27 Marzo
2017
del
Sitio Web
ElRobotPescador
La ONU comienza la primera ronda de conferencias en las que se
negociará un tratado sobre la prohibición total de las armas
nucleares en todo el mundo.
123 de los 193 países miembros de la
Organización de las Naciones Unidas
inician en Nueva York negociaciones para llegar a un tratado que
ponga fin, al menos legalmente, a las armas nucleares.
Quizás sea uno más de los actos inútiles de la ONU, pero al menos,
en este caso, debería tener una mejor recepción, aunque algunos
(principalmente los interesados), lo tilden de hipócrita.
La convocatoria del foro fue aprobada en octubre de 2016 por una
comisión de la Asamblea General de la ONU (AGNU), con 123
votos a favor, 38 en contra y 16 abstenciones.
Bajo la dirección de Costa Rica (país que abolió su ejército hace
décadas y sigue ahí), la primera ronda de debates se extenderá hasta
el 31 de marzo, para luego continuar del 15 de junio al 7 de julio
en la sede principal de la ONU en Nueva York, Estados Unidos.
Se prevé que el tratado califique las armas nucleares como
"ilegales" y prohíba a todos los que lo suscriban su desarrollo,
posesión, almacenamiento, estacionamiento o financiación.
Entre los países que se opusieron a la propuesta figuran cuatro
miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU:
-
EE.UU.
-
Francia
-
el Reino Unido
-
Rusia,
...además de Israel,
(potencia nuclear no declarada oficialmente).
Otras potencias nucleares
se abstuvieron:
Ya saben, los ocho
jinetes del apocalipsis en sus caballos aterradores, a los que
ahora se quiere unir una Corea del Norte, que de momento solo monta
un borriquito.
Hasta Japón, único país en sufrir un ataque nuclear, en 1945, votó
'No' a las negociaciones, preocupado por la falta de consenso al
respecto.
Otros países que "no creen en la prohibición de armas nucleares"
son,
-
Australia
-
Alemania
-
Noruega
Sin embargo, el rechazo
de estos países no disuadió a las naciones que defienden esta
iniciativa como,
-
Austria
-
Irlanda
-
México
-
Brasil
-
Sudáfrica
-
Suecia,
...ni a las centenas de
ONG comprometidas con esta causa.
La cuestión es que ninguna de las potencias nucleares asiste a la
conferencia de este lunes.
Al concluir las negociaciones, los participantes de la conferencia
informarán a la Asamblea de los resultados que esperan plasmar en un
documento vinculante que prohíba y obligue a eliminar las armas
nucleares.
Moscú criticó esta iniciativa y la rechazó como contraproducente.
Al intervenir en la Asamblea General de la ONU en septiembre
del 2016, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, tachó de
populismo los llamamientos a renunciar totalmente a las armas
nucleares.
Así es como lo exponía Sputnik:
"El ministro de
Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, calificó la iniciativa como
populismo, ya que, según el alto cargo ruso, el proyecto está
tratando de reemplazar a una solución real de los problemas de
estabilidad estratégica.
El director del Departamento de la no proliferación y control de
armamentos, Mijaíl Uliánov, también considera que se trata de
acciones políticas y de propaganda, cuyas consecuencias pueden
ser muy peligrosas".
Por su parte, EE.UU. hizo
su discurso hipócrita habitual, tal y como lo encontramos también en
la noticia de Sputnik:
"EE.UU. ha exhortado
a todos sus aliados y socios a votar en contra del proyecto de
resolución de la Asamblea General de la ONU que insta a comenzar
las negociaciones sobre el tratado para prohibir las armas
nucleares.
EE.UU. ha advertido a
sus aliados, entre ellos a Japón, de que si adoptaba y entraba
en vigor el tratado, 'tendría un impacto directo' en la
capacidad de Washington de cumplir las obligaciones en materia
de 'disuasión reforzada', así como en la posibilidad de los
socios de EE.UU. de participar en las operaciones defensivas
conjuntas."
Sin embargo, según
Beatrice Fihn, directora de
ICAN (una coalición de oenegés que
se moviliza sobre este tema), afirma que,
poco importa que las
potencias nucleares no muestren interés en los debates, pues la
adopción de un tratado los obligará tarde o temprano a revisar
su política, aunque actualmente estén comprometidos en la
modernización de su armamento nuclear.
De todas formas, el comentario de Fihn parece más un deseo que una
realidad:
las nueve potencias
nucleares están reforzando sus arsenales nucleares, incluido el
nuevo invitado: Corea del Norte.
Incluso los EE.UU., con
la llegada
de Trump,
ya han anunciado redoblar esfuerzos al respecto.
Ya saben:
el hombre enviado por
dios para traer la paz al mundo y todo eso…
Al respecto de esta
noticia, hay dos elementos que resultan especialmente
decepcionantes.
Por un lado, la posición
indigna de Japón, un país que parece no querer escarmentar en todo
lo referente a las armas nucleares, ni tampoco a la energía nuclear.
Realmente, debería darles
vergüenza y lo que es más triste:
con su actitud
empiezan a merecerse todo lo que les ha sucedido, por más
duro que suene...
Por otro lado, no se
puede esperar un apoyo al desarme de las bestias habituales:
-
EE.UU.
-
Rusia
-
China
-
India
-
Pakistán
-
Reino Unido
-
Francia
-
Israel
Pero decepciona
enormemente ver al canciller de exteriores ruso tildando de
"populismo" el intento de desarme nuclear.
De
esta Rusia de Putin, que poco menos que se
presenta como líder mundial de la paz, deberíamos esperar un poco
más (de los otros ya sabemos qué esperar).
Parece que el nivel de
hipocresía es muy similar al que practica EE.UU., aunque algunos
sectarios se nieguen a ver la triste realidad de la sustitución de
unos por otros.
De hecho, en ese extraño equilibrio entre el desvarío de un demente
y el pragmatismo político que caracteriza a nuestro mundo, las
potencias nucleares vienen a decirnos que las armas nucleares
"garantizan la paz mundial", por "su poder disuasorio".
Una escopeta apuntando a tu cara también tiene un magnífico poder
disuasorio, aparte de que ayuda enormemente a cerrar acuerdos
favorables para los intereses del dueño de la escopeta.
Porque de eso va el
asunto, amigos, aunque nos lo quieran vender como una presunta
doctrina que garantiza la estabilidad entre iguales y una paz
relativa.
Y es que así están las cosas:
que en nuestro mundo
se tengan armas para destruir el planeta 4 veces y convertirlo
en un páramo sin vida, es "sinónimo de equilibrio, no agresión y
paz"…
Y de hecho tienen razón.
Podríamos aplicar esta lógica a todas las cosas.
Por ejemplo, si saliéramos a la calle con el puntito rojo de la mira
láser de un amable francotirador entre ceja y ceja, dispuesto a
volarnos la cabeza a la mínima que no respetemos las normas, seguro
que construiríamos una sociedad perfecta, pacífica y sin delitos,
¿no es eso?
Viene a ser el mismo principio de disuasión.
Quizás lo apliquen en un futuro no muy lejano, en forma de collar
explosivo para todos los ciudadanos, como en las pelis de ciencia
ficción.
¡Al fin y al cabo, esa es la lógica de esa banda de tarados que
dejamos que nos gobiernen...!
Fuente
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