Capítulo 5:
Religión y Revolución
Hasta que hice al gran avance en 1983, mi actitud hacia el
cristianismo y las otras grandes
religiones organizadas era ambigua.
Por una parte, es muy natural que los ocultistas sientan aprehensión
hacia todos los establecimientos religiosos. Toda nuestra literatura
tradicional está llena de cuentas de quema-de-brujas y otras
persecuciones.
Siempre he estado consciente de que tales cosas podrían suceder aquí
mismo, en los estados Unidos del siglo veinte, si el Nuevo Derecho y
otras facciones políticas controladas por fundamentalistas alguna
vez asumían el control del gobierno, o incluso si la mayoría de los
cristianos estadounidenses se volvieran de nuevo fundamentalistas,
como lo eran en los pasados siglos. Este temor ha estado durante
toda mi vida en la parte de atrás de mi mente, pero nunca fue
realmente un miedo racional.
En realidad, la mayoría de estadounidenses se han vuelto
progresivamente más tolerantes con el ocultismo y los sistemas
religiosos alternativos sobre los últimos veinte años. Una minoría
fundamentalista todavía predica en contra de nosotros, pero cuando
intentan una persecución activa, incluso el clero de las más grandes
sectas cristianas – católicos, metodistas, luteranos, episcopales,
etc. son usualmente rápidos para condenar a los perseguidores como
si fuesen locos lunáticos y defienden la Primera Enmienda de los
derechos del pueblo a ser no-cristianos.
Varios de mis amigos en el movimiento de los años sesenta se
consideraban a si mismos devotos cristianos o judíos.
Ellos
simplemente dejaron caer esos aspectos de la doctrina tradicional
que encontraban incompatible con sus creencias como miembros de la
contracultura, e incorporaron el resto a su nuevo estilo de vida.
Por ejemplo, ellos citarían versos del Nuevo Testamento que apoyaban
la doctrina de la paz y el amor de la contracultura y hacían
afirmaciones como “Jesús fue el primer hippie”. (Judíos en esta
categoría a veces se lamentaban de que Jesús había sido perseguido
por el Establecimiento judío de su tiempo en lugar de haber sido
reconocido como u profeta divino y reformador.)
Muchos de los líderes del movimiento de los derechos civiles han
sido miembros del clero cristiano, de Martin Luther King y Jesse
Jackson hasta el nivel de la comunidad, incluyendo blancos así como
negros. Lo mismo ha sido cierto en el caso de líderes del movimiento
de paz y antinuclear. La mayoría de esta gente acerca que sus
creencias religiosas son lo que los motivan al activismo político, y
citan las escrituras para apoyar sus ideologías.
Otra causa de mi actitud ambigua hacia la religión es la carencia de
una clara línea divisoria entre la religión organizada y el
ocultismo. Muchos espiritualistas se consideran a sí mismos miembros
de la comunidad cristiana, incluso, aunque yo mismo sienta que sus
creencias y prácticas los hacen parte del ocultismo. Lo mismo aplica
a mucha de la gente que se llaman a sí mismos Gnósticos, Cristianos
Magdalénicos, Cristianos Magos, Cabalistas, etc. Yo siempre me he
sabido llevar fácilmente con gente en esta categoría como
ocultistas, paganos, brujos, y gente de la Nueva Era.
Sin embargo, tuve un instante de antipatía contra los “Fanáticos de
Jesús” en los sesentas.
Al inicio, no podía identificar exactamente que es lo que
tanto me molestaba de esos cristianos de cabello largo, que proselitizaban desde tiendas de iglesias en áreas de la
contracultura. Luego, algunos de mis amigos cristianos en la
contracultura se volvieron Fanáticos de Jesús.
Iban diciendo, desde,
“Jesús era un hippie. El tomaba vino, así pues, ¿Por qué le
importará si yo fumo alguna droga?” para “Comienza a elevarte en
Jesús en vez de marihuana.”
Como psíquico, debo admitir que las experiencias espirituales son
tan eficientes alterando la conciencia como son las drogas. Pero
mientras más permanecían mis amigos en el Movimiento Jesús, menos
parecían actual elevados para nada. Ellos también comenzaron a
argumentar conmigo y a predicarme.
Eventualmente, todos ellos, ya
sea, abandonaron el Movimiento Jesús o dejaron de hablar con gente
como yo.
Y aquellos que permanecieron Fanáticos de Jesús, gradualmente
abandonaron la contracultura. Todo se volvió muy claro una noche
cuando ví algunos de los líderes del movimiento entrevistados en un
programa de televisión evangelista.
Uno dijo,
“Básicamente somos una misión de rescate. Vamos hacia el territorio
de Satanás al Haight (la calle de los hippies) y rescataremos
pecadores.”
Entonces el tipo sacudió su cabello largo, hasta los hombros, y
tocando su camisa continuó,
“Y si tenemos que llevar el uniforme de Satanás mientras lo hacemos,
entonces eso es lo que haremos. ¡Alabado sea el Señor!”
Yo tenía cierto temor de los militantes negros que predicaban una
doctrina fanática Islámica que incluía el anti-Semitismo, y de
Árabes Palestinos que excusaban el terrorismo. Sin embargo, también
me molestaba el hecho de que algunos sionistas militantes condenaran
a todos los palestinos por los actos de unos pocos, o aseveraban que
los musulmanes no merecían todos los derechos de la ciudadanía
israelita.
E incluso, a pesar de que yo había pasado varios años estudiando
Vedanta, sentí una antipatía instintiva por los Hare Krishnas
también.
Cuando la gente me preguntaba la razón, yo diría,
“Ellos son Puritanos Vedánticos. La gente con quien yo trabajaba
eran Shivitas, quienes fumaban ganja, practicaban la magia sexual y
tenían vibras más similares a los ocultistas.”
No me di cuenta hasta que hice el avance, de que estas personas
(Fanáticos de Jesús, Sionistas y Hare Krishna) tenían una cosa en
común. Por ahora, yo lo llamaré Fundamentalismo, pero tengo otro
nombre para ello en la Parte Dos.
La principal diferencia cuando los Fundamentalistas y otros
creyentes dentro de alguna religión dada no es solo que son
conservadores en el sentido de falta de voluntad de hacer cambios en
la doctrina tradicional religiosa o costumbres para evitar conflicto
con el ambiente externo de la religión. En vez de esto, los
fundamentalistas toman acción social y política con miras a
convertir a toda la sociedad a sus puntos de vista, ya sea que el
resto de la población quiera cambiar o no.
Es irónico que los modernos fundamentalistas estadounidenses se
llaman a sí mismos conservadores políticos y religiosos. Su
filosofía es realmente radical o revolucionaria, porque ellos desean
imponer estos cambios en las instituciones sociales y políticas, y
luego tratan de imponer estos cambios con acciones vigorosas, a
veces incluyendo la fuerza. Sin embargo, ellos llaman esta ideología
radical de ala derecha “conservadora” para proyectar una respetable
imagen pública.
El Nuevo-Derecho respaldado por los fundamentalistas afirman ser un
movimiento conservador que defiende el “Regresar a los valores
tradicionales estadounidenses.”
Esta es una flagrante mentira.
Incluso una vista más casual en la historia estadounidense demuestra
que los valores tradicionales del país son realmente bastante
liberales. Los políticos por todo el mundo han usado la Constitución
Estadounidense con su Carta de Derechos como un modelo para diseñar
instituciones liberales, democráticas.
Los Padres Fundadores incluyeron a algunos de los más famosos
filósofos liberales políticos de todos los tiempos: Thomas Paine,
Patrick Henry, Thomas Jefferson, Benjamin Franklin y otros. La
historia también demuestra que las instituciones sociales y
políticas estadounidenses han estado avanzando continuamente hacia
la izquierda durante toda la historia del país.
Después de que hice mi avance y aprendí exactamente lo que es la
ideología fundamentalista, y de donde viene, se volvió obvio para mí
porqué la gente está tan dispuesta a pensar en ellos como
“tradicional” incluso si siempre ha habido un punto de vista de la
minoría en los Estados Unidos. Es un sistema ideológico basado en un
profundo conocimiento de la psicología humana y la naturaleza de la
realidad psíquica y espiritual; también es la fuente de la mayoría
de maldad en este mundo, como lo describiré en la Segunda Parte.
Mi actitud hacia el cristianismo y hacia todas las otras religiones
organizadas de volvió cada vez más ambigua durante los últimos diez
años antes de que hiciera yo mi avance. Por otra parte, vi muchos
ejemplos de cooperación, tolerancia y apertura. Por ejemplo, un
número de grupos de ocultismo, Paganismo y New Age en el área de la
Bahía de San Francisco han alquilado un espacio y celebraban sus
reuniones en varias iglesias cristianas no-fundamentalistas desde
los años sesenta, y gozaban de relaciones amistosas con su clero y
congregaciones.
Los dirigentes de algunos de estos grupos de la Era de Acuario
incluso han pertenecido a Consejos de Iglesias locales y han
participado en sus servicios públicos y de caridad. Esto también ha
ocurrido en otras grandes ciudades por todo el país.
Sin embargo, al mismo tiempo, estaciones de radio y televisión
controlada por religiosos fundamentalistas frecuentemente emiten a
menudo escandalosas calumnias sobre el movimiento de la Era de
Acuario.
“Toda actividad religiosa no-cristiana es veneración al Diablo y
todos los que participan en ella están poseídos por demonios.”
La propaganda fundamentalista también hace frecuentemente noticias
con afirmaciones de que los músicos de rock le lavan el cerebro a la
gente joven con mensajes subliminales acerca del satanismo.
Incluso
la última mentira acerca de los ocultistas y los paganos fue
mencionada ocasionalmente: que ellos practican sacrificio humano,
especialmente de bebés. Y el acoso verbal no fue del todo verbal:
varios lugares en los parques regionales en el área de la Bahía,
donde los paganos celebraban servicios al aire libre, eran
rutinariamente vandalizados con cruces talladas en los árboles y el
lema “Jesús Salva” era pintado en rocas.
Durante este mismo período, los fundamentalistas en religiones
además de la cristiandad estaban causando grandes problemas
políticos por todo el mundo. La mayoría de lectores estarán
familiarizados con los problemas que han causado los
fundamentalistas islámicos en los últimos veinte años. El secuestro
de diplomáticos estadounidenses por parte de revolucionarios iraníes
fue, en parte, responsable de la victoria de Ronald Reagan sobre
Jimmy Carter en las elecciones presidenciales de 1980.
El Presidente Anwar Sadat de Egipto fue asesinado por
fundamentalistas musulmanes, porque el había hecho serios esfuerzos
para trabajar con Israel y traer paz al Medio Oriente. Quizás el
ejemplo más claro ha sido la virtual destrucción de Líbano, que
solía ser uno de los países más avanzados y progresivos en el mundo
islámico.
Hay muchos otros ejemplos de serios problemas políticos causados por
movimientos fundamentalistas, tanto en la cristiandad como en otras
religiones importantes, las cuales la mayoría de estadounidenses
pudieran no identificar como tal.
Por ejemplo, algunos de los grupos que la prensa en este país llama
“escuadrones de la muerte de ala derecha”, en América del Sur son
realmente sociedades secretas fundamentalistas católicas, y son
meramente una altamente visible parte de un movimiento
fundamentalista dentro de la Iglesia Católica en esa parte del
mundo. Este movimiento es bastante pequeño, y está confinado más que
nada a las clases sociales media y alta, pero ha sido un factor
importante durante años, moviendo gobiernos suramericanos hacia la
derecha, hacia la dictadura fascista.
Este movimiento ha recibido mucho menos publicidad en los Estados
Unidos que los otros varios movimientos católicos del ala izquierda,
que se han formado como reacción a esto otro, entre la mayoría de
población empobrecida en los mismos países, pero es definitivamente
una importante fuerza política en América del Sur actualmente.
El Culto “Moonie” en los Estados Unidos ha atraído importante
publicidad por tergiversarse a sí misma cuando está proselitizando,
manteniendo a algunos de sus miembros en contra de su voluntad, bajo
condiciones cerca del hambre y trabajos forzados, etc. El propio
Reverendo Moon ha entrado y salido de la cárcel por cargos
tributarios. Todo esto ha causado menores problemas al movimiento
espiritual acuariano en este país, porque demasiados estadounidenses
no se dan cuanta que los Moonies no tienen nada que ver con este
movimiento, en absoluto.
La doctrina de la Iglesia Unificada Moon es una mezcla de
Cristianismo fundamentalista con elementos del Budismo y otras
religiones orientales, y es la directa antítesis de todo lo que
representa el movimiento de Acuario.
La principal razón porqué esta
importación de Corea del Sur no ha hecho más daño en este país es
porque aquí ya tenemos nuestro propio movimiento Cristiano
Fundamentalista, el cual encaja mejor en nuestra cultura y parece
menos extraño. Sin embargo, los Moonies y varios grupos
fundamentalistas similares tienen una importante influencia en la
política de Corea del Sur y son una razón por la cual ese país ha
oscilado tan lejos en el derechismo totalitario.
El Fundamentalismo religioso entre los Sikhs y los hindú fue una de
las causas del asesinato de Indira Gandhi, y la sangrienta guerra
religiosa desde entonces entre esos dos grupos. Estoy seguro que no
hemos visto todavía lo peor de ello. Una de las causas básicas del
Apartheid en Sudáfrica es que grandes números de los africanos son
Protestantes Fundamentalistas.
El Fundamentalismo es responsable de mucha de la represión y el
totalitarismo en las naciones africanas negras. El Islam, la
Cristiandad, los Vedanta y varias religiones tribales están todas
involucradas. También hay un movimiento Fundamentalista dentro del
judaísmo, el cual presiona al gobierno israelita hacia políticas
agresivas militares y expansionistas, y hace mucho más difícil
lograr la paz en el Medio Oriente.
Estos son solamente unos pocos ejemplos de cómo los movimientos
religiosos fundamentalistas en todo el mundo parecieran estar
trabajando para sabotear el progreso de la civilización humana. Lo
más importante acerca de esto es que es muy difícil ver cómo sus
actividades pueden servir a nadie en propio interés. Hasta que hice
mi avance, yo atribuía tal actividad a una especie de locura:
fanáticos religiosos se vuelven tan obsesivos con “complacer a Dios”
en la esperanza de alcanzar la “dicha eterna” o algún otro beneficio
después de la muerte, que pierden completamente el contacto con la
realidad terrestre.
Sin embargo, nunca fui capaz de determinar porqué el fanatismo
religioso debe hacer esto a la gente.
La filosofía puritana, reaccionaria de los fundamentalistas siempre
los ha puesto en conflicto con las autoridades liberales religiosas
así como políticas. Desde finales de los años setenta, al estar la
Nueva Derecha tratando de alcanzar poder político, he notado una
reacción cada vez más liberal dentro de la religión cristiana misma.
Solo recientemente, únicamente el ala fundamentalista de la
cristiandad parecía verdaderamente vigorosa y fanática. La mayoría
de cristianos en este país eran liberales o moderados, tanto en sus
visiones políticas como religiosas, pero eran más bien conservadores
acerca de tratar de convertir a otros.
También, para la mayor parte de este siglo, los fundamentalistas
eran los únicos cristianos estadounidenses que hacían uso total del
poder psíquico inherente en toda religión organizada. Cuando la
mayoría de estadounidenses ven términos como “predicadores
carismáticos”, “éxtasis religioso”, “sanación por medio de la fe” o
“milagros”, ellos lo asocian solamente con l os fundamentalistas. El
ala liberal de la Iglesia Cristiana tradicionalmente ha estado más
preocupada con temas sociales y políticos que con poder espiritual.
Esta situación recientemente ha comenzado a cambiar.
Son ahora congregaciones protestantes urbanas que levantan tanto
poder psíquico como lo hacen los fundamentalistas, pero son
definitivamente liberales. Las mismas iglesias a menudo tienen clero
femenino y congregaciones racialmente mixtas. Muchos hacen un
esfuerzo de proselitismo entre homosexuales, feministas,
consumidores de drogas psicodélicas, radicales políticos y otros
tipos de gente a quienes los fundamentalistas le obstruyen la
membresía en sus iglesias, a menos que éstos primero acuerden
cambiar totalmente su filosofía y estilo de vida.
Por la información que aprendía a través de mi avance, mi actual
opinión de este movimiento revolucionario dentro de la cristiandad
es bastante ambiguo. A mi me gustan las ideologías políticas y
sociales involucradas, pero esta gente están haciendo algunas cosas
peligrosas. Me gustan algunas ideologías políticas y sociales
involucradas, pero estas personas todavía están haciendo algunas
cosas peligrosas a nivel puramente psíquico y espiritual.
Tienen buenas intenciones, pero las fuerzas espirituales con las que
son abiertamente opuestas son, por el momento, al menos, todavía
mucho más fuertes que ellos. Peor aún, ellos han entrado en
conflicto con una idea totalmente errónea de qué es lo que están
luchando. A este tema le daré seguimiento en la Segunda Parte.
Antes de hacer el avance, mis creencias personales acerca de
deidades eran tan ambiguas como mi actitud hacia la religión
organizada. Usualmente me describo a mí mismo como pagano, porque
siento vagas percepciones psíquicas de que hay seres en el plano
astral que parecen ser superiores a los espíritus de humanos
ordinarios fallecidos.
Yo suponía que éstos son seres a los cuales
las religiones organizadas han llamado “dioses” y “demonios”, y que
tienen un importante efecto en el curso de la historia humana,
comunicándose telepáticamente con gente viva.
Sin embargo, yo no estaba dispuesto a comprometerme a una creencia
devota en ninguna secta pagana en particular, porque también tenía
una aversión intuitiva al deísmo en cualquier forma que fuese, ya
fuese monoteísta o politeísta. Reconocía que existen seres que
parecieran dioses, pero no tenía mucho que ver con ellos. Eran
demasiado caprichosos y egoístas. En su lugar, cuando yo me
comunicaba telepáticamente con el plano astral, me concentraba en
formar relaciones de trabajo con espíritus que decían no ser
deidades, sino que gente común en un estado desencarnado entre vidas
terrestres.
Algunas de las entidades que he tenido como espíritus guías me han
dicho que sus previas encarnaciones fueron en mundos que no eran la
Tierra, pero aún así dicen ser personas, no dioses. Mi relación con
mis espíritus guías ha sido extremadamente importante para mi desde
que comencé a ser consciente de ello en la infancia, pero es muy
diferente de la relación entre deístas y sus dioses.
Lo que tengo es
una amistad entre iguales, que no viola mi soberanía individual.
Está basado más que nada en el mutuo intercambio de información, y
en trabajar para alcanzar metas compartidas, ya sean políticas o
éticas, y jamás he creído que mis espíritus guías podrían hacerme
algún daño por estar en desacuerdo con ellos.
La relación entre deístas y dioses es más como esclavitud que
amistad: los dioses dictan y los fieles obedecen. Incluso peor, el
deísmo está basado en el postulado de que la naturaleza y motivos de
los dioses están más allá de la comprensión humana. No me gusta el
totalitarismo ni el paternalismo en la Tierra, y no me gusta tampoco
en las relaciones con seres espirituales.
Otra área importante donde estoy en desacuerdo con las doctrinas
básicas de todas las principales religiones tiene que ver con la
vida después de la muerte. Una fuerte creencia en la reencarnación
es una de las fundaciones de todo mi concepto de la realidad
espiritual. Esto automáticamente me pone en desacuerdo con las
doctrinas judío-cristianas, las cuales están basadas en el concepto
de que la gente vive solamente una vida en la Tierra y luego se
pasan la eternidad en el Cielo o el Infierno.
(Algunos cristianos y
judíos individuales creen en la reencarnación, y unas cuantas sectas
menores de ambas religiones lo han trabajado dentro de sus
doctrinas, pero aún así contradice la creencia judeo-cristiana de la
corriente principal).
A partir de esto, pudiera parecer que estoy de acuerdo con las
doctrinas de las importantes religiones orientales – Vedanta,
Budismo, etc. – puesto que ellos incluyen la reencarnación, pero
este no es el caso. Después de estudiar estas religiones de cerca
durante un período de años, llegué a la conclusión que su cosmología
tradicional, de la corriente principal, en cuanto a la vida después
de la muerte es funcionalmente idéntica a la visión judeo-cristiana,
y que las aparentes diferencias son insignificantes.
La Creencia actual de la corriente principal de las religiones
orientales es derivada del antiguo Vedanta (incluyendo a cientos de
sectas modernas hindú y budistas, el Jainismo, el Sikhismo y un
número de otros – mil millones de creyentes en total) está centrado
en el juicio moral del alma por deidades, y la salvación por gracia
divina, bastante parecido a lo que es la corriente judeo-cristiana.
Muchos occidentales fallan en darse cuenta de esto, porque sus
conocimientos de las religiones orientales está basado en libros que
confunden al ocultismo oriental con la propia doctrina religiosa de
corriente principal oriental.
El ocultismo oriental está altamente desarrollado, y nunca ha sido
formalmente desautorizado por los líderes de las religiones de la
corriente principal, como ha sucedido en el occidente. No obstante,
es un error equiparar los dos; son sistemas de creencia muy
diferentes, practicados por enteramente diferentes tipos de gente.
Los ocultistas orientales, así como sus contrapartes en el
occidente, siempre han sido una pequeña minoría alejada de la
mayoría de la población.
En el occidente, los ocultistas eran perseguidos bastante
abiertamente, y sus actividades fueron declaradas ilegales por los
gobiernos. Esto no sucedió así, hasta ese grado en el oriente. De
hecho, los lideres de muchas sectas orientales religiosas a menudo
predican que los monjes y monjas que se especializan en prácticas
que muchos occidentales calificarían de ocultismo son especialmente
devotos y dignos de veneración.
Sin embargo, incluso a través de maestros orientales de lo oculto –
Yoguis, Tantristas, Taoístas, Maestros Zen, etc. – a menudo son
públicamente venerados como siendo santos y espiritualmente
avanzados, poca de la gente que les da honores realmente imita sus
creencias y prácticas. Los ocultistas orientales y occidentales
están buscando el desarrollo espiritual, mientras que los creyentes
de la corriente principal en ambas partes del mundo, miran hacia
delante, hacia la salvación divina.
Tales disciplinas como el yoga,
el tantra, la meditación Zen, etc., están destinadas a fortalecer y
a iluminar el alma, bastante como cuando una persona gana fuerza y
aprende habilidades motoras a través del entrenamiento psíquico y el
ejercicio. El ocultismo tradicional occidental enseña exactamente
las mismas cosas bajo deferentes nombres: adivinación, sanación
espiritual, magia ritual, alquimia, etc.
La clave para el entendimiento de todas esas prácticas es que son
cosas que la gente hace puramente a nivel físico, intelectual o
emocional, bajo el control de la voluntad consciente. Están
destinadas a tener un efecto beneficioso sobre el alma de la
persona, permitiéndole usar varios sentidos y poderes psíquicos para
aprender acerca de la naturaleza de la realidad espiritual.
En otras
palabras, el postulado básico es que una persona puede convertirse
en un adepto o santo por sus propios esfuerzos, así como otro
aprendería habilidades atléticas o profesionales. Esto es un
concepto puramente humanístico: la aplicación de la “doctrina de la
perfectibilidad humana” para el desarrollo espiritual y psíquico.
El punto de vista, tanto del sistema religioso de la corriente
principal oriental y occidental es exactamente lo opuesto a eso: las
personas son innatamente inferiores espiritualmente, y la única
forma en que pueden hacer progresos es complaciendo a los dioses lo
suficiente para recibir su “gracia”.
Exactamente lo que la gente
debe hacer para recibir este favor varía de secta a secta, tanto en
el oriente como en el occidente, pero normalmente implica asistir
regularmente a los servicios religiosos y la realización de varios
actos rituales.
Los siguientes tres capítulo describirán algunas de las ideas a las
que estuve expuesto justo antes de hacer el avance.
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