L.U.S.
(Lineamiento
Universal Superior)
Valentina de
Andrade - Roberto Olivera
EL GRUPO
Inscripto en la Argentina en la Dirección Provincial de Personas
Jurídicas (Provincia de Buenos Aires), como Asociación Civil sin
Fines de Lucro, el Lineamiento Universal Superior (L.U.S.), fue
desde su inicio liderado por la brasileña Valentina de Andrade
(también por su marido argentino Roberto Olivera en la etapa en que
era un grupo sin nombre ni registro como entidad), aunque para
resguardar de problemáticas jurídicas a la líder, no se la incluyó
en el listado de miembros de la comisión directiva.
LOS
INICIADORES
Valentina de Andrade
Contactada brasileña (Carazinho, Río Grande do Sul, 28 de
setiembre de 1929). Por medio de su marido "sensitivo" (médium), el
argentino Roberto Olivera, mantuvo comunicaciones con entidades
cósmicas entre 1981 y 1987, año en que se separaron. Luego, tuvo
otra pareja argentina: José Teruggi, quien pasó a oficiar de canal
de las entidades del cosmos durante varios años hasta terminar la
relación de pareja. Junto a Olivera, Valentina formó un grupo de
seguidores con ayuda de los cuales realizaron y editaron en Brasil
los libros "El
Universo de Zuita" (1982), con Roberto Olivera como
autor, y "Dios, la gran farsa" (1985), de Valentina de Andrade;
libro que en 1989 iría a publicarse en la Argentina en una versión
ampliada, con el título: "La verdad sobre Dios".
En 1988, ya sin Olivera
en el co-liderazgo de la agrupación, ésta obtuvo personería jurídica
bajo la denominación de "Lineamiento Universal Superior"(L.U.S.),
que funcionó activamente en la divulgación del mensaje hasta que en
1992 fue erróneamente sospechada de estar involucrada en delitos
cometidos contra niños en Brasil, pero pese a la inocencia, la
difamación producida desmotivó la vocación divulgadora que durante
una década se había tenido, pasando el grupo y su jefa a cuarteles
de invierno. Fue una de las primeras contactadas en hablar
públicamente de tener procedencia cósmica, que señalaba ser del
exterior de este Universo, y de una muy alta jerarquía.
Roberto Olivera
Médium argentino (La Plata, 12 de diciembre de 1934) que,
residiendo en Brasil, incorporando entidades que decían ser del
cosmos, junto a su pareja brasileña Valentina de Andrade, inició la
formación de un grupo que más tarde sería conocido como "Lineamiento
Universal Superior" (L.U.S.). Separado de Valentina en 1987,
(luego de haber editado junto a ella en Brasil el libro
El
Universo de Zuita (1982), figurando como autor, y Dios, la gran farsa (1985),
con autoría de Valentina de Andrade, se mantuvo distante de la
agrupación que co-liderara, y en la década del 90 editó en forma
artesanal, con ayuda de algunos allegados, varios libros de la
temática (con el seudónimo Oliver Robertt), en una labor que no
trascendió por vía impresa, siendo publicadas sus obras en Internet
en 1999 en una página llamada "ORION, A-B-C de la conciencia en
busca de la respuesta final". Entre ellas: El hablar de los
pensares, (1993), Los Charlies, hijos de 33 (1993), Los Charlies,
después de los sistema solares (1996), y ¿En qué tiempo situarme...?
(1996).
OTRO
RENOMBRADO
José Alfredo Teruggi
Interesado en temas cósmicos argentino (Lobería, provincia de Buenos
Aires, 9 de enero de 1954), que a mediados de 1984 ingresó al grupo
contactista liderado por Valentina de Andrade y Roberto Olivera,
reemplazando a éste como pareja de ella en 1987, y también pasando a
oficiar de vehículo físico de las entidades que aquél incorporara.
Como para esas alturas estaba todo dicho en cuanto a lo fundamental
de los conocimientos cósmicos, que vía Olivera fueran recibidos
desde 1981, no se llegó a difundir gran cosa sobre mensajes vía Teruggi, pero sí información periodística a nivel policial, en
ocasión de sospechársele (erróneamente), junto con su mujer y
miembros del grupo L.U.S. (Lineamiento Universal Superior), de estar
involucrado en hechos delictivos contra niños en Brasil. Fuera del
renombre que adquirió en su momento por tales motivos, de Teruggi no
ha quedado, a nivel público, aporte de valor en cuanto a información
cósmica llegada a través de su transitorio papel de médium que, así
como de pareja de Valentina, concluyó varios años después de
iniciarse.
LOS HECHOS
¿Espíritus o extraterrestres?
Valentina era asistente de un médium que, incorporando al que ella
creía que era el espíritu de un médico, hacía curaciones asombrosas.
En un momento dado se manifestó a través del médium otra entidad,
que le anunció a ella ciertos hechos sobre su futuro, en el que
habría una nueva pareja, quien resultaría ser un argentino, llamado
Roberto Olivera. A través de él, pasaron a incorporarse entidades
que traían un extraño mensaje; le decían que no rezara (ella era
católica). Ella sospechó entonces que eran espíritus satánicos. Eran
los primeros meses de 1981, y bastante tuvo que pasar hasta que
Valentina comprendiera que las oraciones, según lo explicado por los
seres, invocaban fuerzas negativas, con palabras tales como "Dios",
cuyas connotaciones veremos más adelante.
Valentina supo, a lo largo de los meses, que se trataba de seres que
venían a intervenir el planeta, el sistema y la galaxia toda, pues
en el Universo había ocurrido un gran conflicto que ocasionó la
caída de galaxias enteras bajo el poder de un ser al que denominaban
(dentro del lenguaje humano a los efectos de comunicar el
conocimiento) como "el Nefasto". Al parecer, ese ser era el supuesto
espíritu del médico que incorporaba aquel médium. Y su propósito era
mantener bajo su control a Valentina, a quien iba contaminando
energéticamente. Pero, ¿por qué iría a tener tanto interés en ella
un ser de tanto poderío cósmico? Más adelante encontraría la
respuesta.
El origen de la negatividad en el Universo
Según los seres que transmitían esta información, que se
denominaban a sí mismos como "Individualidades Cósmicas", el
Nefasto
procedía del exterior del Universo, (hay millones de "Universos
Paralelos" similares a éste) de un tiempo y espacio en el que no
existían Universos por separado, sino que todo funcionaba en un
"Universo Único", que era gobernado desde el centro, por el "Plasma
Madre" (plasma puede ser entendido como alma o energía).
El Nefasto
procedía de este Plasma, que se subdividía en un "Centro" (el
Creador) y camadas que lo recubrían, la última de las cuales,
externa, filtraba impulsos energéticos, controlando la información y
el equilibrio con los "Mundos Radiales" (radiales como ruedas).
Este encargado de
filtrar información, en un momento dado, pasó a dar órdenes
autónomamente y a negarle información de lo que estaba haciendo y
sucediendo en los Mundos Radiales, al Centro del Plasma Madre. Así
surgió el desequilibrio, la desarmonía y... el egoísmo: el ser de
mayor responsabilidad y confianza, se había rebelado; las causas son
desconocidas, tanto como lo son para la historia del Diablo o el
Dios del Mal de las distintas religiones.
En estas revelaciones cósmicas sobre el surgimiento de la
negatividad, la historia siguió con que el responsable del conflicto
fue descubierto, ante lo cual, para protegerse de él, fue ordenada
la disgregación de todos los Mundos Radiales, siendo los seres que
los poblaban enviados a un nuevo espacio donde constituirse en
universos, en forma esférica y separados entre sí, de modo que si
algo negativo pasara en cada uno de ellos, en los otros no se
recibirían los efectos. En la dinámica universal anterior, en
cambio, el intercambio y la relación entre mundos hacía que todas
las experiencias se transmitieran de punta a punta del espacio, con
lo que, de haber continuado así, todo habría caído bajo el control
de quien había empezado a alterar el normal funcionamiento del
Universo.
Posicionados cada uno en sus respectivos nuevos espacios, los
Universos Paralelos fueron rodeados por Individualidades Cósmicas de
"Seguridad Universal", de modo que el enemigo no se infiltrara. Pero
esta tentativa fracasó: el Nefasto se subdividió en millones de
"Segmentos" que lograron ingresar en cada Universo, generando
conflictos enormes. Muchos Universos cayeron irreversiblemente en
poder de las Individualidades Cósmicas negativas surgidas de aquella
segmentación.
Según la información suministrada a Valentina por
las
Individualidades, el Universo en que estamos estaba regido por quien
aparentemente era la Individualidad Cósmica de mayor riqueza.
Denominada como "Zuita",
creadora del Universo con las mayores posibilidades de alcanzar la
máxima Luz, su destino, en tal caso, sería ganar el derecho a
recibir las memorias del Centro del Plasma Madre (que sólo él
guarda, con todos los secretos de la Creación) y pasaría a ser el
futuro regente del nuevo ciclo evolutivo que los actuales habitantes
de los Universos cumplan cuando toda esta experiencia cósmica
termine.
Como "Centro del Plasma Mayor" (conjunto de Individualidades
gobernantes del Universo) Zuita, Individualidad tan lumínica, habría
sido la causa de que la cabeza de aquella Individualidad nefasta,
(el Nefasto mismo) eligiera infiltrarse en este Universo.
Buscando montar su cuartel general lo más ocultamente posible,
eligió una galaxia de ubicación y dimensiones no destacables y, en
ella, en un perdido rincón periférico, en un sistema planetario que
no tuviera una estrella de alta magnitud. Y fue en esta galaxia y en
este sistema. Desde su oculto reducto, desarrolló su estrategia de
contaminación de mundos. Medio Universo cayó en su poder.
La "Energía Amor", materializada en la Tierra
Otra Individualidad infiltrada secretamente en
El
Universo de Zuita, fue localizada y estudiada por agentes de él; se trataba de
una Energía de altísima Luz, con origen y propósito desconocidos.
Los agentes de Zuita, infiltrados en este sistema planetario, donde
observaron al Nefasto y su obra, comprobarían que la enigmática
Individualidad de Luz sería sometida por él a grandes sufrimientos
en la Tierra, en diversas reencarnaciones. Más tarde se descubriría
a qué había venido ella: a buscar al Nefasto y disuadirlo PARA QUE
RETORNARA A LA LUZ. Se trataba, aparentemente, de una Individualidad
del Plasma Madre, de la más elevada jerarquía, luego del Creador
mismo de aquel Universo Único. Es decir, alguien de igual o mayor
poder que el Nefasto. Aclarándose que el Nefasto poseería mayor
poder que Zuita y todos sus semejantes juntos de todos los
Universos. Como que para enfrentar al Nefasto hacían falta
"refuerzos" de mucho más arriba. Y de las Individualidades que se
comunicaban con Valentina, muchas venían de más allá de los actuales
Universos, del Plasma Madre.
Esa Individualidad de Luz sometida a torturas en la Tierra, llegaría
a tiempos actuales como una simple mujer, cuya vida sufriría tanto
dolor como en otras anteriores. Y así nació como Valentina de
Andrade. Y el Nefasto, continuando su opresión sobre ella, usándola
energéticamente en los trabajos curativos con el médium, estaba a
fin de debilitarle sus riquezas energéticas y apagarle lo que le
quedaba de su Luz. Según las Individualidades, su Energía estaba tan
manchada, que era irreconocible. La estudiaron, la pusieron a prueba
muchas veces, hasta que comprobaron que realmente era la "Energía
Amor Materializada", procedente del Plasma Madre, cuyo Centro era
llamado "Centro del Centro, Vida de la Vida, Amor del Amor, Luz de
la Luz".
Inicio de la difusión de los Conocimientos Universales
Esa simple mujer, dejó de serlo a partir de las revelaciones
recibidas durante esos primeros años de la década del 80.
Comenzó a desarrollar notables poderes, entre ellos el de observar
las "Energías" (almas) en sus formas que adoptan en el astral, y a
conversar con ellas telepáticamente, averiguando así sus distintas
encarnaciones y pasos por otros mundos.
Su misión en la Tierra, al menos en lo que se refiere a los
propósitos originales, habría terminado en el momento en que el
Nefasto -según lo transmitido- fue destruido en junio de 1981, por
determinación de la "Justicia Universal". Sin embargo, teniendo en
cuenta que existirían en el planeta seres que, viviendo como
humanos, podrían ser despertados e iluminados energéticamente
mediante las enseñanzas que Valentina estaba recibiendo, "Ellos" le
propusieron difundir las "Verdades" que le fueron reveladas. Le
ofrecieron la posibilidad de que no lo hiciera si no quería, por las
dificultades que eso le ocasionaría. Ella eligió difundirlas.
En 1982 fue publicado en Brasil el libro "El
Universo de Zuita",
colocándose como autor Roberto Olivera. Consistía en una
recopilación de enseñanzas sobre estos "Conocimientos Universales" y
diversos mensajes de las Individualidades y otros tipos de entidades
cósmicas. Valentina registraba todo con grabador cada vez que se
producían las incorporaciones.
En 1983 Valentina y su pareja abandonaron la difusión en Brasil, por
considerarlo un país "entregado para el Nefasto", hicieron una gran
quema de ejemplares del libro, salvo unos pocos que conservaron, e
iniciaron la divulgación de las enseñanzas en la Argentina.
Comenzaron por una nota efectuada a Roberto Olivera por el
periodista Ricardo Castellani, del diario El Día, de La Plata, en
abril, y publicada en la "Revista Platense" de dicho matutino, que
acompañaba la edición de los domingos. Dada la repercusión que
produjo en los lectores, hubo un par de notas posteriores, en
momentos en que la pareja se encontraba en Brasil preparando la
mudanza definitiva. Retornados a la Argentina en septiembre, Olivera
dio una conferencia en Buenos Aires, organizada por el afamado
ufólogo Fabio Zerpa.
En un departamento céntrico de La Plata, por aquellos meses, sólo un
grupito de unas cinco personas se reunía con la pareja, y una de
ellas organizó, en diciembre, una conferencia en la ciudad. Del
centenar de los allí asistentes, los más interesados irían a
convertirse en varios de los primeros miembros de lo que sería la
base del grupo que, a la larga, se ampliaría y terminaría
institucionalizado como "Lineamiento Universal Superior" (L.U.S.),
cuatro años después (asamblea que aprobó los estatutos: Club
Atlético Platense, La Plata, 13 de diciembre de 1987). El
antecedente más lejano de uso público de esa denominación, databa de
los primeros meses de 1984, cuando el grupo distribuyó anuncios
fotocopiados donde las siglas aparecían sobre la imagen de una luz
de cuatro puntas (en "X"), fotografiada en un caso OVNI (ajeno al
grupo) mundialmente aparecida en libros y revistas.
Antes se había
bosquejado (por parte de Olivera) un diseño de tres círculos
dispuestos en triángulo, en cada uno de los cuales iba inscripta
cada una de las tres letras iniciales. La denominación estaba tomada
de un mensaje cósmico donde se hablaba de los "Lineamientos
Universales Superiores", sin que las razones del paso al singular
hayan sido debidamente explicadas. Luego del reparto de los anuncios
a inicios de 1984, en lo sucesivo del año y hasta 1987, no se volvió
a hablar de grupo "L.U.S." con fines publicitarios y tampoco a nivel
interno; era tan sólo "el grupo".
Deficiencias de liderazgo y conflictos grupales
Esta gente se estaba preparando mental y materialmente para los
"tiempos finales" en que las naves rescatarían a los merecedores de
ser "salvos" o "elegidos". Los conflictos internos vividos se
traslucieron por la vidriera de las actitudes a la sociedad, que no
veía con buenos ojos que en esta agrupación se considerara como
"nefastos" a los de "allá afuera" y se trazara una división tajante
entre la vida interna del grupo y el mundo exterior (familia,
amistades, trabajo, etc.). Las instrucciones y observaciones de las
Individualidades Cósmicas para con el grupo y su comportamiento, sin
embargo, no prevenían, no alertaban contra las consecuencias que
esta forma de vida iría a ocasionar. Era como si esos seres
estuvieran tan lejos del plano terrenal, que consideraban nefasto a
aquél que descuidaba asuntos grupales por ocuparse de familia,
estudio, trabajo u otras cuestiones sociales. Influenciados por esta
actitud de las Individualidades, Valentina y su marido se volvieron
muy exigentes para con sus seguidores, al punto de suspender o
expulsar a quienes no observaran el comportamiento "debido".
El autoritarismo con que se llevaba adelante el liderazgo, podría
definirse en términos de inexperiencia en estas cosas: ha sido un
fenómeno típico de los años 80 que los grupos contactistas,
desbordados psicológicamente por la presión que supone tratar con
seres cósmicos -que son verdaderos "dioses" vistos desde aquí- han
priorizado la importancia en sus vidas, de estos seres, sus mensajes
y directivas, por sobre las cosas "de este mundo" (trabajo, dinero,
familia, sexo, etc.), creyéndose los líderes con derecho de exigir
sacrificios o renunciamientos en el plano material, "por el bien" de
la parte espiritual de sus seguidores. Esta fallida experiencia que,
en muchos grupos, ha ocasionado deserciones y contramarchas, parece
haber servido para que el clima sea actualmente más distendido en
estas agrupaciones, con menos presiones y exigencias.
Inclusive porque el fin
del mundo que se iba a producir para tal o cual año y al final no se
produjo, y la evacuación que iba a venir y al final todavía no se
hizo, han generado descrédito en los vaticinios de los líderes de
grupos y hasta en los mensajeros extraterrestres. Los cuales, menos
endiosados que antes, ya no pueden valerse tanto como entonces, de
la inexperiencia de la gente para tenerla a raya. A Valentina y sus
Individualidades Cósmicas, iría a pasarles esto. Habiendo empezado
todo con un grupo de temerosos sumisos incapaces de desobedecer o de
alejarse más de 24 horas de la sede o de donde transcurriera la vida
grupal, hacia los años 90 terminaría cada uno ausentándose,
desconectándose o haciendo lo que bien quisiera y entendiera, en un
desbande que Valentina ya no podría evitar.
Ceses y reaperturas de la difusión
Promediando 1983, el plan original de difusión de los Conocimientos
tenía por objetivo una gira por diversos países, no sólo de la
región, sino de otros continentes. Un año después, ante derivaciones
de fechas cósmicamente establecidas y apocalípticas predicciones
para tiempos cercanos, quedaría decidido finalizar la difusión y
llevar el grupo (que era de varias decenas de miembros) al sur de la
Argentina para establecer una comunidad y esperar a las naves
salvadoras...
Por amenazas anónimas, la pareja retornó a Brasil a fines de 1984.
En 1985, en Londrina, Estado de Paraná, (donde habían residido hasta
emigrar a la Argentina) Valentina hizo radio, un minicongreso y un
libro: Deus, a grande farça (Dios, la gran farsa), cuya edición en
Español, en la Argentina (1989) iría a titularse La verdad sobre
Dios (por consejo de una abogada se evitó el título original, pues
"traería problemas"). El tal "Dios" no era otro que
el Nefasto:
según las enseñanzas, éste se hizo pasar por Dios, el Dios de este
mundo, que nada tiene que ver con el verdadero Padre Universal.
Decir "el Nefasto", "Dios" o "Diablo", era exactamente lo mismo;
antónimos todos de "Padre", el Padre del que hablaba Jesús, en
contraposición al Dios del Antiguo Testamento, que había
privilegiado a un "Pueblo Elegido", cuando el Padre de Jesús no
elegía pueblos de modo favoritista, no discriminaba.
Pero en general el
público no entendía estas explicaciones sobre la "nefasticidad de
Dios", y tomaba a las enseñanzas como diabólicas.
En 1986 la difusión quedó trunca: había que irse del planeta.
Estando casi todos los argentinos en Londrina, varios habiendo
vendido sus propiedades y renunciado a sus trabajos, pues había que
irse del planeta... la nave no apareció, y ya que habría un plazo de
"siete años más" para continuar con la limpieza interior que
permitiera el merecimiento de ser salvados, Valentina los mandó de
vuelta a todos para la Argentina, y a los brasileños a sus
respectivas ciudades, todos con la misión de reabrir la difusión de
los Conocimientos. Así arrancaría 1987.
Final, quizá abierto...
La relación de Valentina con su marido argentino finalizó meses
después, por algunos conflictos que se venían repitiendo en la
pareja. Otro argentino, José Teruggi, miembro del grupo desde 1984,
fue su reemplazante sentimental, y también en cuanto a la dirección
masculina de la agrupación. Según ella decía, era un ser de Luz, de
la "Seguridad Universal". Sin embargo, con los años, dejaría de ser
considerado como ser de Luz, cuando también él sería reemplazado
como pareja por Valentina, por otro de sus seguidores.
Hasta 1992, Valentina y Teruggi se movían entre la Argentina y
Brasil, así como la gente del grupo. Precisamente en ocasión de
encontrarse un contingente de argentinos con ellos en la isla de
Guaratuba, ante la desaparición del hijo de una empleada del hotel
en que estaban, fueron sospechados del caso, y la prensa
-manipulando tendenciosamente la información- los involucró en el
caso de la muerte de otro niño de la isla en un crimen ritual, si
bien la justicia no les había formulado ningún cargo en esa causa,
ante la inexistencia de pauta alguna de relación de esta gente con
el asesinato. Era julio del 92, y los medios periodísticos de Brasil
y la Argentina le hicieron tanto eco a la noticia, y tanto manejaron
al margen del accionar de la justicia el tema del supuesto crimen
ritual, que Valentina vio manchada su reputación definitivamente, a
pesar de que las sospechas recaídas sobre ella y su gente fueron
diluidas al descubrirse a los verdaderos culpables.
La prensa no desdijo las
cosas que en su momento se habían publicado (incluyendo titulares
tales como "¡Asesinos!"), así que la fama quedó sellada. El
Lineamiento Universal Superior ya no podía atraer a nadie, cesaron
las conferencias, los programas, la difusión del libro de Valentina,
y la desaparición pública de ella y sus adeptos indicaría que los
Conocimientos Universales, al parecer, no valen la pena ser
difundidos, a tan alto precio de difamaciones y amarguras. Sin
embargo, cuando en 1981 las
Individualidades Cósmicas le habían
propuesto a la señora salir a divulgarlos, se le había advertido que
el camino sería hostil. No llevó adelante hasta las últimas
consecuencias el compromiso que había asumido.
Lo rescatable
Valentina y su ex-marido Roberto Olivera no consiguieron, no
supieron o... no quisieron, ni juntos primero, ni cada uno por su
lado después, hacer que los conocimientos cósmicos recibidos
lograran resonancia pública a nivel masivo. Los libros estuvieron
lejos de ser un éxito. Los adeptos que formaban grupos, se
multiplicaban hasta cierto punto, pero no tanto. Los que oficiaban
de divulgadores, convencían a unos cuántos, pero de esos quedaban
pocos o hasta ninguno, cuando se daban cuenta de que habían ido a
parar a un grupo donde se pregonaba más con la palabra que con el
ejemplo. Como a menudo sucede en todas partes.
Esta falta de logros plantea una pregunta: ¿fracasó el plan cósmico
de hacer que las verdades reveladas se lanzaran a los cuatro
vientos? ¿Fracasó la misión divulgadora? ¿Hay alguien divulgando
algo todavía, cuando en los motores de búsqueda de Internet, a la
fecha (junio 2000), lo único que aparece de Valentina es esta
página? ("Personas Extraterrestres", www.geocities.com/Area51/Stargate/5584
- de la cual está tomado el presente texto). ¿Es esta ausencia en la
Red, la forma en que los seguidores de Valentina demuestran que ni
siquiera han sido capaces de emplear este poderoso vehículo de
información para posibilitar que otra gente reciba la revelación que
ellos conocieron? A juzgar por esa obvia falta de interés en que
estos conocimientos se sepan, es de suponerse que no hay argumentos
para hacerle pensar a nadie que todo esto del mensaje cósmico pueda
ser cierto, serio y creíble.
Sin embargo, más allá de la falta de responsabilidad de hacer que el
mensaje se difunda, o la falta de voluntad, de determinación o de
motivos cualesquiera fuesen, los libros van a quedar, alguien los
puede leer, alguien puede difundir el mensaje, sin necesidad de
conocer a Valentina o de pertenecer al L.U.S. El mensaje fue
transmitido desde el cosmos. Valentina de Andrade y Roberto Olivera,
lo recibieron, con ayuda de sus adherentes lo publicaron, no
llegaron a darle la difusión acorde con lo que una Verdad Universal
merece, pero sí acorde con un mundo que censura y combate todo
aquello que denuncie "la gran farsa" de esta existencia.
Por lo que, así
viéndolo, quizá no era de esperarse mucho más de lo poco que se
logró. Pero el conocimiento seguirá su curso, y quizá alguna vez
trascienda, de ser divulgado por gente que, en vez de ahuyentar con
actitudes repulsivas a los interesados y entusiastas, los atraiga
con una actitud abierta, sin fanatismo ni imposiciones dogmáticas;
sin amenazas de condena ni promesas de salvación a bordo de las
naves. Porque todo eso echó a perder lo que podía haber sido una
gigantesca y exitosa transmisión del mensaje, y todo aquél que
conozca esa historia, no estará condenado a repetirla, si la tiene
bien presente a la hora de actuar de una manera más equilibrada e
inteligente.
Valentina de
Andrade y José Alfredo Teruggi durante una reunión en La
Plata, Argentina, en 1987
. |
Roberto
Olivera a mediados de la década de 1990. Foto publicada
en uno de sus libros de esta época, en todos los cuales
no coloca su nombre, sino el seudónimo Oliver Robertt. |
El siguiente mensaje
pertenece a una Individualidad Cósmica que fue denominada por
Valentina "Divinus Apollus" o "Apolo", nombre que no es real en el
Universo. Es uno de los varios nombres que fueron empleados para
designar a las diversas entidades cósmicas con el fin de
distinguirlas entre sí, debido a que en este mundo empleamos nombres
con tal propósito. Las entidades de niveles muy altos del Universo
no se reconocen por nombres, sino por vibración.
MENSAJE DEL SUPREMO
COMANDANTE
DE LA SEGURIDAD
UNIVERSAL
Dirigido en marzo de 1984, a los participantes de la reunión (en La
Plata, Argentina) donde se manifestó, luego de que se le preguntara
datos técnicos sobre naves y astronomía, insustanciales a los fines
del grupo y de la misión de las entidades cósmicas.
"Yo soy un
justiciero, soy un guerrero universal. Todas las manifestaciones
de polaridades negativas deben ser destruidas. Son Leyes
Universales. ¿Y será que ustedes entienden algo de Leyes
Universales? No, no entienden; ¿qué podrían entender?, no les
han permitido entender absolutamente nada. Mas les voy a contar
una pequeña historia universal.
Estaba aproximándome a una galaxia. La forma de aproximación
nuestra es tentacular. O sea, desparramamos dos ondas de energía
en sentidos opuestos, para abrazar la galaxia y evitar que haya
conciencias que puedan escapar. La posibilidades de las
conformaciones galácticas sólo permiten escapes lineales y no
globales; los únicos canales de desplazamiento son
los Vectores;
no hay condiciones de ascensión vertical. Automáticamente,
generamos dos pinzas energéticas, que entran en el núcleo de la
galaxia, provocando la explosión total de la galaxia. Nada se
salva, nada se modifica: todo se destruye. Una galaxia
contaminada llevó millones y millones de años para evolucionar.
Se le fueron dadas las materias primas universales para que
creasen el equilibrio. Si a través de los tiempos pactaron para
la nefasticidad, no merecen contemplaciones.
De esas historias ustedes no gustan, pero son las verdaderas del
universo. Y universos menos nefastos que el de ustedes ya han
sido despedazados. No merecen ni ser polvo cósmico; ustedes
están teniendo mucha benevolencia, y es debido al Amor
(Valentina), que precisan ser salvos.
Es cierto que ustedes no acostumbran verme en esta faceta de
expresión; ustedes están acostumbrados a ver al Apolo cariñoso y
lleno de ideas, mostrando ensoñamientos, o pensamientos sucios
que son elevados a una cantidad y una polaridad tal que parecen
hasta bonitos. Mas así éramos nosotros cuando llegamos al
principio, así hablamos, por meses y meses, con la Energía Amor
Materializada. Lloraba de amargura, no veía posibilidad de
podernos amar: éramos demasiado fríos, demasiado seguros,
demasiado directos. Decíamos verdades que la machucaban, la
hacían polvo, la destruían. Y cuando realmente nos demostró que
era Energía Amor y no una mistificación, pasamos a amarla y a
respetarla.
Nosotros nunca los
hicimos polvo a ustedes. Nunca los sometimos a una situación de
autocrítica y censura violenta; nunca les abrimos las
conciencias cósmicas para mostrarles las podredumbres de cada
uno de ustedes, que saldrían corriendo de este cubículo en que
están. Mas no vinimos a eso: vinimos a ayudar, no a agigantar
las heridas que tienen. Más ustedes tienen que despertar para
comprender eso rápidamente, y darse cuenta que preguntar sobre
naves y todas esas cosas, son demasiado estúpidas las preguntas
para una Individualidad Cósmica que se manifiesta en un gesto
ocupando una rústica materia.
El tiempo debe ser usado en
pensamientos de mayor altura:
-
¿Cómo me puedo salvar?, sería la
pregunta.
-
La segunda: qué puedo hacer cada segundo de mi existir
material para mejorar?
-
Tercera: ¿cómo puedo extender las manos
para mis semejantes.
-
La cuarta: ¿cómo aprender a ponerme de pie
sin miedo?
-
La quinta: ¿cómo puedo ser más humilde y menos
arrogante?
-
La sexta: ¿cómo es posible que en el Universo se
esté planificando toda una conformación de Energías Superiores,
para bajar frente a quienes son nada pensando que son mucho?
Ésas son las preguntas que tienen valor, esos son los conceptos
que les permitirán aprender a crecer, ponerse de pie, bonitos,
unidos, vibrando todos en conjunto, porque así podrán generar
una luz que sea por nosotros divisada. Más ustedes no entienden
eso, no quieren entender, piensan, no se qué... que tal vez es
una obligación para nosotros venir... El día que no queramos
venir más, no venimos. ¿Y saben dónde van a ir a mitigar amor?,
en los templos miserables que ustedes directa o indirectamente
ayudaron a fabricar. En las religiones ficticias en las cuales
se revolcaron en un saber hediondo. Volver todos a las
cretinicies humanas, a las bajezas y a los miedos. El día que
nosotros faltemos, todas las estructuras que ustedes piensan que
se han montado en su interior, van a caer hechas polvo. Eso es
lo que tienen que pensar: cómo aprovechar cada segundo de
nuestra llegada, cómo aprovechar cada segundo de cada palabra
dicha, los ejemplos que les son dados; la falta de oportunidad,
que otras partes del Universo no han tenido. ¿Por que les fue
dada la caridad de existir? ¿Por qué? ¿Donde empieza realmente
el amor? ¿Donde es que se equilibran las Leyes Universales con
la conciencia humana? ¿Dónde es que está el verdadero saber del
despertar?
Yo les puedo contar cosas bonitas, que ustedes se van a reír el
día y la noche entera. Mas a lo único que habré colaborado, es a
que ustedes hayan perdido cinco minutos de valor. Cinco minutos,
que en el momento final se preguntarán: dónde estaban esos cinco
minutos de mi conciencia, que han provocado mi caída definitiva.
Piensen de prisa, crezcan rápido; más rápido de lo que el miedo
les pueda fabricar al correr. Más tal vez al descubrir la
conciencia de las Verdades que están dejando atrás, creen la
posibilidad de comenzar a subir.
Si yo no gustase de ustedes no les hablaba nada. Seguiría
hablando de naves, de cuentitos universales, de cositas sin
valor; todo el mundo estaría contento y diría: ¡Apolo es divino
y fantástico! Mas Apolo tiene la vida de ustedes en sus manos.
Para que yo no cierre las manos, luchen. Luchen. Luchen a cada
segundo, hasta cuando están en estado de pasividad, y pidan para
que sus Energías no entren en orgías negras, o se disipen en
perturbadas manifestaciones en el campo plasmático. Luchen, para
que a cada segundo estén despiertos y viendo por dónde pueden
caer. Luchen. Luchen. Que esa palabra constante esté grabada en
sus mentes pequeñas. Luchar, contra las nefasticidades que se
manifiestan a cada instante, contra las debilidades, contra las
dudas, contra las mentiras, contra el engaño, contra todos los
tipos de violencia que la conciencia genera. Luchen. El tiempo
es demasiado corto.
Vista la forma en que
mensajes cósmicos de estas características no podían menos que
someter a los miembros del grupo a una terrible presión, es muy
simplista y carente de base la opinión de los sectólogos sobre el
problema de las causas del régimen disciplinario que pesaba sobre
los adeptos. Quien no haya presenciado el exigente discurso de las
entidades cósmicas en sus mensajes apocalípticos y alarmistas, no
podrá entender que Valentina de Andrade y Roberto Olivera
presionaban a los adeptos por encontrarse ambos bajo presión.
Considerando el
escepticismo de los investigadores de sectas, la raíz cósmica del
problema en cuestión no forma parte alguna de sus planteamientos
sobre lo ocurrido. Pero quien tenga apertura mental para comprender
lo que pasó realmente, si trasladara el cuestionamiento más arriba,
podría preguntarse si las entidades cósmicas, con ese discurso tan
riguroso, tienen la "culpa" de lo ocurrido, por no manejar el tema
con más tacto.
Llegados a este punto, en que desde arriba se nos dicen las cosas
tal cual son, "sin anestesia" ni sutilezas, y (tómelo o déjelo cada
uno), ¿podemos culparlos de haber sido veraces y de no ocultarnos lo
que generara temores e inquietud? Y si lo ocultaban, ¿nos
quejaríamos el día de mañana de que no nos dijeran todo?
Estamos frente a un problema de manejo de información
inevitablemente conflictuante: no había forma de que ni líderes del
grupo, ni subordinados a ellos, luego de conocer un mensaje tan
apocalíptico, tomaran la cosa sin prisa y con calma. Ser exigentes
para con los adeptos, o exigirse éstos a sí mismos pasados de
revoluciones, tolerando, comprendiendo y encontrando razonable la
exigencia de los líderes, eran derivaciones inevitables de las
urgencias ante un tiempo que era "demasiado corto..."
Al final, ante los reiterados incumplimientos de las fechas
"finales" anunciadas, quedó la evidencia de que la prisa y la
inquietud, que habían acelerado el proceso de funcionamiento del
grupo, terminaron por desgastarlo y detenerlo.
Quizá de "Arriba", lo que se hizo fue un simulacro para ir manejando
y midiendo las reacciones de la gente, y quizá la disgregación del
grupo no tenía por qué significar el fracaso y el final del proceso,
sino el inicio de una etapa diferente, en la que todo egresado del
grupo tendría la posibilidad de elegir entre llevar adelante por sí
mismo lo aprendido, sin necesidad de seguir siendo dirigido y de
pertenecer a una organización, o si olvidarse de todo. La
aceleración de los primeros tiempos, tal vez haya sido útil para
templar y poner a prueba a unos cuántos, a ver hasta qué punto eran
capaces de soportar las exigencias de una Causa que no era juego.
Pocos iban pasando la
prueba, y muchos iban quedando atrás, faltos de fortaleza y
determinación para seguir, siendo unos expulsados, otros
directamente ni siquiera invitados a pasar a instancias posteriores
de la vida grupal, y otros, yéndose por sí solos. Vistos desde el
cosmos estos -para nosotros- serios dramas humanos, quizá no sean
más que muy menudas penurias para los transmisores del mensaje; no
más que pequeñas pruebas puestas para medir aptitudes o falta de
ellas en los miembros del grupo.
Pruebas que, derivadas en
conflictos que terminarían siendo llevados a la prensa y a la
justicia, así y todo serían de poca significación para los
responsables cósmicos de estas situaciones, decididos a efectuar la
transmisión, derivara en lo que derivara, a nivel grupal e
individual, el manejo de la información por parte de líderes y
adeptos.
DEL CESE A
INICIOS DE LOS 90', A LA DIFUSIÓN ACTUAL DEL MENSAJE
La auténtica decadente
El fracaso final de la prédica de Valentina de Andrade se derivó del
desgaste de la razón de su éxito inicial: proclamarse con autoridad
cósmica de ofrecer a los "elegidos" la "salvación" de la condena a
la "desintegración energética" -espiritual- "pulverizadora"
(característicamente apocalíptica, equivalente al bíblico castigo
eterno en el Infierno). Esto, en principio, dio resultado por los
temores que generaba en los creyentes, quienes, bajo la presión del
fantasma de ser convertidos en "polvo cósmico", incondicionalmente
se ponían al servicio de la Causa Universal y de Valentina y
Olivera
(en lugar de éste, luego Teruggi).
Pero como los temores
captadores de adeptos debían generarse con vaticinios de fechas de
"fin del mundo" y de naves que iban a venir a rescatar a los
"salvos", sucedía que cuando el mundo seguía... y las naves no
venían... la oferta de "salvación" perdía cotización, los miedos se
iban perdiendo, y la credibilidad también. Ponerse en manos de una
persona "salvadora" (que, más que persona, era creída como la
encarnación de un ser cósmico de elevadísima jerarquía), es un
fenómeno reiterado a nivel social, y, dada la inexperiencia del
adepto en cuestiones mesiánicas, es comprensible que alguien así, al
principio se someta a una supuesta autoridad tal, pero es difícil
que permanezca fiel a ella a medida que vaya sospechando de la
falsedad de los pronósticos agoreros y de las promesas salvíficas.
Claro que a toda tanda de desengañados, puede seguirle otra de
novatos con los cuales mantener el equilibrio de egresos e ingresos
(siempre había sido así el ciclo, por lo que podían darse el lujo de
expulsar gente o desgastarla hasta que se fuera sola, sabiendo que
otra llegaría para que siempre hubiera la suficiente). Pero cuando
ya no tenía sentido seguir con la difusión y captación de nueva
gente, porque el público no iba a acercarse a las conferencias con
todo lo que se había publicado contra el L.U.S., y los medios no
iban a abrirles las puertas para difundir en mensaje, llegó la hora
de la verdad para Valentina: si seguía con el cuento del pastorcito
mentiroso, y el lobo (el fin del mundo) se ausentaba cada vez que
ella lo anunciaba, dejarían de creerle los de la última tanda (como
lo habían hecho otros de tandas anteriores que para entonces ya no
estaban) y la pastora iba a perder muchas ovejitas...
Ya no habría una nueva
tanda de ingresantes: el grupo ya no podría crecer, pero sí
decrecer; si seguían con las expulsiones, y si seguían las
deserciones, ya no habría reemplazantes...
Pero como si se aflojaba la presión autoritaria, se le iba la gente,
y si se mantenía la presión, muchos se habrían ido de todos modos,
cansados de ser tratados como "hijos del rigor", la suerte del L.U.S.
estaba echada. Sólo seguirían fieles a Valentina los poquitos
obsecuentes que siempre tuvo. Por un lado, mejor para ella: las
sectas de estas características mantienen cierta estabilidad (y
productividad económica) cuando los adeptos oscilan entre no menos
de quince o veinte y no más del doble. Ya había sucedido en 1984 que
el grupo fue cerrado cuando alcanzó esas cifras y la difusión del
mensaje se dio por finalizada; luego se reabrió al año siguiente,
hubo nuevos ingresantes, y en 1986 se volvió a cerrar (los tiempos
se acababan y venía la nave...), para reabrirse a fines del mismo
año (porque "el fin" se postergó...); así que desde el cese de
difusión en 1992, se retornó al sistema de "ser pocos, pero
seguros".
Siempre habrá quienes
sigan esperando el fin del mundo y la salvación prometida, hasta las
últimas consecuencias, por la fuerza de la costumbre, la inercia de
continuidad, el no cuestionamiento, la no búsqueda más allá de lo
que se cree que es la verdad, el conformismo y la comodidad. Después
de todo, si miles de millones han nacido, crecido y muerto dentro de
sistemas de creencias, ¿por qué no van a hacer lo mismo unas decenas
de convencidos del sistema de creencias de una contactada mesiánica?
Es cierto que Valentina fue inducida por los mensajeros cósmicos, a
creerse con autoridad de salvadora; esto es: de una simple decisión
suya y no de merecimiento según las acciones de alguien, podía
depender el logro de la vida eterna; una versión afín al concepto
evangélico de que "nadie se salva a sí mismo por mérito propio",
sino que toda salvación será por "misericordia": "sólo Jesús
salva"... (cabal demostración de la ineficacia del "proceso
evolutivo" en que estamos, por el cual nada de lo que hagamos
servirá para nuestra ascensión espiritual y celestial, porque si no
vienen de arriba a tirarnos un salvavidas, no salimos... Un "plan
divino" ciertamente anulatorio para las facultades autónomas de las
almas en su perfeccionamiento, supeditadas a lo que con ellas decida
hacer el "misericordioso"...).
Es cierto que Valentina
se creyó lo que los mensajeros cósmicos le hicieron creer, en cuanto
a que "su palabra era Ley en el Universo", porque le dijeron que,
como alta jerarquía cósmica en la Tierra, estaba "facultada para
obrar sabiamente en el plano de la materia" (léase: físico, humano,
y no materialista como terminó siendo su ambición). Pero el hecho de
ser cierto que estuvo bajo tal inducción, no impidió que sus adeptos
desencantados la culparan de haber abusado de las supuestas
facultades cósmicas, para chantajearlos.
Es cierto que el mensaje cósmico dado por las entidades contactantes,
de por sí, anunciaba un sombrío futuro para el mundo y un luminoso
destino fuera de la Tierra para los espiritualmente más puros (o
mejor dicho, "menos impuros", o "menos nefastos", considerando que
se hablaba de que nadie había escapado a la "contaminación
energética" o "nefasticidad"; denominaciones empleadas en la jerga
de esta gente para definir "corrupción espiritual" o la condición de
"pecadores").
Pero también es cierto
que se abusó de lo apocalíptico constituyéndolo en el anzuelo (el
plato volador en los anuncios de conferencias era sólo el señuelo,
porque de ovnis era de lo que al final menos se hablaba), cuando el
recurso más honesto de la prédica hubiera sido que "no hay nada que
temer" porque finalmente -dada la intervención de las Fuerzas de la
Luz- habrá Justicia Universal en la Tierra. En vez de mostrarla como
vía de liberación de este sistema corrupto, Valentina y Olivera, en
un contrasentido, convirtieron a la Justicia Universal en motivo de
temor, mostrándola como instrumento de destrucción de los "nefastos"
(= "pecadores"; quién no lo es), mientras que Valentina se
proclamaba como la esperanza de perdón a los "nefastos".
A quien no haya sido testigo de los poderes energéticos-psíquicos de
Valentina, podrán parecerles muy crédulos los adeptos que tuvo. Pero
llámese Cristo, Sai Baba o Valentina de Andrade, cualquiera podrá
ser creído mesías mientras muestre poderes especiales, y quien así
lo entienda, comprenderá mejor por qué hubo y habrá personas más
impresionables y fáciles de convencer que otras. Incluso muchas de
las personas que habían creído en Valentina y Olivera, consideraron
haber sido muy crédulas desde que ya no se dejaron llevar por
cuestiones de poderes especiales y ni siquiera por el hecho de que
hubieran presentes -como los hubo- extraterrestres en las reuniones
(en 4ª dimensión), como pudo observar gente con percepción extrasensorial.
Llegó un momento en que
toda evidencia de que realmente había algo cósmico detrás de toda la
historia, fue insuficiente para mantener la fidelidad de los
adeptos. Los tratos humillantes a los que terminaban sometidos, ya
fuera por Valentina y Olivera (luego Teruggi) o por quien oficiara
de intermediario con algún grado de autoridad en él delegada,
hicieron insufrible el camino de salvación que se les proponía; no
valía la pena ir "a la luz" por tan oscura vía. De ahí que un grupo
que, habiendo alcanzado cientos de miembros, había llegado a ser de
los más numerosos, activos e importantes en el contactismo argentino
y brasileño, se fue reduciendo a unos pocos integrantes,
públicamente inactivos, perdiendo importancia en el ambiente de los
contactos extraterrestres e incluso entre los investigadores de
sectas, para los cuales el tema L.U.S. es historia, integrando más
los anales que las investigaciones.
Liderazgo autoritario
La inexperiencia de Valentina y Olivera en cuestiones cósmicas y en
cómo conducir un grupo de creyentes sin incurrir en manipulaciones
humillantes, se tradujo en una serie de exigencias autoritarias, por
las cuales el adepto era progresivamente privado de libertades para
moverse en el mundo como lo venía haciendo. Se le restringía el
contacto natural y habitual con el mundo exterior al grupo ("allá
afuera" o "el mundo nefasto", se le denominaba), por lo que se
planteaba la exigencia de una vida de retiro del mundo, y no de
acción en el mundo.
También, en una primera
etapa, se fomentaba la renuncia a aspiraciones de estudio (como
abandono de carreras universitarias) o progreso laboral con vistas a
un futuro, pues "no habría futuro", y todo ideal de lucha por un
mundo mejor era anulado, pues "no habría mundo mejor": había que
irse del planeta (vendría la nave) y había que "prepararse",
maximizando la vida y acción dentro del grupo, y reduciendo el
contacto y la acción en la sociedad (salvo que de ella se obtuviera
dinero para beneficio del grupo, pero en lo posible había que
realizar negocios entre varios del grupo, para que el trabajo se
combinara con la convivencia grupal, y no fuera algo plenamente
externo).
El individuo era
desmotivado de cumplir sus aspiraciones personales en la sociedad,
ser "alguien" en la sociedad (por ejemplo, ser un periodista o un
artista famoso, y usar esa fama para beneficio del grupo, por
ejemplo, en la difusión de los conocimientos). Anulando socialmente
a la persona en sus aspiraciones de ser "alguien" en el mundo, se
pretendía que cada uno se conformara con ser "alguien" en el grupo.
Los líderes no se daban cuenta de que la restricción a las
libertades de vida social y la anulación de los ideales para el
futuro del mundo y un futuro personal en él, inutilizaban a los
adeptos para obrar en forma expansiva, reduciéndolos a acciones
circunscriptas al ámbito grupal.
Distensiones y retorno a las presiones
Luego de que "se postergó" el "fin del mundo" y también la llegada
de la nave salvadora, se aflojaron las presiones, y se dieron
mayores márgenes de movimientos y aspiraciones (tiempos en los
cuales los músicos y artistas plásticos del grupo empezaron a surgir
a la vida pública, logrando contactos y aproximación de nueva gente
al grupo, como era de esperarse con una estrategia de apertura y
libertades en lugar de un régimen de secta represiva). Con más
amplio margen de acción, la reducción de obligaciones distendió el
ambiente y provocó que muchos dejaran de dedicarse full-time al
grupo, reduciendo su participación y hasta perdiendo contacto con la
sede de reuniones por períodos inusualmente prolongados.
Esto condujo a
penalizaciones que se traducirían en expulsiones para los "no
debidamente" activos, por lo que hubo ciclos de reiteración de
autoritarismos, pero el desbande final era inevitable: muchos
prefirieron quedarse con el conocimiento cósmico y alejarse de un
grupo que absorbía más de lo que proyectaba (característica del
color negro por absorción de luz; en este caso, el L.U.S. a los
integrantes les succionaba su energía en vez de iluminarla).
La rebelión de un idealista: de "soldado" incondicional, a
insurgente advenido en "comandante"
Uno de estos disidentes (que había sido de los periodistas,
escritores y artistas plásticos emergentes de la intrascendencia),
había generado propuestas y realizado acciones que se salían de la
órbita y control de Valentina y el grupo, de resultas de las cuales
varios a quienes incentivó a pintar sobre temas cósmicos, tomarían
el pincel y saldrían haciendo sus exposiciones. Cuando recién era
incipiente en su idealismo de proponer para la divulgación del
mensaje cósmico, estrategias tales como la pintura, la poesía y la
música por parte de los miembros del grupo, Olivera le decía que
"pensaba de más, el 90% errado"; que esas ideas "al mundo no le
interesan"...
Años después, separado
de Valentina y rejuntando ex-miembros del grupo dispersos por
expulsiones o renuncias, invitando también a algunos miembros,
Olivera intentó formar un grupo paralelo (compitiendo con Valentina)
para difundir el mensaje recurriendo precisamente a algunas de
aquellas ideas "90% erradas" que al mundo "no le interesan". Fue
entonces cuando, planeando elaborar libros de cuentos y emplear
ideas en las que lo artístico tendría su lugar, Olivera invitó a
integrarse al proyecto a aquél que había planteado sus ideas (¿ahora
90% acertadas?) tiempo atrás. Un conflicto con Valentina le
interrumpió el plan a Olivera, quien se alejó al sur de la
Argentina, donde pasaría años sin que se supiera de él.
Rompiendo la regla de que en las radios y canales donde se fuera a
hablar de los conocimientos cósmicos, se dijera que Valentina de
Andrade era la "depositaria" de ellos, el idealista disidente habló
ante micrófonos y cámaras sin mencionarla, para que se empezara a
separar el mensaje de la persona.
Consideraba que había
que terminar con aquello de que Valentina era "la salvación", en la
cual había que hacer desembocar todo el trabajo de difusión del
conocimiento; que había que poner en lo más alto al conocimiento y
no a la persona que los recibió, por más que ella fuera realmente
alguien de "tan Alto" como los mensajeros cósmicos decían que ella
era.
Este rebelde, no obstante sus iniciativas fuera del curso
oficialmente demarcado para la difusión, y sus reiteradas críticas
al régimen de sanciones, presiones impuestas, y conspiración contra
las libertades y facultades de acción autónoma de los miembros,
lejos de ser expulsado, saldría siempre bien parado de las polémicas
internas, en las cuales contaba cada vez con mayor adhesión de los
oprimidos (la oposición), sin que los opresores (había una élite o
camarilla oficialista) pudieran impedirle o contrarrestar sus
argumentos cada vez más acusadores.
Como acto final ya casi totalmente fuera de órbita del grupo, (del
que había tomado distancia, creyendo que transitoriamente) ensayaría
una idea para divulgar más informalmente los conocimientos cósmicos:
un personaje de ficción, pero presentado como realidad,
supuestamente "extraterrestre" (él mismo, sin dar su nombre)
hablando en radio. Efecto en el L.U.S.: inacostumbrados a salirse de
la pauta marcada desde arriba, hubo disgusto entre varios del grupo
que escucharon el programa (que para el público fue interesante),
considerando "falta de seriedad" a esa forma de transmitir las
Verdades. Por esto, el disidente notificó al grupo que ya no
regresaría mientras allí continuaran tan sectariamente reprimidos y
represores.
Años después, iniciaría una campaña personal de esclarecimiento
público advirtiendo sobre los peligros de la "secta L.U.S.",
recurriendo a la prensa y a la justicia de la Argentina y de Brasil,
con el propósito de poner fuera de combate a la organización. Su
testimonio fue determinante para que este grupo tuviera que
replegarse y no poder desarrollar actividad pública en ambos países.
Luego de unos años, cuando el L.U.S. ya estaba totalmente
desaparecido de escena, y de los conocimientos cósmicos ya nadie
escuchaba hablar en los programas, el disidente, retornando (luego
de un largo paréntesis) a su difusión personal del mensaje cósmico
sin nombrar a Valentina, ni a Olivera, y ya ni siquiera a los
mensajeros del cosmos, ni a la terminología característica de los
conocimientos (sólo hablando de ideas generales, lo esencial y nada
más), se propuso rescatar al mensaje cósmico de su ausencia y del
desprestigio que la causó a partir de los errores de la contactada y
sus adeptos. Se presentó públicamente con pasamontañas y uniforme
militar, relanzando su "personaje extraterrestre", que desde
entonces, en una combinación de seriedad y comicidad, sería conocido
como el "Comandante Clomro", único divulgador activo y visible del
conocimiento cósmico que los sobrevivientes del desbandado L.U.S.
permanecieron atesorando en su silencio.
(Por si acaso el día de
mañana el L.U.S. reactivara la difusión y este dato perdiera
vigencia, cabe aclarar que el presente texto es de diciembre de
2001, y que Clomro es único divulgador del mensaje cósmico por
radios desde 1995, televisión a nivel nacional e internacional, e
Internet, desde 1997, a la fecha).
Sólo Olivera había
estado, durante esos tiempos, con intenciones de divulgación,
preparando material literario para lanzar, pero sin suerte con
editores. En 1998, reapareció en el camino de Clomro con su idea de
los libros, invitándolo otra vez (como una década atrás en el
proyecto trunco cuando se fue al sur) a colaborar en la propuesta.
Clomro acepó, y le construyó la página web "ORION, A-B-C de la
conciencia en busca de la respuesta final",
una revista electrónica mensual donde colocó los textos de Olivera,
pero también sus propias reflexiones personales como editorialista.
Por diferencias con Olivera, en 1999 Clomro se alejó de él y dejó
trunca la secuencia mensual de ORION, que no continuaron ni Olivera
ni nadie con conocimiento de Internet que él pudiera conseguir.
Clomro, al considerar que los conocimientos cósmicos debían estar en
Internet, y comprobando cada tanto mediante rastreos por los
buscadores, que Valentina y los que quedaron del grupo, no
difundieron el mensaje por esta vía (como deberían haberlo hecho),
decidió hacerlo por sí mismo. Primero, en el año 2001, tradujo del
Portugués al Español parte del libro "El
Universo de Zuita", y lo
agregó a su propio sitio web. Luego, en diciembre del mismo año,
inauguró los sitios:
historia del L.U.S.
y el mensaje cósmico y "El
Universo de Zuita", orientaciones para comprenderlo y glosario de
terminología cósmica.
Así -en una curiosa paradoja-, quien había sido tan determinante en
el cese de la difusión de los conocimientos cósmicos por parte del
grupo, los rescataba para que volvieran a ser difundidos, esta vez
libremente, fuera de la órbita y control de quienes los usaban como
lazo de nuevos adeptos para militancia interna.
En la difusión de estos conocimientos y los efectos mundiales que
ella vaya a causar, toda la historia relatada hasta aquí, es
prólogo: las páginas a escribirse desde la publicación del mensaje
cósmico en Internet, ya no serán obra de un grupo liderado,
localizado, reducido y de difusión limitada; esto pasa a dominio
público a nivel global, y por primera vez podrá generar resultados
en forma expansiva, no dirigida ni centralizada: lo que vaya a pasar
con esta revelación, ya no queda en manos de una organización y
quien la lidere, sino en manos de la humanidad.
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