Apéndice A
Un Código de Conducta Sugerido
para los Revolucionarios Espirituales
P. ¿Usted piensa que la gente
realmente necesita que le digan cosas como, “Los Revolucionarios
Espirituales no deberían de profanar iglesias o golpear a los
fundamentalistas?" Yo espero que el tono completo de este libro
haga obvio que ni el autor ni el Colegio Invisible piensan en
éstos términos para nada.
R. Eso es verdad, pero como lo dijimos anteriormente, creemos
que es una buena idea decir esas cosas en tantas palabras para
minimizar los efectos de cualquier acción posible por parte de
agentes teocráticos.
No podemos prevenir ni a los tontos ni a
los enemigos de hacer cosas que desaprobamos, y tratar de
agregar el nombre de Revolución Espiritual a ellos, pero si
hacemos una lista de “no se debe…”, por lo menos podemos reducir
la credibilidad de tales personas.
-
El Colegio Invisible no autoriza a ninguna persona viva en la
Tierra a actuar como representante oficial nuestro. Enviaremos
mensajes telepáticos a cualquiera que consideremos capaz de
recibirlos con exactitud y cuya estructura general de
personalidad y conducta sean aceptables para nosotros, y
llanamente los etiquetaremos como viniendo del Colegio
Invisible. Sin embargo, esto no significa que daremos un endorso
general a las opiniones y acciones de la gente que reciba y
transmita esos mensajes.
Aún más importante, cuando publican cualquier cosa que pretende
ser tal mensaje, los Revolucionarios Espirituales nunca la
deberán aceptar tan autoritariamente, a menos que su propio
juicio les diga que es un mensaje válido de nosotros, y a menos
que estén de acuerdo con el éticamente.
Los lectores de Guerra
en el Cielo ya han sido instruidos a reaccionar al libro de esta
forma, y el cuerdo principio deberá ser aplicado a esta Código
de Conducta también. Esperamos que usted lo acepte y lo cumpla,
pero es usted quien tiene que tomar su propia decisión.
Y recuerde esto: los
Teócratas van a enviar algunos engaños muy
sutiles y sofisticados para engañar a los Revolucionarios
Espirituales. Analice todo lo que escuche, lea y reciba
telepáticamente en el tema de la Revolución Espiritual muy
cuidadosamente antes de aceptarlo como verdad.
-
Aunque la guerra entre los Teócratas y el
Colegio Invisible
es mortal y amarga, los Revolucionarios Espirituales no ganan
absolutamente nada sintiendo emociones negativas hacia gente que
sirve a los intereses de los Teócratas en la Tierra.
Incluso más
importante, el Colegio Invisible no quiere a gente que haya
hecho el avance para discutir asuntos espirituales con creyentes en
la religión teocrática, ni hacer contacto directo, personal con
ellos bajo ninguna circunstancia.
No debe odiarlos ni atacarlos de ninguna forma, ni tampoco
tratar de convertirlos. Confine sus actividades proselitistas a
gente que parezcan amistosos o por lo menos neutral a la causa
general de la Revolución Espiritual.
-
Los Revolucionarios Espirituales no deberán escribir o
enseñar ataques generales a la religión organizada, similares a
aquellos que los ateos organizados han hecho tradicionalmente.
Nuestro enemigo es la Teocracia, no una religión en general.
El Colegio Invisible está ahora haciendo un gran esfuerzo para
tomar el control de congregaciones individuales de creyentes
religiosos lejos de los Teócratas. En la mayoría de los casos,
los adornos externos del grupo religioso no cambian lo
suficiente para que observadores externos puedan decir que ya no
son teocráticos, ni está la gente involucrada consciente de lo
que ha sucedido.
Por esta razón, las críticas de la religión organizada por parte
de Revolucionarios Espirituales deberán ser específicas, no
generales. Es mejor limitarse a señalar cómo un elemento de
doctrina específico o de práctica ritual avanza la causa de la
Teocracia.
-
La meta a largo-plazo del Colegio Invisible es ayudar a la
gente de la Tierra a construir una civilización avanzada en ese
planeta. Nuestros métodos para hacerlos son básicamente
humanísticos, pragmáticos y experimentales, en lugar de
idealista.
Creemos que la única forma de diseñar instituciones sociales de
toda clase para satisfacer las necesidades humanas es tratar una
amplia variedad de soluciones posibles a problemas específicos y
permitir un proceso de selección natural que opera a través de
la competencia, el compromiso y la síntesis Hegeliana.
Cada
estructura de poder debería contener controles y balances. Esto
solo puede ser hecho deliberadamente fomentando los conflictos
internos, lo que reduce la eficiencia general de la estructura
de poder en cierta medida. Incluso la justicia social tiene un
precio.
Un liderazgo fuerte y creativo es importante, pero también lo es
el consentimiento de los gobernados. Logrado el mayor bien para
el mayor número es una meta ética válida, pero también lo es el
respeto a los derechos individuales. Los Revolucionarios
Espirituales deberían de tratar de aplicar esos principios tanto
como les sea posible en todas sus actividades específicas, como
lo hace el Colegio Invisible.
-
El tono emocional del movimiento abierto de
Revolucionarios
Espirituales está destinado a ser positivo, constructivo y
optimista. El solo hecho de que personas están haciendo el
avance y volviéndose consciente de los hechos esenciales acerca
de los Teócratas significa que el principal mecanismo teocrático
para controlar la raza humana ya ha sido roto.
Averiguando sobre
el Colegio Invisible y la existencia de
civilizaciones avanzadas extraterrestres significa que los conceptos como “progreso” y
“perfectibilidad humana” pueden considerarse ahora objetivos
concretos y alcanzables, en vez de salvajes sueños utópicos.
Lo más importante de todo es aprender a tratar con fenómenos
espirituales como parte del universo natural, y con seres
espirituales como humanos en vez de superhumanos quita una
principal fuente de miedo a lo desconocido. En cuanto usted haga
el avance, la mayoría de las preguntas que eran anteriormente
incontestables acerca de la realidad espiritual, tienen, de
repente, respuestas.
Estas respuestas pueden ser apoyadas con evidencia empírica, y
avanzan en la conclusión general de que los seres humanos tienen
el potencial de controlar su propio destino.
Esto da una razón
concreta para tener esperanzas acerca del futuro.
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Apéndice B
Un símbolo de la revolución
espiritual
El símbolo que ha escogido el Colegio Invisible para representar al
movimiento Espiritual Revolucionario es simplemente una estrella de
cinco puntas con el símbolo “<” adentro. (Esto es como los antiguos
romanos escribieron la letra “C” en inglés). El símbolo del CI para el
movimiento Revolucionario Espiritual combina la “Gran Estrella”
masónica y la “G” que aparece tan frecuentemente dentro de varios
otros símbolos masónicos.
Varias tradiciones ocultistas asignan un número a diversos
significados a la “<”, lo cual puede ser interpretado como la “C” o
la “G” romana o la “Kappa” o “Gamma” griega. (Las dos letras tienen
un origen en común y varias formas intermedias).
El símbolo “<” puede simbolizar la “G para Dios (=God)” masónica. He
discutido cómo los masones en los grados inferiores han
tradicionalmente aceptado una definición más bien ortodoxa judeo-cristiana
para “Dios”, mientras que los de los grados superiores tienen una
concepción de deidad que se aproxima al avance.
Poniendo la letra que simboliza el Colegio Invisible dentro de la
estrella, los extraterrestres que dieron el símbolo a los ocultistas
terrenales están afirmando que ellos son tan humanos como es la
gente de la Tierra. Note que una estrella de cinco puntas dibujada
con dos de las puntas en la parte inferior indica la forma general
del cuerpo humano.
Otros grupos ocultistas interpretan la “<” como una “Gamma”, para la
“Gnosis” o “Gran Secreto”. Otra interpretación es como una “Kappa”
para comenzar el adjetivo griego “kryptos”, significando “secreto”.
La “<” también puede ser interpretada como una C Romana por
Custodes,
significando Guardianes, como en los "Guardianes del Gran Secreto" o
“Guardianes de la Raza Humana”, dependiendo en si se refiere a gente
que han hecho el avance o al Colegio Invisible.
La estrella de cinco puntas ha sido usada en el occidente a través
de la era cristiana para simbolizar varias diversas formas de
oposición organizada a la religión teocrática. Todavía está en uso
hoy en día, por grupo de Brujos y grupos paganos, así como por
muchos diversos grupos ocultos.
El Colegio Invisible ha manipulado subconscientemente todos estos
grupos diversos a usar el mismo símbolo para hacerle fácil a las
personas descubrir que una sola “conspiración espiritual invisible”
está detrás de todos ellos. Cada grupo tiene una interpretación
superficial diferente en su significado, pero prácticamente cada
grupo que usa el símbolo se opone a la religión teocrática de una
forma u otra.
Si usted siente que el Movimiento Revolucionario Espiritual necesita
un símbolo, el Colegio Invisible sugiere que este es uno bueno para
usar. Sin embargo, si usted desea agregar algo de su propia
creación, o nada en absoluto, esto está bien también. No es crucial.
La Revolución Espiritual no es un nombre, un símbolo, una teoría,
una información corporal o un grupo de gente. Es un estado mental:
el avance.
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Apéndice C
Resumen – Una Cosmología
Revolucionaria
El alma humana está compuesta de materia astral, la cual es
diferente en composición subatómica de la materia física, pero
todavía sigue el mismo conjunto general de leyes naturales. El alma
es una compleja entidad biológica, así como lo es el cuerpo, y no es
inmortal e imperecedera.
Como cualquier cosa viva, puede crecer y reparar sus propios
tejidos, pero también puede ser herida o puede enfermarse y morir.
También requiere alimento, el cual obtiene del cuerpo mientras está
encarnada. El cuerpo humano convierte algo de la energía química del
alimento que ingiere en energía astral, la cual alimenta al alma.
Después de que muere el cuerpo físico, el alma puede sobrevivir
temporalmente en un estado desencarnado, viviendo de la energía que
es almacenada mientras está encarnada.
Las almas desencarnadas
(espíritus) pueden también absorber energía astral irradiada por
gente viva que está en estados de conciencia que activan sus poderes
psíquicos – orgasmo sexual, éxtasis religioso, etc., pero esta
energía usualmente no es suficiente para alimentarla adecuadamente.
Los espíritus también pueden drenar energía astral directamente de
otros espíritus.
Tal vampirismo espiritual y canibalismo es una de
las principales causas de la Guerra en el Cielo.
El mundo espiritual (plano astral) no es “la morada natural del
alma” como tanto se afirma en la literatura religiosa, sino un
ambiente duro y hostil. Muchas almas no sobreviven cuando entran en
el después de su muerte física. El plano astral es una condición, no
un lugar. Nosotros no podemos ver a los seres espirituales, porque
la materia astral de la cual están hechos no refleja o absorbe luz
ordinaria, pero están todos a nuestro alrededor, todo el tiempo,
justo acá, sobre la superficie de la Tierra.
Algunos espíritus desencarnados pueden usar sus poderes psíquicos
para comunicarse unos con otros y con gente viva. Puesto que la
facultad de la telepatía de una persona promedio de la Tierra está
bloqueada en las profundidades de la mente subconsciente, las
comunicaciones psíquicas de espíritus y de otras personas son
registradas generalmente directamente en los bancos de la memoria
subconsciente, sin conocimiento o aprobación de la mente consciente.
Por esto, los espíritus desencarnados y psíquicos vivos pueden
practicar una forma de control mental que la mayoría de gente
encuentra muy difícil de detectar o resistir.
Después de la muerte física, algunas almas humanas se convierten en
“Teócratas”. Se rehúsan a reencarnar, y permanecen indefinidamente
desencarnados. Los Teócratas mantienen poder político sobre otros
espíritus, afirmando falsamente ser dioses, sosteniéndose por medio
de alimentarse de las energías vitales de otros. Los Teócratas
utilizan ciertas formas de organización religiosa para esclavizar a
las almas de los creyentes después de la muerte, y su oponen a todos
los esfuerzos por parte de vente viva de construir una civilización
verdaderamente avanzada en la Tierra.
Los poderes psíquicos de los Teócratas no son lo suficientemente
fuertes para permitirles paralizar la voluntad de una persona viva y
simplemente tomar un control directo de su mente consciente. En
lugar de ello, practican el control mental reprogramando
telepáticamente el subconsciente de todo aquel que se encuentra en
el correcto estado de conciencia para ser vulnerable.
Hasta
recientemente, los Teócratas a menudo practicaban este control
mental durante rituales religiosos, pero también ahora lo practican
en personas que están viendo televisión o escuchando música grabada.
No es accidente que tanta gente hayan comparado el culto al héroe de
estrellas de los medios de comunicación con el culto religioso de
dioses. El objetivo de ambos es el mismo: esclavizar a la gente a
los Teócratas.
El engaño teocrático más cruel de todos es la promesa religiosa de
la “vida eterna en el Cielo”. Toda persona que entre al ‘Cielo’
después de la muerte está realmente entrando a una banda teocrática.
Unas pocas de las almas que se han quedado atrapadas en tales
bandas, eventualmente se convertirán en Teócratas. El resto será
devorado. Y el concepto de que almas humanas pueden volverse
inmortales solo permaneciendo en el plano astral con los “dioses” es
una mentira, de todos modos. Un alma puede sobrevivir casi
indefinidamente, simplemente reencarnando por vida tras vida en la
Tierra, y puede crecer en sabiduría y poder psíquico durante el
proceso.
La Guerra en el Cielo es un esfuerzo por parte de otro grupo de
espíritus, llamados el “Colegio Invisible” en este libro, para
romper el control de los Teócratas sobre la raza humana y permitirle
a la gente que continúe su evolución natural espiritual y cultural.
Las manipulaciones telepáticas subconscientes del Colegio Invisible
son responsables por la mayoría de lo que es bueno en la
civilización moderna.
Algunos de los espíritus en el Colegio Invisible han sido enviados
deliberadamente por civilizaciones extraterrestres avanzadas que
poseen suficiente tecnología psíquica para teletransportar almas
sobre distancias interestelares. Esos espíritus extraterrestres son
parcialmente motivados por el altruismo, pero también están
sirviendo los intereses de sus propias sociedades. Los Teócratas son
potencialmente peligrosos por los habitantes de otros mundos, porque
están pervirtiendo la capacidad natural del alma humana para formar
entidades compuestas tipo-divinas.
La raza humana existe en dos formas: individual y compuesta. La
forma individual consiste de un alma encarnada en un cuerpo, y es
una criatura viva completa que puede realizar todo lo originalmente
creado por un cuerpo humano, y el cuerpo no puede sobrevivir sin un
alma. Si un alma desencarnada no encarna en un infante, se forma una
nueva alma a través de un proceso embriónico natural.
Sin embargo, el alma humana también tiene el potencial a la
delantera de una entidad compuesta similar al alma grupal que posee
una colonia de insectos sociales. En lugar de unirse a cuerpos,
muchas almas desencarnadas se unen creando una entidad compuesta con
el potencial de desarrollar una inteligencia consciente, separada de
aquella de las almas individuales contenidas en ella. Si esta
entidad posee solo una mente y emociones animales, es llamado un
Espíritu Elemental. Si se desarrolla plenamente la inteligencia y se
convierte en un ser moral racional se le llama dios.
(Sin embargo es importante darse cuenta que tal dios tiene muy poco
en común con los impostores teocráticos que han estado haciéndose
pasar por dioses en la Tierra a través de la historia.)
Tanto los Elementales como los dioses son seres vivos completos,
capaces de reproducción, y no son dependientes del cuerpo humano
para suministrarles alimento, porque pueden directamente absorber la
energía astral irradiada al espacio por ciertos tipos de estrellas.
Sin embargo, ellos no pueden hacer esto mientras estén sobre o cerca
de la superficie de un planeta, sino solamente viajando a través del
espacio profundo.
Cuando están atados al planeta, tanto Elementales y Dioses pueden
obtener la energía necesitada para vida y crecimiento solamente de
las emanaciones psíquicas de gente viva o absorbiendo otros
espíritus desencarnados. En sus etapas embriónicas, los Dioses son
solo parásitos para la raza humana viva como son los Teócratas. Por
supuesto, un embrión humano es un parásito de su madre también.
El curso natural de la evolución humana en un planeta es severa y
animalística, dictada por las leyes de hierro de la ecología. Es
natural para las civilizaciones humanas desarrollarse bajo el
completo control de espíritus teocráticos, y hacer lentos pero
constantes progresos tecnológicos que eventualmente le permitan a la
población viva incrementarse hasta los billones.
Tal sociedad deja
poca oportunidad para la libertad individual o el desarrollo
psíquico personal, y la mayoría de almas que sobreviven más de unas
pocas encarnaciones lo hacen solo convirtiéndose en Teócratas.
Eventualmente, la sobrepoblación humana comienza a destruir la
biosfera del planeta, y las muertes comienzan a exceder a los
nacimientos por cientos de millones cada día. Las bandas teocráticas
en el plano astral se vuelven cada vez más grandes y algunas de
ellas desarrollan mentes propias y se convierten en espíritus
Elementales.
Los Elementales devoran a la mayoría de los Teócratas
que están manejando la civilización, la cual, entonces, colapsa,
causando que la población viva se caiga aún más. En este punto, los
Elementales se van al espacio y todo el ciclo comienza de nuevo, a
menos que el planeta haya sido tan severamente dañado como para
seguir soportando la vida humana.
Esos Elementales son extremadamente peligrosos para la gente en
otros mundos. Tienen mentes y emociones de animales depredadores.
Dondequiera que se acerquen a un planeta habitado, ellos recuerdan
devorando almas humanas como niños y atacar a este suministro
concentrado de alimento. Una civilización humana avanzada con un
alto nivel de tecnología psíquica puede sobrevivir tal ataque, pero
solo luchando una guerra desesperada y sufriendo muchas bajas. Por
esta razón los espíritus extraterrestres están ahora en la tierra:
para interferir con este proceso, tanto por nosotros como por su
propia cuenta.
De tener éxito ganando esta Guerra en el Cielo, nuevos Dioses serán
formados, en lugar de los destructivos elementales, cuando la
población de la Tierra alcance el punto de extinción, y con suerte,
una nueva civilización avanzada de seres humanos individuales
también nacerá.
Es muy poco lo que las personas ordinarias de la Tierra pueden hacer
para ayudar a los espíritus extraterrestres en sus batallas
psíquicas directas con los Teócratas y los elementales, que
controlan estos últimos.
El Colegio Invisible recluta a unos cuantos
magos avanzados para luchar en esta fase de la Guerra en el Cielo,
pero cualquiera con suficiente conocimiento espiritual y
entrenamiento psíquico para calificar, ya sabía todo lo que este
libro podía ofrecer aún antes de leerlo. La mayoría de intentos de
reclutar personas de la Tierra a luchar en la Guerra en el Cielo
usando magia operacional son engaños teocráticos.
¿Qué es lo que quiere el Colegio Invisible que hagan las personas,
para ayudar a ganar la Guerra en el Cielo?
Lo más importante que usted puede hacer si está de acuerdo con la
tesis básica de este libro, es asegurar su propia supervivencia
después de la muerte, evitando toda forma de control mental
teocrático y desarrollando tanto control consciente sobre sus
poderes psíquicos como pueda.
Manténgase alejado de grupos
religiosos y de ocultismo que practiquen el control mental
religioso, y no se vuelva adicto a la música popular o a los medios
electrónicos, pero sí trabaja con grupos ocultistas o New Age que le
enseñen a la gente cómo hacerse cargo de su propio destino
espiritual.
Guerra en el Cielo contiene muchas ideas negativas, atemorizantes,
pero es esencialmente un libro positivo. Es muy probable que el
Colegio Invisible ganará sobre los Teócratas, y que la mayoría de la
raza humana sobrevivirá para entrar a una Nueva Era.
Las únicas
personas que no sobrevivirán serán aquellas que mueran o sean
absorbidas en bandas teocráticas antes de que esto suceda.
El objetivo del movimiento Revolucionario Espiritual es permitir
tanta gente como sea posible evitar este destino, difundiendo el
mensaje en este libro y ayudándoles a hacer el avance en conciencia
acerca de la naturaleza de la realidad espiritual.
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