Pascua es una
pequeña isla de aproximadamente 80 kilómetros cuadrados, del
Océano Pacífico en la Polinesia, ubicada a 3.760 km de la costa
de
Chile, país al que pertenece desde 1888, y es famosa por las
gigantescas efigies de piedra, conocidas también como Moai.
Después, en 1.774, el capitán inglés James Cook, visita la
isla y halló restos de antiguos e inteligentes pobladores, debido a
sus construcciones, caminos pavimentados, instalaciones portuarias y
numerosas aldeas, que fueron hechas a base de piedra.
Algunas que estuvieron montadas sobre plataformas funerarias son bustos enormes, sin piernas y a veces alcanzan los 10 metros de altura y 7,6 metros de diámetro y pesan 20 toneladas, tienen un cilindro, un rojo copete de 1,8 x 2,4 metros y se supone que estos Sombreros, fueron extraídos del cráter del volcán Rano Roi.
Se diferencian de las otras por tener los ojos abiertos y estar mirando a la tierra, de espaldas al mar.
Las estatuas que impresionan son las que están en las laderas del Rano Raraku.
Sus narices se vuelven hacia arriba y sus delgados labios se proyectan hacia adelante en un gesto de burla y desdén. Carecen de ojos y las proyecciones descendentes a los costados pueden representar orejas alargadas o una prenda para la cabeza.
La más grande es de veintidós metros y la más pequeña de tres.
LOS PRIMEROS POBLADORES
Que para descubrir la remota isla de Pascua tuvieron que navegar casi hasta la Antártica a fin de encontrar la corriente meridional y evitar la corriente de Humboldt que fluye hacia el oeste.
Otra teoría dice que para el siglo IV dC. llegó una tribu al mando de un Rey llamado Hotu Matua, quienes tenían técnicas bastante desarrolladas para esculpir la piedra.
UNA DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL PERÚ...
Thor Heyerdahl, defiende ésta última.
En 1947 hizo un viaje desde Perú, que duró 102 días, hasta llegar al archipiélago Tuamotu. Heyerdahl sostenía que los navegantes americanos eran blancos caucásicos, inmigrantes no identificados del Mediterráneo, los Hombres Blancos Barbados, que habían construido la ciudad de Tiahuanaco, a 3800 metros de altura en los Andes.
Ellos habían viajado mas de 3.000 km. hacia la Isla de Pascua donde erigieron cientos de gigantescas estatuas de piedra que representaban a los crueles y desdeñosos antepasados caucásicos.
Henry Lavachery, sostenía que la isla tuvo una especie de escuela de estrellas, en donde enseñaban a los elegidos sobre los peligros y beneficios de los astros y sus visitantes.
Thor Heyerdahl, por su parte, en su expedición también descubrió una especie de observatorio Solar en la cumbre del volcán Rano Raraku, donde se hallaron gran cantidad de estatuas.
En los sesenta William Mulloy afirmó que: la Isla de Pascua, es uno de los lugares más aislados del mundo, y sin embargo, con una población que nunca superó los cuatro mil habitantes.
Se encuentran contrastes de complejidad cultural, textos que no están relacionados con ningún material escrito exterior, una política capaz de planificar y coordinar las obras públicas, un sacerdocio organizado y un interés en fenómenos celestes, como los Equinoccios y los Solsticios.
Según Mulloy, la Isla de Pascua estuvo habitada, hace milenios por seres no terrestres, quizás mucho antes de los Orejas Largas.
¿Estamos hablando de seres venidos de otras galaxias?.
Quizá, pues muchas leyendas locales hablan de que un día al año, el Sol penetraba hasta el interior de las cabezas como una especie de rayo que les daba vida y eran conducidas al lugar asignado, de ahí que cuando se les pregunta a los pobladores:
Ellos únicamente responden:
Parece que esperan la llegada de alguien. ¿Del mar?. ¿Del cielo?. Los mismos indígenas aseguran que fueron transportadas por naves que volaban...
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