del Sitio Web ScienceBusiness
traducción de
Adela Kaufmann
Sirven a los intereses de Estados Unidos, dice el ministro de Comercio, Mientras se desvanecen las esperanzas de alcanzar
Un acuerdo a finales de 2015. El ministro de Comercio Junior de Francia Matthias Fekl ha amenazado "la terminación definitiva" de la participación de las negociaciones de su país en el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión UE-Estados Unidos (TTIP), diciendo que,
Matthias Fekl
En una entrevista con el diario francés Sud-Ouest publicada el lunes Fekl dijo que cree que las negociaciones favorecen los intereses de los estadounidenses.
El acceso a los textos de negociación no está garantizado incluso para los políticos, añadió Fekl.
Si se aprueba, el TTIP crearía la zona de libre comercio más grande del mundo. Frente a la presión del poderoso lobby agrícola del país, los políticos franceses están especialmente dispuestos a llegar a un acuerdo que evite perturbar a los agricultores. En opinión de Fekl, si los EE.UU. no están dispuestos a modificar su posición, las negociaciones estarán en un terreno inestable.
Mientras tanto, un grupo de más de 55 miembros del parlamento del Reino Unido esta semana expresaron grandes preocupaciones en una moción sobre TTIP firmada por el nuevo líder del partido de oposición de Gran Bretaña, el Partido de los Trabajadores, Jeremy Corbyn y cada miembro del Partido Nacional Escocés.
Las conversaciones sobre el acuerdo comercial comenzaron en 2013.
Las esperanzas de que habría un acuerdo esbozado para finales de
este año están desapareciendo, y el ministro de Economía de
Alemania, Sigmar
Gabriel expresó el
lunes dudas si la UE
podría cumplir con esta fecha límite.
El TTIP es bienvenido en gran parte por los negocios, pero despreciado por grupos ambientalistas.
Sin embargo los defensores verdes están preocupados de que cualquier acuerdo eliminaría regulaciones medioambientales de la UE, y daría lugar a una mayor explotación de petróleo crudo y gas.
Otra área de controversia es la 'cláusula de solución de
controversias inversionista-Estado'
(ISDS),
lo que permitiría a las empresas buscar compensación por parte de
gobiernos extranjeros si hay cambios de política que podrían
amenazar las inversiones.
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