros y todo lo necesario.  
			
			  
			El doctor Isaac Opondo vino a verme esa tarde, dado que él era el 
			responsable del hospital de la misión y se le había dicho que yo 
			estaría dando a los pacientes tratamiento para curar la malaria. 
			Estaba preocupado. Realmente necesitaba saber lo que les daría. Me 
			di cuenta que si yo o la SMM no le agradábamos podía echar todo 
			abajo y nada ocurriría y yo me regresaría sin logro alguno. Entonces 
			empecé a explicarle exactamente qué era realmente la SMM y cómo 
			trabajaba.  
			
			  
			
			El entendió el dióxido de cloro debido a sus 
			conocimientos científicos incluyendo las plantas de purificación de 
			agua y desinfectantes. Le dije la mayoría de las cosas que ya 
			mencioné en este libro más otra información. Estaba interesado. Me 
			he dado cuenta que los hechos exactos funcionan mejor que cualquier 
			otra cosa y eso es lo que le di.  
			 
			Finalmente el Dr. Opondo dijo:  
			
				
				“Tengo el panorama y si tú realmente 
			puedes poner el dióxido de cloro en el cuerpo, creo que hará 
			exactamente lo que tú me dijiste que haría”.  
			 
			
			Una vez que tuvo la 
			imagen del dióxido de cloro en su cabeza, se convenció de la idea.  
			
			  
			
			Hospital de la Misión Ematsai  
			  
			
			Tanto, que dijo: 
			
				
				“Mi esposa está enferma de malaria. ¿Puedo ir por 
			ella ahora? ”. Yo dije: “Claro”.  
			 
			
			Fue entonces la esposa del Dr. Opondo la primera persona con malaria que traté en África.  
			
			  
			
			Ella 
			llegó 20 minutos después. Mezclé para ella un trago de SMM de sólo 5 
			gotas. En ese tiempo consideraba 15 gotas una dosis estándar y no 
			recuerdo exactamente por qué usé sólo cinco gotas. Supongo que 
			estaba preocupado de que le diera náuseas. A la mañana siguiente 
			ella se sentía mejor, pero no estaba del todo bien y yo le había 
			dicho que ella se pondría bien. Yo estaba programado para iniciar 
			tratamientos en el hospital esa mañana.  
			
			  
			Eso fue de hecho un problema pero no tan malo como usted podría 
			pensar. El doctor creyó mi explicación sobre el dióxido de cloro y 
			parecía tener fe en lo que yo le había dicho. El problema fue que la 
			cepa de la malaria aquí era más fuerte que la cepa de malaria de 
			América del Sur. En vista de que la esposa del doctor estaba de 
			hecho un poco mejor, supe que estaba funcionando pero que no era 
			suficiente. Le dije al doctor que su esposa sólo necesitaba otra 
			dosis y el estuvo de acuerdo.  
			 
			Esa mañana se suponía que yo empezaría a tratar personas en el 
			hospital de la misión. Puse en el frente de mi bata blanca de 
			laboratorio, con letras doradas, las palabras “La Fundación Solución 
			para la Malaria”.  
			
			  
			
			Usaba mi sombrero, pantalón bronce claro y zapatos 
			blancos. Lucía como un doctor. Llegué al hospital cerca de las 8. A.M. y el Dr. Opondo me acomodó en su oficina. Yo, por supuesto, le 
			expliqué a todo el mundo que no era doctor. A ellos no les importó. 
			Era el único hombre blanco en 50 millas a la redonda y todos tenían 
			un gran respeto por los hombres blancos.  
			 
			Discutí con el doctor Opondo sobre el número de gotas que deberían 
			darse. Señalé que la cepa de malaria de allí se veía más fuerte que 
			la de América del Sur. Decidimos usar 15 gotas por dosis y pronto su 
			esposa tuvo su siguiente dosis. Ella recibió una segunda dosis de 15 
			gotas y se fue a casa. Les dimos a los pacientes dosis de 15 gotas 
			todo el día, pero al día siguiente la mayoría de ellos regresaron 
			sintiéndose mejor, pero no bien. Eso hizo que decidiera usar dosis 
			de 30 gotas para curar con una sola dosis. Había demasiadas víctimas 
			de malaria como para tratar dos veces a cada una.  
			
			  
			El hospital del laboratorio estaba sobrecargado.  
			
			  
			
			Nosotros 
			simplemente no podíamos analizar la sangre de cada persona por 
			malaria. Sin embargo, en ese lugar no hay mucha duda sobre si 
			alguien tiene malaria o no. Normalmente, el doctor solo mira a la 
			persona y reconoce la malaria. Sin embargo ellos tomaron tantas 
			muestras de sangre como fue posible.  
			
			  
			
			Todas las personas que daban 
			positivo de malaria por prueba de sangre, eventualmente resultaban 
			negativo después de la segunda dosis o después de la dosis de 30 
			gotas.  
			
			  
			
			Rev. Ommani  
			  
			
			Tomaba usualmente cuatro horas en desaparecer todos los síntomas de 
			malaria.  
			
			  
			
			Sólo en unos cuantos casos tomó 12 horas para que 
			desaparecieran los síntomas. Aunque había muchas otras enfermedades 
			además de malaria, nunca fallamos en cuanto a lo que respecta a 
			malaria.  
			
			  
			
			No podemos garantizar el hecho, ya que no todo el mundo 
			tuvo un análisis de sangre, pero de acuerdo a nuestro conocimiento, 
			no hubo fallas en eliminar los parásitos de la malaria.  
			
			  
			
			Dr. Vincent Orimba platica con una madre acerca de su bebé 
			quien acaba de tomar la SMM.  
			  
			
			Tratamos a los que todavía se sentían mal y todos estaban 
			recuperados cuando regresaron al siguiente día.  
			
			  
			
			El Dr. Opondo estuvo 
			de acuerdo conmigo en incrementar la dosis a 30 gotas. Empezó a 
			funcionar con un solo tratamiento. Esto era ocho veces la dosis 
			usada en América del sur. Esto equivaldría a 240 gotas de Oxígeno 
			Estabilizado del que se vende en las tiendas de alimentos saludables. 
			En ese hospital me presentaron a cada paciente de malaria y aquéllos 
			que podían hablar inglés describían un poco sus síntomas.  
			
			  
			
			Yo 
			dosifiqué a cada uno. Intenté no sólo tratar a los pacientes de 
			malaria. Sabía que el SMM sería bueno para la mayoría de cualquiera 
			de los problemas que tuvieran. Algunos pronto vomitaron lombrices y 
			muchos otros dijeron que varios de sus malestares habían mejorado.  
			
			
			 
			El reverendo Ommani estaba al mando de la misión y se veía un poco 
			cansado. Me dijo que desde su accidente no había tenido ningún 
			problema con malaria. Caminaba con bastón y tenía algunos soportes 
			de acero en su pierna. Dijo que quizá el acero estaba de alguna 
			manera causando una reacción en su sangre que estaba matando los 
			parásitos de malaria. Lo miré muy de cerca a la cara y ojos. Sólo 
			pude ver cansancio extremo. Estaba enfermo y no lo sabía.  
			
			  
			
			Le 
			pregunté si estaba tomando pastillas para el dolor y admitió que 
			tomaba varias al día. Le dije: Reverendo, hágame un favor y hágase 
			un análisis de sangre para malaria. En un momento pareció ocurrirle 
			todo y de dio cuenta de cómo se sentía realmente.  
			 
			De hecho lo que le quise decir es que se hiciera el análisis al día 
			siguiente, pero me miró de nuevo y fue a despertar al técnico del 
			laboratorio. En aproximadamente una hora regresó con un reporte 
			sorprendente.  
			
			  
			
			El paciente promedio de malaria que llegaba al 
			hospital para obtener el tratamiento tenía una lectura de más seis. 
			Rev. Ommani tenía una lectura de más 120. Podía morir en cualquier 
			instante. Le di la dosis más grande que pensé sería segura, la de 30 
			gotas. Normalmente una persona con tan alta lectura estaría encamada 
			casi sin poder moverse, pero las pastillas para el dolor enmascaran 
			los síntomas en algunos casos.  
			 
			La mañana siguiente el Rev. Ommani se sentía mecho mejor, pero 
			estaba enfermo otra vez para medio día. A mediodía su sangre dio una 
			lectura de más seis la cual era una lectura normal para una persona 
			enferma de malaria. Le di otras 18 gotas y para la mañana siguiente 
			estaba proclamando que se sentía grandioso. Se veía bien.  
			
			  
			
			El 
			análisis de su sangre dio una lectura de cero parásitos de malaria. 
			Tuvo suerte que las cosas pasaran de esta manera.  
			
			  
			
			Ocurre muchas 
			veces que las personas toman analgésicos para enmascarar el dolor de 
			la malaria. No se dan cuenta que es malaria como le ocurrió al Rev. Ommani, pero él creyó en mí. Ellos toman más y más analgésicos 
			conforme su dolor de cabeza y de articulaciones se vuelve peor. Esta 
			es una condición muy peligrosa porque pueden andar por ahí con 
			suficiente malaria para matarlos.  
			
			  
			
			Cuando eso ocurre, uno puede 
			simplemente caer muerto y ocurre efectivamente.  
			
			  
			
			Foto 5.7.  
			
			Personas en la iglesia esperando muestra llegada. Había 
			más de 300 en esta iglesia.  
			
			  
			El Reverendo Omanni empezó a levantar iglesias alrededor del área 
			para que la gente con malaria viniera a ser tratada.  
			
			  
			
			Cada mañana 
			cerca de ocho de nosotros se subía en un mini camión manejado por 
			Peter Mwangi, pastor local dueño de un camioncito. Éste tenía como 
			veinte años, era sólo un cascarón con motor, todo lo demás había 
			sido removido, las bisagras de las puertas estaban inservibles y 
			apenas sostenían las puertas para que no se cayeran pero no para que 
			no sonaran. Siendo la única persona blanca tenía que estar al frente 
			y también otras tres más.  
			
			  
			
			Peter tenía algo de mecánico y mantenía el 
			autobús en marcha. Pero todo en el autobús estaba en muy malas 
			condiciones. Cuando un auto llega a tan mal estado y algo se le 
			descompone uno simplemente lo tira. Después de todo, lo que uno 
			realmente necesita es un motor y llantas.  
			 
			Peter nos llevaba a varias iglesias durante el día y me ayudó además 
			a tomar fotos. Había por doquier de 50 a 200 personas en ellas. Me 
			presentaron a los grupos y me pidieron que dijera algo antes de 
			empezar. Platicaría por un minuto o algo así diciendo que era un 
			placer estar allí y que esperaba que ellos se sintieran mejor. 
			 
			
			  
			
			Entonces ellos harían una fila mientras yo llenaba los vasos 
			destinados para cada iglesia.  
			 
			Cuando había varios cientos de personas yo pedía vasos extras y los 
			tenía que conseguir de alguna manera. Entonces alineábamos de 20 a 
			30 vasos y yo empezaba poniendo la solución en éstos. Tenía una 
			pequeña cuchara dosificadora que contenía la cantidad exacta de 
			solución (30 gotas). Entonces agregaba el vinagre a cada vaso. Luego 
			llenaba cada vaso con jugo de piña para llenar el vaso a tres 
			cuartos. Le dábamos la dosis a cada persona. (Siempre esperábamos 
			tres minutos después de agregar el vinagre y antes de agregar el 
			jugo.)  
			 
			Algunas veces cuando el grupo escuchaba que yo no los vacunaría 
			expresaban decepción. Sentían que si no se les vacunaba, la medicina 
			no podría ser lo suficientemente poderosa para ayudar.  
			
			  
			
			Sin embargo, 
			conforme el día transcurría las personas en las iglesias iban 
			sintiéndose mejor. Los dolores de cabeza se fueron, las náuseas se 
			desvanecieron y/o el dolor muscular desapareció. Las personas 
			estaban algo sorprendidas y complacidas, y lo demostraron. Fue 
			siempre un placer ver a la gente recobrarse, sentirse mejor.  
			 
			Mientras estuvimos en Kakamega, Javan quiso que visitáramos una 
			clínica privada. Íbamos a pasar el día completo en esa clínica. El 
			nombre de la clínica era El Hogar de Enfermería y Maternidad de la 
			Comunidad de Bukura. Cuando llegamos había una fila larga de 
			personas del lugar quienes necesitaban tratamiento para la malaria. 
			Pasamos la mayor parte del día allá y nos fuimos dejando varias 
			botellas de SMM para su propio uso.  
			
			  
			
			El nombre del hombre a cargo era 
			Vincent Orimba. El trató a muchas personas y tomó lecturas de su 
			sangre antes y después de recibir el tratamiento. Desafortunadamente 
			su clínica fue una de las cuales se les retiró el apoyo de las 
			misiones cuando al proveerles SMM sospecharon que yo era diabólico. 
			He incluido una foto del Dr. Orimba en su clínica. No hay duda que 
			él, como la mayoría de las personas mencionadas en este libro, 
			pueden aún ser contactados.  
			 
			Mientras tanto en Kakamega no vi ninguna otra persona blanca. Una 
			dama me detuvo en la calle y estrechó mi mano. Me dijo que quería 
			decirle a su esposo que había saludado de mano a una persona blanca. 
			Probablemente la más grande carcajada que tuve fue a la hora de la 
			comida, cuando le dije a todo el mundo que mi mayor preocupación era 
			que estos caníbales convertidos decidieran mejor tener una buena 
			comida que ir al cielo.  
			
			  
			
			Todos aquéllos que pasaban de 30 años de 
			edad afirmaron ser caníbales conversos, pero dudo que alguno de 
			ellos lo fuera.  
			
			  
			
			Sólo querían tener algo que decir.  
			 
			En las dos semanas que estuve allá, preparé más de 1000 tratamientos 
			de malaria, ya sea que los suministré personalmente o lo hizo alguno 
			de mis ayudantes. La principal razón por la que yo mismo lo hice en 
			vez de mandar a alguien fue porque la gente quería ser tratada por 
			un hombre blanco.  
			
			  
			
			Frecuentemente mencionaba que no era un doctor, 
			pero a nadie le importaba. A donde quiera que iba en África las 
			personas confiaban en mí. El hecho era que en esta área la mayoría 
			de la gente tenía malaria y muchos otras enfermedades o lombrices u 
			otros parásitos. Para cuando abandoné ese lugar, varias de las 
			enfermeras así como el Dr. Opondo estaban bien entrenados para dar 
			la solución a los enfermos de malaria.  
			
			  
			
			Él se divirtió tratando todo 
			tipo de enfermedades y viéndolos mejorar como usted verá cuando lea 
			su carta.  
			
			  
			
			Wade Porter y su esposa de pie a cada lado del autor. 
			 
			
			Los 
			otros son doctores y enfermeras.  
			
			Wade decidió no usar el SMM dado 
			que decidió que el autor era diabólico.  
			  
			
			Nuestro chofer, Peter Mwangi, era el mejor entrenado de todos.  
			
			  
			
			Me 
			hizo muchas preguntas y observaba cada movimiento que yo hacía. Tomó 
			varias botellas que le di y empezó a tratar personas en el área 
			después de que yo me fui. Le envié 10 botellas adicionales después 
			de un tiempo y empezó a tratar personas en iglesias y hospitales. 
			Después le envié un segundo lote de 10 botellas. Yo quería regresar 
			y hacer algunas pruebas en los hospitales con los que él estaba 
			familiarizado pero Arnold no quiso.  
			
			  
			
			Peter se arregló con un hospital 
			para hacer las pruebas antes y después de tomar la SMM por menos de 
			$10 dólares. Arnold pudo haber obtenido el dinero para las pruebas 
			clínicas en este caso porque estaban muy baratas, pero no quiso 
			hacerlo. Principalmente, él quería que las cosas se hicieran a su 
			manera. Peter visitó hospitales por nosotros y trató más de 5000 
			personas exitosamente. El tomó fotos y videos para nosotros, pero no 
			conseguí que Arnold hiciera algo.  
			 
			Tristemente, cometí un terrible error que me reprocharé para siempre. 
			Me fui de Kakamega y visité un misionero en Nairobi de nombre Rev. 
			Wade Porte. Él había reunido varios doctores y enfermeras a quienes 
			les di una plática muy exitosa sobre cómo trabaja el SMM. Iban a ir 
			hacia la jungla en dos semanas y querían tratar a las víctimas de 
			malaria.  
			
			  
			
			Todos estaban muy emocionados con la SMM. Después de la 
			plática una de las enfermeras vino hacia mí mostrando una de sus 
			muñecas. Dijo que le dolía y pensaba que era el síndrome de túnel 
			carpiano. Hace varios años desarrollé un proceso de curación por 
			tacto que era algo efectivo y sin pensarlo toqué su muñeca y dije 
			“con tu mente mira bajo mis dedos”. Lo dije una vez más. Ella dijo, 
			“Dios mío deja de doler y comienza a picar”. Eso lo hizo. La esposa 
			de Wade Porter estaba observando y llegó a parar el proceso. 
			Inmediatamente ellos decidieron que yo era diabólico.  
			 
			Me di cuenta después que ellos cancelaron el uso de la SMM. No 
			trataron a nadie con malaria y Wade Porter llamó a sus amigos Javan 
			Ommani y este último también dejó de usar la SMM en su misión. Ellos 
			iban a tratar a un ministro quien tenía SIDA y también lo cancelaron. 
			 
			
			  
			
			Cientos de enfermos nunca tendrían el tratamiento simplemente porque 
			esos misioneros decidieron que yo era diabólico. Sin duda miles en Kakamega tampoco fueron tratados por la misma razón. Ellos se han 
			rehusado a comunicarse y por tanto nunca pude decirles que no era un 
			acto diabólico. Pude haber explicado que normalmente es el cuerpo el 
			que alivia al cuerpo y que el cerebro controla el alivio.  
			
			  
			
			Cuando 
			toqué el área con dolor y dije:  
			
				
				“Con tu mente mira bajo mis dedos,” 
			eso simplemente incrementó la comunicación entre su cerebro y esa 
			área.  
			 
			
			Cuando el cerebro empieza a comunicarse con un área con dolor 
			o herida y el alivio empieza, el dolor suele parar. Ellos pudieron 
			haber entendido si se hubieran comunicado conmigo, pero 
			desafortunadamente ellos no se comunicarían.  
			 
			Las cartas en las siguientes páginas son auto explicatorias. Hubo 
			otras, pero el tiempo y el espacio no permiten mostrarlas todas. Los 
			encabezados de las cartas están un poco desordenadas, pero ésta es 
			la manera en que se hacen las cosas en África.  
			
			  
			
			Se hacen pero no 
			siempre de manera perfecta.  
			
			  
			
			Ver capitulo 8 para información de cómo 
			obtener MMS. 
			
			  
			
				
				Carta 1 pg. 8  
				Febrero 11, 2004  Localidad: Misión Ematsayi
				 
				
				 Yo Sila Kombo, doy muchas gracias a Dios quien trajo al hermano Jim 
			Humble a Kenia para dar la Solución de la Malaria. Estoy feliz de 
			que me recuperé cuando tomé la solución de la malaria. Me gustaría 
			pedir a la oficina de la Hermandad Fé Cristiana extender el 
			tratamiento al país de Tanzania donde soy Obispo y tengo más de 25 
			iglesias donde la enfermedad (malaria) mata a muchas personas y he 
			visto esta oportunidad de ayuda para nosotros en África. Gracias. 
			Dios lo bendiga.  
				
				 Sinceramente Suyo,  Firma 
				 
				
				  
				  
				  
				
				BALL MISIONES DEL MUNDO  
				OFICINA PRINCIPAL DE LA MISION EMATSAYI
				 Código Postal 117, 50100 KAKAMEGA, KENIA Tel: 0722-300301
				 Febrero 11, 2004  
				
				 Nosotros las personas de la misión de Ematsayi la cual es la oficina 
			principal de 128 iglesias Ball y sus pastores por este medio damos 
			nuestro agradecimiento y aprecio a la Fundación para la Solución de 
			la Malaria por enviar al Sr. Jim Humble a traernos la Solución de la 
			Malaria. Más de mil pacientes han sido tratados y se ha reportado 
			que se han curado de malaria incluyendo al Obispo Rev. Javan Ommani 
			y su esposa.  
				  
				
				Los lugares que él visitó son: el hospital de la misión Ematsayi donde 80 pacientes fueron tratados y reportados como 
			aliviados por el Dr. Isaac Opondo.  
				
					
					2. En el Hogar de Enfermería de la Comunidad Bakura tres pacientes 
			fueron tratados y reportados que se habían aliviado después de tomar 
			la fase dos del tratamiento dirigido por el Dr. Edwin Otieno.  3. En la Clínica de la iglesia Inaya, 515 pacientes fueron tratados 
			y algunos regresaron el segundo día por el tratamiento número dos de 
			la fase dos y fueron reportados aliviados. Dirigido por el Rev. 
			Mutuli.  4. En las Clínicas de las iglesias Imanga y Naburera, 228 apcientes 
			fueron tratados y se reportaron como recuperados bajo Rev. Javan 
			Masinber.  5. En Emangale, Nazareti, Musaga 125 pacientes tratados. Se 
			recuperaron de malaria. Dirigido por el Rev. Eseri Mahonga.  6. En la Clínica de la iglesia de Klialala 50 fueron tratados y 
			reportados curado de malaria. Dirigido por el Rev. Parton Wanglia.
					 7. En Mwilala 36 personas fueron tratadas y reportados como 
			recuperados. Dirigido por Rev. Charles Ommani.  8 En la Clínica de la iglesia Anyiko 250 pacientes fueron tratados y 
			reportados como recuperados. Dirigido por el Rev. Henry Apondi.  9. En la Clínica de la iglesia Buyonga 50 pacientes fueron tratados 
			y reportados como recuperados. Dirigido por la hermana Jackline 
			Makokha.  10. En la Clínica de la iglesia Eshinunba 52 pacientes fueron 
			tratados y reportados como recuperados. Dirigido por el Pastor E. 
			Kabole.  
				 
				
				Con el tiempo medido, algunos pacientes no recibieron el tratamiento. 
			Han sido reportados tres casos de vómito y al menos un caso de 
			diarrea después de tomar la Solución de la Malaria pero en todos los 
			casos la situación se arregló después de tomar el segundo 
			tratamiento. 
				  
				
				Sinceramente agradecemos a todos los interesados en 
			este programa.  Rev. Javan Ommani  
				
				Rev. Hezron Okaba  
				
				Alfred Okwanyi    
				
				  
				  
				 
				  
				  
				
				 BALL MISIONES DEL MUNDO 
				 CENTRO DE SALUD DE LA MISION EMATSAYI
				 Código Postal 1176, 50100 KAKAMEGA, KENIA Tel: 0722-300301
				 Febrero 11, 2004    
				
				Jim Humble  Fundación para la Solución de la Malaria 
				 
				
				 Aquí presento para usted mis observaciones especiales durante la 
			Campaña de la Malaria usando la Fórmula para la Solución de la 
			Malaria.  
				
					- 
					
					El primer día de la presentación trajeron a un bebé de 1 ½ años 
			muy enfermo con síntomas de convulsiones por fiebre alta con 
			temperatura de 40˚C (104˚F). La prueba microscópica de sangre para 
			malaria dio positiva con 4 más ++++ una infección muy severa de 
			malaria con parásitos fulciparum de malaria.  
					
					 Se le dio al paciente la Solución de Malaria fase 1. Después de 4 
			horas se hizo un examen de sangre. Los parásitos se habían reducido 
			a 2 más (++). Esta vez se le dio la fase 2 (5 gotas de la Solución 
			de Malaria). El siguiente día el análisis microscópico de sangre dio 
			resultado negativo a la malaria.  
					
					 Nota: No fue suministrada ninguna otra droga contra la malaria. No 
			se le dio ningún antibiótico. Después de dos días el niño fue dado 
			de alta. No había habido temperatura arriba de lo normal u otros 
			síntomas por 48 horas. La malaria había sido curada solamente con la 
			administración de la Solución de Malaria sin utilizar quinina como 
			es usual en casos de esta seriedad.     
					- 
					
					Una paciente mujer de 34 años de edad tenía fiebres persistentes 
			y dolores de cabeza severos por las tardes, náusea persistente, 
			pérdida de apetito y pérdida de peso. Exámenes microscópicos de 
			sangre revelaron la presencia de parásitos falciparum de malaria. 
			Ella no había respondido a muchas drogas anti-malaria incluyendo las 
			inyecciones de quinina.  
					  
					
					La Solución de Malaria fase 2 se le dio en 
			dos dosis en un tiempo de 24 horas. Para la tercera dosis todos los 
			signos y síntomas se habían reducido. Después de 5 días la paciente 
			regresó a trabajar comiendo bien después de dos meses de enfermedad. 
			Un chequeo en la sangre resultó negativo.     
					- 
					
					Tres niños enfermos fueron administrados con la Solución de 
			Malaria después de presentar síntomas de neumonía bronquial por dos 
			días. Después de 6 horas los signos y síntomas se habían reducido. 
			Ellos se quedaron en la sala por 48 horas hasta que los síntomas de 
			neumonía desaparecieron completamente. No se administraron otros 
			anticuerpos.     
					- 
					
					Unté la Solución de Malaria a las verrugas en la región de las 
			ingles de un paciente varón de 5 años. En 5 días las verrugas habían 
			desaparecido.  Los casos 3 y 4 demuestran que la Solución de Malaria es efectiva 
			contra otras enfermedades.     
					- 
					
					Durante una campaña de clínica móvil a una de las pacientes 
			mujeres se le dio la Solución de Malaria fase 2. Empezó 
			inmediatamente a presentar severos dolores abdominales. Le di tres 
			vasos de agua los cuales vomitó uno tras otro. Pronto ella se sintió 
			mejor.   
				 
				
				Nota: En un interrogatorio posterior me enteré que esta paciente era 
			un caso conocido de úlcera péptica y estaba en ese momento en 
			tratamiento con antiácidos.  
				
				 Conclusión: Esta paciente pudo haber sido salvada de la reacción a 
			la Solución de Malaria si nos hubiera dicho que tenía úlcera 
			estomacal. En el futuro deberíamos preguntar sobre úlceras 
			estomacales.  
				
				 En conclusión déjeme decir que estoy buscando otros beneficios de la 
			Solución de Malaria y le daré retroalimentación sobre mi progreso al 
			evaluar cuáles otras condiciones pueden ser tratadas usando la 
			Solución de Malaria.  
				
				 Debido a que la campaña es casi gratis resultó difícil cobrar los 
			análisis de sangre porque muchos pacientes no podían pagarlos. Eso 
			fortalecería los resultados positivos, pero como en el caso #1, el 
			financiamiento es un problema.  
				
				 Estoy continuando con el Programa de la Solución de Malaria. 
				 
				
				 Sinceramente  Dr. Isaac Opondo
				 Código Postal 1176, 50100 
				 Kakamega, Kenia  Tel 0722-300301  PETER MWANGI GITAU
				 
				
				  
				  
				  
				 
				  
				
				 CODIGO POSTAL 659
				 KAKAMEGA  KENIA  2/11/2006 
				 A QUIEN CORRESPONDA  RE: JIM V. HUMBLE  
				
				 La presente es para certificar que yo, Peter Mwangi Gitau he 
			trabajado con JIM desde 2004. El vino a la Misión Ball Ematsayi a 
			tratar personas con malaria y durante este tiempo yo lo he 
			trasladado. Visitamos muchas iglesias y tratamos cerca de 1000 
			personas con la Solución de Malaria. Después de eso fuimos a Uganda 
			para ayudar a la gente de allá y más de 500 personas fueron tratadas 
			en el Centro Medico de la Vida en Kampala, Uganda.  
				
				 Nos separamos y el, JIM me envió más botellas de la Solución de 
			Malaria para tratar y entrenar personas en cómo usar la Solución en 
			el pueblo de Kakamega. Vea las fotos y reporte de estos tratamientos 
			en la siguiente página.  
				
				 Estoy buscando la forma de tratar muchas más personas en Kenia y 
			ayudar a JIM en este trabajo tanto como donaciones y dinero estén 
			disponibles para nosotros. 
  Es un placer para mi haber tratado y aliviado a muchas personas, y 
			alcanzar a millones con la Solución de Malaria.    
				
				Fielmente suyo,  
				
				Peter Mwangi  
				O722 860674  
				
				  
				  
				  
				 
				  
				
				 MINISTERIO DE SALUD 
				 Telegrama:”MOH” KAKAMEGA El Oficial Médico de la Salud,
				 Telephone: 056 31110 Distrito de Kakamega  31131 Ext. 245 Apartado Postal 750. 
				 30052 Ext. 3091 Kakamega  Cunado conteste por favor escriba 
				 Ref. No. DIS. 10. VOL11/98 Fecha: Sep. 22, 2004 
  A QUIEN CORRESPONDA 
				 ORGANIZACION COMUNITARIA CON BASE EN RELURAMBI  
				
				 La presente certifica que la Organización Comunitaria con Base en 
			Relurambi es una OCB con base en el municipio de Kakamega.  Esta principalmente involucrada en actividades 
				relacionadas al VIH/SIDA 
			en ambos lugares, el Municipio y Lurambi, división del distrito de 
			Kakamega. Está involucrada también en actividades para mejorar el 
			estatus de las mujeres, los niños y la juventud viviendo en 
			barriadas y áreas rurales relacionadas al VIH/SIDA, pobreza, 
			inseguridad de abasto de alimentos y analfabetismo.  
				
				 Por favor otórgueles cualquier apoyo necesario para realizar estas 
			actividades.  
				  
				
				Gracias  Dr. Shikanga O-tipo
				 Oficial Médico de la Salud 
				 DISTRITO DE KAKAMEGA  
				
				  
			 
			
			
			
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			Capítulo 6 - Uganda, África del Este  
			 
			Al día siguiente, después de la plática en la misión de Wade y Carla 
			Porter, Fe Viviente Internacional, volé a Kampala, Uganda. Fui 
			recibido en el aeropuerto por Solomon Mwesige, el pastor principal 
			en la misión y propietario de la clínica contactada. Me llevó a su 
			casa. Tenían un cuarto arreglado para mí. Aquí, en esta área, todo 
			el que viene debe quitarse los zapatos. No lo noté al principio, 
			pero tan pronto como me di cuenta me disculpé y me os quité l.  
			
			  
			
			Ellos 
			eran unos anfitriones muy graciosos. La cena se servía cada tarde y 
			todo el mundo se sentaba en la mesa. La comida era muy buena. En 
			Uganda, donde no se están peleando, los alimentos son abundantes. De 
			hecho, un observador lo llamaría la tierra de la abundancia. Solomon 
			dijo que yo podía empezar usando la SMM en la mañana en esa clínica 
			médica.  
			
			  
			
			Yo estaba ansioso por empezar a probar una vez más la SMM 
			porque ésta sería una prueba adicional del uso de la SMM. Llegué a 
			la clínica de Solomon después de desayunar en su casa cerca de las 8 
			AM el 14 de febrero del 2004. Los pacientes ya estaban llegando dado 
			que Solomon había anunciado en su iglesia que yo estaría allá. 
			 
			
			  
			
			Estaban cobrando una pequeña cuota por la dosis de SMM. 
			
			  
			
			(OS-82 estaba 
			en las etiquetas de las botellas en aquel tiempo pero desde hacía 
			mucho tiempo ya había dejado de llamarla así en Kenia porque la 
			Solución de Malaria era el único nombre que cualquier doctor o 
			enfermera podría usar. Y así es como finalmente empezamos a llamarle, 
			dado que las personas de África la habían llamado de esa manera. 
			Cuando le llamé a Arnold le dije el nuevo nombre e inmediatamente 
			estuvo de acuerdo).  
			
			  
			
			Foto 6.1.  
			
			El autor y una enfermera miran a una madre darle la SMM a 
			su bebé  
			
			en el Centro Médico Enlace de Vida en Kampala, Uganda.  
			  
			
			Empecé usando la información obtenida en la Misión de Kakamega en 
			Kenia.  
			
			  
			
			Usé 30 gotas y casi todos empeoraron y vomitaban después de 
			tomar las gotas. Claro que al siguiente día e incluso horas después, 
			ellos estaban bien. Pero el vómito no era generalizado. De nuevo 
			algo diferente mostraba esta malaria respecto a la de otros lugares. 
			Todos los que aquí sufrían de malaria tenían el bazo inflamado.  
			
			  
			
			De 
			alguna manera las gotas estaban reaccionando con esta cepa de 
			malaria de manera diferente, probablemente tiene que ver con los 
			bazos porque las víctimas de malaria en Kakamega no los tenían 
			inflamados. No todos estaban vomitando y, por tanto, continuamos por 
			varios días, pero los pacientes empezaron a alejarse.  
			
			  
			Finalmente decidí que tenía que hacer algo. Les daba a cada paciente 
			dosis de sólo 15 gotas pero regresaban en cuatro horas por una 
			segunda dosis de 15 gotas. Esto funcionó bien. Las dosis de 15 gotas 
			no le causó vómito a nadie y pronto los pacientes hicieron fila otra 
			vez para recibir el tratamiento. Una vez más los problemas menores 
			habían sido resueltos.  
			
			  
			
			Todas estas pequeñas cosas arrojan 
			información necesaria para entrenar adecuadamente a otras personas.  
			
			  
			
			Foto 6.2.  
			
			Centro Médico Enlace de Vida en Kampala, Uganda.  
			  
			
			Cuando menciono la dosis de 15 gotas o la dosis de 30 gotas, éstas 
			requieren adicionarles de 2 a 3 cucharadas de vinagre. Sin el 
			vinagre la solución hace poco bien.  
			
			  
			
			El vinagre actúa como un 
			activador que hace que funcione la solución. Uno debe esperar tres 
			minutos antes de agregar alguna otra cosa. Después de esperar los 
			tres minutos, puede agregar dos vasos de jugo para esconder el mal 
			sabor. El jugo no debe tener vitamina C adicionada. Esta es la razón 
			de usar jugo fresco porque se puede estar seguro que no se le ha 
			agregado vitamina C.  
			
			  
			
			Casi todo el jugo embotellado o enlatado tiene 
			vitamina C agregada como conservador. Aunque la vitamina C es muy 
			buena para usted, en este caso, la vitamina C evita que la SMM sea 
			efectiva en el cuerpo. Por tanto sólo use jugo fresco.  
			 
			El ácido acético en el vinagre juega un papel muy importante. 
			Provoca que la solución de clorito de sodio libere iones de dióxido 
			de cloro sobre una base lineal y también previene que el clorito de 
			sodio libere demasiados iones a la vez. Esto es importante ya que 
			uno no quiere que la cantidad completa de dióxido de cloro sea 
			liberada tan pronto como la solución llega al estómago.  
			
			  
			
			El ácido 
			acético es necesario para la correcta función de la solución en el 
			cuerpo. El vinagre siempre contiene ácido acético. Es un ingrediente 
			necesario para el SMM.  
			 
			La clínica de Solomon se llama Centro Médico Enlace de Vida y la 
			dirección es Apartado Postal 15081 Kampala, Uganda, teléfono 077 
			479017. Él tenía un microscopio y técnicos quienes podían detectar 
			el parásito de la malaria en la sangre. Durante el tiempo que 
			estuvimos allá tratamos al menos 50 pacientes quienes dieron 
			positivo a la prueba de malaria antes del tratamiento y negativo 
			después del tratamiento.  
			
			  
			
			Sin embargo, a los más de 500 pacientes 
			positivos que tratamos no les importaba. Sólo querían sentirse mejor 
			y ése fue el caso. Ellos siempre mejoraron después de la primera y 
			segunda dosis. El hecho es que al menos 95% de ellos tenían malaria 
			y nosotros no tuvimos tiempo para analizar la sangre de todos ellos. 
			Aún así tuvimos la verificación de 50 pacientes quienes 
			evidentemente tenían el parásito de la malaria.  
			 
			Poco después de mi primera llegada al Centro Médico Enlace de Vida 
			conocí a un pastor especial de la RDC Congo. Su nombre, John 
			Tumuhairwe. Estaba interesado en la SMM y después de aceptar una 
			dosis inmediatamente empezó a ayudarnos a tratar a las personas que 
			iban llegando. SE entusiasmó con la SMM y platicaba conmigo 
			ampliamente a cerca de ir a la RDC Congo pero yo no tenía suficiente 
			dinero para respaldar la idea.  
			
			  
			
			Él visitó varios lugares en Kampala y 
			casi arregló que yo visitara el ejército en el norte de Uganda donde 
			se estaba llevando a cabo una lucha. Yo estaba dispuesto a ir ya que 
			se sabía que la malaria se había propagado en el ejército y podría 
			haber sido una contribución importante para calmar la guerra. Eso 
			hubiera sido una publicidad muy buena para la SMM en ese momento. 
			John fue incapaz de arreglar las cosas mientras estuve allá.  
			 
			Cuando me fui le di mi última botella de la Solución de Malaria (SMM) 
			la cual era suficiente para tratar cerca de 300 personas.  
			
			  
			
			Si usted 
			lee la carta reciente que me envió John verá que trató bastantes 
			personas en el Congo. Varios meses después le envié 10 botellas a 
			las que les dio mucho uso. Su carta también dice sobre el empleo de 
			estas 10 botellas. La foto mostrada aquí fue tomada mientras le daba 
			una dosis de SMM. Él, al igual que la mayoría de las personas en 
			este libro, puede todavía ser contactado.  
			
			  
			
			Recientemente le envié 
			otras 10 botellas por ahí del 10/10/2006  
			
			  
			
			Foto 6.3.  
			
			El autor le da al Ev. Tumuhariwe su primera SMM para 
			malaria.  
			
			Lea la carta de John al final de este capítulo.  
			  
			
			Más de la mitad de nuestros pacientes con malaria eran niños. 
			Algunos de estos niños hubieran muerto sin las dosis de SMM. Fue en 
			esta clínica donde empezamos a notar que las reacciones, aunque muy 
			raramente, eran similares a otras reacciones que ya habíamos notado. 
			 
			
			  
			
			Conforme pasó el tiempo ocasionalmente notamos las siguientes 
			reacciones:  
			
				
					- 
					
					Mareo. Algunos pacientes reportaron mareos varias 
			horas después de tomar la dosis. Los mareos nunca duraron más de una 
			hora. Cuando los mareos pasaron los otros síntomas parecían 
			desaparecer al mismo tiempo.   
					- 
					
					Náusea. La náusea ocurrió 
			generalmente dentro de 10 a 15 minutos después de tomar la dosis y 
			rara vez duró más de 15 minutos.   
					- 
					
					Vómito. En raras ocasiones 
			alguien vomitó debido a la dosis, pero no en más de una ocasión.
					  
					- 
					
					Cansancio. El cansancio fue total y en todo el cuerpo. Fue algo 
			asombroso cuando lo experimenté yo mismo hace varios años al tomar 
			por primera vez la SMM para superar la malaria que adquirí en la 
			jungla. Uno se siente completamente aletargado y no puede moverse. 
			No es molesto, es sólo una rara sensación que alarma ligeramente. 
			Dura de 1 a 4 horas, no más.   
					- 
					
					Una combinación de varias o todas 
			las reacciones. Esto es raro pero ocurrió una o dos veces. Realmente 
			no es necesario hacer nada por cualquiera de estas reacciones. Todas 
			pasan y no tienen efectos duraderos.   
				 
			 
			
			Esa clínica tenía al menos seis camas. Había varios pacientes que se 
			recuperaban después de tomar la SMM. El doctor era un hombre negro 
			que tenía una gran compasión por los niños.  
			
			  
			
			Los trató con bondad y 
			aparentaba estar muy preocupado.  
			
			  
			
			Foto 6.4.  
			
			El autor mezcla dosis de SMM en el cuarto para 
			tratamientos.  
			  
			
			El salvó varias vidas mientras yo estaba allá simplemente por ser 
			capaz de determinar lo que estaba mal.  
			
			  
			
			Me cuestionó exhaustivamente 
			sobre la SMM. Terminé diciéndole sobre mi amigo quien había usado el 
			Oxígeno Estabilizado para inyectar la solución en las venas de sus 
			animales. Y mencioné que él me había inyectado un par de veces. En 
			nuestra discusión finalmente le dije que la potencia de la solución 
			que mi amigo usó para inyectar a los animales fue de 15 gotas en 20 
			ml. de solución inyectable.  
			 
			A finales de mi estancia allá me di cuenta que el doctor hablaba con 
			gente que él había recibido fuera de la clínica. Después de que 
			platicó con varios grupos le pregunté sobre ellos. Me dijo que los 
			grupos de personas eran pacientes con SIDA avanzado, y sus 
			familiares. No le pregunté sobre qué hablaron porque me pareció que 
			sería descortés.  
			
			  
			
			Sin embargo, el día que me fui me dijo que iba a 
			tratar algunos pacientes de SIDA y que usaría una inyección. Me dijo 
			que estaba conectado con el gran Hospital Kampala y que allí podría 
			acercarse a los pacientes de SIDA que se envían a casa para que 
			mueran. Usted puede pensar que eso me preocupó, porque tiempo atrás 
			en Las Vegas mi amigo ya me había inyectado varias veces.  
			
			  
			
			Primero 
			usamos una gota, después varias y luego una dosis completa en dos 
			ocasiones diferentes. Nunca hubo reacción adversa alguna, pero sí me 
			curó un caso severo de resfriado. No era que yo estuviera preocupado 
			por estos pacientes de SIDA, sino que estaba extremadamente triste 
			por no poder tratar cada paciente de
			SIDA que era enviado a casa más los pacientes de SIDA que se 
			encontraban en el hospital.  
			 
			Otra vez la SMM libera dióxido de cloro en el cuerpo. El dióxido de 
			cloro es el más poderoso eliminador de patógenos de cualquier tipo 
			conocidos por el hombre. No hay razón para que no mate al virus del 
			SIDA. No daña al cuerpo humano en las concentraciones tan bajas 
			usadas en la SMM.  
			
			  
			
			Usted podría decir que en la inyección a la sangre 
			no hay vinagre y eso es correcto, no se puede usar vinagre.  
			
			  
			
			El hecho 
			es que la sangre tiene el mismo nivel neutral que el agua y por lo 
			tanto diluye el SMM y causa la liberación del dióxido de cloro sin 
			vinagre en un período de unas cuantas horas.  
			
			  
			
			Foto 6.5.  
			
			La mayoría de los niños manejaron el SMM como si pensaran 
			que era una bebida mágica.  
			
			Estos tres lo hicieron.  
			  
			
			Ni animé ni desanimé al doctor. No me pareció que la inyección les 
			haría daño en los casos de SIDA y probablemente les ayudaría. 
			 
			
			  
			
			Después que regresé a casa recibí algunos mensajes electrónicos de 
			este doctor conforme trataba a 390 pacientes de SIDA en un período 
			de 8 meses. Eran pacientes que habían sido enviados a su casa del 
			hospital Kampala asumiendo que morirían pronto.  
			
			  
			
			Sus mensajes decían 
			que el 60% de las personas tratadas estaban sintiéndose bien y 
			ansiosas por regresar a trabajar o a continuar sus vidas en un 
			período de tres días. El otro 40% se recuperó dentro de un período 
			de 30 días. Todos los casos a los que le dio seguimiento no 
			recayeron. Dos de los 390 murieron. Los que se aliviaron en tres 
			días necesitaron tiempo para recuperarse, pero parece que se 
			recuperaban de su extrema debilidad.  
			
			  
			
			Desafortunadamente, el nombre 
			de este doctor no lo puedo revelar. Usted puede ver que es un muy 
			buen logro ya que todos estos pacientes estaban condenados a morir 
			en semanas de ser sacados del hospital.  
			 
			No me fue difícil creer sus reportes porque no tenía razones para 
			mentirme. Yo había sido capaz de tratar a varios pacientes de SIDA 
			exitosamente. Y mi amigo en Malawi, quien tiene un negocio allá, ha 
			estado tratando a varios empleados quienes estaban demasiado 
			enfermos para trabajar dado que tenían SIDA. Todos están ahora de 
			regreso en su trabajo.  
			
			  
			
			El dueño de la clínica era también el pastor 
			de la iglesia local. Su iglesia era miembro del grupo Misionario FCF 
			Internacional en África. Resultó que él tenía un problema muy 
			similar al del otro pastor en Kenia. Solomon Mwsegi estaba también 
			tomando tabletas para el dolor de la malaria. Ambos, él y su esposa, 
			no aceptaban la idea de estar enfermos de malaria. Las píldoras para 
			el dolor generalmente enmascaran la malaria, no muy bien, pero te 
			mantienen funcionando.  
			
			  
			
			Tomarlas puede ser extremadamente peligroso 
			ya que la malaria puede matarlo sin que usted se dé cuenta.  
			 
			De hecho cuando le pregunté sobre, él me dijo:  
			
				
				“Yo sé que es 
			malaria, pero he estado haciendo caso omiso de eso”. Él dijo: 
			“tomaré una dosis doble ahora mismo”.  
			 
			
			Le contesté si estaba seguro y 
			le mencioné que iba a hacerlo sentir enfermo.  
			
			  
			
			Él dijo:  
			
				
				“Sé que lo 
			hará, pero quiero terminar con esto y asegurarme de matar la 
			malaria”.  
			 
			
			Había estado viendo cuidadosamente lo que estábamos 
			haciendo y cómo ya estaba reajustando el número de gotas. Entonces 
			tomó la dosis doble (claro que con el vinagre activador y los tres 
			minutos de espera estándar). Después me dijo que quería que las 
			gotas lo hicieran sentir enfermo como prueba de que algo realmente 
			estaba trabajando en su cuerpo.  
			 
			Aquí está palabra por palabra lo que escribí en mis notas en ese 
			momento:  
			
				
				“A los veinte minutos tenía náusea. Dentro de una hora no 
			podía manejar el carro. Tenía diarrea. En casa se sintió tan cansado 
			que no quería moverse sino para ir al baño. Empezó el tratamiento 
			cerca de las 11 A.M esa mañana y para las 4 P.M cuando fuimos a casa 
			estaba mejor. A las 8:00 P.M estaba acostado en el sofá. Dijo que la 
			enfermedad se había ido, pero que se sentía débil. La mañana 
			siguiente estaba ligeramente mareado pero sintiéndose bien en lo 
			demás”.  
			 
			
			Desde el principio hasta el fin de este padecimiento siempre 
			estuvo muy entusiasta. Cuando se puso enfermo, estaba entusiasta 
			porque creía que la SMM estaba funcionando. Cuando todo pasó, al día 
			siguiente, dijo que no podía creer que se sintiera bien.  
			 
			Su esposa estaba observando todo este proceso tan duro y estaba muy 
			preocupada y asustada de no hacer algo porque estaba muy consciente 
			de que sus tabletas para el dolor estaban enmascarando también la 
			malaria.  
			
			  
			
			Cuando ella se decidió y tomó la dosis, su esposo (Solomon) 
			permaneció con ella. Ella no estaba tan enferma como lo estaba 
			Solomon, pero estuvo enferma durante casi todo el segundo día. Al 
			final, sin embargo, estaba extremadamente feliz por lo bien que se 
			sentía. Dijo que era el primer día en más de un año que se sentía 
			ella misma.  
			
			  
			
			Evidentemente, cuando la malaria es enmascarada con 
			pastillas para el dolor, empeora y entonces la SMM fue extra 
			reactiva. Sin embargo, ellos pudieron haber evitado la reacción 
			simplemente tomando dosis más pequeñas por más días en lugar de 
			intentar hacerlo todo una sola vez. El problema era que ellos 
			estaban siempre extremadamente ocupados y no sentían que tuvieran 
			tiempo.  
			 
			Pareció no importar con quién estuve involucrado cuando permanecí en 
			África; las personas estaban dispuestas a confiar en mí. Pienso que 
			ellos presentían o sabían que yo no haría nada que estuviera en 
			contra de sus intereses. El tiempo que permanecí en la clínica de 
			Solomon fue muy productivo en aprender más sobre los pormenores de 
			la SMM. Mi chofer, Peter Mwangi, condujo a Kampala y llegó un día 
			después de mí.  
			
			  
			
			Solomon le preparó un cuarto como a mí en su casa. 
			Peter fue de gran ayuda en la clínica. Me ayudó a mezclar las dosis 
			de SMM. Tomó fotos y aprendió tanto como le fue posible de la SMM.
			 
			 
			Varios meses después, Solomon acusó a Peter de violar a una de las 
			muchachas de servicio. La muchacha estaba embarazada. Peter dijo que 
			era imposible. El no hizo tal cosa. Parece que, como yo estaba en la 
			misma casa debí haber escuchado algún tipo de ruido o notado que la 
			chica lloraba o algo. Pero no escuché nada. Solo noté una alta 
			integridad de Peter mientras estuve allá por lo que creo que cuando 
			él dice que no lo hizo, es porque no ocurrió así.  
			
			  
			
			Lo que me pareció 
			peculiar fue que Solomon continuó despidiendo persona tras persona 
			de su clínica aún cuando yo estaba allá. Trabajé con las personas 
			que él despidió y aparentemente todos estaban haciendo bien su 
			trabajo. Nunca entendí por qué lo hizo por lo que cuando dijo que 
			Peter había violado a la muchacha cuestioné tal acusación.  
			 
			En cualquier caso, tratamos más de 500 personas.  
			
			  
			
			Solomon me pidió 
			ayuda y que permaneciera allá porque las personas que llegaban, 
			esperaban a un hombre blanco. La gente allí tenía mucha más 
			confianza en la SMM debido a que un hombre blanco los estaba 
			tratando. Aún cuando dejé de darles la solución a las personas, 
			ellos se sentían más seguros si yo estaba presente. Solomon les 
			prometió que un hombre blanco estaría allá y los pacientes que 
			llegaron se sentían más seguros aún si sólo estaba afuera en el 
			porche del frente.  
			 
			Finalmente dejé Kampala el 27 de febrero del 2004 y volé de regreso 
			a Reno, Nevada y luego me fui al desierto pueblo de Mina, Nevada.
			 
			
			  
			
				
				Centro Médico Enlace de Vida  
				Zona de la Iglesia Lugujja  Apartado Postal 15081 
				 Kampala, Uganda  Teléfono: 077 479 017  Febrero 27, 2004 
				
  La presente es para verificar que Jim Humble le dio al Dr. (TACHADO 
			NOMBRE) y al personal de aquí entrenamiento para usar la Solución de 
			Malaria.  
				
				 Mientras Jim estuvo aquí, del 2/15/04 al 2/28/04, unos 400 pacientes 
			de malaria fueron tratados con la Solución de Malaria. A algunos se 
			les realizaron pruebas de sangre para malaria y aproximadamente 40% 
			resultaron positivos. El número exacto que resultaron positivos 
			fueron 25 pacientes. A todos los pacientes que resultaron positivos 
			a malaria se les dio la Solución de Malaria. Todos los que 
			recibieron el tratamiento de la Solución de Malaria, eventualmente 
			dieron negativo a las pruebas de malaria después de la primera o 
			segunda dosis y una persona después de la tercera dosis. 
  El resto de los pacientes a quienes no se les realizó pruebas de 
			sangre testificaron que se sintieron bien a las 24 horas de haber 
			tomado la Solución de Malaria, ya sea a la primera o segunda ocasión.
				
  Sinceramente,  Rev. Solomon Mwesige  Director 
				 
				
				    
				  
				 
				  
				
				 Ev. John Tumuhairwe
				 Katwe RD Casa Buyaya proyecto 53
				 Apartado Postal 71915  Kampala, Uganda, Africa del Este.
				 Estimado Humble, 
  Espero que al recibir esta carta se encuentre bien y fuerte. Soy 
			John Tumuhairwe. Sólo para recordarle, nos conocimos primero en 
			Uganda en el Vínculo de Vida, la primera vez que vino a Uganda con 
			un hermano keniano que estaba con usted cuando me presentó la 
			Solución de Malaria. Había visitado al pastor Solomon y me estaba 
			quedando en la Clínica (Vínculo de Vida), debido a que yo vivía en 
			la República Democrática del Congo en esos días. Inmediatamente me 
			interesé en la Solución de Malaria y me uní a usted y la Dr. Emma 
			para empezar a dar la Solución de Malaria a la gente.  
				
				 También contacté al Ministro de Defensa en Uganda quien quería 
			conocerte pero no lo hicimos creo que debido a otros compromisos que 
			el pastor Solomon tenía. Me diste una botella de la Solución de 
			Malaria la cual me lleve al Congo, la cual hizo muchos milagros y 
			maravillas a las personas que se las di a tomar. 
  Esto fue después de que tratamos a una mujer VIH positivo cuya 
			cuenta de CD 4 había bajado mucho, pero se recuperó inmediatamente y 
			su CD 4 subió de 50 a 200. 
  Cuando regresé a Uganda le llevé varias Soluciones de Malaria al 
			jefe de químicos del gobierno, el Sr. Onen, quien está ahora en 
			Japón en una estancia de un año. El la probó y me dio un certificado 
			de ello, cuya copia le di después al Pastor Solomon para que se la 
			diera a usted aunque también le envié una copia a usted por correo.
				
  Después cuando empecé a vivir en Uganda, le pedí permiso para usar 
			la Solución de Malaria el cual usted otorgó y nos envió 10 botellas 
			para usarlas con el Dr. Emma después de que usted se enteró de que 
			él había dejado de trabajar en la clínica del Pastor Solomon. Parte 
			de estas botellas son las que he usado para ir con el Ministro de 
			Defensa aquí en Uganda. He estado tratando soldados aquí quienes son 
			VIH positivo y los resultados han sido buenos. También estoy 
			trabajando con otras organizaciones y la sucursal de World Vision 
			Internacional en Uganda para probar con pacientes VIH positivos en 
			su tratamiento. 
  Como yo le mencioné, en el futuro planeo iniciar el primer Centro de 
			Curación Holístico en Kampala, Uganda. Usaremos la bebida de la 
			salud de Humble (Solución de Malaria) como tratamiento principal.
				
  Dios lo bendiga.  Ev. John Tumuhairwe 
				 
				
				  
			 
			
			
			
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