P. Comencemos este resumen final de
las implicaciones políticas de la Guerra en el Cielo
actualizando el diálogo de la Revolución Espiritual respecto al
resurgimiento del Fundamentalismo en los Setentas y a principio
de los Ochentas. Desde que fue publicado el libro de la
Revolución Espiritual, todo ese movimiento pareciera estarse
desintegrando hasta el caos.
Varios de los Evangelistas de la
televisión, quienes yo consideraba siervos de los Teócratas,
cayeron en desgracia por escándalos personales o financieros, en
1987 y 1988, y se está, ahora volviendo de moda que el
estadounidense promedio piense en las sectas más rabiosamente
Fundamentalistas como cultos, un poco diferente los Moonies.
R. Bien, hace unos cuantos años dijimos:
“Esos movimientos respaldados por el
Colegio Invisible,
realmente les va mejor que aquellos que son controlados por los
Teócratas, pero un análisis superficial de opinión pública hace
que lo opuesto parezca verdad.
Por ejemplo, el actual
resurgimiento de la Cristiandad Fundamentalista no es tan
exitosa como se ha afirmado ser, ya sea por su propia propaganda
o aquella de varios grupos que están abiertamente opuestos a
el.”
P. Durante mucho tiempo había sentido que esto es cierto, desde
hace varios años, antes de comenzar a hacer en avance en 1983,
pero muchos de mis amigos en las comunidades ocultistas y
políticas radicales desacordaban completamente conmigo.
Tenían
miedo de que los Fundamentalistas forzarían al gobierno a
derogar la mayoría de las leyes liberales aprobadas desde los
años cincuenta y adoptar una política militante exterior que
causaría más guerras como Vietnam y pidiera, incluso, conducir a
una guerra nuclear.
Nunca sentí que este peligro fuera severo o
inmediato, porque el movimiento Fundamentalista simplemente no
era lo suficientemente grande, ni en números ni en influencia
política.
R. Eso es correcto. Irónicamente, varias de las peores fallas
político-económicas del sistema de los Estados Unidos son su
mejor defensa en contra de una toma de control por parte de los
Fundamentalistas o cualquier grupo similar. Nos referimos a la
clase de estructura económica y el negocio de “bienes raíces”
político (corretaje).
Una minoría relativamente pequeña de gente
con una alta resistencia al control religioso fundamentalista
controla la mayoría del poder político y económico real en este
país: los propietarios y gerentes de las grandes corporaciones,
gobierno, burócratas y gente profesional en general.
La mayoría de ellos con políticamente conservadores, pero es el
conservadurismo de la Vieja Derecho, no la Nueva Derecha. Ellos
van desde los extremadamente ricos hasta los simplemente
acomodados, y casi todos son graduados universitarios, lo que
significa que representan la clase social que produce el menor
número de personas con las estructuras de personalidad adecuadas
para abrazar la religión fundamentalista.
Su principal preocupación es retener la riqueza y el poder del
cual gozan actualmente, y temen a la Nueva Derecha tanto como la
teme también la izquierda, aunque se dan cuenta que no es de su
interés decir esto públicamente. La Nueva Derecha siempre ha
sido un movimiento esencialmente de la clase trabajadora y
rural. Si alguna vez llegara al poder, eventualmente trataría de
reemplazar a las existentes élites de poder, con gente que tomó
una postura populista en cuestiones políticas y económicas.
Si se mira de cerca la historia del ala conservadora de
políticos estadounidenses durante los años setentas y ochentas,
verá que la Vieja Derecha estaba sólidamente en control todo el
tiempo, incluso cuando la Nueva Derecha estaba obteniendo una
máxima publicidad. El establecimiento tradicional conservador
consiguió votos de los Fundamentalistas en virtualmente cada
elección, usando alguna de la retórica de la Nueva Derecha, pero
era muy lenta poniendo los principios ideológicos de la Nueva
Derecha en acción.
La Actitud del Presidente Reagan hacia el aborto legalizado es
un buen ejemplo: el repetidamente decía que se oponía, pero
jamás utilizó todo el potencial de corretaje de poder en su
oficina para tratar de manipular a otros políticos a repeler
acciones sobre el aborto.
Por otra parte, el estaba muy
dispuesto a recurrir a medidas extremas – tales como aquellas
que causaron el escándalo de Irán (el “Irán Gate”) – para apoyar
políticas que el creía que eran realmente importantes, tales
como suministrarle armas a terroristas del ala-derecha en
América Central. Esto demuestra que su apoyo para las políticas
de la Nueva Derecha era solamente una retórica de campaña.
Preferiríamos que la riqueza y el poder estuviesen más
uniformemente distribuidos dentro de la población total, pero en
este caso, las élites de poder y el corretaje de poder están
funcionando para ventaja nuestra. Las manipulaciones políticas
del Colegio Invisible a menudo son extremamente sutiles, como
estamos a punto de describir.
Primero, ya hemos dicho que los miembros de las actuales élites
de poder son menos propensos a convertirse en fundamentalistas
que las otras personas dentro de toda la población. Sin embargo,
son más receptivos que el promedio a las enseñanzas espirituales
de la New Age, lo cual es otra razón para no querer cambios
radicales en el sistema de clases en este momento.
Recuerden, no somos izquierdistas doctrinarios. En general,
nosotros trabajamos para “el mayor bien para el mayor número”,
pero no tenemos que preocuparnos acerca de nuestra imagen
pública de la manera en que deben hacerlo los políticos. Si
podemos conseguir importantes números de la clase gobernante
actual bajo nuestra influencia, entonces trabajaremos a través
de ellos para beneficio del resto de la población.
Por supuesto,
también usaremos esta influencia sobre las élites existentes
para trabajar hacia una distribución de riqueza y poder más
equitativa como objetivo a largo plazo.
P. ¿No fue exactamente esto lo que hicieron ustedes en los
siglos dieciocho y diecinueva, cuando trabajaron a través de las
Logias Rosacruces y Masónicas: usando una existente élite de
poder para trabajar hacia el liberalismo político y otras
reformas para beneficiar a toda la sociedad?
R. Sí. Nosotros tratamos de ser idealistas y pragmáticos al
mismo tiempo. Ambos conceptos no están realmente en oposición.
P. Me gustaría que más gente izquierdista y de la contracultura
se dieran cuenta de esto.
R. Otra razón por la cual no nos estamos concentrando, en este
momento, en reformas políticas y económicas superficiales, tanto
como lo hicimos hace unos cuantos años es simplemente que la
mayor parte de nuestra energía se va en dos diferentes batallas
con los Teócratas, sobre el control de instituciones
espirituales. Estamos atacándolas directamente, tanto en el
interior como en el exterior de la religión organizada, y, por
supuesto, ellos nunca han cesado de atacarnos.
Cada vez que ellos comienzan a usar cualquier organización en la
Tierra para esclavizar a las personas para sus propios fines,
nosotros tratamos de detenerlos, y ellos hacen exactamente lo
mismo con cada proyecto en el cual nos comprometemos para
liberar a las personas.
P. Usted ya ha discutido algo de esto en otros contextos,
especialmente sus intentos de convertir a las congregaciones
cristianas teocráticas en grupos más liberales. Ustedes no están
completamente opuestos al cristianismo y a otras religiones
organizadas, ¿verdad?
R. Este es un tema que necesita una clarificación para nuestros
lectores. Nosotros les podemos pedir que digan, “La Guerra en el
Cielo no está destinada a ser un libro anti-religioso”, pero eso
no significa que el Colegio Invisible favorezca la religión como
el término con el que usualmente es definida: “creencia y
adoración de deidades u otros poderes sobrenaturales”.
Debería ser obvio que debemos oponernos a cualquier sistema de
creencias que acepte lo sobrenatural. Los fenómenos psíquicos y
espirituales son parte del mundo natural, y tienen profundos
efectos sobre la civilización humana en este planeta. Deberían
ser estudiados científicamente y puestos en uso, mejorando así
la calidad humana de vida, y no relegados al limbo subjetivo de
lo sobrenatural, en donde la opinión de una persona es tan buena
como la otra, porque no existen criterios para hacer juicios de
valor.
Muchos de nosotros venimos de civilizaciones avanzadas en donde
el estudio del alma y otros fenómenos espirituales son parte de
las ciencias naturales como la física o la biología, y este es
el único enfoque que recomendamos. Cualquier persona que crea en
o adore a deidades sobrenaturales está fuera de contacto con la
realidad. La forma de deísmo que practican muchos creyentes
religiosos es literalmente una psicosis implicando paranoia y
delirios de grandeza.
Los psicólogos y psicoterapistas han sabido esto desde el tiempo
de Freud, auque han encontrado esta forma de enfermedad mental
una de las más difíciles de tratar, porque no conocen acerca de
los Teócratas o del control mental religioso.
P. Pero ustedes todavía hacen uso de la religión deísta cuando
esta sirve para sus fines políticos. ¿Es esta la razón por la
cual me dijo que dijera que este libro no pretende ser un ataque
a toda religión organizada?
R. Sí. Nosotros estamos filosóficamente opuestos a todas las
religiones que creen en la existencia de dioses super humanos,
sin embargo, en esta etapa de la historia, la mayoría de gente
en la Tierra no es capaz de reemplazar directamente sus actuales
creencias deístas por una visión racional de fenómeno
espiritual.
En lugar de solo ignorar a estas personas, sentimos
que el curso de acción más ético sería tratar con ellos dentro
del marco de referencia deísta y tratar de evitar que los
controlen los Teócratas. En otras palabras, estamos dispuestos a
hacernos pasar nosotros mismos por dioses, si este sería el
único camino por el cual podríamos evitar que la gente sea
esclavizada en Bandas teocráticas después de la muerte física.
Y mientras consideramos que es importante salvar a las personas
de la destrucción por parte de sus “dioses”, ponemos una mayor
prioridad en los aspectos políticos de la religión organizada en
la Tierra. Mientras más grandes y mas poderosas sean las
iglesias cristianas liberales en los Estados Unidos en estos
momentos, menos daño hay de que los fundamentalistas hagan mayor
daño social o político.
Nos gustaría ver a los cristianos
liberales y radicales allá afuera, realizando proselitismo en competencia
directa con los fundamentalistas: haciendo toda clase de
trabajos de caridad, utilizando los medios masivos de
comunicación y generalmente tratando de ser una fuerza visible
en la comunidad.
Sin embargo, no recomendamos que la gente acepte lo que estamos
diciendo en este libro, y que se vayan a unirse a grupos
cristianos radicales o liberales. Son mejores alternativas para
cualquiera que acepte incluso solo parte de los conceptos
descritos en Guerra en el Cielo. Los grupos cristianos anti-teocráticos
están destinados estrictamente para personas que ya son
cristianos. De hecho, más bien preferimos que se no se unan a
ellos los agnósticos y los nominalmente religiosos. Tales
individuos estarán mejor en grupos New Age, Paganos u ocultos.
Hay también un aspecto negativo con el cristianismo radical,
tratando de luchar contra la Teocracia en su propio terreno, con
sus propias armas de control-mental; realmente podría resultar
muy peligroso. Por ejemplo, la infame secta del
Templo del
Pueblo de los setentas fue un temprano intento de comenzar tal
grupo, uno que falló desastrosamente. Y lo mismo podría suceder
de nuevo, aunque es mucho menos probable ahora, porque esa
experiencia nos dio mucha enseñanza.
Los Teócratas se enojan más cuando los atacamos frontalmente en
su propio terreno de lo que podrían enojarse por cualquier otra
cosa que hagamos. A menudo atacan a iglesias cristianas
radicales, especialmente aquellas que eran anteriormente grupos
fundamentalistas, con toda la fuerza que puedan reunir.
Si los
Teócratas no pueden controlar la mente grupal de la congregación
y subvertirla de nuevo al fundamentalismo, ellos se decidirán a
convertir al grupo en un culto que vuelva locos a sus miembros,
como sucedió en el Templo del Pueblo.
Los Teócratas también tratan de hacer lo mismo con los grupos de
ocultismo y de New Age, y los convertirían en nuevas sectas
teocráticas religiosas si pudieran. A los Teócratas no les
importa que nombre la gente le llame a la deidad, mientras los
miembros practiquen el control mental religioso durante los
servicios y crean en una doctrina que está basada en la
filosofía general teocrática.
Hay grupos satánicos que están
controlados exactamente por los mismos Teócratas que controlan
las iglesias fundamentalistas, en el mismo vecindario, por
ejemplo. Lo mismo es verdad para algunas Logias Negras al margen
de la comunidad del ocultismo.
Muchos de éstos no son cultos o sectas auto-destructivas que
hacen titulares cuando mueren miembros o comenten crímenes, pero
hacen algo peor: organizaciones estables haciendo el trabajo de
los Teócratas.
P. ¿Cómo pueden los lectores de este libro reconocer a un grupo
oculto controlado por los Teócratas?
R. No es siempre fácil, porque algunos grupos ocultistas
teocráticos tienen un círculo exterior que es bastante inicuo.
Hay dos cosas principales que hay que ver: una es la explotación
financiera y/o sexual de los miembros, y la otra es la venganza
en contra de las personas que tratan de dejar el grupo o revelar
sus secretos.
No todos los grupos de ocultismo y New Age que
fallan esta prueba están bajo el control de los Teócratas en el
momento, pero simplemente poseyendo estos elementos los hace más
vulnerables a una toma de control, o absorción teocrática. Y no
hay razón para unirse a un grupo si uno puede encontrar
cualquiera de sus prácticas o creencia éticamente equivocadas:
nadie tiene un monopolio sobre técnicas de entrenamiento
psíquico o conocimiento espiritual.
No vamos a hacer este libro aún más polémico de lo que ya es
dando una lista de grupos ocultos que deberían evitar los
Revolucionarios Espirituales. El estatus de los grupos cambia
constantemente, por lo que cualquier cosa que usted haya escrito
ahora no permanecerá exacta por mucho tiempo. Incluso más
importante, queremos que la gente que lea este libro aprenda
como usar sus propios intelectos y poderes psíquicos para
observar por ellos mismos a los grupos y sacar sus propias
conclusiones.
Si las personas van a ser Revolucionarios Espirituales, deberán
aprender a hacer este tipo de juicio de valor por ellos mismos
en lugar de confiar en alguien más que los haga por ellos.
P. Mientras usted está ahora discutiendo cómo los Teócratas
asumen el control de los grupos religiosos y de ocultismo y los
convierten en cultos, nos gustaría que nos aclarase un punto:
¿Porqué no conduce esto a la violencia más a menudo de lo que lo
hace?
Muchos lectores van a preguntarse ¿porqué, si los Teócratas
pueden convertir a una iglesia cristiana de ala izquierda como
lo era el Templo del Pueblo en un culto totalmente asesino y
auto-destructivo, no hacen esto a gran escala y atacan
físicamente a la contracultura, a la comunidad de ocultismo, al
movimiento New Age y trabajos similares del Colegio Invisible?
R. Esta es un pregunta difícil de contestar con precisión,
porque involucra descripciones detalladas de cómo funciona el
control mental religioso, que es bastante difícil de poner en
palabras. Casi toda la literatura de la conspiración exagera el
poder que “manipuladores invisibles” tienen para controlar el
comportamiento de la gente en una base aguda a corto-plazo.
El control mental religioso es realmente bastante sutil:
reprograma gradualmente las opiniones y la conducta a largo
plazo de la gente, pero no puede ser usado simplemente para
asumir el control de la voluntad de una persona y manejara o
manejarlo como un robot a control remoto.
P. Es decir, si los Teócratas quisieran realizar un acto de
violencia, digamos el asesinato de algún líder político o
religioso que estaba trabajando activamente para el Colegio
Invisible, ¿no habrían podido pedirle a algún miembro promedio
de una iglesia fundamentalista que fuera y cometiera asesinato.
R. Absolutamente no. Este es otro punto muy importante. Es fácil
para ellos manipular a un fundamentalista, diciéndolo,
“Fulano-de-tal es un enemigo de Dios y está trabajando para el
Diablo. ¡El debe ser ejecutado!” Sin embargo, casi todos los
fundamentalistas, a pesar de sus creencias religiosas extremas e
irracionales están técnicamente cuerdos, en el sentido de que su
conducta usualmente no viola las leyes y costumbres de su
sociedad tan seriamente como para hacer que los encierren.
Y la gente cuerda, por definición, no cometen un asesinato u
otros crímenes violentos por razones políticas. Ellos pueden
volverse violentos bajo extremo estrés personal – recuerde, la
mayoría de asesinos involucran a miembros de la familia, amantes
o amigos cercanos – pero esto no es lo mismo como cometer un
acto similar por razones políticas.
Prueba de ello es el elaborado adoctrinamiento al cual las
personas promedio están expuestas antes de ser enviados a la
guerra. El propósito más importante de los campos de
entrenamiento militar no es enseñarle a los reclutas cómo matar
al enemigo, sino más bien hacerlos emocionalmente capaces de
hacerlo.
Tomen nota también, que un significativo
numero de veteranos de
guerra cometen crímenes violentos después de que regresar a la
vida civil, simplemente porque los gobiernos gastan mucho tiempo
y dinero para reprogramar a los ciudadanos ordinarios en
soldados capaces de matar al enemigo, pero casi invariablemente
fallan en invertir este proceso cuando son movilizadas las
tropas. Psicólogos que están trabajando para el ejército señalan que toma
mucho tiempo para extinguir un dado patrón de conducta de lo que
les toma acondicionarlo, en primer lugar, pero los generales y
políticas raramente escuchan.
Sin embargo, el entrenamiento militar no es ni cercanamente tan
destructivo para las personas como lo es el ser entrenado para
convertirse en un violento fanático religioso. Usando el control
mental religioso para programar a las personas para la violencia
es, esencialmente, un proceso irreversible. Es posible convertir
a personas religiosas ordinarias en asesinos, pero una vez se ha
hecho, toda la estructura de su personalidad ha sido cambiada y
ya no pueden vivir pacíficamente en la sociedad normal la
mayoría del tiempo.
Los Teócratas pueden convertir a miembros de un grupo religioso
teocrático en personas como los seguidores de Jim Jones o
Charles Manson, pero una vez lo han hecho, los han transformado
en maníacos criminales que no irán a sobrevivir mucho tiempo.
Incluso más importante: la reprogramación mental intensiva
necesaria para convertir a personas ordinarias en asesinos
psicopáticos puede ser hecha solamente creando un entorno muy
especializado. Note que ambos grupos crearon un “entorno de
culto”, una perversión totalitaria de vivir en comuna, lo cual
sujetaba a los miembros a un control mental religioso sobre
largos períodos de tiempo sin respiro.
Es también importante darse cuenta que el acto de reprogramar a
personas a que cometan actos de violencia a sangre-fría dentro
de su entorno social es mucho más difícil que convertirlos en
soldados dispuestos a matar en batalla a un enemigo armado y
agresivo. El elemento de “matar o ser matado” y el hecho de que
las guerras son, por lo general, luchadas en un ambiente social
y físico que no es familiar es lo que hace la diferencia.
P. Lo que usted está diciendo, entonces, es que los Teócratas no
se atreven a programar a grandes números de sus seguidores a que
se vuelvan violentos, porque esto probablemente destruiría a la
sociedad humana misma, en lugar de solo eliminar a los enemigos
humanos de la Teocracia. Sin embargo, otras cosas que ha dicho
nos dan la impresión de los Teócratas quieren ver destruida a la
civilización.
R.
Nuevamente, este es un concepto difícil de explicar.
La
civilización occidental moderna sirve a los intereses del
Colegio Invisible mejor de lo que le sirve a los Teócratas, y
es, esencialmente, nuestra creación, no la de ellos. Sin
embargo, la destrucción total de la civilización a través de una
guerra nuclear o un colapso interno causado por demencia
violenta a gran escala dañaría a los Teócratas tanto como nos
dañaría a nosotros.
Más, realmente, ya que nuestro contacto con
civilizaciones en otros mundos nos permite reconstruir la
sociedad si el medio ambiente físico fuese todavía capaz de
sostener vida humana.
Por supuesto, la Guerra en el Cielo está ahora comenzando a
extenderse a la batalla entre el Colegio Invisible y los
Teócratas por el control de la formación de nuevos dioses de los
espíritus elementales.
Discutiremos esto más adelante, en el
siguiente capítulo, comenzando con un mensaje de espíritus que
se especializan en tal trabajo.