Agosto 1, 2014
del Sitio Web
ElRobotPescador
Monsanto
y el Departamento de Defensa de EE.UU. están financiando a
una empresa farmacéutica que podría ganar miles de millones de
dólares con el tratamiento
del Ébola.
Tekmira Pharmaceuticals, una
empresa que trabaja en un fármaco contra el Ébola, acaba de recibir
una inyección 1,5 millones de dólares en efectivo, procedentes de
Monsanto.
Se ha informado públicamente que la inversión de Monsanto está
relacionada con tecnología desarrollada por Tekmira en el campo de
la agricultura. El acuerdo total está valorado en 86,2 millones de
dólares.
Por otra parte, Tekmira tiene un contrato de 140 millones de dólares
con los militares de EE.UU. para desarrollar medicamentos para el
tratamiento del Ébola.
Las webs conspirativas pueden ponerse las botas con este asunto y
las oportunas relaciones comerciales entre estas entidades justo en
este momento.
Pero la realidad incontrovertible es que vivimos el brote más
importante de Ébola de la historia y el más publicitado por los
medios, hecho que podría crear una gran demanda en el mercado
farmacéutico si el virus traspasa las fronteras africanas y llega a
los países ricos occidentales.
Lamentablemente, la historia de la medicina revela que las compañías
farmacéuticas, la CDC y la OMS han exagerado en varias ocasiones la
severidad de los brotes epidémicos con el fin de promover la venta
de medicamentos para su tratamiento.
No sabemos si este es el caso, pero pensarlo no es nada
descabellado.
Ahora que el virus del Ébola puede, hipotéticamente, convertirse en
una amenaza para occidente, pueden empezar a producirse fuertes
inversiones en el desarrollo de una vacuna, pues su venta ya sería
un negocio.
Recordemos que cuatro vacunas que se estaban desarrollando en los
EE.UU. contra el virus del Ébola, llevan paralizadas desde hace
tiempo y el dinero parece haber sido la clave del asunto.
La vacuna más prometedora se quedó atascada en la etapa de pruebas
de seguridad, por la sencilla razón de que no había dinero para una
vacuna que no tenía mercado, es decir, que afectaba solo a países
pobres que no podían pagarla.
A la mayoría de
las grandes farmacéuticas no les gusta invertir
activos en el desarrollo de fármacos con bajo potencial de negocio.
Eso dejaba el desarrollo de estas vacunas en manos de los gobiernos
y en pequeñas empresas.
"No veo por qué nadie, excepto el
gobierno de EE.UU. se involucraría en el desarrollo de este tipo
de medidas", dijo la Dra. Sina Bavari del Instituto del Ejército
de EE.UU. de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas (USAMRIID)
en Frederick, Maryland.
"No existe un mercado para esto"
La tasa de letalidad del brote actual del
Ébola es de alrededor del 60%, aunque los pacientes pueden
sobrevivir si reciben el cuidado adecuado.
Sin embargo, lo único que los pacientes
están recibiendo como tratamiento son analgésicos y reemplazo de
líquidos para hacer frente a la deshidratación, además de
antibióticos para las infecciones secundarias.
No hay cura para el Ébola, a menos que las vacunas avancen más en
las pruebas en humanos. El dinero no es el único obstáculo en el
desarrollo de vacunas. Pasar de la experimentación con animales a
los seres humanos representa un gran salto.
Es difícil encontrar suficientes
personas en estado de alto riesgo para probarlas, a diferencia de
enfermedades como la gripe común o el VIH.
"Hay por lo menos cuatro vacunas que
pueden proteger contra el Ébola (en monos)", dice el Dr. Thomas
Geisbert, cuyo laboratorio en la Universidad de Texas Medical
Branch está trabajando en alguna de ellas.
"Pero, ¿cómo llevar esto al
siguiente nivel?"
Llamada MB-003, esta vacuna proporciona
una protección del 100% a los monos cuando se administra
inmediatamente después de la exposición al virus, y ayudó incluso
después de que se desarrollara los síntomas.
Las vacunas que usan el virus de la estomatitis vesicular han sido
diseñadas genéticamente para asemejarse al Ébola y han funcionado
bien en monos.
Los científicos confían en su eficacia,
pero al utilizar un virus "vivo", existen ciertos problemas de
seguridad. También se han producido vacunas utilizando partículas
similares al virus, un enfoque que ha funcionado contra otras
enfermedades.
Pero, de nuevo, las pruebas aún no se
han hecho en seres humanos.
Un fármaco que está siendo probado para la influenza, el
favipiravir
o T-705 ha demostrado que también puede ser eficaz contra el Ébola
en ratones.
El USAMRIID lo está probando actualmente
en monos, animales cuya respuesta a las infecciones del Ébola es más
cercana a la de los seres humanos. El laboratorio también está
probando una droga llamada BCX4430 en animales.
Una pequeña empresa de biotecnología
llamada
BioCryst está trabajando con USAMRIID para desarrollarla.
Sin embargo los expertos están divididos sobre la cuestión de la
utilización de medicamentos experimentales durante un brote de la
enfermedad. Algunos creen que las vacunas se deben aplicar a los
trabajadores del laboratorio y de la salud en primera línea de
batalla contra el Ébola. A otros no les gusta correr riesgos.
Lo cierto pero, es que ante la posibilidad de realizar un gran
negocio, la vacuna puede recibir las inversiones necesarias para ser
desarrollada, justo en este momento.
Y probablemente, tales inversiones no serán destinadas a pequeños
laboratorios o entidades públicas, sino a grandes empresas del
sector sanitario y a grandes farmacéuticas.
Atentos al desarrollo de los acontecimientos…
Fuentes
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