Apéndice VIII
EXTRATERRESTRES Y SOCIEDADES SECRETAS
A lo largo del libro hemos ido hablando machaconamente de la
relación que ciertas
sociedades secretas tienen con el fenómeno
ovni.
Por muchos años creí que gran parte de las historias que circulaban
en ese sentido eran puras invenciones de mentes calenturientas. Sin
embargo, en los últimos años, y basado en hechos inexplicables de
otra manera, he ido rindiéndome ante la evidencia de que tales
grupos no sólo existen, sino que actúan intensamente en la sociedad
y algunos de ellos están relacionados con el fenómeno ovni.
Desde tiempo inmemorial los pueblos han sido siempre dirigidos por
pequeños grupos de personas que con mayor o menor derecho han
acaparado todos los poderes, haciendo que el resto de los ciudadanos
estuviese a su servicio.
Sin embargo, ahora no me estoy refiriendo a los gobernantes
ordinarios —más o menos injustos— sino a otro tipo de personas más
evolucionadas intelectualmente —aún que no moralmente— que tiene
como fin el dominio del planeta entero.
Estos grupos de personas, con una capacidad económica muy grande,
actúan desde las sombras, valiéndose para ello de los poderes
constituidos, sean éstos financieros, políticos, militares o
religiosos.
En la actualidad podemos atisbar el poder de estos grupos en ciertos
acontecimientos inexplicables de nuestra sociedad. Por ejemplo, en
el errático funcionamiento de las bolsas de valores en el mundo
entero, en el malestar social que reina en muchas naciones, en la
quiebra casi repentina de las finanzas de muchos estados, en el
cambio radical obrado en cuestión de semanas en todos los países de
la Europa del Este, etc.
Tras todos estos hechos y otros tantos que se podrían aducir, no hay
que ser muy perspicaz para adivinar unas mentes maquiavélicas, y en
un sentido siniestras, aparte de poderosísimas.
Dejando a un lado lo que hasta nosotros ha llegado sobre las
sociedades secretas en la antigüedad, conocemos bastante bien las
actividades de los
Templarios y los Rosacruces en la Edad Media, e
Illuminati,
Francmasones, Golden Dawn, etc., en tiempos más
cercanos. No se puede negar que miembros de estas organizaciones
fueron los causantes de grandes cambios en la sociedad de su tiempo.
En la actualidad, da la impresión de que grupos intrigantes y bien
organizados de personas con un enorme poder económico se han aliado
con ciertos hombres de la milicia o se han infiltrado en sus
cuadros, y mediante sus ilimitadas posibilidades económicas
(respaldadas por los presupuestos multimillonarios de las grandes
naciones) y su irrestricta capacidad de acción —muchas veces a
espaldas de la ley— están cambiando rápidamente el panorama del
planeta.
Estos cambios parece que obedecen a una abarcadora estrategia que no
sólo tiene que ver con lo social, económico o político, sino que se
extiende a fenómenos tan neutrales como la climatología.
Según algunos informes, el SIDA ha sido causado por uno de estos
grupos secretos y prepotentes en convivencia con algún grupo de
extraterrestres, con el fin de acabar rápidamente con ciertos
estratos problemáticos de nuestra sociedad y con las razas o castas
más atrasadas.
La capacidad que estas sectas de «selectos» tienen para disimular
sus acciones, por horrendas y masivas que éstas sean, y para
manipular a la opinión pública es increíble.
Un ejemplo palmario de ello es cómo han sido capaces de ocultar
durante más de cuarenta años la presencia de seres de otros mundos
entre nosotros, engañando o amordazando para ello a los grandes
medios de comunicación.
Otro ejemplo muy reciente lo tenemos en España en donde, a pesar de
todas las pruebas en contra (y usando para ello al poder ejecutivo y
al judicial), han logrado convencer al pueblo de que la causa de la
intoxicación del «síndrome tóxico» fue el aceite de colza
desnaturalizado, cuando, tal como ha demostrado
Andreas Faber Kaiser
(«Pacto de silencio»), fueron los abonos órganofosforados y
especialmente el «Nemacur» de la Bayer.
A lo que parece tras todo este sórdido asunto había no sólo grandes
cantidades de dinero, sino toda una experiencia bélica de la que
nada se habló en los tribunales de justicia.
Estos pequeños grupos de superparanóicos, autoerigidos en dictadores
de los habitantes de este mundo, son los que en la actualidad están
dejando que se filtre la noticia de la presencia de extraterrestres
entre nosotros, para en un momento preciso, usar el pánico que ello
pueda generar, y exigir que todos los líderes de las naciones les
rindan sus poderes «con el objeto de poder enfrentar unidos la
invasión extraterrestre». Esto pondría en bandeja de plata el
dominio del planeta entero en sus manos.
Y estos mismos grupos son los que están camuflando muchas de sus
actividades criminales y sus experiencias, achacándoselas a
extraterrestres; aunque es cierto que ellos fueron los que les
proporcionaron la tecnología necesaria para poderlas realizar. Las
experiencias de
la base de Dulce, sin dejar de ser verdaderas,
podrían ser obra de alguna de estas sociedades en colaboración con
un grupo de militares. Aunque luego den informaciones falsas y se
haga aparecer todo como obra de alienígenas.
Parece cierto, que ya en la década del 30 un grupo de científicos
alemanes estableció contacto con extraterrestres y debido a sus
instrucciones aceleraron la construcción de los V-2. Se sabe que,
rusos y norteamericanos encontraron en Peenemunde y en otros lugares
de
la Alemania nazi, planos muy avanzados para la fabricación de
aparatos similares a los ovnis. Los intentos para construirlos
resultaron fallidos al no recibirse más información.
Algo de esto puede ser que suceda con las innegables mutilaciones y
desangramientos de ganado y con las abducciones de personas. En
ocasiones dan la impresión de haber sido perpetradas por grupos de
humanos con unos medios que suponen una tecnología desconocida por
la ciencia oficial.
Como las sociedades secretas son bastantes y sus propósitos varían
grandemente, no es raro que sus estrategias también varíen y en
ocasiones den la impresión de estarse haciendo la guerra.
Todas estas ideas no pasan de ser sospechas, debido al planificado y
tenaz encubrimiento de datos y debido también a la confusión en que
estamos ante tantos hechos extraños y en muchas ocasiones
contradictorios. Los encargados de evitar que se conozcan las
grandes verdades que hay detrás del fenómeno ovni han desempeñado
muy eficazmente su cometido a lo largo de los años, y en la
actualidad tenemos que confesar nuestra incapacidad para explicar
tantos eventos desconcertantes.
Pero habrá que tener muy presentes todas estas sospechas, ante
tantos extraños acontecimientos como estamos contemplando en
nuestros días.
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