por Débora Goldstern
18 Noviembre
2019
del Sitio Web
CodigoOculto
Cuando hablamos de los misterios de Tayos, la expedición liderada
por Inglaterra y Ecuador en 1976, sigue siendo uno de los capítulos
más intrigantes.
Existe amplio debate,
sobre lo ocurrido con aquella exploración tan controversial, que
debido al secretismo informativo aún vigente en la actualidad, no
cesa de generar los más variados rumores.
El año pasado cuando se estrenó el film
First Man, narrando
algunos pormenores del legendario Neil Armstrong, la
Cueva de
los Tayos volvió al ruedo mundial, al calor de algunas reseñas
públicas, evocado la incursión de Armstrong en la famosa caverna
ecuatoriana.
En lo personal, escribí
mis impresiones del tema cuando di a luz a la
Secretos Subterráneos de los Mundos Olvidados
- Cueva de los Tayos, publicado durante
2016.
¿Pero se ha dicho todo?
Esta escritora devela,
algunos de los secretos mejor guardados de aquella enigmática
expedición, que tantos ríos de tinta sigue generó, centrando el
foco, donde otros lo esquivan.
El Tesoro de
Atahualpa - Tras la pista del Dorado
"Esta es la tierra
principal de este contorno - dice el español - puesta al pie de una montaña, en un valle rodeado de colinas,
cerca de dos bellísimos ríos, cada uno con su puente... hay
cerca de dos mil casas, bien distribuidas por dentro y con
bellísimas fuentes.
En medio está la
plaza, y a uno de los lados, el Palacio del señor Atahualpa
(Palacio de los Baños), mucho mayor que todos las otras
edificaciones, con jardines y magníficos portales, donde él está
todo el día.
Sus habitaciones son
todas pintadas de diversos colores, y entre otras, una del color
rojo como el bermellón.
En uno de los
pórticos hay dos grandes fuentes, adornadas con planchas de oro;
y en una de ellas entra por un cañón el agua hirviendo y por
otro la fría, conducidas ambas de la vecina montaña".
Escrito
atribuido al conquistador español Francisco Pizarro,
describiendo,
el palacio del emperador Atahualpa.
Retrocedamos a 1532...
Las huestes de Francisco
Pizarro arriban a Cajamarca, norte del Perú, donde se alza el
esplendoroso palacio del inca Atahualpa.
Para entonces su hermano
Fernando Pizarro, había entregado al temerario conquistador, un
informe confidencial detallando en el mismo, los tesoros observados
durante su encuentro con Atahualpa.
Hambrientos de riquezas,
ambos hermanos deciden secuestrar al importante dignatario indígena,
para así hacerse con el fabuloso botín, que luego de una débil
revuelta va a finalizar con la vergonzosa captura de Atahualpa,
acabando de un plumazo con su imponente legado.
Grabado realizado en 1597
por el artista alemán Theodore de Bry,
mostrando a Atahualpa
entregando su rescate a Pizarro.
Cortesía: numisbids.com
Sobre este hecho leemos:
"Jamás se vio en el
mundo - dice un cronista español - acción que costase menos
trabajo, ni que produjese igual ventura, que la prisión de
Atahualpa, siendo la que puso en manos de Pizarro las suspiradas
riquezas del Imperio del Perú...
Después del saqueo de
la ciudad, del Palacio y los almacenes, llenos de infinitas
providencias de víveres y vestuarios, pasaron al del campo de
los Baños, donde habiendo desaparecido fugitivas las tropas que
allí estaban acuarteladas, quedaron solamente cinco mil mujeres
para la diversión y el desahogo de los triunfantes soldados".
Desesperado por acabar
con su encarcelamiento, Atahualpa propone a sus captores dotarlos de
oro hasta saciar sus ganas, para así recuperar su libertad.
Su oferta es rápidamente
aceptada, aunque su cautiverio está lejos de acabar.
La noticia se esparce
entre sus súbditos, que deciden enviar el pago comprometido, pero
los españoles continúan insatisfechos, declarando el oro recibido no
alcanza a cubrir sus expectativas. Quieren más...
Atahualpa comprende que nada lo salvará de su infortunio, y quince días
antes de fallecer, es presa de una enigmática visión, al contemplar
en el cielo, una gruesa franja de color verde apoderándose del
firmamento.
Su melancolía aumenta,
provocando rumores en sus carceleros, que perciben cambios en el
orgulloso líder.
Lo consultan, y éste
narra como su padre, Huayna Cápac, también recibiera en territorio
quiteño, la misma señal, falleciendo poco después.
La noche del 26 de Julio
de 1533, luego de un año de horror, Atahualpa cuyo nombre en quechua
significa "ave de la fortuna", es cruelmente asesinado.
Se cumple así su
profecía...
Mapa mostrando el
tesoro
perdido de Atahualpa.
Cortesía:
todosobreoro.wixsite.com
Mientras estos funestos hechos acontecen, Rumiñahui, hermanastro de
Atahualpa, y general de sus ejércitos, poco antes de que éste
falleciera a manos de los españoles, había decidido ignorar la orden
real de enviar oro a los españoles para salvarle la vida, decisión
que algunos historiadores juzgarán como traición, y otros verán su
manejo como un acto audaz, tal vez porque Rumiñahui ya había
interpretado, ningún botín calmaría el voraz apetito conquistador.
Y aquí viene una acción encauzada por Rumiñahui, que va a marcar a
fuego nuestro artículo, narrándose que el inca bastardo decidió
ocultar los tesoros del Reino de Quito en un inmenso socavón
desconocido (túnel o caverna), siendo uno de sus accesos
referenciados,
"el sur del Sígsig
(cantón de la provincia de Azuay), en las estribaciones de la
Cordillera Oriental de Llanganates",
...actual parque
nacional, que extiende sus lazos, por las regiones de Cotopaxi,
Napo, Pastaza y Tungurahua.
Una de las leyendas más perdurables
en el
imaginario sudamericano, y aún viva.
Cortesía: stumezcredito.weebly.com
A partir de ese entonces, la pista del tesoro perdido de Atahualpa
se erigirá como una de las leyendas más poderosas dentro del
Ecuador, aunque sus ramificaciones suenen por toda Sudamérica.
Durante quinientos años
se lo buscará con intensidad, siendo
Llanganates parada obligada,
para buscadores llegados de todos los rincones del mundo.
Desde 1794 en adelante
comenzarán las expediciones más recordadas, cuatro de ellas
protagonizadas por exploradores británicos, y aplico subrayado sobe
esta última frase.
Una de ellas acontecida
en 1969, tendrá resonancia más que especial para el desarrollo de
nuestra historia.
Expedición
Anglo Ecuatoriana a Llanganates 1969 - Antecedentes
En 1969 el hombre no sólo arriba a la Luna, sino que un misterioso
aventurero húngaro nacionalizado argentino,
János Móricz,
anuncia el descubrimiento de un mundo subterráneo en las entrañas
del Ecuador.
En artículos anteriores
dimos cuenta de este relato, teniendo en cuenta el cincuenta
aniversario uniendo ambos hechos, ya comentados.
Sin embargo, el destino reserva más sorpresas, ya que János Móricz,
y el primer hombre en descender al suelo lunar, un tal Neil
Armstrong, verán siete años después, 1976, sus caminos
atravesados.
Pero retornemos a 1969, y
especialmente a Móricz.
Son días de declaraciones misteriosas, que tienen a vilo al Ecuador,
¿evidencias de una
civilización subterránea ignota en los anales americanos...?
El tema sacude a los
locales.
La difusión traspasa fronteras, más cuando se anuncia la
protocolización de ese hallazgo portentoso.
Mientras estas noticias
ocupan titulares, una misteriosa expedición anglo ecuatoriana
presentada como 'misión científica', se dirige a los Llanganates.
De inmediato se ciernen sospechas, acerca de sus verdaderas
intenciones
¿Misión científica en
los Llanganates, y en paralelo al anuncio de Móricz...?
Demasiadas casualidades...
De inmediato se elevará
una carta a los miembros expedicionarios, con copia a la embajada de
Inglaterra en el Ecuador.
La jugada clave, tendrá
como protagonista a Gastón Fernández Borrero, gerente general
de la Corporación Ecuatoriana de Turismo, y que acompañara a Móricz
en su célebre expedición de 1969.
Según relata Guillermo Aguirre en Lírico y Profundo - Vida
de Julio Goyén Aguado, Gastón Fernández Borrero,
remitirá lo siguiente:
"Considerando la
finalidad puramente científica que los mueve a investigar la
fauna, líquenes, helechos, arbustos, pastos, plantas,
sedimentos... me dirijo a Ustedes para agradecerles el interés
que demuestran en los aspectos vegetales, lacustres,
hidrológicos y topográficos de esta reducida sección del
territorio nacional…
Valga la oportunidad
para comunicarles que he recibido del Ministerio de Finanzas el
Oficio Nº 3501 de fecha 11 de julio, en el que me informan de la
denuncia presentada por el Sr. Juan Móricz referente a la
existencia de objetos arqueológicos y láminas de metal en cuevas
y cavernas ecuatorianas... siendo esos objetos de propiedad del
Estado Ecuatoriano y del descubridor.
Advierto a ustedes...
que les está absolutamente prohibido, efectuar investigación
alguna en el interior de cuevas y cavernas existentes, así como
antiguas construcciones de superficie, dentro de los límites
territoriales del País.
Debo comunicarles,
además, que la denuncia del descubridor, Juan Móricz, ya está en
conocimiento de la Asociación Pro Conservación de la Naturaleza
Territorial del Ecuador, quiénes tomarán medidas del caso para
proteger las riquezas del País.
A pesar de que la
expedición que ustedes realizan tiene objetivos científicos
claramente definidos referentes a la flora y fauna de la
región... creo en mi deber de avisarles... a fin de precautelar los
intereses de mi país en objetos preciosos de gran valor cultural
e histórico, en hipótesis de que el azar o una súbita 'inquietud
arqueológica' los condujese a examinar más de cerca cuevas o
cavernas nacionales que en nada se relacionan con la ecología,
flora o fauna del país.
En este caso, no cabe
un 'hallazgo fortuito'...
Reciban ustedes mi
más fervorosa admiración y los votos más sinceros por el más".
Esta carta fija un
antecedente de importancia en la historia de Tayos, en cuanto al
interés británico en la región, alimentada por la búsqueda de un
inmenso tesoro épico ya comentado, y que alcanzará su mayor
contrapunto con la expedición del 76'.
El Arribo del
León Imperial - Expedición Británico-Ecuatoriana de 1976
En su monumental trabajo,
Historia Documentada del Descubrimiento
de las Cuevas de los Tayos, publicado en 2010, el estudioso
ecuatoriano Gerardo Peña Matheus, señala en su obra, como se
gestó aquella famosa expedición que más tarde sacudiera al mundo.
Según relata, quién fuera
uno de los hombres más cercanos a János Móricz y confidente de
primera hora, los primeros intercambios se iniciaron en marzo de
1974.
Instantánea de la Expedición
Británico
- Ecuatoriana 1976.
Cortesía: gold-library.com
Bajo el título AYUDA PARA JUAN MÓRICZ desde Escocia un tal
Stanley Hall, ingeniero civil nacido en Dumbar 1936,
presentándose como intermediario del Departamento de Geografía de la
Universidad de Glasgow, remitió una oferta de ésta prestigiosa
institución hacia Móricz, cuyas intenciones enmascaraban, cooperar
con los hallazgos denunciados en 1969.
Este repentino interés tuvo a "El Oro de Los Dioses",
controversial libro de Erich von Däniken, como su mayor
exponente tras este repentino proyecto británico, según admitiera
luego Stanley Hall, en una misiva dirigida al padre de los antiguos
astronautas, a quién escribiera lo siguiente:
"En el Oro de los
Dioses, observo sus referencias a una afición generalizada a la
arqueología en Sud América, con referencias específicas a las
cuevas existentes debajo del Ecuador, me gustaría ayudar a Juan
Móricz en sus necesidades para una investigación sistemática".
El legendario János Móricz posando a la izquierda,
junto
al ingeniero escocés Stanley Hall,
líder
de la expedición británica
que
descendería a Tayos en 1976.
Cortesía: gold-library.com
Teniendo en cuenta, las relaciones Däniken-Ecuador no se encontraban
en su mejor momento, debido a los sucesos públicos conocidos,
ocurridos, tras la publicación de El oro de los Dioses en 1972, y
que le valiera al escritor suizo, furibundo rechazo ante sus
fantásticas aseveraciones, así como la feroz pelea desatada con
Móricz, desautorizando sus dichos, seguramente estos desaciertos,
influyeron a la hora de rechazar ser parte del proyecto.
Las conversiones establecidas con Móricz, aunque alentadoras, se
vieron prontamente congeladas, ante las reticencias del argentino,
que demoró su respuesta, esperando ganar tiempo, y de paso poder
meditar mejor la propuesta británica.
Nuevamente un suceso puso en alerta sus temores, cuando en abril de
1975 salió a luz, intentos por parte de los británicos de hacer una
expedición a Tayos, asistida por ecuatorianos, aunque sin tener en
cuenta a Móricz como colaborador.
Pero la idea quedó en la
nada, y pronto se desechó.
Tan solo un mes de
producido éste incidente, comenzaron los primeros acercamientos
serios, buscando torcer posiciones.
Ante esos avances, Móricz
planteó una serie de puntos, que de aceptarse, serían el pasaporte
ansiado para la realización de la expedición.
Stanley Hall flanqueado por
Gerardo
Peña Matheus, y János Móricz.
Cortesía: gold-library.com
Sus exigencias incluían:
"Jefatura única, y
absoluta, de la totalidad de la expedición.
Junta de notables.
Observadores
internacionales.
La inmovilidad de los
objetos descubiertos".
En un principio el equipo
británico no realizó objeciones, y pareció estar de acuerdo con sus
condiciones. Pero las desinteligencias no tardaron en surgir.
Una carta de junio de 1975, que Stanley Hall remitiera a Peña
Matheus, puso nuevamente en guardia a Móricz, haciéndolo dudar de
las verdaderas intenciones albergadas, tras el pedido inicial de
ayuda para sus hallazgos.
Examinemos este pasaje:
"Toda esta
responsabilidad basada en pocas pruebas y muchísima confianza me
hace preocupar por cualquier persuasión y convencimiento que
tendré que hacer particularmente con las Instituciones
académicas desde que existe ninguna declaración de especial
confianza para conmigo, ni ningún acuerdo escrito por parte del
señor Móricz para colaborar a través mío.
Necesitaré con toda
seguridad algún compromiso preferiblemente total, de Juan si voy
a llevar la expedición a un nivel internacional en un tiempo
corto.
Podría usted enviarme
una carta firmada por el señor Móricz y dos testigos declarando
en términos muy específicos y sin equivocación exactamente
cuáles objetos de mayor valor histórico estaría dispuesto con el
consentimiento de sus amigos indígenas, a revelar al Consejo de
la expedición lo cuál sería en su turno pasado a la Junta
Internacional".
Esta declaración, sumada
a la ambivalencia sobre la jefatura de la expedición reclamada por
Móricz, que los británicos determinaron no aceptar, llevó a un
callejón sin salida.
Finalmente Móricz se
retiró del proyecto.
Con una inversión
calculada en un millón de libras esterlinas, la Expedición no estaba
en condiciones de ser suspendida y se decidió su continuidad.
Según nos sigue relatando Guillermo Aguirre en el libro citado:
"El contingente
Británico compuesto de 24 civiles y 40 militares, salió de
Inglaterra el 29 de junio con destino a la ciudad de Miami donde
abordaron un Avión de Ecuatoriana de Aviación que les condujo a
Quito, habiendo llegado a las 8 de la mañana del viernes primero
de julio de 1976.
El personal civil se
alojó en el Hotel Humboldt y el personal militar en el Cuartel
del Vencedores y el mismo día, la Embajada Británica ofreció una
recepción en la residencia del Adjunto Aéreo, Coronel Peter
Wills, el más activo organizador de la expedición.
Aquí fue la
oportunidad de presentar a los miembros científicos británicos y
ecuatorianos.
Luego el Estado Mayor
Conjunto, ofreció un almuerzo en el Cuartel del Batallón
Chimborazo, con una amena hora social.
Al día siguiente
llegó el cargamento de la Expedición en embalajes especiales que
contenía el equipo espeleológico e implementos a emplearse en
las cavernas".
Información que no se dio
a publicidad, reveló que la Aduana detectó junto al cargamento
espeleológico, la existencia de "armas", que los británicos
justificaron como necesarias,
"para conservar la
seguridad de los científicos y preservar el sofisticado
instrumental que se utilizaría".
Neil Armstrong
- De la Luna al centro del Mundo
La presencia del famoso astronauta norteamericano Neil Armstrong
en Tayos, revolucionó la expedición, y trajo una atención inesperada
por parte de los medios, fue una jugada maestra.
Al parecer su
incorporación debía su cercanía a Stanley Hall, con quién compartía
orígenes escoceses.
Neil Armstrong vestido de mono azul,
observado por los miembros expedicionarios británicos,
y
que fuera invitado por su líder, Stanley Hall,
para
apadrinar la expedición.
Cortesía:
gold-library.com
En un reportaje de la época se leía:
"Me gusta ir a sitios
de altura, por eso me encuentro satisfecho de volver a visitar
este país. La vez anterior que tuve el placer de estar aquí se
contaron mis experiencias, pero esta vez vengo a aprender.
Anhelo realizar esta
gran experiencia.
Estoy muy interesado
en aprender y colaborar en todo cuanto pueda, a pesar de que no
soy integrante de la misión, sino solo un invitado y padrino de
honor.
Sé que encontraré
cosas bellas y novedosas. Trataré de aprender lo más que pueda".
Armstrong tan solo estuvo
unos días dentro del complejo cavernario, pero luego volveremos a su
enigmática visita.
Expedición
Británico-Ecuatoriana de 1976 - Emulando a Julio Verne
Un equipo multidisciplinario, integrado por académicos de todas las
áreas del conocimiento, reclutados en su mayoría de la Universidad
de Glasgow, y con el agregado de estudiosos ecuatorianos, inicia en
julio de 1976, su legendario recorrido subterráneo dentro del
complejo cavernario de Tayos.
Archivo personal
Débora
Goldstern
De cara al público, la expedición intentó ofrecer una imagen de
científicos comprometidos, y lejos de cualquier controversia,
presentándose como defensores de esa maravillosa biodiversidad
oculta en los subsuelos terrestres.
Pero tras bastidores, la
realidad era otra, y las reclamaciones de Móricz, denunciada en su
acta notarial de 1969, acerca de un increíble hallazgo, narrando la
existencia de una fantástica biblioteca alienígena bañada en oro,
continuó obsesionando Stanley Hall, que mantuvo la esperanza de
encontrar el tesoro.
Uno de los miembros participantes de aquella expedición, narraría
luego:
"Caminaba inquieto,
buscando en las paredes símbolos de arte rupestre; inclusive le
preguntó a uno de los espeleólogos que nos acompañaban, si
durante los trabajos habían encontrado algo, o si habían
investigado las gateras que aparecían hacia los laterales de la
gran galería".
Durante casi treinta y
cinco días, los exploradores extranjeros escudriñaron cada rincón
del complejo cavernario, sin poder localizar nada relevante, salvo
el hallazgo de restos arqueológicos poco significativos a sus
intereses.
Días antes de finalizar la exploración, Stanley Hall, realizó una
última gestión para tratar de convencer a Móricz de revertir su
postura, aunque su intentó fracasó, sellando la suerte de la
Expedición que viera truncada sus aspiraciones de encontrar la
Cámara del Tesoro.
De vuelta a la
superficie, se empezaron a divulgar algunos datos de la visita
subterránea, aunque con reservas, y sin mucho ánimo de dar a conocer
la información completa.
Los expedicionarios
comprendieron rápidamente, no les sería fácil evitar a los medios, y
debieron improvisar un discurso para salir del paso.
Quién primero saliera al paso, fue el propio Ministerio de Defensa
del Ecuador, emitiendo un escueto comunicado, negando la
artificialidad del complejo de Tayos.
"Las Cuevas de los
Tayos no constituyen un monumento arqueológico, como se ha
venido informando en nuestros día, sino geológico.
Los integrantes de la
expedición, ecuatorianos y británicos, relacionados a través de
la Dirección de Historia y Geografía del Estado Mayor Conjunto,
vienen guardando la más estrecha y cordial vinculación.
Nuestros esfuerzos,
tanto científico como económico y administrativo, con ser tan
ingente, constituye una profunda satisfacción nacional por sus
proyecciones para el futuro".
Acompañando estas frías
lecturas, los británicos agregarían:
"Las muestras
obtenidas en Los Tayos, serán investigadas en los laboratorios
de las universidades inglesas, y luego serán dadas a conocer al
mundo científico".
Por supuesto este
informe, ni el film registrando lo obtenido en aquella incursión
interior, se compartió con el Ecuador.
De esta película, The
Legend of Los Tayos, pasarán décadas antes de volver a tener
noticias.
El enigmático estudioso escocés, Stanley Hall,
leyendo
Tayos Gold, libro que escribiera antes de fallecer,
narrando su experiencia de 1976.
Cortesía: gold-library.com
Stanley Hall - Un místico en la corte del Rey Arturo
"Hace 2500 años el
registro cataclísmico ha sido oscurecido por el conflicto entre
los intereses evolucionarios y creacionarios.
Hoy, el vacío entre
estas dos ideologías, se encuentra explotado por medio de una
seudo-ciencia que trata de explicar los enigmas geológicos,
históricos, astronómicos y teológicos, utilizando el mecanismo
de la edad del espacio.
En un mundo de
sueños, nunca faltan distracciones".
Stanley Hall.
Quién fuera gran promotor
de la fabulosa expedición del 76', el escocés Stanley Hall, luego de
la fallida incursión que costara millones de libras a su gobierno,
retrasó su vuelta a Inglaterra, y adoptó desde entonces al Ecuador,
como país de residencia.
A partir de aquí, se
inicia una nueva etapa de la saga Tayos.
En sus primeras
apariciones en la prensa lo poco que se sabía sobre su persona, era
su conexión con la Universidad de Glasgow, Escocia, desde donde se
había reclutado gran parte del cuerpo expedicionario británico.
Se lo tenía como
ingeniero civil, pero con el tiempo se fueron revelando a través de
sus propias declaraciones, intereses más místicos, ocupando el
enigmático pasado sudamericano un lugar especial.
Como ingeniero, Hall se hallaba sorprendido por los conocimientos de
avanzada de aquellas civilizaciones anteriores, tan poco revistadas
por los historiadores, y que temían desarrollar, prefiriendo ignorar
estas evidencias.
Sus leyendas, mitología,
y arquitectura de vanguardia evidenciaban era pruebas de un mundo
anterior, que Hall llamó,
"una página perdida
de la Historia Mundial, y sobre todo silenciada".
Los tempranos trabajos
del estudioso ruso
Immanuel Velikovsky, quién en 1950 al
publicar Mundos en Colisión (Worlds in Collision), armó revuelo en el ámbito
académico, sugiriendo el planeta tierra fuera presa de antiguas
catástrofes, llevando al colapso a una serie de civilizaciones
ignotas, se transformó en autor influyente en su vida, y cuyas
ideas, calaron hondo en las hipótesis que el escocés desarrollaría
luego en varios libros, teniendo como meta, el enigma representado
por los secretos de Tayos.
Escribiría:
"El catastrofismo
Interplanetario es un salto gigante, resuelve los enigmas
históricos, llena el vacío entre el evolucionismo y
creacionismo, y explica el factor lemming (auto-destruísmo),
inherentes a los cromosomas raciales.
La evidencia para el
catastrofismo es tan fuertemente respaldada por medio de tantas
fuentes, que su negligencia está puesta fuera de la sorpresa, y
dentro de la omisión calculada.
La historia verdadera
de la tierra y sus custodios, corresponde menos a lo que se ha
dicho, que lo que se ha silenciado".
Además de estas lecturas,
una experiencia en Edimburgo que atravesara en 1962, cumplidos 22
años, marcó también estas ansias espirituales.
Ocurrió, cuando una luz
blanquecina y brillante, se materializara en su cuarto,
interactuando con el joven Hall.
Aquel fenómeno legó una
huella imborrable, en el futuro líder de 1a expedición de 1976. Hall
intuía, una manifestación de su alma interna, había causado ese
esplendoroso suceso.
Décadas más tarde daría a
luz el Grialscope, que definiera como una metodología de
trabajo, en la búsqueda de incesantes respuestas.
En una entrevista para una revista española, cuestionado sobre este
término diría:
"En un método de
pensamiento meta-psíquico, relativo a los planos dimensionales,
para conseguir reflejarlos hacia nuestro mundo físico o
espiritual.
En cierta manera mi
participación en la expedición de 1976, fue más que la de un
líder, la de un catalizador.
Y el grialscope en
realidad se trata de eso:
un modelo para
conseguir capitalizar la información y descartar aquella que
no sirve".
Pero Stanley Hall
tenía ideas aún más osadas, sobre la verdadera naturaleza del tesoro
de Tayos, que aunque negado en su búsqueda de 1976, era sin dudas su
objetivo primordial.
Atendamos sus asombrosas creencias del caso:
"Permitámonos asumir
que los sobrevivientes de un mayor cataclismo interplanetario
podrían haber estado demasiado afectados para salvar y compilar
esos registros.
Permitámonos también
asumir que Júpiter, aspirador de muchos de los asteroides y
cometas que podrían haber devastado la Tierra como así lo
hicieron en otros planetas y lunas, los cuáles no aparecieron
hasta el Final de la Era Dorada del proto-Saturno.
Dados estos factores,
podríamos requerir que se descarte nuestro modelo de la Creación
e introducir una avanzada civilización extra-solar, aún antes, o
al principio del proto Saturno y su Edad Dorada.
Dicha civilización y
los eventos cataclísmicos, nuevas edades y nuevos ciclos
empeñosamente registraron para la posteridad lo que llamaos las
mito-historias, debe haber existido desde comparativamente
tiempos recientes, cuando la mito-historia de la temprana
humanidad estaba evolucionando".
¿Nos estaba diciendo
Stanley Hall, que el secreto de Tayos y sus tesoros milenarios,
reposaba tras el colapso de una antigua civilización
interplanetaria, refugiada con sus secretos, en los subsuelos
cavernarios sudamericanos?
Tanto János Móricz,
y el polémico Erich von Däniken, exponían a su manera lo
mismo.
Nadie podría admitir
tanto, e incluso los propios compañeros de Stanley Hall, durante
aquella exploración escapaban a estas visiones de su jefe,
consideras las mismas como de índole fantástica.
Pero el gobierno británico había aprobado un presupuesto
astronómico...
¿Entonces?
¿Era este el objetivo
real?
Difícil ignóralo.
Aunque existen rumores de
Stanley Hall trabajando para el servicio secreto británico, el
dossier nunca fue desclasificado.
Sus actividades en
Ecuador, continuaron esquivando cualquier objeción, y jamás brindó
demasiadas explicaciones de ese improvisto romance, que lo llevara
al repentino abandono europeo.
Sus desencuentros con
Móricz, y otras extrañezas las dejaremos para otra ocasión.
El extraño Stanley Hall
falleció en 2008, llevándose algunos misterios a la tumba.
Julio Goyén
Aguado - Heredero de Juan Móricz, el último Tálto
Me es imposible describir en este artículo, el real significado
de Julio Goyén Aguado, cuya vida en mi libro, Cueva de los
Tayos - Secretos Subterráneos de los Mundos Olvidados, abordo en
extenso.
Pero si quiero citarlo en
este capítulo, porque el espeleólogo argentino, ocupa un papel vital
en la operación Tayos 1976, y que generalmente es pasado por alto al
reseñarse la misma.
Cabe decir que el fracaso
de esa expedición, aunque se quiera enunciar lo contrario, puesto la
misteriosa biblioteca dorada jamás se encontró, expulsó a János
Móricz como protagonista de la saga, elevando la cuestión
anglosajona como real verdad.
Móricz en la actualidad
es ignorado por una gran mayoría de divulgadores, tachado como
aventuro, y otras lindeza. Lo mismo podemos decir de Goyén Aguado,
quién a mi entender no recibe crédito suficiente.
Fotografía del interior de Tayos en 1976,
retratando a Neil Armstrong, junto a
un
sonriente Julio Goyén Aguado,
y uno
de los protagonistas fundamentales de la saga.
Archivo
Personal / Débora Goldstern
Existe la idea instalada, que los expedicionarios británicos se
llevaron evidencias de importancia durante su visita subterránea en
1976.
Ignoramos que clase de
botín, y el mismo Stanley Hall negó estos rumores. Mi idea no es
discutir este punto, ante la escasa información que existe.
Mi punto es otro.
Dijimos que Móricz
declinó participar de la expedición al no obtener sus reclamos
satisfechos,
¿pero quiere decir
eso, que se desatendió de Tayos y su legado?
Esta escritora cree que
no.
Hablamos del verdadero guardián de los secretos de Tayos, como ya
especifiqué en otros artículos y que compartiera mucho de esos
misterios con su heredero argentino, el gran Julio Goyén Aguado, a
quién enviara como participante de la expedición de 1976.
Como decía Atahualpa,
"en mi reino no se
mueve una mosca sin lo que sepa".
Medítese esta revelación,
avalada por la fotografía que a continuación observamos.
En cuanto a Neil
Armstrong, ni mormón, ni masón, aunque su padre tenía un alto cargo
en cierta logia, pero si un hombre que desde su regreso lunar,
sintió la necesidad de interrogarse por otros misterios, Tayos no
fue su única exploración Sudamericana, pero de eso hablaremos
también en otra ocasión.
¿Compartía con Stanley
Hall algo más que su ascendencia escocesa?
Una vieja sentencia
hermética dice: COMO ES ARRIBA ES ABAJO. Hasta aquí.
Conclusión
La Expedición Británico-Ecuatoriana de 1976, significó un punto de
inflexión importante, e inició en paralelo, una serie de
interrogantes aún en evolución.
¿Existe un mundo
subterráneo, producto de una antigua civilización desaparecida,
cuyas evidencias pétreas moran en los subsuelos andinos?
¿Son aquellas lajas
enigmáticas, producto de la artificialidad humana, o realmente
como proclaman algunos geólogos estamos ante formaciones
naturales?
¿Mintió Móricz a los
británicos con sus reclamaciones, o dijo la verdad a medias?
Sudamérica ¿es la
página perdida de la prehistoria como pensaba Stanley Hall?
¿Nuestra herencia
está en el Cosmos?
¿Y cuál es el
significado del tesoro de Atahualpa vinculado a Tayos?
¿Son ambos lo mismo,
o existe un factor estelar que los vincula?
Por lo pronto, el llamado
Tayos continúa, y esta escritora espera el momento propicio para
acudir a ese encuentro demorado. Continuará.
Video - "The
Legend of Los Tayos"
Parte 1
Parte 2
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