por Prof. Michel Chossudovsky 
21 Julio 2015 
del Sitio Web 
GlobalResearch

traducción de Adela Kaufmann
Versión original en ingles

 

 

 

 

 

 

 

FIRA, GRECIA

 

El domingo 05 de julio, el pueblo griego votó en un referéndum histórico rechazando el proyecto del acuerdo de la Troika. 

 

El referéndum fue un completo "ritual de la democracia".

 

El pueblo griego fue traicionado. La mañana del lunes 06 de julio, el día después del referéndum, el primer ministro Tsipras puso adelante un proyecto de propuesta de 13 páginas que incluía la mayor parte de las demandas de los acreedores.

 

Esta propuesta, que fue redactada antes del referéndum en estrecha consulta con los acreedores fue destinado esencialmente a conducir hacia la aceptación de las demandas de los acreedores, es decir, a apoyar el voto por el SÍ que fue derrotado en el Referéndum del 05 de julio. 


Esta media vuelta había sido cuidadosamente diseñada. El pueblo griego fue engañados y timado.

 

PM Tsipras estaba "en la cama con los acreedores", mientras llevaba la Campaña del NO. Él había llegado a un acuerdo con los acreedores, él estaba a favor de aceptar las demandas de los acreedores desde el principio. 

 

El mandato NO del pueblo griego estaba destinado a ser ignorado. Y la decisión de paralizar la aplicación del voto NO fue tomada antes del referéndum. 

 

El documento post referéndum del 06 de julio planteado por PM Tsipras el lunes 06 de julio fue aceptado en sustancia por la Troika.

 

Entonces fue refrendado por el Parlamento griego. 

 

 

 


La pregunta importante para el pueblo griego

  • El voto de aceptación por parte del parlamento griego ¿proporciona una luz verde jurídicamente vinculante al gobierno, para concluir las negociaciones de deuda contra el pueblo griego, anulando el NO en el referéndum?
     

  • ¿Cuál es el papel de un referéndum bajo la Constitución de Grecia?

Si bien el resultado de un referéndum no siempre es jurídicamente vinculante, sin embargo, proporciona al gobierno un mandato político explícito, que tiene que ser seguido.

 

Un referéndum no puede basarse en un engaño a priori.

 

 

 

 

Los resultados no pueden ser ignorados en una democracia. 

 

El referéndum fue celebrado, mientras el gobierno Tsipras ya había decidido ceder a los acreedores. Ni el Parlamento ni el gobierno pueden rescindir el voto del pueblo griego el 05 de julio de 2015. 

 

En una democracia, el gobierno tiene la responsabilidad de implementar el voto por el NO en el referéndum, que fue patrocinado por el gobierno de Syriza en el primer lugar. 

 

Si no está dispuesto a responder a las demandas del pueblo griego, debe renunciar. 

 

Es importante en esta etapa que el pueblo griego cuestione la legalidad de la decisión parlamentaria. Vale la pena señalar que el Tribunal Especial Supremo (Ανώτατο Ειδικό Δικαστήριο) aprobó la celebración del referéndum. 

Lo que ahora se debe establecer es la constitucionalidad de la negativa del parlamento, sobre el procedimiento del Referéndum y su respaldo de facto del Voto SÍ. Esa decisión tiene que ser desafiada. Y esto debe hacerse antes de que se alcance un acuerdo vinculante definitivo con los acreedores. 

 

Lo más probable es que el texto final completo y detallado del acuerdo de rescate no se hará público. 

Cabe señalar que muchas características de este acuerdo, incluyendo los descritos en el documento de 13 páginas de Tsipras están en violación de la Constitución de Grecia (por ejemplo, los artículos 22 a 23 relativos a los derechos laborales y sociales). 

 

Un acuerdo de rescate ad hoc negociado por burócratas no puede anular las cláusulas precisas contenidas en la Constitución del país. Eso es en última instancia el objetivo de los acreedores:

Socavar las premisas de la democracia griega.