11 Enero 2019
del
Sitio Web
RT
Versión en ingles
El volcán Sapas Mons
en una simulación de la superficie
del planeta Venus.
NASA
Cada estructura
mide
cientos de
kilómetros de ancho
y se extiende a
lo largo
de casi 10.000
kilómetros...
Venus
suele ser considerado como 'el gemelo' de nuestro planeta por su
tamaño y gravedad, similares a los de la Tierra.
Sin embargo, su
superficie resulta difícil de explorar debido a que su cielo está
completamente cubierto por gruesas nubes de ácido sulfúrico y
la temperatura en el planeta es de 460º centígrados.
Ahora, gracias a una nueva investigación (Planetary-scale
streak structure reproduced in high-resolution simulations of the
Venus atmosphere with a low-stability layer) que combina
la exploración del planeta desde el espacio y la simulación con un
programa especial, los científicos han podido resolver algunos
misterios de la tórrida atmósfera del 'gemelo' de la Tierra.
Gracias a la
sonda Akatsuki, que orbita Venus
desde diciembre de 2015, un grupo de científicos japonenses de la
Universidad de Kobe ha identificado en las nubes de Venus unas
vetas gigantescas.
Las imágenes de la sonda muestran unas estrías gigantes casi
simétricas en los hemisferios norte y sur, cada una de las cuales
mide cientos de kilómetros de ancho, extendiéndose en diagonal a lo
largo de casi 10.000 kilómetros.
Los científicos
calificaron su hallazgo como,
"estructuras de vetas
de escala planetaria".
"Rachas" de Venus observadas por la sonda Akatsuki (izquierda)
y su simulación en el programa AFES-Venus (derecha).
Universidad de Kobe
Para explicar el
fenómeno, los científicos recurrieron a un
programa AFES-Venus de simulación
de la atmósfera del 'gemelo' de la Tierra.
Las imágenes obtenidas
por la sonda son casi idénticas a las generadas por el programa,
confirmando que las simulaciones de AFES-Venus son precisas.
Asimismo, las simulaciones han permitido a los investigadores
explicar el origen de las estructuras, derivadas de un fenómeno
estrechamente relacionado con el clima cotidiano de la Tierra:
los flujos de aire en
la atmósfera de los planetas, conocidos como corrientes de
chorro, a lo que se une la inestabilidad baroclínica.
Los científicos también
afirman que este tipo de estructuras nunca fue observado en la
Tierra y que podría ser un fenómeno exclusivo de Venus.
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