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			por Taxi19 Octubre 2015
 del Sitio Web 
			Plato'sGuns
 
			traducción de Editorial-Streicher 
			19 Octubre 2015del Sitio Web
			
			Editorial-Streicher
 
			
			
			Versión original en ingles
 
			  
			  
			  
			 
			  
			
 El magnífico plan estaba yendo a las mil maravillas.
 
			  
			El concepto de guerras interminables 
			para
			
			el Gran Israel estaba funcionando y 
			estaba produciendo resultados impresionantes. Tomando ventaja de las 
			oportunidades, mediante el agravamiento de guerra tras guerra, trozo 
			tras trozo de tierra árabe fue usurpado, y el mapa del Gran Israel 
			estaba lentamente materializándose.  
			  
			A pesar del caos inestable que ha 
			rodeado al Estado de Israel durante las siete décadas pasadas, y a 
			pesar de la eterna resistencia Palestina y las violentas Intifadas 
			que erupcionaron internamente, el sueño sionista de un Gran Israel 
			permaneció sistemáticamente intacto y estaba progresando continua e 
			intensamente y sin ser desafiado por nadie.
 Pero los sueños, por su naturaleza diáfana, son fácilmente 
			interrumpibles, y pueden convertirse fácilmente en repentinas 
			pesadillas. En efecto, los sueños, en un abrir y cerrar de ojos, 
			simplemente se terminan.
 
 Nadie esperaba que el sueño sionista llegara a un alto repentino 
			como éste. Nadie. Nadie esperaba que
			
			Rusia, literalmente en un abrir y cerrar de ojos, se 
			afirmara de repente militarmente en el Levante y que en el proceso 
			convirtiera el sueño sionista en una pesadilla geopolítica y 
			existencial.
 
			  
			Ninguna expansión territorial adicional 
			es siquiera remotamente posible ahora con la presencia militar de 
			Rusia en el Levante.  
			  
			El ejército ruso está en el Levante para 
			quedarse, y los israelíes lo saben.  
			  
			En
			
			el universo sionista, es como si un 
			poderoso contrincante con pies grandes hubiera aparecido de repente 
			en el sueño e instantáneamente hubiera pisado el mapa del Gran 
			Israel como si fuese un castillo hecho de arena.
 Rusia no es un enemigo declarado de Israel. Rusia no aplastó el 
			sueño del Gran Israel a propósito. La destrucción del sueño sionista 
			es el resultado de una consecuencia involuntaria que únicamente 
			sirve a los intereses regionales y globales de Rusia.
 
			  
			Fue una casualidad que el sueño sionista 
			se interpusiera en el camino de las ambiciones rusas, eso es todo. 
			Es el mundo del despiadado auto-interés.
 ¿Pero cuáles son los intereses de Rusia al lacear el Levante?
 
 Bien:
 
				
					
					
					En primer lugar, 
					
					Putin tiene la 
					intención de cumplir de nuevo el viejo sueño ruso de 
					establecer fundamentos y bases militares importantes en las 
					"aguas cálidas" del mundo, en el Mediterráneo, para ser más 
					preciso, a fin de girar y proyectar el poder en dirección 
					Oeste con facilidad práctica.    
					Y también, para usar bases 
					navales en el Mediterráneo como una primera línea de defensa 
					contra un deslizamiento occidental hacia su propio 
					territorio.
 La creciente presencia militar de Rusia en Siria es un 
					asunto de "seguridad nacional", ha declarado Putin varias 
					veces.
   
					El establecimiento de múltiples 
					bases en el Mediterráneo no ha sido algo posible de hacer 
					para Rusia desde la guerra árabe-israelí de 1967, cuando 
					perdió el juego de ajedrez de Oriente Medio a manos de 
					EE.UU., simbolizado por Egipto, un importante cliente 
					soviético de entonces que vio su implementación militar 
					soviética devastada por el armamento manejado por los 
					israelíes y hecho en Estados Unidos.
 Rusia hoy considera su creciente
					
					presencia en Siria como la 
					maniobra geopolítica más vital para restablecer una sede de 
					poder otra vez en el Oriente Medio, en conjunto con su 
					progreso hacia su futura súper-potencialidad.
   
					En el actual caos incontrolable 
					del Levante, ésta es una ambición que Rusia debe comenzar a 
					poner en práctica inmediatamente, no sea que la región caiga 
					peligrosamente bajo
					
					ISIS y el conservadurismo sionista 
					(Zioconism), haciendo así más difícil que el viejo sueño de 
					Rusia sea realizado.
 
					
					En segundo lugar, Putin ve la 
					tela del Imperio estadounidense como perdiendo rápidamente 
					su color, sobre todo en Oriente Medio, y él está tomando 
					ventaja de eso, desplegando una proposición desafiante para 
					el Emperador estadounidense.    
					Sí, Vladimir Putin, el 
					Presidente de Rusia, un hombre considerado como un realista 
					de sangre fría, está consciente de las debilidades de 
					EE.UU., pero él está también consciente de la fuerza actual 
					de éste, y él está en Siria como un vendedor de poder:
					 
					
						
						él está en Siria para hacer 
						un trato con el Imperio estadounidense.  
					
					Respetuosa pero firmemente él le 
					está recomendando
					
					al Imperio: 
						
						"Vean, ustedes siguen siendo 
						sumamente poderosos, pero se están desangrando en 
						Oriente Medio, y la situación es crítica ahora. 
						   
						Ustedes no pueden permitirse 
						una nueva guerra en gran escala en Oriente Medio que 
						puede o no reafirmar vuestro control sobre la región; y 
						ustedes han perdido todas sus guerras delegadas allí 
						también. No hay más naipes comodines en vuestra baraja.
						   
						Ustedes no pueden seguir ese 
						desventajoso camino; ustedes no pueden quedarse quietos 
						y tampoco pueden retirarse de la región.    
						Todas ésas son opciones 
						estratégicamente inferiores que no detendrán la sangría 
						de vuestros poderes. La única salida es mediante el 
						pragmatismo.    
						El único remedio es 
						compartir el control del Oriente Medio con nosotros, los 
						rusos. Hemos compartido juntos el poder en el Oriente 
						Medio bajo la sombra de la Guerra Fría, y sí, eso creó 
						peligros y complejidades para ambos países en el pasado.
						   
						Pero hoy es diferente: no 
						hay ninguna Guerra Fría oficial entre nosotros, y por 
						eso nuestra nueva sociedad sólo puede servir para 
						reforzarnos a ambos". 
					Éste, querido lector, es el 
					lenguaje diplomático de Rusia, recibido con un tranquilo 
					alivio por la Casa Blanca, y maldecido y despreciado por los 
					conservadores sionistas (Ziocons) en Washington DC. 
					   
					Dicho de manera simple, Putin 
					está en Siria y su mensaje realista a EE.UU. es:  
						
						"Compartan el Oriente Medio 
						con nosotros ahora o ambos fracasaremos en el futuro".
						 
					Y parece que
					
					Obama 
					le ha prestado atención silenciosamente, por 
					interés del Imperio y por realismo, y no por cobardía o 
					sumisión a Putin.    
					El problema de Obama es que 
					aunque él a regañadientes esté de acuerdo con el análisis y 
					la solución de Putin, él no puede ser visto apoyándolo en 
					público, porque los neoconservadores inmediatamente 
					soltarían los perros de la traición contra él, 
					empantanándolo con interferencias políticas y campañas de 
					difamación en sus últimos 15 meses de poder, probablemente 
					dañando las posibilidades de que su partido gane en las 
					próximas elecciones.
 
					
					
					En tercer lugar, en mi opinión, 
					Rusia está en Siria también con el propósito de reparar la 
					imagen y la historia militar rusa.    
					Después del devastador fracaso 
					de la Unión Soviética a manos de los muyahedines afganos con 
					respaldo estadounidense, y considerando el profundo 
					nacionalismo que siente la sociedad rusa especialmente hacia 
					sus instituciones militares, le es necesario por lo tanto a 
					cualquier líder ruso moderno concebir y crear, 
						
							
							
							una victoria militar 
							contra una versión moderna del mismo viejo enemigo 
							que los había derrotado antes
							
							un impulsor de la moral 
							militar tanto para las poblaciones rusas como para 
							los libros de Historia
							
							una utilización de los 
							sentimientos de "el muchacho que regresa" para el 
							consumo de masas, para incrementar los niveles de 
							lealtad de la nación 
					Rusia, siendo la nación más 
					grande en el mundo, en cuanto a masa de tierra, tiene que 
					hacer regularmente grandes espectáculos y gestos en nombre 
					de mejorar la unidad nacional.    
					La matanza de terroristas 
					takfiris en Siria, y no simplemente hacerlos añicos con el 
					poderío aéreo ruso, es un acontecimiento oportuno para 
					equilibrar y actualizar positivamente los libros rusos de 
					Historia.
 Sí, la concentración militar rusa en Siria, sobre todo en 
					poder marino y aéreo, ahora parece ser, relativamente 
					hablando, permanente.
   
					Y esto es lo que le está 
					causando a Israel y a sus amigos Ziocons en Washington 
					noches insomnes y enfebrecidas y malvadas sesiones grupales 
					de búsquedas creativas. Ellos saben que el sueño de un Gran 
					Israel no puede ser realizado con Rusia dominando los cielos 
					y las aguas del Levante.    
					Ésta es la actual y silenciosa 
					realidad inevitable. Ésta es la pared que repentinamente 
					apareció y que separó instantáneamente a los sionistas de su 
					querido sueño de un Gran Israel. Por causa de una "muralla", 
					el sueño es imposible ahora.
 Algunos llamarían a esto justicia poética.
 
 Siendo la actual realidad tácita el "sueño destruido", 
					Israel ha quedado sin opciones oportunas y transformadoras. 
					No puede ir a una guerra directa con una Rusia más poderosa 
					y reconquistar el dominio sobre los cielos y las aguas del 
					Levante.
   
					Ni siquiera pudo derrotar a 
					Hezbolá, el cual carecía de cualquier forma de poderío aéreo 
					allá en 2006. Y de manera más frustrante para Israel, no 
					puede chantajear, presionar o comprar al Presidente Putin 
					tampoco.    
					Además, actualmente bajo el 
					mando de Obama, está claro que EE.UU. no está preparado para 
					ir a una guerra directa con ninguna nación, mucho menos 
					contra Rusia, de parte de Israel.    
					Los actuales arquitectos del 
					sionismo expansionista están en una pérdida completa y total 
					para reconocer todos estos factores estrangulantes: la 
					sangre se está yendo de sus caras. No más reuniones acerca 
					de qué país árabe genocidar después para robar más tierra y 
					recursos.   
					La cuestión ahora no es cuándo y 
					cómo puede ser finalmente realizado el sueño sionista, sino 
					cómo resucitar sin peligro el sueño-cadáver sin que nadie lo 
					note.
 Desafortunadamente, no hay ideas sionistas inteligentes en 
					la mesa de los arquitectos. Ellos están verdadera y 
					absolutamente en un completo shock carente de palabras.
 
 Y lo que hace más intensa esta agitada catatonia que los 
					sensei sionistas están experimentando actualmente es el 
					hecho de que ellos saben que la credibilidad global de 
					Israel está en su nivel más bajo de siempre, y que tarde o 
					temprano, la comunidad internacional - viendo la debilidad 
					geopolítica de Israel - comenzará a presionar con fuerza, 
					imponiendo incluso la solución de Dos Estados en Israel, 
					basados en las fronteras de 1967.
   
					Éste es el doble clavo en el 
					ataúd del sueño del Gran Israel. Israel no sólo será incapaz 
					de expandir su territorio sino que también será forzado a 
					devolver territorio actualmente bajo su (ilegal) control, 
					algo para lo que el público israelí no está psicológicamente 
					preparado, ni tampoco hay ninguna voluntad política en los 
					salones israelíes del poder para hacer eso tampoco.
 Las observaciones de la manera de comportarse de los 
					sionistas nos dicen que lo que ellos no pueden cambiar, 
					ellos por lo general procuran estropearlo.
   
					Y la única cosa que ellos son 
					todavía capaces de hacer es arruinarlo para los árabes. 
					Ellos intentarán indudablemente expandir los actuales 
					conflictos regionales hacia otras guerras de cien años de 
					árabes contra árabes.    
					Esto es un hecho:  
					
						
						ellos respiran para arruinar 
						la vida de sus vecinos árabes.  
					Y también observamos que cuando 
					los sionistas no están dispuestos o no son capaces de ir a 
					la guerra, ellos por lo general procuran enviar a la guerra, 
					en nombre de ellos, a otras naciones capaces y dispuestas.
					   
					Pero, como ya lo hicimos notar, 
					esto es imposible actualmente bajo la administración de 
					Obama. El sueño del Gran Israel permanece destrozado. 
			¿Qué hacer entonces? ¿Cuál es la solución final?
 
				
					
					
					¿Preferiría Israel que EE.UU. 
					directa y militarmente confronte a Rusia en el Levante? Yo 
					diría que sí. 
					
					¿Incluso a costa de provocar la 
					Tercera Guerra Mundial? Sí. 
					
					¿Incluso a riesgo de encender 
					una guerra nuclear? Sí. 
			Sí, un triple sí.  
			  
			La patología del congreso sionista 
			global muestra cada indicación de esto.  
				
				"La tribu sobre todo" es su creencia 
				principal.  
			Ellos son ISISianos suicidas vestidos 
			para ello, con sótanos llenos de bombas nucleares.  
			  
			Sus intenciones narcisistas están 
			siempre claras: nunca se puede confiar en sus motivos y sus 
			maniobras.
 Estamos actualmente en un punto muy serio y preocupante en los 
			dramas rápidamente evolucionantes que están teniendo lugar en el 
			Levante y el Oriente Medio en general.
 
			  
			Todos los que están involucrados están 
			hombro con hombro con lo desconocido. Esta alineación de abrumadores 
			hechos desconocidos es rara en la Historia.  
			  
			La tensión geopolítica y los niveles de 
			angustia - a pesar de la compensadora presencia rusa en el Levante - 
			permanecen insoportablemente altos para todas las partes 
			involucradas. Todos los actores tienen mucho que perder con sólo un 
			movimiento incorrecto.  
			  
			Un conjunto de hechos desconocidos está 
			forzando a cada uno a tomar una precaución extrema. Los pasos 
			indecisos son entonces rápidamente deshechos.  
			  
			Si usted preguntara en privado a Obama o 
			a Putin lo que le sucedería al mundo el día después de que se inicie 
			una guerra entre sus dos naciones, ambos probablemente lo mirarían a 
			usted sombríamente a los ojos y dirían:  
				
				"No lo sé". 
			Lo desconocido está sobre nosotros y 
			nosotros estamos sobre lo desconocido.
 Por el momento, los cerebros sionistas planean mantener la muerte 
			del sueño del Gran Israel como un secreto, con la esperanza de que 
			el siguiente Presidente estadounidense sea más maleable y más 
			reaccionario que Obama.
 
			  
			Ellos estarán aguardando silenciosamente 
			su tiempo y esperando que el siguiente Presidente de EE.UU. sea más 
			sionista que Theodore Herzl, más ideológicamente violento que 
			ISIS y Tarantino,  
				
					
					
					Esperando contra toda esperanza 
					que el diminuto Estado de Israel sobrevivirá a una 
					catástrofe de Tercera Guerra Mundial con poco daño dentro de 
					sus fronteras.   
					
					Esperando contra toda esperanza 
					que el mundo árabe que rodea a Israel, todo él, será 
					literalmente bombardeado hasta regresarlo a la Edad de 
					Piedra, mientras Israel sigue siendo la novia de alta 
					tecnología del Oriente Medio.   
					
					Esperando contra toda esperanza 
					que Rusia será otra vez derrotada por EE.UU. en el Oriente 
					Medio, sólo para que Israel pueda dominar otra vez los 
					cielos y las aguas del Levante, permitiéndole así revivir el 
					cadáver del proyecto del Gran Israel.   
					
					Esperando contra toda esperanza 
					que encender la Tercera Guerra Mundial realmente solucionará 
					todos los problemas de Israel. 
			¿Una sugerencia fantástica? Tal vez no.
 Esto es lo que sucede cuando sueñan los dementes tribales...
 
			  
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