05 Septiembre 2009
del Sitio Web
IARNoticias
Ante la débil recuperación y las variables en rojo (desempleo, déficit,
endeudamiento, bajo consumo, etc.) que sigue registrando la primera economía
mundial, las potencias centrales europeas (encabezadas por Alemania, Reino
Unido y Francia) temen un nuevo colapso bancario en EE.UU. que vuelva a
desequilibrar la economía global.
En consecuencia, Merkel, Sarkozy y Brown
encabezan una propuesta para regular, controlar y limitar la actividad
especulativa del sistema bancario a la que EE.UU. se opone.
La cumbre del
G-20, a realizarse entre el 24 y el 25 de Septiembre, va a ser nuevamente
teatro de disputas y discusiones intercapitalistas sobre el sistema
financiero internacional hoy hegemonizado por el dólar y las grandes
corporaciones bancarias de Wall Street. |
El nudo central del problema lo expresa el Financial Times al señalar que
las bolsas mundiales han "titubeado" tras seis eufóricos meses de repuntes
liderados por los valores financieros, y ante la caída del 8% sufrida por el
índice KBW de bancos estadounidenses desde mediados de marzo, que puede
afectar la subida de los mercados bursátiles.
"Aún así, resulta irónico que los rumores de un colapso bancario volvieran
justo cuando Bank of America, Wells Fargo y Lloyds Banking Group consideran
que pueden valerse por sí mismos", puntualiza el financiero británico.
Según el diario,
"Los inversores han sufrido recientemente un escalofrío
después de que la preocupación sobre los bancos se apoderase nuevamente de
los mercados".
En este escenario - agrega el Financial:
"La solidez de la recuperación está
en duda. Una débil recuperación, o, peor aún, una recesión roubinesca en
forma de w, generarían más pérdidas".
De acuerdo con el influyente diario británico,
"aún sigue preocupando que la
reticencia de los bancos a confesar todas las provisiones necesarias, que
según los cálculos del Fondo Monetario Internacional ascenderían a 2,7
billones de dólares, implique que los balances no estarán plenamente
recuperados cuando se inicie el nuevo ciclo".
Los "temores" del mercado son fundados: Otros tres bancos de
EE.UU. quebraron
el viernes de la semana pasada, elevando a 84 el total de instituciones
financieras que se han hundido en lo que va del año.
Los reguladores federales cerraron los bancos,
-
Affinity de Ventura,
California
-
Bradford en Baltimore
-
Mainstreet de Forest Lake, Minnesota,
...que en total se espera que cuesten al fondo depósitos de garantías del
Gobierno cerca de US$ 446 millones (unos 311 millones de euros).
La Corporación de Garantías de Depósitos Federales (FIDC, por su sigla en
inglés) informó el jueves de que el balance del fondo se mantuvo en
US$ 10.400 millones a finales del segundo trimestre, pero destacó que la
cifra está ajustada para tener en cuenta los US$ 32.000 millones destinados
para las quiebras que se esperan para el próximo año.
La presidenta de la Corporación de Garantías de Depósitos Federales,
Sheila Bair, dijo a la prensa que las quiebras de
los bancos seguirán siendo elevadas mientras las instituciones pasan por el,
"doloroso proceso de reconocer las pérdidas en préstamos y de limpiar sus
balances".
El total de 84 quiebras este año significa un brusco aumento respecto a las
25 del año anterior, y en comparación a las tres que se registraron en todo
2007. Bair destacó que el sector bancario seguirá sufriendo,
"incluso
mientras la economía comience a mejorar".
Este jueves, el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz dijo que las
perspectivas de una recuperación económica robusta en Estados Unidos son "muy,
muy débiles".
"Las perspectivas de una robusta recuperación (en
EE.UU.) son muy, muy débiles",
dijo a la prensa Stiglitz, profesor de la Universidad Columbia y ganador del
premio Nobel en 2001, durante una mesa redonda en esa universidad.
Stiglitz dijo también que los países del este de Asia se recuperan
rápidamente debido a que sus economías se basan en las exportaciones.
Aún
así,
"el crecimiento en Asia es demasiado pequeño para ser la base de la
recuperación de EE.UU. y Europa", señaló. Según el prestigioso economista, "la crisis financiera mundial expuso al
sistema basado en el dólar como imperfecto y arriesgado".
Europa lanza la alarma
Crecimiento débil y peligro de un nuevo colapso financiero global contagiado
por los bancos de EE.UU., son los tópicos centrales que marcarán las
discusiones de las potencias capitalistas (desarrolladas y emergentes) en la
nueva cumbre del G-20 a realizarse el 24 y 25 de septiembre en Pittsburg (noroeste
de EE.UU.).
En Londres, este viernes y sábado, se reúnen los ministros de Finanzas y
presidentes de bancos centrales del G-20 en un encuentro previo a la cumbre
que se desarrollará en Pittsburg.
El Grupo de los Veinte (G-20) debe adoptar "medidas vinculantes" para
regular la conducta de los bancos, reclama una carta firmada por los líderes
de Alemania, Reino Unido y Francia.
En una misiva conjunta, el primer ministro británico Gordon Brown, la
canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkozy
piden que se exploren vías para limitar el sistema de bonificaciones
bancarias y evitar la creación de nuevos desequilibrios globales.
Los tres líderes europeos reclaman al G-20 que se penalice a los países que
no cooperen en materia de regímenes impositivos.
Analistas citados por la cadena BBC señalan que Londres, en particular, teme
una fuga de capitales desde la City hacia otros centros financieros en caso
de que se endurezcan los controles de las remuneraciones en el mundo
financiero.
Dirigida al primer ministro sueco Fredrik Reinfeldt, el presidente de turno
de la Unión Europea (UE), y también a otros líderes de ese bloque, la carta
de Merkel, Sarkozy y Brown, expresa que se debe,
"trabajar en estrategias de
salida que serán aplicadas en forma coordinada tan pronto como haya
terminado la crisis".
También "tenemos que examinar cómo limitar los bonos en los bancos", señala
y dice que no se deben incentivar las actividades especulativas que
representen un riesgo para la estabilidad financiera.
El G-20 debe establecer,
"normas vinculantes para las instituciones
financieras que desarrollan operaciones complejas y de riesgo elevado y
asegurarse que existen sanciones para los bancos nacionales que no apliquen
estas normas", puntualiza la carta.
"Deberíamos examinar los medios para limitar el monto de las primas en los
bancos, ya sea en proporción a la remuneración total o en función de los
ingresos y/o beneficios de la banca", explican los firmantes, cuyas posturas
ya chocan contra la reticencia de EE.UU. a imponer reformas en el sistema
financiero.
"Por ejemplo, los gobiernos podrían no conceder dinero a las instituciones
financieras que no estén aplicando las normas acordadas internacionalmente",
añade la carta de Merkel, Sarkozy y Brown.
La idea de establecer mayores regulaciones al sector financiero es rechazada
de plano por EE.UU., ante el riesgo de que eso afecte la hegemonía del dólar y
desestabilice su economía basada en el endeudamiento para sostener su
sideral y creciente déficit fiscal.
Mientras Francia, Alemania y Japón evidencian signos débiles de salida de la
peor recesión desde la
Gran Depresión de los años 1930, y se ven "las
primeras señales de crecimiento" en EE.UU., los ministros de Finanzas
debatirán este viernes sobre "estrategias de salida" de las excepcionales
medidas fiscales y monetarias adoptadas desde hace un año para detener la
crisis.
Según el Financial Times, dirigentes y analistas coinciden en que, pese a
los tímidos indicios de recuperación, es prematuro abandonar los estímulos (fondos
estatales de ayuda a bancos y empresas) porque,
"las economías siguen siendo
vulnerables debido a las elevadas tasas de desempleo y a la fragilidad del
sistema bancario".
El primer ministro británico, Gordon Brown, dijo esta semana al
Financial
Times que sería un,
"error histórico pensar que ahora podemos volver a las
actividades de antes como si nada".
Esto también implica - según Brown - medidas adicionales para reformar el
sistema financiero y prevenir una repetición de la crisis, entre ellas la
iniciativa francesa para limitar las generosas primas que reciben los
ejecutivos de los bancos que los europeos deberían defender en Londres.
Incrementar el control de los bancos y obligarles a constituir mejores
reservas de capital para hacer frente a colapsos como el del estadounidense
Lehman Brothers - considerado el epicentro de la crisis - figuran entre las
cuestiones centrales que se debatirán en la cumbre del G-8.
Las potencias emergentes, lideradas por Brasil e India, exigen por su parte
una importante reforma de los organismos financieros internacionales - el
Fondo Monetario Internacional y el
Banco Mundial - para dar a los países en
desarrollo un mayor peso que refleje realmente su papel económico actual.
"El riesgo es que si la crisis termina antes, algunas reformas no se lleven
a cabo de manera tan profunda", alertó el lunes el ministro de Asuntos
Exteriores brasileño, Celso Amorim, tras una reunión preparatoria en
Brasilia.
La filosofía especuladora del "apalancamiento" (una economía virtual montada
sobre el crédito y el endeudamiento) estalló cuando la "falta de confianza"
de los tenedores de bonos y acciones (el dinero de papel) los llevó a "efectivizarlos"
en dinero real.
Durante la primera fase de la crisis financiera en EE.UU. se destapó la falta
de respaldo de centenares de billones de dólares transferidos por
asentamientos financieros y papeles que, cuando los tenedores quisieron
convertirlos en dinero contante y sonante se encontraron con la sorpresa de
que el efectivo no estaba donde debería estar: en los bancos.
Hoy la alerta es generalizada:
Europa y las potencias centrales quieren
evitar los riesgos de un nuevo colapso bancario en EE.UU., que los expertos
vienen pronosticando como consecuencia de la nueva "burbuja" de especulación
financiera" desatada con los billonarios fondos de los rescates estatales.