por Alfredo Jalife-Rahme
Ciudad de México
21 Mayo 2014
del Sitio Web
RedVoltaire
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italiano
Alfredo Jalife-Rahme
Profesor de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM).
Publica crónicas sobre
política internacional en el diario La Jornada y el semanario
Contralínea.
Último libro publicado: El
Híbrido Mundo Multipolar: un Enfoque Multidimensional ( 2010). |
El gigantesco
proyecto de la "Nueva Ruta de la Seda", adoptado en
marzo de 2013, viene a sellar la alianza entre Pekín y
Moscú.
El presidente Xi Jinping
viajó a Berlín con la proposición de extenderlo hacia
Europa Occidental, hasta Alemania.
Si llegara a concretarse,
este proyecto significaría el fin de la superioridad
estadounidense y la dislocación de la Unión Europea.
Los presidentes
Xi Jinping y Joachim Gauck
A diferencia de Alemania y Rusia, la prensa china ha otorgado mucho vuelo a
la "Nueva Ruta de la Seda", un proyecto geoeconómico chino de primer orden
que conecta a Pekín geoeconómicamente con Berlín y Moscú, pero que, a mi
juicio, tiene un transcendental trasfondo geopolítico.
Durante su visita al emblemático puerto alemán de Duisburgo - el mayor
puerto interno del mundo en la región siderúrgica y comercial del Ruhr,
además de ser la encrucijada de transporte y logística de Europa - el
mandarín chino Xi Jinping exhortó a construir el cinturón económico
de la Ruta de la Seda.
Mientras Estados Unidos realiza cuentas alegres con los dos brazos de sus
ominosas tenazas geopolíticas/geoeconómicas - tanto de la Asociación
Transpacífico (ATP-TPP)
como de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI),
los cuales supuestamente captarían las dos terceras partes del comercio
global - las tres grandes geoeconomías de la proyectada "Nueva Ruta de la
Seda" conectarían a,
-
la hoy segunda geoeconomía global, China
- a punto de desbancar a Estados Unidos
-
Alemania (la primera en Europa y la
cuarta a escala global)
-
Rusia (octava economía global)
La osadía geoeconómica/geopolítica del mandarín
chino puede acelerar los planes de guerra de Estados Unidos y Gran Bretaña,
ya que ha sido un axioma inmutable de la geopolítica anglosajona desde sir
Halford Mackinder (creador conceptual de la OTAN), en el
intermezzo de las dos guerras mundiales a inicios del siglo XX,
impedir a toda costa una alianza entre Alemania y Rusia en Europa.
Hoy China y Alemania están conectadas por la red
ferroviaria internacional Chongqing-Xinjiang-Europa.
Según la agencia de noticias china Xinhua, la red ferroviaria "Yu Nueva
Europa", bautizada como la "Nueva Ruta de la Seda", se ha convertido en la,
"más importante ruta de comercio del mundo
al conectar la relevante metrópoli suroccidental de Chongqing (China)
con Duisburgo",
...que entró en operación en 2011 y recorta 5
semanas de transporte marítimo a sólo 2 semanas, lo cual fue seguido en 2013
por la conexión ferroviaria de cargo de Chengdu (capital de Sechuan y
santuario de los legendarios Pandas) y Lodz (Polonia), que atraviesa
Kazajstán, Rusia y Bielorrusia, mercados emergentes por donde pasa la ruta
de carga, que toma 12 días de transportación. [1]
Se vaticina que China se convertiría en el mayor socio comercial de Alemania
en los próximos 5 años, mientras que los principales socios de Berlín, tanto
Francia como Estados Unidos,
"carecen de un poderoso potencial de
crecimiento".
En medio de las sanciones de Occidente contra
Rusia, la prensa iraní destaca el acercamiento de China con Alemania y
publica una entrevista con el investigador germano-estadounidense William
Engdahl, muy versado en geopolítica de los recursos energéticos, de las
finanzas y los alimentos, además de ser catedrático de universidades en
China y Alemania. [2]
A juicio del entrevistador iraní, el presidente
chino, Xi Jingping, dio un golpe maestro de "diplomacia económica" para
contrarrestar el,
"esfuerzo de la facción neoconservadora de
Washington por favorecer una nueva confrontación entre la OTAN y Rusia".
Para Engdahl, la proclama de Xi en Duisburgo
comporta,
"implicaciones asombrosas de crecimiento
económico en Eurasia".
Resulta y resalta que Alemania y China
representan,
"dos locomotoras económicas" a cada lado de
la Ruta de la Seda y recuerda que el término mismo de "Ruta de la Seda"
describe "la antigua ruta comercial y cultural entre China, Asia Central
y el Sur de Asia, Europa y Medio Oriente, que fue creada durante la
dinastía Han, 200 años AC".
Tanto la "ruta de la seda económica" como la
"ruta de la separada seda marítima" fueron mencionadas por Xi durante la 3ª
sesión plenaria del Partido Comunista de China.
Para Xi la ruta euroasiática representa una
"prioridad estratégica", ya que,
"China necesita encontrar nuevos mercados de
exportación y preservar los existentes, así como disminuir las brechas
de desarrollo entre las áreas costeras bien desarrolladas como Shangai y
la parte menos desarrollada al interior del país", lo cual servirá para
"preservar la estabilidad al interior de China y en su vecindad".
La provincia efervescente de Xinjiang (China) se
encuentra a lo largo de la Ruta de la Seda, donde prevalecen los islámicos
uigures: centroasiáticos de origen mongol.
Engdahl destaca que,
"el camino del corredor de la nueva
infraestructura pasa por Rusia", por lo que "no existe alternativa
económica" y se hace inevitable la profundización de la cooperación
entre Alemania y Rusia y, por ende, de China con los dos.
Engdahl no deja de resaltar que una semana antes
de su periplo por varios países de Europa, Xi recibió en Pekín al príncipe
heredero de Arabia Saudita, Ben Abdulaziz Al Saud, a quien invitó a
unirse a la construcción del cinturón económico tanto de la ruta eurosiática
de la seda y como de la "ruta marítima de la seda" del siglo XXI que
promueven la "conectividad del transporte y la cultura".
Llama la atención que Xi siempre resalta la cuestión cultural en sus
intercambios comerciales, como dejó entrever en su histórica visita a
Yucatán: el "espíritu de Chichen Itzá".
El mandarín chino no deja nada al azar y, al
unísono de su primer ministro, ha realizado visitas a varios países
centroasiáticos a lo largo de la Ruta de la Seda:
-
Turkmenistán
-
Kazajstán
-
Uzbekistán
-
Kirguistán
La elusiva estabilidad en Asia Central será
fundamental para el éxito de la nueva ruta de la seda que comporta una
propuesta visionaria y muy ambiciosa de 5 puntos del presidente Xi:
-
la cooperación económica conjunta
-
el fortalecimiento de las conexiones de
ruta para construir un gran corredor de transporte del Pacífico al
mar Báltico y de Asia central al Océano Índico
-
la facilitación comercial mediante la
eliminación de barreras comerciales
-
el fortalecimiento de la cooperación
monetaria, lo cual, a mi juicio,
desplazaría gradualmente al dólar e
impulsaría el renminbi chino, la rupia de la India y el euro
"alemán"
-
el fortalecimiento de las relaciones de
sus poblaciones: 30 000 personas provenientes de los Estados
miembros de la Organización de Cooperación de Shangai (OCS)
estudiarán en las universidades chinas en los próximos 10 años.
Detrás de la decisión de China de enfocarse en
dirección de su "occidente", se encuentra un componente mayúsculo de
seguridad, a juicio de Engdahl, ya que China es,
"muy vulnerable a la interrupción del
Estrecho de Malaca, por donde pasa el 85% de sus importaciones,
incluyendo el 80% de sus necesidades energéticas".
Con la mirífica "Nueva Ruta de la Seda", en sus
componentes terrestre y marítimo, China intenta evadir el eventual bloqueo
del Estrecho de Malaca.
¿Dejará la dupla anglosajona (USA-UK), muy versada en balcanizaciones y
desestabilizaciones, prosperar un eje euroasiático tripartito
Berlín-Moscú-Pekín, que puede definir el nuevo orden multipolar?
Referencias
-
"Le
président chinois appelle la Chine et l’Allemagne à construire la
ceinture économique de la Route de la Soie" ["El
presidente chino exhorta a China y Alemania a construir el cinturón
económico de la Ruta de la Seda"], Xinhua, 30 marzo 2014.
-
"China
uses economy to avert cold war", por F. William Engdahl,
PressTV, 17 mayo 2014.