Mientras en el deporte la inesperada Portugal golpeó a las elitistas selecciones de fútbol al conseguir su primera Eurocopa, o la Unión Europea destacaba como número 1 en el medallero olímpico:
Y en definitiva, un año más de grietas
en los históricos Estados del Bienestar con la política de
austeridad de la Troika (BCE,
FMI,
CE) y recortes en derechos sociales
incrementando pobreza y desigualdad.
Uno de los principales problemas que vive actualmente la UE es el crecimiento de la ultraderecha euro-escéptica.
En el 2016, con la huella de un Reino Unido sin un horizonte claro, una Italia caída en sus reiteradas crisis políticas con una fuerte inestabilidad económica, y que en Austria casi se impone en las Elecciones Generales la ultraderecha del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), se celebró también una consulta no vinculante en Holanda sobre un Acuerdo de Adhesión de Ucrania con la UE pero que el fondo de la cuestión fue medir el euro-escepticismo de su población.
Con el 32,2% de la participación, la
línea crítica con la UE se impuso con el 61%. Este aviso simbólico
en el mes de abril de 2016 espera sus frutos el próximo mes de
marzo, el primer reto político de Europa en 2017.
La campaña política del xenófobo líder
del PVV, Geert Wilders, se enfoca en el bloqueo de las
fronteras a los inmigrantes, la islamofobia de prohibir el Corán y
cerrar las mezquitas, la salida de Holanda de la UE (NEXIT) y acabar
con el Euro para recuperar el Florín, la antigua moneda neerlandesa.
Aunque se aprobó ya en la consulta popular agendada el 23 de junio de 2016 el BREXIT - todavía existe el debate jurídico si finalmente es la Cámara de los Comunes quien tiene la última palabra - estas elecciones pueden medir cuáles serán las negociaciones de la UE y el Reino Unido en el proceso de desconexión, que todo indica que se iniciará en marzo con una transición de dos años.
Según el nivel de apoyo del pueblo
británico en estas elecciones locales a los partidos
euro-escépticos, los actuales líderes del Partido Conservador y la
UKIP, la negociación con la UE podrá ser más radical o moderada.
Mientras cada partido y coalición prepara a su candidato o candidata mediante su respectivo proceso de primarias - la conservadora derecha francesa ya eligió al liberal y católico François Fillon o en el Partido Socialista las previsiones dan como vencedor al Primer Ministro Manuel Valls - algunos sondeos, posiblemente prematuros todavía, dan la victoria en la primera vuelta de las elecciones del 23 de abril a la euro-escéptica y ultraderechista lideresa del Frente Nacional (FN) Marine Le Pen.
Sondeos que repiten el resultado de las Elecciones Europeas legislativas en mayo de 2014 donde el FN fue la primera fuerza, seguida de los conservadores y quedando el PS en tercer lugar.
Un pésimo lugar que posteriormente fue acompañado de la grave crisis política en el Ejecutivo francés liderado por el PS dada la dimisión en bloque del Gobierno al no aceptar la gran mayoría de ministros las políticas de austeridad de Valls y Hollande.
La segunda vuelta, la del 7 de mayo,
posiblemente sea una disputa entre los Conservadores y el FN, es
decir, una elección vestida de referéndum sobre seguir o no seguir
Francia en la Unión Europa.
La actual Canciller conservadora Angela Merkel se postulará para un cuarto mandato consecutivo, después de estar gobernando los últimos 4 años (2013-2017) en coalición con el histórico rival Partido Socialdemócrata Alemán (PSD).
Alemania, arquitecta de las políticas de austeridad de la UE afectando sus impactos a clases populares, que acogió los últimos dos años a más de 1 millón de refugiados (la mayoría de Siria), o sufrió atentados terroristas (o de la guerra sin llamarla guerra) como el del mercado de Navidad de Berlín el pasado 19 de diciembre, presenta un panorama político complejo.
Según las encuestas, y por primera vez desde la II Guerra Mundial, un partido de extrema derecha y euro-escéptico, Alternativa para Alemania (AfD), podría tener representación parlamentaria.
En las elecciones regionales del estado Mecklemburgo-Antepomerania el anterior mes de septiembre AfD se convirtió en la segunda fuerza, detrás de los socialistas y haciendo un "sorpasso" a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel en su propio feudo.
El AfD apuesta por la desaparición del Euro y la Troika, desburocratizar la UE y dar más competencias nacionales, y el cese de las políticas de acogida de refugiados a Alemania, entre otros puntos.
Este partido, creado en 2013, y que
obtuvo 7 diputados en las elecciones europeas de 2014, podría
revolucionar el panorama político y social alemán obteniendo por
primera vez representación en el Bundestag, aunque todavía queda muy
lejos de disputar el primer puesto de poder como el FN en Francia o
PVV en Holanda o conseguir la hegemonía euro-esceptica como en el
Reino Unido.
Toda tormenta política tiene sus causas, y sitúa a cada actor en la casilla del tablero.
Y a todo esto, ¿dónde está la
izquierda...?
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