Capitulo 2 -
Dividir para reinar mejor
traducción de Luna
Azul
Agosto 10, 2008
del Sitio Web
ForoCoches
La Mesopotamia hace correr ríos de tinta desde los años 90. El país
bíblico irakí está más que nunca presente en nuestro paisaje
cotidiano, pues está en el corazón mismo de una apuesta política y
económica mundial. Sus inestimables riquezas hacen el objeto de un
amplio plan del cual la hipocresía no desvela más que la punta del
iceberg.
La guerra del Golfo de 1991 es una consecuencia directa del
conflicto Iran-Irak.
Tenemos que retroceder entre 1980 y 1988, época
en que Irak e Irán están en guerra. El Irán de Jhomeini representa
una amenaza para la petro-monarquía del planeta. Bajo el silencio
cómplice de la ONU, el dictador Saddam Hussein se ve ejecutando el
trabajo sucio y es activamente sostenido por el gobierno de los
Estados Unidos que financia clandestinamente el sobrearmamento irakí
en armas punta bajo cobertura de darle fondos para la agricultura,
la hipocresía es total.
Howard Teicher, miembro del Nacional Security Council (NSC), revelará bajo juramento en 1995 que :
«El
director de la CIA, Casey dirigía personalmente los esfuerzos
aspirando a garantizar la victoria de Irak a través de un
aprovisionamiento suficiente en armas, municiones y vehículos. [...]
Los Estados Unidos aportaron un apoyo activo al esfuerzo de guerra
de Bagdad suministrando a los irakies billones de dólares en
créditos, y transmitiéndoles informaciones recogidas por nuestros
servicios, dándoles consejos estratégicos y supervisando
estrechamente las ventas de armas a Irak por terceros países…»(1)
Al final de los años 80, Saddam Usen se encuentra bajo la presión de
las deudas que tiene con el gobierno de Estados Unidos que le había
subvencionado durante 8 años, y éste último le sugiere de
privatizar en parte su industria petrolífera para honrar su deuda.
¡Imposible!
La trampa se cierra, entonces el Kuwait recibe la orden
«desde arriba» de inundar el mercado con petróleo a bajo coste, y
esto en contra de todos los acuerdos firmados con la OPEP. Irak y
los demás países de la OPEP despliegan esfuerzos diplomáticos para
que el Kuwait renuncie a su política devastadora, pero en vano…
Saddam Hussein reivindica entonces la anexión del Kuwait y lo invade
para meter la mano en sus riquezas petrolíferas.
Ni por un momento,
pensó en ver a sus patrocinadores occidentales revolverse contra él,
sobre todo que a finales de julio de 1990, April Glaspie, la
embajadora americana en Bagdad, había declarado en un comunicado a
Saddam Hussein que:
«Los Estados Unidos no tomarían partido en la
querella entre Irak y el Kuwait» (2)
Esta misma postura fue
confirmada cuando el presidente Iraki avisó al secretario de estado
americano de una invasión inminente y que se le contestó que era
«una historia entre Árabes y no un problema de ellos,
¡¡¡arréglense!!! »…
El verdadero error de Irak no fue el de haber invadido el Kuwait en
1990 - el apoyo firme y duradero de los Estados Unidos al estado
colonial de Israel es la prueba viviente - pero sí el de poseer
numerosas riquezas, de las que una es ultrasecreta y amenaza los
intereses de los poderosos de este mundo y más precisamente del
gobierno oculto de este planeta compuesto por una elite comúnmente
llamada
ILLUMINATI.
Nos hacen creer todavía hoy, que la lucha contra el terrorismo sería
el único motivo del despliegue militar en Irak, ¡ pero
desgraciadamente no es así ! Nos hacen creer todavía, y de una
manera astutamente orquestada, que el petróleo sería el único móvil
de los ataques contra Irak, pero eso no es del todo exacto y el
mordaz estudio de Donald Losman, profesor de economía en la
universidad de la Defensa Nacional (Washington), publicado el 1 de
agosto de 2001, demuestra claramente que, contrariamente a las ideas
recibidas, el petróleo está lejos de ser una prioridad nacional para
los Estados Unidos. Volveremos a hablar de ello al final de este
capítulo.
Pero la verdad es que la apuesta fue capital hasta tal punto de
haber sacrificado numerosas vidas a expensas de una máquina de
guerra despiadada, y esto desde 1991. Las naciones en coalición de
ésa época gloriosa realizaron una «guerra limpia», quirúrgica y «sin pérdidas», porque Dios está siempre del lado de los justos. Las
pérdidas fueron, sin embargo inmensas del lado Irakí como lo
confirmaron las 300 toneladas
de uranio empobrecido vertido por las
fuerzas americanas y que afectaron a la población civil irakí que
residía en las zonas de combates.
La contaminación por uranio
empobrecido ha causado numerosos cánceres, leucemias así como la
aparición de malformaciones congénitas monstruosas. La
radioactividad y su dispersión han contaminado también los
ecosistemas por varios miles de años (3). Sobre los 537 000
militares americanos enrolados entre enero y febrero de 1991, buen
número de ellos están afectados por leucemia, enfermedad de
Parkinson y dificultades respiratorias. (4)
El territorio irakí contiene cerca de 10 000 yacimientos
arqueológicos oficiales, de los cuales sólo el 15% ha sido
explorados al día de hoy, según el arqueólogo McGuire Gibson. Pero
cerca de otros 15000 yacimientos mayores existirían, sobre los
cuales ninguna búsqueda ha sido llevada a cabo. Esto no impidió al
«nuevo orden mundial» de pasarle el rasero al pasado.
Se estiman en
varios miles el número de excavaciones en el sur de Irak arrasadas
bajo la indiferencia general, un verdadero desastre para el mundo de
la arqueología y para el patrimonio mundial de la humanidad.
Toneladas de vestigios bíblicos reducidos a polvo y pérdidas para la
eternidad en nombre de la paz. Entre las destrucciones oficiales e
inscritas, podemos citar el templo piramidal de Ur ¡¡¿golpeado por
400 misiles?!!
Y las ruinas del templo de Clesiphon fuertemente
dañado por los bombardeos (5).
Al término de esta primera guerra, un procedimiento viejo como el
mundo y que recuerda de cierta manera el aislamiento y la asfixia
voluntarios impuestos en Alemania después de la primera guerra
mundial, obligó a Irak a arrodillarse frente a los países
«pacificadores».
Estos últimos no dejaron sin embargo de bombardear
el país hasta la segunda guerra del Golfo. Un embargo comercial y
financiero, del cual es preferible callar la crueldad, fue
instaurado en agosto de 1990, o sea 5 meses antes del despliegue de
las fuerzas multinacionales en Irak, y ampliado hasta nueva orden en
marzo de 1991, justo después de las hostilidades.
El pueblo irakí pagó cara la hipócrita devolución de deuda acordada
a Saddam Hussein, pues el presidente irakí, aún en el poder,
justificaba la reconducción del embargo. ¿Para qué? Para prohibir a
Irak (segundo productor en el mundo) de bombear su petróleo y así
controlar el curso del bruto con Arabia por varios y fructuosos
años…
Pero ese gesto iba a permitir sobre todo, a Estados Unidos de
empujar a Saddam Husein a cometer otros errores. Así «el eje del
bien» se montaba la excusa para renovar un próximo despliegue de las
fuerzas armadas aliadas sobre el suelo irakí, desde luego, bajo
control americano. De toda evidencia, el trabajo secretamente
empezado en Irak en este principio de 1991 no podría verse terminado
a tiempo, pues pedía un plazo mucho más largo…
Según un reporte publicado en Le Monde Diplomatique en agosto 2002,
el embargo y la resolución 986 «Petróleo contra alimentos » fijados
por
la ONU han causado la muerte de más de 400 000 niños irakíes
(560 000 según la FO).
Estas cifras dan vértigo, desde luego, pero a nadie le importa, «el
eje del bien».
¡¡¡No está francamente para pararse a mirar por algunos cientos de
miles de vidas más o menos para conseguir sus fines !!! El Illustré
del 12 de Julio de 2000 indica que desde el establecimiento de las
sanciones instauradas por la ONU, las estaciones de depuración y las
tuberías no pudieron ser cambiadas por temor a que el material de
recambio sirviera a la fabricación de armas de destrucción masiva
(6).
Al término de los acontecimientos inscritos oficialmente al día
de hoy, podemos con toda seguridad pretender que ése temor fue
voluntariamente exagerado.
La guerra de 1991 conoció el pillaje de los yacimientos
arqueológicos pero también el de los museos. Se han nombrado cerca
de 4000 objetos arqueológicos robados, entre otros, en los museos
irakíes de Mossul, Kirkuk, Karbala y Basora. Todos esos objetos
están inscritos en un catálogo oficial. Pero la extraña historia de
una estatuilla en bronce sustraída del Museo de Kirkuk e
inventariada entre los objetos robados de la época, prueban que
todos esos objetos no están sólo en manos de coleccionistas
privados.
En efecto, en 1999, la estatuilla de bronce reapareció ¡en la colección del New York Metropolitan Museum!
El 11 de septiembre de 2001 sumergió a los Estados Unidos en el
terror, pero marcó también un volantazo decisivo para el país
bíblico irakí. No entraremos en el debate de saber quién fue el
comanditario de los atentados, pero la confusión voluntariamente
mantenida, a lo largo de los meses, por el presidente
George W.
Bush entre su «eje del mal» (Irak, Irán, Corea del Norte…) y el
grupúsculo terrorista de Bin Laden (presunto autor del
atentado del
11 de septiembre) volvió popular la idea de marchar otra vez en
guerra contra Irak.
En este principio del nuevo milenio, Georges W. Bush, «gran guía
universal», ha conseguido adormecer a las masas con el fin de llevar
a cabo su misión salvadora cuyo objetivo era el de llevar a la
humanidad hacia un «mundo limpio» dónde los enemigos del
nuevo
orden no tienen lugar y dónde los adversarios de los Estados Unidos
son los opositores maléficos del «mundo libre y unificado» (sic).
La cruzada del presidente americano toma todo su sentido cuando se
sabe que Irak es el país del Génesis bíblico, el país de Abraham y
sus patriarcas y sobre todo del Edén de Adam y Eva, ya veremos esto
en detalle. Los textos mesopotámicos grabados sobre las tabletas de
arcilla no dejan de fomentar la interrogación de los expertos, pues
estos replantean numerosas ideas recibidas concerniente a
la Biblia
y a la religión judeo-cristiana en general.
Lo que no es francamente
una buena noticia para el mundo «libre» que utiliza la santa
Biblia como garantía para partir a la guerra contra un terrorismo
sabiamente orquestado.
La segunda guerra del Golfo tuvo, una vez más numerosos víctimas
inocentes y los «errores» se han sucedido. La realidad escondida y
filtrada por las cadenas televisivas americanas ha minimizado con
amplitud las víctimas civiles, las mujeres y niños asesinados,
heridos o lisiados. Mentiras enormes han servido para apoyar y
justificar esta guerra absurda.
Entre las dos más llamativas,
anotemos el falso reporte británico, utilizado por el gobierno de
Estados Unidos, queriendo demostrar que Irak poseía armas de
destrucción masiva incluyendo armas químicas y biológicas
1. Mala
suerte, el citado reporte era de hecho una compilación de fuentes
accesibles en Internet y sobre todo documentos datando de doce años
atrás que le sirvieron a un estudiante a elaborar su tesis.
Numerosos pasajes de esta tesis fueron directamente plagiados,
faltas en el tecleo, incluidas…
Nota 1. En lo que concierne las armas biológicas, podemos precisar
que Irak las poseyó en varias ocasiones en la época de la guerra
contra Irán. Eric Laurent anota en su obra “La guerra de los Bush”
(Plon 2003) que no es hasta 1992, gracias a una investigación
llevada por el Senado americano, que la verdad fue desvelada :
“Entre febrero 1985 y el 28 de noviembre de 1989, al menos 61
entregas de cultivos biológicos habían sido expedidos hacia Irak.
Esos envíos contenían 19 contenedores de bacterias de anthrax,
surtidas por American Type Culture Collection Company, una sociedad
instalada a proximidad de un laboratorio de Fort Detrick, controlado
por el ejército americano, y en la que los laboratorios trabajaban
sobre las armas biológicas “sensibles”. Quince dosis de Clostridum
Botalinium (toxina botulítica) habrían sido entregadas a los
laboratorios militares de Saddam por la misma sociedad entre el 22
de febrero de 1985 y el 29 de septiembre de 1988…”
Eric Laurent cita
además otros agentes biológicos altamente peligrosos que el gobierno US suministró a Irak durante este periodo…vez más, y gracias a las cifras
aproximadas de victimas civiles
irakies recogidas más arriba, la historia nos permite constatar de
que no fue así y que las «incursiones quirúrgicas» jactadas por la
propaganda de Estados Unidos fallaron de nuevo (7).
El segundo es, desde luego, la historia de la soldado de primera
clase Jessica Lynch.
La propaganda americana hizo de ella una
heroína que se habría, según el Washington Post del 3 de abril de
2003,
«defendido ferozmente y que habría abatido varios combatientes
enemigos. Sufriendo múltiples heridas por bala, ésta habría sido
testigo de la muerte de varios soldados y habría luchado con todas
sus fuerzas para no ser capturada viva…».
El New York Times contó
después su liberación por las fuerzas especiales de la marina, bajo
un diluvio de fuego. Sus salvadores la arrancaron de un hospital irakí dónde la joven era maltratada… En realidad, el personal médico
irakí la trató con la más exquisita amabilidad. Una enfermera irakí
le cantaba canciones para dormirla y beneficiaba de una ración
suplementaria de zumos de frutas y de galletas.
El personal del
hospital había intentado asimismo devolverla a las autoridades
americanas, en vano, y finalmente la dejaron en el hospital, a
disposición de las fuerzas armadas americanas cuando éstas
invadieron el lugar (1)…
La operación militar «golpe y estupor» hizo honor a su título
pomposo y significativo en cuanto a las verdaderas intenciones del
gobierno americano. Contrariamente a la primera guerra del Golfo, la
alta comandancia americana reconoció el 1% de error para sus nuevas
tecnologías en armamento. Pero, una ola ola de saqueos draconianos
despojó el museo de Bagdad (clasificado por la UNESCO) en los días
que siguieron la entrada de las tropas americanas en la capital, y
sin que éstas intervengan para proteger los objetos arqueológicos.
En pocos días, los museos de Mossul, Tikrit y Babylone fueron
igualmente saqueados o quemados así como numerosos yacimientos
arqueológicos.
Varios arqueólogos británicos se lamentan sobre el
destino del preciado patrimonio cultural iraquí y reprochan a las
fuerzas americano-británicas de no haber protegido los museos de los
saqueadores, mientras que todos los pozos petrolíferos irakis fueron
puestos bajo seguridad en un tiempo mínimo., y que, desde el
principio del conflicto grandes y jugosos contratos fueron otorgados
a las sociedades americanas en el marco de la reconstrucción de
Irak…
El Museo de Bagdad encerraba una colección de más de 200 000 objetos
de arte procedentes esencialmente de la antigua Mesopotamia, cuna de
prestigiosas civilizaciones de Sumer, de Akkad, de Babylonia y de
Asiria. No se sabe cuántos objetos han desaparecido y es muy
probable que no se sepa jamás, por el hecho de la destrucción
voluntaria de los catálogos por los mismos saqueadores. Algunos
estiman que aproximadamente 170 000 objetos fueron robados y el
resto gravemente estropeados (8).
La antropóloga Elisabeth Stone, que participó en una expedición
organizada por la National Geografic Society, subrayó que los
pillajes son alentados por «el deseo de comprar esos objetos en los
países occidentales, por personas acomodadas en los Estados Unidos,
en Europa y en Japón»(9). En Londres el mercado está saturado por
pequeñas tabletas cuneiformes que se venden entre 600 y 700 Euros la
pieza (10).
La inercia cómplice de Georges W. Bush frente al pillaje del país
que aloja los más antiguos vestigios inventariados sobre el planeta,
fue largamente señalada por la comunidad internacional.
«El país
invasor y su ejército deben tomar las medidas indispensables para
proteger los bienes culturales que temen ser deteriorados por las
acciones militares en un territorio ocupado», estipula un artículo
de la Convención sobre la protección de los bienes públicos en caso
de un conflicto armado, adoptado en 1954 en La Haya por la UNESCO.
La Convención de La Haya obliga a las naciones en guerra a proteger
el patrimonio cultural del lugar en conflicto, ¿¡ pero es cierto que
los Estados Unidos y Gran Bretaña, grandes países colonizadores,
forman parte de las pocas naciones que no lo firmaron ¡?…
Un gran número de arqueólogos internacionales y de exploradores del
mundo árabe no dudan en afirmar que coleccionistas americanos están
detrás del pillaje de los museos irakis. Jueves 17 de abril de 2003,
en París, una reunión de expertos de la UNESCO formula que los
pillajes de piezas arqueológicas fueron la obra de bandas
extremadamente bien organizadas y en posesión de las llaves de las
bóvedas y cajas fuertes (5).
Dony George, director de investigación y estudios en el Museo
Nacional irakí de Bagdad, nos informa en una declaración a la AFP
que los saqueadores pasaron de llevarse las copias de los objetos
depositados en las reservas, no llevándose más que las piezas
originales, «Es una operación de robo organizado» y para él la
prueba irrefutable de que especialistas se encontraban entre los
ladrones y que actuaban por cuenta de intereses extranjeros (11).
En la misma época, en Londres, un grupo de nueve eminentes
arqueólogos publicó un texto a los Estados-miembros de la Coalición
en el diario británico The Guardian. Estos declararon que un
organismo creado en 1994 con el nombre de American Council for
Cultural Policy (ACCP), negoció con el departamento de Estado y el
departamento de la Defensa de los Estados Unidos antes del principio
del conflicto por una «flexibilidad de la legislación protectora de
la herencia cultural irakí».
Siendo la meta el poder exportar de
Irak antigüedades bajo pretexto que las piezas estarían más seguras
en Estados Unidos. Esta información fue divulgada en la misma época
por el New York Times.
Asimismo, el semanario The Art Newspaper de noviembre 2002, publicó
un artículo intitulado «Iraq's history is our history too». Leemos
aquí que la asociación ACCP ofrece su ayuda a las futuras
instituciones irakíes liberadas para retomar las excavaciones más
eficaces y tecnológicamente avanzadas.
El subtítulo del artículo es
muy evocador:
«Arqueólogos y abogados apuran al gobierno americano
de tomar en cuenta los sitios históricos en Irak en la elaboración
de su estrategia militar».
Es de todos modos notable el subrayar que
la ACCP, que posee lazos estrechos con la administración Bush, fue
fundada por el antiguo abogado del New York Metropolitan Museum
dónde fue encontrada en 1999 la famosa estatuilla en bronce
sustraída durante la primera guerra del Golfo en el museo de
Kirkuk(12)…
La ACCP niega cualquier implicación en los saqueos de
los museos irakís.
-
¿Qué pensar de todo esto?
-
¿Porqué haber decidido de invadir Irak si
ninguna arma de destrucción masiva ha sido encontrada?
-
¿Quién, por
la misma circunstancia, ha planificado los saqueos dirigidos de los
museos nacionales y yacimientos irakís?
-
¿Han sido el petróleo y el
saqueo los únicos objetivos de algunas sociedades petroleras y
organizaciones clandestinas manifiestamente encubiertas por el
gobierno americano, o constituyen éstos dos solos la enorme guinda
que esconde el pastel?
En agosto 2001, en un punzante estudio intitulado «Economic
Security, a National Security Folly?», Donald Losman, profesor de
ciencias económicas de la universidad industrial de las fuerzas
armadas (universidad de la Defensa nacional en Washington), concluyó
que USA,
«derrocha entre 30 y 60 mil millones de dólares cada
año para garantizar la seguridad de las reservas de petróleo del
Medio-Oriente, cuando sus importaciones provenientes del Golfo
pérsico han alcanzado solamente 10,25 miles de millones de dólares
por año entre 1992 y 1999».
Su punzante conclusión es la siguiente:
«el petróleo no es un problema de seguridad nacional y utilizar el
ejército para defender vagas nociones de bien-estar económico es ¡inoportuno y perfectamente inmoral!»(13).
Sabemos a partir de aquí que el petróleo adereza las cajas
registradoras de las sociedades petroleras americanas, pero que no
es por lo tanto la razón principal de tal despliegue militar en la
región del Golfo Pérsico.
Sin embrago, podemos apostar que las
fuerzas americanas no saldrán jamás de Irak mientras el petróleo
corra a chorros en ésa región y que - a pesar de que las salidas
precipitadas de las organizaciones privadas e internacionales
llevadas por la fuerte hostilidad de la población local y de los
religiosos - los USA conservarán un control enmascarado del país
colocando un gobierno burdo y fantoche. Tenemos que admitir que el
petróleo es, hasta el día de hoy y mientras aún quede, un arma
política temible y un medio de chantaje.
Esto permite, entre otras
cosas de controlar el abastecimiento energético de los países que
osan mostrarse demasiado independientes cara al gigante americano…
Los acontecimientos ligados a la ofensiva imperialista en Irak han
suscitado numerosas dimisiones en el seno de los países de la
coalición. Este fenómeno demuestra que la diplomacia planetaria está
en grave peligro. La incapacidad corrosiva del gobierno americano a
establecer un plan de paz en Irak, después de la guerra, dejando así
el país en una inseguridad crónica, nos demuestra que la paz no
forma manifiestamente parte de su plan inicial.
De hecho, ¿es la
paz verdaderamente el objetivo americano cuando sabemos que 15
billones de dólares bastarían a hacer retroceder de una forma eficaz
el hambre sobre el planeta y que, según el SIPRI (Stockholm Peace
Reseach Institute), la exportación de armas en el mundo ha
suministrado 101 billones de dólares a las firmas americanas en el
año 2002?(14) .
Aparte de esto, el presupuesto militar de USA ha
pasado a más de 370 billones de dólares en 2002 y a 383 billones de
Dólares en 2003. Este dinero ha cubierto la fabricación de armas
punta y ha garantizado el desarrollo del famoso escudo antimisiles
americano (15).
Para finalizar, ¿qué más decir del gobierno de Estados Unidos que se
permite el derecho de emprender una agresión militar cuidadosamente
planificada bajo cobertura de que el régimen iraquí no habría
cooperado, que habría hecho supuestamente uso de una «flagrante
violación de sus obligaciones de desarme», no autorizando a los
inspectores a controlar sus infraestructuras ? Todos tenemos en la
memoria que en ese fin de 2002, mientras que las fuerzas americanas
se amontonaban frente a la frontera de Irak y que éstas tomaban así
como rehenes al mundo entero y a las Naciones Unidas , Irak había ya
aceptado absolutamente todo!
Pero cuando la terrible máquina de
guerra americana está en marcha, ya no hay quién la pare.
La Convención sobre las armas químicas de 1993 obliga a los
firmantes a declarar las armas químicas que tengan, a destruirlas
eventualmente , a no desarrollarlas nunca, conseguirlas, utilizarlas
o transportarlas. Sin embargo ¿saben Vds. que el gobierno
imperialista de Estados Unidos se reserva el derecho exclusivo de
rechazar la inspección del conjunto de sus instalaciones? (16)…
A la vista de todos estos hechos y de las revelaciones que van a
seguir, yo afirmo serenamente que la historia no es más que una
eterna vuelta a empezar en este planeta y que las apuestas irakies
no están solamente relacionadas con el petróleo.
Como Vds. lo
constatarán, el dominio de Irak es, psicológicamente, de una
importancia considerable para el gobierno oculto, pero está también
en estrecha relación con el proyecto militar que ciñe la Tierra tal
un torno e inicialmente bautizado «Star Wars» por el presidente
Reagan…
Fuentes sobre las dos guerras del Golfo
(1) Michael Moore “Tous aux abris!”, les editions la découverte,
2004 (2) Le livre jaune Nº 5, chapitre «Saddam Hussein et la tempête du
désert», les éditions Félix, 1997 (3) Médecines nouvelles, 3ème trimestre 2002. (4) Le Monde du 2 avril 2003, Bagdad, le journal d´une guerre. (5) www.cyberie.qc.ca/chronik/20030422 (6) L´Illustré du 12 juillet 2000, article de Laure Lugon Zugravu (7) http://new.humanite.fr/journal/2003-04-09/2003-04-09-369987 (8) http://fpfre.peopledaily.com.cn/200304/18/fra20030418_60631.html (9) http://fr.news.yahoo.com/030611/202/3913s.html (10) www.ulg.ac.be/capri/CAPRI_fr2-Patrimoine-15-04-03html (11) www.lemonde.fr/article/0,5987,3218-318059-,00.html (12) www.routard.com/mag_reportages.asp ?id_rep=33 (13) www.cato.org/pubs/pas/pa409.pdf (14) www.convergenciesrevolutionaires.org/article709.html (15) http://radio-canada.ca/nouvelles/Dossiers/11Sept/repercussions02.html ( 16) EM avril-juin 2oo3 - nº 62 «L'impéialisme américain et la
crise économique mondiale» / Bruxelles
Regresar al Contenido |